Corrigiendo a los hijos para vida
“Las reprensiones de la corrección son camino de la vida.”—Pro. 6:23.
1. ¿Qué exhortación se da a los hijos, y a qué cuestión hay que enfrentarse?
JEHOVÁ exhorta a los hijos: “¡Guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la ley de tu madre! ¡Átalos de continuo sobre tu corazón, cíñelos, cual collar, a tu garganta! Cuando caminares, te guiarán; cuando te acostares, vigilarán sobre ti; y cuando despertares, hablarán contigo. Porque el mandamiento es una lámpara, y la ley es una luz, y las reprensiones de la corrección son camino de la vida.” (Pro. 6:20-23) A veces, aunque los padres dan la instrucción apropiada y ponen el ejemplo apropiado, los hijos rehusan obedecer. Eso nos conduce a la disciplina o corrección, y hace obligatorio enfrentarnos a esa cuestión vehementemente polemística: zurrar o no zurrar.
2. ¿Qué dicen muchos psicólogos acerca de dar zurras, pero qué dice la Biblia?
2 Muchos psicólogos de niños colocan un cartel de “no tocar” en los hijos, como uno que dijo: “¿Se dan cuenta ustedes las madres de que cada vez que dan una zurra a su hijo muestran que están odiando a su hijo?” Jehová dice: “Quien detiene la vara odia a su hijo; mas el que le ama, le corrige con empeño.” Una zurra puede ser un salvavidas para un hijo, porque Jehová dice: “No le niegues al muchacho la corrección; pues si le castigas con la vara, no morirá. Tú le castigarás con la vara, y librarás su alma del infierno [sepulcro, NC].” De nuevo: “Las heridas cruentas purifican del mal, y los golpes, el fondo de las entrañas.” Es Jehová quien puede escudriñar las partes más recónditas de los hombres y los hijos, y en un tiempo, típico de nuestro día, él hizo esto y vió que: “La inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud.” ¿El remedio? “La necedad está envuelta en el corazón del niño; pero la vara de corrección la alejará de él.”—Pro. 13:24; 23:13, 14; 20:30, BC; Gén. 8:21, NM; Pro. 22:15.
3. ¿Por qué a veces hay que seguir a las palabras correctivas con acciones correctivas, y cuáles son los resultados opuestos de mimar y corregir?
3 Con algunos niños surgen ocasiones cuando las palabras no dan resultado, y los padres tal vez se hallan obligados a hacerse hombres y mujeres de acción, aplicando la vara para impedir que el niño se corrompa. Aunque entienda sus palabras; quizás no preste atención, como Proverbios 29:19 dice: “Con palabras no se puede corregir al siervo; pues aunque entienda, no hará caso.” Dos versículos después (Pro. 29:21, BC) dice: “Quien mima desde la niñez a su esclavo, éste acaba por hacerse contumaz.” Esto también es cierto de los niños mimados por los padres. Los hijos no les tienen respeto a los padres locamente cariñosos o negligentes o indulgentes que retienen la corrección; con los tales sólo llegan a ser más exigentes e irrespetuosos. Por otra parte, la corrección que se administra prudente, imparcial y misericordiosamente consigue respeto, como Pablo escribió a los hebreos: “Tuvimos padres que fueron de nuestra carne para disciplinarnos y los respetábamos. . . . Cierto, ninguna disciplina parece gozosa por el momento, sino dolorosa; sin embargo después a los que han sido entrenados por ella les produce fruto pacífico, a saber, justicia.” (Heb. 12:9, 11, NM) Dicha disciplina es para educar, no para descargar castigo doloroso.
4. ¿Cuándo se hace la corrección por egoísmo, y por qué tiene que considerarse al niño particular al determinar la forma de corrección necesaria?
4 Al corregir recuerde el proverbio: “El actuar sin meditación no es bueno; y el ser demasiado apresurado es errar el blanco.” El dar un golpe con ira repentina es evidencia de motivo de poco valor, a saber, escape de la presión emocional de un padre enardecido. Tal corrección es para alivio egoísta, no se da por amor al niño. En muchos casos se encontrará que la solución yace entre los dos extremos de nunca zurrar y siempre zurrar. Pero esto no es cierto en todos los casos. El temperamento y disposición del niño individual tienen que considerarse. Algunos son muy sensibles, y tales medidas drásticas como zurras quizás no sean necesarias. Algunos pueden ser tan duros que dichas medidas drásticas sean ineficaces. Concerniente a los hombres estos dos proverbios están escritos: “En los labios del entendido se halla la sabiduría; mas la vara es para las espaldas del falto de entendimiento.” “Una reprensión hace más mella en el hombre entendido, que cien azotes en el insensato” (Pro. 19:2, UTA; 10:13; 17:10) Así sucede con los niños. Algunos son más sensibles que otros; algunos son más mansos que otros. Una reprensión puede corregirlos más que lo que una azotaina corregiría a otros que son más tercos y en cuyo corazón pueril puede estar envuelta más necedad que la que generalmente suele hallarse.
5. ¿Por qué deben los padres, aun más que cualquier otros, ser pacientes si sus hijos son de un temperamento particularmente ingobernable?
5 Padres, si éste es el caso con su hijo, sean pacientes. Por más desagradable, por más ingustable, por más inaceptable que les parezca, el niño lo adquirió de ustedes. En ustedes quizás esté dominado, quizás nunca haya salido a la superficie; pero está en ustedes en alguna parte, porque su hijo no lo adquirió del vacío. Tenemos que enfrentarnos a ellos los adultos dan a sus hijos un mal comienzo. Adán y Eva dieron a todos un mal comienzo. Por esto la Biblia dice: “¡El hombre, el de mujer nacido, corto es de días, y harto de desventuras! ¿Quién podrá sacar cosa limpia de inmunda? Ninguno.” “He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.”—Job 14:1, 4; Sal. 51:5, Va; Rom. 5:12.
USO DE AMOR Y BUEN SENTIDO AL CORREGIR
6. ¿Qué debe tenerse presente al hacer las reglas y ponerlas en vigor?
6 Esto manifiesta que los niños necesitan dirección; también manifiesta que no serán perfectos. No espere ni mucho ni poco. Las reglas de conducta deben entenderse bien por ellos, y deben ser justas y hacer concesiones misericordiosas. Recuerde la edad de ellos, porque ellos se portarán según su edad. No espere que se porten como adultos pequeños. Pablo dijo que cuando él era bebé se portaba como bebé. (1 Cor. 13:11) Después que se establecen reglas razonables y el niño las conoce, háganlas valer con prontitud y consistencia, de modo que el niño sepa qué esperar. Pero si son hechas valer espasmódicamente conforme al antojo de ustedes o según su disposición de ánimo del momento, o si el castigo por la desobediencia es demorado por mucho tiempo, el niño se envalentonará a arriesgar cometer violaciones para ver cuánto puede hacer sin ser castigado, así como los adultos se hacen atrevidos en la perversidad cuando la retribución parece retrasarse: “Por cuanto no se ejecuta sentencia contra la obra mala muy en breve, por eso el corazón de los hijos de los hombres dentro de ellos está plenamente resuelto a hacer el mal.” Si la corrección no es justa y consistente el sentido muy perspicaz de justicia poseído por los niños será ofendido y surgirá resentimiento. De modo que corrijan con justicia y firmeza, templadas por el amor y la misericordia. Jehová recuerda que nuestra estructura es polvo; recordemos que la del niño también es polvo.—Ecl. 8:11; Sal. 103:13, 14.
7. ¿Cómo violan algunos padres las instrucciones que se dan en Efesios 6:4 y Colosenses 3:21, y por qué es menester considerar el tiempo y el lugar?
7 Algunos padres siempre están regañando a sus hijos, repitiendo cosas que realmente no importan, edificando sentimientos de disgusto e irritación y enojo en sus hijos, haciéndolos rebeldes y descorazonados, todo en violación de las siguientes instrucciones que se dan en la Biblia a los padres: “Ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová.” “Ustedes padres, no estén exasperando a sus hijos, para que no se descorazonen.” (Efe. 6:4; Col. 3:21, NM) Si los padres siguen la disciplina y consejo autoritativo de Jehová no estarán irritando y exasperando a sus hijos y descorazonándolos con muchos regaños por asuntos de poca importancia. No rodeen al niño con numerosas prohibiciones innecesarias, sino sólo con las que verdaderamente importan. Restrinjan cuando exista razón verdadera, pero nunca sólo para demostrar autoridad. Cuando sea posible déjenlos hacer sus propias selecciones y decisiones, elogiando las prudentes. Si hacen bien en una tarea asignada o en el servicio del campo, elógienlos como un estímulo. ¿No hace la Biblia esto, diciendo: “Bien hecho, esclavo bueno y fiel”? (Mat. 25:21, NM) A veces se necesita control a causa de la hora o el lugar, no porque un hecho sea incorrecto en sí mismo. Por ejemplo, el retozar durante una reunión perjudica al niño y a otros. No es malo retozar, pero durante esa hora es malo. Hay un tiempo para jugar, un tiempo para retozar, y un tiempo para escuchar, un tiempo para aprender. Por eso vigilen la hora y lugar, para el bien de todos.—Pro. 29:15.
8. ¿Qué variedad de formas puede asumir la corrección y cómo están cambiando las opiniones de muchos psicólogos de niños?
8 De modo que resumiendo el asunto de la corrección, adminístrenla con amor, no con gritos o golpes airados. (Pro. 15:1) Los castigos pueden variar según los temperamentos de mansedumbre o terquedad. Se puede castigar negando una muestra de cariño, o recompensar dando dicha muestra. Se puede apartar al niño ingobernable de la compañía de los obedientes, o se le puede negar su participación en un placer de familia, o negar un postre o pasatiempo favorito, o a veces tal vez se tenga que usar la vara literal para conservar el orden en el hogar. Para ilustrar la necesidad de métodos diferentes, considere este caso real. Un muchachito de Brooklyn tenía una cita ron el dentista. Antes de que su madre lo llevara una compañera de juego de 4 años le dijo que siempre que ella iba a ver al dentista no abría la boca. Por eso cuando su madre lo llevó él rehusó abrir la boca. Al regresar a casa, recibió una buena zurra. En la próxima cita con el dentista de nuevo rehusó abrir la boca. Una zurra más fuerte siguió pero todavía su boca permaneció cerrada cuando estaba en el sillón de dentista. Pero este jovencito era aficionado a la televisión. Se le negó todo acceso al aparato. Pasados unos dos días sin televisión anunció que estaba listo para enfrentarse al dentista con la boca abierta. Pero respecto al uso de la vara, puede notarse que ante la delincuencia juvenil ascendente muchos psicólogos de niños están desdiciéndose sobre las zurras, muchos regresando a la idea de la vara. Muchos han tenido que admitir que las lecciones que se aprenden en las rodillas de la mamá no hacen una impresión tan duradera como las que se aprenden mientras yacen boca abajo en las del papá.
9. En el sentido más amplio, ¿qué es la vara de corrección, y cómo tiene que ser manejada?
9 Pero cuando la Biblia habla de la vara de corrección no necesariamente significa una vara literal; en el sentido amplio significa autoridad de los padres. Su influencia correctiva puede asumir una variedad de formas. Sea cual fuere la forma que asuma, siempre debe ser manejada con amor y misericordia, nunca con ira o justicia inflexible. Nunca traten de dar la medida completa de lo que la conducta del niño pudiera demandar justamente Jeremías 10:23 se ha citado, pero ahora lea lo que dice, junto con el versículo 24: “Ya sé, oh Jehová, que no es del hombre su camino; no es del hombre que anda dirigir sus mismos pasos. ¡Corrígeme, oh Jehová, empero con moderación, no en tu ira, no sea que me reduzcas a la nada!” Por eso, padres, cuando ustedes corrijan a sus hijos, que sea medido con amor y misericordia, no con ira o justicia completa. Como cristianos ustedes no están bajo justicia estricta sino bajo misericordia divina, y tienen que mostrar misericordia a otros, especialmente a sus hijos, cuyas imperfecciones y defectos pueden ser rastreados en grado mayor o menor hasta ustedes y sus antepasados. Y al manejar la vara de autoridad de los padres, si ustedes tienen más de un hijo eviten mostrar parcialidad, de otra manera quizás hagan que uno sea odiado por el otro. Los hermanos de José creyeron que su padre era parcial con José, y como resultado odiaron a José. El hijo mayor mostró resentimiento cuando pensó que su padre estaba favoreciendo al hijo pródigo. (Gén. 37:3, 4; Luc. 15:25-30) Si ustedes ponen a uno de sus hijos como ejemplo para otro, se puede dar el caso de que el hijo ejemplar llegue a ser odiado por el otro.
10, 11. ¿Qué es tan necesario y cómo se demuestra?
10 Padres, es tan necesario mostrarles a sus hijos que son amados y deseados. Recientemente el Times de Nueva York informó que 34 niños expósitos murieron por ninguna otra razón que la falta de amor maternal. Un libro sobre eficiencia habla de la educación en psicología moderna que ahora se está dando a maestros de escuela, pero añade tristemente: “Aunque tiene que admitirse que la antigua maestra de escuela que simplemente amaba a los niños tal vez haya tenido mucho más éxito en ayudar a sus alumnos.” La revista Look recientemente dijo que todas las reglas y “técnicas para manejar a los niños significan mucho menos que el espíritu y ambiente generales del hogar.” El ambiente de la sociedad del nuevo mundo en el cual el amor y el espíritu n de Jehová son rasgos descollantes es esencial para criar a los hijos par vida eterna.
11 Padres, este amor no se manifiesta desplegando sentimentalismo o habla de chiquillos o entregándose a cada antojo pueril o accediendo a cada necesidad material. El amor no es mimar. El amor hace que le niño se sienta deseado. Se hace referencia a los niños como una herencia que se recibe de Jehová, son comparados a tiernas plantas de olivos alrededor de la mesa. Necesitan cuidado tierno para crecer y dar fruto. Son el fruto del seno de la madre. La Palabra de Jehová nos dice que le fruto de nuestros labios debe alabarlo, y el fruto de seno debe hacerlo también. (Sal. 127:3; 128:3; Hech. 13:15) ¿Alaban sus hijos a Jehová? Si ustedes lo hacen, ellos generalmente lo harán. Ayúdenlos, muéstrenles el camino, dirijan sus pasos, dénles instrucción buena, pongan ejemplos concretos, corríjanlos cuando sea necesario, guíenlos a la vida eterna con la sociedad del Nuevo Mundo. Sean ejemplos que ellos puedan tener orgullo en llamar suyos y en seguir los cuales encuentren felicidad. Como Manoa oró pidiendo que Jehová lo guiara en la crianza de Sansón, oren ustedes pidiendo que los guíe en la crianza de sus hijos.—Pro. 17:6; 20:7; Jue. 13:8.
DOS PALABRAS A LOS NIÑOS
12. ¿Qué pueden estar pensando ahora los niños, y por qué podemos considerar apropiadamente ejemplos tomados del mundo animal para obtener instrucción?
12 Bien ahora, ¿qué están pensando todos ustedes los niños? ¿Que aquí está una grande muchedumbre de personas mayores juntándose contra ustedes, ideando más maneras de cercarlos y hacerles la vida infeliz? No, no estamos juntándonos contra ustedes, sino juntándonos a favor de ustedes, para estar fuertes para protegerlos a ustedes, para mantenerlos en medio de nosotros, sirviendo a Dios y salvos de Satanás. Todos los que aman a Jehová tienen que juntarse para ayudarse los unos a los otros a hacer la obra de Dios. Si ustedes los niños han sido el tema de nuestra discusión, es porque ustedes son el objeto de nuestro afecto. Está bien, ustedes dicen, pero si ustedes las personas mayores nos quieren tanto, ¿por qué toda esta habla acerca de corrección, y especialmente de dar zurras? Bueno, con ustedes los niños eso sí toca un lugar sensible, ¿verdad? Pero para llegar al fondo del asunto consideremos los animales que ustedes los niños aman. La sabiduría de Jehová se refleja en sus creaciones, por eso el acudir a los animales para recibir instrucción no es rebajar nuestro pensamiento al nivel de ellos, sino elevarlo a los pensamientos de Dios. Se nos dice que vayamos a la hormiga para aprender diligencia, que consideremos la langosta como un ejemplo de unidad; por eso no estamos en una correría antibíblica cuando consideramos la educación que algunos animales dan a sus hijuelos, la cual brota del instinto dado por Dios.—Rom. 1:20; Pro. 6:6-8; 30:27; Joel 2:7, 8.
13. ¿Qué ejemplos muestran que la educación debe ser gradual, reconociendo las limitaciones de los jóvenes?
13 Cuando los padres animales educan a sus hijuelos reconocen las limitaciones de sus hijuelos, el que al comienzo los chiquillos no pueden hacer cosas grandes. De modo que inician a sus hijuelos en lo que pudiera llamarse una escuela de párvulos animal, y de allí progresan. Por ejemplo, las golondrinas norteamericanas atrapan insectos al vuelo. Eso es demasiado difícil para las aves jóvenes, por eso las aves padres atrapan a los insectos de vuelo rápido, revolotean cerca del nido o percha de las aves jóvenes, dejan caer los insectos, y las pequeñuelas vuelan fuera y atrapan los cuerpos que caen lentamente. Pronto ellas pueden arrebatar su propia comida del aire mismo. La zorra madre, después que los hijuelos son destetados, trae ratones capturados y otro alimento y lo pone en la cueva. Después lo deja a la entrada, y a medida que los bebés crecen lo deja más y más lejos, para enseñar a sus hijuelos a buscar su comida. Hacia el fin de esta educación la zorra padre o madre hasta esconde la presa debajo de hojas y basura, obligando de esta manera a los hijuelos a usar el sentido del olfato así como el sentido de la vista. En éstos y muchos otros casos, a medida que los jóvenes aprenden más los padres hacen menos. Es igual respecto a ustedes los niños. Ustedes necesitan ser educados por sus padres, y a medida que ustedes aprenden más y obtienen experiencia se les permitirá hacer más y más. A medida que ustedes aumenten en habilidad el control de los padres disminuirá.
14. ¿Qué ejemplo muestra corrección cuando los jóvenes insisten en molestar a los mayores?
14 Pero ¿qué hay de la disciplina en el bosque? Bueno, simplemente tenemos que enfrentarnos al hecho de que estas madres animales son anticuadas y parece que no han leído ningún libro moderno sobre psicología de niños, porque ellas de seguro que dan zurras a sus hijuelos. Una mamá tigre se molestó cuando uno de sus bebés persistió en darle zarpazos. Ella trató de pasar por alto estas “caricias,” pero finalmente tomó en su boca la entera cabeza del pequeñuelo, la apretó y la sacudió, mientras el asustado bebé gimoteaba. Ustedes los niños probablemente nunca han sido tomados por su madre en su boca, pero probablemente han recibido una sacudida cuando la han molestado y no han dejado de molestarla cuando se les dijo.
15, 16. ¿Qué ejemplos muestran corrección para el desasosiego y la temeridad?
15 ¿Ha tenido dificultad alguno de ustedes, niños, por no sentarse y estar quieto, quizás durante una reunión? Deben dirigirse al cervato, ustedes los intranquilos, y considerar sus caminos, y ser sabios. Una madre venado tapa a su bebé o cervato y. lo manda a que se quede sin moverse, y éste permanece inmóvil por horas. Rara vez desobedecen y se mueven los cervatos, pero si acaso lo hacen reciben por ello una zurra con los agudos cascos de la mamá.
16 ¿Han recibido ustedes alguna vez una zurra por ser demasiado atrevidos, por hacer algo en su juego que su mamá pensó que pudiera resultar en que ustedes se lastimaran? En tal caso, tienen quien les acompañe en sus penas. Un joven osito australiano que se parece al que algunos de ustedes tienen de juguete, estaba en cautividad con su mamá. Había un árbol dentro de la jaula, y al bebé le gustaba subir sobre ramas pequeñas donde la mamá no lo podía seguir. A la primera oportunidad ella le echó mano y le dio una zurra tan fuerte que sus gritos se oyeron a larga distancia. Después de eso ya no anduvo por las ramas pequeñas.
17. ¿Qué ilustración se nos da del uso de la corrección para conservar la vida?
17 Hace algunos años en el parque nacional Sequoia, en el occidente de los Estados Unidos, se vaciaban desperdicios en una abertura del bosque y grandes cantidades de osos venían a comer. Una vez una madre osa salió del bosque con dos cachorros, pero antes de llegar a donde los osos mayores estaban comiendo envió a sus bebés a subirse a un árbol. Uno bajó, y la mamá se precipitó a él y le dió un buen manotazo que lo hizo rodar. Corriendo se subió al árbol, y los dos se quedaron allí hasta que ella terminó su comida y regresó al pie del árbol y les hizo señas para que bajaran. ¿Recuerdan el texto que apareció antes en este estudio, donde se le dijo al padre que le diera una zurra al hijo, que la zurra no lo mataría sino que lo libraría del sepulcro? Bueno, eso es exactamente lo que esta madre osa estaba haciendo. Ella dió un manotazo al cachorro; eso no lo mató, sino que lo salvó de la muerte. Si él hubiera ido adonde estaban comiendo los osos grandes un oso grande maligno pudiera haberlo matado.
18. ¿Por qué es la corrección, aun el dar zurras, tan vital en el bosque?
18 No existe delincuencia juvenil en el reino animal, porque no hay madres animales delincuentes. Ellas no perdonan las zurras y echan a perder a los hijuelos, sino que dan zurras a los hijuelos para conservarlos. Morirían peleando por sus hijuelos, así como los padres de ustedes morirían por ustedes; no obstante ellos dan zurras a sus hijuelos, así como los padres de ustedes pueden darles zurras. En el bosque el primer error frecuentemente es el último, y si los animales jóvenes desobedecieran a sus madres llegarían a ser el platillo principal en el menú del bosque y terminarían en el estómago de otro animal. Por eso, aunque quizás una zurra no les agrade, es mucho mejor ser sacudidos que comidos.
19. ¿Qué criatura bestial trata de devorar a todos los amadores de Jehová?
19 A ustedes los niños tal vez no les parezca que sea así, pero hay una criatura salvaje, bestial que quisiera comérselos. Pedro nos amonestó a todos acerca de él, diciendo: “Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, tratando de devorar a alguien.” (1 Ped. 5:8, NM) Ese alguien son ustedes, porque ustedes aman a Jehová. El Diablo odia a Jehová, y le gustaría ver tragado en el medio ambiente maligno de su viejo mundo a todos los que aman a Jehová. De modo que así como los animales salvajes que son madres corrigen a sus hijuelos para impedir que sean comidos, los padres suyos los corrigen a ustedes para impedir que sean devorados por el mundo del Diablo. Las madres animales educan y corrigen a sus hijuelos según el instinto que Dios les da; los padres los educan y corrigen a ustedes según la instrucción bíblica que Dios les da.
20. ¿Qué ejemplos de delincuencia juvenil registra la Biblia?
20 Si los padres los aman teocráticamente a ustedes los guiarán en el camino tomado por los jóvenes Samuel, Jeremías, Timoteo y Jesús. Los guiarán lejos de ejemplos malos, tales como los de los muchachos inicuos que vinieron con la chusma de Sodoma para atacar a los ángeles de Dios y cometer actos inmorales. (Gén. 19:4, 5) Los padres suyos los guiarán lejos de la adoración falsa, de modo que ustedes no sean como los hijos de Israel que provocaron a Jehová a la ira, como él dijo: “Los hijos recogen la leña, y los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la pasta, a fin de hacer tortas para la reina del cielo, y derramar libaciones a otros dioses, para provocarme a ira.” (Jer. 7:18) Ustedes no quieren burlarse de los siervos de Jehová, como los mozalbetes que se burlaron de Job. Él dijo: “Hasta los muchachitos me tratan con desprecio; al ponerme yo en pie, hablan contra mí.” (Job 19:18) Al mofarse de los siervos de Dios blasfeman contra él, como blasfemó la chusma de niños que vituperó a Eliseo diciendo: “¡Sube, calvo!” Jehová hizo que dos osas despedazaran a cuarenta y dos de esos delincuentes juveniles.—2 Rey. 2:23, 24.
21. ¿Cuál fué el verdadero delito de los jóvenes que vituperaron a Eliseo, y qué muestra que el sólo ser joven no salva al malhechor?
21 Eso tal vez parezca tratamiento severo por llamar a alguien calvo, pero había más que falta de respeto implicado. Fué el vituperio de “Sube” el que demandó venganza divina. Era decirle a Eliseo que subiera como había informado que Elías había subido. (2 Rey. 2:11) Esto manifestaba incredulidad en el milagro de Jehová en el caso de Elías, y era ridiculizar a Eliseo para que lo probara repitiéndolo. También pudo haber indicado que Eliseo debería subir como Elías subió y de esa manera la comunidad se libraría de él. Sugería que su presencia no era deseada y que se saliera del territorio. Es probable que los responsables de esta delincuencia fueran los adultos y que el vituperio pueril fuera un reflejo de la actitud de los adultos si es que no era instigada directamente por adultos que se oponían por razones religiosas. Sea como fuere, los niños fueron castigados por su blasfemia. Como Proverbios 20:11 declara: “Aun un niño se da a conocer por sus hechos, si su conducta será pura, y si será recta.” La juventud en sí misma no salva a los delincuentes que blasfeman, como se manifiesta por el mandato que Jehová da a sus fuerzas ejecutoras en el Armagedón: “¡Pasad por la ciudad, tras de él, y herid! ¡no perdone vuestro ojo, ni tengáis compasión! ¡Al anciano, al joven, y a la doncella, y a los niños, y a las mujeres, matadlos, hasta exterminarlos!”—Eze. 9:5, 6.
22. ¿Cómo deben considerar los hijos su obediencia a los padres?
22 Niños, quizás ustedes obedecen a sus padres porque ellos quieren que los obedezcan. Esa es una razón buena, pero aquí está una mejor—obedezcan porque Jehová quiere que obedezcan. Él les dice directamente a ustedes: “Hijos, sean obedientes a sus padres en unión con el Señor, porque esto es justo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’; que es é1 primer mandamiento con promesa: ‘Para que te vaya bien y permanezcas por largo tiempo sobre la tierra.’” (Efe. 6:1-3, NM) Los animales jóvenes tienen que obedecer para vivir mucho; aquí Jehová les dice a ustedes que obedezcan si quieren permanecer sobre la tierra. ¿Aman a Jehová? Entonces obedézcanlo. (1 Juan 5:3) Él dice: obedezcan a los “padres en unión con el Señor”; por eso obedezcan a los de ustedes que son testigos de Jehová. Si a veces es difícil hacerlo, háganlo de todos modos, pero considérenlo como obediencia a Jehová. Dios dice a la esposa que sea obediente a su esposo, y al esclavo que sea obediente a su amo. ¿Cómo deben considerar la esposa y el esclavo esta obediencia al esposo y al amo? A la esposa se le dice que la considere “como al Señor.” Al esclavo se le dice que la considere “como al Cristo.” Ustedes los niños, obedezcan a sus padres ‘como a Jehová,’ ocupándose en ello de toda alma a causa de él. (Efe. 5:22; 6:5-8; Col. 3:23, 24, NM) De modo que en esto también ustedes están sirviendo a Jehová, así como cuando ustedes salen en la obra de testificación. El escuchar la reprensión y corrección significa vida, mientras que los “desobedientes a sus padres” son “dignos de muerte.”—Pro. 15:10; 29:1; Rom. 1:30, 32.
ESCOGIENDO EL CAMINO DE JEHOVÁ
23. ¿Qué textos confirman la verdad de que los padres están obligados a enseñar a sus hijos?
23 El camino que Jehová ha designado es que los padres sean guiados por su Palabra, y los hijos sean educados por dichos padres. ¿No confirman esa verdad los siguientes textos? “No las encubriremos a sus hijos, sino contaremos a la generación venidera las alabanzas de Jehová, y su fortaleza, y las maravillas que él ha hecho. Pues estableció un testimonio en Jacob, y ordenó una ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres, que la diesen a conocer a sus hijos; para que sepa la postrera generación, y los hijos que han de nacer levantándose la cuenten a sus hijos; a fin de que pongan en Dios su confianza, y no olviden las obras del Todopoderoso, sino guarden sus mandamientos.” “El padre a los hijos dará a conocer tu verdad.” “Referidla a vuestros hijos, vuestros hijos a los hijos suyos, y sus hijos a la generación siguiente.” “Apliquen su corazón a todas las palabras que les estoy hablando en amonestación a ustedes hoy, para que manden a sus hijos que cuiden de poner en ejecución todas las palabras de esta ley. Porque no es palabra sin valor para ustedes, sino que significa su vida.”—Sal. 78:4-7; Isa. 38:19; Joel 1:3; Deu. 32:46, 47, NM.
24. ¿Por qué no debemos dejarnos influir por los métodos del viejo mundo?
24 Tenemos que dejar que Jehová dirija nuestros pasos y escoja nuestros caminos. La sociedad del Nuevo Mundo jamás debe dejarse influir por métodos del viejo mundo que han llenado al mundo de frutos podridos de delincuencia y crimen y muerte. Que ellos balbuceen acerca de no restringir, frustrar o impedir el desarrollo de personalidades; están completamente cegados por la necia sabiduría del viejo mundo agonizante si no pueden comprender que los sexualmente inmorales, los ladrones y asesinos, los mentirosos y blasfemos e idólatras deben ser frustrados. Si los hombres no impiden el desarrollo de la. vieja personalidad de la carne caída y se desnudan de ella y se ponen la nueva personalidad de la piedad, ellos y sus personalidades serán aniquilados en el Armagedón. (Efe. 4:22-24; Col. 3:5-10, NM) Más vale estar frustrado y vivo que sin restricción y muerto. Los de la sociedad del Nuevo Mundo ahora tienen que estar frustrando y restringiendo y con el tiempo deshaciéndose del mal innato en ellos. Sería suicida el que nos dejáramos llevar por las sendas. de los del viejo mundo, sus caminos, sus pasos. Tan pronto como salen tambaleando de un lío entran bamboleando en otro. En el Armagedón entrarán en un lío del que jamás saldrán. Entonces todos los caminos descarriados escogidos por los hombres llegarán a un callejón sin salida.
25. ¿Qué decimos tocante al viejo mundo y la crianza de los hijos?
25 Y en lo que toca a criar sus hijos, este viejo mundo ha fracasado miserablemente. Cosecha la siega podrida de delincuencia sembrada por sus métodos modernos contrarios a Dios. No obstante, que el viejo mundo haga lo que quiera con sus hijos, pero ¡que no ponga mano en los hijos de la sociedad del Nuevo Mundo! Que las personas mundanas escojan su propio camino y dirijan sus propios pasos. Su camino termina en la muerte, sus pasos dirigidos por ellos mismos conducen al sepulcro abierto; y en ruta a la muerte y el sepulcro su camino está esparcido de degradación y delincuencia atrozmente repugnante. ¡No queremos ninguno de sus caminos, ninguno de sus pasos, ninguna de sus degradaciones, ninguna de sus delincuencias, y ninguna parte con ellos en su muerte y nada de su espacio en el sepulcro! ¡No, nada de esto para nuestros hijos de la sociedad del Nuevo Mundo!
26. ¿Qué decimos concerniente a nuestros propios hijos y su educación?
26 Para nuestros hijos queremos caminos rectos, lo que significa los caminos de Jehová; pasos rectos, lo que significa los pasos de Jehová; y en ruta al nuevo mundo queremos que su camino se distinga por rectitud moral en vez de mala conducta degradada, y por obras de alabanza en vez de fechorías de delincuencia. Y en medio de la impiedad ascendente no nos quedamos sentados inactivos y perplejos y frotándonos las manos y masticándonos las uñas de las manos y preocupados y esperando ansiosamente que nuestros hijos no se hundan en los mares sórdidos del viejo mundo. Los mantenemos yendo adelante en calma con la sociedad del Nuevo Mundo por medio de darles buena instrucción, poniendo los ejemplos correctos, administrando la corrección necesaria. Que los sabihondos mundanos digan que si corregimos a nuestros hijos los odiamos. Sus hijos no corregidos morirán con ellos en el Armagedón, pero nuestros hijos corregidos vivirán con nosotros para siempre en la sociedad del Nuevo Mundo de Jehová. Por eso ¿quiénes son los verdaderos aborrecedores de sus hijos, y quiénes son los que verdaderamente aman a los hijos? ¿Quiénes guían a los suyos a la muerte, y quiénes guían a los suyos a la vida? ¿Por qué educar a nuestros hijos en los caminos del viejo mundo sólo para que puedan morir con él? Nosotros los educaremos en los caminos de la sociedad del Nuevo Mundo para que puedan sobrevivir con ella para siempre. Olviden el camino que parece recto a los hombres; aprendan el camino que es recto a la vista de Dios. ¿Qué nos importa si el camino que es recto según Dios parece erróneo a los hombres? ¿A quién estamos tratando de agradar, a Dios o a los hombres? ¡A Jehová Dios, primero, último y siempre!
27. Por eso ¿a qué conclusión llegamos?
27 Ustedes los padres saben lo que tienen que hacer. Ustedes los hijos saben lo que tienen que hacer. Jehová sabe lo que él va a hacer. Si lo obedecemos, él actuará a favor de nosotros. Si lo desobedecemos, él actuará en contra de nosotros. Recuerden, los mansos heredarán la tierra; los rebeldes volverán a la tierra. Tratemos de habitarla, no volver a ella. Este es el día de decisión. Tenemos que hacer nuestra decisión, el viejo mundo tiene que hacer la suya, y el destino eterno pende de la balanza. De modo que en conclusión decimos:¡Si a ellos les parece mal escoger el camino de Jehová, que escojan en este día de Jehová la dirección de quién quieran tomar y el camino de quién quieran escoger; pero en cuanto a nosotros y toda la familia de la sociedad del Nuevo Mundo, nosotros haremos a Jehová nuestro Dios el director de nuestros pasos y el escogedor de nuestros caminos, todo para el bien eterno de los miles de niños que están en medio de nosotros, y los miles más que todavía estarán entre nosotros antes de que el Armagedón estalle, y de las multitudes de ellos que todavía nacerán a las otras ovejas en el infinito nuevo mundo que ahora se ha acercado! Que Jehová ayude a todos los padres en la sociedad del Nuevo Mundo a criar a sus hijos para la sociedad del Nuevo Mundo.