¿Puede usted manifestar más bondad amorosa?
UNA enfermera de veintidós años de edad cayó en las aguas del lago Michigan. A medida que luchaba para escapar, un anciano extendió la mano para ayudarle, pero no pudo alcanzarla. Le pidió a otro hombre que le ayudara, pero éste siguió andando, rehusando ayudar de manera alguna. La enfermera se ahogó.
Se le asignó a un grupo de estudiantes de teología a grabar discursos breves sobre una variedad de temas. En camino a su sesión de grabación, los estudiantes vieron a una persona en la entrada de un edificio en una posición muy inclinada, tosiendo y gimiendo. Sin embargo, sin saberlo los estudiantes, la “víctima” era parte de un experimento. ¿El resultado? El sesenta por ciento de los estudiantes pasaron adelante apresuradamente para grabar sus discursos, algunos de los cuales trataban de la parábola de Jesús acerca del “buen samaritano.”—Luc. 10:29-36.
¿Ha estado usted alguna vez en una situación en que realmente haya necesitado ayuda, y los transeúntes lo pasaron por alto? Esta experiencia se está haciendo cada vez más común. Según el siquiatra Daniel X. Freedman, este comportamiento refleja “la falta de comunidad en nuestra sociedad, la falta de confianza, y la falta de saber cómo portarse.”
¡Qué placentero sería vivir en un mundo en que la gente considerara el bienestar de su semejante como de más importancia que el suyo propio! Pero, ¿es eso posible? Sí, lo es. Pero, primero, la gente tiene que aprender “cómo portarse,” usando las palabras del Dr. Freedman. A este respecto, la Biblia, que suministra consejo excelentísimo sobre las relaciones humanas, da énfasis a una cualidad importante. ¿Cómo?
En Proverbios 19:22 leemos: “La cosa deseable en el hombre terrestre es su bondad amorosa.” La cualidad de bondad amorosa es indispensable para conseguir la aprobación de Dios.—Pro. 3:3, 4.
¿Qué quieren decir las Escrituras por la expresión bondad amorosa? ¿Es práctica esta cualidad en un mundo tan lleno de hostilidad?
La palabra hebrea traducida bondad amorosa es hhésedh, que quiere decir más que simplemente la bondad que brota del amor o afecto. Es una bondad que se adhiere amorosamente a las personas y que se manifiesta en actos continuos de bondad. El erudito judío Samson Raphael Hirsch dice esto en su comentario sobre Génesis: “Lo que [el amor] es en sentimientos, hhésedh es en obras, el amor traducido a acción.” El Theological Dictionary of the New Testament señala que esta palabra implica una relación anterior entre las personas. Esta obra de consulta dice esto acerca de la palabra hhésedh:
“Es la actitud que el uno espera del otro en esta relación, y a la cual está comprometido debido a su relación con él. Así la relación del hhésedh mutuo surge entre parientes y amigos, anfitriones y convidados, amos y súbditos, u otros en relación de pacto. Hhésedh no es principalmente una disposición, sino un acto en que se suministra ayuda que le corresponde a una relación de confianza.”
Por lo tanto, un acto de bondad amorosa es una demostración de lealtad a una relación ya establecida. De hecho, una traducción alternativa de esta palabra hebrea es “amor leal.” ¿Le gustaría a usted mejorar en cuanto a manifestar esta cualidad? ¿Cómo se puede hacer eso? Consideremos brevemente algunas zonas en las cuales se puede lograr mejoramiento.
¿Tiene usted hábitos personales que usted sabe que les desagradan a miembros de su familia o a otros con quienes usted se asocia regularmente? En tal caso, ¿qué debe hacer? ¿Adopta usted este punto de vista: “Haré lo que yo quiero. No me importa lo que otros piensen”?
La bondad amorosa exige una actitud diferente. Para ilustrar: Aunque el apóstol Pablo indicó que toda clase de carne y las bebidas alcohólicas en moderación les son permisibles a los cristianos, él escribió: “Es bueno no comer carne, ni beber vino, ni hacer cosa alguna por la cual tu hermano tropiece.” (Rom. 14:21) Por supuesto, esto no quiere decir que hay que complacer a las personas que son criticones crónicos. Sin embargo, si uno se da cuenta de que algunos de sus hábitos personales molestan la conciencia de otros, ¿no sería un acto de bondad amorosa hacer algunos cambios?
Por otra parte, ¿es su problema posiblemente el de ser demasiado sensible, el de ofenderse fácilmente? Cuando alguien lo ofende, ¿se siente usted incitado a desquitarse, o se inclina a enmudecer, rehusando hablar al individuo por algún tiempo? En tal caso existe la necesidad de aplicar bondad amorosa de una manera particular. Como ayuda en cuanto a esto, la Biblia expone el ejemplo perfecto de Dios mismo, al decir: “Tú eres un Dios de actos de perdón, benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa.” (Neh. 9:17) Si Dios, que nunca ofende a nadie, perdona libremente los actos ofensivos de otros, ¡con cuánta más razón deben hacerlo las criaturas humanas imperfectas!
Una cosa que le ayudará a uno a estar más dispuesto a perdonar es el considerar cuántas veces uno mismo ha causado ofensa. Prudentemente la Palabra de Dios aconseja: “No des tu corazón a todas las palabras que hable la gente, para que no oigas a tu siervo invocar el mal contra ti. Porque tu propio corazón sabe bien aun muchas veces que tú, tú mismo, has invocado el mal contra otros.”—Ecl. 7:21, 22.
La bondad amorosa abarca aspectos positivos, también. Por ejemplo, ¿cómo responde usted cuando alguien necesita ayuda? ¿Es usted como el sacerdote y el levita de la parábola que Jesús dio acerca del samaritano amigable? Los dos siguieron adelante, pasando por alto la situación de un semejante judío a quien los asaltantes habían atacado y golpeado y dejado tirado en el camino. El que ayudó a la víctima desafortunada fue un samaritano, miembro de un pueblo que los judíos despreciaban. A pesar de la animosidad que existía entre los dos pueblos, este samaritano obviamente reconoció que estaba relacionado con el judío angustiado como semejante humano. El samaritano demostró esto por actos de bondad amorosa. (Luc. 10:29-37) ¿Cómo reacciona usted cuando ve a alguien en angustia?
¿Puede uno estar seguro de que semejantes actos de bondad amorosa no sirvan simplemente de invitación a otros para que abusen de uno? Es triste decirlo, pero es posible que eso suceda de vez en cuando. Pero, ésa no es la manera en que la gente normalmente reacciona a actos de bondad. Por ejemplo, Jesús nos aseguró: “Practiquen el dar y se les dará. Derramarán en sus regazos una medida excelente, apretada, remecida y rebosante. Porque con la medida con que ustedes miden, se les medirá a ustedes en cambio.” (Luc. 6:38) Así, el resultado es que “un hombre de bondad amorosa está tratando recompensadoramente con su propia alma.” (Pro. 11:17) Millones de creyentes en la Biblia pueden testificar en cuanto a la veracidad de esas declaraciones bíblicas.
¿Cómo puede usted manifestar más bondad amorosa? El primer paso que debe dar es el de aumentar su conocimiento de las enseñanzas bíblicas. Así aprenderá cuáles son los actos que Dios considera como una verdadera expresión de bondad amorosa. También es muy importante asociarse con regularidad con personas que aplican los principios bíblicos en su vida. Vale la pena desarrollar esta cualidad piadosa, porque la bondad amorosa adornará su vida con felicidad y bendiciones continuas.