Haciendo que la ley de Dios esté en su corazón
“Gustad y ved que Jehová es bueno.”—Sal. 34:8
1. ¿Qué preguntas surgen al considerar qué hechos concernientes a ciertas semillas del desierto?
LAS semillas de ciertas plantas del desierto parecen tener inteligencia propia. No germinan hasta que cae una lluvia de entre un centímetro y un centímetro y medio, como mínimo, y preferiblemente más. Las semillas y el terreno alrededor de ellas están tan mojados después de un cuarto de un centímetro de lluvia como lo están después de cinco centímetros, y no obstante las semillas rehusan germinar después de la más ligera de estas lluvias. Pero ¿cómo puede medir la lluvia una semilla latente? Está tan empapada dentro de un dedal lleno de agua como lo está cuando es arrojada a un lago. ¿Por qué no germina cuando es totalmente empapada por la lluvia más ligera? ¿Cómo puede medir la cantidad? ¿Cómo sabe esperar por más? También, estas semillas parecen saber de qué dirección viene el agua. Cuando ha caído suficiente lluvia y ha empapado el terreno de arriba hacia abajo germinan, pero si el agua empapa de abajo para arriba rehusan germinar, ¿Cómo pueden distinguir la dirección? Y ¿por qué debería importar la dirección? Las respuestas a estas preguntas ilustran parte del proceso que hace que la ley de Dios llegue a estar en su corazón. Si sinceramente queremos que la ley de Jehová esté en nuestro corazón puede escribirse allí. ¿Cómo?
2. ¿Qué limpieza y borradura hay que efectuar antes que la ley de Jehová pueda escribirse en el corazón?
2 Para que se pueda escribir, hay que tener una superficie limpia, y tal vez se necesite una goma de borrar para quitar lo que ya está escrito. El escribir algo nuevo sobre la escritura vieja causaría conflicto y confundiría. Los corazones alejados de Jehová están emborronados con escritura incorrecta. Acerca del hombre antes del Diluvio Jehová dijo: “Toda inclinación de los pensamientos de su corazón siempre era solamente mala.” Después del Diluvio al corazón del hombre caído todavía le hacía falta limpieza. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas y es desesperadamente malo.” Pero más adelante el relato muestra que Jehová sanará el corazón de los que quieren que él se lo sane. Muchos han endurecido su corazón, lo han hecho insensible de modo que no reconozca el pecado, lo han hecho inconmovible, de modo que no se conmueva con piedad, impenetrable de modo que no entre en él la benignidad, indiferente a las súplicas. La escritura en corazones de esa clase es semejante a la escritura en el corazón de Judá: “El pecado de Judá está escrito con punzón de hierro, y con punta de diamante; grabado está sobre la tabla de su corazón.” Dado que “aquel que endurece su corazón, caerá en el mal,” “¿por qué deberían hacer insensible su corazón exactamente como Egipto y Faraón hicieron insensible el corazón de ellos?” Más bien, ¿por qué no orar: “¡Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí!”? Un corazón como ése presenta una superficie limpia en que escribir la ley de Jehová.—Gén. 6:5, NM; Jer. 17:9, 14, 1; Pro. 28:14; 1 Sam. 6:6, NM; Sal. 51:10.
3. ¿Qué textos muestran cómo hacer que la ley de Dios esté en su corazón?
3 A su pueblo descarriado y desperdigado Jehová dijo al anunciarle de antemano su recobro a la adoración verdadera: “Rociaré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpios; de todas vuestras inmundicias, y de todos vuestros ídolos os limpiaré. También os daré un nuevo corazón, y pondré un espíritu nuevo en medio de vosotros, y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” Las limpiadoras aguas de la verdad efectúan un cambio en nuestro corazón si se aplican fielmente. Es por medio de considerar frecuentemente la verdad que los padres han de hacer que esté en el corazón de sus hijos: “Estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que resultar estar en tu corazón, y tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.” Por medio de predicar el apóstol Pablo hizo que la ley de Jehová se escribiera, no en tablas de piedra, sino en corazones humanos: “Se manifiesta que ustedes son una carta de Cristo escrita por nosotros como ministros, inscrita no con tinta, sino con el espíritu del Dios viviente, no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en corazones.” De una persona bendecida por Jehová está escrito: “En su ley medita de día y de noche.” Por medio de estudiar y recordar las enseñanzas y mandamientos y elevados principios de Jehová usted puede ‘escribirlos en la tabla de su corazón.’ Llegan a ser parte de nosotros.—Eze. 36:25, 26; Deu. 6:6, 7; 2 Cor. 3:3, NM; Sal. 1:2; Pro. 3:1-3.
CÓMO AYUDA LA DISCIPLINA
4. Además de llenar la mente con la ley de Jehová, ¿qué otra acción puede ser necesaria para hacer que esté en el corazón?
4 El llenar la mente con la verdad de Jehová efectúa un trabajo limpiador, echa fuera los pensamientos incorrectos que se tenía antes, rehace la mente. Pero tal vez los caminos antiguos estén tan profundamente grabados en el corazón que el oír y leer la ley de Dios no los borre. El estudio y la meditación le han mostrado lo que usted debe hacer y usted quisiera obrar en conformidad con eso, pero falta el deseo sincero de hacerlo. La escritura nueva todavía está cerca de la superficie. Todavía no está tan profunda como la vieja de modo que borre los caminos viejos; todavía no ha llegado al hombre interior, al corazón figurado donde está el centro del deseo y del móvil. Pero usted quiere que la vieja escritura sea borrada y reemplazada por la ley de Jehová, de manera completa en sus pensamientos y sentimientos más recónditos. Por eso ¿qué hay que hacer? Disciplinarse, obligarse a hacer lo que usted sabe que es correcto. Persista en este proceder, y si usted es sincero usted vencerá a su propio corazón y lo pondrá de parte de la justicia. Las Escrituras apoyan este proceder.
5. ¿Qué proceso provechoso pone en marcha el promulgar legislación?
5 Es cierto que la moralidad no puede ser legislada, como el U.S. News & World Report del 13 de mayo de 1955 dijo editorialmente: “La tolerancia y el altruismo—como la moralidad y la generosidad—no pueden ser legislados con buen éxito.” Pero el promulgar la legislación puede poner en marcha un procedimiento que finalmente cree moralidad. La simple existencia de la ley dirige la atención al tema y puede inducir un clima de opinión más favorable hacia él. Luego si se hace cumplir la ley y la gente la obedece para evitar los castigos, tal vez vea que se producen buenos resultados y su actitud cambie. Entonces obedece a causa de los resultados buenos, y no a causa del temor de los castigos.
6. ¿Qué caso muestra que la disciplina y el hacer cumplir una ley pueden cambiar la actitud del corazón?
6 Esto se demostró por el Times Magazine de Nueva York del 22 de mayo de 1955 en un artículo intitulado: “¿Es posible legislar la moralidad?” Trató el fallo del Tribunal Supremo de los Estados Unidos que declara fuera de la ley a la segregación, y demostró que en ciertos casos, tales como en el empleo, en el alojamiento en edificios de viviendas gubernamentales y en el ejército, personas que estaban opuestas a la mezcla de razas fueron integradas de todas maneras y como resultado perdieron su prejuicio: “Las amas de casa blancas que habían sido asignadas a edificios de viviendas gubernamentales en que había integración racial tendieron a desarrollar actitudes favorables para con los de la raza negra, mientras que la gran mayoría de las que ocupaban viviendas segregadas tendió a permanecer igual en sus puntos de vista raciales. Una encuesta de la integración en el ejército llegó a una conclusión semejante.” Al entrar en relaciones más estrechas, personas predispuestas a la discriminación descubrieron que sus ideas preconcebidas a menudo eran falsas y que los males que habían temido nunca se hacían realidad. La investigación y el análisis condujeron a la conclusión de que “la majestad de la ley, cuando es apoyada por la conciencia colectiva de un pueblo y el poder curativo de la situación social, a la larga no sólo hace cumplir la moralidad, sino que la crea.”
7. ¿Cómo mostró un artículo de revista que el entrenamiento, la disciplina, los modales hechos valer por fuerza y el comportamiento externo influyen en los sentimientos internos y cambian el corazón?
7 The Ladies’ Home Journal de septiembre de 1955 publicó un artículo escrito por Dorothy Thompson en el cual ella mostró la necesidad de educar las emociones más bien que el intelecto para vencer la delincuencia juvenil. Ella dijo: “Sus acciones y actitudes como niño determinan en gran parte sus acciones y actitudes como adulto. Pero éstas no son inspiradas por su cerebro, sino por sus sentimientos. Él se hace lo que se le estimula y entrena a amar, admirar, adorar, apreciar, y aquello por lo que se le estimula y entrena a sacrificarse.” Más adelante ella dijo: “En todo esto los modales desempeñan un papel importante, pues los modales por excelencia simplemente son la expresión de la consideración que se les tiene a otros. . . . Los sentimientos internos se reflejan en el comportamiento externo, pero el comportamiento externo también contribuye a cultivar sentimientos internos. Es difícil sentirse agresivo mientras se actúa consideradamente. Los modales por excelencia pueden ser superficiales y nada más al empezar, pero rara vez permanecen así.” Ella también observó que con raras excepciones la benignidad y la maldad “no son cultivadas por el cerebro, sino por las emociones,” y que “los criminales llegan a serlo, no por el endurecimiento de las arterias, sino por el endurecimiento del corazón.” Ella da énfasis al hecho de que la emoción gobierna nuestro comportamiento más a menudo que la mente, y que la manera en que se nos entrena, la manera en que actuamos, aun si se nos obliga al principio, influye en los sentimientos internos y cambia el corazón.
8. ¿Qué textos muestran el poder que la disciplina tiene para cambiar el corazón?
8 La Palabra de Dios, la Biblia, hace mucho indicó que el entrenamiento y la disciplina dados para hacernos actuar como debiéramos afectaría el corazón, el centro del móvil y la fuente de las acciones. Proverbios 22:6, 15 (Normal Revisada) declara: “Entrena al niño en el camino que debe ir, y cuando sea viejo no se apartará de él. La insensatez está envuelta en el corazón del niño, pero la vara de la disciplina la arroja lejos de él.” La disciplina cambia el corazón de los jóvenes, borra la insensatez escrita allí, y pone en su lugar principios orientadores de los cuales el joven no se apartará más tarde en la vida posterior. Después que la persona crece la vara paternal de disciplina ya no existe para hacerla ir por el camino recto, pero no obstante ella elige hacerlo a causa del entrenamiento que recibió en la niñez y que llegó a su corazón. El mismo principio aplica a los adultos que son hijos de Jehová, a quienes él disciplina para su entrenamiento y mejoramiento: “Ninguna disciplina parece gozosa por el momento, sino dolorosa; sin embargo después a los que han sido entrenados por ella les produce fruto pacífico, a saber, justicia.” La disciplina puede entristecer al principio, pero “con la tristeza de la cara se mejora el corazón.”—Heb. 12:11, NM; Ecl. 7:3.
9. Por eso ¿qué debemos hacer cuando sabemos lo que es correcto, y qué le sucederá a nuestro corazón si no lo hacemos?
9 Por eso cuando sabemos cuál es la cosa correcta que hay que hacer debemos hacerla, aun si nuestro corazón desea algo diferente. Debemos disciplinarnos, a fuerza obligarnos a hacerla, y con el tiempo nuestros corazones se persuadirán de dirigirse hacia la justicia y con-seguiremos paz y serenidad. De otra manera, nuestros corazones quedarán establecidos en un proceder incorrecto. Si no hay disciplina, si no se le obliga a dirigirse al comportamiento correcto, el corazón queda establecido en un camino malo y no se le puede suavizar para ser modelado de nuevo o para aceptar la impresión de la escritura, es decir, recibir la ley de Jehová: “Por cuanto no se ejecuta sentencia contra la obra mala muy en breve, por eso el corazón de los hijos de los hombres dentro de ellos está plenamente resuelto a hacer el mal.” Esto claramente da a entender que si se ejecuta la acción disciplinaria el corazón que estuviera meditando el mal abandonaría este punto de vista, se desviaría de él, haciendo un cambio hacia lo mejor. Por eso si no dejamos que nuestro corazón se salga con la suya no llegará a estar establecido en ello.—Ecl. 8:11.
“GUSTAD Y VED”
10. ¿A qué invitación se le debe prestar atención concerniente a leer la Biblia?
10 El Salmo 34:8 invita: “Gustad y ved que Jehová es bueno.” ¿Tiene usted una Biblia? ¿La lee? ¿Alimenta usted su mente con el alimento espiritual que contiene? ¿Prueba usted la Palabra de Jehová para ver cuán buena es? No confunda esto con escuchar un sermón ortodoxo o seguir la tradición religiosa o creer en algún credo establecido. Tales cosas a menudo están en pugna con la Biblia, como Jesús dijo a los líderes religiosos: “Han hecho la palabra de Dios inválida a causa de su tradición.” (Mat. 15:6, NM) Lea la Biblia para usted mismo, sin ideas preconcebidas o prejuicios, y vea cuán buena es. Muchos abiertamente admiten que no creen en la Biblia, no porque la hayan leído, sino porque creen en la evolución, o han sido dispuestos contra la Biblia por lo que algunos dicen que contiene, o por la manera en que se portan algunos que se supone son cristianos. No la han probado por sí mismos. Son semejantes a las personas que dicen que, no les gusta cierto alimento antes de siquiera probarlo, y quienes resueltamente rehusan probarlo.
11. Después de leer y estudiar la Biblia, ¿qué otro alimento debe ser probado para saber de su delicia?
11 Muchos que dicen que creen en la Biblia y que la leen no siguen del todo sus enseñanzas. Hablan de Dios, pero sirven a Satanás. Jesús dijo: “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor,’ entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” (Mat. 7:21, NM) Deben probar el hacer la voluntad de Jehová. Quizás con el tiempo les guste, puede que vean que es un alimento fortalecedor para ellos. Jesús dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me envió y terminar su obra.” Pero muchos ven la comida de trabajo puesta ante el cristiano e inmediatamente se dicen: “No me gustaría ese alimento. Yo no quisiera ir a predicar a la gente y que se me desairara o me hicieran burla o me maltrataran rudamente.” Pero ¿por qué no prueban el trabajo y ven qué deleitable alimento puede ser? Jesús lo encontró así, como fué predicho: “Me complazco en hacer tu voluntad, oh Dios mío.”—Juan 4:34, NM; Sal. 40:8.
12. Cuando una persona sincera se disciplina ella misma para probar el estudiar la Palabra de Dios y el hacer su voluntad, ¿qué sucede que resulta en un corazón cambiado para ella?
12 Ellos deben disciplinarse, ellos mismos obligarse a estudiar la Palabra de Jehová, aprender sus verdades, y predicarlas a otros. Después de probar esto, tal vez se deleiten con la paz y el contentamiento, con la serenidad y la conciencia limpia que provienen de este alimento. Al principio tal vez no quiera hacerlo la persona, sabiendo en la mente que debe hacerlo pero no teniendo en el corazón el deseo de hacerlo. Pero supongamos que se determina a probar y ver si es bueno. Sin que su corazón esté en ello, lleva su vida diaria como cristiano y predica la Palabra de Dios a otros. Continúa haciéndolo por un tiempo, y luego comienza a ver los buenos resultados, experimenta el bien que resulta de este proceder, y gradualmente lo aprecia en su corazón, simpatiza de corazón con ello, y el deseo de hacerlo brota y crece en su corazón. No sólo en su intelecto, sino también en su corazón se está escribiendo la ley de Dios. Al aprenderla, pesarla, probarla, practicarla, disfrutar de sus resultados buenos, sentirse entusiasmado por el gozo que ve en otros como resultado de su predicación, su corazón llega a apreciarla y desearla y la persona es impulsada por sus sentimientos y emociones a hacerla. De modo que se escribe en su corazón, éste es cambiado, y lo que en otro tiempo tenía que hacerse por fuerza de obligación ahora se hace por selección y deseo emocionales, sin que sea necesario combatir más con el corazón, porque ha sido conquistado, porque ha sido purgado de sus antiguos deseos y ahora impulsa a su dueño al proceder prescrito por la ley de Jehová. Y todo porque fué disciplinado de modo que probara lo que pensó que jamás le podría gustar.
13. ¿Cómo reaccionan algunos cuando aprenden un poco acerca de Jehová y de su voluntad, y por qué es esto prematuro o precipitado?
13 El corazón es el centro del afecto, y los que aman a Jehová de corazón probarán y comerán y paladearán el menú de trabajo provisto por él, y no lo hallarán gravoso: “Esto es lo que el amor de Dios quiere decir, que observemos sus mandamientos; y sin embargo sus mandamientos no son gravosos.” No obstante, les parecen gravosos a muchos. A menudo ciertas personas estudian con los testigos de Jehová, se enteran del trabajo que Dios manda que se haga, y disciernen cuán grande cambio efectuaría en su modo de vivir el aceptar estos deberes. No sólo querría decir el cesar de hacer las obras de la carne, sino el comenzar las obras de la predicación, y ellas no quieren cesar de hacer las primeras ni comenzar estas últimas. Ellas no desean el cambio de corazón que las movería a hacerlo. Pero no quieren admitir esto, de modo que ocupan la mente en inventar excusas que encubren las verdaderas razones que están en el corazón. Dicen que están demasiado ocupadas, o señalan a faltas imaginarias en alguna doctrina, o deciden que los testigos son demasiado radicales. Deciden en contra del proceder fiel antes de abrir los ojos para ver la felicidad que trae, antes de haber probado sus gozos. Si continuaran estudian-do llegarían a apreciar todas las bendiciones que Jehová ha provisto—la tierra, sus plantas y animales y maravillas escénicas, Jesús como Rescate, el nuevo mundo de justicia, la oportunidad de vivir en él para siempre—y el amor que Él les manifiesta las haría amarlo en cambio. Entonces la obediencia a él sería un gozo: “En cuanto a nosotros, amamos, porque él primeramente nos amó a nosotros.” Así, acontecería un cambio en su centro de afecto y se habría hecho que la ley de Dios estuviera en su corazón.—1 Juan 5:3; 4:19, NM.
LAS SEMILLAS DE LA VERDAD EN EL TERRENO DEL CORAZÓN
14. ¿Cómo ilustró Jesús diferentes condiciones del corazón?
14 Por medio de una ilustración Jesús dió énfasis a la importancia de la condición del corazón. Un sembrador esparció la semilla y alguna cayó en terreno endurecido a lo largo del camino y los pájaros se la comieron; alguna cayó en terreno peñascoso con poca tierra y después que germinó el sol ardiente la abrasó; alguna cayó entre espinos que la ahogaron, pero otra semilla fué a dar en terreno bueno y se maduró y produjo fruto. Grandes muchedumbres oyeron esta ilustración, pero sólo un grupo pequeño entendió el significado de ella al oír la explicación de Jesús. La semilla es la verdad, “la palabra del reino,” el terreno es el corazón. La semilla a la orilla del camino de tierra compacta que los pájaros se comieron es semejante a la verdad que cae en corazones endurecidos en que no puede penetrar y por consiguiente es arrebatada por Satanás mediante sus agentes. La verdad en un corazón somero tal vez se abrace entusiásticamente al principio, pero cuando la persecución viene se marchita por no estar profundamente arraigada. Es semejante a la semilla en terreno peñascoso, somero, que germinó rápidamente pero se marchitó de igual manera cuando el sol calentó. La semilla ahogada por los espinos es semejante a la verdad sembrada en un corazón lleno de las ansiedades mundanas: el materialismo, la ambición y el amor a los placeres. La verdad de Dios pronto es ahogada. Pero la semilla fructífera que cae en la tierra buena es semejante a la verdad en un corazón recto. Llega a escribirse en dicho corazón, y la escritura se desborda y alcanza a otros corazones también.—Mat. 13:3-9, 18-23.
15. ¿Qué demuestra que los corazones pueden cambiar?
15 Pero jamás olvide que es posible hacer cambios en el terreno. Se puede arar el terreno compacto, sacar las rocas y desarraigar los espinos. Si el dueño así lo desea, no es imposible ablandar un corazón endurecido. Jehová habló de reemplazar un corazón de piedra con uno de carne. Y ciertamente el materialismo, la preocupación infructuosa y la búsqueda excesiva de los placeres pueden ser extirpados del terreno del corazón para dar lugar a la verdad del Reino. Corazones que ahora tienen la ley de Dios escrita en ellos anteriormente estuvieron mutilados por la escritura incorrecta. Cambiaron y ahora viven, “ya no para los deseos de los hombres, sino para la voluntad de Dios.” Decidieron que habían malgastado suficiente tiempo en vida relajada y cambiaron, dejando perplejos a antiguos amigos mundanos: “Porque ustedes no siguen corriendo con ellos en este curso al mismo bajo sumidero de libertinaje, ellos están perplejos y siguen hablando abusivamente de ustedes.” Estos corazones fueron limpiados de filosofías mundanas, lavados por repetidas aplicaciones de aguas de la verdad, y con el tiempo la ley de Dios se arraigó allí semejante a semilla en terreno bueno, y produjo fruto espiritual en vez de las anteriores obras carnales.—1 Ped. 4:1-4; Gál. 5:19-23, NM.
16. ¿Qué demuestra 1 Corintios 3:5-9?
16 Dejando ahora la parábola de Jesús acerca de las cuatro clases de terreno en las cuales se sembró la semilla de trigo o algún otro grano comestible, recordarnos las palabras del apóstol: “¿Qué, entonces, es Apolos? Sí, ¿qué es Pablo? Ministros por medio de quienes ustedes llegaron a ser creyentes, así como el Señor concedió a cada uno. Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndolo crecer; de modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que lo hace crecer. . . . Ustedes són el campo de Dios que está bajo cultivación.” (1 Cor. 3:5-9, NM) Aquí se subraya la importancia de regar las semillas de plantas comestibles que hay en un campo cultivado, con el fin de que Dios bendiga las semillas haciéndolas crecer. Esto muestra la importancia de regar a las personas que han mostrado interés con más agua de la verdad después que se ha sembrado en ellas la semilla de verdad original.
17. (a) ¿Por qué es que algunas semillas del desierto rehusan germinar a causa del suelo, a menos que la lluvia sea fuerte y la humedad venga de arriba? (b) ¿Por qué rehusan germinar algunas, salvo bajo ciertas condiciones, a causa de su tegumento?
17 La importancia de regar se ve aun en las discernidoras semillas del desierto mencionadas como ilustración en el primer párrafo. Recuerde que rehusaban germinar hasta que hubiera caído lluvia abundante, y que el agua tenía que venir de arriba hacia abajo en vez de empaparlas desde abajo. ¿Por qué? Algunas semillas rehusan germinar cuando hay ciertas sales en el terreno. Estas sales son solubles en agua; de modo que cuando llueve mucho las sales se disuelven y el agua las lleva más profundamente dentro del terreno. Removidas así de los alrededores de las semillas, las sales ya no impiden la germinación. Sin embargo, si la lluvia es ligera, aunque empape totalmente la capa superior del suelo, no remueve las sales y las semillas no germinan. Y el agua que empapa desde abajo no tiene esa acción disolvente y por eso no se lleva las sales de la semilla. A veces la dificultad no tiene que ver con el terreno, sino con las semillas. Algunas semillas del desierto tienen en su tegumento o envoltura substancias que son solubles en agua que impiden la germinación, y aunque una lluvia ligera puede remojar las semillas, se necesita una lluvia fuerte para quitar todos estos impedimentos que hay en su tegumento. Algunas semillas se demoran unos cuantos días en germinar después de una lluvia y luego germinan si el terreno todavía está húmedo. Otras tienen dentro de ellas materias que impiden la germinación y éstas pueden ser quitadas únicamente por la acción de bacterias, lo cual requiere humedad prolongada. Y algunas semillas rehusan germinar hasta que han sido mojadas por una serie de lluvias.
18. ¿Cómo ilustra esto la germinación de las semillas de verdad en el terreno del corazón?
18 Verdaderamente es raro hallar a una persona que acepte la semilla de la verdad en su cabalidad la primera vez que ésta se siembra y se riega. Casi siempre hay creencias o prejuicios en el corazón que impiden la germinación inmediata de la semilla de la verdad. Quizás la creencia en la trinidad impida que la persona crea que Jehová es supremo, sin igual. Se necesitan repetidas aplicaciones del agua de la verdad para quitar este obstáculo. O quizás la creencia en la inmortalidad del alma obscurezca su entendimiento y aprecio de la resurrección, o quizás la idea de que la tierra será destruída por fuego impida que acepte la verdad de que la tierra literal ha de permanecer para siempre, o posiblemente no pueda apreciar que la tierra ha de ser habitada para siempre porque piensa que todas las personas irán a uno de dos lugares, al cielo o al infierno. Quizás el tener la fe mal cifrada en un falso líder religioso ciega a la persona a la verdad de la Biblia. Sólo después que se haya aplicado mucha agua de verdad por medio de sermones a la puerta, revisitas y estudios bíblicos de casa se quitarán del terreno del corazón estos estorbos al desarrollo cristiano. Un poco de agua, unos cuantos textos bíblicos, un puñado de textos favoritos como los que algunas religiones usan repetidamente, no bastan. Muchos, muchos textos bíblicos tienen que fluir como río de la Palabra de Dios para remover todas las objeciones y para asegurar crecimiento continuo a la madurez cristiana.
19. ¿Cómo son algunas verdades semejantes a las semillas cuyo tegumento estorba la germinación, y con qué propósito son algunas así?
19 ¿Qué hay de las semillas que tenían en su tegumento substancias que servían de estorbo? Algunas verdades son así. Algunas se comparan a carne que es difícil de digerir y no se asimilan hasta que muchas verdades más sencillas han sido digeridas. En realidad, algunas verdades son cubiertas deliberadamente para impedir que se entiendan rápidamente. Un caso a propósito es la verdad acerca de lo necesario que es la condición correcta de corazón. Esta se ocultó detrás de una ilustración acerca del sembrador y la semilla que cayó en diferentes tipos de terreno, y Jesús dijo que había sido escondida deliberadamente para impedir que la comprendieran los que no lo merecían. No se establecerá en el corazón de éstos y crecerá hasta la madurez fructífera; por consiguiente ni siquiera comenzó a germinar allí. De modo que la semilla del desierto, por su tegumento, rehusa germinar bajo condiciones desfavorables que querrían decir su muerte temprana, antes de producir fruto. Pero cuando cae suficiente agua germina, y, de manera semejante, cuando los que oían a Jesús mostraron suficiente interés y se quedaron con él para oír sus palabras adicionales que quitaron la cubierta o envoltura de la ilustración, la verdad que contenía creció en su corazón. Las aguas de verdad que se añadieron hicieron que la semilla de la verdad germinara y creciera, y el interés y la sed que demostraron los que persistieron sirvió para indicar que eran de la clase que perseveraría hasta producir fruto cristiano.
20. ¿Qué se ilustra por el agua que viene de arriba y la humedad que remoja desde abajo?
20 En el caso de las semillas del desierto el agua tenía que venir de arriba hacia abajo, no de abajo hacia arriba. Jehová tiene un conducto para que las aguas espirituales fluyan por él, y ese conducto viene de arriba hacia abajo también. Jehová, el más alto, inspiró a los hombres a escribir la Biblia; él la interpreta; Cristo habló por él cuando estuvo sobre la tierra, y sus testigos terrestres presentes declaran su mensaje. En estos últimos días Jehová tiene una organización visible, “el esclavo fiel y discreto, a quien su amo asignó sobre sus domésticos para darles el alimento al debido tiempo,” mediante el cual él encauza aguas de verdad a la gente. De Jehová viene el “río de agua de vida, resplandeciente como el cristal, fluyendo desde el trono de Dios y del Cordero,” y la invitación extensamente proclamada es: “Cualquiera que tenga sed venga; que cualquiera que desee tome del agua de la vida gratis.” (Mat. 24:45; Apo. 22:1, 17, NM) El agua ofrecida por las religiones ortodoxas de la cristiandad no desciende teocráticamente de arriba, sino que brota del fondo, de simples hombres, y consta de tradiciones y filosofías e interpretaciones privadas de los hombres. Dicho abastecimiento de agua no produce fruto cristiano, como lo prueba un vistazo a la corrupción que reina en la cristiandad.—Mat. 7:15-20.
21. ¿Qué trata de hacer Satanás, pero qué debemos pedir a Jehová que haga por nosotros, y cómo debemos dejar que Dios lo haga?
21 ¿Qué agua beberá usted, la que viene de arriba o la del fondo? ¿A quién dejará usted que escriba en su corazón, a Jehová o a Satanás? Satanás está empeñado en ganar o robar o capturar su corazón y atestarlo de propagandas demoníacas a tal grado que no quede ningún lugar donde pueda escribirse la ley de Jehová en él. Si usted deja que Satanás escriba en su corazón esto será su epitafio, pero si usted pide que Jehová escriba su ley en él esto señalará el camino a la vida eterna. Por consiguiente la razón insta a que dejemos que Jehová sea el que escriba en nuestro corazón. Tenemos que dejar que lo haga por medio de abrir nuestra mente a su Palabra, por medio de estudiarla y meditar en ella, por medio de disciplinarnos para poner en práctica sus leyes, por medio de probar el bien que resulta de esta obediencia, y así finalmente amar el hacer esto. Y luego servir fielmente como testigo de Jehová, ayudando a hacer que la ley de Dios esté en el corazón de otras personas.