Aplicación del consejo bíblico promueve unión familiar
¿NO ES verdaderamente deseable un hogar en el que prevalece un ambiente de paz? ¡Qué excelente es cuando los niños se comunican sin trabas con sus padres, compartiendo sus gozos así como sus problemas y desilusiones! Y ciertamente es algo refrescante cuando el espíritu dominante en el hogar es uno de amor y afecto en vez de discusiones, regaños y peleas.
Pero, ¿cómo puede mejorar la vida familiar? Muchas familias han hallado que el aplicar las cosas aprendidas por medio de un estudio de la Biblia ha sido una ayuda inestimable.
● Una familia en Okinawa llegó a una situación económica desesperada. Para poder obtener algo que comer para la familia, la esposa juntaba botellas vacías para venderlas. Cuando el esposo estaba en el hogar, ella constantemente expresaba sus quejas. Así es que el esposo permanecía alejado tanto como podía. Con el tiempo visitó el hogar un testigo de Jehová y, con la Biblia, le explicó a la esposa la causa de los problemas y sufrimientos en la Tierra. Ella accedió a tener un estudio bíblico en el hogar. Después de unos pocos estudios se dio cuenta de que lo que estaba aprendiendo realmente era la verdad. En poco tiempo comenzó a concurrir a las reuniones celebradas por los testigos de Jehová y comenzó a compartir con otros las buenas cosas que había aprendido. También reconoció sus errores en su trato con su esposo, recordando el texto bíblico que compara a una esposa contenciosa con “un techo con goteras que ahuyenta a uno.” (Pro. 27:15) Por consiguiente, ella cambió su proceder. En vez de quejarse constantemente, refrenó su lengua y siguió tras la paz.
Como resultado, el esposo ya no permanecía alejado de la casa, sino que comenzó a estudiar la Biblia con un Testigo. Hoy día esta familia está disfrutando de un agradable ambiente hogareño, porque todos están unidos en esforzarse por aplicar los principios bíblicos en sus relaciones los unos con los otros.
● De igual modo, la aplicación de los principios bíblicos puso fin a las constantes riñas de un matrimonio en Surinam. La esposa comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Pero en el hogar se repetían las riñas, especialmente cuando llegaba la hora para el estudio de la Biblia o cuando la esposa se preparaba para concurrir a las reuniones de los testigos de Jehová.
La situación llegó al colmo cuando la esposa decidió asistir al programa de todos los días en una asamblea de circuito de los testigos de Jehová. Su esposo la dejó en la calle, y no le abrió la puerta sino hasta después de un largo rato. Aun después de dejarla entrar él le habló encolerizadamente. Sin embargo, la esposa quería poner en práctica los excelentes principios que había aprendido de su estudio bíblico de hogar. Al permanecer ella en silencio, él se enojó aun más. Entonces ella le dijo calmadamente: ‘Escúchame por un momento. Tú sabes cómo yo me comportaba antes, ¿no es cierto? Cada vez que teníamos una riña, yo quería tener la última palabra y llevar la voz cantante. Pero ahora que estoy estudiando la Biblia y leyendo La Atalaya y ¡Despertad! con regularidad no quiero reñir más contigo. Si tú quieres reñir conmigo, puedes continuar. Pero yo no pienso contestar a tus riñas nunca más.’
De inmediato el hombre se calmó. No podía creer lo que estaba oyendo. Si lo que su esposa estaba aprendiendo producía resultados tan excelentes, valía la pena hacer una investigación. Entonces dijo: ‘Yo también debo empezar a leer esas revistas y libros tuyos, porque te han enseñado algo que vale la pena.’
● Una familia en Jamaica se hizo más unida por medio de un estudio de la Biblia. Aunque vivían en la misma casa, cada miembro de la familia seguía su camino. Entonces una jovencita de esta familia comenzó a estudiar con los testigos de Jehová. Le fue de particular interés la profecía de Jesús en el capítulo 24 de Mateo con respecto a la “conclusión del sistema de cosas.” Ansiosamente invitó a su madre a participar en el estudio.
La madre consintió, pero principalmente para ver qué era lo que su hija estaba aprendiendo. Debido al interés común que se desarrolló por medio del estudio, ambas se dieron cuenta de que la “brecha entre las generaciones” se estaba estrechando. La hija también le habló a su hermana. Pero después un clérigo persuadió a esta hermana a mantenerse alejada de los Testigos, porque, dijo él, ‘la religión de ellos separa a las familias.’ Sin embargo, la hermana vio que en su familia ocurría exactamente lo contrario. Con el tiempo, ella y otros tres miembros de la familia comenzaron a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. De esta manera seis personas que habían vivido independientemente una de otra, fueron unidas por el mensaje de la Palabra de Dios.
Con seguridad, la aplicación del consejo bíblico puede promover unión familiar. ¿No es ésta suficiente razón para considerar seriamente el contenido de la Palabra de Dios?