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Sean humildes al andar con DiosLa Atalaya 1962 | 15 de enero
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por los portavoces de Dios, ésa es la ocasión en que ser humildes, prestando atención al consejo: “La disciplina de Jehová, oh hijo mío, no rechaces, ni te disgustes a causa de su reprensión, porque al que Jehová ama él reprende.”—2 Cró. 26:16-21; Pro. 3:11, 12.
Otra ocasión especialmente delicada en que debemos estar en guardia para mantenernos humildes es cuando se nos da un cargo de responsabilidad. No deseamos ser como el rechazado rey Saúl, quien comenzó modestamente pero luego se consideró a sí mismo demasiado seriamente, obró desobediente y presuntuosamente y así perdió todo. Como tuvo que decirle Samuel: “¿No fue cuando eras pequeño a tus propios ojos que fuiste cabeza de las tribus de Israel, y Jehová procedió a ungirte como rey sobre Israel?. . .¿Se deleita tanto Jehová en las ofrendas quemadas y en los sacrificios como en que se obedezca la voz de Jehová? ¡Mira!. . .la rebelión lo mismo es que el pecado de adivinación, y el adelantarse presuntuosamente lo mismo que usar poder misterioso y terafim.” Es solo mediante el continuar permaneciendo pequeños a nuestra propia vista que podemos continuar disfrutando de los privilegios añadidos que se nos han presentado.—1 Sam. 15:17, 22, 23.
AYUDAS PARA SER HUMILDES
¿Qué ayudas nos ha suministrado Dios para posibilitarnos a ‘ser humildes al andar con nuestro Dios’? Ciertamente, la sobresaliente entre éstas es la Palabra de Dios, la Biblia. Por eso el rey de Israel tenía que hacer su propia copia de la Ley y ‘leer en ella todos los días de su vida, a fin de temer a Jehová su Dios para que guarde todas las palabras de esta ley y estos reglamentos cumpliéndolos, para que su corazón no se exalte sobre sus hermanos.’—Deu. 17:18-20.
El espíritu santo de Dios es de amor y poder y mente sana. Por lo tanto también nos ayudará a ser humildes, para evitar el resentimiento cuando se nos disciplina y para evitar hincharnos cuando se nos honra con privilegios añadidos de servicio. Ciertamente el temor de Jehová nos ayudará a mantenernos humildes haciéndonos estar siempre conscientes de nuestra relación para con Jehová, de que debemos rendirle cuentas y de que también dependemos de él. Y la oración especialmente nos ayuda a ser humildes. En oración imploramos por la misericordia de Dios, su perdón, sabiduría, espíritu santo, fuerza, prosperidad para nuestros esfuerzos y cosas por el estilo. Al apreciar nuestra indignidad y nuestras necesidades, nuestras oraciones a Dios nos guardarán de ser soberbios.
De modo que tomemos todos a pecho el consejo de que ‘sean humildes al andar con su Dios.’ Significará muchas bendiciones tanto ahora como en el nuevo mundo, pues “el resultado de la humildad y el temor de Jehová es riquezas y gloria y vida.”—Pro. 22:4.
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Dando las gracias a la administraciónLa Atalaya 1962 | 15 de enero
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Dando las gracias a la administración
Hacia el fin de la Asamblea de distrito “Adoradores unidos” de Vancouver el departamento de relaciones con el público envió una carta especial de agradecimiento a cada hotel y motel. Estas cartas fueron seguidas por una visita personal. Un administrador dijo que era la primera vez que un grupo de asamblea le había enviado tal clase de carta. El administrador del Hotel Vogue telefoneó tan pronto recibió la carta, expresando agradecimiento por habérsele enviado gente tan cumplida a su hotel. Después de la asamblea se pusieron como cuarenta libros en manos de estos administradores, y muchos de ellos dijeron que ya habían recibido literatura de los delegados antes de que éstos partieran.
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