Ancianos nombrados para pastorear el rebaño de Dios
1. (a) ¿Qué clase de hombres son superintendentes en las congregaciones de los testigos de Jehová? (b) Básicamente, ¿qué hace un superintendente en una congregación?
LA ORGANIZACIÓN teocrática de los testigos de Jehová no tiene ministros pagados en sus congregaciones. De la congregación misma se nombran hombres maduros, espiritualmente capacitados, para ser ancianos y superintendentes. (Tito 1:5, 7) Estos hombres están interesados en el bienestar de todo el rebaño bajo su cuidado. La palabra “superintendente” es la traducción en español de la palabra hebrea paqidh y la palabra griega epískopos. La palabra hebrea viene de un término que significa “visitar, dirigir la atención a, inspeccionar,” también “nombrar o comisionar.” El término griego está relacionado con episkopeo (superentender), y significa “vigilar.” En vista de eso, un superintendente en una congregación cristiana es uno que es nombrado para vigilar o superentender la congregación, para visitar y edificar a los que están asociados con ella. Los “superintendentes” cristianos corresponden con los que son reconocidos como los “hombres de más edad” u “hombres de mayor edad” de las congregaciones, y todos estos “hombres de más edad” o ancianos nombrados tienen responsabilidad como superintendentes del rebaño de Dios.
2. Cuando habló a los ancianos de la congregación de Éfeso, ¿qué consejo animador dio Pablo, y por qué razón dio aquel consejo?
2 Cuando el apóstol Pablo, regresando de uno de sus viajes misionales, llegó a Mileto, envió un mensaje a Éfeso y “mandó llamar a los ancianos de la congregación.” (Hech. 20:17, New World Translation, margen) Cuando estos ancianos vinieron a ver a Pablo, él les recordó que se había gastado por ellos y los instó a hacer lo mismo para todo el rebaño confiado al cuidado de ellos. Dijo: “No me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa. . . . Sin embargo, no hago mi alma de valor alguno como preciada para mí, con tal que termine mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, de dar testimonio cabal de las buenas nuevas de la bondad inmerecida de Dios. Y ahora, ¡miren! sé que todos ustedes entre quienes anduve predicando el reino no verán más mi rostro. . . . No me he retraído de decirles todo el consejo de Dios. Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo.” (Hech. 20:16-28) Pablo consideró su obra muy seriamente y quería grabar en sus compañeros ancianos lo serio de la responsabilidad que tenían delante de Dios como superintendentes del rebaño.
3. (a) ¿Se consideraba como el principal a algún anciano en particular de Éfeso? (b) ¿Qué preguntas interesantes se presentan ahora?
3 Nótese que no se consideraba a ningún anciano como el principal, el cabeza de la congregación. Ese puesto ha sido dado por Dios a su propio Hijo, Jesucristo. (Efe. 1:22, 23; Col. 1:18) Los ancianos como cuerpo servían bajo Cristo. Eran un grupo de iguales en lo que tenía que ver con su responsabilidad. Pablo les habló como a un “cuerpo de ancianos”; de todos se requería que pusieran el mismo excelente ejemplo para la congregación. (1 Tim. 4:14, NW, margen) ¿Cómo llegaron a estar capacitados estos hombres para ser ancianos en la congregación de Éfeso? Seguramente tiene que haber alguna organización, algún orden, alguna guía para el rebaño de Dios. Pero, ¿por qué fueron estos hombres en particular nombrados para ser los pastores?
REQUISITOS DEFINIDOS QUE HAY QUE SATISFACER
4. ¿Dónde se encuentran en la Biblia los detalles sobre los requisitos para superintendentes o ancianos, y por qué es importante adherirse estrechamente a ellos?
4 Para detalles en cuanto a los requisitos podemos dirigirnos a la primera carta que Pablo le escribió a Timoteo. En el tercer 1Ti capítulo 3 hay una descripción de lo que debe ser un superintendente o anciano. Estos requisitos no deben considerarse con liviandad. La bendición de Dios se puede esperar solo cuando se sigue estrechamente su Palabra.—1 Juan 3:22.
5. (a) Para satisfacer los requisitos para ser nombrado anciano, ¿qué debe ser cierto de la moralidad de uno? (b) ¿Qué significa la declaración de que “el superintendente . . . debe ser irreprensible”?
5 Era una cosa perfectamente correcta el que cualquier hombre de la congregación cristiana de Dios ‘se esforzara por obtener el puesto de superintendente,’ que tratara con empeño de alcanzar la norma requerida, porque esto mostraba que estaba muy deseoso de un trabajo excelente. No obstante, antes que el cristiano pudiera ser recomendado para este puesto ciertamente tendría que ‘mostrar por su conducta excelente sus obras con una mansedumbre que pertenece a la sabiduría,’ como señaló Santiago. (Sant. 3:13) Tiene que ser un hombre que odie lo que es malo. De otro modo no tendrá el “temor de Jehová,” que es “el comienzo de la sabiduría.” (Pro. 9:10; 8:13) Fundamentalmente, para que un hombre satisfaga los requisitos para ser nombrado anciano tiene que adherirse consistentemente a la más elevada norma moral. Como aprendimos en el artículo anterior, la sabiduría de arriba es primeramente “casta.” Por eso, la moralidad de un anciano tiene que ser correcta y estar en plena armonía con la Palabra de Dios. Pablo, al escribir al joven Timoteo en el tercer 1 Tim. capítulo 3 vs 2, comenzando con el segundo versículo dijo: “El superintendente por lo tanto debe ser irreprensible.” Irreprensible significa estar libre de culpa u oprobio. Su conducta, sus tratos con la gente y su modo de vivir no pueden ser de la clase que pueda ser puesta en tela de juicio. Debe ser irreprochable en cuanto a su conducta en la congregación, en su empleo seglar y en todo otro lugar. Debe ser un hombre de las más elevadas normas morales.—2 Cor. 6:3, 4.
6. ¿Qué efecto tienen las costumbres locales en el requisito de que el superintendente sea “esposo de una sola mujer”?
6 El superintendente, si está casado, debe ser “esposo de una sola mujer.” Las costumbres locales no alteran este requisito. No puede ser polígamo y tener dos o más mujeres.—Mat. 19:3-9.
7-9. ¿Qué abarca el ser (a) “moderado en los hábitos”? (b) ¿“de juicio sano”? (c) ¿“ordenado”?
7 El hombre que satisface los requisitos para ser superintendente debe también ser “moderado en los hábitos,” no una persona extremista. Debe tener un punto de vista equilibrado de sus responsabilidades como cristiano y ejecutarlas de tal manera que le gane el respeto de los compañeros cristianos.
8 El siguiente requisito mencionado es que debe ser “de juicio sano.” Su punto de vista siempre debe estar gobernado por la Palabra de Dios. Esto haría posible que estuviera equilibrado en su modo de pensar. Sabría lo que es propio y lo que es impropio, cierta o falso, basándose en las Escrituras. Por lo tanto tiene que estar bien versado en la Palabra de Dios.—Rom. 12:2; Sal. 19:7.
9 También debe ser “ordenado.” Esto da a entender que debe ser puntual. Las reuniones que conduzca deben haber sido bien meditadas, y él debe mantener buen orden, dando permiso solo a una persona a la vez para hablar si miembros de la congregación van a hacer comentarios. (1 Cor. 14:26-33) Los registros que se hayan de llevar deben ser nítidos y estar en buen orden. El ser ordenado incluye otra cosa, también. Exige que reconozca el orden teocrático, que comprenda lo necesario de someterse a Cristo, el cabeza de la congregación, y que vea su propio puesto en relación con el rebaño, como un pastor plenamente responsable ante Dios.—1 Cor. 11:3; Jer. 23:1-4.
10. ¿Cómo puede el que está ‘esforzándose por obtener un puesto de superintendente’ mostrar que es “hospitalario”?
10 El superintendente también debe ser “hospitalario.” Debe dar la bienvenida a los extraños, haciendo que se alegren de haber venido. Debe mostrar que también le da mucho gusto ver a los que ha conocido por un período de tiempo más largo. Considerando eso, ciertamente desplegaría el fruto de la justicia y sería pacífico con todos los de la congregación, jóvenes y viejos.—Heb. 13:1, 2.
“CAPACITADO PARA ENSEÑAR”
11, 12. (a) Explique los factores que se incluyen en estar “capacitado para enseñar.” (b) ¿Por qué es importante que los ancianos estén verdaderamente capacitados como maestros de la Palabra de Dios?
11 Un requisito particularmente importante de los ancianos es que estén ‘capacitados para enseñar.’ (1 Tim. 3:2) Un hombre tiene que ser de mente inclinada a lo espiritual para hacer esto entre los cristianos. La experiencia y los años en la verdad serán de ayuda en esto. Amplitud y profundidad de conocimiento bíblico se necesitan, y esto se adquiere por medio de asistir con regularidad a las reuniones de congregación y estudio particular diligente durante un período de años. Un anciano ciertamente debería poder leer, porque querría dirigirse a la Palabra de Dios y poder decir: ‘Así está escrito.’ Más que eso, debería poder aplicar lo que lee, y comunicar a otros las ideas correctas clara y rápidamente. El enseñar es un arte.
12 Otros hombres además de los ancianos nombrados de la congregación con seguridad serán cristianos maduros, celosos en el ministerio y de conducta ejemplar. Pero los ancianos deben estar capacitados como maestros. Esto no quiere decir que sencillamente participan en enseñar la Biblia a las personas recién interesadas. Envuelve más que eso. Los ancianos son aquellos a quienes acuden los compañeros cristianos como maestros de la Palabra de Dios. Deberían poder ponerse de pie enfrente de la congregación y por medio de las Escrituras impartir instrucción que edifique a los que ya son creyentes. Deben tener un conocimiento exacto de la verdad para que, al presidir en reuniones de la congregación, sepan si los comentarios dados por otros son correctos y por eso puedan ayudar a la congregación a adquirir el entendimiento correcto de los asuntos. Si satisfacen los requisitos como ancianos, deben tener un dominio preciso de la verdad de modo que puedan no solo “decir” a otros lo que es correcto, sino también razonar en cuanto a ello con éstos y ayudarles a entenderlo.—Efe. 4:11, 12.
13. Para satisfacer los requisitos para ser anciano, ¿en qué debe el individuo basar persistentemente su enseñanza, y qué debe evitar?
13 Al escribir a Tito en cuanto al nombramiento de “hombres de mayor edad,” Pablo especificó que, para satisfacer los requisitos, el hombre debería ser uno que “se adhiera firmemente a la fiel palabra en lo que toca a su arte de enseñar.” (Tito 1:5, 9) No debería ser una persona que se inclinara a confiar en su propia opinión. Como Pablo le aconsejó a Timoteo, debería apegarse a la Palabra de Dios al hablar a la congregación; debería ‘predicar la palabra.’—2 Tim. 4:2.
14. ¿Cómo debe considerarse la obra de ser maestro en la congregación?
14 El ser maestro en la congregación de Dios es un gran privilegio, pero también es una responsabilidad seria. (Sant. 3:1) Los que están ‘esforzándose por obtener el puesto de superintendente’ hacen bien al trabajar diligentemente para satisfacer este requisito. Y los que sí satisfacen este requisito deberían alegrarse de usar este “don” para la edificación de la congregación, sin retraerse temerosamente, sino confiando en que Jehová les suministrará guía y bendición. (Rom. 12:6-8) Mientras humildemente continúan acudiendo a Jehová por dirección, recibirán ayuda para hacer la obra de una manera que traiga gloria a Dios y bendición a los que lo aman.
15. (a) ¿Por qué no satisfaría los requisitos para ser anciano el individuo que bebiera en exceso? (b) ¿Por qué no satisfaría los requisitos para ser anciano el hombre que fuera belicoso o voluntarioso?
15 Para que un hombre sea maestro eficaz, tiene que conducirse de tal manera que no cierre la mente y el corazón de las personas a quienes está tratando de ayudar. Se entiende, pues, que se requiera del que es nombrado para ser anciano que sea “no un borracho pendenciero, no un golpeador, sino razonable, no belicoso.” (1 Tim. 3:3) No debe estar dado al mucho vino. Siempre debería tener controlados sus sentidos y sus facultades de razonamiento, jamás emborrachándose. No debe ser una persona de la clase que trata de arreglar los asuntos con su puño. Tampoco debería ser alguien que constantemente le gritara a la gente, o pagara la falta de bondad mostrada a él con asperezas o rehusara hablar a su hermano que quizás lo hubiera ofendido. (Rom. 12:17, 18) A veces, algo pudiera suceder que lo irritara, pero, como es cierto de todos los cristianos, debería tener gobierno de sí mismo, que es un fruto del espíritu de Dios. Debe ser abordable, no voluntarioso, sino dispuesto a escuchar a otros y no ofenderse cuando alguien le ofrece una sugerencia para mejora en la manera en que se están haciendo las cosas. Por experiencia, y por la Biblia, quizás sepa que ciertas sugerencias no son buenas, pero eso no es razón para impacientarse con un hermano que está tratando de ayudar. Recuerde, el discípulo Santiago dijo que “la sabiduría de arriba es . . . razonable.” El que no es belicoso, sino razonable, ayuda a promover un ambiente pacífico. Y como señaló Santiago, “en cuanto al fruto de la justicia, su semilla se siembra en condiciones pacíficas para los que están haciendo la paz.”—Sant. 3:18.
16. ¿Cómo muestra un cristiano maduro que no es “amador del dinero”?
16 Apreciando lo que la Biblia dice acerca del valor relativo de las cosas materiales, un cristiano maduro no sería “amador del dinero.” Nunca participaría en prácticas fraudulentas de negocio para conseguir dinero. Tampoco permitiría que hasta el trabajo seglar honrado empujara su ministerio a un lugar secundario. Los superintendentes entre los testigos de Jehová no esperan que se les pague un salario por sus servicios a favor de las ovejas de la congregación. El apóstol Pablo, anciano él mismo, no esperaba que las congregaciones le pagaran por lo que estaba haciendo. Solía ganarse su propia subsistencia por medio de hacer tiendas de campaña. De esta manera nunca fue una carga para la congregación, sino que más bien halló placer en dar de sí mismo a favor de ellos. (Hech. 20:33, 34) Dio libre y gratuitamente de sus servicios y no estaba bajo obligación a nadie de esta manera. “Que su modo de vivir sea exento del amor al dinero, estando contentos con las cosas presentes,” escribió el apóstol Pablo en Hebreos 13:5.
LOS SUPERINTENDENTES SON “HOMBRES DE MAYOR EDAD”
17. ¿Por qué desempeña un papel importante la vida hogareña del hombre en la determinación de si satisface los requisitos para ser anciano?
17 Un anciano, si es padre, debería ser “hombre que presida su propia casa excelentemente, teniendo hijos en sujeción con toda seriedad.” Esto muestra que sería una persona ordenada y tendría el respeto de todos los hijos que vivieran en su hogar y que ellos le escucharían y le obedecerían. Si un hombre atiende bien sus responsabilidades en el hogar se halla en situación que le permite ayudar a otros a aprender lo que la Biblia dice acerca de estos asuntos. Puede hablar libremente, y no estará inclinado a restar vigor al consejo bíblico por tener una conciencia perturbada en lo que a él mismo se refiere. (1 Tim. 3:12, 13) Pero, añade Pablo, “si un hombre no sabe controlar su propia familia, ¿cómo puede atender una congregación del pueblo de Dios?” (1 Tim. 3:4, 5, The New English Bible) El atender una congregación del pueblo de Dios en la cual quizás haya de 25 a 200 personas es una responsabilidad de mucho peso. La Biblia muestra que la vida hogareña del hombre tiene que recibir consideración cuando se está determinando si él satisface los requisitos para ser anciano.
18. (a) ¿Exige la Biblia que tenga cierta edad el que llena los requisitos para ser anciano? (b) ¿Qué indicaciones definidas da en cuanto al asunto de la edad?
18 Si un padre tiene hijos que estén en sujeción a él, no será un adolescente él mismo. En la Biblia no se declara un requisito específico de edad, pero en vista del requisito de que sus propios hijos estén en sujeción con toda seriedad (teniendo ellos suficiente edad para manifestar esa seriedad), se puede presumir que los ancianos entre los cristianos del primer siglo no eran meramente de dieciocho o diecinueve años de edad; tenían experiencia en la vida y habían demostrado que eran hombres ‘sabios y entendidos.’ Se hace referencia a ellos como a “hombres de mayor edad.” Puede que Timoteo mismo, a quien Pablo escribía, haya estado en sus tempranos veinte cuando “daban buenos informes acerca de él los hermanos de Listra y de Iconio.” (Hech. 16:2) Pero es posible que Timoteo haya estado en sus treinta cuando se le dijo: “Nunca impongas las manos apresuradamente a ningún hombre; ni seas partícipe de los pecados ajenos; consérvate casto.” (1 Tim. 5:22) Para este tiempo Timoteo estaba plenamente capacitado para encargarse de estas pesadas responsabilidades y estaba mostrando sabiduría al encargar a otros hombres fieles lo que él había aprendido de modo que ellos también estuvieran adecuadamente capacitados para enseñar a otros. Aunque la juventud frecuentemente piense que sabe todas las respuestas a los problemas, se requiere tiempo, experiencia, vivir con la gente para adquirir sabiduría.
19, 20. (a) ¿Por qué no se debe recomendar a un hombre recién convertido para ser nombrado anciano? (b) ¿Qué experiencia y conocimiento necesita la persona antes que pueda llegar a ser un anciano?
19 Como es cierto de los que son jóvenes en sentido físico, así también el que solo recientemente ha llegado a ser cristiano dedicado y bautizado tiene que adquirir experiencia. Se necesita tiempo para adquirir suficiente conocimiento y experiencia en la aplicación de los principios bíblicos para estar uno “capacitado para enseñar” estas cosas a compañeros cristianos. Por lo tanto, un superintendente no puede ser un “hombre recién convertido.” Pablo da una muy buena razón por la cual un “hombre recién convertido” no satisface los requisitos de anciano. Dice: “Por temor de que se hinche de orgullo y caiga en el juicio pronunciado contra el Diablo.”—1 Tim. 3:6.
20 Si un cristiano recién bautizado recibiera un puesto responsable en la congregación, pudiera subírsele a la cabeza, como se dice. Es mucho mejor dejar que la persona vaya creciendo con constancia y firmeza a la madurez. El individuo tiene que madurar en su conocimiento y entendimiento de la Palabra de Dios. Tiene que hacerse sabio y entendido y ‘mostrar por su conducta excelente sus obras con una mansedumbre que pertenece a la sabiduría.’ Entonces, después de algún tiempo, pudiera ser que satisficiera los requisitos para ser siervo ministerial y, después de eso, pudiera esforzarse por ser un anciano en la congregación.
21. ¿Qué influencia tiene la reputación de uno fuera de la congregación en el asunto de satisfacer uno los requisitos para ser anciano, y por qué?
21 Hay otro asunto que merece consideración, según le advirtió Pablo a Timoteo. Se esperaría que un cristiano tratara bondadosamente a sus compañeros cristianos y les mostrara amor. Pero para que alguien sea superintendente en una congregación del pueblo de Dios, “debe también tener excelente testimonio de los de afuera, para que no caiga en vituperio y en un lazo del Diablo.” Es inevitable para los cristianos tener asociación con no cristianos. Esa es una parte necesaria de su vida, porque tienen que predicar las buenas nuevas del Reino en todas partes, a toda clase de personas. Estas personas de afuera se forman opiniones de los testigos de Jehová, y hablan de ellos después que estos cristianos visitan sus hogares para tratar de ayudarlos. También se invita a las personas que muestran interés a asistir a los Salones del Reino de los testigos de Jehová y allí tienen asociación con los superintendentes y otros miembros de la congregación. ¿Cuál es la opinión de estas personas acerca de alguien que sea un superintendente de los testigos de Jehová? “Debe además tener una buena reputación entre el público no cristiano, para que no esté expuesto a escándalo y sea cogido en el lazo del diablo.” (1 Tim. 3:7, NEB) Debe practicar en su vida diaria las cosas que enseña a otros a hacer. La gente para la cual trabaja y con quienes trabaja deben ver su honradez, su puntualidad, su anuencia a dar a su patrono un día de trabajo completo, sin haraganear. Debe mostrar bondad a sus vecinos, y su comportamiento moral tiene que ser de tal clase que no se pueda poner en duda. Todas estas cosas son significantes en cuanto a si llena los requisitos para ser un superintendente en la congregación de Dios o no.—1 Ped. 2:12; Dan. 6:4, 5.
22. ¿Qué actitud en cuanto a responsabilidad debe tener el que acepte el puesto de superintendente?
22 La norma que han de alcanzar los que son nombrados ancianos es alta, pero no es inalcanzable. Exige amor genuino a Jehová y anuencia a ser usados por él. El apóstol Pedro, escribiendo a ancianos de la congregación del primer siglo, dijo: “Por lo tanto, a los hombres de mayor edad entre ustedes doy esta exhortación, porque yo también soy hombre de mayor edad junto con ellos y testigo de los sufrimientos del Cristo, hasta partícipe de la gloria que ha de ser revelada: Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia, no como obligados, sino de buena voluntad; tampoco por amor a ganancia falta de honradez, sino con verdaderas ganas; tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño.” (1 Ped. 5:1-3, NW) Una cosa a la cual Pedro da énfasis es ésta: no tome esta responsabilidad porque alguien lo obliga, sino hágalo de buena gana. No hay gloria conectada con el puesto de pastor; más bien, envuelve mucho tiempo y trabajo. No acepte este puesto por el amor a la ganancia personal, sino, más bien, según lo expresa The New English Bible, “por pura devoción.”—1 Ped. 5:2, 3.
QUE PUEDA EXHORTAR Y TAMBIÉN CENSURAR
23. ¿En qué deben basar los superintendentes su exhortación y censura, y por qué deben estar capacitados para hacer esto?
23 En la carta inspirada a Tito se menciona otro requisito importante que los superintendentes tienen que satisfacer. Este envuelve la enseñanza, pero es un aspecto especial de ella. Dice el texto bíblico: “El superintendente . . . que se adhiera firmemente a la fiel palabra en lo que toca a su arte de enseñar, para que pueda exhortar por la enseñanza que es sana y también censurar a los que contradicen.” (Tito 1:7-9) Por lo general no le es difícil a una persona que tiene buen conocimiento de la verdad usar la Biblia para exhortar a sus hermanos, para animarlos a continuar en el servicio fiel. Pero la responsabilidad de los superintendentes no termina ahí. Cuando surgen dificultades, también tienen que encargarse de éstas. Tienen que usar las Escrituras “para censurar a los que contradicen” la verdad. Si a usted se le nombrara anciano, ¿estaría dispuesto a cargar esa responsabilidad?
24. En cuanto a censurar, ¿qué preguntas debe considerar el que busca satisfacer los requisitos de anciano?
24 Al escribir su segunda carta a Timoteo, Pablo dio énfasis a la seriedad de esta obligación que Timoteo tenía como superintendente, diciendo: “Solemnemente te encargo delante de Dios y de Cristo Jesús, que está destinado a juzgar a los vivos y a los muertos, y por su manifestación y su reino, predica la palabra, ocúpate en ello urgentemente en tiempo favorable, en tiempo dificultoso, censura, corrige, exhorta, con toda gran paciencia y arte de enseñar.” (2 Tim. 4:1, 2) ¿Rehusaría usted dar o se retraería de dar una censura o corrección cuando se necesitase, o acudiría a la Palabra de Dios y la usaría para ayudar a su hermano a enderezar su manera de pensar y volver a ajustar su conducta a lo que está escrito allí? Para ser anciano usted debe estar dispuesto a administrar la censura necesaria. Lo que haga quizás no sea en todo caso apreciado por el que comete el mal, pero algunos lo agradecerán. “El mandamiento es una lámpara, y una luz es la ley, y las censuras de la disciplina son el camino de la vida.” (Pro. 6:23) Aunque a veces sea difícil, ¿tomaría usted la iniciativa para administrar “las censuras de la disciplina” para ayudar a alguien a mantenerse en el “camino de la vida”? Es verdaderamente una bendición a la congregación el que haya hombres que estén dispuestos a aceptar esa responsabilidad.—2 Tim. 2:24-26.
25. ¿Hasta qué grado es a veces necesario ir al censurar a los que practican el pecado?
25 Los superintendentes deben tener también la fortaleza de ánimo que se requiere para hacer algo públicamente cuando se hace necesario. Pablo dio esta amonestación a Timoteo: “Censura delante de todos los presentes a las personas que practican el pecado, para que los demás también tengan temor.” (1 Tim. 5:20) A veces individuos de una congregación de Dios rehúsan la censura. ¿Tendría usted temor entonces de que esto sucediera: “El hombre censurado repetidas veces pero que hace dura su cerviz de repente será quebrado, y eso sin curación”? (Pro. 29:1) Otra traducción expresa esto así: “El hombre que todavía es terco después de mucha censura será quebrado súbitamente sin reparación posible.” ¿Pudiera ir usted hasta ese punto, por su interés en la condición espiritual de la congregación en general, o pasaría por alto la terquedad del individuo y cerraría sus ojos desde el mismo principio al mal que comete? Un superintendente debe poder “exhortar por la enseñanza que es sana y también censurar a los que contradicen.”—Tito 1:9.
26. ¿Qué clase de personas no tienen lugar en la congregación cristiana, y por eso los ancianos deben estar alertos para hacer qué?
26 El espíritu de Dios movió a Pablo a escribir de antemano que habría personas que afirmarían ser cristianas pero que querrían servir a Dios a su propia manera, no de acuerdo con las Escrituras. Dijo: “Porque habrá un período de tiempo en que no soportarán la enseñanza sana, sino que, de acuerdo con sus propios deseos, acumularán para sí mismos maestros para que les regalen los oídos; y apartarán sus oídos de la verdad, siendo que serán desviados a cuentos falsos.” (2 Tim. 4:3, 4) Para un superintendente no hay posibilidad de transigencia. Si realmente ama a la congregación y está resuelto a ayudarla, tiene que mostrar fortaleza de ánimo y hablar la verdad y la justicia. La congregación necesita “enseñanza sana.” ¿Sería usted como anciano, junto con otros ancianos de su congregación, lo suficientemente vigilante como para seguir el consejo de Pablo en el cual escribe: “En cuanto al hombre que promueve una secta, recházalo después de la primera y la segunda admonición; sabiendo que tal hombre ha sido descaminado y está pecando, siendo condenado por sí mismo”? Otras palabras de Pablo sobre este asunto son las siguientes: “Mas ahora les estoy escribiendo que cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que llamándose hermano sea fornicador, o avariento, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsión, ni siquiera comiendo con tal hombre. . . . Remuevan al hombre inicuo de entre ustedes mismos.”—Tito 3:10; 1 Cor. 5:11, 13.
27. (a) Puesto que toda clase de personas se ponen en contacto con la congregación cristiana, ¿qué advirtió Pablo que sucedería? (b) ¿Ocurren esas cosas en nuestro día? (c) Por eso, ¿qué es necesario que los ancianos hagan?
27 No hay duda alguna de que surgirán problemas en cualquier congregación. Toda clase de personas se asociarán con la congregación y llegarán a ser cristianos. Pero no todos ellos permanecerán cristianos, y algunos hasta tratarán de subvertir la fe de otros e inducirlos a conducta mala. Como dijo Pablo: “Yo sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán varones y hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí.” No era agradable pensar en aquello, pero Pablo esperaba que surgieran dificultades dentro de la congregación de Dios en aquel tiempo. Así fue. ¿Por qué deberíamos pensar que será diferente hoy día cuando hay tanta perturbación en el mundo y la gente de todas las naciones y lenguas, con diferentes ideas de la vida, están huyendo de “Babilonia la Grande,” el imperio mundial de la religión falsa, y buscando refugio en la organización teocrática de Jehová? Por eso es tan necesario nombrar ancianos en la congregación para que pastoreen el rebaño de Dios confiado a ellos y mantengan limpia la congregación. Un verdadero pastor protege al rebaño contra elementos lobunos.—Hech. 20:29, 30.
28. ¿Cómo debe la persona dedicada a Dios responder a la disciplina, y por qué?
28 El que está dedicado a Jehová Dios se da cuenta de que ha nacido en pecado y ha sido formado en iniquidad. Toda persona comete errores a veces. Por eso, cuando un superintendente en la congregación trata de ayudar a cualquiera de nosotros a corregir algo que estemos haciendo que sea malo, debemos comprender con aprecio por qué lo hace. Jehová no quiere ver que ninguna de sus ovejas se extravíe. Por eso tenemos esta amonestación: “Hijo mío, no tengas en poco la disciplina de Jehová, ni desfallezcas cuando seas corregido por él; porque a quien Jehová ama él disciplina; de hecho, él azota a todo el que recibe como hijo.” (Heb. 12:5, 6) Cualquiera que aguanta la disciplina que recibe por medio de la organización de Jehová ciertamente tendrá prueba de que Dios está tratando con él. “Pues ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?” (Heb. 12:7) Como fue cierto en tiempos antiguos cuando Dios trató con la nación judía, así hoy día Dios usa a “los hombres de más edad” entre su pueblo para administrar disciplina. (Deu. 22:18) ¿Responde usted con aprecio a la disciplina que viene de los que como ancianos pastorean el rebaño de Dios?—Pro. 8:33; 12:1-3; Heb. 12:11.
INTERÉS AMOROSO EN EL REBAÑO
29. ¿Qué clase de amor debemos manifestar todos, y quiénes deben ser ejemplares en el despliegue de éste?
29 Algo que debe destacarse en la vida de cualquier cristiano verdadero es el amor a los compañeros cristianos. Esto no es meramente asunto de ser agradable al saludar a otras personas. El amor es interés altruista que mueve a uno a poner el bienestar de otros por encima de los propios intereses de uno, a trabajar activamente para el bien de ellos. El Señor Jesús dijo a sus seguidores verdaderos: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.” Y añadió: “Este es mi mandamiento: que ustedes se amen unos a otros así como yo los he amado a ustedes.” (Juan 13:35; 15:12) ¿Domina esta cualidad en la congregación con la cual usted se reúne para adorar? ¿Se manifiesta en su propia vida? Los ancianos deben ser ejemplares en la demostración de ese amor a otros de la congregación.
30. ¿A quiénes dirigió Pablo su carta a la congregación filipense, y qué dijo acerca del efecto que el amor debería tener entre ellos?
30 Pablo, al escribir a la congregación filipense, dirigió la carta a “todos los santos en unión con Cristo Jesús que están en Filipos, juntamente con los superintendentes y siervos ministeriales.” Les dijo: “Esto es lo que continúo orando: que el amor de ustedes abunde todavía más y más con conocimiento exacto y pleno discernimiento; para que se aseguren de las cosas más importantes, para que estén exentos de defectos y no estén haciendo tropezar a otros hasta el día de Cristo, y estén llenos de fruto justo, que es por medio de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios.” Más tarde, en la misma carta, añadió: “Hagan pleno mi gozo en que son ustedes de la misma mente y tienen el mismo amor, estando unidos en alma, teniendo presente el mismo pensamiento, no haciendo nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo.” (Fili. 1:1, 9-11; 2:2-4) El amor es la cosa principal, porque Dios es amor y nosotros tenemos que recordar que fuimos hechos a su imagen.
31. ¿Cómo ha mostrado Jehová su amor a la humanidad, y por eso, qué pide esto que hagan los que tienen las debidas cualidades espirituales aun cuando surjan problemas?
31 Jehová dio atención a la humanidad pecaminosa porque ama su creación. “El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor. En esto el amor de Dios fue manifestado en nuestro caso, porque Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que nosotros consiguiésemos la vida por medio de él. El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio propiciatorio por nuestros pecados. Amados, si Dios nos amó así a nosotros, entonces nosotros mismos estamos obligados a amarnos los unos a los otros.” (1 Juan 4:8-11) Dios no dejó de amar a la humanidad cuando el pecado se presentó. Y los ancianos no deben dejar de amar al rebaño al surgir problemas. En Gálatas 6:1, 2 (NW), se da este consejo: “Hermanos, aun cuando un hombre da algún paso en falso antes de darse cuenta de ello, ustedes que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, a la vez que cada uno de ustedes se vigila a sí mismo, por temor de que también sea tentado. Sigan llevando las cargas los unos de los otros, y así cumplan la ley del Cristo.”
32. ¿Cómo puede un superintendente mostrar amor cuando uno que ha pecado viene a él buscando ayuda?
32 A veces es el malhechor mismo quien toma la iniciativa para conseguir ayuda. Quizás vaya a un superintendente para confesar su mal. Su deseo de cambiar su manera de actuar es digno de encomio. “El que está encubriendo sus transgresiones no tendrá éxito, pero al que las está confesando y dejando se le mostrará misericordia.” (Pro. 28:13) Un superintendente que ama a su rebaño se dará el tiempo necesario para oír la transgresión de la persona y usará la Biblia para ayudarla a corregir su manera de pensar y su conducta. Cuando alguien confiesa sus faltas y deja de cometerlas, eso es lo que un anciano desea ver. En otras palabras, la persona se ha convertido, se vuelve de su mal hacer y se encamina en la senda correcta. Por eso, en armonía con Proverbios 28:13, el anciano se hallaría en situación de mostrar misericordia. No obstante, puede que el anciano quiera que el transgresor lo vea cada mes para estar seguro de que está haciendo sendas rectas para sus pies. Un superintendente amoroso dará esa atención extra a los del rebaño.
33. ¿Qué debe usar como guía suya el anciano en todos los asuntos, y cómo debe considerar a las “ovejas” asignadas a él?
33 El anciano debe creer en la Palabra de Dios. ¡En toda ella! Debe usarla como su guía y debe mostrar amor a los hermanos, las ovejas asignadas a él, comprendiendo que son las ovejas de Dios. Aun cuando los ancianos exhortan, amonestan, estimulan, censuran y disciplinan están mostrando amor porque están tratando de ayudar a sus hermanos a adoptar el proceder correcto en la vida. ¿Tiene su congregación ancianos como ésos atendiéndolo a usted?
34. ¿Cómo dio Pablo evidencia de su interés en sus hermanos?
34 Pablo ciertamente sabía lo que significaba ser superintendente, anciano. Amaba profundamente a las congregaciones. “Además de esas cosas de carácter externo, hay lo que se me viene encima de día en día, la inquietud por todas las congregaciones,” escribió. (2 Cor. 11:28) Con interés amoroso Pablo amonestó de este modo al grupo o cuerpo de ancianos de Éfeso: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo.”—Hech. 20:28.
35. Aunque los superintendentes cristianos tienen mucho trabajo que hacer, ¿por qué está su experiencia en armonía con lo que está registrado en Hechos 20:35?
35 Es absolutamente necesario que todos los superintendentes se mantengan despiertos y trabajen fuertemente a favor de todos los de la congregación, y ellos se alegran de hacer esto. Su experiencia está en armonía con lo que se declara en Hechos 20:35: “Por medio de laborar así tienen que prestar ayuda a los que son débiles, y tienen que tener presentes las palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo: ‘Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.’”
NOMBRAMIENTO DE ANCIANOS
36. (a) ¿Cómo se hacían los nombramientos de ancianos en la congregación cristiana del primer siglo? (b) ¿Cómo se hacen esos nombramientos hoy, usando qué como norma?
36 ¿Quién efectúa el nombramiento de los ancianos? Hechos, capítulo 14, versículo 23 (NW), informa lo siguiente con relación a un viaje misional de Pablo y Bernabé: “Les nombraron hombres de mayor edad en [cada] congregación y, haciendo oración con ayunos, los encomendaron a Jehová en quien habían llegado a creer.” No se celebró ninguna elección en la congregación. Los nombramientos fueron hechos por Pablo y Bernabé, miembros representativos del cuerpo gobernante. Similarmente, Timoteo y Tito evidentemente hicieron nombramientos de esa índole según instrucciones recibidas de Pablo. (1 Tim. 5:22; Tito 1:5) Hoy, cuando hay congregaciones esparcidas por toda la Tierra, son los hombres de mayor edad en esas congregaciones quienes, después de dar al asunto consideración con oración, hacen recomendaciones al cuerpo gobernante en la oficina central en cuanto a otros que satisfacen los requisitos bíblicos, enviando esas recomendaciones a la oficina sucursal de la Sociedad Watch Tower. El cuerpo gobernante entonces hace los nombramientos. Pero esto no se hace según alguna norma que ellos hayan establecido. Se hace de acuerdo con lo que se expone en la Palabra inspirada de Dios, de modo que se puede decir con verdad a estos ancianos o superintendentes: “El espíritu santo los ha nombrado superintendentes.”—Hech. 20:28.
37. (a) ¿Cuántos ancianos puede tener una congregación? (b) Explique cómo y cuándo se hacen recomendaciones para tener más ancianos en una congregación. (c) ¿Por cuánto tiempo puede uno continuar sirviendo en una congregación como anciano? Si se muda a otra congregación, ¿aplicará allí su nombramiento como anciano? ¿Por qué?
37 Puede ser que algunas congregaciones tengan más ancianos que otras. La Biblia no estipula número específico. (Fili. 1:1) Pero sí entra en detalle considerable en cuanto a los requisitos que deben satisfacer los que han de ser nombrados ancianos, y es importante adherirse a esta norma dada por Dios. Año tras año, alrededor del 1 de septiembre, sería apropiado que los ancianos de las congregaciones consideraran si otras personas de la congregación ahora cuadran con la descripción bíblica de los que satisfacen los requisitos para ser ancianos. Si hay algunos en esta situación, pueden ser recomendados al cuerpo gobernante para nombramiento, y, al ser nombrados, pueden empezar a compartir con todos los otros ancianos la responsabilidad de pastorear el rebaño en esa congregación. Mientras continúen satisfaciendo los requisitos bíblicos, continuarán siendo ancianos en esa congregación. No obstante, si se mudaran a otra congregación, por ser nuevos en aquella zona y personas casi desconocidas para la congregación no serían considerados ancianos o superintendentes por los que se asociaran allí. Tendrían que demostrar allí que satisfacen los requisitos espirituales por medio de su actividad cristiana, y, con el tiempo, los ancianos locales sin duda recomendarían a éstos para ser nombrados ancianos en aquella congregación. Por supuesto, si un anciano alguna vez participara en conducta no cristiana de tal naturaleza que fuera expulsado o puesto bajo prueba, esto entonces se le notificaría al cuerpo gobernante y el individuo sería removido como anciano, pues obviamente no sería buen ejemplo para el rebaño. Sin embargo, si sencillamente no pudiera hacer parte del trabajo de superintendente, debido a enfermedad o vejez, esto no cancelaría su nombramiento de anciano.
38. (a) ¿En qué puesto deben servir ancianos en la congregación si es de alguna manera posible, y por qué? (b) Para que un anciano esté libre para concentrar sus esfuerzos en enseñar, para provecho de la congregación, se puede pedir que otros ayuden en ¿qué trabajo?
38 Los ancianos tienen ciertas asignaciones oficiales que atender en la congregación. Si hay suficientes ancianos, deben ser nombrados para siervo de congregación, siervo auxiliar de congregación, siervo de estudios bíblicos, siervo del estudio de La Atalaya y siervo de la Escuela del Ministerio Teocrático. En los casos en que sea posible, deberían ser también los conductores de estudio de libro de la congregación y los oradores públicos, porque éstos son maestros. Si solo hay dos o tres ancianos, siempre serían nombrados para los primeros tres puestos de la lista ya dada. Uno de ellos podría ocupar dos puestos si solo hay dos ancianos. Generalmente los tres diferentes ancianos que ocupan estos puestos constituyen un comité judicial en la congregación. (1 Cor. 5:12, 13; 6:1-4) No obstante, también sería muy ventajoso que los que son ancianos presidieran en todas las reuniones de congregación, en los casos en que eso sea posible. Aun en los casos en que solo haya un anciano en la congregación, sería provechoso que él presidiera en el estudio de La Atalaya, la reunión de servicio y la Escuela del Ministerio Teocrático, así como en un estudio de libro de la congregación, si está pronto y apto para hacerlo. Se puede pedir a otros que ayuden a atender detalles de organización, preparar horarios y atender arreglos para el servicio del campo, pero el anciano es un individuo que está “capacitado para enseñar,” de modo que, donde haya un anciano de la congregación presente con regularidad en una reunión, sería muy provechoso para la congregación que él fuera el nombrado para presidir. Por supuesto, se entiende que puede que haya algunos casos en los cuales, debido a enfermedad o a edad avanzada, esto no sea posible.
39. Explique cómo se pasan por turno las asignaciones entre los ancianos. Por eso, ¿qué debe tenerse presente al recomendar a ciertos hombres para ser nombrados ancianos?
39 La presidencia del grupo o cuerpo de ancianos va pasando por turno a cada uno de los que forman el grupo. Por eso, cada año, el 1 de octubre, si hay más de un anciano en la congregación, un nuevo siervo de congregación, o presidente del cuerpo de ancianos, emprenderá su trabajo. Por lo general, ese nuevo siervo de congregación será el que haya servido de siervo auxiliar de congregación el año anterior. Habrá también un cambio de los que están asignados a los otros puestos principales ocupados por ancianos. En vista de esto, cuando los “hombres de mayor edad” de una congregación recomiendan a alguien para que sea anciano deben tener presente que con el tiempo a ese individuo le tocará atender todas estas diferentes asignaciones. ¿Está capacitado para hacerlo? ¿Está dispuesto a hacerlo?
40. ¿A quiénes se notifica cuando se hace el nombramiento de ancianos, y cuáles son las funciones de éstos en la congregación?
40 Cuando el cuerpo gobernante nombra ancianos, toda la congregación debe recibir notificación de ello. Todos los que están asociados con la congregación deben saber quiénes son los ancianos, de modo que puedan beneficiarse plenamente de sus servicios. Los ancianos no son capataces; no son nombrados para enseñorearse de nadie. Deben ser pastores amorosos, ejemplos para el rebaño, siervos anuentes de sus hermanos cristianos. (Mat. 20:25-28; 1 Ped. 5:1-3) Tienen que hacerse disponibles a los que necesitan ayuda, siendo abordables, escuchando de buena gana cuando surgen problemas y dando estímulo amoroso a todos.
AYUDA DE LOS SIERVOS MINISTERIALES
41. ¿Qué arreglo hace la Biblia para que ciertos hermanos ayuden a los ancianos?
41 Pero supongamos que una congregación no tiene un número suficiente de hermanos que satisfagan los requisitos de ancianos para ocupar todos los puestos principales del cuerpo de siervos en la congregación. O, aun si los ancianos pueden encargarse de más de un puesto, es posible que necesiten ayuda al atender algunos de los detalles de la obra. ¿Entonces qué? La Biblia tiene arreglos para siervos ministeriales, diákonoi.
42. ¿De qué manera salvaguardan a la congregación los requisitos bíblicos que deben satisfacer los siervos ministeriales?
42 Los requisitos que deben satisfacer esos siervos ministeriales suministran una salvaguarda contra el que se haga alguna acusación legítima acerca de la congregación en cuanto a los hombres a quienes ésta encomienda responsabilidad. Esos requisitos, dados en 1 Timoteo 3:8-10, 12, 13, son los siguientes: “Los siervos ministeriales igualmente deben ser serios, no de lengua doble, no dados a mucho vino, no ambiciosos de ganancia falta de honradez, manteniendo el secreto sagrado de la fe con una conciencia limpia. También, que estos sean probados primero en cuanto a aptitud, entonces que sirvan como ministros, al estar libres de acusación. Que los siervos ministeriales sean esposos de una sola mujer, presidiendo de manera excelente a los hijos y sus propias casas. Porque los hombres que sirven de manera excelente están adquiriendo para sí mismos una excelente posición y gran franqueza de expresión en la fe relacionada con Cristo Jesús.”
43. (a) ¿Qué indican las Escrituras en cuanto a la edad y experiencia de los que son nombrados siervos ministeriales? (b) ¿Hay la intención de que los siervos ministeriales sean pastores y maestros de la congregación? ¿Cómo lo sabemos? (c) ¿Hasta qué grado debe uno cumplir con los requisitos bíblicos antes de ser recomendado al cuerpo gobernante para ser nombrado siervo ministerial?
43 Aunque no se estipula un requisito específico de edad, es obvio que estos siervos ministeriales habrían de ser hombres crecidos, con suficiente edad para estar casados y tener hijos. No habrían de ser novatos o novicios en la congregación, sino individuos que hubieran sido “probados . . . en cuanto a aptitud.” Antes de ser nombrados siervos ministeriales sería provechoso que hubieran estado dedicados y bautizados por lo menos por algún tiempo que permitiera que su aptitud fuera probada. No se requiere que estén ‘capacitados para enseñar’ en la congregación. Los requisitos bíblicos muestran que no había la intención de que se les asignara como pastores y maestros del rebaño. Ciertamente deberían ser celosos en el ministerio, activos en la obra que Jesús asignó a sus discípulos, a saber, predicar el mensaje del Reino y hacer discípulos. Pero, además de esto, los requisitos que se dan en las Escrituras muestran que los que son siervos ministeriales deben ser ejemplares en su vida privada y en sus relaciones con otros. Por eso, antes que a cualquiera se le recomiende al cuerpo gobernante para ser nombrado siervo ministerial se debe dar consideración cuidadosa a cada uno de esos requisitos bíblicos; ninguno debe ser pasado por alto ni tratado como de poca importancia.
44. (a) ¿Cuántos siervos ministeriales puede tener una congregación? (b) ¿Cómo se les nombra, y por cuánto tiempo pueden continuar sirviendo?
44 Como sucede cuando cualquier persona llega a ser anciano en la congregación, los que ya son ancianos envían al cuerpo gobernante las recomendaciones de los que llenan los requisitos para ser siervos ministeriales. Entonces el cuerpo gobernante efectúa el nombramiento. (Hech. 6:3-6) No hay un número fijo de personas que puedan ser siervos ministeriales en una congregación. (Fili. 1:1) Cada año, alrededor del 1 de septiembre, sería apropiado que los ancianos consideraran si hay otros individuos en la congregación que deberían ser recomendados para ese servicio, y esa recomendación se puede enviar al cuerpo gobernante de los testigos de Jehová. Los que así sean nombrados continuarán sirviendo mientras satisfagan los requisitos bíblicos, exactamente como lo que sucede en el caso de los ancianos. Sin embargo, es bueno que estos siervos ministeriales hagan como se sugiere en 1 Timoteo 3:1, es decir, que ‘se esfuercen por obtener el puesto de superintendente.’ Y, por supuesto, cuando alguien recibe el nombramiento de anciano, superintendente, ya no es siervo ministerial, aunque puede continuar atendiendo parte del mismo trabajo que hacía anteriormente.
DEBERES DE LOS SIERVOS MINISTERIALES
45, 46. (a) ¿Cuáles son algunos de los deberes que un siervo ministerial puede desempeñar en una congregación? (b) ¿Quiénes asignan a los siervos ministeriales al trabajo específico que harán para la congregación? (c) ¿Pueden ser movidos los siervos ministeriales a otras asignaciones de trabajo de año en año?
45 Mucho es el trabajo que pueden hacer los siervos ministeriales en una congregación. En el primer siglo, en la congregación de Jerusalén, tenemos un ejemplo del trabajo que pudieran hacer los siervos ministeriales. La distribución de abastecimientos de alimentos a las viudas necesitadas de la congregación, aunque no era tan importante como el “ministerio de la palabra,” fue clasificada como “asunto necesario.” Aparentemente había mucho que hacer, porque no fue todo asignado a una sola persona, sino a “siete varones acreditados.”—Hech. 6:1-6.
46 En las congregaciones de los testigos de Jehová hoy día también hay mucho “asunto necesario” que no envuelve directamente el “ministerio de la palabra.” Esto incluye el atender abastecimientos de literatura, asignar territorio para la predicación y atender las cuentas de la congregación. Hay trabajo necesario que hacer para el mantenimiento del Salón del Reino, limpiarlo cada semana, poner las sillas en su lugar, atender la ventilación, operar el equipo sonoro en los salones grandes, llevar un registro de la concurrencia, dar la bienvenida a los nuevos visitantes y presentarlos a los ancianos de la congregación. En algunas congregaciones quizás haya suficientes siervos ministeriales para que se pueda asignar un siervo ministerial diferente para cada uno de estos deberes. En otros lugares, alguien pudiera atender varias de estas asignaciones. En algunos casos pudiera ser provechoso que más de una persona fuera asignada a participar en cierto trabajo. Puede que haya registros que estén bajo la supervisión de algunos de los ancianos, pero, si hay siervos ministeriales disponibles, se les puede asignar para que ayuden a atender estos registros, de modo que los ancianos estén libres para la obra de pastorear, que es más importante. Los siervos ministeriales también pueden ayudar a asignar territorio que se haya de trabajar cuando grupos de publicadores se reúnen para la obra de predicar públicamente. Aunque los siervos ministeriales son nombrados oficialmente por el cuerpo gobernante, el “cuerpo de ancianos” local puede asignarles el trabajo específico que harán para la congregación. Y, tal como los ancianos son movidos por turno a diferentes asignaciones cada año, así los ancianos pueden hacer arreglos para que los siervos ministeriales emprendan diferentes asignaciones de trabajo cada año, hasta el grado que esto resulte práctico. ¡Qué excelente privilegio es poder servir uno a sus hermanos como lo hacen estos siervos ministeriales!
47. (a) ¿Qué se puede hacer donde no hay suficientes ancianos en la congregación para atender todos los estudios de libro de congregación y las otras asignaciones que normalmente atenderían ancianos? (b) Si a un siervo ministerial se le nombra siervo auxiliar de congregación temporero, ¿se le considera parte del comité judicial de la congregación?
47 Pudiera surgir la situación, en lugares donde hay crecimiento muy rápido en las congregaciones, en que sencillamente no hubiera suficientes ancianos para hacer toda la obra de enseñar y pastorear que se necesita. Pudiera ser que en cierta localidad donde todos fueran bastante nuevos en el servicio de Dios no hubiera siquiera un anciano. Sin embargo, ciertamente pueden tener reuniones regulares para estudio y participar en predicar a otros, y, con el tiempo, sin duda alguien de entre ellos satisfará los requisitos para ser anciano. En una congregación donde hay algunos ancianos, quizás no haya suficientes para atender todos los estudios de libro de congregación. Pudiera ser provechoso tener grupos más grandes en algunos casos; en otros lugares un anciano pudiera presidir en más de uno de esos estudios, haciéndolo en diferentes ocasiones durante la semana. Pero, donde sea necesario, los siervos ministeriales pueden ayudar por medio de atender a algunos de estos grupos de estudio hasta que haya ancianos disponibles. De manera similar, debido a circunstancias locales, pudiera ser que a un siervo ministerial se le pidiera que atendiera temporalmente uno de los cinco puestos principales que ocupan los ancianos. No obstante, el que los ancianos locales le den esa asignación no lo convierte en anciano. Y si fuera un siervo auxiliar de congregación o un siervo de estudios bíblicos temporero, no se le consideraría uno del comité judicial de la congregación. Para atender esos asuntos se invitaría a otro anciano de una congregación cercana a ayudar. Sin embargo, con esfuerzo diligente, el que esté ayudando a hacer el trabajo que normalmente sería hecho por un anciano pudiera con el tiempo satisfacer los requisitos como uno de los “hombres de mayor edad” que son superintendentes del rebaño.
48. ¿Qué podemos hacer todos que muestre que tenemos un punto de vista progresivo como siervos de Dios?
48 Es bueno que todos los cristianos tengan un punto de vista progresivo. Nadie quiere seguir siendo siempre un infante, ni físicamente ni espiritualmente. A los cristianos hebreos primitivos se les dio esta amonestación: “Ya que hemos dejado la doctrina primaria acerca del Cristo, pasemos adelante a la madurez.” (Heb. 6:1) A Timoteo se le dijo: “Reflexiona sobre estas cosas; hállate intensamente ocupado en ellas, para que tu adelantamiento sea manifiesto a todos.” (1 Tim. 4:15) ¿Está usted logrando ese adelantamiento como cristiano? ¿Está haciéndose más fuerte su devoción a Jehová? ¿Está progresando en el desarrollo de los frutos del espíritu? ¿Está ensanchándose en su amor a sus hermanos cristianos? ¿Está esforzándose por conformar su propia vida más cabalmente a la Palabra de Dios? Porque la organización de los testigos cristianos de Jehová se ha esforzado por adherirse estrechamente a la Palabra de Dios, y por hacer ajustes en los casos necesarios para estar en más estrecha conformidad con ésta, el espíritu de Dios obviamente ha estado sobre ella. Hoy, en escala sin precedente, los testigos de Jehová en todas partes de la Tierra están proclamando el reino de Dios como la única esperanza de la humanidad. Están ayudando a las personas sinceras a aprender lo que la Biblia enseña, a actuar en armonía con ello, y así ser verdaderamente ‘sabios y entendidos.’ Si usted quisiera recibir ayuda para aprender las buenas cosas que contiene la Palabra de Dios y beneficiarse plenamente de ellas, los Testigos considerarían un placer prestarle ayuda a usted también.
LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ ESTÁN PREDICANDO Y ENSEÑANDO
49-51. ¿Hasta qué grado han estado activos los testigos de Jehová el año pasado en la predicación de las buenas nuevas del Reino?
49 Los testigos de Jehová están ayudando a personas de toda clase por todo el mundo; están activos en 207 diferentes países. Bajo la dirección de noventa y tres oficinas sucursales de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, 1.510.245 hombres y mujeres cristianos hicieron arreglos para ir de casa en casa o declarar las buenas nuevas del reino de Dios de alguna otra manera cada mes durante el año pasado. Esto fue 125.000 más Testigos predicando y enseñando lo que dice la Palabra de Dios que en el año de servicio de 1970. No obstante, antes que el año terminara, la cifra había aumentado a 1.590.793.
50 Porque los testigos de Jehová están interesados en ayudar a otros a entender mejor la Biblia y su significado para la humanidad hoy día dedicaron 291.952.375 horas el año pasado a hablar acerca de la Palabra de Dios. ¿No es esto buena evidencia de que verdaderamente estaban tratando de consolar a gente de todas las naciones? ¿No ayudaría un estudio cuidadoso de la Palabra escrita de Dios a la gente a llegar a ser ‘sabia y entendida’? Para lograr esto, cada semana durante todo el año los testigos de Jehová condujeron 1.257.904 estudios bíblicos gratis en los hogares de las personas que estaban interesadas. ¿Tratan de ayudar a la gente de este modo los miembros de la confesión religiosa a la cual usted pertenece? Los testigos de Jehová no solo predican de casa en casa y enseñan en hogares particulares, sino que dejan ayudas para el estudio de la Biblia dondequiera que pueden para que, si el que escucha no tiene tiempo para estudiar cuando uno de los testigos de Jehová lo visita, pueda leer acerca de las “buenas nuevas” cuando le sea conveniente. Durante el año los testigos de Jehová distribuyeron 18.168.032 libros empastados y Biblias, 10.590.176 folletos, 218.898.563 ejemplares de La Atalaya y ¡Despertad! y obtuvieron un total de 2.702.972 nuevas suscripciones para estas revistas.
51 Para que usted comprenda más plenamente precisamente lo que los testigos de Jehová han hecho en su ministerio y dónde, reproducimos aquí una tabla que da el informe del año de servicio de 1971 de los testigos de Jehová por todo el mundo. Vea las páginas 182-185.
52. ¿Qué impulsa a los testigos de Jehová en su ministerio, y por eso, de qué beneficios disfrutan?
52 Los testigos de Jehová no son numerosos cuando se les compara con la población mundial, pero sí aman a Jehová Dios y su Palabra la Biblia. Creen lo que escribió Santiago, en el capítulo cuatro, el versículo cuatro: “¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, por lo tanto, que quiere ser amigo del mundo está constituyéndose enemigo de Dios.” ¡Piense en eso! ¿No es cierto que todas las naciones del mundo están en dificultades? ¿No puede usted ver que la mano de casi todo hombre está contra su prójimo, aun en la cristiandad? Obviamente, no manifiestan el espíritu de Dios. ¿Es usted en realidad diferente de ellos? ¿Ama verdaderamente a Dios, y ‘ama a su prójimo como se ama usted mismo’? Si ésa es la clase de persona que desea ser, entonces, como dice la Biblia, debe ‘sujetarse a Dios, pero oponerse al Diablo y él huirá de usted. Acérquese a Dios, y él se acercará a usted.’ (Sant. 4:7, 8) Si hace esto, llegará a disfrutar de la amorosa superintendencia que Jehová suministra para todo el ‘rebaño de Dios.’
[Ilustración de la página 172]
Los ancianos no deben solo poder hablar ante un auditorio, sino también estar “capacitados para enseñar” a sus compañeros de creencia
[Ilustración de la página 176]
¿Estaría usted dispuesto a censurar mediante la Palabra de Dios a un compañero cristiano que necesitara censura? Los ancianos deben poder tanto exhortar como censurar.
[Tabla de las páginas 182 a 185]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
INFORME DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ POR TODO EL MUNDO PARA SU AÑO DE SERVICIO DE 1971