Ministras fieles—una bendición para la sociedad del nuevo mundo
“La mujer que teme a Jehová es la que se procura alabanza.”—Pro. 31:30.
1. ¿Qué cualidades señalan a la mujer que “se procura alabanza,” y cuáles son algunas maneras en que la presencia de ella en la congregación cristiana es provechosa?
¡QUE bendición es una mujer temerosa de Dios! Sea joven o de edad avanzada, soltera o casada, sea fuerte y con buena salud o débil en fuerza física, si es una mujer que teme a Jehová, una que le sirve a El leal y fielmente, entonces ella “se procura alabanza.” (Pro. 31:30) Si es casada, ¡qué bendición es la mujer temerosa de Dios para su esposo e hijos! Y, sea casada o soltera, ¡qué bendición es tal mujer para la congregación cristiana! Los testigos de Jehová verdaderamente están muy agradecidos de tener entre ellos ministras fieles. Su celo e integridad constante son una fuente de estímulo, y las congregaciones se enriquecen por sus cualidades femeninas de interés y comprensión benévolos, ya que todos trabajan juntos en unidad en hallar y atender las “ovejas.”
2. ¿Por qué el encanto y la lindura no son los factores que determinan si una mujer es verdaderamente atractiva?
2 Tales mujeres son verdaderamente hermosas a los ojos de Jehová y a los hombres temerosos de Dios. La belleza es atractiva, y la atracción ciertamente es una cualidad deseable. Verdaderamente, sería contranatural el que una mujer no quisiera ser atractiva a otros. El proverbio dice: “La mujer con encanto es la que se ase de la gloria.” (Pro. 11:16) Pero al mismo tiempo Proverbios 31:30 declara: “El encanto puede ser falso, y la lindura puede ser vana; pero la mujer que teme a Jehová es la que se procura alabanza.” La lindura y el encanto superficial sin el temor de Jehová verdaderamente serían vanos y falsos. De modo que éstos no son los factores que determinan si una mujer es verdaderamente atractiva. En realidad, una mujer pudiera ser muy hermosa de manera física y no obstante, para un hombre que tuviera discernimiento maduro, pudiera ser una mujer sumamente inatractiva. Debido a su disposición de ánimo, quizás por el hecho de ser mujer contenciosa, una esposa que en otro sentido es atractiva puede ahuyentar a su esposo con tanta seguridad como lo ahuyenta el agua que va cayendo de un techo que gotea en un tiempo de lluvia.—Pro. 27:15.
MARCO TEOCRÁTICO DE LA MUJER
3. ¿En qué marco teocrático de cosas ha colocado Jehová a la mujer?
3 Cualquier cosa adquiere belleza adicional cuando se ve en su propio marco, porque encaja bien en éste. Fuera de ese marco pierde mucho de su belleza y verdaderamente puede llegar a ser solo simple o hasta fea. Igualmente Jehová ha preparado el marco correcto para la mujer en su arreglo teocrático de cosas. Bajo inspiración el apóstol escribió en 1 Corintios 11:3: “La cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez la cabeza de la mujer es el varón; a su vez la cabeza del Cristo es Dios.”
4. ¿Por qué ha arreglado Jehová jefatura en su organización, y es el asignar al hombre como cabeza de la mujer menospreciativo para ella?
4 Esta declaración de principio de la Palabra de Dios que gobierna la relación del hombre y la mujer quizás les sea difícil de aceptar a algunos. Quienes abogan por la “emancipación de la mujer” quizás no estén de acuerdo, y quizás crean que el aceptarlo sería un paso retrógrado. Pero lo que el apóstol escribe no es con el propósito de ser menospreciativo para la mujer, así como el tener a Cristo como cabeza no es menospreciativo para el hombre. Y ciertamente Cristo mismo no siente descontento en tener a Jehová como su Cabeza. Por supuesto, el hombre no es Cristo, ni, en lo que toca a eso, Cristo es Dios. Al mismo tiempo, “Dios no es Dios de desorden, sino de paz,” y el orden requiere jefatura, que alguien asuma la responsabilidad de dirigir en las varias esferas de actividad donde hay más de una persona envuelta en un asunto.—1 Cor. 14:33.
5. (a) Por eso, con respecto al arreglo de cosas de Jehová, ¿cómo puede estar contenta y feliz la mujer? (b) ¿Qué le resulta a la mujer que trata de competir con el hombre por la jefatura?
5 En la relación del hombre y la mujer, Dios, habiendo creado primero al hombre, le asignó, junto con las responsabilidades concomitantes, la posición de cabeza de la familia, cabeza de su esposa. Esto se hizo con el propósito de que resultara en la bendición de la familia, en la paz y felicidad de todos sus miembros. La mujer casada que reconoce este hecho, y que tiene por esposo a un hombre que cumple su papel como cabeza cristiana, verdaderamente es muy bendita. Ella está en el marco que Dios arregló para ella, y ella tiene toda razón para estar contenta y feliz. La mujer sensata aprecia esto y está agradecida. La mujer que rechaza el marco que Jehová ha diseñado para ella y que se esfuerza por competir con el hombre como cabeza pierde su belleza como mujer. Ya no es “el [vaso] femenino.” (1 Ped. 3:7) Aunque lo declaró bruscamente, el sabio, no obstante, estaba hablando con verdad cuando dijo: “Como nariguera de oro en el hocico de un cerdo, así es la mujer que es bonita pero que se está apartando de la cordura.”—Pro. 11:22.
6. ¿Cómo describe Pedro la atracción teocrática de la mujer casada?
6 El reconocer la mujer el arreglo de Jehová y el conformarse felizmente a él son esenciales para su propio gozo y contentamiento y la hacen un haber sumamente valioso para la sociedad del nuevo mundo. El apóstol Pedro describe el valor y la atracción de las mujeres casadas en este marco teocrático con estas palabras: “De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto. Y que su adorno no sea el de trenzados externos de cabello y el de ponerse ornamentos de oro, ni el de usar prendas exteriores de vestir, sino que sea la persona secreta del corazón en la vestidura incorruptible del espíritu tranquilo y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios.”—1 Ped. 3:1-4.
VESTIDURA ADECUADA PARA LA MINISTRA
7. ¿Es incorrecto el que una mujer dé atención a su apariencia física, y no obstante a qué adorno debería darle la mayor atención?
7 ¿Hemos de entender por estas palabras de Pedro que es incorrecto el que una mujer dé atención a su apariencia física? No, de ninguna manera. Pedro no está diciendo que el trenzarse el pelo y el ponerse ornamentos de oro son incorrectos en sí, así como no es incorrecto el usar una prenda exterior de vestir. En el día de Pedro y en tiempos más primitivos la costumbre común era que las mujeres tuvieran el pelo muy largo, y el trenzarlo no solo se hacía con el propósito de exhibir belleza sino que también era de valor práctico. Sin embargo, como en nuestro día, también en aquel entonces algunas mujeres pasaban mucho tiempo arreglándose el pelo, a menudo decorando su pelo con ornamentos de oro, hasta tal grado de que esto llegaba a ser una obsesión, y estaban más preocupadas con su apariencia exterior que con lo que eran verdaderamente adentro. Por eso, Pedro muestra dónde colocar el énfasis, en qué se debe estar interesado principalmente, a saber, en “la persona secreta del corazón en la vestidura incorruptible del espíritu tranquilo y apacible.”
8. ¿Por qué debe usar la ministra buen juicio en la manera en que se viste?
8 Al ir de casa en casa hablándole a la gente acerca de las buenas nuevas del reino de Dios, la ministra representa a Cristo, exactamente como el varón. Por eso, la ministra querrá usar buen sentido en el modo de vestir, teniendo presente la dignidad de su asignación, y nunca vistiéndose de alguna manera que hiciera que alguien tropezara por el mensaje que ella lleva. Debido a la manera pública en que ella lleva a cabo su ministerio, ella se encuentra muy ante la vista del público. Los observadores se inclinan a juzgar su mensaje según la apariencia exterior de ella.
9. ¿Qué tendencia mundial evitará la ministra, y por qué?
9 Aunque sea femenina con gusto en el vestir, la ministra evitará la tendencia del mundo de acentuar en demasía el sexo por medio del uso exagerado de maquillaje y estilos de vestidos que son sensuales y provocativos. Esto no solo impediría que la gente la tomara en serio como ministra cristiana, sino que es más probable que transmita una impresión completamente opuesta. (Isa. 3:16-23) Por eso, ella evita la tendencia del mundo de atribuirle mayor importancia a la seducción sexual como si ése fuese el único objetivo en la vida, y así no cae en la trampa de llegar a estar demasiado ansiosa en tales asuntos, o de exagerar tanto que su apariencia física distraiga en vez de ser decorosamente atractiva.
10. ¿Qué otro extremo debe evitarse, y qué aconseja Pablo en cuanto al vestido en 1 Timoteo 2:9, l0?
10 Al mismo tiempo no queremos que la atención de las personas se distraiga de nuestro mensaje debido a nuestra falta obvia de interés en nuestra apariencia personal. La Biblia no condena el uso de joyas ni ornamentos, ni de otras cosas que pudieran considerarse ayudas para la belleza, es decir, cuando éstos se usan de manera modesta y con buen juicio. (Gén. 24:22; Éxo. 35:22) La actitud correcta de preocupación la expresa el superintendente cristiano Pablo, que escribió: “Igualmente deseo que las mujeres se adornen en vestido bien arreglado, con modestia y buen juicio, no con estilos de cabellos trenzados y oro, o perlas, o traje muy costoso, sino de la manera que es propio de mujeres que profesan reverenciar a Dios, a saber, por medio de obras buenas.” (1 Tim. 2:9, 10) En cualquier país y sean cuales sean las costumbres locales de vestir, la modestia y la reverencia de ella a Dios ayudarán a la ministra a decidir cómo vestirse adecuadamente para cada ocasión y circunstancia.
11. (a) ¿Qué identifica realmente a una mujer como sierva de Dios y verdaderamente atractiva? (b) ¿Qué significa tener un “espíritu tranquilo y apacible”?
11 Pero lo que verdaderamente identifica a una mujer como sierva de Dios son sus buenas obras en el ministerio. El tener la “vestidura incorruptible del espíritu tranquilo y apacible” la señala como una mujer de belleza y atracción verdaderas. Es esta vestidura la que distingue a la mujer cristiana de otras mujeres. El tener “espíritu tranquilo y apacible” significa tener un genio calmado y apacible, manteniéndolo aun en tiempos de dificultad. Significa el estar contenta de mente, con un corazón libre de envidia, orgullo o malicia. Significa tener una disposición que prontamente se conforme a la voluntad de Jehová y coopere voluntaria y felizmente con consiervos en la sociedad del nuevo mundo. La mujer que tiene un corazón bueno y un espíritu apacible sigue siendo siempre una bendición para aquellos con quienes se asocia. Y, de más importancia, tiene el favor de Jehová, lo cual conduce a la vida sin fin en su nuevo orden de justicia.
MUJERES FIELES DE TIEMPOS ANTIGUOS
12. ¿De qué es Sara un ejemplo sobresaliente, y cómo fue bendecida?
12 Remontándose a través del tiempo, el apóstol Pedro continúa: “Porque así, también, se adornaban en otros tiempos las mujeres santas que esperaban en Dios, sujetándose a sus propios esposos, como Sara obedecía a Abrahán, llamándolo ‘señor.’ Y ustedes han venido a ser hijas de ella, si es que siguen haciendo el bien y no temiendo a ninguna causa de terror.” (1 Ped. 3:5, 6) Considere la bendición que recibió la fiel Sara de parte de Jehová. Como esposa del patriarca fiel Abrahán llegó a ser la madre de Isaac, un hijo “que nació según la manera del espíritu,” y así llegó a ser una antepasada de Jesucristo. (Gál. 4:29) Hoy en día a las mujeres cristianas que manifiestan las mismas cualidades que Sara, especialmente en la cualidad que Pedro considera, la de sujeción como mujeres casadas con fidelidad y lealmente, se les menciona como “hijas” de Sara, así como a los que se adhieren a la fe de Abrahán se les llama “hijos” suyos.—Gál. 3:7.
13. ¿Qué cualidades identificaron a Rebeca como una novia adecuada para Isaac?
13 Y, ¿qué hay de aquella otra antepasada de Jesús, Rebeca, a la que se describe, cuando el siervo de Abrahán la encontró, como una joven que “era de apariencia muy atractiva”? Pero no era solo su apariencia exterior lo que era atractivo, ni era su encanto físico la cualidad esencial que le consiguió a Rebeca una bendición. Era porque ella demostró ser trabajadora asidua y modesta que el siervo de Abrahán pudo identificarla como la novia en perspectiva para Isaac.
14. ¿A qué prueba se encaró Rebeca, requiriendo que ella demostrara estas cualidades?
14 La prueba sencilla por la cual él decidió no tuvo nada que ver con la belleza física. “Lo que debe suceder es que a la joven que le diga yo: ‘Baja tu jarra de agua, por favor, para que beba,’ y que verdaderamente diga: ‘Bebe, y también daré de beber a tus camellos,’ ésta es la que debes asignar a tu siervo, a Isaac.” Y así fue exactamente como resultó. Cuando el siervo le pidió de beber a Rebeca, ella inmediatamente accedió con un respetuoso: “Bebe, mi señor,” y ofreció dar de beber a los camellos “hasta que terminen de beber.” Esta no era tarea pequeña, porque había diez camellos a los cuales darles de beber. Luego, más tarde, cuando el siervo de Abrahán dio a saber su misión, Rebeca aceptó voluntariamente el privilegio de llegar a ser la esposa de Isaac. Con razón, cuando Isaac finalmente conoció a Rebeca, “se enamoró de ella.”—Gén. 24:14-21, 58, 67.
15. ¿Cómo contiene el relato de Isaac y Rebeca consejo oportuno para el joven que considera el matrimonio?
15 Este relato bíblico también es oportuno por el consejo que entraña para los hombres cristianos que quizás estén considerando el matrimonio, en cuanto a qué deben buscar en su cónyuge. Rebeca era una muchacha hermosa, pero el siervo de Abrahán sabía que eso no bastaba. Se aseguró de que ella tuviera las cualidades correctas de corazón para llenar los requisitos de esposa para el hijo de su amo. Es prudente el joven si se asegura de que la muchacha con quien se va a casar tiene cualidades semejantes, y él tiene que ser lo suficientemente maduro para poder hacer tal decisión, si sus padres no deciden por él. Aunque en muchos países un joven está libre para escoger su propio cónyuge, una libertad que Isaac no ejerció en el caso de Rebeca, no obstante mostraría madurez de su parte el que estuviera dispuesto a escuchar consejo de personas de mayor edad, especialmente el de sus padres, si son cristianos maduros ellos mismos, aunque la decisión final puede ser la suya.
16. (a) ¿De qué privilegio disfrutó Débora? (b) ¿Qué privilegios tuvo María, pero cómo da su registro una nota de precaución?
16 Otras mujeres fieles de la antigüedad gozaron de privilegios especiales de servicio de parte de Jehová. Débora, por ejemplo, llegó a ser profetisa y tuvo la conmovedora oportunidad de trabajar con el juez Barac, el comandante de las fuerzas de Israel, que destruyó los ejércitos del rey Jabín de Canaán con la ayuda de Jehová, y libró a la nación de veinte años de opresión. (Jue. 4:1–5:31) María ciertamente gozó de muchos privilegios benditos de servicio en asociación con su hermano Moisés, al conducir él a la nación de Israel fuera de Egipto y a través del desierto. Entre otras cosas, ella también sirvió de profetisa y de directora de las mujeres cantantes. (Éxo. 15:20) Pero el ejemplo de ella da una nota de precaución. Cuando ella se salió de su asignación teocrática y habló contra el siervo de Dios, Moisés, fue herida de lepra. Lo asqueroso de esta enfermedad verdaderamente reflejó lo inatractivo que fue su modo de proceder a la vista de Jehová y de Moisés. Como consecuencia ella quedó excluida del campamento de Israel por determinado tiempo.—Núm. 12:1-16.
17. ¿Qué buenas cualidades manifestó Dorcas? ¿cuáles Lidia? ¿Qué bendiciones recibieron ellas?
17 Luego piense en algunas de las mujeres fieles que fueron bendecidas en el tiempo de Jesús y de la congregación cristiana primitiva. Piense en lo que le sucedió a la generosa Tabita, o Dorcas. Esta discípula de la ciudad de Jope era una costurera asidua que “abundaba en buenos hechos y en dones de misericordia.” Un día se enfermó y murió. Y, ¡qué bendición inesperada recibió—el ser levantada de entre los muertos por el apóstol Pedro! (Hech. 9:36-42) Luego estuvo Lidia de Tiatira, también una mujer trabajadora asidua, “vendedora de púrpura.” Su corazón fue sumamente receptivo a la predicación de las buenas nuevas por Pablo, y ella mostró hospitalidad elogiable al ofrecer albergue en su casa al apóstol y sus compañeros misioneros. Verdaderamente, Lucas se vio impulsado a escribir que “sencillamente nos obligó a aceptar.” Su hogar aparentemente fue usado más tarde como lugar de reuniones para los creyentes, y su nombre sigue viviendo en el registro bíblico como testimonio de sus buenas obras.—Hech. 16:14, 15, 40.
18. ¿De qué fue Priscila un ejemplo excelente, y cómo mostró esto ella, resultando en qué privilegios de servicio?
18 Priscila es otra mujer a la cual se menciona en varias ocasiones en las Escrituras Griegas Cristianas. Es interesante el hecho de que en los seis lugares en el registro donde aparece su nombre siempre se menciona en asociación con su esposo. Con él participó en extender hospitalidad a Pablo durante su visita a Corinto y sin duda logró mucho en edificar la nueva congregación allí. En por lo menos una ocasión esta pareja fiel ‘arriesgó su propio cuello’ para salvar a Pablo y así merecieron las gracias de todas las congregaciones. Con su esposo, Priscila viajó con Pablo a Éfeso y allí tuvo el privilegio de ayudar al influyente Apolos a llegar a un conocimiento exacto de la verdad, y su hogar llegó a ser el lugar de las reuniones locales para la congregación. Así ella es un excelente ejemplo para las mujeres de hoy en día que tienen el privilegio de estar casadas con hombres dedicados que quizás sean superintendentes de congregación, ministros viajeros o misioneros en una tierra extranjera. Su apoyo leal trae consigo gozosos privilegios de servicio.—Hech. 18:2, 18, 26; Rom. 16:3-5; 1 Cor. 16:19; 2 Tim. 4:19.
19. ¿En qué dos ocasiones en el ministerio de Jesús obró María la hermana de Marta de una manera que resultó en bendición para ella?
19 Cuando pensamos en mujeres fieles del tiempo de Jesús, ningún nombre se recuerda más prontamente que el de María de Betania, la hermana de Marta y de Lázaro. ¿Quién no se ha enterado de la ocasión en que Jesús visitó el hogar de Marta; y María, en vez de estar demasiado preocupada con las cosas materiales, “se sentó a los pies del Señor y se quedó escuchando su palabra”? Debido a esto, Jesús la elogió. En una ocasión posterior María ungió a Jesús con costoso aceite perfumado en el hogar de Simón el leproso. Cuando otros, incluyendo a Judas Iscariote, criticaron su acción, Jesús dijo: “Excelente hecho hizo ella para conmigo. . . . Ella hizo lo que pudo . . . En verdad les digo: Dondequiera que se prediquen las buenas nuevas en todo el mundo, lo que hizo esta mujer también se contará para memoria de ella.”—Luc. 10:38-42; Mar. 14:3-9; Juan 12:1-8.
20. (a) ¿Hallamos mujeres semejantes en la sociedad del nuevo mundo hoy en día? (b) ¿Cuáles son algunos de los privilegios de servicio disponibles para ellas?
20 Y, ¿qué hay de hoy en día? ¿Encontramos a mujeres como ésta sirviendo con la congregación cristiana moderna? ¿Mujeres como Sara, que dio ejemplo tan excelente de sujeción como mujer casada; mujeres como la atractiva y trabajadora asidua Rebeca, como la hospitalaria Lidia y la generosa Dorcas, como la leal y fiel Priscila y como María, que “hizo lo que pudo” en los intereses de la adoración verdadera? ¡Gracias sean dadas a Jehová, porque sí las tenemos! Y, ¡qué privilegios conmovedores están disponibles para tales mujeres fieles en este día! Junto con los varones creyentes participan de los mismos privilegios de dedicarse para efectuar la voluntad de Jehová, de ser bautizadas, de llegar a ser ministras de las buenas nuevas. Pueden conducir estudios bíblicos de casa con personas interesadas y participar en entrenar a sus propios hijos para que lleguen a ser ministros dedicados también. Pueden emprender el ministerio de tiempo cabal como precursoras, como precursoras especiales o hasta como misioneras en un país extranjero, o quizás entrar en el servicio de Betel.
21. Por eso, ¿cómo pueden las mujeres dedicadas considerar sus oportunidades de servicio a Jehová?
21 En vista de todo esto, ninguna mujer dedicada tiene que sentirse de alguna manera limitada por falta de oportunidades para servir a Jehová. Más bien, hay toda oportunidad para que las ministras ensanchen sus privilegios de servicio, y toda mujer dedicada querrá ‘hacer lo que pueda’ para adelantar a la madurez, para cumplir su papel entre el pueblo de Dios fielmente, y así ser de gran valor a la vista de Dios y conseguir la alabanza honorable de sus compañeros cristianos.
[Ilustración de la página 495]
“Bebe, mi señor.”