-
¿Qué quiso decir el sabio?La Atalaya 1978 | 15 de mayo
-
-
regocija la vida; pero el dinero es lo que tiene buena acogida en todo.” (Ecl. 10:19) Se puede disfrutar muchísimo del comer y junto con ello tener conversación agradable. Pero sin dinero no se puede obtener el pan, y el beber vino causa regocijo limitado cuando lo que uno tiene para las cosas necesarias de la vida es muy poco. En este sistema presente, el dinero es el medio por el cual se pueden obtener todas las cosas materiales y, por lo tanto, “es lo que tiene buena acogida en todo.” El pensamiento detrás de la declaración de Salomón puede ser que, siendo diligente, el hombre puede obtener el dinero que necesita para el pan y el vino, para las comodidades que hacen que se pueda disfrutar mejor de la vida.
Luego amonesta Salomón: “Ni aun en tu alcoba invoques el mal contra el rey mismo, y en los cuartos interiores donde te acuestas no invoques el mal contra ningún rico; porque una criatura volátil de los cielos transmitirá el sonido y algo que es dueño de alas informará el asunto.” (Ecl. 10:20) Aunque la clase gobernante descuide los asuntos del Estado, el sabio todavía no se arriesga innecesariamente. Si no está dentro de su poder el corregir una situación, ¿de qué provecho sería el que refunfuñara y se quejara en la parte más remota de la casa? Alguien pudiera creer que no hay quien pueda estar escuchando lo que dice. Pero a veces las cosas salen a luz de las maneras más insólitas e inesperadas. Por eso, ¿por qué poner en peligro uno su paz y seguridad haciendo comentarios indiscretos acerca de personas que están en autoridad? (Compare con Mateo 12:36, 37; Romanos 13:1; Tito 3:1, 2; 1 Pedro 2:13-17.) ¡Qué práctico es el consejo de Salomón!
-
-
Ensanchando su servicio sagradoLa Atalaya 1978 | 15 de mayo
-
-
Ensanchando su servicio sagrado
“NO RETENGAS el bien de aquellos a quienes se les debe, cuando sucede que está en el poder de tu mano hacerlo.” (Pro. 3:27) ¿Sigue usted este principio en su vida? ¿Busca oportunidades para hacer el bien a otros? Si las busca, sin duda es persona feliz, pues los que dan generosamente de sí son los individuos más felices.—Hech. 20:35.
Pero ¿qué hay de dar de usted en el servicio sagrado a Dios? ¿Está en el ‘poder de su mano’ hacer más de lo que está haciendo en la actualidad? Le debemos nuestra vida a Jehová y, puesto que dependemos de él como Dueño nuestro, nuestro sentido de gratitud debería impelernos a hacer de todo corazón lo que él nos dice.
-