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¿Usa Pedro ahora las llaves del Reino?La Atalaya 1966 | 15 de julio
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gentiles incircuncisos. Pero no tenía el poder para hacerlo, porque el resucitado Jesucristo dijo más tarde: “Estas son las cosas que dice el que es santo, el que es verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre de modo que nadie cierre, y cierra de modo que nadie abra: ‘Conozco tus hechos—¡mira! he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar.”’ (Rev. 3:7, 8) De modo que el cielo no estuvo de acuerdo con el derrotero que Pedro estaba emprendiendo en Antioquía. Rápidamente corrigió su derrotero, sin duda en armonía con el consejo de su coapóstol Pablo. Esto está de acuerdo con lo que dijo Pedro cuando habló durante el debate sobre la circuncisión en Jerusalén. (Hech. 15:6-11) Y admitió que Pablo había hablado y escrito correctamente cuando escribió en su propia segunda carta a creyentes cristianos:
16. ¿Cómo mostró Pedro, al escribir, que estuvo plenamente en armonía con Pablo?
16 “Consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación, así como también nuestro amado hermano Pablo según la sabiduría que le fue dada les escribió, hablando de estas cosas como también lo hace en todas sus cartas. En ellas, sin embargo, hay algunas cosas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también hacen con las demás Escrituras, para su propia destrucción.”—2 Ped. 3:15, 16.
17. (a) ¿Qué enseña la Biblia acerca de que Pedro, o un papa, pudiera permitir o negar la entrada al cielo a individuos? (b) ¿Qué determina si una persona que espera recibir el reino del cielo realmente logre este galardón o no? (c) ¿A quién, entonces, se atribuye el crédito por abrir las oportunidades del Reino, y también por las bendiciones que habrán de ser traídas a la humanidad mediante ese reino?
17 Pedro no se consideró un papa infalible, ni pensó que era portero del cielo. Todo esto está en armonía con el resto de la Biblia, que enseña que Jehová Dios, no Pedro, es el Gran Juez de su pueblo y usa a Cristo Jesús como Juez asociado con él. También, los que sí entran en el reino de los cielos tienen que aprovecharse de esta oportunidad mientras están en la Tierra y tienen que llevar una vida de integridad. Si uno entra en el cielo, se debe a que verdaderamente ha seguido los pasos de Jesús en la Tierra. A Jehová Dios se le atribuye todo el crédito por su bondad inmerecida al abrir el camino al reino del cielo y al escoger a los que habrán de ser herederos del Reino con Cristo. Correspondientemente, a Jehová se le atribuye el crédito por arreglar el dominio del Reino sobre la Tierra y por establecer su reino en 1914 E.C., para que comiencen a ser derramadas bendiciones plenas sobre la humanidad durante esta generación mediante su bondad inmerecida.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1966 | 15 de julio
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Preguntas de los lectores
● ¿Tiene uno que cumplir todos los votos que haya hecho a Dios antes de llegar a ser cristiano dedicado?—R. J., EE. UU.
Los votos no se deben tratar con ligereza, como lo indica la Biblia en Eclesiastés 5:4-6: “Siempre que votes un voto a Dios, no titubees en pagarlo, porque no hay deleite en los estúpidos. Lo que votes, págalo. Mejor es que no votes que el que votes y no pagues. No dejes que tu boca haga pecar a tu carne, ni digas delante del ángel que fue un error.”
Cuando alguien hace un voto solemne a Dios, lo hace voluntariamente, no bajo compulsión. Por lo tanto, debe haber la disposición de cumplir el voto. En vista de lo serio del asunto, las Escrituras recomiendan una consideración cuidadosa por adelantado de las obligaciones que uno asumiría al hacer el voto. Proverbios 20:25 declara: “Es un lazo cuando el hombre terrestre ha gritado con precipitación: ‘¡Santo!’ y después de los votos está dispuesto a hacer examen.” Por lo tanto, los votos a Dios no se deben tratar con ligereza sino que deben ser el resultado de cuidadosa consideración de antemano, no de mera emoción o entusiasmo momentáneo.
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