El deleite de Jehová tendrá éxito
“En su mano lo que es el deleite de Jehová tendrá éxito.”—Isa. 53:10.
1. ¿Qué puede causar congoja y desilusión, llevando a qué conclusión?
¿HA DICHO usted alguna vez: “¡Oh! eso sería deleitable, si solo pudiera estar seguro de ello”? Sin duda usted lo ha dicho, muchas veces. Quizás haya sido algún sueño acariciado de la niñez. Quizás fue algo más serio y de más importancia, la ambición y esperanza más querida de su vida... solo para darse cuenta de que era demasiado costoso y estaba fuera de su alcance, lo cual le resultó en mucha congoja y triste anhelo. Aunque quizás haya reconocido la existencia de un Creador, quizás haya concluido que él estaba demasiado remoto para interesarse en usted como individuo. ¿Es ésta una conclusión correcta? ¿Pudiera haber razones sólidas para pensar de otra manera, dándole a usted un punto de vista nuevo y una esperanza renovada?
2. ¿Qué esfuerzos se han hecho para resolver los problemas de la vida? ¿Con qué resultados?
2 Muchos y variados han sido los esfuerzos por resolver los problemas de la vida. No ha habido escasez de remedios que prometen una solución, presentados por individuos, también por organizaciones de toda clase. Sin embargo, en todo respecto, ¿cuáles han sido los resultados? Unos cuantos han afirmado haber hallado el secreto del éxito, pero, ¿sobre qué base? Ciertamente a menudo lo han realizado aislándose, ya sea literal o figurativamente, de las cosas desagradables de la vida, lo cual ha producido una actitud egocéntrica. ¿Le parece a usted que eso trae verdadera satisfacción? Otros buscan una solución rehusando molestarse por tales cosas. Resienten cualquier esfuerzo por abordarlos, pues opinan que se hace con el intento de perturbar su modo de vivir. ¿Cree usted que sería prudente y bueno adoptar esa actitud?
3. ¿Dónde hallamos algo que está en contraste con los problemas del hombre, y a qué preguntas provoca?
3 En contraste con esto, sea que miremos a los cielos arriba o a la Tierra abajo, nos maravillamos de la manera libre de asperezas en que funcionan las cosas, animadas e inanimadas. El entero arreglo, sea que lo veamos por telescopio o microscopio, o solo a simple vista, nos hace admirar muchísimo la eficacia y la belleza de todo ello. Es tanto un deleite como un éxito, y nos vemos obligados a reconocer, con lógica apremiante, que ciertamente debe haber un magnífico Diseñador y Creador. El Libro de la Creación Visible nos enseña todo eso, pero no abarca lo suficiente. Nos hace preguntar y desear saber si hay algún otro libro que no solo dé esperanzas de una explicación satisfactoria de las cosas que afectan a la humanidad, sino que también revele una solución de la cual individualmente podemos aprovecharnos, llevándonos a un resultado deleitable y permanente. ¿Es eso pedir demasiado?
4. ¿Qué es lo que se opina hoy generalmente sobre la Biblia, y quiénes son responsables de esto?
4 Ciertos libros, patrocinados por organizaciones religiosas, se tienen por inspirados, y aparentan formular un modo de vivir que resulte en todo lo que ha de desearse. Pero solo hay un libro, o, más literalmente, una colección de libros, que realmente afirme dar, y que de veras da, respuestas completas y satisfactorias a nuestras preguntas. Ese libro es la Santa Biblia. Por favor no diga que usted lo conoce, o por lo menos ciertas partes, pero que en el mejor de los casos solo ha sido de provecho temporal, dando cierta tranquilidad de ánimo y disfrute. Y, por favor, no se desanime por el uso que se hace de la Biblia en las iglesias de la cristiandad, uso que solo puede describirse como una formalidad vacía en su mayor parte. En particular desde la II Guerra Mundial, se le ha dado cada vez menos atención, respeto y crédito a la Biblia. Esto es verdad de aquellos que deberían ser los mejores amigos de ella, los miembros de las iglesias de la cristiandad. Lo mismo puede decirse de muchos libros, como los diccionarios y comentarios bíblicos, que profesan ser buenos amigos de la Biblia. La tendencia moderna es apoyarse cada vez más en la crítica textual de la Biblia, y aceptar la opinión y el razonamiento humanos, en vez de aceptar la Biblia misma como la autoridad final.
5. ¿Dónde y cómo hallamos un contraste a la tendencia general, llevando a qué expectación?
5 Sin embargo, hay un grupo de personas cristianas que resalta en contraste señalado con esta tendencia general. Los testigos de Jehová, tanto en su actitud como en su proceder, también en sus publicaciones, son fuertes defensores de la Biblia como la Palabra de Dios. Dicen con convicción, como dijo Cristo Jesús, su Caudillo: “Tu palabra es la verdad.” Dicen y creen como el apóstol Pablo, que “toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, . . . para toda buena obra,” para satisfacer toda necesidad. Los testigos de Jehová no son un pueblo desilusionado, frustrado, y sinceramente lo invitamos a usted, junto con ellos, a considerar la buena base que hay para acariciar y realizar aquello que le proporcionará la mayor felicidad y satisfacción segura.—Juan 17:17; 2 Tim. 3:16, 17; vea también 2 Pedro 1:21.
6. (a) ¿Sobre qué base pueden edificarse buenas expectaciones? (b) ¿Significa esto un proceder fácil, y cuál es el secreto del éxito?
6 Primero, consideraremos el propósito del Creador como se bosqueja en su Palabra. Veremos cómo se está ejecutando, por qué se logrará con éxito seguro, y por qué puede llamarse apropiadamente su deleite. Esto, a su vez, ayudará a edificar en su propio corazón y mente los más excelentes deseos y miras posibles, aunados a la dirección y ayuda necesarios para asegurar su consecución. Contrario a su experiencia actual, estas esperanzas acariciadas no acabarán en desconsuelo y vejación. Esto no significa que de aquí en adelante su proceder en la vida será fácil y como coser y cantar. Más bien, usted será como el hombre que, antes de iniciar un gran proyecto, primero se sienta y cuidadosamente ‘calcula los gastos,’ entonces decide que está dispuesto a pagar el precio. Usted será como el hombre que, después de años de sufrir como cristiano, dijo: “No nos rendimos . . . porque aunque la tribulación es momentánea y liviana, obra para nosotros una gloria que es de más y más sobrepujante peso y es eterna.” El poner su propio propósito en la vida en plena conformidad con el grandioso propósito del Creador, éste es el secreto del éxito para usted personalmente.—Luc. 14:28; 2 Cor. 4:16-18.
EL PROPÓSITO INFALIBLE DE DIOS
7. (a) ¿Tuvo un propósito Dios al crear al hombre, y cómo está creado a la imagen de Dios? (b) ¿Cómo puede usted sacar provecho de eso, y qué condiciones tienen que satisfacerse?
7 Jehová es el Creador de los cielos y la Tierra, y todas las cosas que hay en ellos, incluso el hombre. No obstante, más que solo darles un comienzo y dejarlos para que ellos continúen por sí solos, él tiene un propósito duradero en su creación. Confirma esto lo que Juan, en visión, oyó decir a los que estaban en el cielo: “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas.” (Rev. 4:11) Nosotros no somos criaturas de la casualidad, mucho menos productos de algún proceso evolutivo, ciego e impersonal. Más bien, como dice la Biblia, el hombre fue creado “a la imagen de Dios.” (Gén. 1:27) El hombre posee una mente y un corazón que no están controlados automáticamente por instinto, sino que pueden pensar y razonar independientemente, forjar planes y tomar decisiones, ejercer libre albedrío, edificar fuertes deseos y motivación. Es por eso que usted puede ejercer las excelentes cualidades de amor y lealtad, de devoción e integridad. Es por eso que usted también puede entender lo que Dios ha revelado en su Palabra en cuanto a su voluntad y propósito, y que puede estar seguro de logro y contentamiento al poner su propia vida en armonía completa con ello. Es verdad, usted no puede adquirir ese entendimiento simplemente con una lectura superficial de la Biblia. Como dijo Jesús, estas cosas fueron ‘escondidas de los sabios e intelectuales,’ pero fueron ‘reveladas a los pequeñuelos,’ a los que tenían el deseo sincero, humilde, como de niño de ‘captar el sentido de ello con el corazón.’ Animó a personas de esa clase diciendo: “Sigan pidiendo, y se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá.”—Mat. 11:25; 13:11-15; Luc. 11:9-13; vea también 1 Corintios 1:21; 2:11-16.
8. (a) ¿Cómo resume el propósito de Dios el padrenuestro? (b) ¿Qué nos enseña éste, y cómo pudiera ilustrarse?
8 ¿Puede el propósito de Dios tocante al hombre y su hogar resumirse en unas cuantas palabras? Jesús, el Hijo de Dios, lo hizo cuando nos dio una oración modelo con estas palabras: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:9, 10) De esto aprendemos que el propósito de Dios se concentra en su reino, el cual efectuará el logro de su voluntad, o propósito, tocante al hombre y su hogar, y así será santificado Su buen nombre. Una cosa conducirá a otra de un modo natural y lógico, y al fin dará por resultado un éxito glorioso. Ilustremos esto, quizás un hombre o una mujer deseen muchísimo tener y edificar un excelente hogar y una familia feliz. Esto requiere mucho esfuerzo y muchos planes. Si tienen éxito, obtienen un buen nombre, lo cual les produce incalculable gozo y tranquilidad de ánimo. Les parece que vale la pena cualquier sacrificio y gasto, hasta sufrimiento, que estén envueltos. Les da gusto el haberse resuelto a seguir ese derrotero. De modo similar sucede con Jehová, solo que en una escala muy superior y más grandiosa, y sin ninguna posibilidad de fracaso o falta, como sucede con los proyectos y esfuerzos del hombre. Dios no tiene que forjar planes con anticipación, para ver si tiene la sabiduría y la fuerza para llevar a cabo sus deseos. Lo que Dios determina se lleva a cabo completamente sin tropiezo.
9. ¿Cómo fortalece la Biblia la fe en Dios y en su propósito, también en su “Agente Principal”?
9 Hay otro factor envuelto. En los asuntos humanos, un buen proyecto puede malograrse, o fallar, debido a los errores, o quizás trato deshonesto, de parte del agente que se use, de quien mucho depende. En contraste, Dios usa un agente de nota que demuestra ser digno de confianza hasta el límite. Note cómo esto, y los puntos susodichos, se enfatizan en la Palabra de Dios. “Jehová, el Creador de las extremidades de la tierra, es un Dios hasta tiempo indefinido. Él no se cansa ni se fatiga. No hay escudriñamiento de su entendimiento.” “Soy el Divino . . . Aquel que declara desde el principio el final . . . Aquel que dice: ‘Mi propio consejo subsistirá, y todo lo que es mi deleite haré.’” Y concerniente al “Agente Principal” de Dios, Pablo escribió: “[Dios] nos dio a conocer el secreto sagrado de su voluntad. Es según su beneplácito que él se propuso en sí mismo para una administración al límite cabal de los tiempos señalados, a saber, de reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas que están en los cielos y las cosas que están sobre la tierra . . . según el propósito de aquel que opera todas las cosas conforme a la manera que su voluntad aconseja.”—Isa. 40:28; 46:9, 10; Efe. 1:9-11; Heb. 2:10.
10. ¿Qué cosas buenas resultarán de esto?
10 Así aprendemos que Dios coloca la administración de su reino al cuidado de Cristo Jesús. “El gobierno principesco vendrá a estar sobre su hombro.” Bajo su dirección, todos los que están dispuestos a amoldarse serán reunidos y restaurados a plena armonía con Dios y su Hijo amado. De esa manera Jehová edificará una familia unida y feliz. Les dará un excelente hogar, no uno que solo dure unos cuantos años, sino uno en una Tierra paradisíaca ‘que subsistirá aun hasta tiempo indefinido,’ sí, cuando “la muerte no será más, ni existirá ya más lamento, ni clamor, ni dolor.”—Isa. 9:6; Ecl. 1:4; Rev. 21:4.
11. ¿Cuál es la evidencia de que estamos en el límite cabal de los “tiempos señalados”?
11 Usted puede estar seguro de esto. ¿Por qué? Porque el límite cabal de los “tiempos señalados” se alcanzó en 1914 E.C., cuando Dios instaló a su Hijo como rey en el monte Sion celestial. Como prueba de esto, en ese mismísimo año, hubo el gran estallido de ira entre las naciones a causa de la cuestión de la dominación mundial, como se predijo en el Salmo 2:1-6 y Revelación 11:15-18. Entonces se cumplió el mensaje de aquel que “trae buenas nuevas . . . a Sion: ‘¡Tu Dios ha llegado a ser rey!’ . . . Jehová [hace] volver a Sion.” Desde entonces el hacer volver ha estado en plena operación. Este recogimiento comenzó con aquellos que Juan vio, en visión, de pie con el Cordero en el monte Sion, la congregación cristiana. De hecho, el recogimiento del resto de éstos comenzó de manera preliminar unos cuarenta años antes de 1914. Sin embargo, especialmente desde 1935 ha habido el recogimiento de la familia más grande de Dios, la “grande muchedumbre” que tiene la esperanza terrestre, que Juan vio después que fueron sellados los 144.000.—Isa. 52:7, 8; Rev. 7:4, 9; 14:1.
FORMADOR Y RECOMPRADOR
12. ¿Qué tema pone de relieve la última parte de la profecía de Isaías?
12 Además de la perspectiva de ser miembro de esa familia feliz, usted puede tener el deleite y la emoción de participar en esa obra de recogimiento. Esto le traerá mucho consuelo, y hará posible que usted ayude y consuele a otros. Esto forma parte del tema principal de la última parte de la profecía de Isaías. Aquí hallamos un caudal de información acerca de la obra del Reino, y también aprendemos que Jehová es el Formador y el Recomprador de su pueblo. Comenzando en Isaías 40:1, escuche a Dios hablarle a su siervo: “Consuelen, consuelen a mi pueblo . . . Hablen al corazón de Jerusalén y proclámenle que su servicio militar ha sido cumplido, que su error ha sido pagado por completo. Pues de la mano de Jehová ha recibido una cantidad plena por todos sus pecados.” La profecía, siguiendo, habla de una “mujer que [trae] buenas nuevas para Sion . . . para Jerusalén.” Escuche su mensaje, que habla del recogimiento y consuelo que Dios efectuará por medio de su gobernante, Cristo Jesús: “¡Mira! El Señor Soberano Jehová mismo vendrá aun como fuerte, y su brazo estará gobernando para él. . . . Como pastor pastoreará su propio hato. Con su brazo juntará los corderos; y en su seno los llevará. A las que están dando de mamar las conducirá con cuidado.”—Isa. 40:1, 2, 9-11, New World Translation.
13. (a) ¿Cómo se identifica más extensamente al siervo de Dios? (b) ¿Qué nombres paralelos se dan al siervo de Dios y a la ciudad de Dios?
13 Jehová identifica más extensamente y anima más a su siervo: “Pero tú, oh Israel, eres mi siervo, tú, oh Jacob, a quien he escogido, la descendencia de Abrahán mi amigo . . . No tengas miedo, porque yo estoy contigo. . . . Te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia.” (Isa. 41:8-10) De paso, note que al dirigirse al pueblo de Dios, o a su ciudad capital, a menudo se usan ambos nombres suyos de modo paralelo, es decir, Jacob e Israel, y Sion y Jerusalén, como en Isaías 41:14, 27. Recuerde que (1) el nombre de Jacob fue cambiado a Israel (Gén. 32:28), y (2) que Sion, donde estaba situado el trono, también más tarde el sitio del Arca, llegó a ser un término que a menudo se aplicaba a la entera ciudad de Jerusalén.—Sal. 2:6; Isa. 8:18.
14. (a) La profecía a menudo tiene ¿qué cumplimiento inicial, secundario y final? (b) ¿Cómo se ve un cumplimiento espiritual, y por qué es importante esto?
14 También queremos recordar la estructura general dentro de la cual se cumplen muchas profecías. Primero, tuvieron un cumplimiento literal en su propio día. Segundo, tuvieron un cumplimiento posterior cuando Jesús estuvo en la Tierra, visto en acontecimientos tales como su nacimiento milagroso, la obra de Juan el Bautista, y por el hecho de que Jesús mismo citó un pasaje que hacía referencia a su comisión de predicar. (Isa. 7:14; 40:3; 61:1, 2; Mat. 1:18-23; 3:1-3; Luc. 4:17-21) Además, Pablo y otros muestran que ciertas profecías aplicaron a la congregación cristiana como un Israel espiritual, la verdadera “descendencia de Abrahán mi amigo.” Como dijo Pablo: “Los hijos en la carne no son realmente los hijos de Dios, sino que los hijos de la promesa [como Isaac] son contados como descendencia.” También dijo: “Si [ustedes, los cristianos] pertenecen a Cristo, realmente son descendencia de Abrahán.” (Rom. 9:8; Gál. 3:29) Es esencial aceptar esta guía inspirada al considerar el cumplimiento final y mayor de estas profecías ahora y en el futuro cercano. Solo procediendo así puede usted responder a la invitación de Jehová de trabajar con él y su Hijo. Al proceder así, puede ‘hacerse constante, inmovible, siempre teniendo mucho que hacer en la obra del Señor, sabiendo que su labor no es en vano en lo relacionado con el Señor.’—1 Cor. 15:58.
15. ¿En qué plenitud de capacidad se revela Jehová?
15 Vea en qué capacidad plena se revela Jehová en esta última parte de la profecía de Isaías. En la procreación humana, el padre es el que provee la nueva vida. Él la inicia, pero es la madre la que provee y alimenta el cuerpo para esa nueva vida, formada dentro de ella durante la preñez. También después del nacimiento, ella es la que principalmente tiene la responsabilidad de seguir dándole atención y alimentación. Sin embargo, en lo que toca a Jehová él no solo es el Creador inicial de su siervo. Hablando a su siervo, se refiere a sí mismo con siete títulos diferentes, como “tu Creador . . . tu Formador . . . tu Dios . . . tu Salvador . . . el Recomprador de ustedes . . . el Santo de ustedes . . . su Rey.” Enfatiza su papel de Formador, diciendo: “Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Hacedor y tu Formador, que siguió ayudándote aun desde el vientre.”—Isa. 43:1, 3, 14, 15; 44:2; vea también Isaías 44:21, 24.
16. (a) ¿Cómo formó y recompró Dios desde temprano a su pueblo Israel? (b) Respecto a esto, ¿cuál era la situación en el día de Isaías?
16 Esto tuvo un principio con el pueblo antiguo de Dios. Comenzando con los doce hijos de Jacob, Dios comenzó a formarlos como pueblo, y los preservó durante su larga estancia en Egipto. Ese período podría asemejarse a una preñez, precediendo a su nacimiento como nación en el monte Sinaí, cuando recibieron un código nacional de leyes, incorporado en el pacto de la Ley. Dios también era su Recomprador, pues libró a su pueblo por fuerza cuando Faraón rehusó dejarlo ir. De hecho, Faraón tuvo que pagar el precio con la muerte de su hijo primogénito, también Egipto con la pérdida de su ejército en el mar Rojo. (Éxo. 4:23; Isa. 43:3) En el día de Isaías, siete siglos después, había surgido una nueva situación, que suministraba significado adicional a los títulos de Jehová. Tanto el reino de Israel como el reino de Judá fueron culpables de idolatría y desafuero crasos. Judá entró en cautiverio a Babilonia, que calculaba retenerlos como esclavos para siempre. Jehová prometió amorosamente borrar las transgresiones de su pueblo, declarándose ser “tu Recomprador y el Formador de ti desde el vientre.” Hasta predijo con mucha anticipación cómo y por quién se haría esto, que él era “Aquel que dice de Ciro: ‘Es mi pastor, y todo aquello en que me deleito él lo llevará a cabo por completo’; aun en mi decir de Jerusalén: ‘Será reedificada,’ y del templo: ‘Te será colocado tu fundamento.’” (Isa. 44:21-28) El resto que a su tiempo regresó de Babilonia participó en esta obra magnífica, y, aunque a muchos les faltaba fe, qué deleite fue para siervos fieles como Zacarías y otros ayudar a traer esta obra a una conclusión con éxito.—Zac. 4:9, 10.
17. ¿Qué sucedió de modo similar con la congregación cristiana primitiva?
17 Cosas semejantes sucedieron con la congregación cristiana primitiva. Comenzando con los discípulos de Juan el Bautista, y durante todo el ministerio de Jesús, Dios estaba preparando y formando un grupo de personas para que llegaran a ser una “nación santa,” el Israel espiritual. (1 Ped. 2:9; Gál. 6:16) El nacimiento de esa nación aconteció en el Pentecostés de 33 E.C., cuando fueron introducidos en el nuevo pacto, y recibieron el derramamiento del espíritu santo. Escribiendo a los romanos, Pablo mostró que estos conversos cristianos primitivos eran un cumplimiento adicional del “resto” mencionado por Isaías. Él también citó de Isaías para mostrar que otros, no judíos, serían añadidos de modo que “todo Israel [espiritual] será salvo.”—Rom. 9:27-29; 11:5, 25, 26.
18. ¿Cómo ha sido Jehová el Formador y Recomprador de su pueblo del día actual?
18 Como ya se indicó, ahora tenemos el privilegio de ver y participar en la plena operación y actividad que acompañan al cumplimiento final de estas profecías. Se identifica al “resto” del día actual como los miembros que quedan de la congregación cristiana. Como su Formador, Jehová comenzó un recogimiento preliminar de éstos muchos años antes de 1914. Él también ha sido su Recomprador. No solo fueron ‘comprados con la sangre del Hijo suyo [de Dios],’ sino que fueron recomprados, o se les compró de nuevo, cuando volvió a hacerse necesaria una liberación en el período de la I Guerra Mundial. Llegaron a ser cautivos de “Babilonia la Grande.” Aunque en su mayoría habían salido de las iglesias de la cristiandad, retuvieron ciertos rasgos babilónicos, como el temor al hombre y la adoración de criaturas. Esto incurrió en el desagrado de Dios, lo cual requirió que fueran disciplinados y limpiados. Los sinceros apreciaron esto, y, cuando fueron libertados por el Ciro Mayor, Jesucristo, se regocijaron al ensalzar el nombre de Dios y proclamar intrépidamente el mensaje del Reino. Aptamente se predijeron su experiencia y sentimientos: “Te daré gracias, oh Jehová, porque aunque te enojaste conmigo, tu cólera gradualmente se volvió atrás, y procediste a consolarme. ¡Mira! Dios es mi salvación. . . . ¡Den gracias a Jehová! Invoquen su nombre. Den a conocer entre los pueblos sus tratos. Hagan mención de que su nombre está puesto en alto. Celebren a Jehová con melodía, porque ha obrado de manera sobresaliente. Esto se da a conocer en toda la tierra.”—Hech. 20:28; Rev. 17:5; Isa. 12:1-5, NW.
19. (a) ¿Qué excelente expansión ha resultado de esto? (b) ¿Dónde podemos hallar deleite y éxito?
19 Esto se ha dado a saber en toda la Tierra. Como resultado, muchos otros, no israelitas espirituales, han respondido a las buenas nuevas. Todos éstos, tanto el resto como la “grande muchedumbre,” han sido recomprados y agrupados en “un solo rebaño, [bajo] un solo pastor,” Cristo Jesús. (Juan 10:16) Esta ha sido la experiencia feliz de los testigos de Jehová. Ante nuestros mismísimos ojos podemos ver que el propósito del Creador está realizándose con éxito completo, trayéndole gran deleite a él y suministrando deleite y consuelo a los que han sido recogidos en unión con el rey reinante de Dios, Cristo Jesús. Es tal como prometió Jehová: “No volverá [mi palabra] a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado.”—Isa. 55:11.
20. ¿Qué problema atrae nuestra atención?
20 Antes de considerar más la manera en que usted puede identificar su propio propósito en la vida con el del Creador, y participar en la misma seguridad de éxito, queremos dar un vistazo más de cerca a cierta porción de la profecía de Isaías que plantea un problema. Tiene que ver con sufrimiento, pero al mismo tiempo se refiere a éste como deleite.