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Parte dosLa Atalaya 1965 | 1 de julio
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ti a fin de encontrarte al llegar. Por ti ha despertado a los que están impotentes en la muerte, todos los caudillos de la tierra semejantes a cabras. Ha hecho que todos los reyes de las naciones se levanten de sus tronos [con los que habían sido enterrados]. Todos ellos hablan en alta voz y te dicen: ‘¿Te has hecho también débil como nosotros? ¿Es a nosotros que te has hecho comparable? Abajo al Sheol ha sido traído tu orgullo, el ruido de tus instrumentos de cuerda. Debajo de ti, la cresa se extiende como sofá; y gusanos son tu cubierta.’
33 “¡Oh cómo has caído del cielo, tú el resplandeciente, hijo de la aurora! ¡Cómo has sido cortado y echado a la tierra, tú que estabas incapacitando a las naciones! . . . abajo al Sheol se te llevará, a las partes más remotas del hoyo. . . . Todos los otros reyes de las naciones, sí, todos ellos, han yacido en gloria, cada uno en su propia casa. Mas en cuanto a ti, has sido arrojado sin lugar de entierro para ti, como vástago aborrecido, vestido con hombres muertos heridos con la espada que están descendiendo a las piedras del hoyo, como cadáver pisoteado. No llegarás a estar unido con ellos en un sepulcro, porque llevaste a la ruina a tu propia tierra, mataste a tu propio pueblo.”—Isa. 14:4, 9-20.
34, 35. (a) ¿Qué revela así la profecía de Isaías en cuanto a los residentes del Sheol? (b) ¿Dónde se publicará más sobre este tema general?
34 Así al “rey” o dinastía real de Babilonia se le hace descender al Sheol, pero no con el entierro glorioso que se daba a los reyes y gobernantes mundanos de la Tierra. Sin embargo, además de ese hecho la profecía de Isaías muestra que los “caudillos de la tierra semejantes a cabras” y los “reyes de las naciones” están en el Sheol o Hades. Personajes como éstos serían “los grandes” que estarán de pie delante del gran trono blanco de juicio, cuando, como dice Revelación 20:11-13: “la muerte y el Hades [Sheol] entregaron los muertos que había en ellos.”
35 Sin embargo, más concerniente a este tema general se publicará en artículos adicionales de esta serie que habrán de presentarse en números subsiguientes de La Atalaya.
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Los infantes no son demasiado jóvenes para aprenderLa Atalaya 1965 | 1 de julio
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Los infantes no son demasiado jóvenes para aprender
◆ En 2 Timoteo 3:15 la Biblia dice: “Desde la infancia has conocido los santos escritos, que pueden hacerte sabio para la salvación por medio de la fe relacionada con Cristo Jesús.” A fin de ayudar a infantes, niños muy jóvenes, a aprender los “santos escritos,” muchos padres cristianos han usado el libro De paraíso perdido a paraíso recobrado. En este respecto una madre de Pensilvania escribe: “Aunque de dos años de edad, a mi hijita le encanta su ejemplar y casi diariamente se pone a ‘estudiar.’ Ella puede ‘explicar’ todos los grabados hasta la página 85—a su modo. Todavía no habla mucho, pero con los ademanes y las demostraciones que hace y respondiéndome las preguntas con las palabras que sí conoce, ella prueba que sabe de qué se trata cada uno. Por ejemplo: ‘¿Qué les dijo Jehová a Adán y Eva acerca del fruto?’ ‘No, no’—luego demuestra cómo ellos y sus hijos lloraron a consecuencia de ser malos. Ella sabe dónde está cada animal en el grabado de Noé y el arca y mueve la cabeza vigorosamente en cuanto a si la gente mala entró en el arca o no. Hasta tiene un juego sobre los israelitas andando alrededor de Jericó. Amontona unos cuantos bloques. Entonces los rodea y los rodea, finalmente hace creer que está tocando un cuerno y exclama ‘¡Abajo, abajo!’ mientras que los golpea para que caigan los bloques. El enseñarle a ella es muy divertido, y apreciamos tanto las ilustraciones que le ayudan a ella aprender la Biblia.”
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