Cómo un solo lenguaje traerá unidad a la humanidad
EN ESTE mismo momento hay mucha rivalidad y sospecha entre las naciones. Los viajeros están familiarizados con el tedioso “expedienteo” con los pasaportes, visados y exámenes aduanales. Los aranceles y las barreras comerciales estorban la distribución del alimento y otras cosas necesarias, y quedan seriamente afectadas la economía y prosperidad de todo país.
Una de las cosas por las cuales se dice que hay falta de cooperación entre las naciones es la barrera del lenguaje. Algunos han abogado por un lenguaje internacional como una de las “curaciones” para gran parte de la dificultad. Es cierto que una comunicación más completa por medio de un lenguaje común efectuaría algún bien. Tendería a borrar ciertas malas interpretaciones, y se eliminarían muchas demoras y paralizaciones.
Pero, ¿sería en sí la respuesta al problema el que hubiera un solo lenguaje? No, se necesita mucho más. De hecho, en un tiempo en que toda la gente hablaba una sola lengua, Dios mismo creó diferencias de lenguaje. Y lo hizo para el bien de la raza humana. ¿Cómo se explica esto?
Se debió a que, después del diluvio global de los días de Noé, la gente se rebeló. Dios le había mandado a la gente que se esparciera de modo que, a medida que aumentara la población, practicaran la adoración verdadera por toda la Tierra. El un solo lenguaje que hablaban hubiera sido una gran ventaja, una fuerza unificante.—Gén. 9:1.
Pero el bisnieto de Noé, Nemrod, no reconoció la soberanía de Dios, como la reconocía Noé. Teniendo el deseo de dominar la población de la Tierra en aquel tiempo, Nemrod vio que era mejor para su propósito el concentrar a la gente en una sola zona. De modo que animó a la gente rebelde a edificar una torre religiosa, para mantenerlos en sujeción estrecha y bajo su dominación.—Gén. 11:1-6.
La acción de Dios de confundir el lenguaje de la gente protegió a la humanidad de la mano de hierro de la dictadura imperial. Jehová dijo acerca de esto: “¡Mira! Son un solo pueblo y hay un solo lenguaje para todos ellos, y esto es lo que comienzan a hacer. Pues, ahora no hay nada que tengan pensado hacer que no les sea posible lograr.” De modo que Dios milagrosamente hizo que hablaran nuevos lenguajes.—Gén. 11:5-8.
Durante cuatro mil años la barrera del lenguaje que Dios estableció ha permanecido. Ha servido para impedir regimentación en gran escala... sí, regimentación extensa bajo una sola religión falsa, la religión que principió en Babilonia. El tener un lenguaje común ayuda a los hombres malos a cooperar más fácilmente en una cosa mala.
Pero aquí debe notarse otra cosa que es importante. Por lo que sucedió se ve claramente que cuando todos los hombres hablaban un solo lenguaje esto en sí no trajo paz. Hoy personas que hablan el mismo lenguaje no siempre se llevan bien juntas. No, un solo lenguaje, aunque provechoso para la unidad de acción, no necesariamente trae unidad de corazón y mente, con felicidad. Antes que pudiera usarse el un solo lenguaje de manera completamente provechosa, toda la gente tendría que estar unida en una sola religión, la adoración del único Dios verdadero, según la manera que Dios manifiesta en su Palabra. ¿Puede suceder esto? ¿Sucederá?
UNA SOLA ADORACIÓN UNIDA OCUPA EL PRIMER LUGAR
Una sola adoración pura bajo el un solo Dios verdadero es cosa que se puede realizar, y se realizará. Dios dice, hablando de este tiempo, precisamente antes de expresar su indignación para con los reinos del mundo: “Porque entonces daré a pueblos el cambio a un lenguaje puro, para que todos ellos invoquen el nombre de Jehová, para servirle hombro a hombro.”—Sof. 3:8, 9.
El “lenguaje puro” de que se habla aquí no podría ser un lenguaje literal, como inglés, español, ruso, francés, etcétera. No podemos decir que haya que eliminar a cualquiera de estos lenguajes debido a impureza. El lenguaje original que se le dio a Adán era bueno. (Gén. 1:31) Y más tarde, cuando Dios milagrosamente otorgó nuevas lenguas a la gente en Babel, no fueron lenguajes impuros, no eran malos en sí. Procedían de Dios, cuyos dones siempre son buenos, y han cumplido un buen propósito.—Sant. 1:17.
De modo que una nueva forma de habla humana no podría ser el “lenguaje puro” del cual habló el profeta. El “lenguaje puro” es la verdad de Dios procedente de la Biblia. Se puede hablar ahora y se puede aplicar a la vida de uno prescindiendo de la lengua literal que uno hable. Produce un cambio, no solo en palabras, sino en las cosas que uno piensa y acerca de las cuales habla. Su habla se limpia y se hace edificante, promueve mejores relaciones con otros.
EL GOBIERNO QUE SOSTIENE LA VERDAD
Durante el venidero reinado de mil años del reino de Dios todo el mundo —sí, todo el universo— hablará este “lenguaje puro.” En este gobierno los gobernantes serán Jesucristo, su Rey Cabeza y Sumo Sacerdote, y 144.000 reyes y subsacerdotes asociados, que gobernarán desde el cielo. Todos éstos habrían hablado el “lenguaje puro” de la verdad mientras estuvieron en la Tierra. Cristo mismo vino a la Tierra para “dar testimonio a la verdad.” (Juan 18:37) Y de sus 144.000 reyes asociados está escrito: “No se halló en su boca falsedad.” (Rev. 14:5; Efe. 4:25) Al gobernar durante mil años se encargarán de que los habitantes de la Tierra sigan sosteniendo el “lenguaje puro.” Como profetizó el salmista: “El apego a la verdad mismo brotará de la mismísima tierra, y la justicia misma mirará desde los mismísimos cielos.”—Sal. 85:11; 2 Ped. 3:13.
Estos reyes celestiales han sido “comprados de entre la humanidad,” de todas las naciones. (Rev. 14:4; Mat. 28:19) ¿Hablarán éstos en el cielo sus lenguas natales anteriores? No sería razonable pensar eso. No hay duda de que todos los que estén en el cielo hablarán el mismo lenguaje, habiéndoseles conferido el don de este lenguaje en sus nuevos cuerpos espíritus al resucitar de entre los muertos. El apóstol Pablo escribió acerca de las “lenguas de los hombres y de los ángeles,” y leemos de consideraciones de asuntos entre Dios y ángeles.—1 Cor. 13:1; 1 Rey. 22:19-22; Job 1:6-12; 2:1-6.
Esto no significa que se les borrará de la mente el lenguaje terrestre que antes hubieran hablado. No, porque será por medio de identificarse por su lenguaje anterior que podrán reconocerse como las mismas personas. Pero en su resurrección celestial no necesitarán intérpretes para hablarse los unos a los otros. Hablarán el lenguaje del Señor Jesucristo, y hablarán el lenguaje de su Padre celestial, Jehová Dios.
Entonces, ¿qué lenguaje hablarán los habitantes de la Tierra durante esa gobernación del reino celestial? ¿Serán gobernados los de la Tierra cuya lengua natal era el griego por uno de los reyes celestiales que, cuando estuvo en la Tierra, hablaba griego, y habrá otra zona que hable ruso bajo un heredero del Reino que hable ruso, otra zona en que se hable chino, etcétera, según los distintos grupos lingüísticos? Puesto que los lenguajes constituyen una barrera a la comunicación y a la unidad más plena, ¿sucederá esto?
Tocante a esto, tiene que decirse que la Biblia no indica qué asignaciones de responsabilidad real dará Jesucristo a sus 144.000 reyes subordinados, pero sería muy ilógico suponer que el Reino dejaría una barrera a la comunicación en el justo nuevo orden de Dios... una barrera que él creó para gente rebelde, para salvaguardarla y restringirla de tener unidad completa en una actividad mala.
UNA SOLA RAZA, UN SOLO LENGUAJE
Cuando examinamos el propósito original de Dios en cuanto al lenguaje del hombre, queda manifiesto que él hará que se hable un solo lenguaje durante el gobierno de mil años de Cristo. Dios quería que el hombre se comunicara. Él mismo le habló a Adán, e hizo arreglos para que Adán le hablara a él. (Gén. 2:15-23) Además, le dio el lenguaje al hombre como instrumento indispensable para el pensamiento. Adán podía dar amplitud al lenguaje a medida que aprendiera cosas nuevas o necesitara un vocabulario ensanchado. Adán podía llenar la capacidad espiritual que Dios le había dado, aprendiendo acerca de Dios y expresándose a cabalidad.
¿Cuál fue el un solo lenguaje original? Sin duda fue lo que más tarde llegó a llamarse hebreo. ¿Por qué podemos decir esto? Bueno, cuando aconteció la confusión de lenguas en la Torre de Babel, no toda persona fue afectada por ello. Noé no se había rebelado. Él reconocía la soberanía de Dios, y no se hizo rey, como lo hizo Nemrod. Sem, hijo de Noé a quien Noé había bendecido proféticamente, evidentemente permaneció con Noé y con la adoración verdadera. (Gén. 9:26, 27) El registro bíblico revela que la adoración verdadera fue transmitida por medio de los semitas, en particular por medio del sobresaliente hombre de fe que fue Abrahán. A Abrahán (Abrán) se le llamaba hebreo.—Gén. 14:13.
Más tarde, Moisés, descendiente de Abrahán, escribió su relato (Génesis a Deuteronomio) en un lenguaje llamado hebreo. Es posible que el lenguaje de Moisés no mostrara mucha variación del lenguaje original que habló Adán. ¿Por qué? Porque entonces los hombres vivían vidas muy largas; a menudo sus vidas se traslapaban con cinco o seis generaciones. Por lo tanto, el lenguaje pudo haber sido transmitido por medio de solo cinco eslabones humanos entre Adán y Moisés, a saber: Matusalén, Sem, Isaac, Leví y Amram. (Gén. 5:3-32; 11:10-32; 21:5; 25:26; 29:34; Éxo. 6:16, 18, 20) Por supuesto, después del exilio de Israel en Babilonia en 607 a. de la E.C., y hasta nuestros tiempos modernos, otros lenguajes han influido en el lenguaje hebreo. Además, la pronunciación exacta del nombre de Dios como se deletreaba en el hebreo del día de Moisés no se conoce ahora. Pero Dios fácilmente puede restaurar la pureza del lenguaje de modo que los que vivan en el Nuevo Orden lo hablen con naturalidad y con afluencia.
Este hablar en un solo lenguaje literal será el toque final a la unidad que producirá el “lenguaje puro” de la verdad... ¡bellamente! Todas las barreras religiosas, nacionales, sociales y raciales serán cosas del pasado, y, además, habiendo un solo vocabulario, todos podrán expresar de manera cabal sus pensamientos y ser entendidos con exactitud. Piense también en poder leer usted mismo exactamente lo que escribieron los profetas hebreos... ¡en el propio lenguaje de ellos! Los muchos resucitados que previamente no hubieran conocido a Dios hallarán que las Escrituras inspiradas suministran un relato exacto de la historia humana hasta los días del profeta Malaquías. Entonces los de corazón sincero y honrado podrán decir, como dijo el apóstol Pablo: “Sea Dios hallado veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso.”—Rom. 3:4.
APRENDA AHORA EL “LENGUAJE PURO” DE LA VERDAD
Vivir en un mundo como ése ciertamente será un deleite. Usted puede tener un goce de ello por anticipado ahora. Pues se puede satisfacer ahora el requisito principal. Este requisito es aprender el “lenguaje puro” de la verdad de la Biblia. Este “lenguaje puro” borra todas las barreras sociales, raciales y nacionales. Hoy centenares de miles de personas están aprendiendo y hablando este “lenguaje,” y están en unidad tal como por inspiración se le hizo predecir al profeta Isaías:
“Tiene que suceder en la parte final de los días que la montaña de la casa de Jehová [su adoración verdadera] llegará a estar firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas, y ciertamente será alzada por encima de las colinas; y a ella tendrán que afluir todas las naciones. Y muchos pueblos ciertamente irán y dirán: ‘Vengan, y subamos a la montaña de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas.’ . . . Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.”—Isa. 2:2-4.
El gobierno del Reino hará que se hable una sola lengua en toda la Tierra durante el reinado de mil años de Cristo, pero ahora mismo el “lenguaje puro” le está accesible a usted. Los testigos de Jehová no lo visitan a usted para promover sus propias ideas, sino como embajadores y enviados de ese gobierno del Reino. El que Dios verdaderamente está respaldando la obra de ellos, y que el “lenguaje puro” de la Biblia tiene gran poder son realidades evidentes. ¿De qué manera?
En las vidas cambiadas, limpiadas, y la unidad feliz de más de un millón seiscientas mil personas de todos los lenguajes. La unidad, apacibilidad y el amor de unos a los otros que existen entre ellos ha sido un asunto de asombro para los observadores. El fruto de haberse amoldado a las líneas de conducta de la Biblia se ilustra en un comentario del News de Detroit del 21 de junio de 1973 tocante a una asamblea de los testigos de Jehová en el Tiger Stadium de Detroit:
“Es . . . la clase de asamblea que hace que los policías entren vagando, se den cuenta de que no tienen ninguna otra cosa que hacer, y se vayan a atender asuntos más importantes.”
Y en la asamblea en Düsseldorf, Alemania, donde se reunieron delegados de muchas naciones, el periódico Süddeutsche Zeitung del 28 de julio de 1973 comentó:
“Desde el miércoles casi 60.000 personas se han reunido... es la mayor asamblea que se ha celebrado en Düsseldorf, la ciudad de las exposiciones. Y es una reunión en masa que observa sus propias leyes. Jamás hemos visto reunirse a tantas personas que sean tan ordenadas, tan morales, tan disciplinadas como lo son éstas.”
Los testigos de Jehová no limitan su amor a su propio círculo. Desean ayudar a todos los que quieran vivir bajo el gobierno justo del reino mesiánico de Dios, donde toda barrera a la unidad será eliminada. Si usted desea aprender el “lenguaje puro” puede hacerlo, con la ayuda de ellos.—Rev. 22:17.