La “nación” que llena de fruto la superficie de la Tierra
“En los días venideros Jacob se arraigará, Israel echará flores y realmente brotará; y simplemente llenarán la superficie de la tierra productiva de producto.” (ISAÍAS 27:6.)
1. ¿Cómo se refirió el apóstol Pedro a la nación del Israel espiritual?
RESPECTO al nacimiento de la congregación de los discípulos de Cristo como “nación” en 33 E.C., el apóstol Pedro escribió estas palabras poco antes de la destrucción de Jerusalén en el año 70 E.C.: “Pero ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa. Porque en un tiempo ustedes no eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; eran aquellos a quienes no se les había mostrado misericordia, pero ahora son aquellos a quienes se les ha mostrado misericordia”. (1 Pedro 2:9, 10.) ¡Qué acto indulgente por parte de Dios!
2, 3. Como la posesión especial de Jehová Dios, ¿qué obligación recae sobre los que componen el Israel espiritual, y a qué los asemeja Jesús en el capítulo 15 de Juan?
2 Hoy, 19 siglos después de Pedro haber escrito esas palabras, todavía hay en la Tierra un resto de aquella “nación” engendrada por espíritu. La cantidad de los que lo componen ha disminuido ahora a menos de diez mil, de acuerdo con los informes de la celebración anual de la Cena del Señor. Ellos son ‘un pueblo para posesión especial de Jehová’, y como tal tienen que declarar en público las excelencias de Jehová Dios, quien los llamó de “la oscuridad [mundana] a su luz maravillosa”. Esta “luz” ha estado resplandeciendo especialmente desde el fin de “los tiempos de los gentiles”, o “los tiempos señalados de las naciones”, en el año 1914a. (Lucas 21:24, Reina-Valera, 1977; NM.) Como la “posesión especial” del Dador Divino de esa luz maravillosa, son apreciados por él. Para él, ellos son como una viña espiritual.
3 En este momento recordamos lo que Jesucristo dijo a sus apóstoles, quienes representaron a todos los que serían sus seguidores engendrados por espíritu: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el cultivador. Todo sarmiento en mí que no lleva fruto él lo quita, y todo el que lleva fruto él lo limpia, para que lleve más fruto. Ustedes ya están limpios a causa de la palabra que les he hablado. Permanezcan en unión conmigo, y yo en unión con ustedes. Así como el sarmiento no puede llevar fruto por sí mismo a menos que permanezca en la vid, así mismo tampoco pueden ustedes, a menos que permanezcan en unión conmigo. Yo soy la vid, ustedes son los sarmientos. El que permanece en unión conmigo, y yo en unión con él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí ustedes no pueden hacer nada”. (Juan 15:1-5.)
4. a) ¿Qué descripción del capítulo 27 de Isaías nos viene a la mente al leer la ilustración de Jesús? b) ¿Cuándo tiene esta profecía su cumplimiento moderno, y en quiénes? c) ¿Qué actitud no tiene Dios ya para con su pueblo?
4 Esa comparación, o parábola, que Jesucristo hizo nos recuerda las palabras de Jehová registradas en Isaías 27:2-4, donde leemos:
“En aquel día cántenle a ella: ‘¡Una viña de vino espumoso! Yo, Jehová, estoy salvaguardándola. Cada momento la regaré. Para que nadie dirija su atención contra ella, la salvaguardaré aun de noche y de día. No hay furia que tenga yo’”.
La “viña de vino espumoso” que hay hoy en la Tierra puede compararse con el resto de las ramas de la “viña” simbólica en la cual los cristianos engendrados por espíritu de la “nación santa” son miembros productivos. Por consiguiente, sobre ellos recae la obligación de llevar mucho fruto. (Juan 15:5.) Según la profecía de Isaías, había de ser en el tiempo de la restauración del pueblo de Jehová a Su favor cuando había de cantarse la canción acerca de la “viña de vino espumoso”. (Compárese con Isaías 27:13.) Esto indicaría que el cumplimiento moderno de esta radiante profecía entró en vigor en el año posbélico de 1919, y los hechos de la historia verifican su cumplimiento hasta ahora mismo. Hoy Jehová no tiene “furia” contra su pueblo ni contra el resto de su “nación santa”, su “pueblo para posesión especial”, ni contra los cristianos leales que esperan con ansia la vida eterna en la Tierra. Como muestra de misericordia les ha extendido Su favor, lo cual explica la prosperidad y productividad espiritual de ellos.
5. ¿Qué ha procedido de esta viña figurativa que ha regocijado a personas, y qué pueden relatar ellas al respecto?
5 Esta “nación” espiritual, junto con sus industriosos asociados, ha sido como una viña productiva que ha producido mucho “vino espumoso”. Es un vino espiritual que ha alegrado el corazón de Jehová y el del hombre. (Jueces 9:13.) Por esta razón válida, las personas que se han alegrado por tomar de esta bebida espiritual pueden cantar gozosamente y pueden relatar todo lo que el Cultivador Divino de la “viña” ha hecho por esta “viña” simbólica. En sentido figurado, Él ciertamente ha ‘regado’ esta “viña” para el refrigerio constante de la misma, de modo que se ha producido fruto jugoso y delicioso, que tiene efecto alegrador.
Un contraste... “la vid de la tierra”
6. Sin embargo, según el capítulo 14 de Revelación, ¿qué le ocurrirá a “la vid de la tierra”?
6 No ha sucedido lo mismo en el caso de lo que el último libro de la Biblia llama “la vid de la tierra”. Dentro de poco las fuerzas celestiales de ejecución recibirán el mandato divino: “Pon dentro tu hoz aguda y vendimia los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas se han madurado”. Luego, como pasa a mostrar la Revelación profética, “el ángel metió su hoz en la tierra y vendimió la vid de la tierra, y la arrojó al gran lagar de la cólera de Dios. Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y salió sangre del lagar hasta la altura de los frenos de los caballos, por una distancia de mil seiscientos estadios”. (Revelación 14:18-20.) Eso le ocurrirá a la parte gubernamental de la organización visible que el Diablo tiene en la Tierra; es algo de lo cual él es el cultivador, y está en oposición a “la vid verdadera”, de la cual Jehová Dios es el Cultivador. ¡No habrá restauración de “la vid de la tierra” en absoluto!
7-9. ¿Qué cumplimiento doble tiene Isaías 27:7-13, y en qué tiempos?
7 No obstante, esta profecía del capítulo 27 de Isaías es realmente una profecía de restauración, primero de la nación del Israel natural y luego del Israel espiritual en nuestro mismo siglo XX. Esto se hace patente por lo que dice la profecía desde el versículo 7 hasta el versículo 13 Isa 27:7-13, con el cual concluye el capítulo. Esos versículos dicen:
8 “¿Como con el golpe de uno que lo golpea tiene uno que golpearlo? ¿O como con la matanza de los suyos a quienes mataron se le tiene que matar? Con un grito espantador contenderás con ella cuando la envíes. Él la tiene que expulsar con su soplo, uno fuerte en el día del viento del este. Por lo tanto, por este medio quedará expiado el error de Jacob, y éste es todo el fruto cuando él quite su pecado, cuando haga todas las piedras del altar como piedras de tiza que han sido pulverizadas, de manera que no se levanten los postes sagrados y los estantes de incienso. Pues la ciudad fortificada estará solitaria, la dehesa será dejada sola y abandonada como un desierto. Allí pacerá el becerro, y allí se echará; y realmente consumirá sus ramas mayores. Cuando se hayan secado sus tallitos, las mujeres que vienen los quebrarán, los encenderán. Pues no es un pueblo de agudo entendimiento. Es por eso que su Hacedor no le mostrará misericordia, y su propio Formador no le mostrará favor.
9 ”Y tiene que ocurrir en aquel día que Jehová vareará el fruto, desde la corriente caudalosa del Río hasta el valle de torrente de Egipto, y así es que ustedes mismos serán recogidos uno tras otro, oh hijos de Israel. Y tiene que ocurrir en aquel día que se tocará un cuerno grande, y los que están pereciendo en la tierra de Asiria y los que están dispersados en la tierra de Egipto ciertamente vendrán y se inclinarán ante Jehová en la montaña santa de Jerusalén”.
10. ¿Cuál potencia mundial era prominente en el tiempo de la profecía de Isaías, y cómo le fue en su ataque proyectado contra la capital del reino de Judá?
10 En los días de esta profecía de Isaías, Asiria se había convertido en la potencia mundial dominante de la Tierra, al desplazar a la primera de la serie de siete potencias mundiales, aunque Egipto todavía existía, pero como potencia secundaria. El reino de diez tribus de Israel se había separado de la gobernación de la casa real del rey David, de la tribu de Judá. Así que fue contra la ciudad de Jerusalén que el rey de Asiria se dirigió para exigir su rendición absoluta, si no quería ser destruida. No obstante, Jehová peleó por el reino de Judá y envió al altanero rey Senaquerib tambaleándose de vuelta a su casa tras una derrota deshonrosa. (Isaías, capítulos 36 y 37.)
11. ¿El emperador de qué potencia mundial derribó el reino de Judá, y cómo alude a este suceso Isaías 27?
11 Por eso, a un emperador de una potencia mundial subsiguiente, la Potencia Mundial Babilónica, se le dio la autorización para destruir la santa ciudad de Jerusalén y su templo. De acuerdo con las indicaciones bíblicas, esto ocurrió en el año 607 a. de la E.C., a manos del emperador Nabucodonosor. Él fue quien llevó cautivos a la tierra de Babilonia, para que pasaran allí 70 años en el exilio. En vista de la inminente destrucción de Jerusalén y la toma de exiliados en cautiverio babilonio por 70 años, surgieron apropiadamente las preguntas:
“¿Como con el golpe de uno que lo golpea [a la nación de Israel] tiene uno que golpearlo?”. (Isaías 27:7.)
Como nunca antes en su historia nacional desde 1513 a. de la E.C., a la nación de Dios se le asestó un golpe calamitoso en 607 a. de la E.C., golpe que casi equivalió a su destrucción. La matanza en la sitiada ciudad de Jerusalén fue grande. Sí, Jehová vio que era vital tomar esa acción drástica, y esta tuvo que llevarse a cabo. Vio la urgente necesidad de contender con los que debían haber permanecido como sus amigos, a quienes él había ofrecido su propia amistad, con quienes había entrado en el pacto de la Ley mediante el mediador llamado Moisés.
12. Entonces, ¿qué pregunta pudo inspirar Jehová para que el profeta Isaías hiciera con relación a la experiencia de Israel, y por eso, qué efecto tuvo en la relación entre Israel y Jehová?
12 Jehová podía, pues, preguntar también:
“¿O como con la matanza de los suyos a quienes mataron se le tiene [a la nación de Israel, o Jacob] que matar?”. (Isaías 27:7.)
¡Ah, sí!, por ahora se había hecho necesario que Jehová contendiera con el pueblo que antes tenía Su favor y provocara un grito horroroso, un “grito espantador”, procedente de las fuerzas militares de la Potencia Mundial Babilónica, la tercera de la historia bíblica. De ahí la declaración divina:
“Con un grito espantador contenderás con ella cuando la envíes. Él la tiene que expulsar con su soplo, uno fuerte en el día del viento del este [para indicar la dirección de donde vendría el espantador grito de guerra]”. (Isaías 27:8.)
Después de esa acción preliminar, él echaría a la nación infiel que una vez había sido como su esposa típica, como su organización visible en la Tierra. Ahora él la estaba despidiendo de la tierra natal que le había dado y la estaba enviando a una tierra lejana a manos de los apresadores babilonios, como si se hubiera divorciado temporalmente. (Compárese con Isaías 50:1.)
13. De acuerdo con la profecía de Isaías, ¿cómo iba la nación de Israel a hacer expiación por violar su pacto con Dios?
13 Ahora había llegado el tiempo para que la nación de Israel, o Jacob, hiciera expiación por su “error” por medios más costosos que sacrificios de animales ofrecidos sobre el altar del templo de Jerusalén. Esto es lo que Jehová ordenó en interés de su organización semejante a esposa, al decir:
“Por lo tanto, por este medio quedará expiado el error de Jacob, y éste es todo el fruto cuando él quite su pecado, cuando haga todas las piedras del altar como piedras de tiza que han sido pulverizadas, de manera que no se levanten los postes sagrados y los estantes de incienso”. (Isaías 27:9.)
¡Qué expresión de furia o ira divina sería el cumplimiento de esta profecía, y con razón! No volverían a levantarse postes sagrados idolátricos ni estantes de incienso en Su nación castigada.
14. ¿A qué clase de desolación sería reducida la tierra de Israel, y cómo se trataría con su desarrollo como árbol figurativo?
14 Para señalar la desolación que iba a sobrevenirle a esta nación típica, semejante a esposa, del antiguo Israel, Jehová añade:
“Pues la ciudad fortificada estará solitaria, la dehesa será dejada sola y abandonada como un desierto”.
La tierra que una vez había sido populosa quedaría abandonada y por el momento llegaría a ser un simple lugar para pastar.
“Allí pacerá el becerro, y allí se echará; y [Jehová, mediante su agente] realmente consumirá sus ramas mayores. Cuando se hayan secado sus tallitos, las mujeres que vienen los quebrarán, los encenderán [para que ardan].” (Isaías 27:10, 11.)
Así, la nación típica semejante a esposa de Jehová quedaría reducida a simple combustible para el fuego, pues personas del sexo femenino tendrían sin dificultad suficientes fuerzas para aprovechar lo que quedara de ella. ¡Qué estado lamentable al cual quedar reducido sería este para la organización típica de Israel, semejante a esposa! Pero ¿por qué tendría que dar esos pasos aplastantes una Deidad como Jehová, semejante a esposo? Escuche:
15. En vista del trato especial de Jehová, ¿qué clase de pueblo debió haber sido la nación de Israel, pero por qué llegó a ser como las naciones adoradoras de ídolos?
15 “Pues no es un pueblo de agudo entendimiento. Es por eso que su Hacedor no le mostrará misericordia, y su propio Formador no le mostrará favor”. (Isaías 27:11.)
Por todo lo que Jehová había provisto para la educación y la ilustración de su organización maravillosamente formada, los israelitas deberían haber demostrado que eran un pueblo de gran inteligencia. Deberían haber sido suficientemente listos y discernidores como para ver la vanidad de la adoración de ídolos, sí, suficientemente discernidores como para ver claramente la insensatez de la adoración idolátrica, que practicaban las naciones en ignorancia que no estaban en una relación de pacto con el único Dios vivo y verdadero, Jehová. Pero en vista de la invisibilidad de su Hacedor y Formador celestial, perdieron fe y escogieron recurrir a dioses visibles de hechura humana, para su propia perdición. Esa es la razón por la cual no se siguió mostrando favor ni misericordia divina a aquel pueblo obstinado.
Liberación del exilio
16. Para restaurar a Su pueblo, ¿adónde tendría Jehová que dirigir su atención?
16 De modo que ahora, para restaurarlos a Su adoración en la tierra natal de ellos, Jehová tendría que dirigir su atención a la tierra de Babilonia, a través de la cual fluía el gran “Río”, el Éufrates. Dirigiría su atención hacia el sur, incluso hacia la tierra de Egipto, pues Su pueblo había llegado a estar exiliado de él en tales regiones como medida disciplinaria. Para hacer esto, Jehová tenía que cumplir su siguiente declaración de propósito:
“Y tiene que ocurrir en aquel día que Jehová vareará el fruto, desde la corriente caudalosa del Río [Éufrates] hasta el valle de torrente de Egipto [el uadi de la frontera del sudoeste de la Tierra Prometida], y así es que ustedes mismos serán recogidos uno tras otro, oh hijos de Israel”. (Isaías 27:12; compárese con Números 34:2, 5.)
17. ¿Cómo desprendió Jehová a su pueblo del estado de exilio en que estaba, y qué medio utilizó?
17 Para que Jehová repatriara a Su pueblo a su tierra natal de Judá, tendría que desprender como fruto al pueblo exiliado, y así ponerlo en libertad. Efectuó esto al derribar la potencia mundial de Babilonia e introducir el Imperio Medopersa, la cuarta potencia mundial de la historia bíblica. El emperador persa Ciro el Grande emitió un decreto a principios de su reinado para la liberación del exiliado pueblo de Jehová y para el regreso de este pueblo al lugar de la antigua Jerusalén para reedificar el templo de Jehová. Este regreso llegó al final de los 70 años de exilio judío, en 537 a. de la E.C. (Isaías 45:1-7.)
18. ¿Cuál debe haber sido la reacción de los exiliados ante el decreto de su liberación?
18 Los israelitas disciplinados en Babilonia, y también en Asiria y Egipto, eran propiedad de Jehová, y él tenía derecho a desprenderlos del exilio y la dispersión involuntarios como fruto simbólico, y así mostrarles misericordia, bondad inmerecida. ¡Oh, cuánto tienen que haberse regocijado aquellos israelitas de la antigüedad por aquel decreto de Ciro, y qué celo deben haber desplegado al aprovecharse plenamente de la gloriosa oportunidad que se les daba! ¿Qué había de decirse, pues, acerca de aquel “día” favorable?
19. a) Según se predijo, ¿ante quién se inclinarían los israelitas dispersados en Asiria y en Egipto? b) ¿Qué significaría esto respecto a la adoración de Jehová en el lugar original del templo, y a qué nación espiritual moderna aludía esto?
19 “Y tiene que ocurrir en aquel día que se tocará un cuerno grande, y los que están pereciendo en la tierra de Asiria y los que están dispersados en la tierra de Egipto ciertamente vendrán y se inclinarán ante Jehová en la montaña santa de Jerusalén.” (Isaías 27:13.)
¿Qué otra cosa significó eso sino la repoblación de la Tierra Prometida y la reconstrucción del templo en Jerusalén, restaurado para la adoración del Formador y Hacedor de la revivificada nación de Israel? Esto tenía que suceder de acuerdo con las palabras anteriores del profeta Isaías, registradas en el Isa 27 versículo 6. La tierra de Su pueblo repatriado tenía que llegar a ser una tierra llena de habitantes que participaran unidamente en Su adoración en Su templo, aunque este lugar de adoración restaurado no tuviera la grandiosidad del magnífico templo construido por el rey Salomón. Así iba a prefigurar el cumplimiento espiritual de tiempos modernos relacionado con “el Israel de Dios”, al llenar de fruto, o “producto”, dador de vida toda “la tierra productiva”. (Gálatas 6:16; Isaías 27:6.)
[Nota a pie de página]
a Es interesante notar que la Oxford NIV Scofield Study Bible (1984) comenta sobre Lucas 21:24: “Los ‘tiempos de los gentiles’ comenzaron con el cautiverio de Judá bajo Nabucodonosor (2 Cró. 36:1-21). Desde aquel tiempo Jerusalén ha sido, como dijo Cristo, ‘pisoteada por los gentiles’”.
¿Qué contesta usted?
◻ Según se predijo en Isaías 27:7, ¿cuándo y cómo recibió el Israel natural un “golpe”?
◻ ¿Cómo se ‘arraigó’ Israel? (Isaías 27:2, 6.)
◻ En tiempos modernos, ¿quiénes están envueltos en el cumplimiento de la profecía de Isaías 27?
◻ ¿Cómo han llegado ellos a ser como una viña productiva que produce “vino espumoso”?
[Ilustración en la página 13]
Mediante los babilonios, Jehová asestó un fuerte golpe en 607 a. de la E.C.