Haga de Jehová su deleite
1. ¿Cómo podemos obtener guía apropiada al esforzarnos por seguir tras un propósito correcto?
HAY mucho en la Palabra de Dios, la Biblia, que nos anima y nos guía al tratar de identificar nuestra mira y propósito en la vida con Jehová y su propósito, con la certeza de que tendremos un buen resultado. Esto no solo nos da una esperanza segura para el futuro, sino que contribuye a nuestra felicidad y tranquilidad de ánimo presentes, a pesar de los sufrimientos y pruebas que estén envueltos. Hace que la vida valga la pena, al hacer de Jehová nuestro deleite.
2. (a) ¿De qué dos maneras podemos identificarnos con Dios y su propósito? (b) ¿Qué ilustración nos ayuda en este respecto, y cómo?
2 Hay dos maneras principales en las que podemos identificarnos con esto. Estas son (1) poniendo nuestra propia personalidad y conducta en plena armonía con Jehová y sus requisitos, y (2) siguiendo tras los objetivos y actividades que le agradan. Tenemos que seguir el ejemplo de Jesús, y ‘siempre hacer las cosas que le agradan’ a Jehová, y tenemos que “obrar las obras” de Jehová mientras hay oportunidad. (Juan 8:29; 9:4) Como ilustración, considere a un médico. En primer lugar, tiene que ser un hombre íntegro y de buenos principios. Su conducta, incluso su porte y apariencia, tienen que estar a la altura de la norma reconocida de su profesión. Además, su trabajo efectivo como médico, sea en la práctica privada o con un hospital o institución pública, debe ser para el adelanto, y para los mejores intereses, de la causa a la cual está dedicado. A menudo sucede que si una persona ha aceptado un puesto responsable en conexión con cierta causa, y está ansiosa de adelantarla, entonces eso llega a ser lo primero en su vida. Puesto que debe darse la misma prioridad a la causa sagrada de la cual Jehová mismo es el Promotor, consideraremos ese aspecto primero.
3. (a) ¿Cómo resultará ser el reino de Dios la causa más digna? (b) ¿Desde qué centro opera el Reino, en el día de David y en el nuestro?
3 Las Escrituras muestran claramente que la causa justa que Dios está promoviendo es su reino. Por mucho es la causa más digna de todas, y efectuará la vindicación y la santificación de su nombre, Jehová. Cristo Jesús, por nombramiento de Dios, es el rey de ese reino. Su entronización tuvo lugar en el cielo en 1914 E.C. El predicho período de espera había expirado, y entonces se cumplió la profecía del Salmo 110:2: “La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sion, diciendo: ‘Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.’” ¡Qué momento tan deleitable debe haber sido ése para el rey y todos los santos ángeles con él! (Mat. 25:31) Igualmente en la expresión en el Salmo 2:6, es en Sion que el rey está entronizado, y es el centro de operaciones. Para David, por supuesto, esto quiso decir la ciudad literal de Sion, o Jerusalén, donde él reinó durante 33 años. (1 Rey. 2:11) Él fue el escritor de estos salmos, y éstos tuvieron un cumplimiento literal durante su gobernación real, cuando toda la tierra prometida a su antepasado Abrahán llegó a estar bajo su gobierno. Sin embargo, en el cumplimiento más grande el Mayor David es Cristo Jesús, el heredero permanente de David. Él reina en el “monte Sion” celestial, y de pie allí con él están los 144.000 que componen la congregación cristiana. Como ya se mencionó, hay un resto de esta congregación todavía en la Tierra, el cual constituye la clase Sion, y en el cual podemos ver el cumplimiento moderno de las muchas promesas y profecías grandiosas que dan prominencia especial a Sion. Hemos considerado unas cuantas de éstas, y ahora deseamos prestar atención a otras que esclarecen mucho el inmediato desenvolvimiento del propósito de Jehová, y muestran cómo podemos identificarnos con éste.—Rev. 14:1.
MI DELEITE ESTÁ EN ELLA
4. ¿Cuál es el objetivo primario del rey ungido de Dios, después de qué advertencia?
4 El Salmo 110, al igual que el Salmo 2, expresa de manera notable el objetivo primario del rey ungido de Dios. Ya por bastante tiempo los enemigos de Jehová han vituperado muchísimo su nombre. En desafío, están reunidos “en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido.” Ha llegado el tiempo para que esos enemigos sean sojuzgados. “Jehová mismo a tu diestra [de Cristo Jesús] ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera. Ejecutará juicio entre las naciones; causará una plenitud de cuerpos muertos.” Sin embargo, antes de esta ejecución final, se dirige un llamamiento final y advertencia final a todos los que se oponen para que se sometan a Jehová, para que “besen al hijo [en fidelidad], para que Él [Jehová] no se enoje y no perezcan ustedes del camino, porque su cólera se enciende fácilmente [cuando se llega al límite de tiempo].”—Sal. 2:2, 12; 110:5, 6.
5. ¿Cómo consideran los testigos de Jehová su comisión, y por qué?
5 Los testigos de Jehová consideran que es un gran privilegio y deleite participar en esta obra. Entre otras cosas, los identifica abiertamente como de parte de Jehová, y en contra de sus enemigos. Es evidencia de que, como el Hijo de Dios, aman la justicia y odian el desafuero. (Heb. 1:9) Además, atrae atención favorable de parte de los que “están suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables que se están haciendo” en la cristiandad y en todo el sistema de cosas de Satanás. (Eze. 9:4) La obra no es fácil, pero veremos cómo Jehová ha edificado, fortificado y equipado a sus siervos para ella. Basta el tiempo que los enemigos de Jehová han oprimido a Sion y a sus hijos, pero ahora su severo ‘servicio militar ha sido cumplido, y su error ha sido pagado por completo.’—Isa. 40:1, 2.
6. ¿Qué animadora visión se le dio a Isaías, impeliendo a qué participación?
6 Vea, ahora, como muy al principio de la profecía de Isaías encontramos una visión sumamente animadora en que la Sion, la “Jerusalén celestial,” disfruta del favor de Dios. Se hace referencia a ella como “la montaña de la casa de Jehová . . . firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas.” ¿Con qué resultado? “Y muchos pueblos ciertamente irán y dirán: ‘Vengan, y subamos a la montaña de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas.’ Porque de Sion saldrá ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.” ¡Qué deleitable visión! ¿No le gustaría unirse a esa muchedumbre feliz que sube a la casa de Jehová (su templo espiritual), e invitar a otros a que lo acompañen?—Isa. 2:1-3.
7. (a) ¿Cómo presenta un cuadro atractivo Isaías 51:3? (b) ¿Qué llamada a despertar oye Sion, y cómo responde ella? (c) ¿De qué manera, y a qué grado, puede usted participar en esta respuesta?
7 Dirigiéndonos hacia el fin del libro de Isaías, leemos muchas profecías en que se describe repetidas veces el papel de Sion con los términos más radiantes. “Porque Jehová ciertamente consolará a Sion. De seguro consolará todos sus lugares devastados, y hará que su desierto sea como Edén y su llanura desértica como el jardín de Jehová. Alborozo y regocijo mismos se hallarán en ella, acción de gracias y la voz de melodía.” (Isa. 51:3) ¡Qué atractivo cuadro de Sion, que vuelve a ser productiva y próspera, y esto ciertamente es verdad del pueblo dedicado de Dios hoy día! Se le invita a usted a participar en esto, y en el alborozo y regocijo que sienten los testigos de Jehová. En el siguiente capítulo, la profecía habla animadoramente del mensaje conmovedor: “¡Despierta, despierta, ponte tu fuerza, oh Sion! ¡Ponte tus hermosas prendas de vestir, oh Jerusalén la ciudad santa!” Ella oye las “buenas nuevas de algo mejor, del que publica salvación, del que dice a Sion: ‘¡Tu Dios ha llegado a ser rey!’” ¿Con qué respuesta? “¡Escucha! Tus propios atalayas han levantado la voz. Al unísono siguen clamando gozosamente; porque será ojo a ojo que verán cuando Jehová haga volver a Sion.” Los “atalayas” de hoy día, los hombres de mayor edad de la congregación cristiana ungida, que están a la mira, igualmente se unen en ‘decir todo el consejo de Dios,’ explicando las verdades preciosas de la Palabra de Dios y su aplicación moderna. ¿Por qué no seguir la excelente guía que suministran estos hombres de mayor edad, y participar con ellos en ‘clamar gozosamente’ las buenas nuevas del reino de Dios ya establecido? La obra de declarar el mensaje del Reino no se circunscribe a dentro de los muros de la ciudad, solo a los que ya están en la organización de Dios. Continúa la profecía: “Jehová ha desnudado su santo brazo ante los ojos de todas las naciones; y todos los cabos de la tierra tienen que ver la salvación de nuestro Dios.”—Isa. 52:1, 7-10, New World Translation; Hech. 20:27; Mat. 24:14.
8. (a) ¿Cómo se dirige Jehová a Sion en Isaías 54:1-8, haciéndole qué promesa? (b) ¿A qué promesas adicionales lleva esto?
8 En Isaías, capítulo 54, se le da más estímulo a Sion, aunque desde un ángulo diferente. Al dirigirse Jehová a Sion se llama a sí mismo su “dueño marital,” y explica lo que la restauración de su favor significará para el resto de ella en la Tierra. “¡Clama gozosamente, mujer estéril que no diste a luz! . . . porque los hijos de la desolada son más numerosos que los hijos de la mujer que tiene dueño marital. . . . Porque hacia la derecha y hacia la izquierda prorrumpirás, y tu propia prole tomará posesión aun de naciones, y habitará aun las ciudades desoladas.” Entonces se da la razón de este cambio dramático: “Porque tu magnífico Hacedor es tu dueño marital, Jehová de los ejércitos por nombre; y el Santo de Israel es tu Recomprador. . . . Por un momentito te dejé por completo, pero con grandes misericordias te juntaré. Con inundante indignación oculté de ti mi rostro por solo un momento, pero con bondad amorosa hasta tiempo indefinido ciertamente tendré misericordia de ti.” Este grandioso cambio total en las condiciones ha sido la conmovedora experiencia del resto ungido hoy día, que está viendo a las “otras ovejas” en números siempre aumentantes afluir a la organización teocrática. Están participando en la promesa hecha: “Y todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová, y la paz de tus hijos será abundante.” Esta instrucción, de la Palabra de Jehová y por medio de su organización, conduce a otra promesa excelente: “Cualquiera que sea el arma que se forme contra ti no tendrá éxito, y cualquiera que sea la lengua que se levante contra ti en el juicio la condenarás.”—Isa. 54:1-8, 13, 17; vea también Isaías 49:14-21.
9. Aunque no sea israelita espiritual, ¿qué privilegio puede usted tener como ‘extranjero’?
9 ¿Está usted disfrutando del beneficio de estas cosas buenas? Usted puede, porque no están limitadas a los israelitas espirituales, cuya “ciudadanía existe en los cielos,” en la Sion celestial. ¿Por qué no se identifica usted con los “extranjeros” por medio de cumplir las condiciones que se mencionan en cuanto a ellos en Isaías 56:6, 7? Allí dice: “Y los extranjeros que se han unido a Jehová para ministrarle y para amar el nombre de Jehová, a fin de llegar a ser siervos de él . . . yo también ciertamente los traeré a mi santa montaña y los haré regocijarse dentro de mi casa de oración. . . . Porque mi propia casa será llamada hasta casa de oración para todos los pueblos.”—Fili. 3:20.
10. (a) ¿Cuál es el lugar legítimo de Sion, y cómo se describe éste? (b) ¿Cómo se describen las muchas bendiciones que resultan?
10 Al seguir leyendo, la perspectiva para Sion se hace más atractiva. Después de asegurar: “Mi espíritu que está sobre ti y mis palabras que he puesto en tu boca... no serán quitadas . . . desde ahora en adelante aun hasta tiempo indefinido,” entonces Jehová dirige una llamada a Sion, clara y penetrante. Es la llamada que ha anhelado oír, la realización de la cual excede por mucho las expectaciones de ella. Escuche mientras resuena en los oídos de ella: “Levántate, oh mujer, despide luz, porque ha venido tu luz y sobre ti ha brillado la mismísima gloria de Jehová. Pues ¡mira! la oscuridad misma cubrirá la tierra, y densas tinieblas los grupos nacionales; pero sobre ti brillará Jehová, y sobre ti se verá la propia gloria de él. Y naciones ciertamente irán a tu luz, y reyes al resplandor de tu brillar.” Al fin Sion ocupa su lugar legítimo como la debidamente nombrada ‘administración para reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo.’ (Efe. 1:10) ¡Sí, aquí vienen! “¡Alza tus ojos alrededor y ve! Todos ellos han sido juntados; han venido a ti.” Además del personal, vienen otros recursos en abundancia: “En aquel tiempo verás y ciertamente te pondrás radiante . . . porque a ti se dirigirá la riqueza del mar; los recursos mismos de las naciones vendrán a ti.” Otra vez se mencionan “extranjeros,” que “realmente edificarán tus muros” y “serán [tus] labradores y [tus] viñadores.” Se introducen condiciones teocráticas grandemente mejoradas en la organización terrestre visible que representa a Sion: “En vez del cobre traeré oro, y en vez del hierro traeré plata, . . . y ciertamente nombraré la paz como tus superintendentes y la justicia como los que te asignan tus tareas.” Se asegura el aumento: “El pequeño mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa. Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su propio tiempo.”—Isa. 59:21; 60:1-5, 10, 17, 22; 61:5.
11. (a) Isaías entonces habla de ¿qué grandiosa culminación? (b) ¿De qué manera son estas cosas buenas parte de la experiencia de los testigos de Jehová?
11 ¡Y ahora viene la culminación! “Y las naciones ciertamente verán tu justicia, oh mujer, y todos los reyes tu gloria. Y realmente se te llamará por un nombre nuevo, que la mismísima boca de Jehová designará. . . . Ya no se dirá de ti que eres una mujer dejada por completo; y de tu propia tierra ya no se dirá que es desolada; sino que tú misma serás llamada Mi deleite Está en Ella [Hefzibah], y tu tierra Poseída como Esposa. Porque Jehová se habrá deleitado en ti, y tu propia tierra será poseída como esposa.” (Isa. 62:2-4) Este nuevo nombre simboliza una relación más estrecha y más profunda con Jehová. El que él se deleite así en su pueblo de veras es maravilloso. Esto no es mero edificar castillos en el aire. Aunque casi es demasiado bueno para ser verdad, todas estas cosas excelentes realmente son parte de la experiencia de los testigos de Jehová. Están diciendo como se predijo: “Cuando Jehová hizo volver a los de Sion que eran cautivos, nos pusimos como los que estaban soñando. En aquel tiempo se llenó nuestra boca de risa, y nuestra lengua de un clamor gozoso. En aquel tiempo procedieron a decir entre las naciones: ‘Jehová ha hecho una cosa grande en lo que ha hecho con ellos.’ Jehová ha hecho una cosa grande en lo que ha hecho con nosotros. Nos hemos puesto gozosos.” Dan todo crédito a Jehová, y, como se predijo le oran por éxito continuo: “Esto ha venido a ser de parte de Jehová mismo; es maravilloso a nuestros ojos. Este es el día que Jehová ha hecho; ciertamente estaremos gozosos y nos regocijaremos en él. ¡Ay, pues, Jehová, salva, sí, por favor! ¡Ay, pues, Jehová, otorga éxito, sí, por favor!”—Sal. 126:1-3; 118:23-25.
12. ¿Qué deseo deberían despertar los textos considerados, y cómo debería responder uno?
12 Después de repasar estos textos, ¿qué aliciente más fuerte podría usted tener para identificarse con la Sion celestial, y ayudar a adelantar su causa sagrada del Reino? El tiempo es corto, el trabajo es urgente, pero a usted no se le está reclutando. Cuando se le dice al rey de Sion: “Ve sojuzgando en medio de tus enemigos,” note lo que sigue inmediatamente: “Tu pueblo se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar. En los esplendores de la santidad, desde la matriz del alba, tienes tu compañía de hombres jóvenes justamente como gotas de rocío.” (Sal. 110:2, 3) De veras es un deleite estar incluido en este pueblo como voluntario de buena gana. ¿Es ése el deseo de usted?
SE CONCEDE EL DESEO DE SU CORAZÓN
13. ¿Cómo expresó David el anhelo de su corazón, y con qué intensidad de sentimiento?
13 El rey David tenía un gran deseo. Fijó su corazón en él como un deleite anhelado. Esta es la manera en que se expresó acerca de ello: “Una cosa he pedido a Jehová... es lo que buscaré, que pueda morar en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la agradabilidad de Jehová y para mirar con aprecio a su templo.” (Sal. 27:4) Otras versiones vierten la última expresión: “para inquirir en su templo,” pero David deseaba más que esto. El verbo hebreo, baqar, básicamente significa hender; dividir. Asumió el significado de escudriñar.a El salmista lo usa en el sentido de ver con placer o deleite. Para un ejemplo de contemplar, ¿cómo consideran las gaviotas un campo que está siendo cultivado? Si está cerca del mar, a menudo hay un apiñamiento excitado de estas aves que siguen de cerca el arado, prescindiendo de un tractor estrepitoso. Llenan el aire de su aleteo y graznidos agudos. Esos pájaros ciertamente miran con aprecio toda lombriz y larva que se deja al descubierto.
14. ¿Deberían todos los cristianos verdaderos tener un deseo parecido, y con qué seguridad de que se les conceda?
14 David mostró el mismo espíritu ansioso. Siendo de la tribu de Judá, jamás podía rendir servicio sacerdotal o levítico en el templo. De hecho, ni siquiera se había edificado durante su reinado, aunque parece que a veces llamaban templo a la tienda que alojaba el Arca. (1 Sam. 1:9) Sin embargo, siempre se regocijaba al unirse con otros cuando decían: “Vamos a la casa de Jehová.” (Sal. 122:1) Usted, también, puede tener y manifestar el mismo espíritu ansioso de devoción. Jehová le concederá su deseo. Él ha hecho posible que usted se una a los de la “grande muchedumbre,” que “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por eso es que están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo.”—Rev. 7:9, 14, 15.
15. ¿Por qué le invitan los testigos de Jehová a participar con ellos?
15 La organización teocrática de Jehová es el centro de la adoración pura; eso se demuestra por servicio devoto. Se le invita a usted a identificarse con esa organización, según se ve en los testigos de Jehová. De manera práctica se le ayudará a ver y apreciar la “agradabilidad de Jehová.” Se le animará a aprender a hacer de él su deleite. Al morar en Su casa espiritual todos los días de su vida, haciendo de ella su hogar espiritual, usted participará y se regocijará de la fuerte confianza que manifiestan todos los siervos teocráticos de Jehová. Usted dirá como dijo David: “Y ahora mi cabeza estará muy por encima de mis enemigos en derredor mío; y ciertamente sacrificaré en su tienda sacrificios de gozoso gritar; cantaré, sí, y celebraré con melodía a Jehová.”—Sal. 27:6; Heb. 13:15.
16. (a) ¿Qué guía y advertencia da Isaías en cuanto a nuestro deleite en el sábado? (b) ¿Cómo falla la cristiandad en este respecto?
16 En relación con esto, note la excelente guía que se da en la profecía de Isaías acerca de nuestro deleite, llevando a un éxito triunfante. Isaías dice: “Si en vista del sábado vuelves atrás tu pie respecto al hacer tus propios deleites en mi día santo, y realmente llamas el sábado un deleite exquisito, un día santo de Jehová, uno que está siendo glorificado, y realmente lo glorificas en vez de hacer según tus propios caminos, en vez de hallar lo que a ti te deleita y hablar una palabra; hallarás en tal caso tu exquisito deleite en Jehová, y yo ciertamente te haré cabalgar sobre los lugares altos de la tierra; y ciertamente te haré comer de la posesión hereditaria de Jacob tu antepasado, porque la misma boca de Jehová lo ha hablado.” (Isa. 58:13, 14) La cristiandad, como el Israel infiel de la antigüedad, supuestamente observa el sábado, un día semanal de descanso, aunque le presta poca atención en estos días. En éste, y en todos los otros respectos, los adherentes de la cristiandad se deleitan en sus propios caminos. No hay verdadero espíritu de amor y devoción a Jehová. En muchos casos ni siquiera creen en un Dios personal. Tampoco hay verdadero amor al prójimo. La gran mayoría simplemente se complace en sus propios caminos, quizás “teniendo una forma de devoción piadosa mas resultando falsos a su poder.” Pablo agrega: “De éstos apártate.” (2 Tim. 3:5) La cristiandad forma la parte preponderante de “Babilonia la Grande,” y el mandato resuena clara y fuertemente: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas.”
17. Los que salen de “Babilonia” deberían huir ¿a dónde, y por qué rápidamente?
17 Sí, apártese de Babilonia la Grande, la ciudad enemiga, el imperio mundial de religión falsa, y huya a Sion para refugio. No pierda tiempo, porque en breve Jehová “hará lo que es su deleite sobre Babilonia.” (Isa. 48:14) Ella ya ha sufrido una caída, y en breve sufrirá destrucción. (Rev. 18:2, 21) Ahora es el tiempo para emprender acción positiva, pues “todo el que invoque el nombre de Jehová escapará salvo; porque en el monte Sion y en Jerusalén resultarán estar los escapados, tal como ha dicho Jehová, y entre los sobrevivientes, a quienes Jehová llama.”—Joel 2:32.
18. ¿Cómo deberíamos mostrar nuestro deleite en guardar el verdadero sábado, resultando en qué bendición?
18 Observe el verdadero sábado de Jehová. No dedique solo un día de cada siete, sino dedíquese usted mismo, toda su vida, a deleitarse en hacer la voluntad de Dios, como lo hizo Jesús. Entre en el descanso de Dios, no por medio de confiar en sus propias obras, sino en la obra redentora de Cristo Jesús que satisface todos los requisitos. Al igual que Jesús, absorba la Palabra de Dios en sus entrañas, leyendo en tono bajo día y noche. Como resultado, usted será “como un árbol plantado al lado de corrientes de agua,” siempre fructífero y siempre verde, y ‘todo lo que haga tendrá buen éxito.’—Heb. 4:10; Gál. 3:10-14; Sal. 1:1-3; 40:8.
19. ¿Qué petición deberíamos hacer a Jehová, y con qué seguridad?
19 No deje de expresar los deseos de su corazón. Con fe, haga petición definida, como lo hizo David: “Instrúyeme, oh Jehová, en tu camino, y guíame en la senda de la rectitud a causa de mis opositores.” En armonía con su oración, ponga toda su vida en plena conformidad con el magnífico propósito del Creador. No sufrirá desilusión ni frustración. Su vida no terminará en congoja. “Deléitate exquisitamente en Jehová, y él te dará las peticiones de tu corazón.”—Sal. 27:11; 37:4; vea también Filipenses 4:6, 7.
[Nota]
a Vea la página 144, columna 2, de Lexicon in Veteris Testamenti Libros por Ludwig Koehler y Walter Baumgartner.