Libro bíblico número 23: Isaías
Escritor: Isaías
Dónde se escribió: Jerusalén
Cuándo se completó: Después de 732 a.E.C.
Tiempo que abarca: c. 778–después de 732 a.E.C.
1. ¿Qué situación existía en el Oriente Medio, particularmente en Israel y Judá, en el siglo VIII a.E.C.?
LA SOMBRA amenazante del cruel monarca asirio se cernía pesadamente sobre los demás imperios y los reinos menores del Oriente Medio. Por toda aquella zona hervía el habla de conspiración y confederación. (Isa. 8:9-13.) El apóstata reino norteño de Israel pronto sería víctima de esta intriga internacional, mientras que los reyes del reino sureño de Judá reinaban precariamente. (2 Rey., caps. 15-21.) Se estaban desarrollando y empleando nuevas armas de guerra, y esto aumentaba el terror de los tiempos. (2 Cró. 26:14, 15.) ¿Adónde podría dirigirse alguien en busca de protección y salvación? Aunque el nombre de Jehová estaba en los labios del pueblo y de los sacerdotes en el pequeño reino de Judá, estos dirigieron su corazón muy lejos en otras direcciones: primero a Asiria, y luego abajo a Egipto. (2 Rey. 16:7; 18:21.) La fe en el poder de Jehová decaía. Donde no había franca idolatría, reinaba una forma de adoración llena de hipocresía, basada en formalismo y no en el verdadero temor a Dios.
2. a) ¿Quién contestó al llamado de hablar por Jehová, y cuándo? b) ¿Qué es significativo en cuanto al nombre de este profeta?
2 Entonces, ¿quién hablaría por Jehová? ¿Quién declararía Su poder de salvar? “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí”, vino la pronta respuesta. El que habló fue Isaías, quien ya había estado profetizando antes. Transcurría el año en que murió herido de lepra el rey Uzías, alrededor de 778 a.E.C. (Isa. 6:1, 8.) El nombre Isaías quiere decir “Salvación de Jehová”, el mismo significado, aunque escrito en sentido inverso, del nombre Jesús (“Jehová Es Salvación”). Desde el comienzo hasta el fin, la profecía de Isaías destaca este hecho: que Jehová es salvación.
3. a) ¿Qué se sabe acerca de Isaías? b) ¿Durante qué período profetizó, y qué otros profetas sirvieron en su tiempo?
3 Isaías era hijo de Amoz (a quien no se debe confundir con Amós, otro profeta de Judá) (1:1). Las Escrituras no dicen nada de su nacimiento ni de su muerte, aunque según la tradición judía fue aserrado en dos por el inicuo rey Manasés. (Compárese con Hebreos 11:37.) Sus escritos lo sitúan en Jerusalén con su esposa, que era profetisa, y por lo menos dos hijos que recibieron nombres proféticos. (Isa. 7:3; 8:1, 3.) Isaías sirvió durante el tiempo de por lo menos cuatro reyes de Judá: Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías; y parece que su servicio empezó alrededor del año 778 a.E.C. (cuando murió Uzías, o posiblemente antes) y continuó por lo menos hasta después de 732 a.E.C. (el decimocuarto año de Ezequías), o no menos de 46 años. Lo más probable sería que también hubiera puesto ya por escrito su profecía para esta última fecha (1:1; 6:1; 36:1). Otros profetas de su tiempo fueron: en Judá, Miqueas; y al norte, Oseas y Oded. (Miq. 1:1; Ose. 1:1; 2 Cró. 28:6-9.)
4. ¿Qué indica que Isaías fue el escritor del libro?
4 El hecho de que Jehová mandó a Isaías que escribiera juicios proféticos lo establece Isaías 30:8: “Ahora ven, escríbelo sobre una tablilla con ellos, e inscríbelo hasta en un libro, para que sirva para un día futuro, para testimonio hasta tiempo indefinido”. Los antiguos rabinos judíos reconocían a Isaías como el escritor y ponían su libro en primer lugar entre los libros de los profetas mayores (Isaías, Jeremías y Ezequiel).
5. ¿Qué testifica de la unidad del libro de Isaías?
5 Aunque algunos han dicho que el cambio de estilo en el libro desde el capítulo 40 en adelante indica un escritor diferente, o un “Segundo Isaías”, el cambio de materia o asunto debe ser suficiente razón para explicar esto. Hay mucha prueba de que Isaías escribió todo el libro que lleva su nombre. Por ejemplo, la unidad del libro se indica por la expresión: “el Santo de Israel”, que aparece 12 veces en los capítulos 1 a 39, y 13 veces en los capítulos 40 a 66, un total de 25 veces; mientras que solo aparece 6 veces en lo restante de las Escrituras Hebreas. El apóstol Pablo también testifica de la unidad del libro al citar de todas partes de la profecía y atribuir la obra entera a un solo escritor: Isaías. (Compare Romanos 10:16, 20; 15:12 con Isaías 53:1; 65:1; 11:1.)
6. ¿Cómo da prueba convincente el Rollo del Mar Muerto del libro de Isaías a) de que nuestras Biblias hoy día representan el escrito inspirado original y b) de que el libro entero tiene a Isaías como único escritor?
6 Es interesante que, comenzando en el año 1947, de la oscuridad de unas cavernas no lejos de Khirbet (Qirbet) Qumrán, cerca de la costa noroeste del mar Muerto, se sacaron unos documentos antiguos. Estos fueron los Rollos del Mar Muerto, y entre estos estuvo la profecía de Isaías. Este documento está hermosamente escrito en hebreo premasorético bien conservado, y tiene unos 2.000 años de antigüedad, desde fines del siglo II a.E.C. Su texto, pues, sobrepasa por alrededor de mil años en antigüedad al manuscrito más antiguo en existencia del texto masorético, en el cual se basan las traducciones modernas de las Escrituras Hebreas. Hay variaciones menores en la grafía de palabras y algunas diferencias en la construcción gramatical, pero no varía doctrinalmente del texto masorético. Aquí hay prueba convincente de que las Biblias que tenemos hoy contienen el mensaje inspirado original de Isaías. Además, estos rollos antiguos refutan el argumento de los críticos sobre dos “Isaías”, pues el capítulo 40 comienza en la última línea de la columna de escritura que contiene el capítulo 39, de modo que la oración de apertura se completa en la columna siguiente. Como se ve, el copista obviamente no sabía nada de algún supuesto cambio de escritor o de alguna división del libro en este puntoa.
7. ¿Qué prueba abundante hay de la autenticidad del libro de Isaías?
7 Hay prueba abundante de la autenticidad del libro de Isaías. Aparte de Moisés, de ningún otro profeta citan más a menudo los escritores cristianos de la Biblia. Igualmente, hay una abundancia de prueba histórica y arqueológica de que es genuino; por ejemplo, los registros históricos de los monarcas asirios, entre ellos el prisma hexagonal de Senaquerib, en el cual él da su propio relato del asedio de Jerusalénb. (Isa., caps. 36, 37.) El montón de ruinas que una vez fue Babilonia todavía da testimonio del cumplimiento de Isaías 13:17-22c. Hubo un testimonio viviente en cada uno de los miles de judíos que marcharon de regreso de Babilonia, libertados por un rey cuyo nombre, Ciro, había sido escrito por Isaías casi 200 años antes. Puede ser que a Ciro más tarde se le mostrara este escrito profético, porque al libertar al resto judío él mencionó que había sido comisionado por Jehová para hacer aquello. (Isa. 44:28; 45:1; Esd. 1:1-3.)
8. ¿Cómo se prueba la inspiración por el cumplimiento de las profecías mesiánicas?
8 Sobresalen en el libro de Isaías las profecías mesiánicas. Se ha llamado a Isaías “el profeta evangélico”, por las numerosas predicciones que se cumplieron en los sucesos de la vida de Jesús. El capítulo 53, por mucho tiempo un “capítulo misterioso”, no solo para el eunuco etíope al que se hace referencia en el capítulo 8 de Hechos, sino también para el pueblo judío como nación, predice tan vívidamente el trato dado a Jesús que es como el relato de un testigo ocular. Las Escrituras Griegas Cristianas registran los cumplimientos proféticos de este capítulo sobresaliente de Isaías, como lo muestran las siguientes comparaciones: 53 v. 1—Juan 12:37, 38; 53 v. 2—Juan 19:5-7; 53 v. 3—Marcos 9:12; 53 v. 4—Mateo 8:16, 17; 53 v. 5—1 Pedro 2:24; 53 v. 6—1 Pedro 2:25; 53 v. 7—Hechos 8:32, 35; 53 v. 8—Hechos 8:33; 53 v. 9—Mateo 27:57-60; 53 v. 10—Hebreos 7:27; 53 v. 11—Romanos 5:18; 53 v. 12—Lucas 22:37. ¿Quién sino Dios pudo ser la fuente de predicción tan exacta?
CONTENIDO DE ISAÍAS
9. ¿Qué divisiones pueden verse en el libro de Isaías por su contenido?
9 Los primeros seis capítulos 1-6 dan el marco de circunstancias en Judá y Jerusalén, relatan la culpa de Judá ante Jehová y describen cómo se comisiona a Isaías. Los capítulos 7 a 12 tratan de amenazas de invasiones enemigas y de la promesa de alivio por el Príncipe de Paz comisionado por Jehová. Los capítulos 13 a 35 contienen una serie de declaraciones formales contra muchas naciones y un anuncio de la salvación que proveerá Jehová. En los capítulos 36 a 39 se describen sucesos históricos del reinado de Ezequías. Los capítulos restantes, Isa 40 a 66, tratan el tema de soltar de Babilonia a los cautivos, el regreso del resto judío y la restauración de Sión.
10. a) ¿Por qué insta Isaías a la nación a enderezar los asuntos? b) ¿Qué profetiza él para la parte final de los días?
10 El mensaje de Isaías “concerniente a Judá y Jerusalén” (1:1–6:13). Véale allí vestido de saco y con sandalias mientras, de pie en Jerusalén, clama: ¡Dictadores! ¡Pueblo! ¡Oigan! Su nación está enferma desde la cabeza hasta los pies, y ustedes han cansado a Jehová al levantar en oración manos ensangrentadas. Vengan, enderecen los asuntos con él, para que los pecados de color escarlata queden emblanquecidos como la nieve. En la parte final de los días la montaña de la casa de Jehová será elevada, y todas las naciones fluirán a ella en busca de instrucción. Ya no aprenderán más la guerra. Jehová será puesto en alto y santificado. Pero ahora Israel y Judá, aunque fueron plantados como una viña escogida, producen uvas de desafuero. Hacen malo lo bueno y bueno lo malo, porque son sabios a sus propios ojos.
11. ¿Mediante qué visión se comisiona a Isaías?
11 “Yo, sin embargo, conseguí ver a Jehová, sentado en un trono excelso y elevado”, dice Isaías. Junto con la visión viene la comisión de Jehová: “Ve, y tienes que decir a este pueblo: ‘Oigan vez tras vez’”. ¿Hasta cuándo? “Hasta que las ciudades realmente caigan estrepitosamente en ruinas” (6:1, 9, 11).
12. a) ¿Cómo se utiliza a Isaías y sus hijos como señales proféticas? b) ¿Qué promesa sobresaliente se da en el capítulo 9 de Isaías?
12 Amenazas de invasiones enemigas y promesa de alivio (7:1–12:6). Jehová utiliza a Isaías y sus hijos como ‘señales y milagros’ proféticos para mostrar que primero la combinación de Siria e Israel contra Judá fracasará, pero con el tiempo Judá irá en cautiverio, y solo regresará un resto. Una doncella quedará encinta y dará a luz un hijo. ¿Qué nombre se le da? Emmanuel (que significa “Con Nosotros Está Dios”). ¡Que tomen nota los enemigos que se combinan contra Judá! “¡Cíñanse, y sean hechos añicos!” Vendrán tiempos difíciles, pero entonces una luz grande brillará sobre el pueblo de Dios. Porque nos ha nacido un niño, “y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (7:14; 8:9, 18; 9:6).
13. a) ¿Qué consecuencia le aguarda al insolente asirio? b) ¿Qué vendrá como resultado del gobierno de la “ramita” procedente de Jesé?
13 “¡Ajá, el asirio —clama Jehová—, la vara para mi cólera!” Después de usar aquella vara contra “una nación apóstata”, Dios abatirá al insolente asirio mismo. Más tarde, “un simple resto volverá” (10:5, 6, 21). ¡Vea ahora un brote, una ramita del tocón de Jesé (el padre de David)! Esta “ramita” gobernará con justicia, y por medio de él toda la creación tendrá gozo, sin que haya daño o ruina, “porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar” (11:1, 9). Con esta “ramita” como señal enhiesta para las naciones, una calzada sale de Asiria para el resto que regresa. Habrá alborozo al sacar agua de los manantiales de la salvación y celebrar con melodía a Jehová.
14. ¿Qué humillación se predice para Babilonia?
14 Se pronuncia la ruina de Babilonia (13:1–14:27). Isaías mira ahora a más allá de los días de Asiria, al tiempo del apogeo de Babilonia. ¡Escuche! ¡El sonido de un pueblo numeroso, el alboroto de reinos, de naciones reunidas! ¡Jehová reúne en formación militar al ejército de guerra! Es un día oscuro para Babilonia. Los rostros, asombrados, se inflaman, y los corazones se derriten. Los despiadados medos derribarán a Babilonia, “la decoración de reinos”. Ella ha de llegar a ser una desolación inhabitada y un lugar frecuentado por criaturas salvajes “por generación tras generación” (13:19, 20). Se sacude a los muertos en el Seol para que reciban al rey de Babilonia. Las cresas llegan a ser su lecho, y gusanos su cubierta. ¡Qué caída para este ‘resplandeciente, el hijo del alba’ (14:12)! Aspiraba a elevar su trono, pero ha llegado a ser un cadáver arrojado fuera, cuando Jehová barre a Babilonia con la escoba de la aniquilación. ¡No ha de quedar nombre, ni resto, ni progenie, ni posteridad!
15. ¿Sobre qué desolaciones internacionales profetiza Isaías?
15 Desolaciones internacionales (14:28–23:18). Isaías señala ahora a Filistea, que bordea el mar Mediterráneo, y luego a Moab, que está al sudeste del mar Muerto. Dirige su profecía hacia arriba, a más allá del límite norteño de Israel, a Damasco de Siria, penetra profundamente en el sur, en Etiopía, y sube por el Nilo a Egipto, y por toda la senda los juicios de Jehová producen desolación. Isaías cuenta que el rey asirio Sargón, el predecesor de Senaquerib, envía al comandante Tartán contra la ciudad filistea de Asdod, al oeste de Jerusalén. Entonces se le dice a Isaías que se desvista y vaya desnudo y descalzo por tres años. Así él da un cuadro vívido de lo inútil de confiar en Egipto y Etiopía, quienes, con “las nalgas descubiertas”, serán llevados cautivos por el asirio (20:4).
16. ¿Qué calamidades se ven para Babilonia, Edom y los bulliciosos de Jerusalén, así como para Sidón y Tiro?
16 Un vigía sobre su atalaya ve la caída de Babilonia y sus dioses, y ve adversidades para Edom. Jehová mismo se dirige al pueblo bullicioso de Jerusalén, que dice: “Que se coma y se beba, porque mañana moriremos”. ‘Morirán’, dice Jehová (22:13, 14). Las naves de Tarsis también han de aullar, y Sidón ha de ser avergonzada, porque Jehová ha dado consejo contra Tiro, para “tratar con desprecio a todos los honorables de la tierra” (23:9).
17. ¿Qué juicio y qué restauración se predicen para Judá?
17 El juicio y la salvación de Jehová (24:1–27:13). ¡Pero mire ahora a Judá! Jehová vacía la tierra. Pueblo y sacerdote, siervo y amo, comprador y vendedor... todos tienen que irse, porque han pasado por alto las leyes de Dios y quebrantado el pacto indefinidamente duradero. Pero con el tiempo él volverá su atención a los prisioneros y los reunirá. Jehová es una plaza fuerte y un refugio. Tenderá un banquete en su montaña y se tragará a la muerte para siempre, mientras limpia las lágrimas de todo rostro. Dirán: “Este es nuestro Dios”. “Este es Jehová” (25:9). Judá tiene una ciudad cuyos muros son la salvación. Paz continua tendrán los que confían en Jehová, “porque en Jah Jehová está la Roca de tiempos indefinidos”. Pero el inicuo sencillamente “no aprenderá justicia” (26:4, 10). Jehová dará muerte a sus adversarios, pero restaurará a Jacob.
18, 19. a) ¿Qué ayes y gozos contrastantes se proclaman para Efraín y Sión? b) ¿En qué capacidades ha de salvar y gobernar a su pueblo Jehová?
18 La indignación y las bendiciones de Dios (28:1–35:10). ¡Calamidad para los borrachos de Efraín, cuya “decoración de hermosura” tiene que marchitarse! Pero Jehová “llegará a ser como corona de decoración y como guirnalda de hermosura” para el resto de su pueblo (28:1, 5). No obstante, los jactanciosos de Jerusalén esperan que una mentira sea refugio para ellos, más bien que la probada y preciosa piedra de fundamento puesta en Sión. Una inundación repentina los barrerá a todos. Los profetas de Jerusalén están dormidos, y el libro de Dios está sellado para ellos. Los labios se acercan, pero los corazones están muy alejados. Con todo, vendrá el día en que los sordos oirán las palabras del libro. Los ciegos verán y los mansos se regocijarán.
19 ¡Ay de los que bajan a Egipto por refugio! Este pueblo terco quiere visiones melosas, engañosas. Serán cortados, pero Jehová restaurará a un resto. Estos verán a su Magnífico Instructor, y esparcirán sus imágenes, y las llamarán “¡nada más que mugre!” (30:22). Jehová es el verdadero Defensor de Jerusalén. Un rey gobernará en justicia, junto con sus príncipes. Traerá paz, tranquilidad y seguridad hasta tiempo indefinido. La traición hará que los mensajeros de paz lloren amargamente, pero para su propio pueblo el Majestuoso, Jehová, es Juez, Dador de Estatutos y Rey, y él mismo los salvará. Ningún residente dirá entonces: “Estoy enfermo” (33:24).
20. ¿Qué indignación ha de estallar contra las naciones, pero qué bendición le espera al resto restaurado?
20 La indignación de Jehová tiene que estallar contra las naciones. Los cadáveres hederán, y las montañas se derretirán con sangre. Edom ha de ser desolado. Pero para los rescatados de Jehová la llanura desértica florecerá, y “la gloria de Jehová, el esplendor de nuestro Dios”, aparecerá (35:2). El ciego, el sordo y el mudo serán sanados, y se abrirá el Camino de la Santidad para los redimidos de Jehová mientras vuelven a Sión con regocijo.
21. ¿Qué desafíos lanza el asirio contra Jerusalén?
21 Jehová hace retroceder a Asiria en los días de Ezequías (36:1–39:8). ¿Es práctica la exhortación de Isaías de confiar en Jehová? ¿Puede salir con éxito de la prueba? En el decimocuarto año del reinado de Ezequías, Senaquerib de Asiria corta como con guadaña por Palestina y desvía algunas de sus tropas para tratar de intimidar a Jerusalén. Su portavoz, Rabsaqué, que habla hebreo, lanza preguntas desafiadoras al pueblo que está sobre los muros de la ciudad: ‘¿En qué ponen su confianza? ¿En Egipto? ¡Una caña quebrantada! ¿En Jehová? ¡No hay dios que pueda librar del rey de Asiria!’ (36:4, 6, 18, 20). En obediencia al rey, el pueblo no contesta.
22. ¿Cómo contesta Jehová la oración de Ezequías, y cómo cumple la profecía de Isaías?
22 Ezequías ora a Jehová por salvación a causa de Su nombre, y, mediante Isaías, Jehová contesta que pondrá su garfio en la nariz del asirio y lo conducirá de regreso por el camino por el cual ha venido. Un ángel da muerte a 185.000 asirios, y Senaquerib se escabulle de regreso a su país, donde más tarde sus propios hijos lo asesinan en su templo pagano.
23. a) ¿Qué lleva a Ezequías a componer un salmo a Jehová? b) ¿Qué imprudencia comete Ezequías, y, como resultado, qué profecía hace Isaías?
23 Ezequías enferma de muerte. Sin embargo, Jehová hace retroceder milagrosamente la sombra producida por el sol, como señal de que Ezequías será sanado, y agrega 15 años a la vida del rey. Agradecido, Ezequías compone un hermoso salmo de alabanza a Jehová. Cuando el rey de Babilonia envía mensajeros para felicitarlo hipócritamente por su mejoría, Ezequías comete la imprudencia de mostrarles los tesoros reales. Como resultado, Isaías profetiza que todo lo que hay en la casa de Ezequías será llevado algún día a Babilonia.
24. a) ¿Qué noticias de consuelo proclama Jehová? b) ¿Pueden compararse con Jehová en grandeza los dioses de las naciones? ¿Qué testimonio pide Jehová que se dé?
24 Jehová consuela a sus testigos (40:1–44:28). La palabra de apertura del capítulo 40, “Consuelen”, describe bien lo restante del libro de Isaías. Una voz en el desierto clama: “¡Despejen el camino de Jehová!” (40:1, 3). Hay buenas nuevas para Sión. Jehová pastorea su rebaño y lleva los corderitos en su seno. Desde los cielos elevados mira abajo al círculo de la Tierra. ¿A qué puede ser comparado en grandeza? Da pleno poder y energía dinámica a los cansados y fatigados que confían en él. Declara que las imágenes fundidas de las naciones son viento e irrealidades. Su escogido será como un pacto para los pueblos y una luz a las naciones que abrirá los ojos ciegos. Jehová dice a Jacob: “Yo mismo te he amado”, y clama al naciente, al poniente, al norte y al sur: ‘¡Entrega acá! Trae a mis hijos e hijas’ (43:4, 6). Con el tribunal en sesión, Jehová desafía a los dioses de las naciones a que produzcan testigos para probar su divinidad. El pueblo de Israel son testigos de Jehová, su siervo, que testifican que él es Dios y Libertador. A Jesurún (“Uno Recto”, Israel) él promete su espíritu y luego arroja vergüenza sobre los hacedores de imágenes que no ven ni saben nada. Jehová es el Recomprador de su pueblo; Jerusalén será habitada de nuevo, y su templo será reedificado.
25. ¿Qué llegarán a saber los hombres por los juicios de Jehová sobre Babilonia y sus dioses falsos?
25 Venganza sobre Babilonia (45:1–48:22). Por amor de Israel, Jehová nombra a Ciro para que venza a Babilonia. Se hará saber a los hombres que solo Jehová es Dios, el Creador de los cielos, la Tierra y el hombre que está sobre ella. Jehová se burla de Bel y Nebo, los dioses de Babilonia, porque solo Él puede declarar el final desde el principio. La hija virgen de Babilonia se sentará en el polvo, destronada y desnuda, y la multitud de sus consejeros será quemada como rastrojo. Jehová dice a los israelitas adoradores de ídolos ‘cuya cerviz es un tendón de hierro y su frente es cobre’ que ellos podrían tener paz, justicia y prosperidad si le escucharan, pero ‘no hay paz para los inicuos’ (48:4, 22).
26. ¿Cómo se consolará a Sión?
26 Sión consolada (49:1–59:21). Al dar a su siervo como luz a las naciones, Jehová clama a los que están en la oscuridad: “¡Salgan!” (49:9). Sión será consolada, y su desierto llegará a ser como Edén, el jardín de Jehová, sobreabundante en alborozo, regocijo, acción de gracias y la voz de melodía. Jehová hará que los cielos se desvanezcan en humo, la tierra se gaste como un vestido y sus habitantes mueran como un sencillo jején. ¿Por qué temer, entonces, el oprobio de hombres mortales? La copa amarga que Jerusalén ha bebido debe pasarse ahora a las naciones que la han pisoteado.
27. ¿Qué buenas nuevas se proclaman a Sión, y qué se profetiza sobre el ‘siervo de Jehová’?
27 ‘¡Despiértate, oh Sión, y levántate del polvo!’ Mira al mensajero, que salta sobre las montañas con buenas nuevas y avisa a Sión: “¡Tu Dios ha llegado a ser rey!” (52:1, 2, 7). Sálganse del lugar inmundo y manténganse limpios, ustedes los que sirven a Jehová. El profeta describe ahora al ‘siervo de Jehová’ (53:11). Este es un hombre a quien se desprecia y evita, uno que lleva nuestros dolores y a quien sin embargo se ve como golpeado por Dios. Fue traspasado por nuestras transgresiones, pero nos curó mediante sus heridas. Como una oveja llevada al degüello, no cometió violencia ni habló engaño. Dio su alma como ofrenda por la culpa para cargar los errores de muchas personas.
28. ¿Cómo se describe la venidera condición bendita de Sión, y con relación a qué pacto?
28 Como dueño marital, Jehová dice a Sión que clame gozosamente por su venidera fecundidad. Aunque afligida y arrojada por la tormenta, llegará a ser una ciudad con fundamento de zafiros, almenajes de rubíes y puertas de piedras relumbrantes como el fuego. Sus hijos, enseñados por Jehová, disfrutarán de paz abundante, y ningún arma formada contra ellos tendrá éxito. “¡Oigan, todos ustedes los sedientos!”, clama Jehová. Si vienen, concluirá con ellos su ‘pacto respecto a las bondades amorosas para con David’; dará un caudillo y comandante como testigo a los grupos nacionales (55:1-4). Los pensamientos de Dios son infinitamente más elevados que los del hombre, y su palabra tendrá éxito seguro. Eunucos que guarden su ley, sin importar de qué nacionalidad, recibirán un nombre mejor que el de hijos e hijas. La casa de Jehová será llamada casa de oración para todos los pueblos.
29. ¿Qué dice Jehová a los idólatras, pero qué garantía da a su pueblo?
29 Como el Alto y Excelso, cuyo nombre es santo, Jehová dice a los idólatras enloquecidos por lo sexual que él no contenderá con Israel hasta tiempo indefinido. Los ayunos píos de ellos son encubrimientos para la iniquidad. La mano de Jehová no es demasiado corta para salvar, ni su oído demasiado pesado para oír; más bien, son ‘los mismísimos errores de ustedes los que han llegado a ser las cosas que causan división entre ustedes y su Dios’, dice Isaías (59:2). Por eso esperan luz, pero andan palpando en la oscuridad. Por otra parte, el espíritu de Jehová sobre su pueblo fiel en pacto con él garantiza que su palabra permanecerá en la boca de ellos para todas las generaciones futuras, y no se les podrá quitar.
30. ¿Cómo hermosea Jehová a Sión, como lo ilustran qué nombres nuevos?
30 Jehová hermosea a Sión (60:1–64:12). “Levántate, oh mujer, despide luz, porque [...] ha brillado la mismísima gloria de Jehová.” Por contraste, densas tinieblas envuelven la tierra (60:1, 2). En aquel tiempo Sión alzará los ojos y se pondrá radiante, y su corazón se estremecerá cuando vea que los recursos de las naciones vienen a ella sobre una oleada en masa de camellos. Como nubes de palomas, vendrán volando a ella. Extranjeros edificarán sus muros, reyes le ministrarán, y sus puertas nunca se cerrarán. Su Dios tendrá que llegar a ser su hermosura, y aceleradamente él hará que uno se convierta en mil y el chico en una nación poderosa. El siervo de Dios exclama que el espíritu de Jehová está sobre él y lo unge para anunciar estas buenas nuevas. Sión recibe un nombre nuevo: Mi Deleite Está en Ella (Hefziba), y a su tierra se llama Poseída como Esposa (Beulá) (62:4, nota). Sale la orden de terraplenar la calzada de regreso desde Babilonia y levantar una señal enhiesta en Sión.
31. ¿Quién viene de Edom, y qué oración pronuncia el pueblo de Dios?
31 De Bozrá en Edom viene uno con prendas de vestir de rojo sangre. En su cólera ha hollado a personas en un lagar, y la sangre de estas ha salido a chorros. El pueblo de Jehová está muy al tanto de su inmundicia y ofrece esta conmovedora oración: ‘Oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero. No estés indignado, oh Jehová, hasta el extremo. Todos somos pueblo tuyo’ (64:8, 9).
32. En contraste con los que abandonan a Jehová, ¿de qué puede alborozarse su propio pueblo?
32 ¡“Nuevos cielos y una nueva tierra” (65:1–66:24)! El pueblo que ha abandonado a Jehová por los dioses de la “Buena Suerte” y el “Destino” morirá de hambre y sufrirá vergüenza (65:11). Los propios siervos de Dios se regocijarán con la abundancia. ¡Mire! Jehová crea nuevos cielos y una nueva tierra. ¡Qué gozo y alborozo habrá en Jerusalén y su pueblo! Se edificarán casas y se plantarán viñas, mientras el lobo y el cordero pacen en unidad. No habrá daño ni ruina.
33. ¿Qué regocijo, gloria y permanencia se predicen para los amadores de Jerusalén?
33 Los cielos son el trono de Jehová, y la Tierra es el banquillo de sus pies; por lo tanto, ¿qué casa pueden edificarle los hombres? Una nación ha de nacer en un solo día, y se invita a todos los amadores de Jerusalén a regocijarse cuando Jehová le extienda paz justamente como un río. Como un mismo fuego él vendrá contra sus enemigos... carros que son como un viento de tempestad harán el pago de su cólera contra toda carne desobediente, con pura furia y llamas de fuego. Saldrán mensajeros a todas las naciones y a islas lejanas para anunciar su gloria. Sus cielos y tierra nuevos serán permanentes. También, los que le sirvan, y la prole de estos, seguirán subsistiendo. O es esto, o es muerte eterna.
POR QUÉ ES PROVECHOSO
34. ¿Qué ilustraciones vívidas hacen más vigoroso el mensaje de Isaías?
34 Desde todo punto de vista, el libro profético de Isaías es una dádiva muy provechosa de Jehová Dios. Resplandecen desde él los pensamientos elevados de Dios. (Isa. 55:8-11.) Conferenciantes que dan a conocer las verdades bíblicas pueden sacar del libro de Isaías, como de un tesoro, vívidas ilustraciones que impresionan con un vigor como el de las parábolas de Jesús. Isaías nos hace ver claramente la tontedad del hombre que, para hacer un ídolo al que adora, usa el mismo árbol que utiliza como combustible. Nos comunica la incomodidad del hombre que se acuesta en un lecho demasiado corto con una sábana demasiado estrecha, y nos hace oír el dormitar ruidoso de los profetas que son como perros mudos, demasiado perezosos para ladrar. Si nosotros mismos, según la exhortación de Isaías, ‘escudriñamos el libro de Jehová y lo leemos en voz alta’, podremos darnos cuenta del trascendental mensaje que Isaías tiene para nuestros días (44:14-20; 28:20; 56:10-12; 34:16).
35. ¿Cómo enfoca Isaías la atención en el Reino mediante el Mesías, y en el precursor, Juan el Bautizante?
35 La profecía enfoca particularmente el Reino de Dios mediante el Mesías. Jehová mismo es el Rey supremo, y nos salva (33:22). Pero ¿qué hay del Mesías mismo? El anuncio del ángel a María acerca del niño que ella daría a luz mostró que Isaías 9:6, 7 se cumpliría cuando él recibiera el trono de David; “y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin”. (Luc. 1:32, 33.) Mateo 1:22, 23 muestra que el que Jesús naciera de una virgen cumplió Isaías 7:14, y lo identifica como “Emmanuel”. Unos 30 años más tarde, Juan el Bautizante vino predicando que ‘el reino de los cielos se había acercado’. Los cuatro evangelistas citan Isaías 40:3 para mostrar que este Juan era el ‘que clamaba en el desierto’. (Mat. 3:1-3; Mar. 1:2-4; Luc. 3:3-6; Juan 1:23.) En la ocasión de su bautismo Jesús llegó a ser el Mesías —el Ungido de Jehová, la ramita o raíz de Jesé— que habría de gobernar las naciones. En él deben ellas poner su esperanza, en cumplimiento de Isaías 11:1, 10. (Rom. 15:8, 12.)
36. ¿Qué abundantes cumplimientos de profecías identifican claramente a Mesías el Rey?
36 ¡Vea cómo sigue Isaías identificando a Mesías el Rey! Jesús leyó su comisión de un rollo de Isaías para mostrar que era el Ungido de Jehová, y entonces pasó a “declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque —como dijo— para esto fui enviado”. (Luc. 4:17-19, 43; Isa. 61:1, 2.) Los cuatro Evangelios están repletos de detalles sobre el ministerio terrenal de Jesús y la clase de muerte que tuvo, tal como se predijo en el capítulo 53 de Isaías. Los judíos, por la incredulidad de su corazón, aunque oyeron las buenas nuevas del Reino y vieron las obras maravillosas de Jesús, no captaron el sentido, en cumplimiento de Isaías 6:9, 10; 29:13 y 53:1. (Mat. 13:14, 15; Juan 12:38-40; Hech. 28:24-27; Rom. 10:16; Mat. 15:7-9; Mar. 7:6, 7.) Jesús fue una piedra de tropiezo para ellos, pero llegó a ser la piedra angular de fundamento que Jehová puso en Sión y sobre la cual edifica Su casa espiritual en cumplimiento de Isaías 8:14 y 28:16. (Luc. 20:17; Rom. 9:32, 33; 10:11; 1 Ped. 2:4-10.)
37. ¿Cómo citaron y aplicaron Isaías los apóstoles de Jesús?
37 Los apóstoles de Jesucristo siguieron dando buen uso a la profecía de Isaías cuando la aplicaron al ministerio. Por ejemplo, al mostrar que se necesitan predicadores para edificar la fe, Pablo cita a Isaías así: “¡Cuán hermosos son los pies de los que declaran buenas nuevas de cosas buenas!”. (Rom. 10:15; Isa. 52:7; véase también Rom. 10:11, 16, 20, 21.) Pedro, también, cita de Isaías para mostrar que las buenas nuevas permanecen: “Porque ‘toda carne es como hierba, y toda su gloria es como una flor de la hierba; la hierba se marchita, y la flor se cae, pero el dicho de Jehová dura para siempre’. Pues bien, este es el ‘dicho’, esto que se les ha declarado como buenas nuevas”. (1 Ped. 1:24, 25; Isa. 40:6-8.)
38. ¿Qué tema glorioso del Reino se pinta en Isaías, también considerado más tarde por otros escritores de la Biblia?
38 ¡Gloriosamente pinta Isaías la esperanza del Reino que veremos realizada! ¡Mire! Es los “nuevos cielos y una nueva tierra”, donde “un rey reinará para justicia misma” y príncipes gobernarán para derecho. ¡Qué razón para regocijo y alborozo (65:17, 18; 32:1, 2)! De nuevo, Pedro utiliza el mensaje alegre de Isaías: “Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa [la de Dios], y en estos la justicia habrá de morar”. (2 Ped. 3:13.) Este tema maravilloso del Reino alcanza gloria plena en los capítulos finales de Revelación. (Isa. 66:22, 23; 25:8; Rev. 21:1-5.)
39. ¿A qué magnífica esperanza señala Isaías?
39 Así, el libro de Isaías, aunque contiene denunciaciones ardientes de los enemigos de Jehová y de los que con hipocresía afirman ser sus siervos, engrandece la magnífica esperanza del Reino del Mesías por medio del cual el gran nombre de Jehová será santificado. Explica mucho de las maravillosas verdades del Reino de Jehová y nos entusiasma con la expectativa gozosa de alcanzar “salvación por él”. (Isa. 25:9; 40:28-31.)
[Notas a pie de página]
a Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1, páginas 1258, 1259.
b Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1, página 957; volumen 2, páginas 997, 998.
c Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2, página 324.