Preguntas de los lectores
● ¿Por qué en Juan 1:18 la Traducción del Nuevo Mundo dice “dios unigénito” cuando muchas otras traducciones dicen “Hijo unigénito”?—D. S., EE. UU.
Juan 1:18 dice: “Ningún hombre ha visto jamás a Dios; el dios unigénito que está en la posición del seno para con el Padre es quien lo ha explicado a él.” El apóstol Juan obviamente se refiere aquí a Jesucristo, el Hijo de Dios. No obstante, Jesús no es solo el unigénito Hijo de Dios sino también un dios, el dios unigénito. Sin duda Juan usó aquí la palabra griega para dios, theós, en vez de la palabra huiós, “hijo,” porque quería dar énfasis a Jesús como dios más bien que a Jesús como hijo, en armonía con el versículo de apertura de este Evangelio en que dice de Jesús: “y la Palabra era un dios.”
El hecho de que el apóstol Juan mismo sí usó la palabra theós en vez de la palabra huiós es muy probable, porque así es como dicen los manuscritos griegos más antiguos y autoritativos. Por eso es también que en el texto de Westcott y Hort, en que se basa la Traducción del Nuevo Mundo, dice así.
Es interesante el hecho de que no son pocas las traducciones bíblicas modernas que dicen “Hijo unigénito” que tienen notas al pie de las páginas en que indican que otros manuscritos dicen “Dios” en vez de “Hijo.” Esto es cierto de la Versión Americana Normal, la Versión Normal Revisada y Weymouth. Moffatt dice: “el Divino, el Hijo único,” pero una nota al pie de la página reconoce que “theos (‘el divino’) es probablemente más original que la lectura variante huios.” Rotherham vierte la expresión: “un Dios Unigénito,” y la versión del Msñr. Knox declara en una nota al pie de la página: “Algunos de los mejores manuscritos dicen aquí ‘Dios, el unigénito,’ en vez de ‘el Hijo unigénito.’”
Por lo tanto se ve que hay amplio fundamento para que el Comité de Traducción de la Biblia del Nuevo Mundo haya vertido el pasaje como lo hizo; y otros reconocen que Westcott y Hort tuvieron razones sólidas para verter el texto de la manera que lo hicieron. No obstante, muchos traductores tropezaron ante la expresión “el dios unigénito” y por lo tanto prefirieron la versión de autoridades menores a la de las mejores.
● ¿Cómo debemos entender Efesios 3:14, 15, que habla del “Padre, a quien toda familia en el cielo y en la tierra debe su nombre”? ¿Hay muchas familias en el cielo, y cómo se puede decir que cada familia en la Tierra debe su nombre a Dios?—G. G., EE. UU.
La expresión que aquí se vierte “toda familia” es pasa patriá, y puede verterse o “familia completa” (VA) o “toda familia.” Las traducciones modernas generalmente dicen “toda familia,” como dice la Traducción del Nuevo Mundo.
Por supuesto, no hay familias en el cielo como las que hay en la Tierra, con un padre sobre cada grupo familiar y una esposa, y los demás miembros siendo hijos de los padres, porque en el cielo ni se casan ni se dan en matrimonio. (Luc. 20:34, 35) No obstante, Jehová Dios está casado a su organización y tiene hijos por ella. (Isa. 54:5) Jesucristo está desposado a su novia la congregación y está recibiendo miembros a sí en la región celestial. (2 Cor. 11:2) Los miembros fieles del resto ungido que están en la Tierra están incluidos entre los miembros de la familia de Dios, y las “otras ovejas” de hoy son miembros en perspectiva de esa familia.—Rom. 8:14-17; Juan 10:16.
“Toda familia . . . en la tierra” parece referirse, no a todo pequeño grupo de familia que vive junto, sino a una línea de familia que conserva un nombre. Según la ley de Moisés, Jehová Dios creía en la conservación de la línea de la familia, pues siempre hizo provisión para que hubiera herederos que pasaran adelante el nombre de la familia, como en el caso del matrimonio de levirato. (Deu. 25:5, 6; Rut 4:3-10) Si no fuera por el poder creativo de Jehová, nunca hubiera habido tales familias, cada una llevando y extendiendo un nombre a través del tiempo. Toda familia por lo tanto le debe su nombre a él, no directamente, como si él hubiese dado a cada línea de familia su nombre individual, sino indirectamente porque él ha hecho posible que haya familias en la Tierra con un nombre. En este sentido toda familia, la una sola familia de los cielos y las muchas líneas de familia en la Tierra, le deben a él sus nombres. Le deben su existencia con la oportunidad y el privilegio de llevar nombres distintivos.