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¿Por qué no sobrevivirá la cristiandad?La Atalaya 1979 | 15 de diciembre
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considera tales sacrificios como “el sacrificio supremo” que obtiene para los sacrificados un pasaporte inmediato a la presencia de Cristo allá en el cielo!
LOS SACRIFICIOS QUE AGRADAN A JEHOVÁ DIOS
19. Pues bien, ¿qué significa para el cristiano el presentar su cuerpo como “sacrificio vivo, santo” a Dios?
19 Jehová Dios no recomienda sacrificios de esa clase a los seguidores de su Hijo Jesucristo. Más bien, en Romanos 12:1, 2 inspiró al apóstol Pablo a escribir: “Les suplico por las compasiones de Dios, hermanos, que presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado con su facultad de raciocinio. Y cesen de amoldarse a este sistema de cosas, mas transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.” El que el cristiano presente su cuerpo como “sacrificio vivo, santo” no significa que se suicide o que haga que un sacerdote religioso le dé muerte y lo ofrezca sobre un altar. Eso no sería un “servicio sagrado con su facultad de raciocinio.” Lo que esto significa, más bien, es que el cristiano lleve una vida abnegada a favor del servicio de Dios, no que deliberadamente se haga un mártir con el propósito de ostentarse.
20. Al vivir de tal modo “acepto a Dios,” ¿qué sacrificio puede ofrecer a Dios el cristiano vivo?
20 Por medio de continuar viviendo de un modo “acepto a Dios,” el cristiano verdadero puede ofrecer a Dios los sacrificios que se mencionan en Hebreos 13:15, 16, a saber: “Por medio de él [Cristo, el Sumo Sacerdote de Dios] ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre. Además, no olviden el hacer bien y el compartir cosas con otros, porque con dichos sacrificios Dios se agrada mucho.”
21. En el caso de su pueblo escogido, ¿qué puso Jehová por delante de la ofrenda de víctimas animales? y, por eso, ¿qué puede decirse acerca de los sacrificios humanos?
21 Los sacrificios que se describen de este modo no admiten el que mezclemos la adoración de Jehová con la ofrenda de víctimas humanas o animales a los dioses falsos de este mundo. (Isa. 42:8) La cosa principal que Dios desea de su pueblo es obediencia, que obedezcamos “la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.” Cuando Jehová rescató a su pueblo escogido de una opresión mortífera en el antiguo Egipto, no puso en primer lugar, como de primera importancia, el que le ofrecieran sacrificios animales: “Pero esta palabra sí les expresé en mandato a ellos, diciendo: ‘Obedezcan mi voz, y ciertamente llegaré a ser su Dios, y ustedes mismos llegarán a ser mi pueblo; y tienen que andar en todo el camino que yo les mande, a fin de que les vaya bien.’” (Jer. 7:22, 23; 1 Sam. 15:22) De modo que si Jehová no exigió sacrificios animales de su pueblo escogido, mucho menos pediría de ellos sacrificios humanos. La idea de hacer sacrificios humanos, como los que se ofrecían a Baal o Moloc, ni siquiera había “subido a [su] corazón.”—Jer. 7:31.
22, 23. (a) ¿Por qué se dice que la cristiandad, a pesar de todo su registro de derramamiento de sangre humana, no ha ofrecido sacrificios aceptos a Dios? (b) ¿Qué iba a sucederle a su prototipo de la antigüedad que muestra si ella ha de quedar sin castigo o no?
22 La cristiandad, a pesar de todo su registro sangriento de derramamiento de sangre humana, no ha ofrecido a Dios los sacrificios que le agradan a él. De parte de ella no ha habido obediencia al Dios de la Biblia. (Miq. 6:6-8) Hasta este día ella no se ha arrepentido de su proceder de desobediencia, a fin de ofrecer a Dios el sacrificio apropiado. “Los sacrificios para Dios son un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y aplastado, oh Dios, no lo despreciarás.” (Sal. 51:17) ¿Merece ella que no se le castigue? ¿Quedará sin castigar? Su prototipo de la antigüedad, Jerusalén, sufrió el debido castigo, tal como Jehová dijo:
23 “‘Por lo tanto, ¡mira! vienen días,’ es la expresión de Jehová, ‘cuando ya no se dirá que es Tofet y el valle del hijo de Hinón, sino el valle de la matanza; y tendrán que enterrar en Tofet sin que haya suficiente lugar. Y los cuerpos muertos de este pueblo tendrán que llegar a ser alimento para las criaturas volátiles de los cielos y para las bestias de la tierra, sin que nadie los haga temblar. Y ciertamente haré cesar de las ciudades de Judá y de las calles de Jerusalén la voz de alborozo y la voz de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia; porque el país llegará a ser solo un lugar devastado.’”—Jer. 7:32-34; 19:6-9.
24. ¿Cuándo ocurrió el cumplimiento típico de aquella profecía solemne?
24 Esta solemne profecía no se realizó durante el reinado del rey Josías, quien efectuó una obra de triturar ídolos y contaminó los lugares que habían sido dedicados a la adoración de Moloc y otros dioses demoníacos. (2 Rey. 23:3-20) El convertir a Tofet y el valle de Hinón en un valle de la matanza, en el que los cadáveres de los moradores de Judá quedaran diseminados, sin tumbas que impidieran que las aves y bestias que comen carne los devoraran, ocurrió en 607 a. de la E.C., cuando, después de un largo sitio, Jerusalén cayó ante los babilonios y los miserables sobrevivientes fueron deportados y la ciudad quedó convertida en una devastación. Por 70 años Jerusalén y Judá permanecieron desoladas.—2 Cró. 36:17-21.
25. En vista de lo anterior, la cristiandad no escapará del cumplimiento de ¿qué profecía de Jeremías?
25 A la cristiandad de hoy día, culpable de derramamiento de sangre, con sus costumbres paganas, sus tradiciones hechas por el hombre y su mezcla de filosofías paganas con enseñanzas bíblicas, no le irá mejor que a su prototipo de la antigüedad. No escapará de participar en el cumplimiento de la siguiente profecía de Jehová: “Una gran tormenta misma será levantada desde las partes más remotas de la tierra. Y los muertos por Jehová ciertamente llegarán a estar en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el mismísimo otro extremo de la tierra. No serán plañidos, ni serán recogidos ni enterrados. Quedarán como estiércol sobre la superficie del suelo.” (Jer. 25:32, 33) ¡No! La cristiandad no sobrevivirá a la inminente “grande tribulación.” (Mat. 24:1, 2, 21, 22) Además, ¡todo el resto del imperio mundial de la religión falsa la seguirá de cerca a la destrucción!
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Dicen “paz” cuando no hay ningunaLa Atalaya 1979 | 15 de diciembre
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Dicen “paz” cuando no hay ninguna
1. ¿Dónde se encuentra la clase de Jeremías de hoy día respecto a los que proclaman “¡paz!” cuando no hay ninguna?
EL PROFETA Jeremías no estuvo entre las personas de su día que estuvieron diciendo “¡Paz!” cuando no había ninguna. De igual manera, la clase de Jeremías de hoy día no está entre los voceros de la cristiandad que imitan a aquellos hombres que persistían en decir “¡Paz!” en el día de Jeremías. ¿Quiénes al fin resultarán ser los veraces: ¿esos proclamadores de “¡Paz!,” o aquellos a quienes se llama “anunciadores de calamidad”?
2, 3. (a) ¿A qué se están viendo obligados a acudir como fuente para una paz estable y duradera los hombres? (b) Para ilustrar lo inútil de tal fuente de paz, ¿qué se hizo que Jeremías dijera después?
2 Los hombres se están viendo obligados a mirar hacia el cielo en espera de ayuda sobrenatural en su empeño de ver que los asuntos mundiales queden resueltos y haya
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