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Los peleadores contra Dios están perdiendo la batallaLa Atalaya 1978 | 15 de febrero
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insulares en 194 idiomas. Los hombres que se oponen a ellos en esta obra que se hace por mandato u ordenación divina se convierten en realidad en peleadores contra Dios. Al proceder así, están peleando en una batalla en la que resultarán perdedores. Persisten con desesperación en pensar que prevalecerán contra la pequeña clase ungida de Jeremías y sus compañeros leales. ¡Pero Jehová nos ha dado su Palabra de que jamás prevalecerán!
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“De seguro pelearán contra ti”La Atalaya 1978 | 15 de febrero
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“De seguro pelearán contra ti”
1. ¿Qué reacción pudiéramos sentir ante la infidelidad de un cónyuge?
¿QUÉ sentiría cualquiera de nosotros, como casados si nuestro cónyuge en matrimonio legal nos fuera infiel y cometiera adulterio notoriamente? Digamos que una esposa, que hubiera contraído matrimonio con nosotros desde su juventud, quebrantara sus votos, nos abandonara y fuera vendiéndose a hombres de conducta moral relajada. Como esposos fieles, ¿no nos sentiríamos heridos en el corazón? Después de haber perdido las esperanzas de lograr una reconciliación, quizás la despediríamos con un certificado de divorcio. En nuestra desgraciada situación, ¡quizás nunca quisiéramos que volviera a nosotros!
2. ¿Qué caso de infidelidad en escala nacional se manifiesta en Jeremías 3:1, 2?
2 Hace veintiséis siglos, en los días del profeta Jeremías, se había desarrollado un caso semejante, pero en escala nacional. Este caso tiene un paralelo moderno, y por eso nos interesa hoy día. Merece que lo examinemos, para ver cómo pudiéramos tener que ver con él. En el registro del caso según lo manifiesta Jeremías, leemos esto: “Hay un dicho: ‘Si un hombre despidiera a su esposa y ella realmente se fuera de él y llegara a ser de otro hombre, ¿debiera él volver más a ella? . . . Y tú misma has cometido prostitución con muchos compañeros; y ¿debe haber un volver a mí?’ es la expresión de Jehová. ‘Alza tus ojos a las sendas trilladas y ve. ¿Dónde es que no se te haya forzado? A la orilla de los caminos te has sentado por ellos, como un árabe en el desierto; y sigues contaminando la tierra con tus actos de prostitución y tu maldad.’”—Jer. 3:1, 2.
3. ¿Qué le dice Jehová que haga a la renegada a quien se habla aquí, y por qué?
3 Es a la nación de Israel que se habla aquí. Por eso leemos: “‘De veras vuélvete, oh renegada Israel,’ es la expresión de Jehová. ‘No haré caer mi rostro airadamente sobre ustedes, porque soy leal,’ es la expresión de Jehová.” “‘No me quedaré resentido hasta tiempo indefinido. Solo nota tu error, porque es contra Jehová tu Dios que has transgredido.’” “‘Vuélvanse, oh hijos renegados,’ es la expresión de Jehová. ‘Porque yo mismo he llegado a ser el dueño marital de ustedes; y ciertamente los tomaré . . . y ciertamente los traeré a Sión.’”—Jer. 3:12-14.
4. ¿Quién es hoy como la renegada Israel, y qué pregunta surge en cuanto a posesión por dueño marital?
4 Hoy la que es semejante a la renegada Israel es la cristiandad. Hay más de 900.000.000 de personas que todavía están enlazadas con la cristiandad, pues están matriculadas como miembros eclesiásticos en sus muchas sectas. ¿Ha sido Jehová Dios alguna vez el “dueño marital” de la cristiandad? Hoy ella hace poco caso del nombre de Jehová y pone casi exclusivamente en primer plano el nombre del
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