-
Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1973 | 1 de noviembre
-
-
inadvertidamente de cierta obligación, no estaría consciente de la necesidad de cumplirla. Y su falla inadvertida podría resultar en resentimiento, especialmente si la otra persona se pusiera a pensar que su hermano cristiano era egoísta y no confiable.
Otro factor que hace aconsejable tener contratos escritos es la incertidumbre de la vida humana. Como observó el sabio escritor de Eclesiastés: “El tiempo y el suceso imprevisto les acaecen a todos.” (Ecl. 9:11) Realmente es prudente tener un acuerdo escrito para que, si es necesario, una persona pueda probar que tiene derecho a pago o servicios más bien que tener que sufrir pérdida seria debido a no tener testigos vivos que puedan verificar su reclamación.
Las Escrituras definitivamente aprueban el hacer contratos escritos. Por ejemplo, el profeta de Jehová, Jeremías, por dirección divina, compró un campo del hijo de su tío paternal. El dinero por la compra se pesó en presencia de testigos. Cuando se pagó el dinero, se redactaron dos escrituras, probablemente idénticas, de acuerdo con las disposiciones reglamentarias legales entonces existentes. Se dejó abierta una escritura, evidentemente para que pudieran consultarla fácilmente las personas interesadas. La otra escritura fue sellada después de firmarla los testigos. Por consiguiente, si alguna vez se pusiera en tela de juicio la autenticidad de la escritura no sellada, se podría abrir la escritura sellada y compararla con la que no estaba sellada. La entera transacción era pública, efectuada “ante los ojos de todos los judíos que estaban sentados en el Patio de la Guardia.” Ambas escrituras se colocaban después en un recipiente para custodia. (Jer. 32:6-14) Así, años más tarde, habría estado disponible prueba de que todo se había manejado apropiadamente.
Por eso, en vez de dar evidencia de falta de confianza, el hacer acuerdos por escrito puede ser una indicación del sincero deseo de uno de cumplir con sus obligaciones.
-
-
¿Está seguro su futuro?La Atalaya 1973 | 1 de noviembre
-
-
¿Está seguro su futuro?
Si usted es esposa y ama de casa, ¿se preocupa por las influencias que están arruinando matrimonios y separando con violencia a las familias? ¿Se interesa en cómo impedir que estas influencias minen la seguridad de su hogar?
Lea el libro La verdad que lleva a vida eterna, de 192 páginas. El capítulo 20, sobre “Edificando una vida de familia feliz,” le será especialmente interesante. Envíe sólo 25c de dólar por su ejemplar.
Sírvanse enviarme el libro de cubierta dura La verdad que lleva a vida eterna, por el cual adjunto 25c de dólar.
-