Liberación y supervivencia al caer la cristiandad
1, 2. (a) ¿Cuándo, y durante la carrera profética de quién, debe de haberse efectuado el último Jubileo de los judíos? (b) En cuanto al Jubileo ¿qué les mandaba a los judíos la ley que Jehová les había dado por medio de Moisés?
EN EL día de Jeremías el año sabático debería haber sido un tiempo de liberación para los esclavos judíos. El último de aquellos años sabáticos terminó el 9 de Tisri de 609 a. de la E.C., un día antes del Día de Expiación judío. Desde que entró en la tierra de Canaán en 1473 a. de la E.C., al pueblo de Jeremías se le mandó que celebrara años sabáticos. A partir de entonces cada cincuenta años deberían haber observado un año de Jubileo, y cada Jubileo comenzaba con el Día de Expiación. El Jubileo decimoséptimo resultó ser el último. Terminó en 623 a. de la E.C., durante la actividad profética de Jeremías. Como sacerdote en el templo, Jeremías debería haber oído el toque de trompeta que anunciaba el principio de aquel Jubileo, un año de liberación especial. La ley que Jehová dio por medio del profeta Moisés mandaba:
2 “Tienen que santificar el año cincuenta y proclamar libertad en la tierra a todos sus habitantes. Llegará a ser un Jubileo para ustedes, y ustedes tienen que volver cada uno a su posesión y deben volver cada uno a su familia. Un Jubileo es lo que ese año cincuenta llegará a ser para ustedes.”—Lev. 25:10, 11.
3. ¿Cuál era la ley de Dios concerniente a cada séptimo año entre un Jubileo y el siguiente, y por cuánto tiempo podían poseer esclavos hebreos los compradores hebreos?
3 A semejanza del sábado semanal, cada séptimo año entre un Jubileo y el siguiente había de ser un año sabático. (Lev. 25:1-9) En un arreglo semejante, la ley de Jehová dijo: “En caso de que compres un esclavo hebreo, será esclavo seis años, pero al séptimo saldrá como uno puesto en libertad sin pagar nada.” (Éxo. 21:2) “En caso de que fuera vendido a ti tu hermano, un hebreo o una hebrea, y te haya servido seis años, entonces en el séptimo año lo debes enviar de ti como uno puesto en libertad.”—Deu. 15:12.
4. De modo que, en el año sabático de 610–609 a. de la E.C., ¿qué habría sido apropiado que los dueños de esclavos hebreos hicieran? pero, ¿cómo suministraron otra razón para que Dios los castigara?
4 De modo que en el día de Jeremías, en aquel año lunar sabático de 610-609 a. de la E.C., fue bueno a los ojos de Jehová que los judíos que poseían esclavos concluyeran un pacto delante de él en el templo de Jerusalén para dejar ir libres a sus esclavos hebreos. A pesar de que la situación internacional era tan amenazadora para Jerusalén, aquél era el proceder obediente que debería seguir el pueblo de Jeremías. Sin embargo, antes del fin de aquel año de liberación, aquellos dueños de esclavos quebrantaron su pacto solemne y obligaron a sus anteriores siervos y siervas a volver a la esclavitud. Aquella acción desagradó a Jehová, el guardador de pactos, y le suministró otra razón para castigarlos.—Jer. 34:8-16.
5. (a) ¿Qué forasteros, que entonces se encontraban en Jerusalén, corrían peligro a pesar de no estar envueltos en aquel asunto? (b) De manera semejante, ¿cómo está en peligro la correspondencia moderna de Jerusalén, y de qué fuente es el peligro?
5 Felizmente, ciertas personas que entonces se encontraban en Jerusalén y a quienes se conocía como recabitas, descendientes de Jonadab hijo de Recab, no compartían aquella actitud negligente en cuanto a un pacto hecho solemnemente delante de Dios. (Jer. 35:6-11) Aun así, corrían peligro a causa del castigo que merecidamente venía sobre los habitantes judíos de Jerusalén. Pero ellos estaban en condiciones de ser escudados de lo que Jehová Dios predijo entonces en vista de la infidelidad egoísta de los judíos. Como en el caso de la Jerusalén del día de Jeremías, las palabras adicionales de Jehová deben ser de sumo interés para la cristiandad del día moderno. Como sucedía con la Jerusalén de aquel entonces, la cristiandad está en los últimos días de su larga existencia La potencia mundial final que se predice en la profecía bíblica, la octava potencia mundial, ya está con nosotros. Se ha presentado en la forma de las Naciones Unidas. Tiene un papel mortífero que desempeñar para con la cristiandad, la correspondencia moderna de Jerusalén. La O.N.U. y su predecesora, la Sociedad de Naciones, ya han tenido una vida combinada de 60 años. (Rev. 17:7-11) ¡Tomará acción antes de perecer!
6. Aunque afirma estar a favor de la libertad, ¿cómo ha puesto la cristiandad en esclavitud a los miembros de sus iglesias?
6 Puesto que afirma que es cristiana, la cristiandad debería estar a favor de que se obtuviera libertad del estado de servidumbre a este mundo esclavizado por el pecado. Sin embargo, para satisfacer sus propios intereses ella realmente ha puesto a los miembros de sus iglesias en esclavitud a este mundo. Eso se debe a que se ha hecho amiga de este mundo, pero enemiga de Dios.—Sant. 4:4.
7. (a) A los religiosos de la cristiandad se les ha esclavizado ¿a qué? y se les ha llevado a oponerse ¿a quiénes? (b) ¿Qué parte que viene a continuación en la profecía de Jeremías se le pide a la cristiandad que oiga?
7 Los esclavos espirituales de la cristiandad sirven como esclavos, no por el reino de Dios en manos de Cristo, sino por el mundo condenado a destrucción y su gobernante y dios, Satanás el Diablo. (1 Juan 2:15-17; Efe. 2:2) La cristiandad hace que las personas que asisten regularmente a sus iglesias se opongan a los testigos cristianos de Jehová, los cuales fueron prefigurados por Jeremías. Por eso, que ella oiga lo que él dijo a continuación:
“‘Por lo tanto esto es lo que ha dicho Jehová: “Ustedes mismos no me han obedecido, en cuanto a seguir proclamando libertad cada uno a su hermano y cada uno a su compañero. Aquí estoy proclamando a ustedes una libertad,” es la expresión de Jehová, “a la espada, a la peste y al hambre, y ciertamente los daré para trepidación a todos los reinos de la tierra. Y de veras daré a los hombres que traspasaron mi pacto, puesto que no llevaron a cabo las palabras del pacto que celebraron delante de mí con el becerro que cortaron en dos para pasar entre sus pedazos; a saber, los príncipes de Judá y los príncipes de Jerusalén, los oficiales de la corte y los sacerdotes y toda la gente de la tierra que fueron pasando entre los pedazos del becerro... sí, de veras los daré en la mano de sus enemigos y en la mano de los que buscan su alma; y sus cuerpos muertos tienen que llegar a ser alimento para las criaturas volátiles de los cielos y para las bestias de la tierra. Y a Sedequías el rey de Judá y sus príncipes los daré en la mano de sus enemigos y en la mano de los que buscan su alma y en la mano de las fuerzas militares del rey de Babilonia que están retirándose de contra ustedes.”
“‘“Aquí estoy dando la orden,” es la expresión de Jehová, “y ciertamente los haré volver a esta ciudad, y tendrán que pelear contra ella y tomarla y quemarla con fuego; y de las ciudades de Judá haré un yermo desolado sin habitante”’”—Jer. 34:17-22; compare con Génesis 15:10-18.
8. A la luz de esa profecía de Jeremías, ¿qué se prefigura para la cristiandad de hoy día?
8 ¿Presagia esa profecía que la cristiandad caerá ante las fuerzas mundanas que Jehová deja que pongan sitio contra ella? A la luz de lo que le sucedió a Jerusalén, ¿qué otra cosa podría prefigurar? Obedientemente, Jeremías le había predicho al rey Sedequías que él sería capturado y deportado a Babilonia y que moriría allí. (Jer. 34:1-7) Ciertamente, pues, en un cumplimiento mayor de ese acontecimiento profético de tiempos bíblicos, ¡nada bueno espera a los gobernantes de la cristiandad!
9. Después de aquel año sabático, ¿cuándo comenzó el sitio de Jerusalén? ¿cuánto tiempo duró? y ¿cómo llegó a ser la ciudad un objeto ante el cual temblar por temor de sufrir un fin semejante?
9 En 609 a. de la E.C. el año sabático terminó el noveno día del séptimo mes lunar (Tisri), el día antes del Día de Expiación. Después de eso, en el décimo día del décimo mes lunar (Tebet) de aquel mismo año, el emperador Nabucodonosor y sus fuerzas militares babilonias comenzaron el sitio de Jerusalén. (2 Rey. 25:1, 2) Dieciocho meses pasaron lentamente antes que Jerusalén cayera, es decir, el día noveno del cuarto mes lunar (Tamuz), en 607 a. de la E.C. En sus esfuerzos por escapar, y así frustrar la profecía de Jehová, el rey Sedequías solo pudo llegar hasta la ciudad de Jericó, y allí sus perseguidores babilonios lo atraparon. Entonces lo trajeron de vuelta para enfrentarse cara a cara con Nabucodonosor y para llevarlo al exilio desesperanzado en la idólatra Babilonia. (Jer. 34:2, 3) Al siguiente mes lunar, o el 7 de Ab de 607 a. de la E.C., Jerusalén fue saqueada y quemada. Su profanado templo de Jehová no la salvó. (2 Rey. 25:3-17) Verdaderamente la horrible destrucción de Jerusalén era algo que haría temblar a otras naciones ante el temor de recibir tratamiento semejante de manos de Babilonia.
10. ¿Tiembla la cristiandad ante ese antiguo espectáculo? y ¿con qué comenzará la propia destrucción de ella?
10 Sin embargo, siglos más tarde el poder que el espectáculo de Jerusalén en ruinas tiene para inspirar horror no afecta en lo más mínimo a la cristiandad. Ella no tiembla. No ve en el antiguo espectáculo una ilustración profética que le advierta en cuanto a la destrucción en escala mundial que a paso veloz se le viene encima. Con eso comenzará la destrucción de toda la religión falsa en la más grande tribulación que jamás le ha sobrevenido a este mundo anti-Jehová. Será tal como se predice en Mateo 24:15-22.
11. ¿Cuándo quedó desolada la tierra de Jerusalén, sin hombre o animal doméstico? ¿Fueron Jeremías y Baruc los únicos que sobrevivieron bajo el favor de Jehová?
11 Pues bien, ¿cómo podrá sobrevivir algún ser humano a esa tribulación? ¡De manera semejante a como Jeremías y su secretario Baruc fueron sobrevivientes de la penosa experiencia de espada, hambre, peste y conflagración por la que pasó Jerusalén! Más tarde, en el séptimo mes lunar de aquel año desastroso, Jeremías fue llevado a Egipto por los hombres que se sintieron sobrecogidos de terror por haberse rebelado contra el dominio de Babilonia. Así, toda la tierra del reino de Judá quedó desolada sin hombre o animal doméstico. (2 Rey. 25:22-26) De ese modo la tierra disfrutó de un sábado ininterrumpido de 70 años de duración. (2 Cró. 36:20, 21) Pero, además de Jeremías y su secretario Baruc, otras personas que estaban bajo el favor de Jehová también sobrevivieron a la destrucción de Jerusalén y la desolación de la tierra de Judá. Esa supervivencia se les había garantizado por medio de Jeremías. Hoy día, si deseamos sobrevivir a la venidera tribulación, debemos interesarnos en el caso de aquellos sobrevivientes.
PREFIGURADOS LOS SOBREVIVIENTES DE LA CAÍDA DE LA CRISTIANDAD
12. Los sobrevivientes de la venidera tribulación fueron prefigurados por ¿qué pueblo nómada forastero? y ¿qué pasó de modo que Jeremías los hallara en Jerusalén?
12 Durante la inminente tribulación en que perecerá este sistema de cosas condenado a la destrucción, ¿sobre quiénes tendrá los ojos puestos el Gran Preservador de la vida humana? Sobre los cristianos dedicados y bautizados a quienes él prefiguró por medio de cierta partida de refugiados forasteros en Jerusalén. Aquellos amigos de los judíos se vieron obligados a abandonar su vida de nómadas y empezar a vivir temporeramente en Jerusalén porque no querían unirse al campamento del enemigo que, bajo Nabucodonosor, el rey de Babilonia, avanzaba para poner sitio a Jerusalén. Como antepasado tenían a Jonadab hijo de Recab. Sin embargo, no se les llamaba jonadabs, pues el rey David había tenido un sobrino llamado Jonadab. Pero se les llamaba recabitas, nombre que los marcaba como no israelitas. Jeremías los conocía bien.
13. ¿Qué comparación hay entre la manera en que los israelitas guardaban el pacto y la manera en que los recabitas guardaban el voto, y qué se dijo a Jeremías que hiciera con los recabitas?
13 Por más de 250 años los recabitas habían sido fieles al voto que les había impuesto su muy bien conocido antepasado Jonadab. En cuanto al pacto de la Ley en el cual sus antepasados habían entrado por medio de Moisés como mediador entre ellos y Jehová Dios, allá en 1513 a de la E.C., los israelitas no podían igualar aquel registro de fidelidad. Por eso, el Dios cuyo pacto ellos habían violado se propuso mostrar la diferencia entre aquellos israelitas y los recabitas que sabían guardar un voto. Por consiguiente se pondría a prueba a los recabitas en un lugar santo a Jehová, su templo de Jerusalén. Así es que, Jehová le dijo a Jeremías: “Ve a la casa de los recabitas, y tienes que hablar con ellos y hacerlos entrar en la casa de Jehová, en uno de los comedores; y tienes que darles a beber vino.” (Jer. 35:1, 2) Sí, a pesar de que se sabía bien que los recabitas eran “abstemios.”
14. ¿Cómo explicaron los recabitas por qué se negaban a beber vino de la mano de Jeremías, y también el que estuvieran morando en una ciudad?
14 Jeremías hizo tal como se le mandó. (Jer 35:3-5) Sin embargo, hasta de la mano del profeta los recabitas rehusaron beber. Ellos explicaron lo siguiente:
“No beberemos vino, porque Jonadab hijo de Recab, nuestro antepasado, fue el que nos impuso el mandato, diciendo: ‘No deben beber vino, ni ustedes ni sus hijos, hasta tiempo indefinido. Y no deben edificar casa, y no deben sembrar semilla; y no deben plantar viña, ni debe llegar a ser de ustedes. Antes bien, en tiendas deben morar todos sus días, a fin de que sigan viviendo muchos días sobre la superficie del suelo donde están residiendo como forasteros.’
“De modo que seguimos obedeciendo la voz de Jonadab hijo de Recab nuestro antepasado en todo lo que él nos mandó, no bebiendo vino todos nuestros días, nosotros, nuestras esposas, nuestros hijos y nuestras hijas, y no edificando casas para morar nosotros en ellas, para que ninguna viña o campo o semilla llegase a ser nuestro. Y seguimos morando en tiendas y obedeciendo y haciendo conforme a todo lo que Jonadab nuestro antepasado nos mandó. Pero aconteció cuando Nabucodorosor el rey de Babilonia subió contra el país que empezamos a decir: ‘Vengan y entremos en Jerusalén a causa de la fuerza militar de los caldeos y a causa de la fuerza militar de los sirios, y moremos en Jerusalén.’”—Jer. 35:6-11.
15. ¿De qué manera era protector el voto que se les había impuesto a los recabitas? y, ¿cómo se había hecho provisión para ellos en el pacto de la Ley Mosaica?
15 El voto que se les había impuesto a los recabitas era un voto protector. Los mantuvo viviendo de manera sencilla como forasteros en la tierra y apartados de la corrupción de las ciudades. Puesto que no eran israelitas bajo el pacto de la Ley Mosaica, eran como extranjeros dentro de las puertas de los israelitas y no les causaban dificultad alguna a sus huéspedes israelitas. No interferían con los israelitas en cuanto a que éstos cumplieran su pacto con Jehová, sino que, más bien, obraban en armonía con el pacto de la Ley hasta donde les aplicaba a ellos. Sin embargo, en lo que tocaba a beber bebidas alcohólicas, eran como los nazareos israelitas. Por medio de permanecer sobrios, mantuvieron el juicio. La invasión de la tierra de Judá por los ejércitos del rey Nabucodonosor estaba a punto de afectar la vida sencilla de nómadas que ellos llevaban. Naturalmente, ante el avance de los caldeos invasores, los recabitas huyeron a Jerusalén.
16. ¿Cómo sucedió que los recabitas que sabían guardar los pactos le suministraron a Jehová un ejemplo que él pudo usar en contra de los israelitas quebrantadores de pactos? y ¿qué halló Jehová que era necesario que él trajera sobre los israelitas?
16 El que se adhirieran tenazmente a su voto en contra de beber vino, hasta cuando el profeta-sacerdote Jeremías les extendió una invitación a beber, suministró a Jehová un ejemplo que podía usar en contra de los israelitas quebrantadores de pactos. Los recabitas habían mantenido su voto, aunque éste había sido impuesto a ellos por un simple hombre, uno de sus antepasados. Los israelitas quebrantaron su pacto de la Ley, aunque fue establecido, no con un simple hombre, sino con el Dios Altísimo. Oportunamente, Jehová dijo entonces a Jeremías:
“Ve, y tienes que decir a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ‘¿No recibieron ustedes continuamente exhortación de obedecer mis palabras?’ es la expresión de Jehová. ‘Ha habido un llevar a cabo las palabras de Jonadab hijo de Recab, que él les mandó a sus hijos, de no beber vino, y no lo han bebido hasta el día de hoy, porque han obedecido el mandamiento de su antepasado. Y en cuanto a mí, yo les he hablado a ustedes, madrugando y hablando, pero no me han obedecido. Y seguí enviándoles todos mis siervos los profetas, madrugando y enviándolos, diciendo: “Vuélvanse atrás, por favor, cada uno de su camino malo, y hagan buenos sus tratos, y no anden tras otros dioses para servirles. Y sigan morando en el suelo que les he dado a ustedes y a sus antepasados.” Pero ustedes no inclinaron su oído, ni me escucharon. Pero los hijos de Jonadab hijo de Recab han llevado a cabo el mandamiento de su antepasado que él les mandó; pero en cuanto a este pueblo, no me han escuchado.’”
“Por lo tanto esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Aquí estoy trayendo sobre Judá y sobre todos los habitantes de Jerusalén toda la calamidad que he hablado contra ellos, por la razón de que les he hablado pero no escucharon, y seguí llamándolos pero no respondieron.’”—Jer. 35:13-17.
17. ¿Por qué debe clasificarse de intencionada la apostasía de los israelitas? y, por eso, ¿de qué cosa no podrían escapar?
17 De esta comparación de los recabitas con los israelitas se desprende claramente que los altamente favorecidos israelitas, con la ayuda de los profetas de Dios, podían guardar su pacto con Jehová su Dios. Él había suministrado su templo y su sacerdocio para ofrecer sacrificios a fin de compensar por los pecados involuntarios que ellos cometieran debido a las debilidades de su carne. A pesar de eso, ellos habían elegido dioses adicionales, particularmente a Baal, y habían incorporado en su adoración toda suerte de cosas inicuas que estaban prohibidas por la ley que Jehová había dado por medio de Moisés. De modo que la apostasía que ellos habían cometido en contra del pacto de la Ley que Dios les había dado, que exigía adoración pura, era intencionada. No mostraron respeto alguno ni por el único Dios vivo y verdadero ni por los votos solemnes que le habían hecho a él. Lo único que aquello presagiaba era calamidad para aquellos apóstatas. ¡Por razones semejantes, una calamidad inescapable se cierne sobre toda la cristiandad!
ESCAPE DE LA DESTRUCCIÓN DE TODA LA RELIGIÓN FALSA
18. ¿De qué palabras que Jeremías dirigió a los recabitas recibe la “grande muchedumbre” seguridad de sobrevivir a la destrucción de la cristiandad y el amigo de ella, el mundo?
18 ¿Quién hoy día desea escapar de la destrucción que le viene a la cristiandad y al amigo íntimo de ella, este sistema de cosas que deshonra a Dios? “¡Nosotros!,” dicen los miembros de la “grande muchedumbre” predicha en Revelación 7:9-17. Reciben firme seguridad de la promesa que Jehová hizo a los recabitas guardadores de pactos, que se declara en Jeremías 35:18, 19, donde leemos las siguientes palabras: “Y a la casa de los recabitas dijo Jeremías: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Por la razón de que ustedes han obedecido el mandamiento de Jonadab su antepasado y siguen guardando todos sus mandamientos y haciendo conforme a todo lo que él les mandó, por lo tanto esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘No será cortado de Jonadab hijo de Recab un hombre que siempre esté de pie delante de mí.’”’”
19. (a) ¿Cuál era la actitud de Jonadab para con la adoración de Baal? (b) ¿De quién toman nota los nombres de Jonadab y Jaazanía, y qué posición adoptaron ellos para con el vino?
19 Así, a Jonadab hijo de Recab, aunque no era israelita, nunca le faltaría un descendiente que estuviera aprobado ante la presencia de Jehová aquí en la Tierra. Recordemos que Jonadab había estado de alma y corazón con el rey Jehú en la destrucción de la adoración de Baal que se efectuaba en el apóstata reino de Israel. (2 Rey. 10:15-28) El nombre de este hijo de Recab, es decir, Jonadab, toma nota del único Dios vivo y verdadero, pues significa “Jehová es Liberal.” El recabita a quien Jeremías declaró la promesa divina fue Jaazanía, y el nombre de éste significa “Jah [es decir, Jehová] Oye.” (Jer. 35:3-5) En fidelidad a su voto, Jaazanía y sus hermanos habían rehusado beber vino de la mano de Jeremías en el templo de Jehová. Allí ante la presencia de Jehová demostraron integridad para con el voto que habían hecho.
20. Aunque no tenemos evidencia bíblica directa, ¿de qué podemos estar seguros acerca de los recabitas cuando Jerusalén fue destruida, y después de ese acontecimiento?
20 Jehová respetaba la fidelidad de aquellos recabitas y prometió que no perecerían durante la venidera destrucción de Jerusalén en 607 a. de la E.C. Podemos estar seguros de que en aquel entonces los recabitas no fueron cortados de la presencia de Jehová, pues él respeta su palabra de promesa tanto como aquellos recabitas respetaban el voto que habían hecho en cuanto al vino. Quizás sea evidencia histórica de la supervivencia de ellos la persona de Malquiya hijo de Recab, quien reparó una puerta de Jerusalén en los días del gobernador Nehemías. (Neh. 3:14) La Palabra de Jehová no dice si algún recabita sobrevivió hasta los días de Jesucristo y llegó a ser discípulo de él. ¡Pero eso habría sido sumamente apropiado!
21. ¿A qué desastre nacional sobrevivieron los recabitas? y, por eso, ¿a qué es apropiado que sobrevivan los que en estos tiempos modernos son un paralelo de ellos?
21 Hoy día no es posible identificar a los recabitas naturales, pero en estos tiempos modernos sí hay personas que son un paralelo de ellos. Estas personas son el grupo que se halla en estrecha asociación con los israelitas espirituales a quienes representó Jeremías. Los recabitas de la antigüedad sobrevivieron a la destrucción de la Jerusalén apóstata. Puesto que fueron un tipo de la “grande muchedumbre” de las “otras ovejas” de Cristo, es apropiado que estos que corresponden con los recabitas sobrevivan a la “grande tribulación” del mundo, el primer rasgo de la cual será la destrucción de la cristiandad, la correspondencia de Jerusalén.
22. (a) ¿Cuándo se explicó por primera vez que Jonadab representaba a una clase de personas semejantes a ovejas que sobrevivirían a la “grande tribulación”? (b) El número de The Watchtower del 15 de abril de 1935 los invitó a asistir especialmente a ¿qué?
22 El tomo III de Vindication (Vindicación), publicado el lunes 18 de julio de 1932, en Brooklyn, N.Y., fue el primer libro que explicó (en sus páginas 77-83) que el Jonadab de la antigüedad representaba a una clase de personas temerosas de Dios que, bajo la protección de Dios, pasarían vivas a través de la “grande tribulación” y entrarían en el Nuevo Orden bajo el reino de Cristo. (Págs. 230-233 del número del 1 de agosto de 1932 de The Watchtower; págs. 172-175 del número de noviembre de 1932 de La Torre del Vigía) Se creía que el interesante tema para consideración “Millones que ahora viven no morirán jamás” aplicaba a estas personas. Lógicamente, pues, el número del 15 de abril de 1935 de The Watchtower (el número de mayo de 1935 de La Torre del Vigía), hizo el siguiente anuncio:
La convención general de los testigos de Jehová para 1935, bajo la superintendencia de la Watch Tower Bible & Tract Society, se celebrará en Washington, D.C., comenzando el 30 de mayo y continuando hasta el 3 de junio inclusive. Esta será una convención de los testigos de Jehová y de los de la clase Jonadab. Se espera que muchos del resto y de los Jonadab puedan asistir a esta convención. Anteriormente no muchos de los Jonadab han tenido el privilegio de asistir a una convención, y la convención en Washington será un verdadero consuelo y beneficio para ellos.—Pág. 66.
23. ¿Qué se les reveló a aquellos jonadabs en la asamblea de Washington (D.C.)? y, por eso, en el bautismo en agua que se celebró el día siguiente estuvieron muchos de ¿qué clase?
23 Resultó serlo, pues allí, el viernes 31 de mayo, se les reveló que la clase de Jonadab era idéntica a la “gran multitud” prevista en Revelación 7:9-17 (Valera Revisada de 1960). Probablemente la mayor parte de los 840 asambleístas que se bautizaron en agua el día siguiente resultaron ser jonadabs o recabitas antitípicos.
24. A causa de que sobrevivieron a la destrucción de Jerusalén en 607 a. de la E.C., ¿quiénes hoy día también fueron prefigurados por los descendientes de Jonadab?
24 El Jonadab original vivió en el siglo décimo antes de la era común y no vio la destrucción de Jerusalén en 607 a. de la E.C. Pero sus descendientes, los recabitas, a quienes Jeremías puso a prueba en cuanto a guardar el voto, sí experimentaron la ruina de Jerusalén y sobrevivieron indefinidamente a ella. Porque descendieron de Jonadab, también prefiguran a la “grande muchedumbre” que está destinada a sobrevivir a la ruina de la cristiandad.—Vea Usted puede sobrevivir al Armagedón y entrar en el nuevo mundo de Dios, páginas 64-67.
25. En vista de los rasgos sobresalientes relacionados con Jonadab y los recabitas, ¿qué exhortación se da a los que hoy día corresponden con ellos?
25 ¡Arriba, pues, ustedes los cristianos dedicados, bautizados, que fueron representados por los antiguos recabitas! Ustedes, al igual que ellos, deben abstenerse de regalarse demasiado, de participar en la adoración falsa y de mezclarse con este mundo, haciendo de él el amigo de ustedes. (Sant. 4:4; 1 Juan 2:15-17) Continúen imitando a Jonadab hijo de Recab en desplegar celo por Jehová y oposición a la adoración moderna de Baal, a fin de que puedan ver a Jehová, por medio de su Jehú Mayor, Jesucristo, destruir a la cristiandad y todas las otras religiones falsas. Con fidelidad semejante a la de los recabitas, cumplan con su dedicación al Señor Soberano Jehová y hagan su parte en adelantar los intereses de su glorioso reino en las manos de Cristo. Eso les ayudará a adherirse a la liberación que han obtenido de este mundo condenado a la destrucción, hasta que deje de ser. Al usar la bendita libertad en armonía con la voluntad de Dios, no serán ‘cortados’ cuando él exprese su venganza contra este mundo inicuo y todos los amigos de éste, sino que permanecerán aprobados ante él y serán recompensados con vida en una Tierra paradisiaca bajo el reino del Hijo de él. ¡Grande será el gozo con el cual el resto de la clase de Jeremías se regocijará alborozadamente por ustedes!
(Se seguirá considerando la profecía de Jeremías en La Atalaya del 1 de julio de 1980.)
[Ilustración en la página 25]
Sobrevivientes de la caída de la cristiandad