Preguntas de los lectores
● ¿Por qué dice la Traducción del Nuevo Mundo en Éxodo 20:13: “No debes asesinar,” mientras que otras traducciones usan la palabra “matar,” como la Versión Autorizada, que dice: “No matarás”?—D. T., EE. UU.
Varias traducciones usan la palabra “matar,” en Éxodo 20:13; incluidas en éstas están, en inglés, la Versión Douay, la Confraternidad Católica, la Versión Americana Normal y la Versión Normal Revisada, y en español, la Nácar-Colunga, la Moderna y la Valera. Sin embargo, la Traducción del Nuevo Mundo usa la palabra “asesinar” en lugar de “matar,” en Éxodo 20:13 porque la palabra hebrea aquí es ratsach, que significa, según Young’s Exhaustive Concordance, “asesinar, atravesar.” Concerniente a esta misma palabra hebrea el léxico de palabras hebreas de Strong declara: “ratsach, una raíz primaria, propiamente hacer añicos una cosa arrojándola, v.gr.: matar (un ser humano), especialmente asesinar.” Asesinar significa: “matar (un ser humano) ilegalmente y con malicia premeditada y voluntariosa, deliberadamente e ilícitamente.”—Third New International Dictionary de Webster.
La palabra ratsach ocurre en sus diferentes formas unas cuarenta veces en las Escrituras Hebreas. Invariablemente se refiere a quitar la vida humana, aunque no siempre incorrectamente o ilícitamente. Entonces, ¿qué debe determinar si la palabra ha de traducirse “matar (quitar la vida)” o “asesinar”? Eso sería sobre la base del contexto y también de la luz que el resto de la Palabra de Dios arroje sobre el tema. En este respecto se debe notar que aun la Versión del Rey Jaime, a veces, traduce esta palabra hebrea como “asesinar” o “asesino.” Por ejemplo, “matan a la viuda y al extranjero, y asesinan al huérfano.” “El asesino que se levanta al amanecer mata al pobre y al menesteroso.” (Sal. 94:6; Job 24:14) La Versión Autorizada, además de eso, distingue entre asesinato y homicidio accidental en Números 35:6-31, haciéndolo así de acuerdo con el contexto; a pesar de que la palabra hebrea envuelta todavía es ratsach: “Serán para ti ciudades para refugiarse del vengador; para que el homicida [ratsach] no muera.” “Si él le hiere con un instrumento de hierro, de modo que muera, es asesino: al asesino [ratsach] ciertamente se le dará muerte.”—Núm. 35:12, 16, VA.
Es evidente, a la luz del resto de la Palabra de Dios, que Éxodo 20:13 no prohibió el matar en todo respecto; puesto que a los israelitas se les permitió dar muerte, de hecho, Dios les dio el mandato de dar muerte a los asesinos, a adoradores de ídolos, quebrantadores del sábado, y así sucesivamente. Así que la ejecución de un asesino no sería ilegal ante la vista de Dios y no podría considerarse “asesinato”; no sería violación de Éxodo 20:13. (Gén. 9:6) De la misma manera, los habitantes paganos y adoradores de demonios que habitaban en la tierra que Jehová le había prometido a su pueblo llegaron a estar bajo el juicio de ejecución de Jehová por sus pecados, y él usó a su pueblo, los israelitas, para llevar a cabo la ejecución. De modo que el que ellos obedecieran este mandato de Jehová no era violación de su mandato de Éxodo 20:13 y no podía considerarse como asesinato.
Lo que Dios prohíbe específicamente es matar (quitar la vida) ilegalmente a un humano, o asesinar. Con sólida razón bíblica, entonces, no solo la Traducción del Nuevo Mundo sino también la versión de Roberto Young, la versión de Jaime Moffatt, la traducción de Knox, la versión de Soncino y Una Traducción Americana vierten ratsach en Éxodo 20:13 como “asesinar.”
● ¿Cuántos años tenía Timoteo cuando Pablo le aconsejó: “Que nadie jamás menosprecie tu juventud”? (1 Tim. 4:12)—C. S., EE. UU.
La impresión general es que Timoteo en ese tiempo era bastante joven, quizás un adolescente, pero no es así. Aunque el registro bíblico no declara su edad en esta ocasión palabra por palabra, hay suficientes hechos para determinar aproximadamente su edad.
Según la mejor información a la mano, Pablo comenzó su segundo viaje misional alrededor de 49 d. de J.C. Hacia el comienzo de él encontró a Timoteo, quien para ahora ya era un cristiano maduro y no un simple muchacho, como puede verse del relato de Lucas: “Estaba allí cierto discípulo de nombre Timoteo, hijo de una mujer judía creyente pero de padre griego, y daban buenos informes acerca de él los hermanos de Listra y de Iconio. Pablo expresó el deseo de que éste saliese con él, y lo tomó y lo circuncidó a causa de los judíos que había en aquellos lugares, porque sabían todos que su padre era griego.” Es razonable asumir que para que Timoteo tuviera tal reputación por lo menos debería haber llegado a los 19 años si es que no había pasado de los 20 años.—Hech. 16:1-3.
Las palabras de Pablo en 1 Timoteo 4:12, de que Timoteo no debería dejar que nadie menospreciara su juventud, fueron escritas de doce a quince años después, entre 61 y 64 d. de J.C. Por lo tanto se desprende que Timoteo debe haber tenido unos treinta años en aquel tiempo. Pero aun a esta edad Timoteo se sentiría relativamente joven en comparación con los hombres de mayor edad que estaba autorizado a nombrar como superintendentes en las diversas congregaciones; además, sin duda era un joven algo retraído.—1 Cor. 16:10, 11; 1 Tim. 1:3; 3:1-15.
En aquel tiempo y lugar era común hablar de una persona de su edad como joven o aun muchacho. Por eso se nos dice: “El vocablo pais (‘muchacho’) . . . a veces se extiende a un período mayor de vida. Eusebio, por ejemplo, llama a Orígenes muchacho cuando éste era maestro de teología, y ciertamente mayor de dieciocho años . . . y Constantino habla de sí mismo de la misma manera al estallar las persecuciones de Diocleciano cuando tenía casi treinta años.” Por eso, también hallamos a un escritor aludiendo a sus “años tempranos,” dando a entender cualquier edad entre dieciocho y cuarenta años de edad.—Schaaf-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge, pág. 1117.
En las Escrituras Hebreas también hallamos los vocablos “niño” y “muchacho” usados en un sentido relativo. Por ejemplo, Rubén alude a José como “el niño” aunque tenía diecisiete años de edad. (Gén. 37:2, 30) En Génesis 44:20, 22, Judá habla de Benjamín, quien para ese tiempo debe haber tenido treinta años de edad, como de “un niño” y “el muchacho.” Así mismo, cuando Jeremías dijo: “Solo soy muchacho,” puede haberlo sido solo en su propia estima. De hecho, puede ponerse en tela de juicio si Jeremías habría sido comisionado para su asignación importante si hubiera sido literalmente un muchacho, un joven, apenas en su adolescencia.—Jer. 1:6.
De lo susodicho, sin embargo, no hemos de concluir que Jehová Dios no usa a personas de edad tierna para servirle. Samuel era bastante joven cuando estaba sirviendo en el tabernáculo y el ángel de Jehová apareció y le dio el mensaje de advertencia en cuanto a los juicios de Jehová sobre su pueblo. Según Josefo, Samuel tenía doce años en esa ocasión, y es muy posible que haya sido así. Sabemos que Jesús tenía esa edad cuando asombró tanto a los maestros en el templo con sus preguntas y respuestas.—1 Sam. 1:24; 3:1-18; Luc. 2:42-47.
Años más tarde, durante el ministerio de Jesús, de hecho, hacia su terminación, hubo muchachos en el templo aclamando a Jesús, diciendo: “¡Salva, rogamos, al Hijo de David!” Cuando los principales sacerdotes y los escribas objetaron, Jesús les respondió: “¿Nunca leyeron esto: ‘De la boca de los pequeñuelos y de los que maman has proporcionado alabanza’?” (Incidentalmente, “pequeñuelos” y “los que maman” se usan aquí también en un sentido relativo.)—Mat. 21:15, 16.
Claramente, cuando se leen tales expresiones como la que Pablo hizo en cuanto a Timoteo, debemos considerar el contexto para ver si se da a entender que han de considerarse literalmente o en un sentido relativo.