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Ebed-melec, un hombre valienteLa Atalaya 1979 | 15 de junio
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Parece que Ebed-melec dio cuidadosa consideración al caso. Consiguió trapos gastados y pedazos de tela gastada y, por medio de sogas, se los bajó a Jeremías, para que él los colocara debajo de los sobacos y sobre las sogas. Así, los trapos y las telas sirvieron para acojinar la presión que ejercerían las sogas que se usaran para halar a Jeremías hacia arriba desde la cisterna.—Jer. 38:11-13.
¿Por qué fue tan valeroso Ebed-melec? Aunque era un extranjero que vivía en medio de un pueblo que causó gran oprobio a Jehová Dios, llegó a confiar en el Altísimo. Sí, la confianza en Jehová fue la base para que Ebed-melec acudiera valerosamente en ayuda de un profeta odiado. Por esto, el eunuco etíope no perdió su recompensa. Por medio de Jeremías, se le dio esta garantía procedente de Jehová: “Aquí estoy realizando mis palabras sobre esta ciudad para calamidad y no para bien, y ciertamente sucederán delante de ti en aquel día. Y de veras te libraré en aquel día,... y no serás dado en la mano de los hombres de quienes tú mismo estás asustado. Porque sin falta te suministraré un escape, y no caerás a espada; y ciertamente llegarás a tener tu alma como despojo, porque has confiado en mí.” (Jer. 39:16-18) Según estas palabras, Ebed-melec sería testigo de la destrucción de Jerusalén que Jeremías había predicho. Sin embargo, no tendría que temerla. Puesto que Ebed-melec había considerado preciosa la vida de Jeremías, así Jehová Dios consideraría preciosa la vida de Ebed-melec y lo conservaría vivo.
¡Qué excelente ejemplo nos dio Ebed-melec al no ceder al temor de los hombres, sino valerosamente ponerse de parte del profeta de Jehová! El Altísimo no olvidó el acto justo de Ebed-melec. Tampoco olvidará nuestro servicio fiel, incluso el que acudamos en ayuda de nuestros hermanos en tiempos de extrema necesidad de ayuda. La Biblia nos dice: “Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su nombre, en que han servido a los santos y continúan sirviendo.” (Heb. 6:10) Por eso, esforcémonos por ser personas valerosas, tal como Ebed-melec fue valeroso.
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Ponderando las noticiasLa Atalaya 1979 | 15 de junio
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Ponderando las noticias
¿Suena “tonto” el nombre de Dios?
● Joseph Summers, miembro de la Comisión Ecuménica Archidiocesana de St. Paul-Minneapolis, al escribir en el periódico National Catholic Reporter, declara lo siguiente acerca del nombre de Dios que aparece en la Biblia: “El nombre ofende mi sentido de reverencia y propiedad. . . . Es un error teológico . . . Peor, suena sencillamente tonto.”
En la Biblia el nombre de Dios aparece miles de veces, y está compuesto de las consonantes hebreas YHWH. Este tetragrámaton se traduce “Yahweh” o “Jehovah” en inglés. (Rotherham) ¿Es “tonto” este nombre de Dios, vertido en español “Ya[h]vé[h]” o “Jehová”? No para Dios, porque su propia Palabra inspirada declara: “Yo soy Jehová. Ese es mi nombre.” (Isa. 42:8) El nombre no era “tonto” para el Hijo de Dios, porque en oración a su Padre celestial Jesucristo dijo acerca de sus seguidores: “Yo les he dado a conocer tu nombre y lo daré a conocer.” (Juan 17:26) El apóstol Pablo, demostrando lo vital que es el nombre de Dios, declaró: “Todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo.”—Rom. 10:13.
Los que tratan de degradar el nombre de Dios caen en la trampa del “padre de la mentira,” Satanás el Diablo. (Juan 8:44) En oposición a Dios, Satanás se esfuerza por apartar de la adoración verdadera a la gente y trata de eliminar el uso del nombre de Dios.
El salmista preguntó: “¿Hasta cuándo, oh Dios, seguirá vituperando el adversario? ¿Seguirá el enemigo tratando tu nombre con falta de respeto para siempre?” (Sal. 74:10) No, porque la profecía bíblica muestra que pronto Jehová hará lo siguiente: “Ciertamente santificaré mi gran nombre, que estaba siendo profanado entre las naciones . . . y las naciones tendrán que saber que yo soy Jehová.”—Eze. 36:23.
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