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¡El carro de Dios está en marcha!“Las naciones sabrán que yo soy Jehová”... ¿cómo?
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estaba él y se había detenido. Lo averiguó cuando le llegó una voz procedente de Aquel que estaba entronizado sobre el carro, sobre la “semejanza de una expansión como el chispear de hielo sobrecogedor.” (Ezequiel 1:22, 26-28) Así mismo, cuando los del resto ungido de los testigos cristianos de Jehová de este siglo discernieron la organización celestial de Jehová, se llenaron de temor sobrecogedor. Se sintieron obligados más fuertemente a adorarlo a Él y llegar a ser testigos de su nombre gloriosamente histórico, Jehová. Habiendo terminado la I Guerra Mundial el 11 de noviembre de 1918, y habiendo empezado el mundo posbélico, prestaron intensa atención en el año 1919, después de su reavivamiento, para oír lo que Jehová les decía por medio de Su organización semejante a carro.
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Comisionado para hablar en el Nombre Divino“Las naciones sabrán que yo soy Jehová”... ¿cómo?
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Capítulo 4
Comisionado para hablar en el Nombre Divino
1. Ante la visión del carro celestial y su Conductor junto al río Kebar, ¿por qué se postró Ezequiel, y acerca de qué pudo haberse hecho preguntas?
HAGÁMONOS la pregunta: ¿Qué haría yo si el emperador, rey o presidente de mi país tomara su automóvil oficial y lo condujera hasta mi hogar y, desde su vehículo, me entregara personalmente una comisión nacional? Bueno, más o menos ésa fue la experiencia que tuvo Ezequiel hijo de Buzi el sacerdote junto a la orilla del río Kebar en el año 613 a. de la E.C., cuando, en visión, el carro celestial de Jehová, acompañado de cuatro querubines, vino desde el norte y se detuvo delante de él. Vencido por la grandeza de este espectáculo imponente de la “semejanza de la gloria de Jehová,” Ezequiel se postró reverentemente. Mientras permanecía postrado con el rostro a tierra, preguntándose qué propósito tendría esta visión, oyó que la voz del Conductor del carro celestial le hablaba. (Ezequiel 1:1-28) ¿Qué dijo? Ezequiel nos informa:
2. A Ezequiel se le habla llamándosele ¿qué? ¿Habría de hacerlo esto un tipo de Cristo, o qué propósito tenía?
2 “Y él procedió a decirme: ‘Hijo del hombre, plántate sobre tus pies para hablar contigo.’” (Ezequiel 2:1) A Ezequiel no se le habla con el uso de su nombre personal, sino con la expresión “Hijo del hombre [Ben adam].” Por todo el libro de su profecía, a Ezequiel se le habla noventa y tres veces de este modo. Solo una vez más aparece el nombre personal del profeta en el libro, y esta vez es en el Eze. capítulo veinticuatro, versículo veinticuatro, donde Jehová le dice a la casa de Israel, según lo cita el profeta: “Y Ezequiel ha llegado a ser para ustedes un portento. Según todo lo que él ha hecho, ustedes harán. Cuando esto venga, ustedes también tendrán que saber que yo soy el Señor Soberano Jehová.” Así no se da ninguna prominencia al propio nombre del profeta, sino que continuamente se le recuerda su condición y su origen humildes. Él es simplemente prole del hombre terrestre. Más de seiscientos cuarenta años después se informa que Jesucristo hace referencia a sí mismo setenta y seis veces (de Mateo 8:20 a Juan 13:31) con la expresión “el Hijo del hombre.” Pero por esto él no se está comparando con Ezequiel, ni tampoco hace esto a Ezequiel un tipo de Cristo.a Al compañero de destierro de Ezequiel, Daniel, también se le habla llamándosele “hijo del hombre.”b
3. ¿Qué le impartió a Ezequiel el mandato divino de ponerse de pie, y por qué le era mejor a Ezequiel estar de pie ante Aquel que le hablaba?
3 El mandato de Jehová a Ezequiel de que se levantara le impartió fuerza activa a Ezequiel, haciendo que pudiera levantarse del suelo. Como nos dice: “Y tan pronto como me habló, espíritu empezó a entrar en mí, y finalmente me hizo plantarme sobre mis pies para que yo oyera a Aquel
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