Los siervos de Jehová son diferentes
“Cesen de amoldarse a este sistema de cosas, mas transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.”—Rom. 12:2.
1, 2. (a) ¿De qué tendencia caída del corazón humano tienen que guardarse los cristianos, y por qué? (b) ¿Qué diferencia había entre los pensamientos y caminos de Jehová y los de Israel en el día de Isaías, y por qué?
ENTRE las tendencias del corazón imperfecto de las cuales tienen que guardarse los cristianos está la de querer ser populares, de querer agradar a otros sin importar quiénes sean. Debido a esta tendencia la gran mayoría de la humanidad ha llegado a ser esclava del lazo del conformismo, el lazo de obrar de acuerdo con, o consentir con, las opiniones y comportamiento de los que los rodean. Todos los que quieren agradar a Jehová Dios y conseguir la vida eterna en sus justos nuevos cielos y nueva tierra tienen que estar en guardia contra el ceder o acceder a esta presión que se ejerce hacia la conformidad. ¿Por qué? Porque, como Jehová dijo a un pueblo reincidente en los días de su profeta Isaías: “‘Los pensamientos de ustedes no son mis pensamientos, ni son mis caminos los caminos de ustedes,’ es la expresión de Jehová. ‘Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que los caminos de ustedes, y mis pensamientos que los pensamientos de ustedes.’”—Isa. 55:8, 9.
2 “Como los cielos son más altos que la tierra”... ¡qué tremenda diferencia representa eso! De hecho, pudiera decirse que representa la mayor diferencia imaginable. ¿A qué se debió esta gran diferencia entre Jehová y su pueblo? Al hecho de que los de su pueblo cesaron de hacer lo justo, de amar la bondad y ser modestos al andar con su Dios. (Miq. 6:8) En cambio, se fueron por la dirección contraria, dejándose ajustar al proceder de las naciones que había a su alrededor, tanto en lo que tocaba a su adoración como a su conducta moral.
3. ¿Cómo se manifestó temprano en la historia de Israel la tendencia de querer amoldarse a los que estaban a su alrededor?
3 Temprano en la historia de la nación de Israel se manifestó la tendencia de seguir el proceder impío de la gente a su alrededor. Mientras Moisés estuvo en el monte de Dios por cuarenta días los israelitas adoptaron la adoración pagana y practicaron libertinaje pagano. (1 Cor. 10:7) Y tan pronto murieron Josué y los hombres de mayor edad que sobrevivieron a éste, y “que habían visto toda la gran obra de Jehová que él había hecho por Israel,” los hijos de Israel “abandonaron a Jehová y se pusieron a servir a Baal y a las imágenes de Astoret.” (Jue. 2:7-13) Y en los días del juez Samuel los israelitas insistieron en conformarse a las naciones a su alrededor en cuanto a tener un rey visible, diciendo: “Tenemos que llegar a ser, nosotros también, como todas las naciones, y nuestro rey tiene que juzgarnos y salir delante de nosotros y pelear nuestras batallas.” Aunque Jehová les concedió lo que solicitaron, lo hizo con desagrado.—1 Sam. 8:7, 20; Ose. 13:11.
4, 5. (a) ¿Por qué no pueden los siervos de Jehová agradarle y al mismo tiempo amoldarse al mundo que está a su alrededor? (b) ¿Qué consejo, por lo tanto, da a los cristianos muy apropiadamente Pablo?
4 ¿Cómo podrían los siervos de Jehová ser como la gente a su alrededor y todavía agradar a Jehová? ¿No ha sido cierto, solo con la excepción de unos cuantos años después del diluvio del día de Noé, que desde el tiempo en que Adán y Eva transgredieron y fueron echados de Edén hasta el tiempo presente todo el mundo ha estado yaciendo en el poder del inicuo, Satanás el Diablo, “el dios de este sistema de cosas”? ¡No hay duda! ¡Qué lazo es, entonces, el que cualquier siervo de Jehová Dios se amolde al mundo!—2 Cor. 4:4; 1 Juan 5:19.
5 Por lo tanto, muy apropiadamente se nos aconseja en Romanos 12:2: “Cesen de amoldarse a este sistema de cosas, mas transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.” O las palabras de Pablo vertidas por traducciones menos literales o más libres: “Ya no se adapten al modelo de este mundo presente.” (The New English Bible) “No vivan ya de acuerdo con las reglas de este mundo.” (El Nuevo Testamento, Versión Popular) “No deben adoptar las costumbres de este mundo.” (An American Translation) “No permitan que el mundo a su alrededor los comprima en su propio molde.”—The New Testament in Modern English.
TESTIGOS ANTEDILUVIANOS DE JEHOVÁ DIFERENTES
6, 7. ¿Por qué no deben los siervos de Jehová retraerse de ser diferentes, y quién nos da el primer ejemplo en cuanto a esto?
6 Puesto que el proceder del mundo de la humanidad desde el tiempo en que nuestros primeros padres fueron expulsados de Edén hasta el día actual ha sido uno de impiedad, se desprende que todos los siervos de Jehová desde el principio deben haber resaltado como diferentes, como conspicua y notablemente diferentes de todos los que estaban a su alrededor. Que los siervos de Jehová hoy que posiblemente se retraigan con timidez de resaltar como diferentes de los que están a su alrededor en su modo de vestir, en su modo de portarse o en su forma de adorar noten el registro que efectuaron los siervos fieles de Jehová tocante a esto desde el mismo principio, tal como se registra en la Palabra de Dios.
7 En primer lugar, estuvo Abel, el primer testigo fiel de Jehová. No sabemos cuántas otras personas había en la Tierra cuando él adoptó su posición denodada a favor de la adoración pura de Jehová, pero sí sabemos que Adán, Eva y Caín, las únicas otras personas a quienes se menciona por nombre en el Registro divino, estaban bajo la influencia y control del inicuo, Satanás el Diablo. El proceder de Abel ciertamente era contrario al de aquellos tres. Tuvo el valor de resaltar como diferente y así resultó ser el primer testigo fiel, el primer mártir.—Gén. 4:3-11; Heb. 11:4; 1 Juan 3:12.
8. ¿Qué hechos muestran que Enoc resaltó como diferente de los que estaban a su alrededor?
8 Y luego estuvo Enoc. No hay duda de que él no se amoldó al sistema de cosas antediluviano. ¿Cómo podemos estar tan seguros de eso? Porque para su día había mucha adoración falsa en la Tierra, como puede deducirse del hecho de que ya en los días de Enós, nieto de Adán, evidentemente se invocaba falsa e hipócritamente el nombre de Jehová. (Gén. 4:26) También se indica por el hecho de que a Enoc se le menciona singularmente como uno que “siguió andando con el Dios verdadero.” (Gén. 5:22) En realidad, el hecho de que Enoc resaltó como conspicuamente diferente se indica claramente por la profecía de advertencia que Jehová Dios hizo que él proclamara, tal como la registró el discípulo cristiano Judas: “¡Miren! Jehová vino con sus santas miríadas, para ejecutar juicio contra todos, y para probar la culpabilidad de todos los impíos respecto de todos sus hechos impíos que hicieron impíamente, y respecto de todas las cosas ofensivas que pecadores impíos hablaron contra él.” Ciertamente el tenor de ese mensaje indica que Enoc estuvo rodeado de hombres impíos y por lo tanto debe haber resaltado valerosamente como diferente.—Jud. 14, 15.
9. ¿Cómo demostraron Noé y su familia que eran diferentes de sus contemporáneos?
9 La historia inspirada también habla de Noé, junto con su familia. Aunque no podemos ser dogmáticos y decir que Abel y Enoc eran los únicos adoradores verdaderos de Jehová en su día —por ejemplo, Abel pudo haber sido casado y su esposa pudo haber tenido su misma fe— las Escrituras no dejan duda alguna de que en los días de Noé, él y su familia eran los únicos que adoraban al un solo Dios verdadero Jehová. “Pero Noé halló favor a los ojos de Jehová. . . . Noé fue hombre justo. Resultó exento de tacha entre sus contemporáneos. Noé andaba con el Dios verdadero.” El que se diera ese testimonio acerca de él en un tiempo en que “vio Jehová que abundaba la maldad del hombre en la tierra y que toda inclinación de los pensamientos de su corazón era solamente mala todo el tiempo” claramente caracteriza a Noé como persona que resaltó por ser diferente del mundo de la humanidad de su día. ¡Qué burla deben haber sufrido él y su familia mientras él procedía a construir en tierra aquella enorme estructura semejante a granero que habría de servir para el alojamiento de sí mismo, su familia y los géneros representativos de la creación bruta durante el diluvio predicho! ¡Qué valor se requirió para seguir unos cuarenta a cincuenta años con este proyecto! ¿Diferente del mundo de su día? ¡No hay duda!—Gén. 6:8, 9, 5.
LOS PATRIARCAS FUERON DIFERENTES
10, 11. ¿Cómo mostraron los patriarcas Abrahán, Isaac y Jacob que eran forasteros y residentes temporales?
10 Luego hubo los patriarcas o inmediatos cabezas de familia de las doce tribus de Israel. En primer lugar, estuvo Abrahán. ¡Qué conspicuamente resaltó como diferente con su fe en el único Dios verdadero Jehová, en medio de una gente saturada con toda clase de prácticas religiosas paganas, especialmente la adoración del dios Luna Sin, el dios de la ciudad de Ur! De hecho, Ur, su ciudad nativa, era una verdadera Meca o Roma como ciudad principal de adoración y religión babilónicas. Cuando Jehová le mandó a Abrahán: “Vete de tu país y de tus parientes y de la casa de tu padre al país que yo te mostraré,” Abrahán resaltó aun más como conspicuamente diferente.—Gén. 12:1-3.
11 ¡Qué mofa debe haber aguantado Abrahán cuando sus vecinos y conocidos lo vieron salir de Ur a lo que seguramente debe haberles parecido una empresa quimérica! Y lo mismo fue cierto en sumo grado respecto a Isaac y Jacob. Todos “declararon públicamente que eran extraños y residentes temporales en la tierra.” Pudieron haber regresado a su propia tierra y haberse establecido, pero sabían que ésa no era la voluntad de Jehová para ellos. Hoy les ayudará a los siervos de Jehová a ser valerosamente diferentes del mundo a su alrededor el comprender que ellos también son forasteros y residentes temporales en lo que toca a este sistema de cosas y su gente.—Heb. 11:8-15.
12. ¿De qué maneras fue José un ejemplo excelente de ser diferente, y cómo fue remunerado?
12 Y estuvo José, el hijo favorito del patriarca Jacob. ¡Cómo resplandece su vida en las Sagradas Escrituras! Después que fue vendido de esclavo y así quedó aislado de todos los adoradores verdaderos de Jehová, ¡qué fácil hubiera sido que él se amoldara en conducta y adoración a los adoradores paganos a su alrededor y dejar que lo plasmaran según aquel sistema de cosas! Se adhirió a su adoración pura y principios piadosos y así llegó a ser un ejemplo sobresaliente de alguien que mantuvo su integridad a pesar de las tentaciones más fuertes. Más que eso, cuando el mantener su integridad a Jehová resultó en que fuera echado a prisión, continuó firme. Estando totalmente solo, pudiera haber concluido, como muchos lo han hecho antes y desde su tiempo: “¿De qué sirve?” y haber seguido el ejemplo de los que estaban a su alrededor en cuanto a adoración y conducta, pero no lo hizo. Rehusó dejarse plasmar según aquel sistema de cosas, antes bien, continuó fiel a Jehová. ¡Y cómo lo bendijo Jehová por ello! José llegó a ser primer ministro de Egipto y salvador de él así como de la familia de su padre.—Gén. 37:1-36; 39:1-45:28.
LOS EJEMPLOS DE LOS PROFETAS
13, 14. ¿Cómo demostró Moisés que los siervos de Jehová han de ser diferentes?
13 Entre los muchos otros siervos fieles de Jehová Dios que tuvieron el valor de ser diferentes, que no permitieron que se les modelara al ejemplo infiel de los que estaban a su alrededor, estuvieron los profetas hebreos, desde el tiempo de Moisés hasta el tiempo de Daniel y después. Moisés, al llegar a la edad viril en la corte de Faraón, fácilmente pudo haberse amoldado al proceder de los que estaban a su alrededor, olvidarse de su educación y religión hebreas y continuar disfrutando de los placeres, fama y poder que le corresponderían como hijo de la hija de Faraón. ¡Qué ventajas tenía ante sí cuando se considera que había sido “instruido en toda la sabiduría de los egipcios,” y se le conocía como “poderoso en sus palabras y hechos”!—Hech. 7:22.
14 Pero no, ¡no se retrajo de ser diferente! Cómo deben haber movido la cabeza sus anteriores conocidos de la corte, desconcertados por la manera en que el presunto heredero escogió “ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que disfrutar temporalmente del pecado, porque estimó el vituperio del Cristo como riqueza más grande que los tesoros de Egipto.” (Heb. 11:25, 26) Al emprender este derrotero no solo se aseguró de tener un buen nombre con Jehová Dios, sino que fue usado más poderosamente por Dios que lo que cualquier otro humano imperfecto jamás ha sido usado. Y en particular se exigió que los profetas fieles: Isaías, Jeremías y Ezequiel tuvieran el valor de ser diferentes de los reincidentes israelitas a su alrededor.—Isa. 20:3; Jer. 16:2; 7:16; Ezequiel, capítulos 4 y 5.
15, 16. ¿De qué maneras mostraron Daniel y sus tres compañeros que eran diferentes de los que estaban a su alrededor?
15 También hubo el ejemplo notable de Daniel y sus tres compañeros. ¡Qué fácil hubiera sido amoldarse al sistema de cosas babilónico real tocante a la clase de alimento que comerían! Pero no, no se dejaron amoldar al proceder de los que estaban a su alrededor, sino que tuvieron el valor de resaltar como diferentes, como adoradores verdaderos de Jehová Dios. Y por eso el registro nos dice: “Pero Daniel [y sus tres compañeros] se resolvió en su corazón a no contaminarse con los manjares exquisitos del rey y con su vino de beber. Y siguió solicitando”... sí, no hizo surgir el asunto solo una vez y luego apaciguó su conciencia diciéndose que había hecho el esfuerzo, sino que repetidas veces siguió solicitando “del principal oficial de la corte no contaminarse.” Finalmente el oficial de la corte “los escuchó con respecto a este asunto y procedió a ponerlos a prueba por diez días.” ¡Y cómo bendijo Jehová Dios a Daniel y sus tres compañeros por su posición valerosa! Por haber arrostrado la mofa y la falta de respeto de parte de los que estaban a su alrededor debido a rehusar comer las excelentes viandas reales y preferir comer platillos sencillos de legumbres (que no tenían grasa, sangre, etc.) se descubrió, al fin de su período de entrenamiento de tres años, ¡que estaban más sanos y también eran más sabios que todos los demás que habían recibido entrenamiento!—Daniel, capítulo 1.
16 Y, ¿no es verdad que la acción de los tres compañeros de Daniel al rehusar inclinarse ante la imagen que el rey Nabucodonosor había erigido en la llanura de Dura de nuevo los hizo conspicuos o diferentes? ¡Cuántos miles de ojos de personas de rango encumbrado y de rango inferior deben haber estado clavados en ellos cuando el rey Nabucodonosor hizo que se presentaran delante de él por haber rehusado inclinarse ante su imagen! De modo semejante cuando los rivales de Daniel lograron promulgar una ley por la cual esperaban eliminar a Daniel, no era preciso que Daniel siguiera orando tres veces al día ante una ventana abierta en dirección de Jerusalén y así dejar que todos los hombres vieran cuán diferente era él de todos los demás, ¿no es verdad? Pudiera haber orado en secreto a Dios. Pero no quería dar a nadie la impresión de que estaba acatando, aun superficialmente, el decreto antiDios del rey. ¡Y cómo remuneró Jehová a él y a sus tres compañeros porque tuvieron valor para resaltar como diferentes, concediéndoles liberaciones milagrosas y adelanto!—Daniel, capítulos 3 y 6.
EL EJEMPLO DE JESUCRISTO
17-19. ¿Qué hechos acerca de la vida de Jesús muestran que no titubeó en resaltar como diferente?
17 La necesidad de que los siervos de Jehová resaltaran valerosamente por ser diferentes no cesó con la venida del Mesías, Jesucristo, el Hijo de Dios. Él vino al propio pueblo de Jehová, que estaba en relación de pacto con Dios, y que tenía su Palabra y sus leyes, su sacerdocio y también el beneficio de la obra preparatoria de Juan el Bautista. No obstante, ¡qué contraste había entre Jesús y sus líderes religiosos y qué contraste había entre el proceder de él y las costumbres y prácticas religiosas de ellos! Lejos de transigir o minimizar la diferencia entre el ‘vino nuevo’ de su adoración y los ‘odres viejos’ del judaísmo tradicional él denodadamente puso de relieve la diferencia de modo que todos la vieran.—Mat. 9:14-17.
18 Por otra parte, Jesús resaltó como diferente tanto por su manera de enseñar, que era con autoridad, como por el entremezclarse libremente con la gente común de la Tierra. (Mat. 7:29; 9:11) Y por otra parte, fue conspicuamente diferente en virtud de lo que enseñaba. ¡Qué obvio hacían sus palabras el hecho de que él no complacía a hombres; que no cortejaba la popularidad de los gobernantes ni de los gobernados, aunque sus milagros lo hicieron la persona más popular de la nación, de modo que sus enemigos se quejaron así: “¡Miren! El mundo se ha ido tras él”! (Juan 12:19) Denodadamente dijo él: “Oyeron ustedes que se dijo . . . Pero yo les digo.” (Mat. 5:27-48) “Demuelan este templo, y en tres días lo levantaré.” “A menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban su sangre, no tienen vida en ustedes.” “Muy verdaderamente les digo: Antes que Abrahán viniese a existir, yo he sido.” Parecía que quería escandalizar y sacudir a sus oyentes. ¡No fue predicador que regalara los oídos!—Juan 2:19; 6:53; 8:58.
19 Aun sus propios discípulos a veces se maravillaban de su franqueza, de modo que dijeron en una ocasión: “¿Sabes que los fariseos tropezaron al oír lo que dijiste?” Y si aquellos fariseos tropezaron al decirles Jesús que habían invalidado la Palabra de Dios por sus tradiciones, ¡cuál debe haber sido su reacción cuando los fustigó severamente como hipócritas, serpientes, prole de víboras e hijos del mismísimo Diablo, sí, de Satanás mismo! Jesús jamás se detuvo ni por un instante de resaltar como diferente en virtud de lo que decía. Tampoco por lo que hacía, como se puede ver por el hecho de que ahuyentó a los traficantes codiciosos del templo de su Padre en dos ocasiones.—Mat. 15:12; 23:13-39; Mar. 11:15-18; Juan 2:13-17; 8:44.
DISCÍPULOS DE JESÚS DIFERENTES TAMBIÉN
20, 21. ¿Cómo demostraron los apóstoles y primeros discípulos de Jesús que eran diferentes de los que estaban a su alrededor?
20 Solo podría desprenderse que dado que los discípulos de Jesús lo imitaron y adoraron al mismo Dios de la misma manera, fueron igualmente diferentes de sus compatriotas judíos como lo fue Jesús. Tanto su mensaje insólito, de que Jesús de Nazaret era el Mesías por largo tiempo esperado y que Jehová Dios lo había levantado de entre los muertos, como su manera de predicar los hicieron resaltar como diferentes. Cuando sus opositores notaron el denuedo de Pedro y sus compañeros al testificar de Jesucristo “y al percibir que eran hombres iletrados y del vulgo, se admiraban,” sí, se admiraban de ellos y se preguntaban qué los hacía tan diferentes de los iletrados pescadores del vulgo. “Y empezaron a reconocer acerca de ellos que solían estar con Jesús.”—Hech. 4:13.
21 De los primeros discípulos y apóstoles de Jesús sabemos más acerca del apóstol Pablo que de cualquier otro: “circuncidado al octavo día, del linaje familiar de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo nacido de hebreos,” y “respecto a ley, fariseo [estricto, fanático].” Al llegar a ser cristiano ¡qué diferente tuvo que ser Pablo de todos sus anteriores asociados! Tan diferente era ahora que los judíos de Tesalónica acusaron a Pablo y sus colaboradores de haber “trastornado la tierra habitada.” Con razón, cuando Pablo estaba presentando su defensa delante del rey Agripa II, Festo exclamó: “¡Estás volviéndote loco, Pablo! ¡El gran saber te está impulsando a locura!” Pablo no solo enseñaba a los otros cristianos que no se amoldaran a este sistema de cosas, sino que ciertamente vivía lo que enseñaba.—Fili. 3:5, 6; Hech. 17:6; 26:24; Rom. 12:2.
CRISTIANOS DIFERENTES DESPUÉS DE LOS APÓSTOLES
22-25. (a) ¿Cómo resaltaron los cristianos de tiempos de después de los apóstoles como diferentes en cuanto a su religión? (b) ¿En cuanto a su relación con César? (c) ¿En cuanto a su moralidad? (d) ¿En cuanto a su amor los unos a los otros?
22 Aunque poco después que los apóstoles se durmieron en la muerte, “mientras dormían los hombres,” un enemigo, Satanás el Diablo, vino y sembró mala hierba en el campo de trigo; el campo de trigo no se convirtió inmediatamente en un campo de mala hierba. (Mat. 13:25) Y por eso los historiadores de la iglesia primitiva nos dicen que en aquellos siglos tempranos los cristianos todavía resaltaban por ser diferentes de los que estaban a su alrededor. Esta diferencia fue patente en por lo menos cuatro diferentes respectos. Primero, resaltaron por ser diferentes de todos los demás en el asunto de religión. No solo eran distintas sus creencias y forma de adoración, sino que singularmente afirmaban que solo ellos constituían la religión verdadera y todas las demás eran falsas. Exigía valor hacer esa afirmación. Como lo expresó un historiador eclesiástico: “Para el cristiano, su Dios jamás podía ser colocado en la misma categoría que Isis o Mitra o Augusto.” Los emperadores romanos manifestaban tolerancia a las diferentes religiones pero no a la que enseñaba “que los dioses de Roma y también los de todas las otras religiones eran falsos, y que se esforzaba por ganar a toda la humanidad a esa creencia.”
23 Aquellos cristianos primitivos también resaltaban por ser diferentes en su relación con otras partes de ese sistema de cosas. Por una parte rehusaban ocupar cargos en el gobierno y servir en los ejércitos de César, y, por otra parte, habían cesado de ser materialistas. Las riquezas materiales ya no eran la meta de sus esfuerzos, sino simplemente un medio usado para adelantar su predicación.
24 De manera semejante los cristianos primitivos resaltaban por ser diferentes en cuanto a la moralidad. Toda clase de inmoralidad se practicaba con desenfreno en las civilizaciones romana y griega de aquel tiempo, la inmoralidad sexual hasta constituía parte de su adoración, y las perversiones sexuales, como la homosexualidad, reinaban. Los historiadores registran lo diferentes que eran los cristianos primitivos de los que estaban a su alrededor también en este respecto: “Tenemos el testimonio de sus vidas intachables, de su moralidad irreprochable, de su buena ciudadanía y de sus gracias cristianas.”
25 Y, finalmente, estos cristianos primitivos resaltaron como diferentes al tenerse gran amor altruista los unos a los otros, tal como Jesús dijo que sucedería: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.”—Juan 13:34, 35.
26. ¿Qué hechos resaltan en cuanto a los siervos de Jehová desde Abel hasta tiempos de después de los apóstoles, y qué hay acerca de nuestro tiempo?
26 No hay duda. El registro, tanto inspirado como de otra fuente, da testimonio de que los siervos de Jehová eran diferentes de los que estaban a su alrededor, desde el tiempo de Abel hasta los primeros siglos de después de los apóstoles. Pero, ¿qué hay de nuestro día? ¿Sucede así aún? Sí, tal como lo mostrará el siguiente artículo.
[Ilustración de la página 13]
Daniel y sus tres compañeros tuvieron el valor de resaltar como diferentes