¿Van camino al Armagedón las naciones?
¿Puede evitarse? ¿Qué revela la Biblia?
MUCHOS hombres afamados piensan que las naciones van rumbo a alguna clase de desastre. Un clérigo prominente habla de un “Armagedón termonuclear.” En el congreso estadounidense un senador de Vermont dijo en el estrado del senado: “Muy ciertamente el mundo parece estar movilizándose para la gran batalla del Armagedón. Ahora hay una crisis en la guerra que ha durado mucho tiempo entre Dios y el Diablo por las almas de los hombres.”a Y el dramaturgo Tennessee Williams ve a las naciones obrando como personas locas: “Si la gente obrara como las naciones a todos se les debería poner camisas de fuerza. . . . Creo que el Armagedón verdaderamente se ha acercado esta vez.”b
Ahora bien, ¿qué es este Armagedón? Algunos lo consideran como una tercera guerra mundial, la aniquilación de toda la vida sobre la Tierra, el resultado de la insensatez de las naciones que tienen armas nucleares. Pero, ¿es esto lo que la Santa Biblia menciona con la palabra “Armagedón”?
Si se dirige a la Santa Biblia, al libro de Apocalipsis, capítulo dieciséis, usted podrá leer acerca del significado verdadero de Armagedón. Esta visión profética es lo que el Señor Jesucristo dio a su apóstol Juan: “Vi tres expresiones inspiradas inmundas que se parecían a ranas salir de la boca del dragón y de la boca de la bestia salvaje y de la boca del falso profeta. Estas son, de hecho, expresiones inspiradas por los demonios y obran señales, y ellas salen a los reyes de toda la tierra habitada, para juntarlos a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso. Y los juntaron al lugar que se llama en hebreo Har–Magedón [o Armagedón].”—Apo. 16:13, 14, 16.
Sírvase notar que en esta profecía inspirada es evidente que las naciones están siendo juntadas al lugar llamado Armagedón, también que este lugar de batalla no está ligado a simplemente guerra humana sino a una guerra universal—“la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Puesto que las batallas a menudo toman su nombre del lugar donde se libran, esta guerra del gran día de Dios el Todopoderoso también se menciona como la batalla del Armagedón. Ahora bien, ¿qué es lo que lleva a las naciones a una marcha suicida al Armagedón?
“EXPRESIONES INSPIRADAS POR LOS DEMONIOS”
La Palabra de Dios muestra que tres expresiones inspiradas inmundas están extraviando a las naciones y que se parecen a ranas. Puesto que las ranas fueron clasificadas por Dios como alimento inmundo para su pueblo de tiempos antiguos, la apariencia de rana denota cuán inmundas son estas expresiones a los ojos del Todopoderoso. Son inmundas porque son de origen demoníaco y porque salen (1) de la boca del dragón, (2) de la boca de la bestia salvaje y (3) de la boca del falso profeta.
El dragón, mencionado primero como una fuente de estas expresiones inmundas, no es otro que “la serpiente original, aquel que es llamado Diablo y Satanás,” aquel que está “desviando a toda la tierra habitada.”—Apo. 12:7-9.
Estas expresiones inmundas también salen de la boca de la bestia salvaje. ¿Qué representa la bestia salvaje? Apocalipsis 13:1, 2 habla de ver a “una bestia salvaje ascender del mar, con diez cuernos y siete cabezas,” y que recibe su poder del dragón. Así como el profeta Daniel usa ciertas bestias salvajes para representar a potencias mundiales, así sucede en Apocalipsis. Esta bestia salvaje, entonces, es la organización visible de Satanás, compuesta de todas las naciones del mundo y asciende del mar de la humanidad alejada del Todopoderoso Dios, el “mar” que la Biblia menciona como “pueblos y muchedumbres y naciones y lenguas.”—Apo. 17:15; Dan. 7:1-8.
Finalmente, expresiones semejantes a ranas o propaganda demoníaca salen de la boca del “falso profeta.” Este no es un hombre solo, un individuo. ¿Cómo lo sabemos? Al comparar el capítulo 16 de Apocalipsis con los capítulos 13 y 19, queda claramente manifiesto que el falso profeta es un sobresaliente sistema gubernamental que asume el papel de profeta. ¿A qué potencia mundial representa? Bueno, ¿cuál sistema de potencias mundiales tomó la delantera en abogar por y formar la Sociedad de las Naciones y más tarde las Naciones Unidas y predijo grandes cosas mesiánicas para tales organizaciones? Cuando la Sociedad de las Naciones fracasó en traer la paz e impedir la II Guerra Mundial, ¿qué sistema de potencias mundiales resultó ser un falso profeta? ¿Qué sistema de potencias mundiales se compone de dos partes, para armonizar con los dos cuernos de la bestia salvaje de Apocalipsis 13:11-15 y que se identifica en Apocalipsis 19:20 como el “falso profeta”? Es la potencia mundial binaria de la Gran Bretaña y los Estados Unidos, el sistema de potencias que tomó la delantera en establecer y predecir grandes cosas para la organización de paz mundial, dirigiendo a la gente a una organización de hechura humana para ver cumplida su esperanza de paz en vez de al reino de Dios.
POR QUÉ NO PUEDE EVITARSE EL ARMAGEDÓN
De la boca del dragón, la bestia salvaje y el falso profeta sale propaganda demoníaca. Esta desvía de Dios la confianza de la gente y le enseña a confiar en hombres y en gobiernos humanos que están bajo el control de Satanás. (Mat. 4:8, 9; 1 Juan 5:19) Seduce a los hombres a un modo de vivir que no está en armonía con el justo reino de Dios. Implacablemente, las naciones están siendo juntadas así en oposición a Dios, al campo de batalla del Armagedón.
Otra razón, sí, la razón básica, de por qué el Armagedón no puede evitarse es que el gran punto en cuestión entre Jehová Dios y Satanás el Diablo debe zanjarse. No solo es dominación global, sino dominación universal; por consiguiente el punto en cuestión de la soberanía universal debe decidirse. El Dios Todopoderoso zanja este punto en cuestión librando la batalla del Armagedón, “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Será un gran día para “Jehová de los ejércitos,” el gran Dios cuyos ejércitos celestiales bajo el mando de Jesucristo saldrán victoriosos, destruyendo totalmente a las naciones inicuas de este mundo y matando al Diablo y a sus demonios.—Sant. 5:4; Dan. 2:44.
BLANCO DE ATAQUE
Pero, ¿cómo pueden dirigirse todas las naciones hacia un solo campo de batalla, y cuál es el blanco de su ataque unido? La palabra “Armagedón” saca algo de su significado del nombre Meguido, un sitio de campo de batalla en Palestina donde Dios libró batallas decisivas a favor de su pueblo. Pero el campo de batalla del Armagedón no es un lugar literal; es un campo de batalla simbólico. Los demonios, mediante su propaganda diabólica, aguijonean a las naciones a marchar a ese lugar para pelear contra el reino de Dios. Pero, ¿cómo pueden los demonios incitar a las naciones a atacar un gobierno que es celestial? Ciertamente los gobernantes no son tan imprácticos como para ser llevados a un campo de batalla desocupado o a pelear contra algo intangible.
Por eso, entonces, las naciones marchan hacia el Armagedón para pelear contra algo visiblemente tangible que representa al reino celestial de Dios. Bueno, entonces, ¿qué pudiera representar a ese reino, el reino concerniente al cual Jesucristo predijo para nuestro día: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada como testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”? ¡Pues, los predicadores de ese reino! Ellos representan al Reino por medio de predicarlo, por medio de abogar por él, por medio de darle su obediencia.—Mat. 24:14.
Por consiguiente hay un significado más profundo en la palabra Armagedón o Har–Magedón, que significa “Monte de la asamblea de tropas.” Puesto que Meguido se hallaba en la tierra del pueblo antiguo de Dios, en este “tiempo del fin” Armagedón representa al pueblo que está congregado para predicar las buenas nuevas del reino establecido de Dios y ocupado en una guerra espiritual contra los demonios, para llevar a cabo esta predicación del Reino. Por eso, la batalla es librada en defensa del pueblo de Dios, los representantes del reino celestial mediante Jesucristo. Es este ataque contra los testigos del reino de Dios lo que provoca el Armagedón y resulta en una derrota aplastante para las naciones de la Tierra.—Efe. 6:12.
¿Por qué deberían las naciones atacar a estos predicadores del Reino? Porque los demonios que extravían a las naciones están contra el Reino; y las naciones, bajo sus gobernantes sobrehumanos, están determinadas a parar de una vez por todas la predicación mundial del reino de Dios como la esperanza para el mundo. Los gobernantes no quieren que sus ciudadanos o súbditos den lealtad y obediencia al reino celestial de Dios. Por eso, ¡la predicación del Reino y los testigos del Reino deben desaparecer! A la guerra, entonces; pero a medida que las naciones lanzan su ataque unido en contra de los testigos desarmados de Jehová y de su reino provocan a Jehová de los ejércitos a luchar a favor de su pueblo. Las naciones piden su merecido, y Jehová les da lo que piden—¡destrucción! Pasadas a cuchillo, las naciones son degolladas por los ejércitos celestiales bajo el mando del Rey Jesucristo: “Los ejércitos que estaban en el cielo le seguían en caballos blancos, y estaban vestidos de lino fino, blanco y limpio. Y de su boca sale una espada larga y filosa, para que hiera con ella a las naciones, y él las pastoreará con una vara de hierro.”—Apo. 19:14, 15.
Es a esta destrucción que las naciones se dirigen, aguijoneadas por la propaganda demoníaca que predispone a la gente en contra del reino de Dios. No solo las naciones van camino a una derrota en el Armagedón sino también los demonios y su gobernante, Satanás el Diablo.—Apo. 20:1-3.
Puesto que ninguna nación mundana está libre hoy de la influencia demoníaca, toda persona está siendo obligada a tomar una decisión, las consecuencias de la cual serán vida o muerte, supervivencia o destrucción. Todos los que anhelan sobrevivir para entrar en el nuevo mundo de Dios no dan oídos a las expresiones inmundas, inspiradas por los demonios. Pruebe todas las expresiones; si no declaran a Jehová como Soberano Universal y su reino como la esperanza del mundo, entonces usted puede estar seguro de que saltaron de la boca del dragón y sus organizaciones visibles. No se extravíe con las naciones para sufrir la derrota en el Armagedón. Haga su decisión a favor del reino de Dios, para que sea conservado vivo a través del venidero conflicto universal, “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.”
[Notas]
a Congressional Record del 9 de marzo de 1954, págs. 2726-2727.
b Daily News de Springfield (Massachusetts) del 29 de diciembre de 1958.