El desafío del comunismo a Occidente
“SI CONTINÚAN las tendencias actuales, de aquí a muy pocos años los Estados Unidos se hallarán claramente en segunda posición... y la Unión Soviética será indisputablemente la mayor potencia que habrá en la Tierra.”
Esas palabras no constituían los alardes de un político ruso. Fueron declaraciones del presidente estadounidense Richard Nixon a líderes legislativos en 1970.
¿Ha comenzado a cambiar realmente el equilibrio de poder del mundo? En particular, ¿está comenzando Rusia a dejar atrás a los Estados Unidos? ¿Qué está sucediendo en la lucha por supremacía global? ¿En qué resultará?
Meta declarada del comunismo
Aunque hay fuertes diferencias de opinión entre las diversas naciones comunistas, concuerdan en una sola cosa. A todas les gustaría ver el fin del poder estadounidense. Su meta final es ver que el comunismo triunfe por todo el mundo.
Esa meta de dominación mundial ha sido defendida por largo tiempo por personalidades comunistas prominentes. Karl Marx, el ‘padre’ del comunismo moderno, predijo la decadencia de la sociedad capitalista u occidental. Friedrich Engels, V. I. Lenin, José Stalin y otros líderes comunistas han dicho lo mismo.
Nikita Khrushchev advirtió: ‘Nosotros los enterraremos a ustedes.’ Mao Tse-tung, de China, dijo: “El sistema socialista reemplazará con el tiempo al sistema capitalista . . . tarde o temprano tendrá lugar la revolución e inevitablemente triunfará.” Lin Piao, el heredero evidente de Mao, declaró: “El imperialismo se dirige al derrumbe total y el socialismo está avanzando a la victoria mundial.”
¿Hasta qué punto ha adelantado el comunismo hacia esta meta declarada de dominación mundial? En 1848, cuando Marx y Engels publicaron el Manifiesto Comunista bosquejando sus ideas, el comunismo no controlaba ninguna parte de la Tierra. Hoy controla aproximadamente la tercera parte de la población de la Tierra, más de mil millones de personas. Ahora gran parte de la tierra de Europa y Asia está bajo régimen comunista. Por consiguiente, la World Book Encyclopedia de 1970 declara: “El comunismo ha llegado a ser una de las fuerzas más poderosas del mundo.”
Es verdad que el comunismo no es el monolito que parecía ser en otro tiempo. No todas las naciones comunistas abrazan el comunismo a la rusa. Cada una parece estar adaptando el comunismo a sus propias necesidades, de modo que lo que predomina en estos países es una clase de comunismo nacionalista. Sin embargo, como dijo el profesor Leonard Schapiro, de Londres: “En la decisión final todo partido comunista se pone de parte de la Unión Soviética contra los Estados Unidos.”
¿Está cambiando el equilibrio de poder?
Por muchas décadas, los Estados Unidos, aliados con la Gran Bretaña, han sido la más poderosa combinación política del mundo. ¿Está cambiando eso ahora a favor del comunismo, en particular a favor de Rusia?
Algunos señalan la fecha de 1962 como crucial en este asunto. ¿Por qué 1962? En ese año los Estados Unidos obligaron a Rusia a retirar los proyectiles nucleares que había colocado en Cuba. Esto representó una retirada humillante para la Unión Soviética. Pero en ese tiempo el negociador ruso Vasily Kuznetsov dijo, según se informa, a su paralelo estadounidense: “Esta es la última vez que ustedes, los norteamericanos, nos podrán hacer esto.”
De ese comentario el escritor Charles J. Murphy comentó: “Claramente, a pesar de las circunstancias, ésta era una amenaza fría: En la siguiente acción decisiva, no sería la Unión Soviética la que cedería por falta de ventaja militar estratégica. Ese peligro amenazador rápidamente está haciéndose perceptible ahora a nuestro alrededor. En la secuela del fracaso cubano, los proyectistas soviéticos tomaron una decisión crucial: lanzarse a alcanzar superioridad militar en la Tierra. Y, en los años desde entonces, la tecnología militar soviética ha hecho explosión.”
¿Con qué resultado? El 1 de marzo de 1971, el presidente de los Jefes de Estado Mayor Unidos de los Estados Unidos, el almirante Thomas Moorer, dijo: “Yo creo que es justo decir que el equilibrio estratégico general, durante los últimos cinco o seis años, ha cambiado drásticamente a favor de la Unión Soviética.”
El comentarista político Stewart Alsop, escribiendo en Newsweek, dijo: “La Unión Soviética se ha estado comportando, de hecho, como si el equilibrio verdadero de poder hubiera cambiado agudamente a su favor. Y eso es, por supuesto, exactamente lo que ha sucedido.”
Aun dejando lugar a la propaganda de parte de los que tienen intereses invertidos en fomentar la venta de armas, sí parece que la evidencia apoya estos avalúos. Esto no significa que Rusia haya reemplazado a los Estados Unidos en poderío general. Pero la enorme delantera estadounidense en poder estratégico realmente ha desaparecido.
Tendencias convergentes
La evidencia que señalan los analizadores es la convergencia de varias tendencias principales. Entre las que se alistan por lo general están las siguientes:
(1) La Unión Soviética ha pasado a los Estados Unidos en el número de proyectiles intercontinentales que tiene. Su delantera ya es extensa y continúa aumentando, mientras que los Estados Unidos han estado satisfechos con mantener su número actual, aunque tratan de mejorar su eficacia y poder destructivo.
(2) Las fuerzas terrestres, aéreas y navales generales de la Unión Soviética y sus aliados han aumentado a un grado que los observadores occidentales llaman de “inundación.”
(3) El compromiso soviético de sus brazos, material, dinero y producción para obtener cantidad y calidad de armas está aumentando, mientras que el de los Estados Unidos permanece casi estático.
(4) La tendencia en varios otros países es hacia gobiernos de tipo ‘izquierdista’ que son más amigables con las naciones comunistas.
(5) Hay una creciente hostilidad de parte de secciones constantemente más grandes del público estadounidense hacia envolverse en guerras extranjeras, y hacia el complejo ‘militar-industrial’ en los Estados Unidos.
Poder destructor nuclear
De estas tendencias, ¿cuál representa más claramente un cambio en poder estratégico? Es la enorme y creciente fuerza de proyectiles balísticos intercontinentales con puntas de combate que portan explosivos nucleares.
Informa el Times de Nueva York: “Se espera que el número de proyectiles intercontinentales soviéticos operantes llegue a 1.500 para mediados del año [1971], en comparación con 1.054 proyectiles estadounidenses.” El Secretario de la Defensa, Melvin Laird, advirtió: “Tan solo esta fuerza sería más que suficiente para destruir todas las ciudades de los EE. UU. de tamaño considerable.”
En este arsenal, Rusia tiene un gigantesco proyectil que se llama el SS-9, para el cual los Estados Unidos no tienen paralelo. El SS-9 lleva una carga de 25 megatones, una fuerza explosiva equivalente a 25 millones de toneladas de TNT. Eso es más de mil veces la fuerza de la bomba que destruyó a Hiroshima.
Se cree que ahora hay unos 300 proyectiles SS-9, y de ellos el U.S. News & World Report declara: “Tan solo la fuerza de proyectiles balísticos intercontinentales SS-9 es capaz de descargar un megatonelaje de puntas de combate nucleares varias veces más grande que el de la entera fuerza de proyectiles balísticos intercontinentales y proyectiles balísticos lanzados por submarinos de los EE. UU.”
Para tratar de contrarrestar esta amenaza, los Estados Unidos, aunque no añaden al total de sus proyectiles, han comenzado a colocar puntas de combate múltiples en sus proyectiles para lanzamiento desde tierra y desde submarinos. Pero, por supuesto, los rusos pueden hacer lo mismo, aunque no se sabe con exactitud a qué grado han progresado en ello. De todos modos, se admite que tienen la habilidad técnica para hacerlo si lo desean.
Poder en otros campos
El poder soviético también está aumentando en otras esferas. El director de Jane’s Fighting Ships dice: “Aunque los EE. UU. han estado reduciendo severamente su armada . . . la expansión del poder marítimo soviético . . . parece que [está] aumentando hasta el desborde inundador en la década de los setenta.”
Muchas autoridades representan la comparación de fuerzas navales, sin contar la marina mercante, como sigue:
Estados Unidos Unión Soviética
Barcos de combate 390 550
Barcos auxiliares 290 1.900
Entre estos barcos los Estados Unidos tienen aproximadamente catorce portaaviones. Los rusos no tienen ninguno, salvo portahelicópteros. Por otra parte, Rusia tiene de 360 a 380 submarinos en comparación con los 141 que tienen los Estados Unidos. En esta fuerza, los Estados Unidos tienen cuarenta y un submarinos que pueden lanzar dieciséis proyectiles nucleares cada uno. Se dice que Rusia tiene más de treinta de esos submarinos terminados o en construcción, sin interrupción a la vista. En la actualidad los Estados Unidos no han anunciado planes para ensanchar su fuerza de submarinos que llevan proyectiles.
Además, aproximadamente la mitad de los barcos de la armada norteamericana tienen veinte años o más, mientras que se dice que solo el 1 por ciento de la flota soviética tiene esa edad. En consecuencia, como nunca antes en la historia, ahora hay flotas rusas modernas merodeando en todos los océanos del mundo y en rutas marítimas vitales.
A estas fuerzas navales rusas se les está uniendo una marina mercante vastamente ensanchada que los soviéticos están levantando a velocidad rápida. Ahora ocupa el sexto lugar en el mundo y es ultramoderna, pues aproximadamente el 75 por ciento de ella ha sido construido desde 1962. La marina mercante estadounidense, más grande en la actualidad, va menguando año tras año, y muchos de sus barcos son demasiado viejos. Una gran cantidad de ellos data de la II Guerra Mundial y no están en servicio activo, sino que están amarrados en ríos y bahías; una enmoheciente flota de reserva de valor dudoso.
Las ya enormes fuerzas terrestres de Rusia continúan aumentando en poder. Según algunos pronósticos, para 1975 la Unión Soviética tendrá tres veces el número de tanques que tienen los Estados Unidos, y más del doble que los Estados Unidos y todos sus aliados europeos juntos.
La fuerza aérea de Rusia ya es mayor y se espera que esa brecha entre las fuerzas aéreas aumente en los años futuros. Algunos peritos también alegan que se necesitarían de seis a diez años para que los Estados Unidos igualaran las defensas aéreas rusas aun si se hiciera el esfuerzo.
En Europa, Rusia ha formado la alianza comunista que se conoce como el Pacto de Varsovia. Esta abarca a Bulgaria, Checoslovaquia, Alemania Oriental, Hungría, Polonia, Rumania y Rusia. El general estadounidense Andrew Goodpaster, comandante de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN), dice que el Pacto de Varsovia ha acumulado “una concentración de poder militar que excede cuanto el mundo ha visto jamás.”
Sin embargo, esto no incluye a otros países comunistas como China. Aunque comparativamente débil en este punto, China tiene enormes reservas de fuerzas asequibles. Su creciente arsenal militar incluye armas y proyectiles nucleares que ya han lanzado satélites terrestres.
En consecuencia, el propósito concentrado de las naciones comunistas por alcanzar superioridad militar ha producido resultados muy desfavorables para Occidente. Esto sucede al mismísimo tiempo que las dificultades sociales y económicas de los Estados Unidos les impiden gastar más dinero en presupuestos militares.
Industria y agricultura
Los Estados Unidos son la principal potencia industrial del mundo. Pero la Unión Soviética también está desafiando esta delantera, particularmente en campos vitales.
Note la producción de 1970 de algunos artículos de industria pesada básicos que tienen mucho que ver con las fibras del poder militar. Las cifras, en números redondos, están en millones de toneladas de 907 kilos:
Estados Unidos Unión Soviética
Cemento 73 105
Hulla 590 688
Mineral de hierro 96 195
Petróleo 522 389
Acero 131 128
Por supuesto, la producción general de artículos para el consumidor es muy superior en los Estados Unidos. Pero una razón de esto la muestra el U.S. News & World Report: “Aunque en el campo del consumidor apenas se invierte lo suficiente como para mantener la norma de vida que se eleva poco a poco, el Kremlin está desviando todo lo demás a la producción militar y relacionada con lo militar.”
En la agricultura, los Estados Unidos por largo tiempo han sido considerados el “granero” del mundo. Especialmente en maíz sí excede en producción a Rusia por un margen extenso. Pero note otros artículos básicos durante el año de cosechas de 1968-1969, expresados al más cercano millón de toneladas métricas:
Estados Unidos Unión Soviética
Cebada 9 22
Papas (patatas) 13 102
Centeno 0,6 13
Trigo 43 79
Como se ve, el desafío general del comunismo en poderío militar, así como en producción industrial y agrícola, aumenta. Está causando gran inquietud en Occidente.
¿En qué resultará?
De vital interés es en qué resultará esta lucha por la dominación mundial. Algunos dicen que el creciente poder del comunismo lo hará más agresivo, y que más naciones se inclinarán hacia la ‘izquierda’ como parece indicar la tendencia. Por ejemplo, escribiendo en Newsweek, Henry Wallich dijo: “A menos que de algún modo se cambie la tendencia, los Estados Unidos dentro de la vida de muchos de nosotros quizás se vean ante una América latina comunista.”
Pero, ¿significa esto que el desafío del comunismo a Occidente tendrá buen éxito y resultará en que el comunismo obtenga la supremacía mundial? Los hombres no pueden predecir el futuro con exactitud. Pero la Biblia sí. ¿Esclarecen realmente sus profecías esta lucha moderna por dominación mundial y su resultado? Considere la evidencia.
El capítulo once del libro de Daniel proféticamente describe una lucha entre dos poderes contrarios: “el rey del norte” y “el rey del sur.” Es verdad que la profecía tiene su punto de partida en tiempos antiguos (Dan. 11:1-5), pero su descripción de los avances y retrocesos de esos poderes contrarios se extiende a través de la historia hasta el “tiempo del fin.” (Dan. 11:35, 40) Note, por favor, la escena presentada en el cierre de la profecía y compárela con la situación moderna que se repasa en este artículo.
En este período final, la profecía de Daniel muestra que el simbólico “rey del norte” rebaja o degrada todas las formas más antiguas de adoración; hasta habla contra el “Dios de los dioses.” Este “rey” se ensalza y da gloria al “dios de las plazas fuertes . . . un dios que sus padres no conocieron,” usando oro, plata y otras cosas preciosas para hacerlo.—Dan. 11:36-39.
Pregúntese: ¿vemos una sobresaliente potencia mundial hoy día que esté haciendo esto? ¿No es verdad que el comunismo mundial, en particular la Unión Soviética, ha relegado la adoración religiosa existente a una posición muy inferior, dando gloria en cambio al militarismo científico moderno, un “dios de las plazas fuertes”? ¿No ha hecho esto a un costo de enormes cantidades de riqueza?
Pero esto no es todo. La profecía predice además un empujar entre los dos reyes que provoca al “rey del norte” a ‘lanzarse como tempestad con equipo militar y muchos barcos y entrar en los países e inundar,’ consiguiendo así control de grandes tesoros y teniendo a muchos países bajo su influencia.—Dan. 11:40-43.
De nuevo, ¿no hemos visto, particularmente desde la II Guerra Mundial, una competencia feroz entre la potencia mundial dominante, los Estados Unidos (con la Gran Bretaña como su aliado más allegado), y la siguiente fuerza más poderosa, la Unión Soviética, con la dominación mundial como su mira? ¿No hemos visto la fuerza militar de la combinación comunista vigorizarse hasta lo que los observadores modernos llaman “inundación”? ¿Y no ha producido esto expansión asombrosa de la influencia comunista en cada vez más países, con peligro para los intereses económicos de las potencias occidentales?
¿Qué hay del resultado final? ¿Dice la profecía que el “rey del norte” derribará al “rey del sur” de su posición dominante? No, dice que el “rey del norte” ‘llegará a su fin sin ayudante para él.’ Sin embargo no dice que es destruido por su contrario, el “rey del sur.” (Dan. 11:44, 45) ¿Qué puede significar esto?
Otras profecías bíblicas revelan que es en este predicho “tiempo del fin” cuando a todas las naciones políticas, grandes y pequeñas, les corresponde encararse a una fuerza muy superior al poderío militar combinado de ellas. Esa fuerza es el poder de Dios. Se expresa por medio del propio Hijo de Dios, Cristo Jesús, a quien Él nombra para llamar a cuentas a todas las naciones por lo que han hecho en la Tierra. Sí, el libro de Revelación completa el cuadro de la profecía de Daniel revelando que este gobernante mundial nombrado, Cristo Jesús, ‘herirá a las naciones’ y “las pastoreará con vara de hierro.” Por medio de esa destrucción le pondrá fin completo a la lucha política por la dominación mundial y a toda la opresión económica y el derramamiento de sangre que esa lucha ha causado. ¡Qué bendito alivio será éste para todos los que ahora cifran su confianza, no en el poder militar de alguna nación, sino en el justo gobierno de Cristo, su reino!—Rev. 19:11-16.
[Ilustración de la página 7]
Se calcula que Rusia tiene 1.500 proyectiles balísticos intercontinentales en comparación con 1.054 en el arsenal estadounidense