Un sueño desconcertante que le atañe
EL SUEÑO lo asustó y dejó perplejo. ‘He tenido sueños antes —sin duda dijo para sí el rey meditativo—, y mis sacerdotes, con su magia, me daban la interpretación de los sueños. Si ellos no podían revelarme el significado oculto de un sueño, entonces yo llamaba a mis sortílegos para que me lo explicaran. Si ellos no lo lograban, con toda seguridad mis astrólogos desenmarañaban el misterio. Pero este sueño, ¿por qué es tan desconcertante?’
Así bien puede que haya pensado Nabucodonosor, de Babilonia, el gobernante de la más grande potencia mundial del siglo VI a. de la E.C. No pudo hallar a nadie en todo su imperio que le interpretara el sueño extraño que había tenido, salvo una persona... Daniel de Judá, cautivo extranjero. En una ocasión previa, este adorador del Dios Jehová había explicado a Nabucodonosor un sueño que nadie más había podido aclarar. (Daniel 2:1-45.)
Pero puede que usted pregunte: ‘¿Por qué debe interesarme eso? Los sueños son una parte normal de la vida humana. ¿Por qué debería ser diferente ese sueño en particular?’. Pues bien, ese sueño es diferente. ¿Cómo? Porque su significado le atañe a usted y a toda persona que ha vivido desde el año 1914 en adelante.
El sueño del rey
Mientras descansaba en su palacio, rodeado de jardines colgantes, Nabucodonosor tuvo un sueño relacionado con un árbol extraordinariamente grande:
“Ahora bien, sucedió que las visiones de mi cabeza sobre mi cama estuve contemplando, y, ¡mira! un árbol en medio de la tierra, la altura del cual era inmensa. El árbol creció y se hizo fuerte, y su altura misma finalmente alcanzó a los cielos, y era visible hasta la extremidad de toda la tierra. Su follaje era hermoso, y su fruto era abundante, y había alimento para todos en él. Bajo él las bestias del campo buscaban sombra, y en sus ramas mayores los pájaros de los cielos moraban, y de él toda carne se alimentaba”. (Daniel 4:10-12.)
Lo que el rey ve a continuación en su sueño lo sobresalta; un ángel clama fuertemente la siguiente orden:
“Corten el árbol, y desmochen sus ramas mayores. Sacudan su follaje, y esparzan su fruto. Que la bestia huya de debajo de él, y los pájaros de sus ramas mayores. No obstante, dejen su tronco mismo con las raíces en la tierra, aun con una atadura de hierro y de cobre, entre la hierba del campo; y con el rocío de los cielos sea mojado, y con la bestia sea su porción entre la vegetación de la tierra. Sea cambiado su corazón del de la humanidad, y que se le dé el corazón de una bestia, y pasen siete tiempos sobre él. Por el decreto de vigilantes es la cosa, y por el dicho de santos la solicitud es, con la intención de que sepan los vivientes que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad y que a quien él quiere dárselo se lo da, y coloca sobre él aun al de más humilde condición de la humanidad”. (Daniel 4:13-17.)
Lo que significa para el rey el sueño
La gobernación mundial es el tema del sueño del rey. El sueño tiene un significado doble. Uno tiene que ver con Nabucodonosor. El otro le afecta a usted. Daniel explica lo que representa para Nabucodonosor el árbol que llega hasta el cielo: “Eres tú, oh rey, porque te has hecho grande y has llegado a ser fuerte, y tu grandeza se ha hecho grande y ha alcanzado a los cielos, y tu gobernación hasta la extremidad de la tierra”. (Daniel 4:22.)
Luego Daniel desenreda el significado del resto de la visión que tuvo el orgulloso rey: Nabucodonosor experimentará una pérdida temporal de la gobernación debido a una enfermedad que lo hará actuar como una bestia que come hierba. Esto durará siete años. Pero una vez que pasen los “siete tiempos”, él recobrará la cordura y también la gobernación. Esto fue representado por las dos ataduras de metal apretadas que rodeaban el tronco del árbol del sueño. Remuevan las ataduras, y al instante el árbol echará brotes otra vez. El objetivo de todo esto —dice Daniel— es probar “que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad, y que a quien él quiere dárselo se lo da”. (Daniel 4:23-26.)
Doce meses después que Daniel interpreta el sueño del rey, éste se realiza... Nabucodonosor pierde el juicio y la corona repentinamente. Siete años más tarde, otra vez conforme a las palabras de Daniel, Nabucodonosor recobra la cordura y es restaurado a su trono con “grandeza extraordinaria”, lo cual impulsó al rey a admitir: “Ahora yo, Nabucodonosor, alabo y ensalzo y glorifico al Rey de los cielos, porque todas sus obras son verdad y sus caminos son justicia, y porque a los que andan con orgullo él los puede humillar”. (Daniel 4:29-37.)
Él aprendió la lección. El Dios Todopoderoso, Jehová, fue quien tuvo la última palabra en el asunto de quién ha de gobernar la Tierra y cuándo. Pero el significado del sueño de Nabucodonosor no se limitaba a afectar a la gente de Babilonia. Su importancia o significado profético, relacionado con la gobernación mundial, se extiende hasta este siglo XX y le atañe hasta a usted.
[Comentario en la página 4]
El sueño del rey de Babilonia tiene dos significados. Uno de éstos le afecta a usted