La lealtad al pacto matrimonial mueve a Dios a mostrar misericordia
“Y de veras te comprometeré conmigo en justicia y en derecho y en bondad amorosa [amor leal] y en misericordias. Y de veras te comprometeré conmigo en fidelidad; y ciertamente conocerás a Jehová.”—Ose. 2:19, 20, lectura marginal, “New World Translation.”
1. En nuestro siglo veinte, ¿qué preguntas surgen en cuanto a la acción de un esposo para con una esposa culpable de actos de adulterio?
UNA esposa infiel, culpable de actos de adulterio, tiene poca razón para esperar misericordia de su esposo legal. No tiene razón sólida para sentir seguridad al depender de que sus amantes de fuera del matrimonio le provean lo necesario siempre. Después de un prolongado período de satisfacción sexual, hasta amantes apasionados se pueden cansar de tan lasciva adúltera e ir tras carne diferente. Si eso sucede, ¿adónde puede ir ella? La lealtad a su contrato matrimonial debería hacer que volviera a su esposo legal. Pero ¿mostrará él misericordia y acogerá de vuelta a su esposa adulterina? ¿Con cuánta frecuencia sucede tal cosa en este mundo sin misericordia, en nuestro siglo veinte?
2. ¿El pensar y obrar de quién son superiores a los de nosotros los individuos humanos, y por eso qué hizo Él en 537 a. de la E.C. para Su pueblo en pacto con él?
2 Sin embargo, hay una persona que dice a las criaturas humanas: “Los pensamientos de ustedes no son mis pensamientos, ni son mis caminos los caminos de ustedes . . . Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que los caminos de ustedes, y mis pensamientos que los pensamientos de ustedes.” ¿Quién es esa persona de pensar y obras tan superiores? Es Aquel que está arriba en el cielo sobre nosotros los individuos humanos. Éste, el que dijo esas palabras, se identifica llamándose Jehová, y lo hace por medio de su profeta de la antigüedad Isaías hijo de Amoz. (Isa. 55:8, 9; 1:1) Jehová dijo esas palabras al predecir que restauraría al pueblo en pacto con él que se hallaba en el destierro en la tierra pagana de Babilonia por medio de hacerlo regresar de allí a la tierra que Dios les había dado en el Oriente Medio. De manera contraria a todo pensamiento o razonamiento humano, este Dios de misericordia produjo aquella restauración en el año 537 a. de la E.C.
3. Esta restauración aconteció con relación al manejo de ¿qué clase de problema? ¿y cómo estuvo enlazado con esto el monte Sinaí en Arabia?
3 Este restaurar a un pueblo exiliado a su país lejano después que este país hubo estado deshabitado por setenta años aconteció con relación a un problema matrimonial que Jehová tuvo que manejar. Casi mil años antes él se había comprometido en matrimonio con aquel pueblo que ahora estaba en el destierro, la antigua nación de Israel. El lugar del casamiento fue las inmediaciones del monte Sinaí al extremo inferior occidental de la península arábiga. El hombre que ofició entre las partes del matrimonio fue el profeta Moisés, quien actuó como mediador entre Dios y los hombres. Como colección de reglas fundamentales que gobernarían la relación matrimonial, Dios proclamó los Diez Mandamientos, el primer mandamiento de los cuales dice: “Yo soy Jehová tu Dios, que te he sacado de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos. No debes tener otros dioses contra mi rostro.”—Éxo. 20:1-3.
4. ¿A quién pertenecían en realidad aquellas doce tribus de Israel liberadas, y en qué relación optaron por entrar ellas, y cómo?
4 Al libertar de opresión y detención injustas en el Egipto de la antigüedad a las doce tribus de Israel, Jehová en realidad había comprado y redimido para sí a esta “esposa” nacional. (Isa. 63:7-9) Correctamente ella le pertenecía a él. Por eso él, como Dueño Marital, optó por introducir a esta nación semejante a esposa en un contrato matrimonial consigo. Aquel contrato era el contrato solemne que se basaba en el código de leyes de Dios y por lo general se le llama el pacto de la Ley mosaica. A fin de obtener bendiciones y seguridad por tener a Dios como su Dueño Celestial, los israelitas entraron en aquella relación matrimonial. Prometieron lealtad a su contrato matrimonial, el pacto de la Ley mosaica. Llegaron a ser el único pueblo en pacto con Dios en la Tierra. De modo que Jehová dijo: “Yo mismo los poseía como dueño marital.”—Jer. 31:31, 32.
5. En un mundo inmoral, a la nación de Israel se le hizo difícil ser fiel a ¿qué? ¿y como ilustración del derrotero de quiénes se empleó a Gomer la esposa de Oseas?
5 En medio de un mundo inmoral que se había apegado a Baal y a muchos otros dioses falsos, a la nación de Israel se le hizo muy difícil ser fiel a su pacto matrimonial, su contrato con Jehová como Dios y Dueño Marital. De modo que la nación en general cedió al adulterio espiritual para con Jehová. (Sant. 4:4) En 997 a. de la E.C. ocurrió una división dentro del reino de doce tribus de Israel. El proceder de adulterio de la sección llamada el reino de diez tribus de Israel fue ilustrado por la esposa del profeta Oseas, llamada Gomer.
6, 7. (a) ¿De qué manera llegó a tener Jehová una causa judicial contra el reino de diez tribus de Israel? (b) ¿Tras de quiénes corrió sin buen éxito aquel reino de Israel, y a quién querría volver?
6 Gomer resultó ser una “esposa de fornicación.” Llegó a tener “hijos de fornicación.” (Ose. 1:1-3) Esto ilustró el hecho de que el reino de diez tribus de Israel entró en alianzas políticas con las naciones idólatras. La nación de Israel, asemejada a una esposa, empezó a depender de aquellas naciones paganas en vez de depender de su Dueño Marital, Jehová. El bienestar económico de que disfrutaba lo atribuyó ahora a aquellas naciones paganas en vez de a Jehová. Abrazó la adoración de los dioses de aquellas naciones y violó notoriamente su pacto matrimonial con su Redentor y Dueño Marital, Jehová. Por esta razón Él tenía una causa judicial contra este reino de Israel que espiritualmente era adulterino. En armonía con las estipulaciones del pacto matrimonial, él tenía el derecho legal y la obligación de actuar contra la apóstata Israel. Finalmente lo hizo. Le dijo a ella:
7 “Por lo tanto aquí estoy cercando tu camino con espinos; y ciertamente amontonaré un muro de piedra contra ella, de modo que sus propias veredas no hallará. Y ella realmente correrá tras sus apasionados amantes, pero no los alcanzará; y ciertamente los buscará, pero no los hallará. Y tendrá que decir: ‘Quiero ir y volver a mi esposo, el primero, porque mejor me iba en aquel tiempo que ahora.’ Pero ella misma no reconoció que era yo quien le había dado el grano y el vino dulce y el aceite, y que yo había hecho que la plata misma abundara para ella, y oro, el cual hicieron que les sirviera para Baal [o, del cual hicieron una imagen de Baal, lectura marginal, New World Translation].”—Ose. 2:6-8.
8. Por consiguiente, ¿a quién se propuso disciplinar Jehová, pero sin cambiar qué decisión suya?
8 Según esas palabras, Jehová se propuso disciplinar al pueblo del reino de diez tribus de Israel. Pero esto no salvaría a la gobernación real de la nación, pues Jehová no iba a cambiar lo que había dicho antes en la profecía de Oseas: “Tengo que hacer que el gobierno real de la casa de Israel cese. Y tiene que ocurrir en aquel día que tengo que quebrar el arco de Israel en la llanura baja de Jezreel.”—Ose. 1:4, 5.
9. (a) ¿Quiénes podían beneficiarse de la acción disciplinaria contra el reino de Israel? (b) ¿En qué acontecimiento terminó el pacto matrimonial entre Israel y Jehová?
9 Sin embargo, había individuos israelitas que podían sacar provecho del trato disciplinario que se le daría a la nación apóstata. Considere, por ejemplo, a los siete mil israelitas que no habían doblado la rodilla a Baal. (1 Rey. 19:18; Rom. 11:1-5) No pasemos por alto este hecho: Cuando Jehová hizo que el reino de Israel cesara y permitió que los israelitas sobrevivientes fuesen deportados a Asiria en 740 a. de la E.C., él no canceló su pacto matrimonial con la entera nación de Israel. Cuando, en 607 a. de la E.C., Jehová permitió que Jerusalén fuera destruida y que los judíos sobrevivientes fuesen llevados al destierro o exilio en Babilonia, él no abolió el pacto de la Ley mosaica por medio del cual el Israel de doce tribus había entrado en relación matrimonial con él como Esposo Celestial. La relación matrimonial legal entre Jehová y todo Israel no fue borrada sino hasta cuando los líderes judíos hicieron que Jesucristo fuera ejecutado en 33 E.C.—Col. 2:14.
10. ¿De qué manera le fallaron sus “amantes apasionados” al reino de Israel, pero quiénes pudieron beneficiarse de la acción disciplinaria de Jehová?
10 Aunque el reino de diez tribus de Israel buscó ayuda de naciones mundanas que habían sido sus amantes apasionados, el tiempo de Jehová en que había de pedirle cuentas a Israel le llegó a la nación, sin misericordia. No pudo recibir ayuda de ninguno de sus “amantes” a quienes ansiosamente buscaba. Se le cercó como por un impenetrable matorral de espinos que impidió que recibiera ayuda eficaz. A los amantes de otro tiempo se les hizo imposible llevarle la ayuda necesaria a Israel, aunque hubieran querido hacerlo. Después de tres años de sitio por los asirios, la ciudad capital de Israel, Samaria, cayó en 740 a. de la E.C. Los israelitas sobrevivientes fueron deportados a la tierra de sus aprehensores. Aquel reino de diez tribus israelitas jamás fue restaurado en la tierra que Dios les había dado. ¿Quiénes, pues, pudieron beneficiarse de la acción disciplinaria de Jehová? Solo individuos de entre los que estuvieron en el destierro en Asiria. Reflexionarían sobre los asuntos. Se acordarían de lo buenas que habían sido las cosas cuando sus antepasados servían a Jehová como Esposo Celestial y Dios. Dándose cuenta ahora de cuál condición era mejor, se apartarían de adorar a Baal y buscarían renovar su relación de pacto con Jehová.
11, 12. ¿Cuándo se les ofreció a los exiliados israelitas en Asiria la oportunidad de volver a la adoración de Jehová en Jerusalén, y cómo sucedió esto?
11 ¿Cuándo se les ofreció a aquellos exiliados israelitas en Asiria la oportunidad de volver unidamente a la adoración de Jehová en Su lugar asignado? Por primera vez en 537 a. de la E.C., bajo una nueva potencia mundial. ¿Cómo fue eso? Bueno, aproximadamente en el año 632 a. de la E.C., Nínive la capital de Asiria cayó ante los babilonios, y la Potencia Mundial Babilónica obtuvo la posición dominante. Así, las provincias de Asiria con sus exiliados israelitas llegaron a ser provincias del Imperio Babilónico. Unos veinticinco años después Jehová ejecutó juicio penal en el reino de Judá, que para este tiempo se había hecho rebelde. Por consiguiente, en 607 a. de la E.C. él permitió que Jerusalén y su templo de adoración fueran destruidos. Millares de judíos sobrevivientes fueron deportados a Babilonia, y se unieron a los exiliados israelitas en las provincias que anteriormente habían sido asirias.
12 En el septuagésimo año después de aquello, Jehová vio que se había administrado suficiente disciplina a su descarriada organización semejante a esposa en la Tierra. En su misericordia, Jehová había levantado al predicho Ciro el Persa para derribar a Babilonia en 539 a. de la E.C. Poco después de eso, en 537 a. de la E.C., Jehová hizo que este Ciro el Grande declarara una liberación para que los israelitas arrepentidos regresaran a su amado país.
13. ¿Por qué, a la luz de Deuteronomio 24:1-4, fue ésta una misericordia excepcional por parte de Dios para con el pueblo semejante a esposa en pacto con él?
13 ¿No fue ése un excepcional acto de misericordia por parte del Esposo Celestial para con el pueblo en pacto con él, las doce tribus de Israel? Sí; pues según el pacto de la Ley mosaica esto no había de esperarse. En la Ley, leemos: “En caso de que un hombre tome a una mujer y de veras la haga su posesión como esposa, entonces tiene que suceder que si ella no hallare favor a sus ojos por haber hallado él algo indecente de parte de ella, entonces él tendrá que escribirle un certificado de divorcio y ponérselo en la mano y despedirla de su casa. Y ella tendrá que salir de su casa e ir y llegar a ser de otro hombre. Si este último hombre le ha cobrado odio y le ha escrito un certificado de divorcio y se lo ha puesto en la mano y la ha despedido de su casa, o en caso de que muriere el último hombre que la tomó por esposa, no se le permitirá al primer dueño de ella que la despidió tomarla de nuevo para que llegue a ser su esposa después que ella ha sido contaminada; porque eso es cosa detestable ante Jehová, y no debes conducir al pecado la tierra que Jehová tu Dios te está dando como herencia.”—Deu. 24:1-4.
14. En Jeremías 3:1, ¿cómo dijo Jehová que tenía base para divorciarse permanentemente de Israel?
14 En el día del profeta Jeremías, Jehová enfatizó esa ley a los judíos del reino de Judá, que habían quebrantado el pacto. Recalcando el hecho de que tenía base para divorciarse permanentemente de Israel, Jehová hizo que Jeremías dijera por inspiración: “Hay un dicho: ‘Si un hombre despidiera a su esposa y ella realmente se fuera de él y llegara a ser de otro hombre, ¿debiera él volver más a ella?’ ¿Acaso esa tierra [de Judá] no se ha contaminado positivamente? ‘Y tú misma has cometido prostitución con muchos compañeros; y ¿debe haber un volver a mí?’ es la expresión de Jehová.”—Jer. 3:1.
15. ¿Cuándo y cómo vino el rompimiento que disolvió la relación matrimonial, y cómo se expresó la misericordia de Jehová para con individuos judíos?
15 Ante eso, solo la misericordia sumamente sobresaliente de Jehová permitió que su pacto matrimonial con todo Israel continuara por siglos después que Jerusalén fue destruida en 607 a. de la E.C. Pero el punto del rompimiento vino en 33 E.C., cuando la nación rechazó a Jesús el Mesías e hizo que se le diera muerte fuera de los muros de Jerusalén. Entonces la nación quedó divorciada de la relación matrimonial con Jehová Dios. ¿Muestra eso la historia judía desde entonces? Sí. No obstante, misericordiosamente Jehová permitió que individuos judíos que creyeron en Jesús el Mesías renovaran su relación con él en un nuevo pacto, el pacto del cual Jesús el Mesías fue mediador.
16. ¿Por qué escapa el resto de israelitas espirituales de ser destruido con la cristiandad, y quiénes más se aprovechan de la misericordia de Jehová?
16 Hoy la cristiandad alega que está en ese nuevo pacto. Sin embargo, a pesar de su alegación, a pesar del Año Santo de 1975 de la Iglesia Católica Romana, a pesar de otros despertamientos religiosos, la cristiandad está condenada a la destrucción durante la inminente “grande tribulación” que le vendrá a este mundo impío. Sin embargo, en su amorosa misericordia, Jehová ha llamado a un resto arrepentido de israelitas espirituales para que salga de la cristiandad babilónica. De esta manera escapan de ser destruidos con ella. (Rev. 18:4) Pero no ha sido solo un resto de israelitas espirituales quienes han salido de ella. Una “grande muchedumbre” de otras personas con disposición de oveja se han aprovechado de la misericordia ensanchada de Jehová desde el año 1935 E.C. Se han salido de todas partes de Babilonia la Grande y se han unido al resto en dar devoción exclusiva a Jehová.—Rev. 7:9-17; Juan 10:16.
PENAS IMPUESTAS DEBIDO A ADULTERIO ESPIRITUAL
17, 18. (a) ¿Por qué se verá obligada la cristiandad a sufrir las maldiciones de Dios? (b) Advirtiendo sobre esto, ¿qué dijo Jehová en Oseas 2:9-13?
17 Porque alegan que están en relación de pacto con el Dios de la Biblia, las organizaciones religiosas de la cristiandad tienen que sufrir las penas en que incurren por prostituirse por medio de entrar en amistad con los políticos y militaristas. Que recuerden que la nación de Israel de antaño se vio obligada a sufrir las maldiciones de Dios como penas impuestas por violar el pacto de la Ley mosaica entre ella y Jehová como Esposo Celestial de su organización semejante a esposa. Advirtiendo sobre esto, Jehová dijo además por medio de Oseas:
18 “‘Por lo tanto volveré atrás y ciertamente quitaré mi grano en su tiempo y mi vino dulce en su sazón, y ciertamente arrebataré mi lana y mi lino que son para cubrir su desnudez. Y ahora descubriré sus partes naturales a los ojos de sus amantes apasionados, y no habrá hombre que la arrebate de mi mano. Y ciertamente haré que cese todo el alborozo de ella, su fiesta, su luna nueva y su sábado y todo período de fiesta de ella. Y ciertamente haré desolada su vid y su higuera, de las cuales ella ha dicho: “Son un regalo a mí, que mis amantes apasionados me han dado”; y ciertamente las pondré como bosque, y la bestia salvaje del campo ciertamente las devorará. Y ciertamente le pediré cuentas a ella por todos los días de las imágenes de Baal a las cuales ella siguió haciendo humo de sacrificio, cuando siguió engalanándose con su anillo y su adorno y siguió yendo tras sus amantes apasionados, y a mí fue que olvidó,’ es la expresión de Jehová.”—Ose. 2:9-13.
19. Según el pacto de la Ley, ¿cuáles eran las obligaciones de Jehová para con una nación adulterina?
19 Notemos que Israel olvidó a Jehová. ¿Qué trato merecía debido a esto? Según las advertencias sin ambages de Jehová en su pacto matrimonial con Israel, él se veía obligado a retirar de ella Sus bendiciones materiales debido a la infidelidad de ella a Él como Esposo Celestial. Él no estaba obligado a proveerle lo necesario a una adúltera, una nación que violaba su pacto y se ponía a adorar imágenes de Baal y a tener relaciones adulterinas con amantes mundanos. Jehová podía poner al descubierto apropiadamente a la vista pública lo indigno de confianza y el relajamiento moral de aquella nación, a fin de que hasta sus aliados mundanos se volvieran contra ella desdeñosamente.
20. ¿Cómo pondría Jehová a la nación adúltera como un bosque, y de qué manera ningún hombre podría arrebatarla de la mano ejecutora de Jehová?
20 Jehová la haría como un bosque silvestre que no ofreciera ninguna protección a nadie contra las bestias salvajes, ninguna seguridad. La nación no podía reclamar que no podía ser castigada porque había descendido de los fieles patriarcas Abrahán, Isaac, Jacob (Israel) y los doce cabezas tribuales que fueron los hijos de Jacob. El parentesco carnal con esos hombres no será de ninguna fuerza o mérito para arrebatar a la nación de la mano de Jehová cuando él ejecute juicio adverso.
21. A pesar de su línea de descendencia natural, Israel demostró que no era digna de participar en cumplir ¿qué pacto anterior de Jehová?
21 Esto no quería decir que Jehová no recordaría el pacto que había hecho con su amigo Abrahán allá en 1943 a. de la E.C. ni se adheriría a él. Jehová juró por sí mismo con relación a ese pacto y jamás lo quebrará, pero la adulterina Israel no demostró ser digna de participar en el cumplimiento de aquel pacto aunque era descendencia natural de Abrahán. A Abrahán el antepasado de ellos, Jehová dijo: “Resulta ser una bendición. Y ciertamente bendeciré a los que te bendigan, y al que invoque mal sobre ti lo maldeciré, y ciertamente se bendecirán por medio de ti todas las familias del suelo.” (Gén. 12:2, 3) “Yo seguramente te bendeciré y seguramente multiplicaré tu descendencia como las estrellas de los cielos y como los granos de arena que hay en la orilla del mar; y tu descendencia tomará posesión de la puerta de sus enemigos. Y por medio de tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra.”—Gén. 22:17, 18.
22. A pesar de que permitió que los reinos de Israel y de Judá fuesen derribados, ¿por qué preservó Jehová a la descendencia de Abrahán, y qué le hizo Él a un resto de ella?
22 El principal de la descendencia de Abrahán, a saber, el Mesías, no había llegado para el tiempo de la destrucción de Samaria en 740 a. de la E.C. ni para el tiempo de la destrucción de Jerusalén en 607 a. de la E.C. Y sin embargo el Descendiente Mesiánico de Abrahán tenía que venir por medio de su línea de descendencia natural, carnal. Es verdad que Jehová sí permitió que los enemigos derribaran el reino de Israel y el reino de Judá, pero, aun así, tenía que preservar la descendencia natural de Abrahán. ¿Por qué? Porque de esa línea tenía que venir el Mesías para la bendición de todas las naciones de la Tierra. (Mat. 1:1-3; Gál. 3:8-29) Con ese fin Jehová preservó misericordiosamente a un resto de israelitas arrepentidos a través de los setenta años de exilio que transcurrieron tras el derribo del reino de Judá en Jerusalén. Lealmente se adhirió a su pacto matrimonial con el resto fiel. Entonces levantó al que prefiguró al Mesías, a saber, a Ciro el conquistador de Babilonia. Por medio de este liberador Jehová restauró al resto de la descendencia de Abrahán a la tierra de Judá.
23. Para predecir que se reconciliaría con su pueblo en pacto con él y asemejado a una esposa, ¿qué dijo Jehová en Oseas 2:14-16?
23 De modo que, para predecir esta reconciliación Suya con el pueblo en pacto con él y asemejado a una esposa, Jehová hizo que su profeta Oseas dijera además, por inspiración: “‘Por lo tanto aquí estoy prevaleciendo sobre ella, y ciertamente haré que entre en el desierto, y ciertamente hablaré a su corazón. Y de veras le daré sus viñas desde entonces en adelante, y la llanura baja de Acor como entrada a la esperanza; y ciertamente responderá allí como en los días de su juventud y como en el día de subir ella de la tierra de Egipto. Y tiene que ocurrir en aquel día,’ es la expresión de Jehová, ‘que me llamarás Mi esposo [hebreo: ishi], y ya no me llamarás Mi dueño [baali].’” (Ose. 2:14-16) O, citando la traducción de Leeser del versículo dieciséis: “Y sucederá en aquel día, dice el Señor, que me llamarás Ishi [mi esposo], y ya no me llamarás Báali [mi señor].”—Ose. 2:18; Leeser; Rotherham.
24. ¿Cómo habló Jehová a su organización semejante a esposa en “el desierto,” y qué quiso decir el que él le daría “sus viñas”?
24 Mientras los israelitas estuvieron en el exilio en la tierra de Babilonia, estuvieron como en “el desierto.” Allí Jehová misericordiosamente ‘prevaleció sobre’ el resto arrepentido y ‘habló a su corazón.’ Lo hizo por medio de la disciplina amorosa y por medio de los profetas Ezequiel y Daniel. Jehová había prometido dar a su organización disciplinada semejante a esposa “sus viñas desde entonces en adelante.” Esto quiso decir que la sacaría del “desierto” babilónico, y la restauraría a la tierra de Judá y Jerusalén que había estado desolada por largo tiempo.
25. El que Jehová le diera a su organización semejante a esposa “la llanura baja de Acor como entrada a la esperanza” ¿qué quería decir para ella?
25 Cuando Jehová habló acerca de “la llanura baja de Acor,” lo que se recordaba era lo siguiente: Después que los israelitas invasores destruyeron la ciudad cananea de Jericó, el avariento Acán fue lapidado, junto con su familia, por haber violado el mandato de Jehová. Así Acán le causó dificultad a Israel por su desobediencia egoísta al tomar despojo. Apropiadamente, el valle donde Acán fue lapidado recibió el nombre de “la Llanura Baja de Acor,” pues el nombre Acor significa “Dificultad.” (Jos. 7:10-26) En armonía con ello, la promesa de Jehová de dar a su organización semejante a esposa la “llanura baja de Acor como entrada a la esperanza” quería decir que ella sería restaurada a su país donde estaba ubicada la llanura baja.
26. ¿Cómo respondió a Jehová la organización semejante a esposa que estaba en “el desierto,” y cómo dio prueba Él de que se renovaba la relación matrimonial?
26 Pues bien, ¿qué hubo del resto arrepentido de la organización semejante a esposa de Jehová? ¿‘Respondieron’ o contestaron con aprecio a Su trato persuasivo y a Su hablar “a su corazón”? La historia bíblica contesta: ¡Sí! Allá en los días de su “juventud” como la nación de Israel, ella había ‘respondido’ o contestado de manera sincera. Había aceptado cuando Jehová la invitó a llegar a ser su organización semejante a esposa por medio de celebrar el pacto de la Ley mosaica con Él. De modo similar a esto, el resto arrepentido en la Babilonia de antaño respondió a favor de un renovamiento de los vínculos matrimoniales entre Israel y su Esposo Celestial, Jehová. En prueba de que se renovaba esta relación matrimonial, Jehová usó al Mesías típico, Ciro el Grande, y devolvió al resto israelita fiel a la tierra de Judá y Jerusalén.
27. ¿Qué derrotero emprendió el resto ahora para con la adoración de Baal, y qué manifestó la organización semejante a esposa al llamar a Jehová “Mi esposo”?
27 Nunca volvió el pueblo restaurado de Jehová en pacto con él a la adoración de Baal u otras formas de idolatría. El resto restablecido restauró celosamente la adoración del Esposo Celestial de Israel como su Dios en la tierra que él les había dado. Sintieron profunda gratitud y aprecio tal como lo habían hecho sus antepasados cuando fueron librados de Egipto y de sus huestes militares. El Esposo Celestial de Israel les parecía más cerca, más íntimo. Espontáneamente la organización semejante a esposa se dirigió a Jehová en términos más íntimos y cariñosos. De modo que la organización lo llamó, hablando espiritualmente, “Mi esposo,” más bien que “Mi dueño.” Ya no quería sentirse simplemente “poseída,” como si perteneciera a un amo de esclavos. Quería sentirse como una ayudante de él, como se suponía que fuera la primera mujer Eva para con su esposo, Adán. (Gén. 2:19-24) ¡Qué hermoso era todo aquello!
28. ¿Qué cosa semejante a aquel antiguo despliegue de misericordia divina es tan hermosa hoy día?
28 Hermoso, también, es el paralelo moderno de eso en nuestro siglo veinte. ¡Qué maravillosos efectos produce aun hoy la misericordia de Jehová, a la cual lo mueve su lealtad a su pacto de matrimonio espiritual! ¡Felices son los que ahora experimentan Su misericordia!