-
Este es un tiempo de juicioLa Atalaya 1960 | 15 de octubre
-
-
un mundo desgarrado por la guerra. Semejante a las seis personas que fueron preservadas a través del diluvio con Noé y su esposa, serán preservadas a través de la venidera batalla del Armagedón cuando las fuerzas celestiales de Dios traerán a un fin catastrófico este período de juicio.—2 Tes. 1:6-9; Sof. 3:8.
En tiempos pasados Dios pasó por alto la ignorancia de la gente en cuanto a sus mandatos y propósitos, pero tal no es el caso durante el período de juicio actual. La predicación mundial de las buenas nuevas de su reino establecido elimina toda disculpa por ignorancia. Si usted estima su vida, no descartará lo que acaba de leer como cosa de ninguna importancia, sino que se esforzará por aprender acerca de los propósitos de Jehová y lo que él requiere de usted para su preservación a fin de entrar en un justo mundo bajo el dominio de su reino. Proceda de acuerdo con Su voluntad y el juicio de usted con la vida en la balanza no terminará en una sentencia adversa de muerte sino en un juicio favorable de vida.
-
-
Los apócrifos—¿de Dios o de los hombres?La Atalaya 1960 | 15 de octubre
-
-
Los apócrifos—¿de Dios o de los hombres?
¿SON los libros apócrifos de Dios o de los hombres? ¿Son parte de “toda Escritura [que] es inspirada por Dios” y benéficos para que seamos ‘enteramente competentes, completamente equipados para toda buena obra’? O ¿pertenecen a “la tradición de los hombres,” a “las cosas elementales del mundo,” en contra de las cuales el apóstol Pablo advirtió a los cristianos? ¿Cuál es la realidad?—2 Tim. 3:16, 17; Col. 2:8.
El significado original del vocablo “apócrifos” se aclara por el uso que Jesús le dio: “No hay nada escondido que no haya de manifestarse, ni cosa alguna que esté cuidadosamente oculta que nunca llegue a conocerse.” Con el tiempo, sin embargo, el término asumió la connotación desfavorable de “escritos o declaraciones de autor o autoridad dudosos.” Según se usa comúnmente hoy día, “Los Apócrifos” se refiere a los once escritos adicionales que la Iglesia católica romana declaró canónicos en su Concilio de Trento (1546), pero cuya canonicidad otros disputan.—Luc. 8:17.
Estos once escritos adicionales son Tobías (Tobit), Judit, Sabiduría (de Salomón), Eclesiástico, Baruc, 1 y 2 de los Macabeos, un suplemento de Ester y tres adiciones a Daniel: El cántico de los tres mancebos, Susana y los ancianos, y La destrucción de Bel y el dragón. Escritores católicos se refieren a estos libros como deuterocanónicos, que significa “del canon segundo (o posterior),” a distinción de protocanónicos.
HISTORIA DE LOS APÓCRIFOS
Hay poca información respecto a cuándo y por quiénes fueron escritos los varios libros apócrifos. La evidencia que hay señala a los siglos segundo y
-