“No se aflojen tus manos”
Pronunciado por el presidente de la Sociedad Watch Tówer Bible & Tract a las 5:45 p.m., el domingo, 6 de agosto de 1950, como la parte concluyente de la Asamblea del Aumento de la Teocracia, celebrada durante 8 días por los testigos de Jehová en el estadio Yanqui, ciudad de Nueva York.
1. ¿Cómo se ha demostrado que Dios tiene un pueblo en la tierra que lleva el nombre de él? ¿Quiénes son éstos, según se ha probado?
MEDIANTE años de publicidad mundial desde 1914 d. de J.C., mediante años de trabajo arduo llevado a cabo hasta los fines de la tierra, mediante años de vituperio y persecución internacionales, y mediante años de protección divina, preservación y aumento, se ha establecido definitivamente delante de toda la humanidad que Jehová Dios tiene un pueblo sobre la tierra que lleva el nombre de él. Esto ha sorprendido y alarmado a toda la cristiandad. Por dieciséis siglos ella ha profesado ser la organización favorecida de Dios. Pero no es la cristiandad quien ha hecho prominente el nombre de Dios. Ella no ha dado a conocer cuáles son sus obras maravillosas en este tiempo crítico ni lo que es su propósito bendito para el futuro inmediato de la humanidad. Ella no ha defendido su lado de la controversia que ahora tiene que dirimirse: El dominio del universo por Jehová Dios o la dominación del mundo por Satanás, ¿cuál? La providencia divina ha usado a un pueblo despreciado y perseguido para hacer estas cosas, ¡los testigos de Jehová! Y su obra todavía no ha finalizado. Más bien aumenta su importancia al paso que la situación del mundo llega a ser más grave, y será bendecida con resultados todavía mayores con el favor de Dios.
2. ¿Qué fuerza activa está obrando hoy en la tierra? y ¿cómo? ¿De dónde proviene?
2 ¿Quién puede negar que el espíritu invencible de Jehová Dios ahora está obrando en la tierra como obró en tiempos antiguos? Ha envuelto al pueblo que lleva su nombre y lo ha cubierto como si fuera con un vestido que lo identifica ante todo el mundo. Ese espíritu es la fuerza activa que proviene del Reino que el Dios Altísimo estableció en los cielos en 1914 en manos de su Hijo Jesucristo, y todas las naciones ahora tienen que enfrentarse con ese espíritu. La actividad y el movimiento arrollador de los testigos que exaltan el nombre de Jehová Dios originan con él. Están de acuerdo con su voluntad y por esto reciben su bendición. De otro modo nunca se podrían haber efectuado. Por medio de establecer su reino en manos de Jesucristo en 1914 él levantó la Señal de esperanza para todos los pueblos. Todos éstos ahora pueden dirigirse a ella, así como las caras de todos los israelitas en el desierto que habían sido mordidos por las serpientes mortíferas miraban hacia la serpiente de bronce que Moisés levantó en un palo para que pudieran ser sanados del veneno mortífero.—Núm. 21:4-9; Juan 3:14, 15; 8:28.
3. ¿Qué agitó Satanás para oponerse al Reino? y a pesar de esto, ¿cómo dirigió Dios un mensaje de esperanza a las gentes?
3 En oposición al recién establecido reino de Dios, Satanás el Diablo agitó la ira de las naciones de la tierra en la primera guerra total para la dominación del mundo. Aprovechando esa guerra de 1914-1918 él sometió a los testigos de Dios a medidas opresivas. A pesar de esto desde 1919 en adelante Jehová libró, revivificó y volvió a juntar a su pueblo consagrado para que pudiera publicar el mensaje del Reino a todas las naciones antes de la destrucción del mundo en el Armagedón. De esta manera él ha dirigido el nuevo mensaje de esperanza a las gentes de todas las naciones. Así como la profecía de Sofonías 3:9 predijo, él ha ‘dirigido a las gentes un lenguaje puro’.
4. ¿Qué oración pronunciada por siglos ha contestado Dios? ¿A quiénes ha congregado él de esta manera?
4 Nuestro Padre celestial ha contestado la oración que por siglos se ha pronunciado pidiendo su reino. Ha establecido el Reino como algo separado y distinto de la cristiandad religiosa y más alto que todos los gobiernos de la tierra, sí, aun más alto que los rascacielos o “torres de Babel” de la capital de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York. Este hecho poderoso ha afectado el habla del pueblo de Dios y ha obrado como un correctivo. Ha sido responsable por la purificación del lenguaje de sus testigos. Los ha atraído a la Señal celestial, al Reino, y los ha unificado por sobre toda la tierra, olvidando por completo las diferencias y divisiones que surgen en este mundo debido a raza, color, lenguaje, puesto social, político o religioso.
5. ¿A qué han venido los dispersos? ¿De qué manera son suplicantes?
5 No importa cuán lejos hayan sido dispersados por sobre la tierra, el lenguaje puro del mensaje del Reino ha sonado como el toque de trompeta en la coronación de un rey y ha llegado hasta sus oídos para dirigir estos dispersos hacia el Reino. Por eso han venido de todo lugar y como un solo pueblo se han congregado a él uniendo sus corazones al Reino. Han venido como “suplicantes”, suplicando el favor de Jehová y de su Rey reinante Jesucristo, y sus súplicas han subido como un incienso que es grato a Dios. Hablando de este mismo tiempo cuando las naciones y reinos mundanos han sido congregados para ser consumidos por el enojo y la indignación de Dios, él dió esta profecía que ahora se ha cumplido: “Entonces dirigiré a las gentes un lenguaje puro, para que todas ellas puedan invocar el nombre de Jehová, para servirle con un consentimiento. Desde más allá de los ríos de Etiopia mis suplicantes, hasta la hija de mis dispersos, traerán mi ofrenda.”—Sof. 3:9, 10, AN.
6. ¿Qué tenemos para demostrar la venida de Sus dispersos?
6 En prueba de esto podríamos hablar de las actividades unidas que los testigos de Jehová hoy desempeñan en 106 naciones bajo 64 oficinas Sucursales, y con 357,889 publicadores activos del Reino entregando informes de servicio durante el mes de abril, 1950, sin incluir a los que no se han contado en Rusia y Yugoeslavia. Sin embargo, no se podría haber dado una demostración más estupenda de esta venida unida de los dispersos de Dios, todos congregados en un sitio pequeño, que la Asamblea del Aumento de la Teocracia celebrada por los testigos de Jehová en el estadio Yanqui, ciudad de Nueva York, durante los ocho días desde el 30 de julio hasta el 6 de agosto de 1950. Porque entre los 89,451 delegados que asistieron había representantes no sólo de “más allá de los ríos de Etiopía” sino también de setenta otras naciones. Las ofrendas de alabanza y devoción que éstos trajeron eran sólo una muestra de las ofrendas más grandes que estaban presentando sus contestes en todos los países que allí se representaron.
SU REFUGIO Y SU MODO DE HABLAR
7. ¿Qué clase de gente son los testigos de Jehová, así como se predijo por la profecía?
7 Había de esperarse que la cristiandad y el resto del mundo los mirara con desprecio. Pero los testigos de Jehová nunca han pretendido ser prominentes entre la religión ni altos entre la sociedad ni poderosos entre la política de este mundo. El Dios Altísimo de gloria no necesita que esa clase de personas contribuya gloria, dinero o influencia a él. Más aún, él no prometió reunir a esa clase de personas y forjarlas en un solo pueblo por medio de su “lenguaje puro”. Los testigos de Jehová son personas que una vez eran transgresores como el resto del mundo, pero sus transgresiones ahora han recibido perdón divino por medio de Cristo. Comparativamente son un “pueblo pequeño”, un pueblo afligido, pobre y humilde en medio de un mundo enemigo. Pero eso se ajusta precisamente a la descripción de aquellos que el Dios de gloria prometió reunir en derredor de la Señal de su Reino sobre el monte de Sión celestial. Refiriéndose a este “día de Jehová”, él dijo: “En aquel día no serás abochornada a causa de todas tus obras, con las cuales te rebelaste contra mí; porque entonces habré quitado de en medio de ti los tuyos que se regocijan orgullosamente; y no volverás a ensoberbecerte en mi santo monte. Antes yo dejaré en medio de ti un pueblo afligido y pobre, y ellos confiarán [se refugiarán, AN] en el nombre de Jehová.”—Sof. 3:11, 12.
8. ¿Por qué se refugian en el nombre de Jehová?
8 Su refugio es un detalle sobresaliente en cuanto a ellos. El nombre Jehová casi ha sido un nombre olvidado en este mundo, hasta en la cristiandad. Hoy día la tendencia del clero religioso que busca reconocimiento y respeto mundano es alejarse de ese nombre, diciendo que es el apellido de un dios tribal de un pueblo despreciado. No hay otro nombre que haya soportado más vituperio y difamación particularmente de parte de la cristiandad, que el nombre de Jehová desde que sus testigos escogieron públicamente en 1931 ser distinguidos mediante él. Pero sus testigos conocen de la Santa Biblia lo que ese nombre representa. Ellos conocen toda la historia gloriosa conectada con él. Ellos conocen todas las promesas divinas, los pactos y las profecías que se han dado y que se han cumplido en ese nombre. Ellos conocen, también, que todas las naciones de este mundo sin excepción todavía serán forzadas a conocer ese nombre como perteneciendo al Dios Supremo y Omnipotente del universo. Por esta razón ellos tienen suficiente fe, suficiente respeto cristiano, y suficiente confianza sencilla para ‘refugiarse en el nombre de Jehová’. Para ellos este nombre significa el único Gobierno Legítimo, la Paternidad divina de Jesucristo el Rey, nuestra liberación eterna del mundo de Satanás, y nuestra vida eterna en la ininterrumpida paz, salud y felicidad de un nuevo mundo perdurable. Por esto nosotros consideramos que es un privilegio llevar los vituperios que el Diablo arroja sobre ese nombre. Para nosotros es un honor invocar ese nombre, pronunciándolo con un lenguaje lleno de alabanza a todos los que buscan conocimiento del Dios verdadero.
9. ¿Por qué, ya no obra injusticia el resto de Israel?
9 En la actualidad hay solamente un resto pequeño de israelitas espirituales. (Gál. 6:16) Estos seguidores ungidos de Jesucristo forman el núcleo de la organización teocrática visible de Jehová Dios sobre la tierra en este día. Para manifestar los resultados que prueban que el lenguaje puro se dirigió a este resto desde 1919 en adelante, la profecía dice: “El resto de Israel no hará iniquidad, no dirá mentira, no tendrá en su boca lengua mendaz y se apacentarán y dormirán sin que haya nadie que los espante.” (Sof. 3:13, NC) La iniquidad y la injusticia, la mentira y el engaño, y las molestias y perturbaciones de la paz y seguridad no tendrán lugar en el nuevo mundo venidero. No hay lugar para ellos ahora en la organización teocrática cuyo lenguaje se ha purificado y que es la única organización visible que sobrevivirá el fin de este mundo para entrar al nuevo mundo limpio. El resto de los israelitas espirituales ya no puede seguir el desorden, ni la irregularidad obstinada, como existió durante el tiempo cuando no había rey en Israel y cuando cada uno hacía lo que parecía recto a sus propios ojos. Nosotros ahora reconocemos que el Reino se ha establecido y que ahora tenemos un Rey reinante. Esto ciertamente ha producido un cambio, y por esto obedecemos las órdenes de nuestro Rey. Somos teocráticos.—Jue. 18:1; 19:1; 21:25.
10. ¿Por qué no se halla lengua engañosa en su boca, y cómo se apacientan y se acuestan?
10 Nuestro lenguaje ha sido limpiado de las mentiras tradicionales religiosas que adoptamos y con que fuimos manchados durante nuestro cautiverio en la cristiandad babilónica, y hemos determinado dejar que “sea Dios veraz”, aunque esto hace que todos los instructores religiosos de la cristiandad sean mentirosos. El resto del Israel espiritual ahora se ha dedicado a predicar la verdad que está en la Palabra de Dios. De manera que estamos proclamando las buenas nuevas de su Gobierno, y hemos renunciado la lengua engañosa. No somos vendedores de la Palabra de Dios que falsifican sus productos para engañar a sus clientes y hacer ventas para enriquecerse al costo de la gente. Declaramos la verdad denodadamente y dejamos que su pureza sencilla la recomiende a cada uno que busca honradamente la verdad y la justicia. Nosotros tememos a Dios, delante de quien somos responsables, y por esto confiamos en su protección y, como ovejas bajo su Pastor Propio Jesucristo, nos apacentamos espiritualmente en pastos verdes y nos acostamos sin temor de ser molestados por perturbadores dentro de la organización. Los israelitas espirituales de este día quizás sean nada más un resto, pero el Pastor Propio de Jehová ahora recoge a nuestro lado una grande manada de “otras ovejas” para gozar de las bendiciones de la organización teocrática junto con nosotros.—Juan 10:11, 14, 16, NM.
LA PRESENCIA REAL PROHÍBE EL MAL
11, 12. ¿Quiénes deben cantar, gritar, alegrarse y regocijarse, y por qué?
11 ¿Qué importa si el mundo no nos ama, sino que nos oprime y nos persigue? Con las condiciones cambiadas tan maravillosamente a un estado floreciente y paradisíaco entre el pueblo devoto de Dios éste no es el tiempo para estar tristes y para gemir y perder interés. Desde los milenios pasados la profecía inspirada nos viene retumbando: “¡Canta, oh hija de Sión! ¡prorrumpe en aclamaciones, oh Israel! ¡alégrate y regocíjate de todo corazón, oh hija de Jerusalem! ¡Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera a tu enemigo! ¡El rey de Israel, Jehová, está en medio de ti; no tienes que temer jamás mal alguno!”—Sof. 3:14, 15.
12 Sí, desde la ciudad capital hacia abajo hasta los límites inferiores de la organización teocrática; desde el monte de Sión celestial, donde Jesús está entronizado como Rey, hacia abajo al resto del Israel espiritual y todos los “extranjeros” internacionales que se han congregado en torno de nosotros, es tiempo de cantar, sí, de gritar y de alegrarse y de regocijarse de todo corazón. Imagínense nada más: Jehová Dios está en medio de nosotros. ¡Él, el Gobernante Supremo del universo, es nuestro Rey! En 1914 tomó su gran poder y empezó a gobernar como Rey hacia nuestra tierra, donde los israelitas espirituales y las personas de buena voluntad estamos situados. El reino de Dios, por el cual se ha orado tantos siglos, por fin se ha establecido; y para demostrar ese hecho de una manera convincente Jehová Dios ha colocado a su Hijo ungido Jesucristo sobre el trono real para que gobierne en medio de sus enemigos ahora y hasta la batalla del Armagedón. Y como prueba abrumadora de que Jehová ahora reina en los cielos que constituyen su trono, él, mediante su Rey Jesucristo, ha echado fuera de los cielos a nuestro gran enemigo y ha arrojado a Satanás el Diablo y a todos sus demonios hacia abajo al estrado de sus pies que es la tierra, donde le espera la destrucción después de un corto período de tiempo. (Apo. 12:1-13) Por eso ¡canten, regocíjense!
13, 14. (a) ¿Quién es nuestro Rey, y por qué? (b) ¿Cómo ha apartado nuestros juicios, echado fuera a nuestro enemigo, y nos ha librado del temor?
13 Nosotros pertenecemos a Jehová Dios porque nos hemos dedicado a él personalmente. Su Hijo, el Pastor Propio, entregó su alma humana por nosotros para comprarnos; y nosotros hemos reconocido que somos su propiedad por derecho. Dios, por lo tanto, tiene todo derecho de ser nuestro Rey y de establecerse como nuestro Rey. Con gozo inefable nos regocijamos porque nos ha revelado su majestad desde 1914. A él obedeceremos como Gobernante más bien que al hombre, y aceptaremos a su Hijo entronizado Jesucristo como nuestro Director más bien que a cualquier dictador totalitario.—Hech. 5:29 y Mat. 23:10, NM.
14 Jehová nos ha aceptado como sus súbditos dignos. Con este fin él ha apartado todos los juicios que tenía contra nosotros porque en un tiempo estuvimos manchados, descarriados y mal enseñados por el mundo babilónico, al cual habíamos caído en cautiverio. Él nos ha limpiado de estas manchas mundanas. Ha puesto en nuestra boca un lenguaje puro. Nos ha vestido con ropaje que nos identifica como sus súbditos y testigos. Ha quitado de entre la organización de su pueblo a todas las personas y detalles que no son teocráticos. Por lo tanto él ha quitado de sobre nosotros su maldición; porque leemos: “Y ya no habrá ninguna maldición. Pero el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus esclavos le rendirán servicio sagrado, y ellos verán su cara, y su nombre estará en sus frentes.” (Apo. 22:3, 4, NM) De modo que él dice: “No tienes que temer [o, ver, AN, margen] jamás mal alguno.” (Sof. 3:15) Eso quiere decir que Jehová manejará a su organización teocrática de arriba hacia abajo, como ha estado haciendo desde 1919 en adelante; y él la dirigirá por los caminos de la justicia, para que nunca jamás descanse sobre su pueblo organizado el desagrado de él. Nunca jamás permitirá que venga sobre ellos algún mal o perjuicio como censura o castigo de parte de él.
15. (a) ¿Quiere decir eso que individuos no llegarán a estar bajo juicio adverso? (b) Entonces, ¿por qué debemos adherirnos a la organización, y cómo?
15 Este es un consuelo, saber que el juicio de Jehová ya no estará sobre su pueblo organizado, ahora que los ha hecho teocráticos! Oh, algunos individuos entre nosotros quizás se hagan insubordinados y desobedientes y quizás se desvíen y lleguen a estar bajo Su juicio adverso, lo cual resultará en su destrucción personal. Jehová ha prometido echar fuera a los que se ensoberbecen debido a alguna importancia que ellos mismos se arroguen en su espíritu independiente y obstinado: “porque entonces habré quitado de en medio de ti los tuyos que se regocijan orgullosamente; y no volverás a ensoberbecerte en mi santo monte.” (Sof. 3:11) Que los que creen que pueden pasarlas bien sin la organización sigan su camino. Que los que piensan tener conexiones directas y personales con Dios y que no tienen que estar sujetos a ningún reglamento teocrático prosigan su curso, siendo de esta manera echados fuera de la organización por los ángeles de Dios, aunque ellos no aprecien ese hecho. Por otra parte, demostremos nosotros un entendimiento maduro de nuestra relación con el Creador en este tiempo del Reino. Seamos nosotros ese pueblo pobre y humilde de que habla el profeta, para así permanecer en armonía y unidad con la organización teocrática que Jehová ha edificado. Sigamos nosotros trabajando con ella lealmente para gozar de sus bendiciones, ayuda, protección y guía en común con todos los que se adhieren a ella fielmente. Nosotros queremos que Jehová sea nuestro Rey, porque él es el Más Alto del universo. Nosotros queremos dominio por Dios, Teocracia, y oramos por su aumento. Y en obediencia a Su mando nosotros seguiremos gustosamente al Director que él ha ungido para nosotros. “El Rey de los reyes y Señor de los señores,” Jesucristo. Invitamos a otros para que sigan con nosotros.
¡ACCIÓN DENODADA!
16. ¿Qué nos manda la profecía hacer en seguida? ¿Por qué debemos obedecer?
16 Ahora en este período tardísimo del “tiempo del fin” del mundo, el clamor unido de todas las profecías bíblicas demanda ACCIÓN, acción denodada, de parte de la organización teocrática de Jehová. En “aquel día”, dice la profecía, “será dicho a Jerusalem: ¡No temas! ¡oh Sión, no se aflojen [caigan, NC] tus manos!” (Sof. 3:16) Nuestro Director, Jesucristo, que está gobernando en la Jerusalén celestial, no teme a la entera organización del Diablo. Él es un León en lo que toca a intrepidez y denuedo. En el monte de Sión, donde se ha levantado con autoridad, él no afloja sus manos. Él maneja el cetro real, la vara de su poder, la vara de hierro, y hace sentir el significado de éste desde Sión. Nos toca a nosotros, sus súbditos, estar dispuestos en este tiempo que reconocemos como el día de su poder real. Ahora que Jehová por fin está en medio de nosotros como Rey Supremo, y que tenemos un Director tan impávido que Él nos ha dado en su Hijo Jesucristo, ¿qué razón hay para temer aunque estamos enfrentados con un mundo que se está haciendo totalitario? No permitamos, pues, que el temor nos paralice de modo que nuestras manos se aflojen o caigan inútilmente en inacción. “No se aflojen tus manos,” es el mandato divino en este día al resto ungido de Jehová y a sus compañeros de buena voluntad. Y ¿por qué no?
17. ¿Por qué no debemos temer? ¿Cómo podemos frustrar el propósito de la persecución?
17 La profecía nos inspira a la intrepidez y a entrar en acción con nuestras manos, con las palabras: “¡Jehová tu Dios está en medio de ti; el que es poderoso te salvará: se regocijará sobre ti con alegría, descansará en su amor, y saltará de gozo sobre ti, cantando!” (Sof. 3:17) Siendo que tenemos a Nuestro Dios en medio de nosotros y a favor de nosotros, ¿quién puede estar contra nosotros y tener éxito? ¡Nadie! Por medio de nuestra fidelidad a él podemos frustrar el propósito malicioso de la persecución que se dirige contra nosotros. El enemigo quizás nos tome dentro de su poder por la fuerza para sujetarnos o restringirnos corporalmente, pero si seguimos hablando el lenguaje puro denodadamente a todos aquellos con quienes tenemos contacto aun bajo las circunstancias más desfavorables, entonces la palabra de Dios o el mensaje del Reino no será encadenada. (2 Tim. 2:8, 9, NM) Pero nuestro Dios es poderoso para venir a nuestro socorro y para librarnos al tiempo debido y de la manera que él juzgue apropiado. Él ahora tiene gran gozo, y “el gozo de Jehová os da esfuerzo”.—Neh. 8:10.
18. ¿Por qué se regocija sobre su pueblo? ¿Cómo descansa en su amor?
18 Acuérdense que él salvará a su organización teocrática a la cual se dirige aquí, y por esto que nuestro deseo para seguridad y liberación nos haga adherirnos firmemente a la organización. Con el gozo amoroso de un Esposo devoto, Jehová se regocija por causa de su “mujer” amada, su organización teocrática, porque ésta se somete a él piadosamente y le obedece en medio de un mundo enemigo. Y él encuentra descanso amando a su pueblo organizado. Él no está excitado, perturbado, irritado, ni sospechoso, porque con gozo él ahora observa las pruebas inequívocas de nuestro amor para con él. Hay más gozo en el cielo debido a un pecador arrepentido que debido a noventa y nueve personas de la cristiandad que a sí mismas se consideran justas y que no sienten necesidad alguna de arrepentirse y volver a Jehová Dios. (Luc. 15:7, NM) Él ha restaurado su pueblo organizado a su amor y su amor los ha renovado. Él está tan feliz que está cantando sobre ellos, gritando sobre ellos con alegría.
19. ¿Qué gran evidencia dió de esto recientemente? ¿Cómo debemos nosotros responder?
19 ¡Hubo gran evidencia de esto en la bendita Asamblea del Aumento de la Teocracia celebrada por los testigos de Jehová en el estadio Yanqui, ciudad de Nueva York, en 1950! Allí él dió a sus testigos un cántico, no solamente porque cantaron de un nuevo cancionero, sino porque les llenó su boca más que nunca antes con el “nuevo cántico” sublime del Reino. Una publicación impresa tras otra fué presentada al público: la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras cristianas griegas (en inglés); la revista agrandada del Watchtower (La Atalaya), el nuevo libro empastado “Esto significa vida eterna” tanto en inglés como en español; los nuevos folletos en inglés ¿Puede usted vivir para siempre en felicidad sobre la tierra?, Evolución contra el Nuevo Mundo y Defendiendo y legalmente estableciendo las buenas nuevas, además de las 25 otras publicaciones impresas que se presentaron en 16 diferentes idiomas. Estos dones espirituales se presentaron en sucesión rápida y produjeron gritos repetidos entre su pueblo congregado, y desde entonces ellos han estado gritando el mensaje del Reino como nunca antes. Por esto, viendo que él se regocija de tal manera sobre su organización, y siendo que él descansa en su amor por ella, tratemos individualmente de no darle causa por inquietud en lo que toca a nosotros, manteniéndonos en el amor de Dios.—Judas 21.
20, 21. ¿Qué cosa deseábamos angustiosamente en un tiempo? ¿En qué sentido ya no se nos puede vituperar?
20 Hubo tiempo, no sólo durante el período de cautiverio de sus testigos durante la I Guerra Mundial, sino también en la experiencia individual de cada uno de nosotros antes de conocer la verdad, cuando deseábamos angustiosamente que el único Dios verdadero nos recogiera a su pueblo, y no existía duda de que éste pertenecía a Él. Y ahora en este “tiempo del fin”, cuando estamos en el umbral del nuevo mundo, él nos ha recogido a su organización en cumplimiento de su promesa: “Yo recogeré a los que se afligen por la asamblea solemne, los cuales eran tuyos; para quienes el cargo sobre ella era un vituperio. He aquí, en ese tiempo yo trataré con todos los que te afligen; y salvaré lo que estaba cojo, y recogeré lo que se había ahuyentado; y los haré por alabanza y por renombre, cuya vergüenza ha estado en toda la tierra.”—Sof. 3:18, 19, AN.
21 Nuestros pecados anteriores bajo la desaprobación de Dios nos retuvieron lejos de su organización. También por causa de nuestros pecados fuimos entregados al poder del enemigo. La acción del enemigo nos mantuvo en cautiverio y trató de impedir que nos recogiéramos a la Señal exaltada de Jehová sobre el monte de Sión, donde sería posible asociarnos los unos con los otros y servir al Dios Altísimo en su templo en compañía con todos sus siervos y súbditos consagrados. Pero ahora Jehová ha probado que es nuestro Rey y Salvador librándonos del poder del enemigo y recogiéndonos en asamblea solemne, en verdad un suceso serio y sublime. Él ha removido de nosotros que representamos a su organización teocrática el vituperio de ser un pueblo esparcido y desorganizado, sujeto a los dictados y antojos de este mundo. Ya no se nos puede vituperar de ser una organización hecha por el hombre, siguiendo a un guía humano. Ahora estamos recogidos y organizados teocráticamente y tenemos un Gobernante Legítimo sobre nosotros, el Rey de la eternidad.
22. ¿Qué cosa nos une como un pueblo indivisible?
22 Entonces, que el enemigo, ahora privado de su presa, siga con sus persecuciones. Nuestro Rey nos da su palabra que al debido tiempo él tratará con los que nos afligen, vituperan y oprimen. Él hará esto por causa de su propio nombre. No importa, pues. El enemigo nunca jamás podrá quebrantar nuestra unidad mundial. Aunque estemos esparcidos por sobre toda la tierra y entre las muchas naciones que todavía existen, Jehová es Rey sobre toda la tierra y él puede ser nuestro Gobernante Supremo no importa dónde estemos sobre este globo. Su Reinado sobre nosotros es lo que nos une. Por medio de dirigirnos su único “lenguaje puro”, y poner nuestras manos a trabajar en su servicio unido, y por medio de recogernos en convenciones y demás juntas, el Dios de paz y unidad nos ha consolidado más firmemente. Por medio de la adoración y la fe que tenemos en común y que él nos ha dado de su Único Libro, la Biblia, y por medio de su única organización teocrática, él nos ha cimentado y nos ha dado la unidad que pertenece al pueblo del nuevo mundo. Ha hecho más profundo e inolvidable en nuestra conciencia el hecho de que somos un pueblo separado de este mundo y que somos el pueblo indivisible de Jehová. El amor que él ha infundido en nosotros actúa como un “vínculo perfecto de unidad”, el cual el enemigo nunca podrá quebrantar.—Col. 3:14, NM.
HECHOS QUE SEAN PARA RENOMBRE Y ALABANZA
23. ¿Qué razones tenemos ahora para poner nuestras manos a trabajar?
23 Ustedes están participando en una tarea constructiva a favor del nuevo mundo, que ahora está a las puertas. Esta obra edificadora es el servicio que el Creador del Nuevo Mundo nos ha asignado a nosotros. ¡Ustedes son los precursores del Nuevo Mundo! Permitan que siempre suene en sus oídos el estímulo divino, “¡No temas!” y, “¡No se aflojen tus manos!” Y ¡ah, qué instrumentos tan constructivos ha colocado el Padre celestial en nuestras manos, especialmente desde la asamblea teocrática de 1950 en Nueva York! Estos instrumentos se hicieron para trabajar, para ser usados eficazmente por nosotros. El campo de acción a donde somos enviados, y el tiempo que falta hasta el Armagedón, no son el lugar ni el tiempo para que aflojemos las manos, sea debido a pereza o al temor. Sepan con toda seguridad: ¡el tiempo es corto! Levanten las manos y pónganlas a trabajar con ánimo. Solamente si cumplimos el trabajo por el cual Dios nos ha recogido permitirá él que participemos en el cumplimiento de su preciosa promesa: “En ese tiempo os haré entrar, y en ese tiempo os recogeré: porque haré que seais para renombre y alabanza entre todos los pueblos de la tierra, cuando yo haga tornar vuestro cautiverio, ante vuestra misma vista, dice Jehová.”—Sof. 3:20.
24. ¿Cómo ha hecho que seamos un renombre y una alabanza entre todas las gentes?
24 Porque no hemos aflojado nuestras manos cobardemente desde que él nos libró del estado de cautiverio en 1919, él ha vindicado esta promesa a nosotros de una manera maravillosa. En lugar de la vergüenza que una vez teníamos, él ha hecho que los testigos de Jehová sean un renombre y una alabanza entre todas las gentes de la tierra. No entre los mundanos endurecidos que ridiculizan el mensaje del Reino y lo rehusan como cabras; sino entre las personas de todas las naciones con disposición piadosa que gimen y que lloran por causa de las abominaciones religiosas, políticas, comerciales y sociales que se llevan a cabo en la tierra, personas que anhelan relaciones con el único Dios verdadero que satisfagan sus corazones. A éstos Jehová les ha enviado a sus testigos, hablándoles un lenguaje puro, un mensaje que las personas que gimen han reconocido como algo que no es de este viejo mundo impuro sino del Dios del cristianismo, el Creador de los nuevos cielos y de la nueva tierra. Ansiosamente y con aprecio ellos han adoptado el mensaje, el lenguaje puro, y dan alabanza al nombre que llevan los testigos de él. Ellos hacen bien a los que representan al Rey de Jehová, Jesús. Buscan la mansedumbre y la justicia y el favor de Jehová, para que puedan ser escondidos con seguridad en el día cuando él exprese su enojo.—Sof. 2:3.
25. Entonces ¿qué curso seguiremos de ahora en adelante?
25 Esto ya ha sucedido con centenares de miles. ¿Quién sabe a cuántos más centenares de miles habrá de suceder esto antes de la batalla del Armagedón? Por lo tanto, nunca permitan ustedes que el nombre de Jehová sufra vituperio debido a alguna cosa vil que ustedes hagan personalmente. Nunca permitan que su alabanza sea disminuída o silenciada debido a pereza, temor o traición de parte de ustedes. Dejen que su vida así como también sus labios purificados hablen el lenguaje puro. El nombre de los enemigos inicuos que pertenecen a este mundo se podrirá, pero el nombre y la alabanza de los testigos de Jehová seguirán para siempre en las páginas luminosas de la eternidad para la vindicación de Dios. ¡A la tarea final, pues! “No desistamos de hacer lo que es recto, porque segaremos al tiempo debido si no nos rendimos.” (Gál. 6:9, NM) Hasta que hayamos segado nuestra porción cabal en la vindicación del nombre de Jehová mediante su victoria en el campo de la batalla del Armagedón, “no se aflojen tus manos,” sino levántenlas a todo tiempo en alabanza de él y de su Rey.