Llenando la Casa de gloria
En la mañana del domingo 26 de julio de 1953, el día final de la Asamblea Sociedad del Nuevo Mundo de los testigos de Jehová en el estadio Yanqui de la ciudad de Nueva York, N.Y., el discurso siguiente fué pronunciado por el vicepresidente de la Sociedad Watch Tówer and Tract, ante un auditorio de 131,419 asambleístas.
“Y llenaré esta Casa de gloria, dice Jehová de los Ejércitos.”—Agg. 2:7.
1. ¿Cuál es la casa que ha de ser llenada de gloria, y conforme a qué promesa?
LA CASA que había de ser llenada de gloria era un templo dedicado a Jehová de los ejércitos. Él prometió llenarlo de gloria. Su promesa de hacerlo vino como la coronación de una profecía de la más grande importancia a todas las naciones. “Porque así dice Jehová de los ejércitos: Todavía una vez, es un corto tiempo, y sacudiré los cielos, y la tierra, y el mar, y la tierra seca; y sacudiré todas las naciones, y el deseo de todas las naciones vendrá; y llenaré esta casa de gloria, dice Jehová de los ejércitos.”—Agg. 2:6, 7, Darby.
2, 3. ¿Cuáles fueron las circunstancias que sirvieron de fondo histórico a esta profecía cuando primero fué pronunciada?
2 Pronunciada hace más de veinticuatro siglos, esta profecía tuvo en ese tiempo como fondo suyo un templo modesto, la edificación del cual había estado en progreso por menos de un mes. Se estaba edificando sobre el sitio del anterior templo del rey Salomón en el monte Moría en Jerusalén. Después de la destrucción del templo de Salomón por los babilonios en 607 a. de J.C., ese sitio sagrado había yacido desolado por setenta años, la ciudad entera había yacido desolada, toda la región del reino de Judá había yacido desolada sin hombre y sus animales domésticos. Fué un juicio divino contra la nación debido a su violación, continuada por mucho tiempo, del pacto que mediante Moisés Jehová Dios había hecho con sus antepasados en el monte Sinaí. (Lev. 26:27-35; 1 Rey. 9:6-9) Ahora a un resto de los israelitas castigados su Dios Jehová le había abierto el camino para que saliera de su cautiverio en Babilonia y regresara a su patria. ¿Con qué propósito? Primordialmente con el propósito de reedificar la casa de Jehová en el sitio del templo antiguo, para que su adoración verdadera pudiera reavivarse y efectuarse allí. Debido a la oposición del enemigo e intromisión errada por parte del gobierno persa, el resto restaurado de israelitas había perdido de vista el propósito primordial de ser restaurado a su patria. Cesó de trabajar en el templo y lo dejó así, apenas comenzado, de ese modo acarreándole reproche a su Dios Jehová.—Luc. 14:29, 30.
3 Porque así escogieron obedecer al hombre como gobernante más bien que a Dios no prosperaron por los dieciséis años que la casa de Jehová yació descuidada. Entonces, para estimular al gobernador judío Zorobabel y al sumo sacerdote levita Josué y a todo el resto restaurado, Jehová Dios estremeció a su profeta Aggeo con su espíritu santo e hizo que Aggeo los animara a renovar la obra del templo en cumplimiento de su obligación solemne a Dios. Con fe en Dios el resto emprendió la obra del templo una vez más. Como un mes después, cuando las cosas habían comenzado a adquirir forma, Aggeo fué inspirado por el espíritu de Dios a expresar la electrizante profecía acabada de citar.—Agg. 1:1 a 2:9.
4. ¿Qué muestra si la profecía de Aggeo se cumplió o no respecto al templo material de Jerusalén, y qué hizo Dios para su pueblo en 1919 y con qué propósito?
4 La profecía de Aggeo nunca se cumplió verdaderamente en el templo que el gobernador Zorobabel terminó de construir cuatro años después, ni en el templo de Herodes que lo sucedió, aun cuando Jesucristo visitó ese templo y enseñó en sus atrios. El sacerdocio del templo y otros caudillos religiosos judíos no permitieron que ese templo fuera llenado de gloria alguna por medio de Jesucristo y sus apóstoles. En 70 (d. de J.C.) fué incendiado por los romanos y destruído. Jamás será reedificado para que la profecía de Aggeo se cumpla en él. Pero en 1919, menos de seis meses después del fin de la I Guerra Mundial, Jehová Dios hizo algo que correspondió a la restauración del resto judío de Babilonia por él allá en 537 a. de J.C. Él libró a un resto de sus testigos ungidos del poder de una Babilonia más grande, la organización mundial del Diablo que había sentado mano violenta sobre los testigos de Jehová durante la I Guerra Mundial y los había llevado cautivos en contra de su voluntad. El propósito de Dios al librarlos fué igual al del caso del resto judío de los días del profeta Aggeo -obra del templo. Mientras el resto restaurado de testigos ungidos de Jehová se concentrara en esta obra del templo, no podía menos que prosperar espiritualmente.
5. ¿Cuáles son los hechos acerca del trono y estrado de Dios que hacen innecesario que haya un templo material hoy?
5 ¿Qué había de ser esta obra del templo? No la erección de un templo literal de materiales terrestres ya sea en Jerusalén o en Columbia Heights 124, Brooklyn, Nueva York, o en alguna otra parte. No hay necesidad de tal templo literal hoy. ¡Tal templo sería tan inadecuado como casa de Dios! “Así dice Jehová: El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies; ¿qué manera de Casa edificaréis para mí? ¿y cuál será el lugar de mi descansó?” (Isa. 66:1) El trono celestial de Jehová se simbolizó por la cubierta propiciatoria sobre el arca del pacto que permanecía dentro del Lugar Santísimo del templo de Jerusalén. Sobre la cubierta propiciatoria había dos querubines de oro que miraban hacia el centro de la cubierta, con las alas extendidas. Aquí se simbolizaba a Jehová como ocupando el trono en medio de los querubines, y su luz gloriosa, llamada la Shekinah, iluminaba el Lugar Santísimo del templo que de otra manera estaría a oscuras. Desde allí Jehová se comunicaba con su pueblo Israel. Pero aquellas cosas sólo eran simbolismos. El verdadero trono de Dios es los cielos. Allí es donde él reina como soberano universal; y la tierra, donde una vez estuvo su templo material en el monte Moría, es para él como un estrado mediante el cual sube y asciende a su trono de asiento elevado.
6. ¿Cómo oró Salomón para mostrar que se daba cuenta de la insuficiencia del templo que él dedicaba?, y no obstante, ¿por qué era adecuado volverse hacia él cuando se oraba a Dios?
6 Ningún templo hecho por el hombre, no importa de qué grandes proporciones sea, puede alojar o contener al Altísimo Dios. Salomón quedó aterrado al darse cuenta de esto. Cuando él dedicó el suntuoso templo que había edificado y cuando la gloria de Jehová llenó la casa con una nube milagrosa, Salomón dijo en oración a él: “Pero, en verdad, ¿morará Dios sobre la tierra [en un templo material]? Los cielos, y los cielos de los cielos, no son capaces de contenerte. ¡Cuánto menos esta casa que yo he edificado!” El templo de Salomón no podría ser el lugar del trono real de Jehová. No obstante, Dios tuvo respeto a ese templo debido a lo que simbolizaba y lo que prefiguraba para el futuro, y mantuvo un ojo vigilante sobre él y puso su incomparable nombre sobre él. Él dijo a Salomón: “He santificado esa casa que has edificado, para poner en ella mi nombre para siempre, y en ella estarán siempre mis ojos y mi corazón.” (1 Rey. 8:27-30; 9:3, 7, NC) Debido a que Jehová estaba presente allí de manera representativa, era correcto que los israelitas y también los extranjeros de buena voluntad se volvieran al templo cuando oraban, como si literalmente miraran hacia Él cuando le hacían una petición. Salomón oró: “Asimismo respecto del extranjero, que no es de tu pueblo Israel, mas que viniere de tierras lejanas a causa de tu nombre; . . . cuando viniere y orare en [hacia, Darby] esta Casa, oye tú desde el cielo, asiento permanente de tu morada, y haz conforme a todo lo que te pidiere aquel extranjero; a fin de que todos los pueblos de la tierra conozcan tu Nombre; para que ellos también te teman así como tu pueblo Israel; y para que sepan que esta Casa que he edificado es llamada de tu Nombre.”—1Rey. 8:30-43.
7. ¿Cómo hablaron Esteban y luego Pablo mostrando que Dios ahora no habita representativamente en algún templo hecho por el hombre?
7 El día de dichos simbolismos ahora ha pasado, y ningún templo de Jehová volverá a ser edificado jamás en el monte Moría y no habrá necesidad de quitar la “Cúpula de la roca” mahometana sólo para edificar un templo allí tal como el representado en la visión de Ezequiel. (Eze. 40:1 a 46:24) Cuán contrario, entonces, a las Santas Escrituras el que alguna religión edifique basílicas, catedrales e iglesias para alojar lo que llaman “la hostia,” ¡la cual el sacerdote pretende transmutar en Dios! Ni mediante tal “hostia” ni mediante alguna otra representación habita ahora el Altísimo Dios en algún templo hecho con manos del hombre. El mártir cristiano Esteban aclaró eso al Sinedrio judío de Jerusalén mientras el templo de Herodes todavía estaba en pie, diciendo: “[El rey] Salomón edificó una casa para él. No obstante, el Altísimo no habita en casas hechas de mano; así como dice el profeta: ‘El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué clase de casa edificarás para mí? dice Jehová. O ¿cuál es el lugar donde habría de reposar? Mi mano hizo todas estas cosas, ¿no es así?’” Años después el apóstol Pablo repitió esta verdad a los atenienses paganos, diciendo: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él, siendo, como es Este, Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos a mano, ni es servido por manos humanas como si necesitara alguna cosa, porque él mismo da a todas las personas vida y aliento y todas las cosas.” (Hech. 7:47-50; 17:24, 25, NM) Los que profesan ser cristianos y que han sido inducidos mediante un argumento u otro a contribuir a la edificación de edificios costosos y ultradecorados debieran ya saber esta verdad, pero no la saben.
8. ¿Únicamente qué clase de templo podrían los hombres edificar a Dios, pero qué clase de templo está edificando él mismo ahora?
8 Que los tales se detengan y consideren la pregunta de Dios: “¿Qué manera de Casa edificaréis para mí? ¿y cuál será el lugar de mi descanso? Porque en cuanto a todas estas cosas, mi mano las hizo, y así existen todas estas cosas, dice Jehová.” (Isa. 66:1, 2) Cualquiera clase de casa que el hombre edifique tiene que ser de materiales que Dios ya hizo. Esa es la clase o manera de casa que cualquiera podría edificar de modo material. Tal lugar para que Dios descanse simbólicamente en él ya no le es acepto. Él mismo está edificando un templo real de material totalmente nuevo que los arquitectos humanos no pueden usar. Se compone de 144,000 y Una piedras, no de piedras excavadas, cortadas y colocadas por el hombre, sino de “piedras vivas,” cada una de las cuales es una “nueva creación,” cada una siendo una nueva criatura viva e inteligente de Dios, mientras Jesucristo su Hijo es la “piedra angular de fundamento.” Es una “casa espiritual para servir el propósito de un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptos a Dios mediante Jesucristo.” (1 Ped. 2:4-6 y 2 Cor. 5:17 y Efe. 2:20-22, NM) Este es el templo real que fué prefigurado por aquel que Salomón edificó y aquel que el gobernador Zorobabel reedificó. Este es el templo sobre el cual Jehová Dios tiene su vista v donde su corazón está. Sobre él ha puesto su santo nombre.
CONDESCENDENCIA DIVINA
9. Si Dios no se digna mirar a imponentes templos hechos por el hombre hoy, ¿qué estaríamos inclinados a pensar de nosotros mismos, especialmente en vista de nuestro tamaño comparativo?
9 Cuando la reina de Sabá vió el templo de Salomón era pasmoso por su esplendor. Algunos edificios religiosos de hoy son muy imponentes desde un punto de vista arquitectónico. Si el Altísimo Dios no se digna mirar a los tales o residir en los tales representativamente, ¿cuánto menos condescendería a mirar a un hombre o una mujer en la tierra? Así estaríamos inclinados a pensar. En nosotros mismos somos tan insignificantes, y especialmente nos sentimos así cuando no estamos haciendo un gran nombre para nosotros en el mundo o teniendo mucha prominencia o poder, sino que somos humildes, modestos y comparativamente ni se fijan en nosotros mientras hacemos lo que es común y rutinario, jamás ascendiendo a fama o notoriedad extensa. ¡Cuán infinitesimalmente pequeños somos individualmente para Dios! Imagínese nuestra tierra reducida al tamaño de un platillo de balanza. En este platillo hay un poco de polvo fino, sólo lo suficiente para opacar el brillo del platillo. Bien, todas las naciones, rebosando con su población, son justamente como ese polvo fino, de tan ligero peso que su peso no se discierne o puede determinarse salvo por las balanzas micropesadoras. Cada uno de nosotros es una diminuta motita de polvo. Jehová nos recuerda esto, diciendo: “He aquí que las naciones le son como una gota de agua, que cae del cubo; y como el menudo polvo en las balanzas le son estimadas.”—Isa. 40:15.
10. Por medio de Isaías 66:1, 2, 5 ¿a qué dice Jehová que prefiere mirar en preferencia a templos hechos por el hombre?
10 No obstante oiga lo que Jehová dice que prefiere mirar en vez de un magnífico templo hecho a mano: “Así dice Jehová: El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies; ¿qué manera de Casa edificaréis para mí? ¿y cuál será el lugar de mi descanso? Porque en cuanto a todas estas cosas, mi mano las hizo, y así existen todas estas cosas, dice Jehová: a este hombre empero miraré, a saber, al que es humilde [afligido, Darby] y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra.” Porque ellos sienten temor reverente ante Su palabra, él les dirige su palabra y les promete gozo mediante la revelación de su gloria, diciendo: “¡Oíd el oráculo de Jehová, los que reverenciáis su palabra! Vuestros hermanos que os odian, y que os han echado fuera a causa de mi nombre, dicen: ¡Sea glorificado Jehová! mas él aparecerá para gloria vuestra, y ellos serán avergonzados.”—Isa. 66:1, 2, 5.
11. Conforme a Isaías 57:13-16, ¿de quién es considerado Jehová a pesar de su excelsitud, etc.?
11 ¡Imagínese! A pesar de ser tan encumbrado, tan excelso, tan eterno en duración y tan santo, Jehová es tan considerado como para notar a los que están quebrantados de corazón por el pecado y error y que son mansos y contritos. No hay porqué pensar jamás que valemos tan poco y somos tan insignificantes y tan pequeños e indignos que el Altísimo Dios jamás nos daría atención o tomaría tiempo para fijarse en nosotros. Para nuestro estímulo él dice: “El que pusiere su confianza en mí, poseerá la tierra, y heredará mi santo monte. Y será dicho: ¡Alzad, alzad la calzada, despejad el camino; quitad los tropiezos del camino de mi pueblo! Porque así dice el Alto y el Excelso, que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en el lugar alto y santo; habito también con aquel que es de espíritu contrito y humilde; para vivificar el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los contritos. Pues no contenderé para siempre, ni guardaré perpetuamente la ira; porque el espíritu desfallecería delante de mí, y las almas que yo he hecho.” (Isa. 57:13-16) Es a tales afligidos de espíritu contrito y humilde que el alto, excelso y eterno Dios prefiere mirar en vez de a templos vistosos hechos por el hombre.
12. En 1919 ¿quiénes fueron del espíritu que se acaba de describir, y cómo cumplió Jehová esa profecía para ellos?
12 Debido a que los del resto de sus testigos ungidos fueron de tal espíritu contrito y humilde después de su cautiverio en la Babilonia mística durante la I Guerra Mundial, Jehová Dios condescendió a notar su aflicción y los libró en 1919. Ellos temblaron por su Palabra y tuvieron respeto a ella en vez de a tradiciones humanas y siempre estuvieron angustiados en cuanto a que fueran a ser despojados de ella y no hacer lo que dice ella. Por consiguiente Jehová levantó y preparó un camino para que escaparan a la libertad teocrática. Él quitó las piedras de tropiezo de su camino y los sacó de la Babilonia mística y los trajo a su recién nacida tierra de teocracia y a su santo monte de adoración donde ellos pudieran ocuparse en obra del templo.
13, 14. ¿Cómo ha olvidado la cristiandad a Jehová, y qué condición de las naciones demuestra que él está ahora en su san to templo?
13 La cristiandad ha abandonado a Jehová y ha olvidado su santo monte de adoración y se ha puesto de parte de las naciones de este mundo, escogiendo participar de su destino. Por lo tanto ella participará de su destino y será muerta con ellas en la batalla del Armagedón. (Isa. 65:11-15) Estando tan preocupadas acerca de la dominación económica, militar y política de la tierra, las naciones olvidan la cosa de primera importancia hoy, que tenemos que servir a Jehová Dios en su templo, su casa espiritual, siendo amantes de Dios más bien que amantes de los placeres y mostrándonos fieles al poder de la devoción piadosa en vez de sólo tener una forma de ella. (2 Tim. 3:1-5, NM) Para adorar a Jehová en su templo espiritual, no volvemos nuestro rostro en ninguna dirección terrestre, a ninguna ciudad, sea Jerusalén, Roma, o Meca, y a ningún edificio religioso sobre la tierra. Nos dirigirnos hacia el cielo mediante Cristo, la piedra angular de fundamento del templo de Dios, templo de piedras vivas. Jehová ahora está en su santo templo, y toda la tierra debería aquietarse y guardar silencio para oír su Palabra. (Hab. 2:20) Pero las naciones no lo hacen. Se enfurecen por el hecho de que él reina como Rey en su santo templo. La misma furia que expresan ellas ahora es prueba visible de que el excelso e invisible Jehová está presente en su templo, porque así es como la profecía explica la furia de ellas, cuando dice:
14 “Y acontecieron fuertes voces en el cielo diciendo: ‘El reino del mundo ha llegado a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás.’ . . . ‘Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, el que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a gobernar como rey. Pero las naciones se airaron, y tu propia ira llegó, y el tiempo señalado . . . para traer a la ruina a los que están arruinando la tierra.’ Y el santuario del templo de Dios que está en el cielo fué abierto, y el arca de su pacto fué vista en su santuario del templo. Y acontecieron relámpagos y voces y truenos y un terremoto y un gran pedrisco.”—Apo. 11:15-19, NM.
15. ¿Por qué no significa esa visión del Apocalipsis que el arca literal del pacto de Dios fué transportada al cielo en 607 a. de J.C.?
15 Los tiempos señalados de las naciones para dominación global comenzaron con la desolación de Jerusalén y su templo y su tierra en 607 a. de J.C. y sus 2,520 años de duración terminaron en 1914 (d. de J.C.). Entonces Jehová Dios el Todopoderoso tomó su gran poder para gobernar como rey mediante su Cristo, no sólo sobre Palestina, sino sobre el mundo. Al suceder esto las naciones se airaron, y su primer espasmo de ira se consumió en la I Guerra Mundial. Desde entonces, conforme al Apocalipsis, Jehová ha de estar presente en su santo templo en el cielo. El ver el arca de su pacto en su santuario del templo asegura eso. El arca literal, original, del pacto de Jehová desapareció cuando el templo de Salomón fué destruído por Babilonia en 607 a. de J.C. ¿Adónde fué? No al cielo, “antes de que las naciones paganas tuvieran oportunidad de contaminarla o destruirla,” como algunos sugieren. Tales cosas materiales no heredan el cielo. Los cielos son el trono de Jehová, y no hay necesidad de que él tenga el asiento propiciatorio de oro del arca para que se siente en él entre los dos querubines de oro. Cuando Jesucristo fué resucitado de entre los muertos y más tarde ascendió para aparecer en la presencia de Dios con el valor de vida de su sangre humana derramada, él no roció su sangre sacrificatoria sobre el arca literal, material, del pacto como el sumo sacerdote levita solía hacer en el día de expiación. Jesús ofreció el valor redentor de su sangre a Jehová Dios. (Heb. 9:11, 12, 24) Adónde fué el arca literal del pacto no lo sabemos.
16. En el templo reedificado en Jerusalén ¿qué había en el Lugar Santísimo, conforme a la historia?
16 Cuando el templo fué reedificado por el gobernador Zorobabel el arca del pacto no fué restaurada al Lugar Santísimo. En el día de Jesús ninguna arca del pacto podía encontrarse en el Lugar Santísimo del templo de Herodes para que el sumo sacerdote judío rociara la sangre de expiación sobre ella una vez al año. El Lugar Santísimo no estaba iluminado por alguna luz milagrosa Shekinah y estaba vacío, salvo por una piedra grande en su centro donde el sumo sacerdote depositaba el incensario de oro sobre el cual rociaba incienso antes de rociar la sangre de los sacrificios del día de expiación. Dice la Misna judía, Yoma, 5, II: “Después que el Arca fué quitada una piedra permaneció allí desde el tiempo de los primeros profetas, y se llamaba ‘Shetiyáh’ [que significa ‘Fundamento; Base’]. Era más alta que el piso por tres dedos de ancho. Sobre ésta él [el sumo sacerdote judío] solía poner [el brasero].”
17. ¿Qué, entonces, significó la visión de Juan del arca del pacto en el santuario del templo, y cuándo vino a ser esto cierto?
17 En consecuencia, cuando el apóstol Juan recibió la revelación veintiséis años después de la destrucción de Jerusalén en 70 d. de J.C. y vió abierto el templo de Dios en el cielo, la aparición del arca de su pacto en el santuario o Lugar Santísimo fué un acontecimiento extraordinario. Simbolizaba que Jehová estaba en su santo templo y estaba sentado sobre su trono representado por la cubierta propiciatoria del arca. En la visión el abrir el templo y la revelación de la presencia del arca vinieron después de tomar Jehová su gran poder para gobernar como Rey mediante Jesucristo y el comienzo de la ira de las naciones en la I Guerra Mundial, que fué en 1914. Esto aumenta la prueba de que Jehová ha estado en su templo espiritual desde 1918. Siendo eso así, su presencia en el templo vino a ser verdadera antes de que el resto ungido de testigos de Jehová fuera restaurado de la Babilonia mística en 1919, a fin de que pudiera emprender adoración en conexión con el templo.
18. ¿Qué dijo Jehová respecto al templo de Zorobabel en comparación con el templo de Salomón, y cuándo, conforme a la cita de Pablo, localizamos el tiempo para el cumplimiento de la profecía?
18 La revivificación de la adoración en conexión con el templo por el resto restaurado en 1919 fué prefigurada en el día de Aggeo cuando el gobernador Zorobabel y el sumo sacerdote Josué reanudaron la edificación del templo en Jerusalén. En ese entonces el templo bajo construcción no prometía ser nada comparable con el templo revestido de oro de Salomón. Empero ese día de cosas pequeñas no había de despreciarse. Jehová prometió que la gloria del templo reedificado sobrepujaría por mucho a la del templo de Salomón. Habría un sacudimiento terrible de cielo, tierra, mar y todas las naciones, y “el deseo de todas las naciones vendrá; y llenaré esta casa de gloria, dice Jehová de los ejércitos.” (Agg. 2:1-9, Darby) Más de quinientos años después de la profecía de Aggeo el apóstol Pablo aplicó el cumplimiento de las palabras de Aggeo a un tiempo todavía futuro, diciendo: “En aquel tiempo [el tiempo en que Dios hizo el pacto de la Ley con Israel en el monte Sinaí mediante Moisés] su voz conmovió la tierra, pero ahora él ha prometido, diciendo: ‘Todavía una vez más pondré en conmoción no sólo la tierra sino también el cielo.’ Ahora la expresión ‘Todavía una vez más’, significa la remoción de las cosas que son conmovidas como cosas que fueron hechas, para que las cosas que no son conmovidas puedan permanecer. Entonces, siendo que habremos de recibir un reino que no puede ser conmovido, sigamos teniendo bondad inmerecida, por medio de la cual podamos rendirle a Dios servicio sagrado que sea acepto, con reverencia y temor piadoso.” (Heb. 12:26-28, NM) La remoción del cielo y tierra simbólicos no se efectuó en el día del apóstol, pero ahora tenemos las evidencias y pruebas de que su remoción temprana se ha acercado en nuestro propio día desde 1914 d. de J.C.
19. ¿Cómo han sido sacudidos los cielos, y qué razón dió Jehová a la tierra, tierra seca y el mar para que temblaran?
19 El reino que Jehová estableció en los cielos en 1914 mediante el tornar su gran poder y sentar a su Cristo sobre el trono no puede ser sacudido, de modo que no puede ser removido y permanecerá intacto a través de este período de sacudimiento universal. Pero todas las partes de la organización mundial de Satanás, visibles e invisibles, simbolizadas por el mar, tierra seca, tierra y el cielo, han sido sacudidas terriblemente. Mediante la “guerra en el cielo” que comenzó en 1914 el Diablo y su organización invisible de ángeles demoníacos fueron sacudidos de ocupar más lugar en los cielos de Dios arriba, mientras el Reino recién nacido permaneció firme, inamovible, victorioso. En cuanto a la parte visible de la organización del Diablo, el mar, tierra seca y tierra, éstos experimentaron lo que Jesús llamó un “principio de dolores de angustia,” a saber, nación levantándose contra nación y reino contra reino, escasez de alimento, pestilencias, terremotos, a un grado sin paralelo. Aunque Jehová Dios no causó directamente que las naciones y reinos pelearan esa primera guerra mundial, la cual produjo escasez de alimento y pestilencias, él dió a todas las naciones razón buena para que se estremecieran. ¿Cómo? Terminando en 1914 los “tiempos señalados de las naciones.” Tan pronto como terminaron esos tiempos señalados de las naciones para dominar la tierra sin ser estorbadas por su reino, Jehová trajo a la existencia su reino y puso su operación en manos del Legítimo, Jesucristo, el Hijo y Heredero del rey David.
20. ¿Por qué no pronosticó esto ningún bien para las naciones, y cómo se portaron ellas hacia el Reino establecido de Dios?
20 Esto no pronosticó ningún bien para las naciones, porque Jesucristo fué destinado a gobernarlas con una vara de hierro y desmenuzarlas en la batalla del Armagedón. De esta manera las naciones fueron movidas fuera de la base libre de trabas y serena que gozaron antes de 1914 y tuvieron razón de temer por su existencia futura. Ahora tenían al reino de Dios con el cual habérselas. El sacudimiento de los cielos de Satanás hasta que cayeron transmitió vibraciones violentas a su organización terrestre, y sus naciones se conmovieron por el punto en cuestión de dominación mundial. No deseaban al Rey de Jehová y se enfurecieron contra los testigos ungidos de Jehová que publicaban por todas partes el significado bíblico del año 1914. Así las naciones demostraron su propia furia contra el reino establecido de Dios y contra cualquier intervención de su Rey en los asuntos terrestres de ellas.
21. Lo que los testigos de Jehová predicaron ¿qué clase de nuevas fué para las naciones, pero qué más acerca de ellas dió a las naciones razón para estremecerse?
21 Esta predicación de lo que 1914 significaba y esta declaración del cercano “día de venganza de nuestro Dios” eran noticias sacudidoras para todas las naciones. Pero el surgimiento inesperado de la sociedad del Nuevo Mundo en 1919 y su crecimiento fenomenal después sirvieron para sacudir a las naciones todavía más, no sólo con asombro sino también con temor, porque ésta fué evidencia concreta de que había algo en este mensaje y que aquí había un movimiento invencible, cuya predicación, si resultara cierta, significaría el fin de todas las naciones. Verdaderamente, preliminar al Armagedón y su remoción violenta de todas las naciones, ha habido un gran trastorno, conmoción y sacudimiento de los cielos, tierra, mar y todas las naciones del mundo de Satanás.
“EL DESEO DE TODAS LAS NACIONES”
22. ¿Qué dijo Aggeo que vendría como resultado del sacudimiento del mundo de Satanás, y cómo se explicó esto en 1886 y en 1931?
22 Aggeo dijo que como resultado de sacudir Jehová el mundo de Satanás algo grandioso vendría. ¿Qué? “Vendrá el Deseado de todas las naciones.” La Versión del Rey Jaime, y también la de Darby, dicen: “El deseo de todas las naciones vendrá.” “Y el deleite de todas las naciones vendrá,” dice la traducción de Rótherham. Al principio esto se aplicó a la llegada del reino firme de Dios. En 1886 la Sociedad Watch Tówer Bible and Tract publicó el libro en inglés intitulado “El plan divino de las edades.” En la página 266 éste declaró: “De esta manera la necesidad del hombre llegará a ser la oportunidad de Dios, y ‘el deseo de todas las naciones vendrá’—el Reino de Dios, con poder y grande gloria.—Agg. 2:7.” Cuarenta y cinco años más tarde la aplicación de la profecía se redujo a un individuo, Jesucristo el Rey. La revista La Torre del Vigía, en su número de septiembre de 1931, presentó un artículo sobre “Su templo” y dijo (§ 33): “Cristo Jesús, la Cabeza del Cristo, es el principal ‘deseo de toda la gente’ cuando llegan a conocerle, porque él es el representante de Dios. Jesucristo vino al templo como el vicegerente de Jehová. Él es la ‘simiente de la promesa’ y es el deseo de todas las naciones y los pueblos, aunque todavía no lo saben.”
23. ¿Sobre qué versión antigua de la Biblia realmente se basó esa interpretación, y por qué no podría suceder en 1918 ese acontecimiento descrito aquí?
23 Esta última interpretación se basó en la popular Versión del Rey Jaime, que vertía Aggeo 2:7 de acuerdo con la antigua Vulgata latina. La Vulgata dice, según se reproduce por la Versión Torres Amat católica (Ageo 2:8): “Porque vendrá el Deseado de todas las gentes.” En la liturgia católica romana al tiempo del Advento esto se aplica a la venida de Jesús a la tierra, no a su venida al templo. Su venida al gran templo espiritual de Dios para obra de juicio se entiende que se efectuó invisiblemente en la primavera de 1918. Pero Aggeo 2:7 es una profecía del período de restauración del pueblo de Dios y por lo tanto no puede ser devuelto a 1918, antes de que su restauración empezara. En el caso de los del antiguo resto judío Aggeo 2:7 no podría haberse cumplido sino hasta después que hubieran reedificado la casa de Dios. Debido a su temor y negligencia por dieciséis años, esto resultó ser veintiún años después que regresaron de Babilonia. Igualmente en el caso del resto espiritual de hoy, la venida de lo deseado no aplicó antes de que el resto fuera restaurado de la Babilonia mística en 1919, ni siquiera en ese año, cuando apenas principió en la obra del templo.
24. ¿Por qué prohibe el mismo texto hebreo tal interpretación, y por eso cómo vertió la versión griega de los Setenta el hebreo?
24 Otra cosa digna de atención: El texto hebreo original prohibe que Aggeo 2:7 se aplique al Señor Jesús en su venida al templo en 1918. ¿Cómo es eso? De esta manera: Aunque la palabra traducida “deseo” o “Deseado” o “deleite” está en el número singular, no obstante el verbo hebreo que la acompaña está en el plural. Siglos antes de la Vulgata latina los hebreos que tradujeron la versión griega de los Setenta notaron este hecho. De modo que vertieron el nombre hebreo singular en el sentido colectivo e hicieron que su traducción leyera: “Y las cosas escogidas [o, cosas selectas] de todas las naciones vendrán.”
25. Por lo tanto, ¿cómo vierten casi todas las traducciones modernas la expresión hebrea?
25 Casi todas las traducciones modernas, judías, católicas y protestantes, del hebreo tratan de poner de manifiesto la fuerza del texto hebreo original en armonía con la versión griega de los Setenta.a La Versión Inglesa Revisada de 1884 lo vierte: “Y sacudiré todas las naciones, y las cosas deseables de todas las naciones vendrán, y llenaré esta casa de gloria, dice el SEÑOR de los ejércitos.” La Versión Americana Normal de 1901, y también la Versión Léeser hebrea de 1905, y la Versión Nácar-Colunga de 1948 dicen: “las preciosidades de todas las naciones [gentes]”; y la edición Soncino hebrea dice: “las cosas más selectas de todas las naciones”; Una Traducción Americana, Lienart y Crampon dicen: “los tesoros de todas las naciones”; y Maredsous dice: “las riquezas de todos los pueblos.”
26. ¿Cómo muestran otras traducciones modernas que tal cosa entraría como resultado del sacudimiento?
26 Otras traducciones indican que el propósito de Jehová al sacudir todas las naciones era que dicha cosa pudiera entrar. Concordando con la Kautzsch alemana y la L’École Biblique francesa, la Versión Normal Revisada de 1952 dice: “Y sacudiré todas las naciones, para que los tesoros de todas las naciones entren, y llenaré esta casa de esplendor, dice el SEÑOR de los ejércitos.” Móffatt va más lejos y dice: “Y sacudiendo todas las naciones hasta que los tesoros de todas las naciones sean traídos acá y mi Casa aquí llenada de esplendor (dice el Señor de los ejércitos).” Es decir, el sacudir Jehová todas las naciones produciría ciertos resultados que tendrían que ver con su casa. ¿Cuáles?
CUMPLIMIENTO
27. ¿Cómo nos muestra Jehová qué esperar en el cumplimiento, y qué dijo Isaías 66:10-14 que el resto vería?
27 Profecías paralelas de la boca de Jehová nos muestran qué esperar en cumplimiento de Aggeo 2:7, y los desenvolvimientos de la historia moderna muestran veraces las profecías de Jehová en este respecto. Al dar la gran profecía de restauración concerniente a su mujer, su organización universal Jerusalén, cuando da a luz el residuo de su simiente como nación teocrática de 1919 en adelante, Jehová hace que su profeta Isaías exclame para que su pueblo oiga hoy: “¡Regocijaos con Jerusalem y gloriaos en ella, todos los que la amáis! ¡alegraos con ella hasta con alborozo, todos los que os lamentáis por ella! para que maméis, y os saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que sorbáis, y os deleitéis con la abundancia de su gloria. Porque así dice Jehová: He aquí que yo haré pasar sobre ella la paz [prosperidad, UTA] como un río y, como un torrente inundador, la gloria de las naciones; y mamaréis el pecho de ellas; seréis llevados en brazos [como un niño amado], y sobre las rodillas seréis acariciados. ¡Como alguno a quien su madre consuela, así os consolaré yo a vosotros, y seréis consolados en Jerusalem! Entonces al ver esto, vuestro corazón saltará de gozo, y vuestros huesos florecerán como la hierba.” (Isa. 66:10-14) El resto de la simiente de la mujer de Dios, Jerusalén, ve esto ahora y su corazón se regocija, y reconoce que la mano de Jehová lo ha hecho.
28. ¿Qué predijo Isaías 61:1-7 tocante al resto?
28 El mismo profeta pronunció otra profecía sobre cómo Jehová restauraría a sus testigos ungidos de la Babilonia mística y los comisionaría a predicar buenas nuevas, vendar corazones quebrantados, proclamar libertad a los cautivos y la abertura de la cárcel a los aprisionados, y consolar a todos los que lloran. Entonces él añadió: “Se presentarán también los extranjeros, y apacentarán vuestros rebaños; y los hijos de tierra extraña serán vuestros gañanes y vuestros viñadores. Mas en cuanto a vosotros, seréis llamados sacerdotes de Jehová; se os apellidará ministros de nuestro Dios: comeréis las riquezas de las naciones, y entraréis en posesión de su gloria. En lugar de vuestra vergüenza, tendréis doble honra; y a trueque de ignominia, mis siervos se regocijarán en su porción: por tanto en su propia tierra poseerán el doble; habrá para ellos regocijo eterno.” (Isa. 61:1-7) Hoy en la tierra teocrática que nació en 1919 el resto ungido goza de una prosperidad espiritual doble en cantidad a la vergüenza, ignominia y opresión que sufrió durante la I Guerra Mundial.
29. ¿Qué hace que dicha prosperidad del resto se destaque a la vista, por qué reconoce la grande muchedumbre de buena voluntad que los del resto son los ministros y sacerdotes de Dios?
29 Haciendo que dicha prosperidad se destaque a la vista los extranjeros y los hijos de tierra extraña de buena voluntad rinden servicios como gañanes, viñadores y apacentadores del rebaño, hablando en sentido espiritual, y los “ministros” de Jehová y miembros de Su “sacerdocio real” sacan ayuda y beneficio de dichos servicios. Es una fuente interminable de gozo para ellos. Cualquiera que sea ahora puede mostrar que es uno de esos extranjeros e hijos de tierra extraña de buena voluntad, listo para servir a Dios junto con el resto y gozoso de hacerlo, sin que importe cuán grande llegue a ser esta muchedumbre de buena voluntad. Pero ése no es el caso con el “sacerdocio real” bajo Cristo, cuyos miembros están limitados a 144,000. Se requiere la consagración para ser admitido en ese exclusivo cuerpo sacerdotal, y sólo Jehová Dios puede efectuar la consagración de aquellos a quienes él llama a ese alto puesto espiritual. Los hijos de tierra extraña y extranjeros de buena voluntad reconocen esto y admiten que los del resto espiritual son los ministros de Dios y sacerdotes de Jehová.
30. ¿Cómo, conforme a Zacarías 8:20-23, se han asido diez hombres de la falda del manto de un judío y han subido con él a adorar?
30 Cuando en 1919 Jehová restauró milagrosamente de Babilonia a los de su resto y los puso a trabajar en actividad del templo como sus adoradores y siervos, eso fué una evidencia para las personas de corazón sincero de todas las naciones que supieron acerca de ello de que los testigos de Jehová tenían un Dios verdadero y que él verdaderamente estaba con ellos para librarlos y bendecirlos. Oyeron a los del resto ungido, a los que son judíos interiormente, estimulándose mutuamente para subir al templo de Jehová, diciendo: “¡Vayamos con empeño a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los Ejércitos! . . . ¡Yo también iré!” Entonces quisieron ir junto con ellos, y se asieron del resto de judíos espirituales. “Así dice Jehová de los Ejércitos: En aquellos días sucederá que diez hombres de todas las lenguas de las naciones se asirán, sí, se asirán de la falda del manto del Judío, diciendo: ¡Iremos con vosotros, porque hemos oído decir que con vosotros está Dios!” (Zac. 8:20-23) El Dios llamado Jehová, cuyas proezas, promesas y propósitos se hallan registrados en la Santa Biblia, es el gran magneto de atracción, y Él es Aquel a quien son atraídos a adorar en compañía con el resto de judíos espirituales. El número de dichos hombres de buena voluntad asciende ya a más de diez de ellos para cada uno de tales judíos espirituales. Esto jamás hubiera sucedido si los del resto ungido no hubiesen subido y hecho obra del templo en la casa de Jehová.
31. Conforme a Isaías 60:1-16, ¿sobre quiénes se ha levantado Jehová con gloria, y qué mandato se da por lo tanto, y qué había de seguir a ser obedientes a este mandato?
31 Cuando Jehová estuvo enojado con ellos durante el período de la I Guerra Mundial, los del resto de la simiente de su mujer, “la Jerusalén que está arriba,” estuvieron en obscuridad y tinieblas profundas. Pero en 1919 Jehová se levantó con favor sobre su mujer y la luz de su favor se reflejó en el resto ungido de ella sobre la tierra. Su mandamiento a ella también aplicó a su resto, y ¡oh! cuán grandiosos son los resultados que se han originado por obedecer el mandamiento: “¡Levántate! ¡resplandece, oh Sión! porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Pues he aquí que las tinieblas cubrirán la tierra, y densas tinieblas las naciones; mas Jehová, cual sol, se levantará sobre ti, y en ti será vista su gloria. Y naciones vendrán a tu luz, y reyes a tu naciente resplandor. . . . Entonces tú lo verás, y rebosarás de gozo; y pasmaráse tu corazón y se ensanchará; porque las riquezas del mar serán derramadas sobre ti; los caudales de las naciones vendrán a ti. . . . Asimismo los hijos de tierra extraña edificarán tus muros, y sus reyes te asistirán; porque en mi ira te castigué, mas en mi favor tengo compasión de ti. También tus puertas estarán abiertas de continuo; no se cerrarán día ni noche; para que se traiga a ti la riqueza de las naciones, y sus reyes conducidos juntamente con ellas. Porque la nación o el reino que no te sirviere, perecerá; sí, aquellas naciones serán completamente asoladas. . . . Te alimentarás con la leche de las naciones; mamarás el pecho de los reyes; y conocerás que yo, Jehová, soy Salvador tuyo, y que tu Redentor es el poderoso Dios de Jacob.”—Isa. 60:1-16.
32. En respuesta a la pregunta: ¿Han entrado las cosas deseables de todas las naciones?, ¿cómo dió Jehová una respuesta visible en el estadio Yanqui en 1953?
32 Con nuestros ojos iluminados por estas profecías interpretativas hemos llegado al tiempo de preguntar: ¿Han entrado las cosas deseables, las preciosidades, los tesoros, las cosas más selectas de todas las naciones? Ustedes los miles del resto ungido de los testigos de Jehová que están aquí hoy, alcen la vista y paséenla alrededor de esta enorme estructura del estadio Yanqui y contemplen las decenas y decenas de miles de personas de buena voluntad de veintenas de naciones y lenguas. Allí está la respuesta de Jehová de los ejércitos a la pregunta. Él ha sacudido todas las naciones mediante la predicación de las buenas nuevas del Reino en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y las cosas deseables de las naciones ya han venido, y un número incalculable de ellas todavía vendrá antes de que Jehová complete el gran sacudimiento por medio de pelear la batalla del Armagedón y remover totalmente los temblorosos cielos y tierra de la organización del Diablo.—Agg. 2:20-23.
33. Junto con el ejemplo de los testigos antiguos, ¿con qué ha rodeado hoy Jehová a los de su resto espiritual para estímulo de ellos en la carrera hasta el fin?
33 En un tiempo nosotros los del resto solíamos pensar que en el tiempo de la más grande prueba, la prueba final, del resto, antes de o en el Armagedón, sería necesario que Jehová Dios levantara de entre los muertos la “nube tan grande de testigos” de tiempos antiguos, los “príncipes” (calculando que serían sólo setenta en total), para fortalecer a los del resto espiritual y darles seguridad divina en medio de su prueba más difícil. Pero hoy miren hacia arriba, ustedes los del resto, vean la nube tan grande de testigos modernos con la que Jehová Dios los ha rodeado, todos ellos mostrando la fe genuina de Abrahán, Isaac, Jacob y todos los profetas, aun si tienen que morir por ella detrás de la “Cortina de Hierro” o en otra parte. ¿Qué más que esto a manera de milagros divinos puede pedir el resto ungido ahora? ¡El compañerismo y apoyo leales de esta “grande muchedumbre” de testigos de Jehová modernos y su celo y fidelidad en guardar Sus mandamientos son un estímulo poderoso, junto con el ejemplo de la “nube tan grande” de testigos antiguos, para correr la carrera que está puesta delante de nosotros hasta el fin, hasta la victoria!—Heb. 12:1, 2, NM.
34. ¿Cómo los ha sacado Jehová de todas las naciones, y a quiénes son deseables y por qué?
34 Mediante el testimonio del Reino para el cual él ungió a su resto y lo envió a predicar Jehová ha sacado de todas las naciones a los que él desea y a quienes su resto desea apropiadamente, las personas que son de tan buena voluntad hacia Jehová que se dedican a él mediante Cristo el Rey reinante. Quizás éstas sean pobres, humildes y comunes, y las naciones tal vez no las estimen como de mucho valor y tal vez ahora llegan a odiarlas; no obstante a la vista de Jehová son las cosas más selectas que las naciones tienen, porque responden al testimonio del Reino, también lo hacen suyo y se unen al resto ungido en proclamarlo a todavía otros. Para Jehová sus vidas son de gran valor y él las protegerá de sus fuerzas ejecutoras en el Armagedón y les otorgará vida y sus privilegios hermosos en el nuevo mundo. Son tesoros verdaderos para Él, comparables a sus testigos fieles de tiempos antiguos.
¿CÓMO ES LLENADO?
35. ¿Cómo han mostrado que aprecian la autoridad de Jehová sobre la plata y el oro, y cómo ha llenado Jehová “esta Casa de gloria”?
35 Precisamente adentro del templo Jehová las trae, para que puedan adorar allí con religión pura, incontaminada, junto al resto ungido, porque allí es donde sus corazones están. Aprecian la declaración divina: “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los Ejércitos.” (Agg. 2:8) Por eso cuando vienen a su casa de adoración vienen trayendo sus tesoros de plata y oro, porque ellos incluyen todos esos tesoros cuando se dedican ellos y todo lo que tienen a Dios mediante Cristo. Gozosamente se gastan pecuniariamente y de otras maneras para efectuar la predicación del Reino en todo el mundo hasta que el fin del mundo llegue en el Armagedón. Así con la venida de las cosas deseables de todas las naciones la promesa de Jehová a su resto de obreros ungidos del templo se ha cumplido: “Y llenaré esta Casa de gloria, dice Jehová de los Ejércitos.” (Agg. 2:7) Allá en 1919 era el día de las cosas pequeñas para los obreros del templo, cosas aparentemente tan pequeñas como para ser despreciadas por las naciones orgullosas. Pero la profecía de Jehová garantizó resultados grandes para esa obra del templo, para esa reanudación de su adoración en su casa limpia: “Mayor será la gloria postrera de esta Casa que la gloria anterior, dice Jehová de los Ejércitos.” (Agg. 2:9) “El esplendor futuro de esta casa será más grande que el pasado.”—UTA.
36. ¿Cómo ha cumplido ya Jehová su palabra de que la gloria última de esta casa sería más grande que la anterior?
36 ¡Cuán cierto es ya eso hoy! Mediante el entrar los deseables con sus tesoros de devoción amorosa y de servicio teocrático “día y noche en su templo,” la casa de adoración de J Jehová se ha llenado de una gloria que eclipsa no sólo lo que aconteció con el templo de Salomón sino también lo que ha acontecido durante los diecinueve siglos que Jehová ha estado preparando las “piedras vivas” para la erección de un templo completo, “una casa espiritual.” Jamás ha habido alguna cosa semejante a esto para adornar y magnificar la casa de adoración de Jehová. El número de los del resto espiritual se hará más pequeño año por año a medida que Jehová quite a algunos de ellos de esta cantera de preparación terrestre y los coloque como “piedras vivas” en el templo celestial. Pero ¡oh las multitudes de cientos de miles de la clase más selecta de personas de todas las naciones que ahora se apiñan en la casa de adoración de Jehová, y los miles que están siendo agregados a éstas de año en año! ¡Qué gloria, qué imponente importancia, da esto a la casa de Jehová, una gloria que jamás disminuye sino que siempre aumenta a medida que el tiempo sigue su marcha al Armagedón! Verdaderamente todas las naciones tienen que saber ahora que Jehová tiene una casa de adoración y que está rebosando de adoradores. Su adoración es una realidad que no puede ser suprimida así como los hombres no podrían suprimir su “casa espiritual,” su templo de “piedras vivas.”
PAZ
37. ¿Qué seguridad nos da la profecía de Aggeo de que la disensión y el combate de las naciones afuera no invadirán esta casa?
37 La controversia, disensión y combate de las naciones mundanas afuera jamás invadirán los recintos sagrados de la casa de adoración de Jehová. El desacuerdo y peleas internas jamás disolverán la adoración del resto ungido y sus compañeros deseables de buena voluntad, y por lo tanto jamás robarán a su casa de su gloria que sobrepuja todo. “Mayor será la gloria postrera de esta Casa que la gloria anterior, dice Jehová de los Ejércitos; y en este lugar daré la paz, dice Jehová de los Ejércitos.” (Agg. 2:9) No las Naciones Unidas, sino la casa de adoración de Jehová, es el único lugar de paz sobre la tierra hoy, y las naciones de este mundo no pueden quitar esa paz. Es la dádiva de Jehová Dios a nosotros.
38. En cumplimiento de Zacarías 9:9, 10, ¿cómo ha destruido Jehová el carro, el caballo y el arco de batalla de Efraín y Jerusalén?
38 Cuando él predijo cómo su Rey Jesucristo vendría y sería colocado en la Sión celestial como el fundamento probado y ensayado del nuevo mundo, Jehová declaró: “Y yo cortaré de en medio de Efraím el carro de guerra, y el caballo de en medio de Jerusalem, y será destruído el arco de batalla; porque él hablará paz a las naciones; y tendrá dominio de mar a mar, y del río [el Éufrates, en un tiempo controlado por Babilonia] hasta los cabos de la tierra.” (Zac. 9:9, 10) Los carros, caballos y arcos de batalla todos eran símbolos antiguos de combate carnal. A veces los israelitas, divididos bajo el reino encabezado por Efraín y el reino encabezado por Jerusalén, usaban estos implementos de guerra en combate fratricida los unos en contra de los otros. Pero con el tiempo Jehová unió a Efraín y Jerusalén como un solo pueblo y acabó con el uso de las armas bélicas uno contra otro. Asimismo es con los del resto de sus israelitas espirituales: Sin importar de qué profesiones y lealtades religiosas o políticas eran anteriormente, Jehová mediante su Rey los une como una nación y los ayuda mediante su santo espíritu a adorarlo y servirle en paz. Los israelitas espirituales unidamente apoyan al Rey de Jehová.
39. ¿Por qué no es a las naciones mundanas que el Rey de Jehová habla paz hoy, y por lo tanto de qué están restringidos los testigos de Jehová?
39 Su Rey, el “Príncipe de Paz,” no limitará su reino de paz a un Israel espiritual unido, guardador de la paz. Jehová dice: “Él hablará paz a las naciones.” ¿Cómo puede ser eso, dado que Jesucristo no habla paz hoy a las naciones de este mundo? Él empuña el cetro de hierro para desmenuzar a todas las naciones como a simples vasos de alfarero en el Armagedón. Él desafía a todas las naciones a que luchen contra él allí, de acuerdo con la proclamación de Jehová a las naciones: “¡Declarad guerra; animad a los valientes! ¡acérquense y suban todos los hombres de guerra! ¡Forjad vuestras rejas de arado en espadas, y vuestras hoces en lanzas! diga aun el débil: ¡Yo soy valiente! ¡Apresuraos a venir, congregadas en una, todas las naciones de en derredor!” (Joel 3:9-11) Bajo mandato de hacer esta proclamación de guerra a todas las naciones, los testigos de Jehová no pueden y no se unirán a ninguna organización pacifista para instar a los gobiernos nacionales a que cesen de la guerra en el nombre del cristianismo. Los testigos de Jehová no prestarán ningún apoyo a la Resolución de Desarme aprobada el 8 de abril de [1953] por la Asamblea General de las Naciones Unidas bajo el engaño de trabajar por la paz duradera entre las naciones mundanas. El hacer tal cosa, por una parte, sería inútil. Por otra parte, y ésta es la más importante, sería contrario al mandato de Jehová a sus testigos.
40. Al buscar la respuesta a nuestra pregunta sobre el hablar el Rey paz a las naciones, ¿a qué ·profecía de Isaías en particular se nos in vita a escuchar?
40 ¿Qué, entonces, significa el que el Rey hable paz a las naciones? ¿Cuándo aplica? Escuche, y, mientras escucha, piense en la entrada de las cosas deseables de todas las naciones a la casa de adoración de Jehová: “Y acontecerá que en los postreros días, el monte de la Casa de Jehová será establecido como cabeza de los demás montes, y será ensalzado sobre los collados; y, como ríos, fluirán a él todas las naciones. Pues caminarán muchos pueblos, diciendo: ¡Venid, y subamos al monte de Jehová, a la Casa del Dios de Jacob! y él nos enseñará en cuanto a sus caminos, y nosotros andaremos en sus senderos; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y ellos forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces: no alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.”—Isa. 2:2-4.
41. ¿Cuándo tendremos desarme total y permanente de las naciones mundanas? ¿Por qué?
41 Las naciones de este mundo no son las que prestan atención a los juicios de Jehová o las que escuchan su reprensión. Sus conferencias y resoluciones de desarme no son para desarme total sino sólo para limitar los armamentos, y éstas jamás han hecho y jamás harán a este lado del Armagedón que las naciones forjen las espadas en rejas de arado y las lanzas en hoces y abandonen la espada y cesen de enseñar la guerra. Cuando la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” dé contra ellas, estarán completamente armadas con todas las armas mejoradas de la ciencia moderna, muchas de las cuales armas ni siquiera conocemos hoy. Pero cuando el Armagedón haya terminado, el Rey de Jehová habrá hecho añicos a todas esas naciones que están contra el Reino. Entonces por primera vez tendremos desarme total de esas naciones, y éste será permanente.
42. ¿Quiénes, entonces, de las naciones son los que ahora escuchan los juicios y la reprensión de Jehová, y cómo lo harán así aun en el Armagedón? ¿Por qué?
42 Por consiguiente son los de la “grande muchedumbre” de deseados de todas esas naciones y pueblos que ahora escuchan los juicios y la reprensión de Jehová y ahora andan en las sendas que él les enseña desde Sión y su templo. Estos ahora practican desarme total, convirtiendo a usos pacíficos y productivos lo que anteriormente se dedicó a combate mortal, abandonando la espada que literalmente solían levantar los unos contra los otros y ya no aprendiendo tal combate carnal. Cuando estalle el Armagedón y Jehová confunda a sus enemigos, ellos levantarán cada uno su mano contra su hermano. ¡Pero no sucederá así con esta “grande muchedumbre” que ha salido de todas las naciones y venido al “monte de Jehová” altamente ensalzado! Ellos extenderán la mano, cada uno prestando ayuda a su hermano, para que todos puedan mantenerse unidos en la “paz de Dios que sobrepasa a todo lo que se pueda pensar.” Esto será así porque todos ellos han fluído juntos a la casa de Jehová, “el Dios de Jacob,” y allí Él pone en vigor su propósito: “En este lugar daré la paz, dice Jehová de los Ejércitos.”—Agg. 2:9.
43. ¿Al presenciar qué vista cómo somos bendecidos, y cómo seremos bendecidos más en este respecto?
43 Contemplen, entonces, esta casa de adoración hoy llena de gloria, dotada de paz divina. Benditos somos al estar vivos para presenciar esta vista en vindicación de la palabra de Jehová. Benditos seremos al morar en su casa adorándolo puramente, “en la hermosura de la santidad,” y trabajando incansablemente para llenar su casa de aun mayor gloria, ayudando a todos los deseados que todavía quedan de todas las naciones a que vengan.
[Nota]
a La traducción de Young, que es muy literal, inserta aquí la preposición para y hace que el pasaje polemístico lea: “Y han venido para el deseo de todas las naciones, y he llenado esta casa con honor, dice Jehová de los ejércitos.” Sin embargo, no es necesario insertar una palabra, y una traducción adecuada del texto hebreo leería; “Y ellos, el deseo de todas las naciones, entrarán.”