Capítulo 15
Muchas naciones van a la ciudad del favor divino
1. Para los que querían ayunar, ¿cuáles fueron las buenas noticias de Jehová por medio de Zacarías?
AQUÍ ESTÁN las buenas noticias... para los que querían ayunar hace casi veinticinco siglos, y para los de hoy: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘El ayuno del cuarto mes, y el ayuno del quinto mes, y el ayuno del séptimo mes, y el ayuno del décimo mes llegarán a ser para la casa de Judá un alborozo y un regocijo y buenos períodos de fiesta.’”—Zacarías 8:19.
2. Un cambio de actitud de esa índole, ¿qué otro cambio exigía en el fondo de la situación, como en el caso de David según Salmo 30:1, 11?
2 Un cambio de esa índole ciertamente significaba un cambio en la actitud mental de los miembros de la restaurada “casa de Judá” allá en aquel tiempo remoto del siglo sexto a. de la E.C. . . . ¡y de nosotros hoy! Como fondo de la situación para tan radical cambio de punto de vista y conducta, tenía que haber un gran cambio en el conjunto de circunstancias implicado en el caso. Además, puesto que esto estaba predicho y por eso decretado por el Dios de ellos, tenía que haber una expresión misericordiosa del favor divino para con ellos. Fue tal como declaró los asuntos en su propio caso el rey David, que capturó el monte Sión y Jerusalén: “Te ensalzaré, oh Jehová, porque me has subido tirándome hacia ti y no has dejado que mis enemigos se regocijen sobre mí. Has cambiado mi duelo en danza para mí; has soltado mi saco, y me mantienes ceñido de regocijo.”—Salmo 30:1, 11.
3. Este cambio en el conjunto de circunstancias se produciría debido a ¿qué sentimiento de parte de Jehová para con sus adoradores y para con los enemigos de ellos?
3 Al profeta Zacarías se le dijo cómo sucedería esto, precisamente después de haber surgido la pregunta de si los judíos restaurados debían ayunar o no. Sobre esto leemos la primera declaración de Jehová en una serie que se encuentra en el relato de Zacarías: “Y la palabra de Jehová de los ejércitos continuó ocurriendo, diciendo: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Ciertamente estaré celoso por Sión con gran celo, y con gran furia estaré celoso por ella.”’” (Zacarías 8:1, 2) Los sentimientos de Jehová al respecto serían como los de un hombre de cuya esposa han abusado, a quien han ultrajado, los enemigos de él. Puesto que él no había rechazado a monte Sión (o Jerusalén) abandonándola por completo, él sería muy celoso, solícitamente activo en hacer que ella se recobrara del estado de deshonra en que había sido puesta ante los ojos del mundo. Él sería muy vigilante en cuanto a salvaguardar los intereses de ella y demostrar que ella había sido restablecida en su favor. Esto, aunque significaba favor divino para ella, significaba furia contra los que la habían deshonrado y contra los que estaban tratando de estorbar su recobro completo, especialmente como adoradora de Jehová. El celo de él por esto sería igual en grado a su furia contra sus enemigos.
4. ¿Había vuelto plenamente Jehová a Jerusalén para entonces? ¿Cuándo fue posible para Él ese volver completo?
4 Por setenta años, mientras los judíos deportados estuvieron desterrados en Babilonia, la ciudad de Jerusalén y el país o tierra de Judá habían estado desolados, sin hombre ni animal doméstico. En 537 a. de la E.C. Jehová de los ejércitos cumplió fielmente su palabra y trajo de regreso a su país de origen al resto arrepentido. Pero en cierto sentido Jehová no había vuelto plenamente entonces al monte Sión o Jerusalén. Los había traído de regreso para que construyeran un segundo templo para su adoración en Jerusalén. Por dieciséis años ellos habían permitido que los enemigos suprimieran la construcción de aquella casa santa de adoración, y ahora, cuando Jehová habló en este caso por su profeta Zacarías, el templo todavía no estaba completado o inaugurado para el servicio divino. Por eso, no sería sino hasta que al templo se le colocara su rasgo culminante, su piedra de remate, y fuera inaugurado por sus sacerdotes, sí, no sería hasta entonces que Jehová habría vuelto plenamente a la ciudad santa. Sería primeramente entonces que él estaría tomando residencia en ella por medio de tomar residencia en el Santísimo del templo terminado, por Su espíritu.
5. Según la declaración de Jehová, ¿cómo se llamaría todavía a Jerusalén como ciudad, y también a la montaña de Jehová?
5 Por eso ahora viene la segunda promesa divina presentada con la declaración “Esto es lo que ha dicho Jehová [de los ejércitos],” como introducción formal: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Ciertamente volveré a Sión y residiré en medio de Jerusalén; y Jerusalén ciertamente será llamada la ciudad de apego a la verdad, y la montaña de Jehová de los ejércitos, la santa montaña.’”—Zacarías 8:3.
6. ¿Por qué habría de llamarse a la elevación montañosa de Jerusalén “la santa montaña,” y ser llamada ella misma “la ciudad de apego a la verdad”?
6 El templo completado santificaría la altura montañosa de Jerusalén, y esta elevación consecuentemente sería llamada “la santa montaña.” Debido a que Jerusalén como capital provincial de Judá habría mostrado así ser veraz con relación a su compromiso de adorar a Jehová y habría puesto los intereses de Su adoración pura en primer lugar y por delante de todo lo demás, Jerusalén sería correctamente llamada “la ciudad de apego a la verdad.” En ella se practicaría la adoración verdadera. Las verdades de la adoración pura e incontaminada del Dios verdadero se hablarían en ella. Su ubicación montañosa sería llamada “la montaña de Jehová.” ¡Cuánto significa para nosotros hoy esta promesa de Dios!
7. Según la tercera promesa de Jehová, ¿qué sería indicación de la expectativa de vida de la gente de Jerusalén, y qué sería notable en sus plazas públicas?
7 Pero eso no era todo, porque ahora viene una tercera promesa de favor divino: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Todavía se sentarán ancianos y ancianas en las plazas públicas de Jerusalén, cada uno también con su báculo en su mano debido a la abundancia de sus días. Y las plazas públicas de la ciudad mismas estarán llenas de niños y niñas que jugarán en sus plazas públicas.’”—Zacarías 8:4, 5.
8. Ese cuadro profético raya en el cumplimiento de ¿qué profecía del capítulo sesenta y cinco de Isaías 65?
8 ¡Qué deleitable cuadro es éste de buena salud física y paz y seguridad y de un buen aumento en la población, sin que dañe el cuadro la apesadumbradora muerte precoz de infantes! Raya en el cumplimiento de la profecía de Isaías que se entregó más de ciento veinticinco años antes de la desolación de setenta años de Jerusalén y la tierra de Judá sin hombre ni animal doméstico:
“Porque aquí estoy creando nuevos cielos y una nueva tierra; y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón. Pero alborócense y estén gozosos para siempre en lo que estoy creando. Porque aquí estoy creando a Jerusalén una causa para gozo y a su pueblo una causa para alborozo. Y ciertamente estaré gozoso en Jerusalén y me alborozaré en mi pueblo; y ya no se oirá más en ella el sonido de llanto ni el sonido de un lastimero clamor.
“Ya no llegará a haber de aquel lugar un niño de pecho de unos cuantos días de edad, ni un anciano que no cumpla sus días; porque uno morirá como mero muchacho, aunque cuente con cien años de edad; y en cuanto al pecador, aunque cuente con cien años de edad se invocará el mal contra él. Y ciertamente edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto. No edificarán y otro lo ocupará; no plantarán y otro lo comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal. No será para nada que se afanarán, ni darán a luz para disturbio; porque son la prole que está compuesta de los escogidos de Jehová, y sus descendientes con ellos.”—Isaías 65:17-23.
9. ¿Qué comparación existe entre la heredad espiritual de los adoradores de Jehová en la Tierra y las naciones mundanas en cuanto a paz y seguridad hoy?
9 En estos días, desde que en el año 1919 E.C. el resto fiel del Israel espiritual fue restaurado a su heredad espiritual dada por Dios, ¿qué hallamos? Las naciones políticas de la Tierra están presentando un espectáculo de tratar de mantener la paz y seguridad mundial por medio de las Naciones Unidas que ahora tienen 135 naciones miembros, pero hay poca seguridad en todas partes de la Tierra. Además, la paz de toda la humanidad está constantemente bajo la amenaza de una guerra nuclear por las superpotencias de las naciones, democráticas y comunistas. No obstante, dentro de la heredad espiritual de los adoradores de Jehová se encuentra bendita paz y seguridad. Aunque al resto espiritual se ha unido, particularmente desde 1935 E.C., una “grande muchedumbre” de discípulos de Cristo dedicados y bautizados procedentes de “todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas,” no hay rivalidad internacional ni tensión ni conflicto entre ellos. En lugar de eso, entre ellos reina el amor fraternal, fruto del espíritu de Dios.
10. ¿Cómo podemos ver un cumplimiento de la promesa de Jehová en Zacarías 8:4, 5 en sentido físico y en sentido espiritual?
10 Desde el fin de la I Guerra Mundial en 1918 hasta ahora han pasado mucho más de cincuenta años, y sin embargo cierta cantidad del resto original que sobrevivió las aflicciones de aquel período caracterizado por pruebas han seguido viviendo, sí, aun a través de la II Guerra Mundial. Para este tiempo literalmente han envejecido en lo físico, sí, y algunos hasta usan bastón o báculo cuando caminan, debido a la “abundancia de sus días.” Y muchos de éstos han criado hijos, suministrándoles dirección en la adoración del único Dios vivo y verdadero. Pero, cuando buscamos un cumplimiento espiritual de esta encantadora profecía, podemos ver que los ‘ancianos y ancianas que se sientan en las plazas públicas de Jerusalén’ son un cuadro de los miembros del resto del Israel espiritual que pasaron por las persecuciones y la disciplina de la primera guerra mundial. Los “niños y niñas que jugarán en sus plazas públicas” representan a los miembros de ese resto que Jehová de los ejércitos añadió al resto espiritual desde el año posbélico de 1919 y en adelante. Juntos, tanto los viejos como los jóvenes crecen espiritualmente en fe, esperanza y amor mientras disfrutan juntos de la paz y seguridad de su heredad espiritual.
11. Allá, ¿qué se requirió para esperar el cumplimiento de aquella profecía, y, por lo tanto, qué dijo la cuarta declaración de Jehová?
11 Al principio se necesitó una fe tremenda para creer que aquellas cosas acontecerían, y por consiguiente se necesitó fe para apegarse a la organización de adoradores de Jehová que acababa de ser restaurada. Dios mostró que él se daba cuenta de cómo sentía y pensaba su pueblo en cuanto a aquel asunto, cuando hizo su cuarta declaración de promesa, diciendo a su resto repatriado: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Aunque parezca demasiado difícil a los ojos de los que queden de este pueblo en aquellos días, ¿debería parecer demasiado difícil también a mis ojos?’ es la expresión de Jehová de los ejércitos.”—Zacarías 8:6.
12. ¿Cómo ayudó Jehová al resto sobreviviente en cuanto a organización y discernimiento de cuestiones? Y según las realidades de hoy, ¿era demasiado difícil para Jehová cumplir la promesa?
12 Al principio de la obra en 1919 E.C. para restaurar y dar expansión a la adoración pura e incontaminada de Jehová de los ejércitos, fue verdaderamente difícil para el resto restaurado discernir y comprender todas las cosas maravillosas que Jehová se proponía lograr para con ellos y por medio de ellos durante esta “conclusión del sistema de cosas,” este “tiempo del fin.” Pero, pacientemente, poco a poco corrigió el entendimiento que ellos tenían de las profecías y la actitud de ellos hacia la organización teocrática. Él los dirigió y los protegió en la obra cristiana que había de hacerse en este tiempo tan importante. Les ayudó a discernir las cuestiones a que se encaraba un adorador cristiano de Jehová en medio de la lucha internacional por la dominación del mundo. Más que eso, los ayudó a adoptar la posición bíblica en cuanto a esas cuestiones de modo que quedaran dentro de Su favor. Medio siglo atrás lo que ahora vemos logrado dentro y por medio de Su organización teocrática parecía demasiado difícil para realizarse a los ojos del resto pequeño del Israel espiritual. Pero, ¿resultó ser demasiado difícil para Jehová de los ejércitos? Las realidades de hoy dicen: ¡No!
13. En contraste con la pérdida de miembros para Babilonia la Grande, ¿qué dijo Jehová en su quinta promesa?
13 A medida que examinamos los hechos de hoy día cuando los multitudinarios sistemas religiosos de Babilonia la Grande van perdiendo miembros que ceden a las atracciones de este mundo moderno, notamos que Dios ha efectuado irresistiblemente su quinta expresión promisoria: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Aquí estoy salvando a mi pueblo de la tierra del naciente y de la tierra de la puesta del sol. Y ciertamente los traeré, y tendrán que residir en medio de Jerusalén; y tendrán que llegar a ser mi pueblo, y yo mismo llegaré a ser su Dios en apego a la verdad y en justicia.’”—Zacarías 8:7, 8.
14. Según lo prometido, ¿a dónde ha reunido Jehová a los del resto espiritual, y en qué los ha introducido?
14 En obediencia a los mandatos divinos por medio de Jesucristo, el resto restaurado de israelitas espirituales ha proclamado las buenas nuevas del reino mesiánico de Dios en toda la tierra habitada y para testimonio a todas las naciones. Se han esforzado por hacer discípulos de Cristo de gente de todas las naciones, bautizando en agua a estas personas según el propio ejemplo de Cristo y enseñando a estos discípulos lo que Cristo ordenó como aquel a quien Jehová Dios había dado todo el poder necesario en el cielo y en la Tierra. (Mateo 24:14; 28:18-20) Desde el Extremo Oriente y desde el Extremo Occidente los miembros finales de la “nación santa” de Israel espiritual han sido recogidos, bajo guía angelical. Pero no a la Jerusalén terrestre que es capital de la República de Israel. ¿A dónde, pues? A la heredad espiritual que Dios ha dado al “Israel de Dios” en la Tierra, y a una unidad de organización teocrática y una unidad de actividad y adoración pura a Jehová en Su templo espiritual.—Gálatas 6:15, 16.
LAS NACIONES NOTARÁN LA PROSPERIDAD ESPIRITUAL
15, 16. (a) En prueba de que han llegado a ser su pueblo y de que Él ha llegado a ser Dios de ellos, ¿qué hace él? (b) Según la sexta declaración de Jehová, ¿cuál había sido la condición económica y el estado social del resto restaurado?
15 El Dios verdadero prueba quiénes precisamente son su pueblo aceptado por la manera en que los favorece al cumplir Sus promesas proféticas. Él prueba que Él, el Dios de la Biblia, ha llegado a ser el Dios de ellos al mostrar apego a la verdad en cuanto a sus profecías y su pacto con ellos y así hacer lo que es justo para el beneficio de ellos. Sí, él los cuenta como justos a Su vista, perdonándolos por medio del sacrificio de rescate de Su Sumo Sacerdote, Jesús el Mesías. En armonía con esto, favorece a Su resto restaurado con prosperidad espiritual a tal grado que gentes de las naciones lo notan y hablan de ello como excelente ejemplo de un estado bendito. Por eso en la sexta declaración de promesa de Dios él habla de un cambio de acción por él:
16 “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Que sus manos sean fuertes, ustedes los que están oyendo en estos días estas palabras de la boca de los profetas, en el día en que se colocó el fundamento de la casa de Jehová de los ejércitos, para que el templo sea edificado. Porque antes de aquellos días no se hizo que existiera salario para la humanidad; y en cuanto al salario de los animales domésticos, no había tal cosa; y para el que salía y para el que entraba no había paz debido al adversario, puesto que seguí impeliendo a todos los hombres uno contra el otro.’
17. ¿Qué cambio de condiciones acontecería ahora, y, por lo tanto, cómo cambiarían las naciones su manera de hablar acerca del resto restaurado?
17 “‘Y ahora no seré como en los días anteriores a los que queden de este pueblo,’ es la expresión de Jehová de los ejércitos. ‘Porque habrá la semilla de la paz; la vid misma dará su fruto, y la tierra misma dará su producto, y los cielos mismos darán su rocío; y ciertamente haré que los que quedan de este pueblo hereden todas estas cosas. Y tiene que ocurrir que tal como ustedes llegaron a ser una invocación de mal entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así los salvaré, y tienen que llegar a ser una bendición. No tengan miedo. Sean fuertes sus manos.’”—Zacarías 8:9-13.
18. ¿Por qué hubiera sido inconsistente el que Jehová bendijera al resto restaurado mientras estuvieran dejando sin terminar la obra del templo debido al temor a los hombres?
18 Estas palabras divinas nos recuerdan que el templo de Jerusalén todavía no estaba terminado en Jerusalén. Unos dos años antes de esto, el resto procedente de todas las tribus de Israel, de la “casa de Judá y casa de Israel,” había reanudado la obra en el fundamento del templo. Esa obra había sido emprendida de nuevo bajo el estímulo y ánimo suministrado por los profetas Ageo y Zacarías. (Ageo 2:10-19; Zacarías 1:1-7; Esdras 4:23 a 5:2) Hasta aquel tiempo la obra del templo había quedado en suspenso por unos dieciséis años. Si Jehová los hubiera bendecido y les hubiera dado prosperidad material durante todos aquellos años en que su templo fue descuidado, hubiera parecido que a él no le importaba si se completaba y se ponía en uso o no su casa de adoración. Él había profetizado que aquel segundo templo se construiría en Jerusalén. Había libertado de Babilonia al resto de desterrados judíos para que regresaran a su tierra de origen específicamente para reconstruir Su templo. (Isaías 44:26 a 45:6) ¿Cómo podía él bendecirlos cuando temían a los hombres y habían cesado de construir Su casa de adoración y se habían hecho materialistas?
19. ¿Por qué no había paz desde el exterior ni paz en el interior, y qué era necesario que hiciera el resto para que hubiera un cambio?
19 Durante aquellos años en que los desterrados que habían recibido restauración estuvieron descuidando la comisión que Dios les había dado y no estuvieron esforzándose por magnificar a Jehová de los ejércitos por medio de completar el templo a Su nombre, las condiciones en Jerusalén y la provincia de Judá fueron malas, no solo espiritualmente, sino también materialmente, económicamente. Había desempleo para el hombre y el animal doméstico. Las condiciones del tiempo causaban daño a las siembras que crecían y causaban mengua en sus cosechas. Naciones vecinas hostiles interferían con los asuntos de ellos de manera religiosa y en otros sentidos. No había paz entre ellos mismos como compañeros israelitas debido a que cada uno buscaba sus propios objetivos egoístas, materialistas. Evidentemente la indignación de Dios estaba contra ellos. Era necesario que con arrepentimiento volvieran a Él para que él volviera a ellos con favor.
20. ¿Con qué mandato abrió y cerró Jehová su sexta declaración promisoria, y por qué?
20 Misericordiosamente Dios les llamó la atención a sus faltas, por medio de sus profetas Ageo y Zacarías. Al recibir la seguridad de que Jehová de los ejércitos estaba con ellos aunque todo el Imperio Persa estuviera contra ellos, cobraron ánimo y, desafiando toda probable interferencia humana, reanudaron la obra que Dios les había asignado en el fundamento del templo, con la resolución de seguir adelante hasta terminar la obra. “Desde este día otorgaré bendición,” dijo Jehová de los ejércitos por su profeta Ageo (2:19). Eso fue en el segundo año del reinado del rey Darío I de Persia. Ahora, cuando Jehová hizo sus diez declaraciones promisorias por medio de Zacarías, era el cuarto año del rey Darío. Ahora habían comenzado las bendiciones divinas sobre la nación de edificadores del templo. Pero todavía había mucho trabajo que hacer para terminar aquella casa de adoración a pesar del desagrado de los que odiaban a Jehová. Los edificadores del templo tenían que seguir trabajando. Apropiadamente él abrió y cerró su sexta declaración promisoria con el mandato de que las manos trabajadoras de ellos fueran fuertes. “No tengan miedo,” dijo él. No teman a los hombres, sino a Dios.
21. Cuando las naciones de alrededor pidieran que a otras les viniera una maldición o una bendición, ¿a quién usarían como ilustración, y por qué?
21 Cuando completaran el templo el favor y la bendición de Dios estarían sobre ellos cabalmente. Durante los muchos años de su indiferencia en cuanto a construir el templo, la condición de ellos se había hecho tan mala en cuanto a paz, seguridad y bienestar material que las naciones de alrededor pensaban que la tierra de Judá y sus desterrados que habían sido restaurados estaban bajo una maldición. Y por eso, al maldecir a otras, aquellas naciones pedían que éstas fueran maldecidas con una maldición como la que estaba sobre aquellos israelitas en la tierra de Judá. Pero ya no sería verdad esto cuando el templo de Jehová fuera terminado. Entonces las naciones sorprendidas observarían que el Israel restaurado había entrado en una condición de bendición bajo el favor de su Dios. Por consiguiente, al pedir que a otras les vinieran bendiciones, aquellas naciones usarían el estado de bendición de Israel como ejemplo.
22. ¿Cómo ha sucedido una cosa semejante en este siglo veinte? Y, después de cinco décadas de trabajo, ¿qué comparación existe entre los testigos de Jehová y la cristiandad en sentido espiritual?
22 Lo mismo sucede, también, en este siglo veinte E.C., en esta “conclusión del sistema de cosas.” Hasta el momento en que el resto restaurado del Israel espiritual se puso a efectuar, ante todo en sus propias vidas, trabajo duro y sincero de restaurar y extender la adoración pura e incontaminada en el templo espiritual de Jehová, hubo dificultades desde el exterior y desde el interior. Los opositores religiosos en la cristiandad los maldijeron, interfirieron con ellos, febrilmente trataron de acabar con ellos o suprimir su obra del templo. Pero después de cinco décadas de atender sin desvío la adoración de Jehová y los intereses de Su reino mesiánico, ¿qué comparación se puede hacer entre el resto ungido de testigos cristianos de Jehová y la cristiandad? ¿Quién prospera en sentido espiritual cristiano? ¿Quién tiene la bendición divina debido a apegarse estrictamente a la Santa Biblia y hacer la obra de Dios como se señala en ella? Hasta los clérigos de la cristiandad expresan el deseo de que los miembros de sus iglesias tuvieran el celo, la fe, el ánimo o valor y conocimiento de la Biblia que los testigos cristianos de Jehová tienen y prosperaran religiosamente como lo han hecho esos testigos.
DIOS CAMBIA DE MANERA DE PENSAR PARA CON SU PUEBLO
23. ¿Debido a qué cambio de manera de pensar por parte de Dios no tenía que tener miedo ahora el resto?
23 Viene más estímulo fortalecedor al resto obediente de Dios a medida que Él hace su séptima declaración promisoria, diciendo: “Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Tal como tenía pensado hacerles lo que era calamitoso debido a que sus antepasados me indignaron,’ ha dicho Jehová de los ejércitos, ‘y no sentí pesar, así de nuevo ciertamente tendré pensado en estos días tratar bien con Jerusalén y con la casa de Judá. No tengan miedo.’”—Zacarías 8:14, 15.
24. ¿Por qué no fue caso de mal genio por parte de Dios el que Jehová pensara hacer que les viniera calamidad a sus antepasados?
24 Jehová admite aquí que él había pensado hacerle lo que era calamitoso a la nación de Israel debido a que los antepasados del resto fiel lo habían indignado. Pero esto no quería decir ninguna clase de mal genio y molestia encolerizada de parte de Él. La calamidad que pensaba traerle a la nación o dejar que le viniera a la nación estaba en estricta armonía con el conjunto calmadamente declarado de advertencias sobre las maldiciones que sufrirían por violar su parte del pacto nacional con Él. Con toda imparcialidad él les había dado esta advertencia mucho tiempo antes por medio del profeta Moisés:
“Jehová levantará contra ti una nación lejana, desde el cabo de la tierra, tal como se abalanza un águila, una nación cuya lengua no entenderás, nación de semblante fiero, que no será parcial para con el anciano ni le mostrará favor al joven.
“Y tiene que suceder que tal como Jehová se alborozó sobre ustedes para hacerles bien y para multiplicarlos, así se alborozará Jehová sobre ustedes para destruirlos y para aniquilarlos; y simplemente serán arrancados de sobre el terreno al cual estás yendo para tomar posesión de él.
“Y Jehová ciertamente te esparcirá entre todos los pueblos desde el un cabo de la tierra hasta el otro cabo de la tierra, y allí tendrás que servir a otros dioses que no has conocido.”—Deuteronomio 28:49, 50, 63, 64; vea también Levítico 26:27-43.
25. (a) ¿Por qué no hubo injusticia cuando Jehová dejó que aquellas maldiciones se realizaran? (b) ¿Qué cambio divino de manera de pensar se estaba efectuando ahora, y por qué?
25 Por lo tanto fue solo un justo poner en vigor, por Su parte, del pacto nacional con Jehová, cuando él dejó que los israelitas violadores de la ley fueran “arrancados de sobre el terreno” por los asirios y por los babilonios y entonces dejó que la tierra de Judá quedara completamente desolada por setenta años. Pero ahora, después que había disciplinado a la nación según los términos de Su pacto con ellos, misericordiosamente pensaba hacerles las cosas opuestas a aquéllas. Comenzó haciendo que el resto fiel arrepentido volviera a Jerusalén y la tierra de Judá. El que ellos se hubieran retraído de construir el templo debido al temor no podía tener y no tuvo la bendición de Él. Pero ahora, “en estos días,” en los días en que con confianza emprendieron de nuevo la obra en el templo y valerosamente siguieron adelante con ella, Jehová con aprecio pensaba “tratar bien con Jerusalén y con la casa de Judá.” Por eso, si Jehová de los ejércitos estaba por ellos y con ellos para que lo adoraran con todo su corazón, no deberían temer a los hombres.
26. En este siglo veinte, ¿cómo se ha visto que esta séptima declaración promisoria aplica de modo igual al resto espiritual?
26 En tiempos modernos Jehová ha cumplido esta promesa que aplica de modo igual al fiel resto del Israel espiritual. Por delincuencias, fueron esparcidos durante la I Guerra Mundial de la heredad espiritual que Dios les había dado. Pero hoy pueden mirar al pasado a los muchos años desde su restauración en 1919 E.C. y pueden ver lo maravillosamente bien que el Dios cuyo nombre llevan ha tratado con ellos por la obra que han hecho en la restauración de la adoración pura de él.
27. ¿Qué quería Jehová que el resto restaurado hiciera ahora, y en armonía con qué dos mandamientos estaba de acuerdo esto?
27 No obstante, hay cosas vitales que los que han sido misericordiosamente restaurados al favor divino deben hacer. Lo que Jehová les dice que hagan está de acuerdo con los dos mayores mandamientos de la Ley, a saber, amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Leemos: “‘Estas son las cosas que ustedes deben hacer: Hablen verazmente unos con otros. Con verdad y el juicio de la paz hagan su juzgar en sus puertas. Y calamidad no tramen unos para otros en sus corazones, y no amen ningún juramento falso; porque todas éstas son cosas que yo he odiado,’ es la expresión de Jehová.”—Zacarías 8:16, 17.
28. Por eso, ¿cómo habían de ser mantenidas en sus “puertas” o tribunales de ley la verdad y la justicia, y qué objeto tenía el juzgar con el “juicio de la paz”?
28 Las cosas que Jehová de los ejércitos odia el resto restaurado no debe hacerlas, para permanecer en Su favor. En sus puertas o tribunales de ley tiene que ejecutarse la justicia. No debe recurrirse a juramento falso para causar calamidad no merecida al semejante de uno. Uno debe ser honrado en lo que dice a su semejante o jura en la corte o tribunal, y siempre hablar la verdad y no decir una cosa con la boca de uno pero tener otra cosa en el corazón engañoso de uno. Al arreglar cualquier asunto que esté en disputa de modo judicial, el objeto debe ser producir paz entre los que acuden a la ley; y este objetivo de la paz puede alcanzarse solo si en la corte o tribunal se sostienen la verdad y la justicia. Debemos amar lo que Dios ama, no lo que él odia.
29. ¿Cómo mostró el apóstol Pablo que Zacarías 8:16 aplica al resto cristiano, y cómo es que hablan la verdad así?
29 ¿Aplica esto al resto ungido del Israel espiritual? Muy ciertamente aplica. Al escribir a los creyentes en Éfeso, Asia Menor, abogando por la unidad cristiana, el apóstol Pablo dijo: “Hablando la verdad, por el amor crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, Cristo. Por lo cual, ahora que ustedes han desechado la falsedad, hable verdad cada uno de ustedes con su prójimo, porque somos miembros que nos pertenecemos unos a otros.” (Efesios 4:15, 25) Manifiestamente el apóstol citaba aquí parte de Zacarías 8:16 y apropiadamente lo aplicaba a cristianos que eran el “Israel de Dios.” (Gálatas 6:15, 16) El hablar verazmente o hablar la verdad unos con otros también significaría decirse las verdades bíblicas unos a otros, y no las falsedades religiosas de Babilonia la Grande. De ese modo promovemos la adoración pura de Dios en su templo espiritual.
DE AYUNO A BANQUETE
30. Según la octava declaración promisoria de Jehová, ¿qué clase de ocasiones llegarían a ser los tiempos que hasta entonces habían sido de ayuno?
30 Tan solo porque siete es un número bíblico que denota la perfección de modo espiritual Dios no se detiene con haber dado la séptima declaración promisoria que se acaba de señalar. Sigue adelante a una octava, como leemos ahora: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘El ayuno del cuarto mes, y el ayuno del quinto mes, y el ayuno del séptimo mes, y el ayuno del décimo mes llegarán a ser para la casa de Judá un alborozo y un regocijo y buenos períodos de fiesta. Por lo tanto amen la verdad y la paz.’”—Zacarías 8:19.
31. ¿La pregunta de quiénes en cuanto a ayunar contestó eso, y por qué no era propio ahora continuar aquellos ayunos con duelo?
31 Aquí había una respuesta directa y positiva a Sarezer y Regem-melec, que habían sido enviados desde la ciudad de Betel a preguntar si deberían continuar observando una abstinencia de alimento, junto con duelo, durante el quinto mes. (Zacarías 7:1-3) Ahora que la edificación del segundo templo en Jerusalén seguía adelante a su grandiosa terminación, no era tiempo para lamentar la destrucción pasada de Jerusalén y su templo allá en 607 a. de la E.C., o más de ochenta años antes. Era Su voluntad para ellos que se regocijaran en la bondad que en aquel momento él les estaba mostrando y que se alborozaran con la disolución de toda la obra de destrucción que los babilonios habían hecho en Jerusalén y la tierra de Judá. ¡Fuera con los ayunos de duelo! ¡A disfrutar de buenos períodos de fiesta!
32. ¿Cómo se ha cumplido en el Israel espiritual cristiano esta promesa divina, y qué único día de cada año observa el resto en obediencia al mandato de Cristo?
32 ¡Qué magníficamente se ha cumplido en el Israel espiritual cristiano esta promesa divina que se le expresó al Israel antiguo! El resto ungido hoy día no observa ninguno de los ayunos ni períodos de duelo del Israel antiguo. Ni siquiera el Yom Kippur o Día de Expiación anual en el día diez del séptimo mes lunar (Tisri). (Levítico, capítulo 16) Se regocijan en el verdadero Día de Expiación según lo efectuó el Sumo Sacerdote de Jehová, Jesucristo, por medio de su sacrificio perfecto de expiación, el mérito del cual Jesucristo presentó a Jehová en el cielo en 33 E.C. a favor de toda la humanidad. (1 Juan 1:7 a 2:2) El único día que el resto de Israel espiritual observa cada año es el día de la muerte de Cristo en sacrificio en el Día de la Pascua, el 14 de Nisán, en obediencia al propio mandato de Cristo a sus discípulos. Así, cuando el resto sobreviviente observó la Cena del Señor después de la puesta del Sol el 13 de abril de 1919, hubo más de 17.961 personas que se reunieron por todo el mundo para observar Su muerte expiatoria. Pero el martes 17 de abril de 1973, después de la puesta del Sol, hubo 3.994.924 personas que asistieron, y 10.523 de éstas participaron del pan sin levadura y el vino emblemáticos.—Lucas 22:7-20.
33. ¿Qué gran concurrencia a la Cena del Señor en 1973 por todo el mundo se explica debido a qué profecía en la novena declaración promisoria de Jehová?
33 ¿De dónde vinieron todos esos más de 3.900.000 observadores, además de los 10.523 participantes, en esta últimamente mencionada observancia de la Cena del Señor? Este fenómeno mundial del año 1973 se explica debido al cumplimiento de la novena declaración promisoria de Jehová, según se registra en Zacarías 8:20-22: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Todavía será que los pueblos y los habitantes de muchas ciudades vendrán; y los habitantes de una ciudad ciertamente irán a los de otra, diciendo: “Vamos encarecidamente a ablandar el rostro de Jehová y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo mismo ciertamente iré también.” Y muchos pueblos y poderosas naciones realmente vendrán a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén y a ablandar el rostro de Jehová.’”
RECOGIMIENTO INTERNACIONAL A LA CIUDAD DE DIOS
34. (a) ¿De qué manera vienen ahora al centro de adoración de Jehová “pueblos” y “naciones”? (b) ¿Abarca este recogimiento a individuos de “muchos pueblos y poderosas naciones” y “muchas ciudades”?
34 No habían de venir “pueblos” enteros y “naciones” enteras así al centro de adoración de Jehová y a apaciguarlo para obtener su favor. Individuos de esos pueblos y naciones harían eso. Aquí no se quería decir conversión mundial al judaísmo, de ninguna manera. Por eso, cuando examinamos el Anuario de los testigos de Jehová para 1974 aprendemos que estos testigos cristianos de Jehová se encuentran en 208 países e islas. La lista de estos países e islas abarca “muchos pueblos y poderosas naciones.” Y en cuanto a los “habitantes de muchas ciudades,” el Anuario para 1974 revela que, para el tiempo del 31 de agosto de 1973, había 31.850 congregaciones de testigos cristianos de Jehová por todo el globo terráqueo. Tan solo la ciudad de Nueva York tenía 241 de esas congregaciones en varios idiomas. En total, las Biblias y literatura bíblica de estos cristianos que adoran a Jehová se imprimen en 165 idiomas. Adoran a Jehová como lo hizo Jesucristo mismo.
35. ¿Por qué no van a la Jerusalén terrestre de hoy día, y, por eso, donde adoran a Jehová?
35 No, no van a la Jerusalén terrestre de hoy día, donde se halla una mezquita mahometana, el Domo o Cúpula de la Roca, en la ubicación donde solía hallarse el templo de Jerusalén. Reconocen la existencia de lo que Hebreos 12:22 llama “un monte Sión y una ciudad del Dios vivo, . . . Jerusalén celestial.” Se alborozan y se regocijan por el hecho de que al fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 E.C. el reino mesiánico de Dios fue establecido en aquel monte Sión, y allí está entronizado Jesucristo, “hijo de David, hijo de Abrahán.” (Mateo 1:1) Por lo tanto, ya las naciones gentiles no están pisoteando el derecho que Dios dio a la familia real de David de reinar en la ciudad de Dios. (Lucas 21:20-24) Dan su lealtad jurada a este reino mesiánico, que, dentro de muy poco, destruirá a todos los gobiernos gentiles de la Tierra y reinará para siempre para la vindicación de la soberanía universal de Jehová de los ejércitos. En los patios terrestres de Su templo espiritual lo adoran y disfrutan de Su favor.—Salmo 84:2, 10; 116:18, 19.
36. Según la declaración promisoria culminante de Jehová, ¿cuántos habían de asir la falda de un judío, y qué le habían de decir?
36 Ciertamente maravilloso es el cumplimiento del día actual de aquella novena declaración promisoria hecha por el Señor Soberano Dios. Pero todavía hay una expresión promisoria culminante, la décima, de esta magnífica serie de promesas divinas. De manera que en el versículo final (23) de este octavo capítulo de la profecía de Zacarías leemos: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Será en aquellos días que diez hombres de todos los lenguajes de las naciones asirán, sí, realmente asirán la falda de un hombre que sea judío, diciendo: “Ciertamente iremos con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes.”’”—Zacarías 8:23.
37. Para entender a quién se hace referencia con el término “judío,” ¿qué regla guiadora que declaró un judío natural tenemos que considerar?
37 Para entender correctamente esta profecía acerca de la “falda de un hombre que sea judío,” tenemos que considerar la regla guiadora dada por un hombre que era “circuncidado al octavo día, del linaje familiar de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo nacido de hebreos; respecto a ley, fariseo”; a saber, el apóstol Pablo, quien antes estuvo, “respecto a celo, persiguiendo a la congregación.” (Filipenses 3:5, 6) Al escribir a la congregación cristiana del primer siglo en Roma, este judío o israelita natural dijo: “No es judío el que lo es por fuera, ni es la circuncisión la que está afuera en la carne. Mas es judío el que lo es por dentro, y su circuncisión es la del corazón por espíritu, y no por un código escrito. La alabanza de ése viene, no de los hombres, sino de Dios.”—Romanos 2:28, 29.
38. (a) Por eso, si la extracción racial no cuenta en este asunto, ¿qué cuenta, hasta en el caso de los judíos naturales? (b) ¿Hasta cuándo estuvo compuesta la congregación cristiana exclusivamente de judíos naturales y prosélitos, y entonces, qué selección tuvo que hacer Cornelio?
38 Por esta razón el cumplimiento de Zacarías 8:23 no depende de ninguna superioridad racial según la carne. Nadie ase la “falda de un hombre que sea judío” porque sea judío según el nacimiento natural. Aquello con que uno esté conectado en la carne no cuenta de ningún modo en este asunto. Lo que cuenta es: ¿A quién adora? O, si es alguien que afirma adorar a Dios: ¿Está Dios realmente con él? Es verdad que durante la segunda mitad de la septuagésima semana de años de la profecía de Daniel 9:24-27, a saber, desde el Pentecostés de 33 E.C. hasta el otoño de 36 E.C., la congregación cristiana estuvo compuesta exclusivamente de judíos naturales y prosélitos judíos circuncisos. Pero, ¿qué distinguía a los judíos naturales que componían la congregación cristiana? Durante aquel tiempo había judíos naturales de una clase y judíos naturales de otra clase. Dios, definitivamente, no estaba con ambas clases. Dios no estaba dividido. En vista de eso, al fin de la septuagésima semana de años a principios del otoño de 36 E.C., ¿con qué clase de judíos fue a unirse en adoración el gentil, el centurión italiano Cornelio? ¿Qué muestra Hechos 10:1-48?
39. ¿Con qué grupo de judíos naturales decidió ir Cornelio?
39 Este Cornelio de idioma italiano cesó de seguir con la adoración de los judíos naturales y hacer “muchos dones de misericordia” a los judíos naturales que hicieron dar muerte violenta a Jesucristo como quien fuera un blasfemador contra Dios y como un Cristo falso. Cornelio y sus compañeros gentiles conversos fueron solo con los judíos naturales que habían llegado a ser discípulos de Jesucristo y sobre los cuales Dios derramó su espíritu santo por medio de Jesucristo, manifestando así que Él (Dios) estaba con la congregación cristiana. (Hechos 2:1-47; 11:1-18) Aquella congregación cristiana se componía de judíos espirituales, israelitas espirituales, en el nuevo pacto con Dios por medio de Cristo como mediador. El italiano Cornelio era tan judío o israelita espiritual como aquellos judíos naturales creyentes. Cornelio vio que la congregación cristiana se componía de judíos espirituales y que Dios estaba con aquellas personas. Por eso decidió ir con los judíos espirituales.
40. ¿Cómo podemos determinar si hay una base para aplicar Zacarías 8:23 a los judíos naturales no cristianos, especialmente desde la destrucción de Jerusalén por los romanos?
40 ¿Pudiera la destrucción de Jerusalén y su templo material por las legiones romanas interpretarse como prueba de que Dios estaba con los judíos que fueron atrapados en aquella terrible calamidad, solo porque eran judíos según su carne circuncidada? ¿Cómo pudiera persona alguna que fuera razonable y sincera aceptar tal interpretación? Hoy no hay templo judío en Jerusalén sobre el monte Moría al cual puedan subir gentiles y adorar con los judíos. Tampoco están los líderes religiosos y líderes políticos judíos imitando al sumo sacerdote Josué ni al gobernador Zorobabel y reedificando el templo sobre su ubicación histórica, aunque los judíos se apoderaron de la vieja ciudad amurallada de Jerusalén en la guerra de los seis días de 1967. Por lo tanto, ¿qué base hay para aplicar Zacarías 8:23 a los judíos naturales no cristianos, circuncisos, hoy o aun en el futuro previsible? ¡Ninguna en absoluto!
41. ¿Se está cumpliendo en la cristiandad hoy día Zacarías 8:23?
41 Pues, bien, ¿está realizándose el cumplimiento de la profecía en la cristiandad religiosa de hoy, que por mucho tiempo se ha apegado a la idea de convertir al mundo a su organización religiosa multisectaria? ¿Están asiéndose diez no cristianos de todos los pueblos y naciones de la falda de un miembro de las iglesias de la cristiandad y diciendo: “Ciertamente iremos con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes”? Y por “Dios” la profecía quiere decir “Jehová de los ejércitos.” Ciertamente el mundo pagano no está siendo convertido a las sectas de la cristiandad a la proporción de diez paganos por uno de los miembros de las iglesias. La cristiandad calcula que el número de miembros de sus iglesias hoy es de 1.024.106.500 y diez veces eso significaría más de dos veces la población mundial de la actualidad.
42. Para determinar a quiénes de todos los que afirman ser judíos espirituales de hoy día aplica Zacarías 8:23, ¿en cuanto a qué preguntas tenemos que conseguir los hechos?
42 Tal como había judíos naturales de una clase y judíos naturales de otra clase en los días de los apóstoles de Cristo, así hoy hay judíos espirituales profesos de una clase y judíos espirituales profesos de otra clase. La cristiandad tiene más de mil millones de esos judíos espirituales profesos de los cuales se supone que estén en el nuevo pacto por medio de Cristo como mediador. Pero de todas estas dos clases de judíos espirituales profesos, preguntamos: ¿Cuál clase está verdaderamente adorando y sirviendo a Jehová de los ejércitos en Su verdadero templo espiritual? ¿A qué clase están diciendo los pueblos de todas las naciones, grandes y pequeñas, que irán con ellos porque han oído, no que algún “Dios” sin nombre está con ellos, sino que Jehová Dios está con ellos? En este caso solo se debe confiar en los hechos. Que éstos hablen por sí mismos.
43. ¿Qué cosas distinguen hoy a los israelitas espirituales a quienes aplica Zacarías 8:23, y cuántos de ellos hay ahora?
43 Según las evidencias que hay por todo el mundo, es al resto ungido de israelitas espirituales a quienes Jehová Dios comenzó a liberar de Babilonia la Grande, ese imperio mundial de la religión babilónica falsa. Éstos están participando en una obra espiritual como la de la construcción del segundo templo de Jehová en los días del sumo sacerdote Josué y el gobernador Zorobabel. Están promoviendo de todo corazón la adoración de Jehová de los ejércitos por todo el mundo, por personas de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Anualmente se reúnen en el Día de la Pascua para celebrar la muerte en sacrificio del Hijo de Jehová, el Mesías Jesús, y en esa ocasión comen el pan sin levadura y beben el vino tal como mandó Jesucristo. Según este elocuente testimonio de parte de ellos, parece que hoy solo hay unos diez mil israelitas espirituales ungidos. Mucho menos que el resto que había en el día de Zacarías.
44. ¿Quiénes son los que se unen a estos israelitas espirituales verdaderos, y en qué cantidades, según informes?
44 Pero, ¿quiénes están aún uniéndose a estos judíos espirituales para adorar con ellos al único Dios vivo y verdadero en su templo espiritual? Tal como se predijo en Revelación 7:9-17, es una “grande muchedumbre,” cuya cifra no se da, “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas.” Éstos también están llegando a ser discípulos del Mesías de Jehová. (Mateo 28:19, 20) Tan solo en el año 1973 hubo 193.990 de estas personas que se bautizaron como discípulos dedicados del Mesías de Jehová. Durante ese mismo año hubo un promedio de 1.656.673 personas que informaron haber obedecido unidos el mandato del Mesías de predicar “estas buenas nuevas” del reino mesiánico de Jehová por todas partes hasta el fin, que se avecina, de este sistema de cosas. (Mateo 24:14) ¡Qué notable es ya el cumplimiento de Zacarías 8:23!