Capítulo 22
Fiesta internacional en el Paraíso
1. ¿Cómo afectará a los adoradores de Jehová en la Tierra el observarle obtener la victoria en “aquel día”?
GLORIOSO en los anales de la historia universal será el día en que la Teocracia de Jehová triunfará sobre todas las naciones hostiles de la Tierra. De pie a cabeza se sentirán sacudidos por gozosa excitación todos los adoradores salvaguardados de Jehová cuando observen a este Teócrata universal obtener la victoria de las victorias en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón.—Revelación 16:13-16.
2. (a) ¿Qué uso se les dará a los bienes materiales que quedarán después de esa guerra victoriosa? (b) ¿Qué promesa de moribundo acerca de la Tierra hizo Jesús cuando moría una muerte de sacrificio en la Tierra?
2 Todos los bienes materiales que los sobrevivientes de la guerra recojan después de la destrucción de sus enemigos internacionales se utilizarán en el servicio del Dios-Rey Jehová. No se conservará como reliquia ningún equipo de guerra arruinado. (Isaías 2:2-4) Será un tiempo de construcción, no de destrucción. La Tierra literal indudablemente habrá sufrido debido al “servicio militar” de los enemigos del reino mesiánico de Jehová. Los arruinadores egoístas de la Tierra habrán sido arruinados ellos mismos, pero todavía quedarán muchos efectos que el proceder arruinador de ellos habrá producido hasta la terminación de la guerra final. (Revelación 11:18) Ahora comienza la paz de los mil años del reinado del Mesías sobre toda la humanidad. ¿Qué mejor tiempo pudiera haber para la restauración de la Tierra, para transformarla de un campo de batalla en un paraíso hasta sus mismos “cuatro ángulos”? Antes que el Mesías como hombre perfecto en la Tierra muriera en una muerte de sacrificio, dejó esta promesa de moribundo: renovar el Paraíso en el escabel de los pies de Dios, la Tierra.
3. ¿Qué le dijo Jesús al malhechor moribundo que expresó fe en la realeza de Jesús?
3 Al malhechor moribundo que expresó fe en la realeza de Jesús como hombre justo, diciendo: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino,” este Rey en expectativa respondió: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso.”—Lucas 23:39-43.
4. (a) Después que el Cordero Jesucristo gane la victoria sobre sus enemigos bestiales será el tiempo para que haga ¿qué, para el dominio de sus súbditos, y también para aquel malhechor que se condolió de él? (b) Por lo tanto, ¿quiénes más deberían ser galardonados con el disfrute del Paraíso?
4 Por la pelea del Cordero Jesucristo contra los “diez cuernos” simbólicos de la bestia salvaje de color escarlata él ha entrado en posesión indisputada del reino sobre toda la Tierra. (Revelación 17:12-14; 19:11-21) Es el debido tiempo en el cual hermosear el dominio terrestre de sus súbitos como el original Jardín de Edén y traer a él, por medio de resucitarlo de entre los muertos, al malhechor que por tanto tiempo ha estado muerto. Si aquel malhechor, solo por expresarse con fe y condolencia, ha de disfrutar del Paraíso bajo el reino mesiánico, muy ciertamente la “grande muchedumbre” de los discípulos leales de Jesucristo que sobreviven la venidera “grande tribulación” disfrutará de él como galardón amoroso.—Revelación 7:9-17.
5. (a) ¿Qué clase de paraíso trataron de arruinar las naciones atacantes, pero con cuánto éxito? (b) ¿Quiénes de los sobrevivientes de la guerra disfrutarán del Paraíso terrestre continuamente?
5 La restauración del Paraíso terrestre no será la obra de un día, sino que los súbditos terrestres del reino teocrático del Cristo tendrán que trabajar por ello. Pero, para florecer, su adoración verdadera e incontaminada de Jehová Dios no tendrá que esperar hasta que esa restauración del Paraíso quede completa. El que ellos disfruten de un Paraíso espiritual no tiene que postergarse hasta entonces. (2 Corintios 12:4) Los enemigos que estuvieron arruinando la Tierra hasta el fin de la guerra contra la “Jerusalén celestial” habían tratado de arruinar el Paraíso espiritual del resto ungido en la heredad espiritual que Dios le había dado a éste en la Tierra. Pero no pudieron hacerlo, ni siquiera con toda su persecución y oposición violenta. Los enemigos no pudieron arrojar de ese Paraíso espiritual al resto ungido y la “grande muchedumbre” de adoradores de Jehová. De manera que el Paraíso espiritual sobrevivió junto con ellos a través de la “grande tribulación” y pasó al nuevo sistema de cosas de Jehová. Desde entonces, cuando los del resto ungido terminen su asignación terrestre, recibirán el cumplimiento de la promesa divina que se encuentra en Revelación 2:7. Pero la “grande muchedumbre” permanecerá en la Tierra y heredará el Paraíso terrestre.—Salmo 37:11, 37-40; Proverbios 2:21, 22.
6. (a) ¿Cuál es el requisito necesario para un Paraíso espiritual en la Tierra, y por qué comenzará con eso el nuevo sistema? (b) ¿Qué ejemplo histórico tienen el resto sobreviviente y la “grande muchedumbre” para poner en primer lugar la adoración de Jehová en el nuevo orden?
6 Un Paraíso espiritual solo es posible junto con la adoración bíblica pura del un solo Dios vivo y verdadero. El nuevo sistema de cosas comenzará inmediatamente con eso. ¿Por qué no debería el Gran Teócrata, el Dios-Rey Jehová, ser considerado con veneración y adorado por su gloriosa victoria a favor de su soberanía universal, que resulta también en que sus adoradores en la Tierra sean liberados eternamente de la organización antiteocrática del Diablo? Para esto el patriarca Noé estableció un precedente que puede servir para los sobrevivientes de la “grande tribulación.” Después de haber pasado el diluvio global, y después que Dios le había dicho a Noé y su familia que salieran del arca en que habían sido conservados, Noé inmediatamente procedió a ofrecer un sacrificio al Dios que los había salvado. Esto agradó a Jehová y ganó la bendición divina para Noé y su familia. (Génesis 8:15 a 9:1) Este excelente ejemplo será seguido por el resto ungido sobreviviente y la “grande muchedumbre” de sus compañeros de supervivencia. Habiendo sido aniquilada Babilonia la Grande y habiendo sido destruidos todos sus asociados que se oponían a la adoración verdadera, el resto ungido y la “grande muchedumbre” tendrán mayor razón que nunca para poner en primer lugar la adoración de Jehová en el nuevo orden.
7. Los que sean resucitados de entre los muertos en la Tierra tendrán que ponerse en armonía con ¿qué Paraíso, y adónde tendrán que subir para adorar de modo que adquieran un gozo que no se desvanezca?
7 ¿Cómo pudiera pasar otra cosa sino que haya de florecer el Paraíso espiritual con mayor belleza y grandeza que en todo tiempo antes? Todos los de la humanidad por los cuales murió el Mesías y a quienes él llame de las tumbas conmemorativas de los muertos tendrán que ponerse en armonía con ese Paraíso espiritual. (Juan 5:28, 29) Tendrán que poner en primer lugar en su vida la adoración de Jehová. Tendrán que aceptar la verdad bíblica y cultivar los frutos del espíritu santo de Dios. (Gálatas 5:22, 23) Si realmente desean adquirir vida eterna en la Tierra paradisíaca, tendrán que subir a la adoración del Teócrata celestial, el Dios-Rey, en su templo espiritual. Al hacer eso, entrarán en gozo ilimitado, que jamás se desvanecerá. De este requisito divino para esos resucitados se habla en las últimas oraciones de Zacarías. Las personas de quienes él habla no subieron al templo de Jehová antes que Jerusalén fuera atacada. De modo que no representan a sobrevivientes de Har-Magedón. Aparecen en la Tierra después de éste por medio de la resurrección.
8. ¿Qué les sucederá a los que no suban de Egipto y otras naciones para adorar a Jehová y celebrar la fiesta de las cabañas?
8 “Y tiene que ocurrir que, en lo que respecta a todos los que queden de todas las naciones que vienen contra Jerusalén, ellos también tendrán que subir año tras año a inclinarse ante el Rey, Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de las cabañas. Y tiene que ocurrir que, en lo que respecta a cualesquiera que no suban de las familias de la tierra a Jerusalén a inclinarse ante el Rey, Jehová de los ejércitos, aun sobre ellos no ocurrirá lluvia fuerte. Y si la familia de Egipto misma no sube y realmente no entra, sobre ella tampoco la habrá. Ocurrirá el azote con el cual Jehová azotará a las naciones que no suban a celebrar la fiesta de las cabañas. Esto mismo resultará ser el castigo por el pecado de Egipto y el pecado de todas las naciones que no suban a celebrar la fiesta de las cabañas.
9. En aquel día, ¿cómo serán marcadas las campanillas de los caballos, y qué sucederá en cuanto a los tazones y las ollas en el país, y a quiénes no se encontrará más en el templo?
9 “En aquel día resultará haber sobre las campanillas del caballo ‘¡La santidad pertenece a Jehová!’ Y las ollas de boca ancha en la casa de Jehová tendrán que llegar a ser como los tazones delante del altar. Y toda olla de boca ancha en Jerusalén y en Judá tendrá que llegar a ser algo santo que pertenezca a Jehová de los ejércitos, y todos los que estén sacrificando tendrán que entrar y tomar de ellas y tendrán que cocer en ellas. Y ya no resultará haber cananeo en la casa de Jehová de los ejércitos en aquel día.”—Zacarías 14:16-21.
ACONSEJABLE EL QUE LAS NACIONES PARTICIPEN EN LA FIESTA
10. ¿Cómo afectará la victoria de Jehová sobre las fuerzas atacantes internacionales la actitud de las naciones que suministraron aquellas fuerzas, y por qué no querrán arriesgarse en una resistencia pasiva a Él?
10 Podemos imaginarnos cómo, en el cuadro profético, la magnífica victoria de Jehová sobre los ejércitos internacionales que atacaron a Jerusalén afectaría a la gente allá en las naciones que suministraron aquellos ejércitos. Su victoria les demostraría dolorosamente que Jehová es el único Dios vivo y verdadero y que es invencible. Y si Él hirió a sus ejércitos combinados de la manera asombrosa en que lo hizo, ¿qué no pudiera hacerles a ellos si siguieran mostrándole oposición y no lo reconocieran? ¿Qué les haría si no subían a Jerusalén y se inclinaban a él como Rey en su templo? ¿Tolerará él siquiera la resistencia pasiva de ellos? Si no estuvieran positivamente en pro de Él, ¿no significaría eso que realmente estarían contra Él? ¡Sí, significa exactamente eso!
11. ¿Quién es el Hacedor de la Lluvia, y cuál sería el resultado para las naciones si ellas (incluso Egipto) no lo adoraran?
11 Jehová es el celestial Hacedor de la Lluvia, acerca del cual a toda la gente se le da esta exhortación: “Hagan sus solicitudes a Jehová por lluvia en el tiempo de la lluvia primaveral, aun a Jehová quien hace los nubarrones de tempestad, y quien da un aguacero a ellos, a cada uno vegetación en el campo.” (Zacarías 10:1) Si aquellas naciones que habían suministrado los ejércitos atacantes no recibieran lluvia, ¿cómo podrían sobrevivir? Una sequía perpetua produciría por toda la nación una condición ecológica que significaría muerte. El antiguo Egipto dependía de que el río Nilo regara su tierra regularmente. Pero si Jehová no enviara lluvia en aguaceros en las fuentes del río Nilo, ¿qué le sucedería al río deificado de ellos y sus inundaciones anuales? Sin embargo, aunque Egipto y otros países pudieran valérselas sin la humedad de los cielos, el que no adoraran al único Dios vivo y verdadero sería castigado con el azote mortífero que había causado el devastamiento de los ejércitos de ataque de ellos. No había manera de esquivarse del requisito divino. Tenían que subir a Jerusalén a adorar en Su templo o morir. Sus tierras no llegarían a ser parte del Paraíso terrestre.—Zacarías 14:17-19.
12. ¿A qué fiesta anual se requería que las naciones subieran, y qué sacrificios especiales se ofrecían durante esa fiesta?
12 En Zacarías 14:12-15 no se declara definitivamente si Jehová de los ejércitos obtuvo su victoria de las naciones atacantes precisamente antes de la fiesta judía de las cabañas (o tabernáculos) en el séptimo mes lunar, Tisri. Sin embargo, la fiesta de las cabañas, celebrada del 15 al 21 de Tisri de cada año, en Jerusalén, es la que específicamente se requiere que todas las naciones celebren en el templo en Jerusalén. Era muy apropiado el que todas las naciones subieran a esta fiesta en particular y se inclinaran al Rey, Jehová de los ejércitos. En esta fiesta de siete días en Jerusalén se ofrecían setenta torillos, comenzando con trece torillos el primer día y disminuyendo el número de ellos por uno cada día en sucesión hasta siete el séptimo día.
13. (a) ¿Por qué es significativo el número de torillos que se sacrificaban, y cuántos se benefician de ese sacrificio? (b) Para obtener bendiciones eternas, ¿a quién tienen que dedicarse las naciones?
13 Parece que esos torillos se sacrificaban a favor de todas las familias de la Tierra, pues se enumeran setenta cabezas de familia en el registro de Génesis, capítulo diez, que trata del esparcimiento de la población de la Tierra después del diluvio del día de Noé. Setenta es el producto de siete por diez; y, puesto que en las Escrituras estos dos números representan perfección, lo completo, lo entero, espiritual y terrenalmente, los setenta torillos de la fiesta de los tabernáculos o cabañas servirían figurativamente como un sacrificio por todo el mundo de la humanidad, todas las naciones. (Números 29:12-34; Levítico 23:33-35; Deuteronomio 16:13-15; Éxodo 23:16) Todas las naciones, sin excepción, tienen que volver sus espaldas a los dioses falsos, a la religión falsa, a los cuales se habían ‘dedicado’ anteriormente. (Oseas 9:10) Ahora tienen que dedicarse a la adoración del Dios-Rey Jehová en su templo. Esto resultará en bendición eterna para ellas.—1 Tesalonicenses 1:9.
14. En la fiesta de las cabañas, ¿a qué emoción se le dio la expresión más completa, y, por la invitación de Jehová a las naciones para que asistan, qué indica él que quiere que las naciones hagan?
14 De las tres fiestas anuales que se celebraban en Jerusalén, la fiesta de las cabañas o de la recolección era la más gozosa de todo el año. ¿Por qué no deberían regocijarse los que la celebraban por la abundante cosecha con la cual su Dios los había bendecido al fin del año agrícola? Tan grande era el gozo de esta fiesta de siete días que se decía que el que no hubiera visto el gozo que había en la fiesta de las cabañas no sabía lo que era el gozo. El gran Hacedor de la Lluvia, que bendice la tierra con humedad desde el cielo, desea que todas las naciones estén gozosas. Él bendecirá con este gozo rebosante la adoración que le den. ¡Qué sabio es, pues, que las naciones acepten su invitación de celebrar esta fiesta en Su templo!—Deuteronomio 32:43; Romanos 15:10, 11.
15. ¿Por qué no deben subir las naciones a una Jerusalén terrestre en el Oriente Medio a celebrar una “fiesta de las cabañas” de siete días?
15 ¿Captamos el significado de este cuadro profético? No es que todas las naciones tienen que celebrar la fiesta literal de los tabernáculos o las cabañas en una Jerusalén terrestre anualmente. La celebración de la fiesta de los tabernáculos en Jerusalén en el Oriente Medio cesó en el año 70 de nuestra era común. Y apropiadamente, porque desde la muerte y la resurrección del Mesías Jesús y su ascensión al cielo en el año 33 E.C. aquella fiesta literal de siete días había cesado de aplicar, de tener valor. Era parte de la “ley de Moisés,” una ley que tenía una “sombra de las buenas cosas por venir.” (Hebreos 10:1; Colosenses 2:16, 17) Aquellas sombras proféticas de la ley mosaica fueron reemplazadas por las realidades, cuando el Mesías Jesús, habiendo ascendido, apareció en la presencia celestial de Dios y aplicó el valor de su sangre de sacrificio para validar el prometido “nuevo pacto,” que introdujo las realidades cristianas. De manera que la realidad, según prefigurada por la típica “fiesta de las cabañas” o “fiesta de la recolección,” es lo que ahora se ha de celebrar. A ella tienen que venir todos los redimidos de toda la humanidad, los que hayan sobrevivido con vida y las naciones que hayan resucitado de entre los muertos, bajo el reino mesiánico de Jesús, el Hijo de Dios.
16. (a) ¿A qué Jerusalén subirán las naciones para celebrar la fiesta? (b) ¿Qué les acontecerá a las que rehúsen subir, y qué significará eso para ellas?
16 A la “ciudad del Dios vivo, a Jerusalén celestial,” tienen que acercarse estos celebrantes terrestres procedentes de todas las naciones, tribus y pueblos, dando reconocimiento al reino celestial mesiánico. Al patio terrestre del templo espiritual de Jehová tienen que venir, y allí es necesario que ‘se inclinen ante el Rey, Jehová de los ejércitos,’ el Gran Teócrata, el Soberano Universal. Si rehúsan abandonar su anterior estado de enemistad con Dios y recogerse en obediente servicio a Su templo espiritual, sufrirán castigo por su deseo de continuar en el pecado. El “azote” divino estará sobre ellos, y eso significará muerte eterna infligida por Jehová por medio de su Rey Mesiánico, Jesús. Sobre éstos no habrá “lluvia fuerte” de bendiciones. Esto significará que no participarán en el Paraíso fructífero y sostenedor de la vida.—Zacarías 14:17-19.
LA GOZOSA RECOLECCIÓN INTERNACIONAL
17. (a) ¿Qué representa la antigua fiesta de la recolección, y cuándo será celebrada? (b) ¿Qué descenderá sobre los celebrantes obedientes, y de qué placeres del Paraíso disfrutarán?
17 La antigua fiesta de las cabañas, la fiesta de la recolección, representó el recogimiento de los redimidos de todas las naciones, pueblos y tribus de la humanidad a la adoración del Rey, Jehová de los ejércitos, en su templo espiritual. Esto acontecerá durante el reinado de mil años del Rey-Sacerdote, Jesucristo. Él servirá de Sumo Sacerdote de Jehová parecido a Melquisedec a favor de toda la humanidad que se recoge al templo espiritual de adoración. Tendrán que reconocer a la “ciudad del Dios vivo, a Jerusalén celestial,” como la ciudad capital de la organización teocrática de Jehová. Sobre éstos habrá una “lluvia fuerte” de bendiciones divinas. Para estos adoradores el Paraíso espiritual florecerá con todos los frutos del espíritu santo de Dios en la vida de ellos. Para ellos, también, el Paraíso terrestre florecerá por todo el globo terráqueo. Dará su fruto en abundancia para el sustento de todos los habitantes obedientes de la Tierra en vida humana perfecta eternamente. Éstos, segando el fruto del Paraíso de la Tierra para siempre, tendrán razón para adorar y bendecir para siempre al Proveedor de la recolección sin fin en gozo perpetuo.
18. ¿Cómo muestra el cuadro profético que se rendirá consideración reverente al Dios verdadero aun al usar caballos?
18 ¡Qué lugar de festividad será entonces la Tierra paradisíaca! ¡Qué recogimiento internacional de adoradores de Jehová a la fiesta de las cabañas y de la recolección acontecerá entonces! En aquel tiempo se tendrá en consideración reverente la santidad que pertenece a Jehová. Todos los que sean favorecidos con el don de la vida eterna prestarán atención de adorador. ¡Escuche! ¿Oye el tintineo de esas campanillas en los caballos que vienen, probablemente de Egipto, el país de donde se solían importar los caballos? ¡Ahora llevan adoradores al centro de adoración para que celebren la gozosa fiesta de las cabañas! Note: hasta esas campanillas llevan inscritas las palabras “La santidad pertenece a Jehová.” Y el tilín o tintineo de esas campanillas llama atención a ese importante hecho. Se da uso al caballo con un propósito pacífico, santo, no ya para carros de guerra.
19. (a) La inscripción que llevaban las campanillas de los caballos era la misma que se grababa en ¿qué otra cosa? ¿y qué indica esto en cuanto a todos los que proclaman la santidad de Jehová? (b) Esa conciencia de la santidad de Él obra como incentivo para hacer ¿qué?
19 La inscripción que llevan esas campanillas de los caballos es precisamente la misma que se grababa sobre la “lámina resplandeciente” de oro que se ataba con una cuerdecita azul a la parte anterior del turbante del sumo sacerdote de Israel. A esta lámina grabada se le llamaba “la santa señal de dedicación.” (Éxodo 28:36-39; 29:6; 39:30) ¡Qué hermosamente pinta esto que desde el Sumo Sacerdote Jesucristo en la “Jerusalén celestial” hacia abajo hasta los portadores de los adoradores terrestres al templo espiritual de Jehová, todo proclama la santidad del Dios Altísimo! Todo parece estar impregnado de la conciencia de que Jehová de los ejércitos es Dios y Rey. Todo se hace gozosamente con el fin de glorificar, santificar, mantener sagrado Su nombre digno. ¡Cuán estrechamente enlaza esto al adorador con el Dios a quien adora! ¡Qué influencia ejerce esto en el adorador para que viva como un crédito a su Creador y Dios, sin causarle oprobio a Jehová!
20, 21. (a) ¿Cómo llegará a ser la olla de boca ancha de la casa de Jehová como el tazón en el altar? (b) Esto refleja que veremos o trataremos toda parte de nuestro vivir entonces ¿de qué manera?
20 Hasta las cosas comunes de la vida tienen nuevo significado, nuevo valor. Fíjese, “las ollas de boca ancha en la casa de Jehová tendrán que llegar a ser como los tazones delante del altar. Y toda olla de boca ancha en Jerusalén y en Judá tendrá que llegar a ser algo santo que pertenezca a Jehová de los ejércitos, y todos los que estén sacrificando tendrán que entrar y tomar de ellas y tendrán que cocer en ellas.” (Zacarías 14:20, 21) ¿Significa esto, en lenguaje figurativo, que las ollas de la casa de Jehová desde entonces en adelante no se harían de bronce ni de cobre, sino de oro como los tazones con los cuales se recogía la sangre preciosa de las víctimas de los sacrificios y desde los cuales se arrojaba contra el altar de sacrificio la sangre? ¡Posiblemente! Y eso significaría que sin importar si el cocer la carne de los sacrificios hubiera sido considerado como no de tanta importancia ni valor como el recoger la sangre de la víctima del sacrificio y arrojarla, ahora, sin embargo, en el nuevo sistema de cosas la situación sería diferente. Cada paso en el ofrecimiento de un sacrificio de comunión a Dios y en el compartimiento de éste con Él sería tan precioso como todo otro paso en el arreglo.
21 No es el material con el cual está hecho el vaso particular lo que cuenta; es el servicio que rinde, y también es la importancia que se le da a ese servicio. Esto significaría, pues, que todo rasgo del servicio y de la alabanza a Dios es importante, es necesario, es valioso. Todo rasgo es apreciado por Dios y es santo a él o es de calidad sagrada para Él. ¡Cuánto alienta ese pensamiento el corazón de todo adorador de Él! ¡Cómo nos estimula como adoradores de Él a hacer todo lo que hacemos como parte de la adoración que damos a Él y como si fuera hecho directamente a Él!—1 Corintios 10:31.
22. ¿Cómo sugeriría un gran aumento en el número de adoradores de Jehová ese uso de las ollas en el templo además de los tazones del altar?
22 El cuadro profético podría también estar sugiriendo el gran aumento en el número de adoradores de Jehová, en su templo típico donde ellos ofrecen sus sacrificios. Habría tantas víctimas animales degolladas que los tazones que normalmente había en el templo para arrojar la sangre no serían una cantidad suficiente de tazones; de modo que habría que recurrir a usar las ollas de boca ancha para recoger la sangre y arrojarla contra el altar. (2 Crónicas 29:22) Como resultado de esto, habría más carne de sacrificios que cocer en preparación para ser comida en los comedores del templo. Puesto que las ollas de la casa de Jehová se estarían usando extraordinariamente ahora para rociar la sangre en el altar, habría escasez de ollas en el templo. Esto haría necesario tomar las ollas comunes de los hogares particulares de la ciudad de Jerusalén para cocer la carne de los sacrificios en el templo. De esta manera aquellas ollas domésticas comunes llegarían a ser “algo santo que pertenezca a Jehová.” Serían santificadas para Su servicio.
23. Prescindiendo de lo que dé a entender el cuadro al considerarse la Jerusalén terrestre, ¿qué se diría acerca de una escasez de sacerdotes en la “Jerusalén celestial” y de los medios de rendir servicio sacerdotal a la humanidad?
23 Fuera como fuera el caso en cuanto a la Jerusalén típica según se le utiliza en el cuadro profético, no habrá escasez de servicio sacerdotal en la “ciudad del Dios vivo, . . . Jerusalén celestial.” El Sumo Sacerdote Jesucristo y su complemento pleno de 144.000 subsacerdotes estarán allá arriba. Serán completamente adecuados para la obra mundial de sanar a la humanidad obediente de los efectos mortíferos del pecado y la imperfección. No habrá escasez de utensilios, por decirlo así. La sangre limpiadora, sanadora, del Sumo Sacerdote Jesucristo como el “Cordero de Dios” será de suficiente alcance en su valor redentor como para servir para todos los que se vuelvan a Jehová Dios. Durante los mil años de su reinado él y sus subsacerdotes atenderán las necesidades de la humanidad; y así los resultados benditos de esto serán, según se declara en Hebreos 7:24, 25: “Él por cuanto continúa vivo para siempre tiene su sacerdocio sin sucesores. Por consiguiente él también puede salvar completamente a los que están acercándose a Dios por medio de él, porque siempre está vivo para abogar por ellos.” De manera que el tremendo aumento en adoradores en el templo espiritual de Jehová debido a la resurrección de los muertos no pondrá un peso demasiado grande en él.
NO HABRÁ “CANANEO” QUE PERTURBE LA ADORACIÓN MILENARIA
24. (a) ¿Qué no molestará a los celebrantes terrestres de la fiesta milenaria en el templo espiritual de Jehová? (b) ¿Qué hizo Jesús en la Tierra en el templo de Jerusalén que prueba que no tolerará ninguna molestia de esa índole?
24 Cuando todos esos celebrantes terrestres de la fiesta milenaria de las cabañas se acerquen al templo espiritual de adoración de Jehová, no se les enfrentará una multitud de traficantes de artículos religiosos, que busquen egoístamente lucrarse de los que desean adorar a Dios “con espíritu y con verdad,” ni se verán obligados a tratar con ésos. (Juan 4:24) El Sumo Sacerdote celestial de Jehová no tolerará esto ni por un momento. Cuando él estuvo en la Tierra como hombre para ofrecer su sacrificio humano perfecto como sumo sacerdote, dos veces limpió del templo de Jerusalén a los que hacían comercio con lo religioso, una vez en el primer año de su ministerio público y de nuevo solo cuatro días antes de su muerte de sacrificio. Acerca de este último caso leemos lo siguiente:
“Y [en su entrada triunfal] entró en Jerusalén, en el templo; y miró todas las cosas alrededor, y, como la hora era ya avanzada, salió para Betania con los doce. Al día siguiente habiendo ellos salido de Betania, . . . llegaron a Jerusalén. Allí entró en el templo y comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y los bancos de los que vendían palomas; y no dejaba que nadie llevase utensilio alguno por el templo, pero siguió enseñando y diciendo: ‘¿No está escrito: “Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones”? Pero ustedes la han hecho una cueva de salteadores.’ Y lo oyeron los principales sacerdotes y los escribas, y se pusieron a buscar cómo destruirlo.”—Marcos 11:11-18; Isaías 56:7; Juan 2:12-17.
25. El sumo Sacerdote se encargará de que se cumpla así ¿qué parte de la profecía de Zacarías?
25 Con precisamente tanto celo como siempre por la casa de la adoración de Dios, el Sumo Sacerdote celestial Jesucristo se encargará de que las palabras de cierre de la profecía de Zacarías se cumplan: “Y ya no resultará haber cananeo [o comerciante] en la casa de Jehová de los ejércitos en aquel día.”—Zacarías 14:21.
26. (a) ¿Por qué no tiene lugar el “cananeo” en la casa de adoración de Jehová? (b) ¿Cómo o con qué será santificada entonces la Tierra?
26 La designación cananeo era sinónima de “comerciante.” (Proverbios 31:24; Job 41:6; compare con Nehemías 13:15-21.) Esas personas, que buscan lucrarse egoísta y comercialmente de lo más sagrado que hay en la Tierra, la adoración del único Dios vivo y verdadero, no tienen lugar en el patio terrestre del templo espiritual de Jehová, ni en la Tierra Su escabel, de ningún modo. Y no habrá ninguno de ellos, ni fraude religioso alguno. La enseñanza de la verdad pura y la práctica de la religión pura e incontaminada santificará entonces la Tierra. Por todas partes de la Tierra Jehová será conocido y adorado. (Isaías 11:9) Él es santo, y sus adoradores en el paraíso que se extenderá por toda la Tierra serán santos, como él.—1 Pedro 1:16.
27. (a) ¿Qué privilegio especial tendrá durante la celebración milenaria de la fiesta la “grande muchedumbre” de sobrevivientes de la tribulación? (b) Todos los que se dan devotamente a la adoración de Jehová entonces adquirirán el derecho a ¿qué?
27 “Año tras año” todos los que en la Tierra beban las “aguas vivas” que salen de la “Jerusalén celestial” celebrarán la fiesta milenaria de las cabañas con gozo inefable en el templo espiritual de Jehová. (Zacarías 14:8, 16) La visión que se ve en el último libro de la Biblia de la “grande muchedumbre” de número desconocido de adoradores que expresan su júbilo ante Dios con palmas en sus manos corresponde con la escena del templo especialmente en el último día de la “fiesta de las cabañas” en la antigua Jerusalén. (Revelación 7:9) La “grande muchedumbre” de sobrevivientes de la “grande tribulación” tendrá un gozo especial. Será el de ayudar a los muchos miles de millones de resucitados del sepulcro a subir a la celebración de la fiesta, sin importar la nacionalidad anterior de ellos durante el sistema de cosas anterior. De esa manera todos los que se den devotamente a la adoración del Rey, Jehová de los ejércitos, adquirirán el derecho que Dios otorga a una vida de gozo sin fin en una Tierra paradisíaca bajo la Teocracia de Jehová.
28. ¿A qué escena futura del propósito logrado de Jehová en cuanto a la Tierra pueden volver sus ojos de fe los adoradores del Gobernante Divino?
28 Todos ustedes los adoradores del Gobernante Divino Jehová, alcen sus ojos de fe a la escena futura que adornará el “escabel” terrestre de este Teócrata celestial. Vean a toda la Tierra floreciendo radiantemente con un Paraíso pacífico, que deleita hasta el ojo del gran Teócrata y Creador, un Paraíso adornado con vegetación y árboles, tanto buenos para la vista como también productores de alimento para sostener en perfección la vida de las criaturas. La comisión divina que se le dio al hombre y a la mujer perfectos al principio en Edén se ha realizado, a saber: “Llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra.” Toda la Tierra en sus cuatro ángulos se llena de criaturas humanas piadosas con perfección física, moral y mental, a quienes con gozo el Teócrata paternal reconoce como sus hijos e hijas por medio del Cordero Jesucristo.
29. ¿A quiénes atribuirán su salvación todos los habitantes del Paraíso, y cómo responderán los habitantes del cielo?
29 Llega el fin del último día de la semana divina de siete días de creación, cada uno de los cuales dura siete mil años. A medida que Dios el Creador examina y ve todo lo que ha hecho, ¡mire! es “muy bueno.” (Génesis 1:28 a 2:3) Todo el cielo está observando a la Tierra perfeccionada y escuchando. El corazón de los serafines, querubines y ángeles celestiales se llena de admiración al gran Teócrata al ver a toda criatura humana en la Tierra adoptar una actitud de adoración. Sale el sonido de alabanza a Dios. Emociona a las multitudes celestiales oír a la población completa de la Tierra decir junto con la “grande muchedumbre,” agradecidamente: “La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero.” “¡Amén!” responden todos los santos habitantes del cielo: “La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fuerza sean a nuestro Dios para siempre jamás. Amén.”—Revelación 7:9-12.