Separación y divorcio para conservar la paz
1. Si, a pesar de todo, el incrédulo opta por irse y vivir separadamente, ¿qué debe hacer el cónyuge creyente en cuanto a ello?
HAY un sinnúmero de casos en que creyentes dedicados y bautizados han obedecido el consejo del apóstol Pablo y han continuado viviendo con cónyuges incrédulos para tener el gozo de finalmente ‘salvar’ al cónyuge. Pero, ¿qué hay en cuanto a un creyente que usa el espíritu de Dios para aguantar persecución y oposición en el esfuerzo de mantener unido el matrimonio, pero cuyo cónyuge incrédulo todavía lo encuentra desagradable y finalmente parte, ya sea por medio de vivir independientemente en algún otro lugar o mediante divorcio o separación legal? Pablo contesta: “Pero si el incrédulo procede a apartarse, que se aparte; el hermano o la hermana no está en servidumbre bajo tales circunstancias, sino que Dios los ha llamado a ustedes a paz.”—1 Cor. 7:15.
2. Si de veras acontece una separación, ¿hay alguna base bíblica para divorcio, pudiendo volverse a casar con otra persona?
2 En el interés de su propia paz cristiana, el creyente puede dejar que el cónyuge incrédulo se aparte y viva en otro lugar. El incrédulo que se aparta no se puede volver a casar, así como el creyente cristiano que se aparta no puede hacerlo: “Pero si de hecho se aparta, que permanezca soltera o si no que se reconcilie con su esposo.” (1 Cor. 7:11) El creyente abandonado no tiene base bíblica para procurar un divorcio legal, es decir, sobre la mera base de abandono o de diferencia incompatible de religión. Por consiguiente si obtuviera un divorcio, no tendría la libertad bíblica para librarse de la soltería legal que no le satisface por medio de volverse a casar. Jesucristo mismo dice que no, con las siguientes palabras:
3. ¿Qué dijo Jesús sobre el asunto, según Mateo 19:3-9?
3 “Unos fariseos se allegaran a él, resueltos a tentarlo y diciendo: ‘¿Es lícito que un hombre se divorcie de su esposa por motivo cualquiera?’ En contestación él dijo: ‘¿No han leído que el que los creó en el principio los hizo varón y hembra y dijo: “Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una carne”? De modo que ellos ya no son dos, sino una carne. Por lo tanto, lo que Dios ha unido que ningún hombre lo separe.’ Ellos le dijeron: ‘¿Por qué, pues, prescribió Moisés que se diera un certificado de despedida y que se divorciara de ella?’ Él les dijo: ‘Moisés en consideración de la dureza de sus corazones, les hizo una concesión para que se divorciaran de sus esposas, pero ése no ha sido el caso desde el principio. Yo les digo que cualquiera que se divorcie de su esposa a no ser por motivo de fornicación y se case con otra comete adulterio.’”—Mat. 19:3-9; también Deuteronomio 24:1-4.
4. ¿Apoyan las palabras de Jesús el que se promulgue una ley antidivorcios total, y cuál es la manera más efectiva de reducir o impedir los casos de divorcio legal?
4 Así, Jesús no dijo que el divorcio debe ser prohibido por la ley del Estado por cualquier motivo, aun por adulterio. Los sacerdotes religiosos de hoy en día que insisten en tal ley de ningún divorcio posible quieren atar cónyuges inocentes a consortes adúlteros. Mediante tal ley escudan al cónyuge adúltero y también estimulan y fomentan la infidelidad marital al no permitir ningún alivio para el cónyuge inocente. Si permitieran al cónyuge inocente divorciarse del adúltero, entonces eso anularía el perdón confesional que los sacerdotes extienden al cónyuge adúltero. En ese caso el cónyuge adúltero no sería escudado por la indulgencia o remisión de pecados del sacerdote para con el adúltero que solo confiesa pero que no se reforma. La manera bíblica, la manera más efectiva, de reducir o impedir el divorcio legal es por medio de enseñar las Santas Escrituras y su moralidad y por medio de mantener libre de adúlteros a la congregación cristiana, y no por medio de una ley antidivorcios total. Tal ley no ha atajado el adulterio.
5. ¿Qué divorcio tiene una base bíblica, y qué privilegio permite al divorciado inocente?
5 La ley de Dios bajo su nuevo pacto, según la declaró Jesús en sus palabras supracitadas, ciertamente permite el divorcio sobre la base apropiada. Esa única base bíblica o del nuevo pacto es adulterio. El divorcio sobre esa base libra al cónyuge inocente para volver a casarse sin así cometer adulterio él mismo por volver a casarse. El divorcio sobre cualquier otra base no libra a los individuos separados legalmente para volver a casarse sin llegar a ser culpables de adulterio a la vista de Dios y por lo tanto haciéndose indignos de estar en Su congregación bajo Cristo. Así es como han de entenderse las palabras de Jesús en el Sermón del Monte. Él se refirió a la ley de divorcio registrada por el profeta Moisés en Deuteronomio 24:1 y luego dijo: “Ustedes oyeron que se dijo: ‘No cometerás adulterio.’ . . . Además fue dicho: ‘Cualquiera que se divorcie de su esposa, que le dé un certificado de divorcio.’ Sin embargo, yo les digo que todo el que se divorcie de su esposa a no ser por motivo de fornicación la expone al adulterio, puesto que cualquiera que se case con una mujer divorciada comete adulterio.”—Mat. 5:27-32.
6. ¿Sujetan a una mujer al adulterio tanto el divorcio bíblico como el no bíblico, o qué diferencia hay, si existe alguna?
6 Si un cristiano dedicado se divorcia de su esposa por adulterio, ¿cómo la expone a adulterio mediante ello? Ya es adúltera por su propio derrotero y selección. No sería el divorcio lo que la impele al adulterio. Sin embargo, si el esposo se divorcia de su esposa por cualesquier otras razones, aun razones admitidas por la ley del país, que no sean fornicación o adulterio, entonces la expone al adulterio en lo futuro. ¿Por qué? Porque en conformidad con la ley de Dios la esposa no adúltera no está desunida de su esposo mediante tal divorcio no bíblico. Ella todavía es esposa de él y por lo tanto ella no está libre para volver a casarse y tener relaciones sexuales con otro esposo legal.
7. ¿Qué clase de persona divorciada, entonces, quiso decir Jesús cuando dijo que cualquiera que se case con una mujer divorciada comete adulterio?
7 Por consiguiente cuando Jesús dice: “puesto que cualquiera que se case con una mujer divorciada comete adulterio,” él no quiere decir toda mujer divorciada. Él quiere decir la mujer legalmente divorciada “a no ser por motivo de fornicación”; es decir, una mujer divorciada no adúltera. Este mismo principio es cierto en el caso de un esposo de quien su esposa se haya divorciado aunque él no haya obrado de manera adúltera. Cualquier mujer que se casara con él lo conduciría al adulterio y ella misma llegaría a ser fornicadora.
8, 9. (a) Consideradas solas, ¿qué significarían las declaraciones de Marcos y Lucas para todos los divorciados? (b) ¿En conformidad con qué deben explicarse las declaraciones de Marcos y Lucas, y por qué verdaderamente rompe la unión matrimonial el adulterio y abre el camino para el divorcio bíblico?
8 En Marcos 10:11, 12 la declaración de Jesús sobre divorcio dice: “Cualquiera que se divorcie de su esposa y se case con otra comete adulterio contra ella, y si alguna vez una mujer, después de divorciarse de su esposo, se casa con otro, ella comete adulterio.” Lucas 16:18 dice de manera semejante: “Todo aquel que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio, y el que se casa con una mujer divorciada de un esposo comete adulterio.”
9 Esos versículos no prohíben el divorcio. Pero, considerados solos, dirían que ninguna persona divorciada tendría derecho de volver a casarse, salvo después de la muerte del cónyuge divorciado; y que el volver a casarse durante la vida del cónyuge divorciado querría decir quebrantar la ley de Dios contra el adulterio. Sin embargo, esas dos versiones de las palabras de Jesús sobre divorcio deben explicarse a la luz de la declaración más completa registrada por el apóstol Mateo, que muestra que lo que Marcos y Lucas escribieron sobre divorcio es cierto si el motivo para procurar el divorcio es cualquier otra cosa menos adulterio por parte del cónyuge infiel. El soltero que comete fornicación con una ramera se hace “un cuerpo” con una mujer que no es su esposa. Igualmente el adúltero se hace un cuerpo, no con su esposa legal, sino con la persona inmoral con la que ilegalmente se acuesta. Así el adúltero peca contra su propia carne. Sí, no solo contra su propia carne personal sino también contra su esposa legal que hasta entonces ha sido “una carne” con él. (1 Cor. 6:16, 17) Por esa razón, el adulterio realmente rompe la unión matrimonial. Por eso el divorcio sobre la base de adulterio disuelve formal y finalmente la unión matrimonial legal. Libra al cónyuge inocente para volver a casarse con honra y sin mancha sobre su buena moral durante la vida del cónyuge divorciado culpable.
10. El divorciarse de un cónyuge adúltero lo libra ¿para qué y para qué también libra al cónyuge inocente?
10 El divorciarse de un cónyuge adúltero no expone al malhechor divorciado al adulterio. Más bien, el matrimonio legal, mientras había durado, había dejado de proteger de la inmoralidad al infiel. De modo que el que se casa con el divorciado adúltero simplemente se casa con una persona impura que tiene un registro inmoral; y estas segundas nupcias no hacen que el divorciado adúltero se haga adúltero por primera vez. Si el cónyuge inocente se divorcia del cónyuge adúltero, eso libra al inocente para volver a casarse. El que se divorcia bíblicamente no se está divorciando simplemente para librarse de un cónyuge adúltero a quien ya no ama o con quien no es físicamente seguro vivir y tener coito sexual. La persona que se divorcia así realmente se está librando para volver a casarse, si eso llega a ser aconsejable, debido a necesitar un compañero fiel y dedicado para toda la vida. Al divorciarse del cónyuge adúltero, la persona que se divorcia simplemente deja que el adúltero viva la clase de vida que desea, una vida inmoral.
JUICIO CONTRA INMORALES
11. Además de al matrimonio legal, ¿a qué cosa más seria puede causarle desastre el adulterio, especialmente desde que Jehová ha venido a su templo?
11 El cometer adulterio puede causarle desastre al vínculo matrimonial legal por medio del divorcio resultante. Pero ciertamente le causa desastre a la relación de uno con Dios, quien ya ha venido a su templo espiritual con su Mensajero judicial Jesucristo para juzgar. Él amonesta: “‘Me acercaré a ustedes para el juicio, y me haré testigo veloz contra los hechiceros, y contra los adúlteros, . . . mientras no me han temido,’ ha dicho Jehová de los ejércitos.”—Mal. 3:1, 5; también Hebreos 13:4.
12. ¿Cuál es el fallo judicial dictado en cuanto a tal persona inmoral, y cuál es la única manera mediante la cual el inmoral podría ser salvado de la destrucción eterna?
12 Este juicio divino se expresaría por medio de echar fuera, expulsar, al adúltero de la congregación. A la congregación se le dicta el fallo judicial: “Dejen de mezclarse en la compañía de cualquiera que se llame hermano y que sea fornicador. . . , ni siquiera coman con tal persona. . . . ‘Quiten al hombre inicuo de entre ustedes.’” (1 Cor. 5:11-13) Fuera de la organización moral de Dios no hay vida eterna. Por consiguiente el echar fuera al fornicador y al adúltero podría ser el acto de juicio inicial que señale el camino a la destrucción eterna del culpable a menos que muestre arrepentimiento sincero no hipócrita para con Dios y se reforme con una sincera determinación de mantenerse moralmente limpio y no contaminar la congregación de Dios y no acarrearle oprobio. Entonces Dios autorizaría a su congregación para restablecer al pecador arrepentido, reformado, sometiéndolo a un período de prueba hasta que se ganara de nuevo la confianza de la congregación limpia.
13, 14. (a) Donde un cónyuge comete adulterio, ¿cómo se puede preservar el vínculo matrimonial y la pareja continuar viviendo juntos? (b) ¿Mediante qué acción puede la congregación impedir que el cónyuge inocente que perdona tenga que vivir con un cónyuge expulsado? (c) Aunque se perdone al adúltero ¿qué es preciso que le suceda al puesto o servicios de responsabilidad que tenga en la congregación, y por qué?
13 Si el cónyuge adúltero confiesa y muestra un arrepentimiento honrado y una determinación de ser veraz y fiel al voto matrimonial de allí en adelante y luego implora perdón, el cónyuge inocente puede optar por perdonar y reasumir las relaciones matrimoniales y no divorciarse del adúltero. Bajo ciertas circunstancias esto no solo preserva el vínculo matrimonial sino que también impide que el cónyuge inocente tenga que vivir, comer y dormir con un cónyuge expulsado; lo cual sería una situación espiritualmente difícil. ¿Cómo?
14 La inmoralidad afecta los privilegios de que un individuo pueda gozar en la congregación. Por esta razón el cónyuge adúltero también debe confesarse ante los representantes de la congregación. Estos siervos responsables de la congregación pueden considerar el arrepentimiento y pesar del culpable y si fue la primera falta, y misericordiosamente podrían respetar el perdón que el cónyuge inocente haya dado al cónyuge arrepentido, cambiado; y con el fin de preservar la unidad espiritual del matrimonio, no expulsarían al adúltero. Harían responsable al cónyuge inocente de poner en vigor una prueba sobre el pecador perdonado que durara suficiente tiempo para demostrar el recobro a la buena moral del pecador, y comprobarían la conducta del culpable mes tras mes durante un año completo para ayudar en la reformación. Sin embargo, si el pecador ha estado desempeñando algunos puestos de responsabilidad y asignaciones de servicio en la congregación, entonces el comité representativo de la congregación tiene que encargarse de despojar al pecador de tales puestos o asignaciones. ¿Por qué? Porque, conforme a los requisitos bíblicos para desempeñar un puesto de responsabilidad y servicio especial en la congregación, el asignado tiene que ser ejemplar, irreprensible, con conciencia limpia, a quien no pueden reprochar los agentes del Diablo. (1 Tim. 3:1-9; Tito 1:5-9) Por consiguiente, aunque el adúltero cambiado haya sido perdonado por el cónyuge inocente y por el comité representativo de la congregación, se le tiene que considerar inadecuado para el puesto o servicio especial.
15. ¿En qué situación no evitaría la expulsión el perdón dado por el cónyuge inocente?
15 En muchos casos el perdón del cónyuge inocente resulta ser solamente limitado en su poder para librar al adúltero de todas las consecuencias serias de la inmoralidad. Si el cónyuge inmoral cometió adulterio con una persona de fuera de la congregación, como un fornicador o una ramera, no sería necesario que la congregación emprendiera alguna acción para con el extraño inmoral. No habría necesidad de pedir perdón al fornicador o a la ramera de afuera ni de arreglar las cosas con tal extraño inmoral. Pero si una persona llevó a cabo la impureza sexual dentro de su propia congregación o en otra congregación cristiana, entonces el perdón del cónyuge inocente quizás no baste para evitar la expulsión.
16. En caso de que un miembro cometiera adulterio dentro de su congregación o en otra congregación, ¿por qué posiblemente tendría que expulsarlo la congregación del transgresor a pesar de que lo hubiese perdonado el cónyuge inocente?
16 Digamos que el adulterio se cometió con el esposo o con la esposa de otro matrimonio de la misma congregación o de otra congregación, o con una persona de menor edad bajo el cuidado paternal o bajo tutor. Entonces otros a quienes afecta seriamente la falta moral estarían incluidos en el cuadro. El esposo cuya esposa fue violada, o la esposa cuyo esposo pecó con la esposa de otro, y los padres cuya criatura fue corrompida— ¿perdonan ellos? ¿O quieren que se tome acción correctiva contra la persona casada inmoral? El cónyuge inocente puede perdonar por razones personales privadas, pero ese cónyuge no puede perdonar por estos otros que han sido lastimados. Tal perdón personal, doméstico, no zanja cuentas afuera para el culpable. No puede acallar o satisfacer demandas de afuera para acción correctiva por la congregación ni demandas para indemnización por medio de acción legal afuera en los tribunales del país. Por lo tanto la congregación quizás tenga que expulsar a pesar de que el pecador tenga el perdón personal del cónyuge inocente.
17, 18. (a) Por ejemplo, ¿cómo podría un hombre viajero, teniendo una capacidad oficial, visitar y corromper a un número de mujeres complacientes en tales congregaciones exteriores, y también orar bajo una impresión incorrecta? (b) ¿Cómo describió Judas a tal hombre?
17 El comité de congregación tiene que considerar, también, la atrocidad de la falta. ¿Cuán esparcida fue? ¿Estuvieron envueltas otras congregaciones, y fue contaminada la pureza de su organización local? Digamos, por ejemplo, que un hombre casado hizo viajes regulares a varias congregaciones y en todas éstas o en algunas de ellas hizo requerimientos amorosos incorrectos a solteras o a esposas—dondequiera que hallara a alguna hermana anuente o complaciente. Está haciendo una práctica general de la inmoralidad, y eso dentro de la congregación santa de Dios. Está contaminando a la organización de Dios en sus varias congregaciones. Está abusando de cualquier puesto de responsabilidad que tenga con respecto a esas congregaciones. Bajo pretexto de servicio oficial se está introduciendo disimuladamente solo para satisfacer sus deseos vehementes pervertidos. Intimida a hermanas débiles y tímidas haciendo que cedan a sus designios inmundos. Privadamente ora a Dios que lo perdone, pero no hace ningún esfuerzo verdadero para dominarse y corregirse. De modo que sigue pecando, bajo la impresión incorrecta de que la bondad amorosa de Dios por medio de Cristo cancelará los pecados que a él le gusta cometer sin hacer caso de la pureza y nombre de la congregación de Dios.
18 Tal hombre prueba que es de aquellos mencionados en Judas 4: “Ciertos hombres se han introducido disimuladamente que hace mucho fueron designados por las Escrituras al juicio descrito más abajo, hombres impíos, que convierten la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para la conducta relajada y que resultan falsos a nuestro único Dueño y Señor, Jesucristo.”
19. ¿Por qué tiene que ser expulsado tal hombre, aunque su esposa lo perdone y no se divorcie de él?
19 Al tiempo de Dios este hombre viajero responsable es descubierto y puesto de manifiesto. Su esposa lo perdona cuando él admite su error. Pero, ¿sirve de algo el perdón de ella? ¡No! No es escudo para él contra las consecuencias merecidas. Él no puede transformarse de la noche a la mañana. El ser obligado a admitir su culpa y el expresar remordimiento no significa ninguna reformación verdadera. Es un peligro en medio de las congregaciones del pueblo dedicado de Dios, un poderoso poquito de levadura que puede fermentar toda la masa. Es un deliberado, confirmado contaminador de lo que es santo. No es digno de confianza, es un riesgo, es un hombre que no merece estar entre nosotros. En conformidad con los principios bíblicos tiene que ser expulsado. La congregación de Dios tiene que ser limpiada y salvaguardada, aunque su esposa lo perdone y no se divorcie de él.
20. Cuando un fornicador adulto soltero desea confesar su pecado, ¿a quién se dirigirá, y cómo será tratado por la congregación?
20 Pero, ¿qué hay de la persona soltera adulta que comete fornicación y no tiene cónyuge a quien confesar su transgresión? Cuando está triste y cortada hasta el corazón por causa de su maldad, ¿puede dirigirse a alguien para que le ayude? El comité de servicio de la congregación de hermanos espiritualmente capacitados sirve a la entera congregación. Si un soltero cede y comete una violación a la ley de Jehová, puede confesar su culpa al comité. Entonces el comité tiene que decidir qué acción correctiva se aplicará en cada caso, ya sea expulsión o prueba. Son responsables del bienestar de la congregación y de cada miembro en ella y tienen que determinar qué sirve los mejores intereses de la congregación. Si hallan que el soltero ha cedido y cometido un acto precipitado, su primera falta, y su actitud muestra dolor y arrepentimiento verdaderos, están dentro de los límites de sus deberes ante Jehová de extender misericordia, así como pueden hacerlo en el caso de un transgresor casado, y establecer un período de prueba durante el cual el transgresor les informaría regularmente sobre su conducta y sus esfuerzos por reformarse. Si fuera siervo, por supuesto, tendría que renunciar a su puesto por ser un individuo que ya no es irreprensible.
YENDO EN POS DE LA PAZ LOS CASADOS
21. (a) Durante el año de servicio 1958-1959 ¿cuántos fueron expulsados de la sociedad del nuevo mundo? ¿Cuántos fueron restablecidos? ¿Cuántos permanecieron expulsados? (b) ¿Ha de pasarse por alto la pequeñez del porcentaje de los expulsados?
21 Durante el año de servicio de 1958-1959 hubo 6,552 individuos expulsados por la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová por diferentes razones. Muchos de éstos fueron casos de inmoralidad, fuera fornicación o adulterio. Donde fue apropiado y oportuno, se desplegó misericordia, y hubo 1,597 de todos los expulsados durante los años pasados que fueron restablecidos durante el año de servicio de 1958-1959 al haber demostrado dolor, arrepentimiento y reformación piadosos. Estos fueron puestos a prueba durante un período de tiempo razonable, antes de concederles otra ve los privilegios generales de todos los de la congregación. Por eso, al fin del dicho año de servicio había, de todos los que habían sido expulsados durante años recientes, un total de 25,143 todavía cortados de la congregación del pueblo de Jehová. Aunque es una lástima que algunos hagan necesario que se les expulse, nos consolamos al saber que, de todos los centenares de miles que están informando actividades de predicación a través de toda la Tierra, solo .81 por ciento fueron expulsados. Eso únicamente es ocho décimos del uno por ciento. Sin embargo, aun esa cifra baja es una amonestación para cada uno de nosotros.
22. ¿A qué cosa han sido llamados los cristianos casados, y cómo deben guardarla?
22 La expulsión remueve a la persona de las relaciones pacíficas con Jehová Dios. Los cristianos casados deben evitar con pavor tal naufragio de la paz con Dios. Dios ha llamado a los cristianos casados a la paz. (1 Cor. 7:15) En su condición de casados celosamente guarden su paz con él. Eso significa guardar, en lo que sea posible, su paz doméstica como entre esposo y esposa. Con este fin vivan ellos vidas fieles a Dios y a su Cristo y fieles a sus cónyuges con quienes son “una carne.”
23. (a) ¿Por qué, especialmente ahora, no hay lugar para conducta matrimonial incorrecta así como no lo hubo allá en Edén? (b) ¿Qué, entonces, deben hacer los cristianos casados para vindicar al Proveedor del matrimonio para el hombre y la mujer?
23 Al otro lado de la guerra universal del Armagedón, ya no tan lejos, yace el Paraíso terrestre restaurado. Pero aun al tiempo presente desde el año 1919 el gran Sembrador y Cultivador Jehová Dios ha introducido en un Paraíso espiritual a sus testigos dedicados en la Tierra. En éste disfrutan de paz, gozo, y de todo el otro fruto del espíritu santo, y producen todo el fruto de las obras buenas al predicar las buenas nuevas del Reino en todo el mundo. En este Paraíso espiritual, así como originalmente en el jardín de Edén cuando estuvo ocupado por Adán y Eva perfectos, no hay lugar para la poligamia ni para el comportamiento matrimonial incorrecto ni desprecio para la relación teocrática del hombre y la esposa. Aprecien los creyentes casados la situación y aprovechen la oportunidad de trabajar para la salvación del cónyuge amado. Mediante su comportamiento matrimonial honren a Dios. Grande será su recompensa. Su matrimonio cumplirá con el propósito de Dios y desempeñará su papel en vindicarlo por haber provisto amorosamente esta unión dignificada, honorable y pacífica de esposo y esposa.