Recobro todavía posible
“‘Regresen a mí, y yo regresaré a ustedes,’ ha dicho Jehová de los ejércitos.”—Mal. 3:7.
1. ¿Por qué dos razones debemos prestar atención especial hoy en día a la Palabra de Dios?
HAY toda razón para creer que la Biblia de veras es la Palabra de Dios, el registro inspirado divinamente que nos habla del propósito y la personalidad del Dios verdadero, Jehová. También hay toda razón para creer que principalmente fue escrita para nuestro día. ¿Por qué? Porque puede probarse con las Escrituras que estamos viviendo en los “últimos días” del presente sistema de cosas, con sus “tiempos críticos, difíciles de manejar.” Este es el período de juicio concerniente al cual Jesús dio su gran profecía, registrada en el capítulo 24 de Mateo, expresada en respuesta a la pregunta: “¿Qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?” Por estas dos razones estamos sumamente interesados en determinar el mensaje de la Biblia para nuestro día, y en dar a ese mensaje el mayor respeto.—2 Tim. 3:1; Mat. 24:3.
2. (a) ¿Qué prueba que la Biblia se escribió principalmente para los “últimos días”? (b) ¿Cómo ilustró Jesús la obra de juicio que se instituye al volver él?
2 Puesto que la Biblia muestra que Dios previó este tiempo crítico, solo es razonable esperar que daría esclarecimiento especial en cuanto a él, en parte a causa de los muchos peligros y apremios peculiares a nuestro día, también por el tremendo testimonio que tiene que darse y el trabajo que tiene que hacerse antes del fin completo. (Mat. 24:14) Pero no se nos deja a conjeturar en cuanto a esto. El apóstol Pablo dice que “todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción,” y que “fueron escritas para amonestación de nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado.” También hay la promesa de que “la senda de los justos es como la luz brillante que se está haciendo más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido.” Además, cuando Jesús dio su gran profecía, completó ésta con tres ilustraciones proféticas, cada una de las cuales hablaba de una obra de juicio que instituiría y dirigiría al tiempo de su retorno. Nos dice cómo él, como el novio, trataría con las vírgenes que estarían preparadas para recibirlo a su llegada para el banquete de bodas. También, nos dice que él, como el amo, a su regreso, llamaría a cuentas a aquellos a quienes les había dado talentos con los cuales negociar durante su ausencia. Por último, él dice que, al ser entronizado como rey, separaría a la gente de todas las naciones “como el pastor separa las ovejas de las cabras,”, dando un galardón o recompensa correspondiente a cada clase.—Rom. 15:4; 1 Cor. 10:11; Pro. 4:18; Mat. 25:1-46.
3. ¿Qué ilustraciones adicionales tienen significado particular para nuestro día?
3 Hay otras parábolas proféticas que se cumplen en este día, “en la conclusión del sistema de cosas,” como Jesús dijo al explicar la ilustración de que la mala hierba se separa del trigo en la siega. También hay la ilustración del noble, representando a Cristo Jesús, que viaja a una tierra lejana para recibir poder real y luego regresa y administra juicio a sus esclavos a quienes había dado dinero de plata (minas), y a los ciudadanos que no querían que fuera rey sobre ellos.—Mat. 13:36-43; Luc. 19:12-27.
4. (a) ¿Qué rasgo es común en todas estas parábolas? (b) ¿Están ya determinados nuestros destinos individuales, haciéndose que surjan qué posibilidad y problema?
4 Todas estas parábolas se cumplen en “los últimos días” y todas tienen un rasgo común. En cada caso dos clases se hacen manifiestas, una aprobada y la otra desaprobada. Sin duda, estamos muy avanzados en estos “últimos días.” (2 Tim. 3:1) De hecho, este tiempo ha durado mucho más de lo que esperábamos originalmente. Pero eso no significa que el destino de nosotros, como individuos, ya está determinado, y estemos finalmente aprobados o desaprobados. Para los que llegan a estar conscientes de su necesidad espiritual, todavía es posible el recobro. Por supuesto, como Jesús dijo, sería bueno que todos estuvieran siempre “conscientes de su necesidad espiritual,” comprendiendo que dependen de Jehová y de sus provisiones. (Mat. 5:3) Pero, aparte de eso, todavía es posible que una persona recobre el juicio, por decirlo así, aun en este día tardío, y comprenda su necesidad de cambiar radicalmente su proceder, al mismo tiempo preguntándose si hay alguna esperanza en su caso. Teniendo presente este problema, investiguemos más en las Escrituras para esclarecimiento y guía.
ESPERANZA DE RECOBRO
5. ¿De qué tres maneras tienen aplicación o cumplimiento muchas profecías, incluyendo la de Malaquías?
5 Dirigiéndonos a la profecía de Malaquías, hallamos en los capítulos tres y cuatro uno de los pasajes más enérgicos en cuanto a los “últimos días.” Como muchas otras profecías, Malaquías tenía un mensaje para la nación de Israel al tiempo que se dio. También tuvo una medida de cumplimiento cuando Jesús estuvo en la Tierra, como se prueba por citas de ella en las Escrituras Griegas. (Vea Malaquías 3:1; 4:5, 6, y Mateo 11:10, 14; 17:10-13; Lucas 1:76.) Pero, como sucede con otras profecías, ésta tiene su cumplimiento mayor en este tiempo, que es el mayor de todos los períodos críticos, como se muestra por la referencia a la “venida del día grande e inspirador de temor de Jehová,” con el peligro inminente de que Jehová ‘realmente hiera a la tierra dedicándola a la destrucción.’—Mal. 4:5, 6.
6. ¿Por qué fue tan fuerte el mensaje de juicio de Malaquías, lo cual lleva a qué preguntas?
6 Aquí el mensaje de juicio es fuerte y directo. No se desperdician palabras. Jehová dice: “Me acercaré a ustedes para el juicio, y me haré testigo veloz” contra los varios inicuos a quienes se menciona que “no me han temido.” (Mal. 3:5) El tema general a través de este libro de Malaquías muestra que las condiciones requirieron tales palabras fuertes, revelando el bajo nivel espiritual al que habían llegado los judíos, especialmente los sacerdotes, que habían llegado a ser pagados de su propia rectitud e indiferentes a un grado señalado. ¿No había ninguna esperanza para nadie? ¿Era inútil que Dios hiciera cualquier llamamiento adicional? Note lo que inmediatamente sigue a la amonestación de Jehová:
7. (a) ¿Cómo muestra Malaquías 3:6 la consistencia de Jehová? (b) El ser el pueblo escogido de Dios, ¿que implicó?
7 “Pues yo soy Jehová; no he cambiado. Y ustedes son hijos de Jacob; no han terminado.” (Mal. 3:6) Jehová es consistente. Debido a que estas personas eran los hijos de sus antepasados amados, él no los desecharía apresuradamente, aunque lo merecían. Sí, lo habían estado mereciendo por largo tiempo, como Jehová en seguida les recuerda, diciendo: “Desde los días de sus antepasados ustedes se han desviado de mis disposiciones reglamentarias y no las han guardado.” (Mal. 3:7) Aunque era una ventaja ser el pueblo escogido de Dios, también imponía una responsabilidad definida, así como él les dijo: “Solo a ustedes he conocido de todas las familias del suelo. Por eso, los llamaré a cuentas por todos sus errores.” (Amós 3:2) Por eso en vista de tal desviación mala en el día de Malaquías, preguntamos nuevamente: ¿Había alguna esperanza de recobro? ¿Qué dice luego Jehová?
8. ¿Qué llamamiento hizo Jehová a Israel, y sobre qué base?
8 “‘Regresen a mí, y yo regresaré a ustedes,’ ha dicho Jehová de los ejércitos.” (Mal. 3:7) ¡Qué misericordioso llamamiento! Aunque la nación y sus caudillos se habían “desviado” y caído en prácticas corrompidas, a cualesquiera que recobraran el sentido se les recordaba que Jehová, por su parte, estaba invitando y esperando que ellos regresaran a él. Note, el llamamiento no se hacía a los que nunca habían conocido a Dios, sino a los que estaban en relación de pacto con él y que habían usado muy mal sus oportunidades y se habían alejado mucho en complacencia pecaminosa. Como Jehová les dijo: “He extendido mis manos todo el día a un pueblo obstinado, a los que están andando en el camino que no es bueno.”—Isa. 65:2.
9. (a) ¿A quiénes está dispuesto Jehová a extender ayuda, y cómo? (b) ¿Por qué hace esto, y por qué deberíamos estar interesados?
9 Por consiguiente, habiendo emprendido el camino incorrecto, estas personas, por supuesto, tenían que dar el primer paso para regresar a Dios. Lo mismo es verdad hoy en día. Dios no dirige su rostro con favor a aquellos que persistentemente lo rechazan. Pero en cuanto a los que son lo bastante honrados y humildes para reconocer su condición y empiezan a dar pasos en la dirección correcta, encuentran un medio provisto divinamente que les da el estímulo necesario para continuar retractándose de sus pasos hasta que finalmente son restaurados al favor de Dios en unión con él. Es por medio de hacer tal provisión misericordiosa que Jehová hace su parte en el asunto del retorno en las dos direcciones, de modo que llega a ser un acercamiento mutuo. (Mal. 3:7) De otra manera, ha de temerse que no muchos lo harían. Esta provisión misericordiosa tiene que ver con todos nosotros. Por consiguiente, estamos sumamente interesados en aprender cuál es, para que podamos aprovecharnos de ella nosotros mismos y ayudar a otros a hacerlo. La respuesta se encuentra en la parte restante de la profecía de Malaquías, que repasaremos brevemente.
EL ESTIMULO PARA RETORNAR A JEHOVA
10. (a) ¿Qué característica señala a la parte final de la profecía de Malaquías (b) ¿Qué acusación y qué invitación y promesa se dan en Malaquías 3:8-12?
10 Al examinar el pasaje de las Escrituras de Malaquías 3:7 a 4:6, notamos una serie sorprendente de oraciones breves, perspicaces, de juicio adverso, pero en cada caso se agrega una palabra de excelente promesa y estímulo, edificando dentro de nosotros un gran deseo y estímulo de participar de las cosas buenas que se predicen. Primero, al pueblo se le dice que había robado y maldecido a Dios. A esto sigue una invitación para traer todas sus cuotas, o décimas partes, a su granero, con la promesa de una bendición abundante, “hasta que no haya más necesidad.” A tales portadores de décimas partes se les promete adicionalmente un fruto infalible, y serían reconocidos por “todas las naciones” como un pueblo feliz que viviría en condiciones deleitables.—Mal. 3:8-12.
11. ¿Qué contraste se hace y qué promesa excelente se da en Malaquías 3:13-18?
11 Luego, Jehová disputa con los que habían dicho palabras fuertes contra él. En contraste, a esta crítica sigue una descripción de cómo Jehová presta atención estrecha a “los que temen a Jehová” y a “los que piensan en su nombre.” Bondadosamente tiene un “libro de memoria” escrito a favor de ellos. Les da la promesa excelente: “Ciertamente llegarán a ser míos . . . en el día en que estoy produciendo una propiedad especial.” Se les muestra compasión, “tal como un hombre muestra compasión a su hijo que le está sirviendo.” Se hace una clara distinción entre los que sirven a Dios y los inicuos que rehúsan servirle. Es decir, una clase es manifiestamente aprobada y la otra desaprobada.—Mal. 3:13-18.
12. ¿Qué juicio y qué bendición se pronuncian en Malaquías 4:1-3?
12 Luego sigue un pasaje vívido que describe lo que les aguarda a los presuntuosos y a los inicuos. Sin embargo, los que temen el nombre de Jehová disfrutarán de los beneficios sanadores de los rayos del Sol de su favor y resaltarán como pueblo espiritualmente fuerte y próspero, triunfante ante sus enemigos.—Mal. 4:1-3.
13. De lo susodicho, ¿cómo podemos resumir lo que Jehová hará para los que verdaderamente le temen?
13 El efecto acumulativo de los pasajes que acabamos de considerar es edificar en nuestra mente un cuadro claro y atractivo de un pueblo en unión estrecha con Jehová y disfrutando de su favor, como hijos felices en el servicio de su padre. Jehová hace que resalten como distintos de todos los demás, morando en su propia tierra, por decirlo así, en paz y felicidad y prosperidad. ¡Qué magnífico estímulo para regresar a Jehová!
14. (a) ¿Quiénes hoy en día llenan estos requisitos, y cómo? (b) ¿Cómo está usando Jehová a sus testigos en este día de juicio?
14 ¿Habrá de hallarse tal pueblo en este día del cumplimiento mayor de la profecía? Sí, verdaderamente. En toda la Tierra hay solamente el único cuerpo de personas que “temen a Jehová” y constantemente “piensan en su nombre.” (Mal. 3:16) De hecho, consideran el mayor privilegio y el mayor honor llevar su nombre como sus testigos, como se menciona en Isaías 43:10-12. Con el espíritu de devoción y dedicación de toda alma a Jehová traen su apoyo correspondiente de su adoración a su granero, es decir, a su organización y su ministerio. Como resultado, están disfrutando de todas las cosas buenas que acabamos de repasar, pero no de manera egoísta. Resaltan como distintos de la cristiandad y de todo el mundo, pero no son egoístamente exclusivos. Reconocen su comisión de predicar el mensaje del reino de Dios en toda la Tierra, “públicamente y de casa en casa,” incluyendo dar la invitación de regresar a Jehová a los que se han alejado mucho. (Hech. 20:20) De esta manera se está usando a los testigos de Jehová para representar a aquel que dice: “Regresen a mí, y yo regresaré a ustedes.” (Mal. 3:7) Por medio de ellos él está llevando a cabo su parte de la promesa en el asunto de un retorno mutuo a favor de los que, por su parte, han recobrado el juicio y comprenden su necesidad de regresar a él. Pudiéramos agregar que el hecho de que Jehová llega a ser un “testigo veloz” en este tiempo de inspección entraña la necesidad de un retorno veloz de parte de ellos, pero no es demasiado tarde. El llamamiento de regresar a Jehová todavía está resonando.—Mal. 3:5, 7.
15. ¿Cómo hace un fuerte llamamiento la Palabra de Dios, con qué propósito, y cómo está relacionado con su nombre?
15 Verdaderamente puede decirse que hay mucho en la Palabra de Dios que hace un llamamiento fuerte, tanto por palabras directas como por dramas proféticos y parábolas, expresado con términos muy conmovedores, como veremos. Estos llamamientos confirman abundantemente con lenguaje inequívoco la propia descripción del Creador de lo que representa su nombre, como cuando declaró a Moisés: “Jehová, Jehová, un Dios misericordioso y benévolo, lento para encolerizarse y abundante en bondad amorosa y verdad, que preserva bondad amorosa para miles, perdonando error y transgresión y pecado, pero [cuando se necesita] de ninguna manera dará exención de castigo.” (Exo. 34:6, 7) Estos llamamientos se exponen en la Biblia, no solo para instruir y guiar a los que se esfuerzan por servir a Dios de manera aceptable, sino también para atraer la atención de los que han caído por el camino, pero que no están más allá de la esperanza de recobro.
16, 17. (a) ¿Cómo aplica la Palabra de Dios individualmente, y por qué es esto importante? (b) ¿Qué oración es apropiada, y qué dificultad pudiera implicar esto?
16 En conexión con esto hay otro aspecto digno de recordarse. Aunque las Escrituras a menudo tratan del pueblo de Dios colectivamente, como nación, o proféticamente representan a determinadas clases o grupos, no obstante siempre hacen su llamamiento al lector individual. Es importante apreciar esto, porque aunque, como en el día de Malaquías, se pronunció juicio adverso contra un pueblo que persistía en sus caminos malos, eso no impide que un individuo recobre el juicio y dirija su corazón a Dios. El individuo también tiene que apoyar esto dirigiendo sus pies en el camino correcto, en la “senda de la vida.” Tal persona bien pudiera orar como David: “Los pecados de mi juventud y mis rebeliones, oh no recuerdes. . . . A causa de tu nombre, oh Jehová, debes aun perdonar mi error, porque es considerable. ¿Quién, ahora, es el hombre temeroso de Jehová? El lo instruirá en el camino que él escoja.”—Sal. 16:11; 25:7, 11, 12.
17 Quizás usted crea que no es fácil orar en medio de tales circunstancias, preguntándose si su oración será oída después que usted ha avanzado tanto en el camino incorrecto. Para su estímulo, lo invitamos a considerar la siguiente provisión notable que satisface exactamente tal necesidad.
PROVISION PARA ORACION PREFIGURADA
18. En la inauguración del templo, ¿cómo oró Salomón a Jehová?
18 Al completar el templo y después que el Arca, que representaba la presencia de Jehová, había sido colocada en el Santísimo del templo, entonces el rey Salomón expresó una oración de inauguración. Mencionó varias circunstancias bajo las cuales se podía hacer oración “hacia este lugar” (el templo), y pidió que Jehová oyera y contestara tales oraciones. Salomón incluyó las oraciones de individuos, y hasta mencionó al “extranjero” que, cuando “realmente viene y ora hacia esta casa, oye tú mismo desde los cielos . . . y debes obrar de acuerdo con todo lo que el extranjero pida de ti.”—1 Rey. 6:1; 8:11, 22, 30, 38, 41-43.
19. ¿Cómo había de hacer petición Israel a Jehová cuando estuviera en cautiverio, y qué lección enseña esto?
19 En armonía con nuestra investigación, Salomón también mencionó lo que sucedería si, al seguir un derrotero malo y pecaminoso, Jehová llegara a encolerizarse y abandonara al pueblo al cautiverio del enemigo. Oró que, si ‘de veras recobran el juicioa y de veras regresan a ti con todo su corazón,’ y oran en dirección de “la casa que he edificado para tu nombre; también debes oír . . . su oración y su petición de favor, y debes ejecutar juicio para ellos.” Esto llevaría a abrir el camino para su regreso a su propia tierra. (1 Rey. 8:46-53) ¡Cuán bien confirma esto el proceder que es posible para el que se ha alejado mucho en un derrotero de autocomplacencia y que se siente abandonado! Si, en su angustia, se enfrenta a su situación mala y llega a apreciar su necesidad, entonces, sin falta, debe invocar a Jehová.
20. ¿Qué condiciones estuvieron envueltas, y con qué seguridad de ser oídos?
20 Pero, como el Israel de la antigüedad, tiene que reconocer el conducto que Jehová está usando para oír y contestar tales oraciones. Los israelitas no podían dirigirse a cualquier templo. Por supuesto que no. Había solo el que había sido edificado para el nombre de Jehová en su ciudad escogida, Jerusalén. Por obrar de acuerdo con este requisito, ¿qué seguridad se dio de que tales oraciones serían oídas? Note lo que Jehová le dijo a Salomón: “He oído tu oración y tu petición de favor . . . He santificado esta casa que tú has edificado por medio de poner mi nombre allí hasta tiempo indefinido; y mis ojos y mi corazón ciertamente resultarán estar allí siempre.”—1 Rey. 9:3.
21. ¿Qué corresponde hoy en día con el templo de Israel de la antigüedad?
21 ¿Cómo aplica esto hoy en día? No hay ningún edificio religioso, ni en Jerusalén ni en alguna otra parte, que esté edificado al nombre de Jehová o que él esté usando como un eslabón visible entre él mismo y los que desean acercarse a él. Sin embargo, hay un templo que es visible hoy en día, aunque no está ubicado en ningún sitio sobre la Tierra. El apóstol Pablo habló de la congregación cristiana como formando este templo, como se muestra por lo que escribió a la congregación de Efeso: “Han sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular de fundamento. En unión con él el edificio entero . . . va creciendo para ser templo santo para Jehová . . . lugar donde habite Dios por espíritu.”—Efe. 2:20-22; vea también 1 Pedro 2:4, 5.
22. ¿Quiénes componen ahora la clase del templo, y cómo los usa Jehová?
22 Sí, Cristo Jesús es principalmente el conducto, como él dijo: “Nadie viene al Padre sino por mí.” También dijo que todas las peticiones al Padre tienen que ser “en mi nombre.” (Juan 14:6; 16:23, 24) Pero, del lado práctico, al contestar tales oraciones y al ayudar a los que desean ser recobrados y restaurados a su favor y servicio, Jehová está usando hoy en día a esa misma clase del templo que Pablo describió. Todavía hay en la Tierra un resto de esa clase, que forma el núcleo de los testigos de Jehová. Estrechamente asociada con ellos ahora está una “grande muchedumbre” que ha entrado en el favor de Dios, descrita apropiadamente como “rindiendo [a Dios] servicio sagrado día y noche en su templo.” (Rev. 7:9, 15) Todos éstos anteriormente estuvieron en necesidad de recobro. Si usted siente una necesidad semejante, usted también puede ingresar en sus filas. No son una compañía limitada, sino una grande muchedumbre innumerable.
23. ¿Qué posición favorecida, feliz, ocupa esta clase del templo?
23 Esta clase del templo o del santuario se identifica como siendo lo mismo que el pueblo de la profecía de Malaquías, que trae todas las “décimas partes” o diezmos de sostén a la organización de Dios en devoción a él y que constantemente piensa en su nombre. ¿Puede decirse de esta clase lo mismo que Jehová dijo de la casa edificada por Salomón: “Mis ojos y mi corazón ciertamente resultarán estar allí siempre”? (1 Rey. 9:3) Sí. De este pueblo Jehová dice: “Debido al hecho de que has sido precioso a mis ojos, se te ha considerado honorable, y yo mismo te he amado.” “Jehová tu Dios está en medio de ti. . . . El se alegrará por ti con regocijo.”—Isa. 43:4; Sof. 3:17.
24, 25. (a) ¿De qué manera se está revelando Jehová más cabalmente hoy en día? (b) ¿Qué estímulo se da al individuo, implicando qué? (c) ¿De qué fuente podemos esperar más esclarecimiento?
24 Como ya se notó, la Palabra de Dios hace un fuerte llamamiento al individuo. Igualmente es verdad que en este tiempo, el mayor de todos los tiempos de inspección, Jehová, por su parte, se está revelando más plenamente como el gran Individuo que, desde su corazón, está haciendo llamamiento a nuestros corazones, a nuestro amor y devoción de toda alma. El es supremamente digno de ello. El no es inaccesible. Como Pablo dijo a los hombres de Atenas, Dios “decretó . . . los límites fijos de la morada de los hombres, para que busquen a Dios, por si acaso busquen a tientas y verdaderamente lo hallen, aunque, de hecho, no está muy lejos de cada uno de nosotros.” Como Dios también dijo a los judíos cuando estaban desterrados en Babilonia: “Ustedes ciertamente me llamarán y vendrán y orarán a mí, y yo les escucharé. Y realmente me buscarán y me hallarán, porque ustedes me buscarán con todo su corazón. Y yo mismo me dejaré ser hallado por ustedes . . . y los traeré de vuelta.” Finalmente, recuerde la magnífica palabra de estímulo de Jehová, con su llamamiento sin par al individuo: “En lo alto y en el lugar santo es donde resido, también con el quebrantado y el de espíritu humilde, para revivir el espíritu de los humildes y para revivir el corazón de los que están siendo quebrantados.” Observe que en cada caso el corazón tiene que estar implicado; tiene que haber algo más profundo que simplemente reconocer mentalmente la necesidad de uno. Ciertamente puede decirse de los que sinceramente buscan a Jehová y desean regresar a él, que él, de su parte, regresará a ellos. El recobro todavía es posible para tales personas.—Hech. 17:26, 27; Jer. 29:12-14; Isa. 57:15.
25 Hay otros aspectos interesantes e importantes que considerar sobre este tema, y hay mucho que podemos aprender para nuestra guía y estímulo de la Biblia. Por lo tanto, examinaremos una de las parábolas de Jesús. Es particularmente apropiada para nuestro tema y tiene su propio llamamiento distintivo. Nos referimos a la bien conocida parábola, o ilustración, del hijo pródigo.
[Nota]
a Literalmente: “de veras causan un retorno a su corazón.”—NM, margen, edición de 1955.