El reino de Dios domina—¿se acerca el fin del mundo?
EL DOMINGO 3 DE AGOSTO DE 1958 a las 3 p.m. se celebró en el estadio Yankee y el cercano Polo Grounds (unido al estadio por un sistema de alambres y altoparlantes), en la ciudad de Nueva York, la asamblea más grande de la historia del cristianismo. Desde más de 123 países e islas del mar vinieron 253,922 personas para reunirse y oír la conferencia “El reino de Dios domina—¿se acerca el fin del mundo?” que el presidente de la Sociedad Watch Tówer Bible & Tract of Pennsylvania pronunció. Este auditorio sin igual expresó su aprecio por muchos aplausos durante la conferencia. Concluído el discurso se distribuyeron gratis a los del auditorio 500,000 ejemplares de la conferencia en forma impresa, un ejemplar a cada concurrente, junto con otro ejemplar que podían dar a un amigo.
Tomando en cuenta que continúa siendo importante este poderoso mensaje, el discurso se ha traducido al español y se presenta aquí, al mismo tiempo que se está traduciendo a veintenas de otros idiomas. Al leer este mensaje usted podrá probar para su propia satisfacción, de la Biblia y las profecías bíblicas ya cumplidas, que el reino de Dios domina y que se acerca el principio de un nuevo mundo de justicia para los hombres de buena voluntad.—LOS PUBLICADORES
Conferencia que 253,922 personas oyeron
“El reino del mundo ha llegado a ser el reino de nuestro Señor [Dios] y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás.”—Apo. 11:15.
1. ¿Solamente qué gobierno es lo suficientemente bueno para la tierra, y por qué?
SOLO el mejor gobierno del universo es lo suficientemente bueno para esta tierra. Esa es la manera en que ve el asunto el Creador de la tierra. A causa de esto, todos los hombres de buena voluntad pueden sentirse alegres. Podemos sentirnos agradecidos de que el Creador no le niega atención a su creación, aunque esta tierra es tan menuda en comparación con el universo. Podemos sentirnos felices de que él respete a esta creación menuda como obra de sus propias manos y desee honrarla proporcionándole la mejor forma de dominio. Él quiere que ésta le refleje crédito a él así como lo hace el resto del universo. “Los cielos están declarando la gloria de Dios, y de la obra de sus manos está contando la expansión.”—Sal. 19:1.
2. ¿Qué hecho se hace patente respecto al gobierno de la tierra por el hombre, y por qué?
2 Es patente que el gobierno de la tierra por el hombre no ha sido la mejor forma de dominio. Hoy día tenemos los resultados acumulados del dominio de la tierra y sus habitantes por el hombre, y esos resultados no son buenos. No podemos despedir el asunto con ligereza, no podemos disculpar los resultados diciendo que el gobierno de los hombres ha sido mejor que el no tener ningún gobierno. Queda como hecho innegable que el gobierno de la tierra por los hombres ha resultado en un mundo terriblemente dividido, y la raza del género humano se enfrenta a la destrucción de sí misma mediante las armas inhumanas que ella misma ha fabricado. Puede que el gobierno de la tierra por el hombre haya producido unas Naciones Unidas de ochenta y un miembros en la actualidad, pero no ha producido un género humano unido, una fraternidad amorosa y pacífica de todas las razas, colores, lenguas y familias. No sólo no ha podido acabar con la muerte que resulta de causas enteramente naturales, sino que acelera para todo el género humano la posibilidad de una destrucción repentina y violenta mediante los propios gobiernos políticos y militares del hombre, sin mencionar un Armagedón de destrucción a manos del Creador del hombre. Nada es más patente, nada es más imposible de negarse que el que el gobierno de la tierra por el hombre y por los muchos dioses del hombre ha fracasado.
3. A pesar del fracaso hasta la fecha, ¿qué hacen los gobernantes políticos, y qué debe hacer individualmente la gente?
3 En vista del notorio fracaso, es tiempo para que el hombre llegue a alguna conclusión y decida en cuanto a cuál es la manera de proceder sabia. Si los gobernantes políticos rehúsan dar los pasos directores que resulten en bien para la gente, entonces la gente tendrá que hacerlo individualmente para sí misma. Los gobernantes políticos trazan planes y hacen arreglos para que sus gobiernos nacionales sigan funcionando en el futuro ilimitado. No están convencidos de que el hombre haya fracasado, sino que testarudamente siguen esforzándose por hacer que tenga éxito y demostrar al universo lo que ellos pueden hacer. Prueban que no conocen o no les importa conocer el propósito del Creador respecto a su propia tierra o que no tienen ninguna fe en éste. Tienen fe únicamente en ellos mismos. De tal modo revelan que no les ha servido de nada la historia registrada del hombre. Son orgullosos. No han aprendido lo sabio y correcto que es el inspirado consejo de antaño: “No deposites tu confianza en nobles, ni en el hijo del hombre terrestre, a quien no le pertenece salvación alguna. Su espíritu sale, él vuelve a su tierra, en ese día ciertamente perecen sus pensamientos.”—Sal. 146:3, 4.
4. Si no les sobreviene una guerra mundial, ¿qué les pasará de seguro a los gobernantes, y por eso qué tenemos que decidir nosotros?
4 A menos que primero les sobrevenga una tercera guerra mundial, todos los gobernantes de este día crítico se irán de la misma manera que se han ido todos los nobles y gobernantes políticos de antes de ellos. Todos respirarán su último aliento, sus cuerpos faltos de vida volverán al suelo, sus facultades de pensar que emplearon incorrectamente perecerán junto con ellos, y el género humano no se hallará en mejor situación por el fracaso de sus esfuerzos por gobernar. Por eso lo que nosotros, cada uno de nosotros, tenemos que decidir es si seguiremos entregándonos en manos del sufrimiento simplemente por los esfuerzos que hace el hombre mortal por gobernar, esfuerzos que están destinados al fracaso.
5. ¿Qué cosa no quiere decir el que se haga dicha decisión personal, y a quién únicamente podemos acudir en busca de buen gobierno?
5 El que hagamos una decisión personal para evitar el sufrir las consecuencias desastrosas finales del gobierno por gobernantes humanos no quiere decir que vamos a agitarnos y levantarnos contra ellos o que empezaremos una revolución o que nos haremos anarquistas. El que realizáramos una revolución pacífica o violenta querría decir que simplemente estaríamos substituyendo el gobierno por otros hombres con un gobierno en que nosotros mandáramos. El resultado final no sería diferente en ningún sentido; todavía sería gobierno por hombres, por nosotros mismos. El sistema de gobierno comunista, que empezó con una revolución violenta y arrebatamiento del poder político, es un ejemplo de esto. Sin embargo, si nos apartamos del gobierno de la tierra por el hombre, aun por nosotros mismos, ¿a quién, entonces, podemos acudir en busca de buen gobierno que no sea un fracaso? Hay solamente uno a quien acudir para obtener un dominio próspero, y es al Creador de la tierra, al Creador del hombre. Es decir, a Dios. “En el principio Dios creó los cielos y la tierra.” Eso es lo que dicen las palabras de apertura de la Santa Biblia de escritura sagrada.
6. ¿Es práctico acudir a Ese, y por qué?
6 ¡Acudir a Dios el Creador en busca de gobierno para la tierra! ¿Es práctico eso? Muy aseguradamente; tan práctico como el acudir al hombre en busca de gobierno para la tierra ha resultado impráctico según los resultados que el hombre ha segado hoy día. El dejar que Dios gobierne su tierra de acuerdo con su manera divina no sólo es lo más práctico, sino también lo más razonable, porque es lo más provechoso, duraderamente provechoso. Esto es aun más cierto ahora, porque el reino de Dios domina ahora—ya ha comenzado a reinar sobre nuestra tierra. Todo el que quiera disfrutar de la vida sin fin en paz, salud y felicidad tendrá que someterse a éste de buena gana. Ese es el resultado práctico de acudir a Dios por nuestro gobierno.
7. ¿Cuánto tiempo hace que Jehová es Rey, y cómo puede explicarse eso? Y sin embargo, ¿cuál ha sido la reacción del género humano a este hecho?
7 ¿Desde cuándo ha empezado a dominar el reino de Dios? Más de seiscientos años antes de la era cristiana el profeta Jeremías dijo: “Jehová es en verdad Dios. Él es el Dios vivo y el Rey hasta tiempo indefinido.” (Jer. 10:10) Sí, el Dios verdadero, cuyo nombre es Jehová, siempre ha sido Rey. Siempre ha tenido el dominio; siempre ha gobernado. Él es el Soberano del universo, y ninguna criatura de él ha podido derribar su dominio soberano, ni siquiera el Diablo. Sin embargo durante casi seis mil años pocos han sido los hombres que lo hayan reconocido como Rey y que hayan deseado su reino. Aun cuando vino el debido tiempo para que su reino dominara la tierra directamente, el género humano, casi a una, dejó de darle la bienvenida al gobierno por él. La gente no ha cedido soberanía alguna a favor de su reino; no le ha dado homenaje ni lealtad a su reino. Rige el nacionalismo.
8. ¿Quién, más que cualquier otro, reconoció el puesto real de Dios, y qué cosa prueba concerniente al reino de Dios la oración que él enseñó?
8 El hombre que reconoció más que cualquier otro el puesto real de Jehová Dios y que más deseó que su reino celestial gobernara esta tierra fué Jesucristo. Hace mil novecientos años él fué quien enseñó a sus discípulos a orar al Rey del cielo: “Nuestro padre en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Cúmplase tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:9, 10) El mismo hecho de que Jesús enseñó a sus discípulos a orar por la venida del reino del Padre celestial prueba que el reino no gobernaba la tierra en ese entonces. El Imperio romano, no el reino de Dios, dominaba entonces la tierra habitada. Toda persona enterada de los hechos sabe que fué el gobernador romano en Jerusalén quien, a la instancia de los guías religiosos de Jerusalén, hizo que se le diera muerte a Jesús en un madero de tormento fuera de las murallas de la ciudad. Sí, cierto es que la Roma de los Césares gobernaba entonces como la potencia mundial; el reino de Dios no dominaba en ese entonces. Todavía le faltaba venir en respuesta a la oración que Jesús enseñó. La pregunta era: ¿Cuándo había de comenzar a dominar el reino de Dios?
NO MEDIANTE LOS POLÍTICOS DE LA CRISTIANDAD
9. ¿Qué ha enseñado el clero de la cristiandad por largo tiempo concerniente a la venida del reino de Dios, y por qué le es odiosa a Dios la aplicación de esta enseñanza?
9 El clero religioso de la cristiandad ha estado enseñando por largo tiempo que el reino de Dios vino cuando el emperador romano Constantino el Grande dijo que se había hecho cristiano y cuando introdujo en el servicio gubernamental a los obispos religiosos del cristianismo popular de ese día. Además estos clérigos han enseñado que el reino de Dios vendría y gobernaría mediante políticos gubernamentales a medida que éstos se hicieran cristianos, sujetos al clero religioso. Cuando, finalmente, todos los políticos en poder se hubiesen hecho cristianos y todos los gobiernos humanos se hubiesen hecho cristianos, entonces el reino de Dios habría venido cabalmente. Así el reino de Dios no sería un gobierno directo desde el cielo. Pero es falsa esta enseñanza del clero religioso de la cristiandad. Le ha sido muy útil al clero, sirviéndole de pretexto para meterse en la política de este mundo. Todo esfuerzo por establecer el reino de Dios por medio de los políticos de este mundo tiene que fracasar. Es un esfuerzo por hacer mesías, Cristos, de los políticos de este mundo. Esto le es sumamente odioso al Creador de la tierra, porque consta un rechazamiento de su reino.
10, 11. ¿Mediante quién mostró Dios que su reino no vendría por medio de gobiernos humanos, y cómo?
10 Hace más de veinticinco siglos Dios el Creador le suministró al género humano la prueba de que Su reino no vendría por medio de gobiernos humanos ni por medio de los políticos de este mundo. En el siglo doce antes de Cristo los jefes israelitas, igual que la mayoría de los hombres hoy día, pensaban que no era práctico que el Dios del cielo los dominara directamente como nación. Dios los había librado de la esclavitud en que estaban en la tierra de Egipto y los había colocado en una tierra de leche y miel en el Medio Oriente. Les había proporcionado una colección de leyes, la colección más notable que el hombre ha conocido. Mediante el profeta Moisés les había dado los Diez Mandamientos, junto con centenares de otras leyes. Les había probado que él era el Dios Todopoderoso y que su nombre es Jehová. El primero de los Diez Mandamientos dados a ellos declaró: “Yo soy Jehová tu Dios, que te he sacado de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos. Nunca debes tener otros dioses algunos contra mi rostro.” (Éxo. 20:2, 3) Los organizó como nación y los introdujo en un contrato solemne o pacto con él para ser él su Dios de bendición y tenerlos como pueblo de él. Él era su Rey invisible. (Deu. 26:17-19) Sin embargo, estos israelitas perdieron la fe. Cultivaron el deseo de tener un rey humano visible igual que todas las naciones no judías de sus alrededores. Por lo tanto se acercaron a Samuel, profeta de Jehová, y le dijeron: “Ahora nómbrenos, sí, un rey que nos juzgue como todas las naciones.”—1 Sam. 8:5.
11 El que se solicitara así un gobernante humano no era cosa cualquiera. No era ésta la expresión de una democracia que mereciera reconocimiento y que se hiciera lo que se pedía. Era un rechazamiento de Dios como Rey, y él les dijo eso. El registro bíblico dice: “Entonces Jehová le dijo a Samuel: ‘Escucha la voz del pueblo en cuanto a todo lo que te dicen, porque no es a ti a quien han desechado, sino a mí que han desechado para que yo no sea rey sobre ellos.’” (1 Sam. 8:7) Porque hicieron esto Jehová no los rechazó ni los descartó inmediatamente como pueblo suyo. Les concedió la clase de rey que querían, debido a que se adhirió firme y misericordiosamente al pacto que él había hecho con ellos.
12. ¿Qué puede decirse de lo práctico de aquel reino, y a pesar de qué ventajas fué cierto esto?
12 ¿Resultó práctico ese reino? ¿Tuvo buen éxito ese gobierno israelita de reyes humanos? ¿Por qué no tienen los israelís de hoy día tanto terreno en el Medio Oriente como el que tuvieron sus antepasados en el día de Samuel? ¿Por qué no tienen sobre ellos un rey humano dado por Dios? Sólo hay que ir a las sagradas Escrituras Hebreas para aprender la respuesta, la cual no pueden contradecir los israelís mismos. No tienen un rey humano hoy día porque el experimento que hicieron sus antepasados de sabiduría mundana con un rey humano fracasó, desastrosamente. Fracasó a pesar del hecho de que Dios ungió como rey sobre ellos al fiel pastor David de Belén y estableció una dinastía o línea de gobernantes en la familia de David. Fracasó a pesar del hecho de que aquellos reyes de la casa de David reinaron en la ciudad de Jerusalén, donde Dios había elegido poner su nombre Jehová, y aquellos reyes se sentaban sobre un trono que se llamaba el “trono de Jehová” y reinaban como representantes visibles de él. Ese experimento israelita con reyes humanos fracasó a pesar del hecho de que la entera nación judía y su rey estaban en un pacto especial con Jehová su Dios y tenían las leyes y los profetas suministrados por Él mismo.
13. ¿Por cuánto tiempo dejó Dios que los israelitas experimentaran con su rey humano, y qué puede decirse ahora acerca del “trono de Jehová” en Jerusalén?
13 Dios misericordiosamente les concedió un poco más de quinientos años para experimentar con su rey humano, que se sentaba en el llamado “trono de Jehová,” en Jerusalén. Por fin Dios mismo, que había cedido a su demanda de un rey humano, quedó tan disgustado con la nación y su gobierno real que trastornó el gobierno en el año 607 a. de J.C., usando para ello los ejércitos de Nabucodonosor, rey de Babilonia. Setenta años después Jehová trajo de regreso desde su destierro en el país lejano de Babilonia a un fiel resto; pero Su trono no volvió a establecerse en Jerusalén. Hasta la misma fecha de hoy no se ha establecido allí. Nunca volverá a establecerse allí.
14. En cuanto a la venida del reino acerca del cual Jesús enseñó, ¿qué arguye el experimento judío de tener reyes, y cómo proceden los políticos de la cristiandad?
14 ¿Qué hay, pues, del reino de Dios que Jesucristo predicó y por el cual enseñó a sus discípulos a orar? Visto a la luz del experimento judío, ¿hay motivo histórico alguno, sin referirnos a la profecía bíblica, para creer y enseñar que el reino de Dios vendrá por medio de los políticos de la cristiandad, junto con la ayuda del papa de la Ciudad del Vaticano y el clero religioso del protestantismo? ¡No! ¿Es razonable que pensemos por un momento que el sapientísimo Dios, que conoce desde mucho antes sus obras, se haya lanzado a otro experimento como aquel en que participó la nación judía? ¡No! La misma Palabra de Dios contesta ¡No! El Hijo de Dios, Jesucristo, contesta ¡No! Pero los políticos de la cristiandad, instruídos y respaldados por el clero, católico y protestante, han decidido que es de esa manera que debe venir y dominar el reino de Dios. Por eso han procedido a gobernar basados en la teoría del derecho divino de reyes o en la teoría de que, como las “potestades superiores” “ordenadas por Dios,” ellos representan a Dios ante toda alma sujeta a ellos. No obstante, ellos no se sientan en ningún “trono de Jehová.”—Rom. 13:1.
15. ¿Qué ventajas que no tenían los judíos han tenido los gobernantes de la cristiandad, y qué muestra ahora si el reino de Dios está más cerca que en el día del emperador Constantino?
15 Desde los días del emperador Constantino el Grande hasta ahora los gobernantes de la cristiandad han tenido más de mil seiscientos años, o más de tres veces más tiempo que el que tuvieron los reyes israelitas. Pero, ¿han tenido ellos más éxito que el que tuvo el reino judío con su capital en Jerusalén, la ciudad santa? Además de tener más tiempo que el que tuvieron los reyes de la casa de David, han tenido algo más que simplemente la religión de los judíos. Han tenido la entera Santa Biblia y lo que ésta enseña del cristianismo, como mayor ayuda. Pero, con toda esta ventaja, ¿han tenido ellos éxito? Mediante los políticos respaldados por el clero de la cristiandad, ¿está más cerca el reino de Dios ahora que lo que estaba en los días del emperador Constantino? ¿Está dominando el reino de Dios en el día presente por medio de los reyes, presidentes y gobernadores de la cristiandad? ¡No! Desde 1914 dos guerras mundiales comenzaron precisamente en el medio de la cristiandad, y el entero sistema de cosas por toda la tierra está en un estado de desorden que va empeorando. Se ha levantado el impío gigante comunista. Ya en este año éste ha conseguido el dominio de la tercera parte de la tierra con 944,900,000 habitantes. La cristiandad lucha con desesperación para detener el gigante, no sólo para que no haga más incursiones en la cristiandad, sino también para impedir que se trague las naciones neutrales no cristianas del mundo. Debido a que pretende ser cristiana y estar en un nuevo pacto con Dios mediante Cristo, la cristiandad ha tenido mayores oportunidades y responsabilidades más pesadas. Por eso al fracasar, la cristiandad es más reprensible ante Jehová Dios que el antiguo reino de Judá que estaba en el viejo pacto de la ley mediante Moisés.
FALSIFICACIÓN DEL REINO DE DIOS
16. ¿De qué es sucesora la organización presente de las Naciones Unidas, y así, qué cosa vino a ser el punto en disputa después de la I Guerra Mundial, y por qué?
16 Una cosa grande que cuenta pesadamente contra la cristiandad es la parte que ella ha desempeñado en las Naciones Unidas, actualmente en su año décimotercero, la organización internacional que se estableció en 1945 para garantizar la paz y seguridad del mundo. Cuando las Naciones Unidas comenzaron a funcionar en enero de 1946, se le entregaron los bienes físicos de la difunta Sociedad de las Naciones a las N.U. como sucesora de ésta. Allá en enero de 1918, en medio de las mismas angustias de la I Guerra Mundial, el presidente estadounidense, Woodrow Wilson, propuso la Sociedad de las Naciones. El mismísimo mes siguiente los testigos de Jehová, representados por el presidente de la Sociedad Watch Tówer Bible & Tract, empezaron a predicar el asombroso mensaje: “El mundo ha terminado—millones que ahora viven quizás nunca mueran.” A principios del mes siguiente se empezó a arrestar a prominentes testigos de Jehová en los Estados Unidos por predicar el reino de Dios como la única esperanza de todo el género humano, y en los meses siguientes se sentenció a éstos a largos términos de encarcelamiento. Entonces el punto en disputa quedó claro ante las iglesias estadounidenses de la cristiandad: el reino de Dios o la Sociedad de las Naciones—¿cuál deberían escoger los que decían que eran cristianos?
17, 18. ¿Al apoyar qué propuesta manifestaron la selección que habían hecho las principales iglesias de la cristiandad, y qué expresiones en su Declaración muestran que mezclaron transigentemente los asuntos?
17 La I Guerra Mundial terminó con victoria para los Aliados democráticos, pero estando los principales testigos de Jehová en prisión. La Conferencia de la Paz de París había de iniciarse en enero de 1919. Las principales iglesias de la cristiandad en los Estados Unidos declararon su selección, pero confundieron el punto en disputa con el fin de transigir. El 12 de diciembre de 1918, el comité ejecutivo del Concilio Federal de Iglesias de Cristo en América celebró su reunión anual y apoyó el plan del presidente Wilson de una Sociedad de Naciones con una Declaración en la que se hacían las siguientes declaraciones extraordinarias:
18 “La crisis del mundo debido a la guerra ha pasado, pero nos ha sobrevenido una crisis mundial. . . . Ha llegado el tiempo de organizar el mundo a favor de la verdad, rectitud, justicia y humanidad. Con este fin instamos como cristianos al establecimiento de una Sociedad de Naciones Libres en la venidera Conferencia de la Paz. Tal Sociedad no es meramente un expediente político; es más bien la expresión política del Reino de Dios en la tierra. . . . Los muertos heroicos habrán muerto en vano a menos que de la victoria salga una nueva tierra en la cual more la justicia. La Iglesia tiene mucho que dar y mucho que conseguir. Puede dar una poderosa sanción por medio de impartir al nuevo orden internacional algo de la gloria profética del Reino de Dios. . . . La Iglesia puede dar un espíritu de buena voluntad, sin el cual ninguna Sociedad de las Naciones podrá durar. . . . La Sociedad de las Naciones tiene sus raíces en el Evangelio. Igual que el Evangelio, su objetivo es ‘paz en la tierra, buena voluntad para con los hombres.’ Igual que el Evangelio, tiene acogida universal. . . . Pedimos que todo cristiano y todo creyente en Dios y todo el que ama al hombre, trabajen y oren con toda el alma, que de las cenizas de la vieja civilización se levanten los bellos contornos de un nuevo mundo, basado en el ideal de Cristo de la justicia, cooperación, fraternidad y servicio.”
19. ¿Qué se hizo con esta Declaración, y en el siguiente mayo de 1919 qué prometió el Concilio Federal de Iglesias?
19 Se designó una comisión especial compuesta del presidente del Concilio Federal y otros líderes representativos de las iglesias para que transmitiera esa Declaración a la Conferencia de la Paz en París en 1919. Consta el registro de que esta comisión especial de hombres eclesiásticos presentó dicha Declaración a los oficiales del gobierno en París, Francia.a Luego, en mayo de 1919, dicho Concilio Federal de Iglesias aprobó una resolución en que prometió prestar su apoyo a la consecución de la ratificación de la Sociedad de las Naciones de parte del Senado estadounidense y también prometió su devoción a hacer que la Sociedad de las Naciones tuviera buen éxito.b
20. ¿Cómo se apagó la llamada “única luz que hay,” y por eso qué puede decirse respecto a las iglesias de la cristiandad en conexión con la Sociedad de las Naciones?
20 Más tarde, una organización estadounidensec que hacía propaganda a favor de la Sociedad de las Naciones publicó el lema: “En un mundo tan oscuro como éste, ¿por qué apagar la única luz que hay?” Pero en 1939 el caudillo nazista Adolfo Hitler apagó esa “única luz,” y la Sociedad de las Naciones desapareció en las tinieblas abismales de la II Guerra Mundial. Los esfuerzos que habían hecho todas las iglesias de la cristiandad para hacer que la Sociedad de las Naciones tuviera éxito habían fracasado, sus oraciones a favor de ella no habían sido contestadas desde el cielo. Lo que el Concilio Federal de las iglesias había llamado la “expresión política del Reino de Dios en la tierra” había fracasado, y los muertos heroicos de la I Guerra Mundial habían muerto en vano porque, de la victoria militar que ellos habían ayudado a ganar, no había salido “una nueva tierra en la cual more la justicia.” ¿Qué, pues, puede decirse honradamente acerca de las acciones y actitudes de las iglesias de la cristiandad para con la Sociedad de las Naciones? Esto: La Santa Biblia denuncia a esas organizaciones religiosas como culpables de blasfemar y de establecer la idolatría de un proyecto vano por medio de asociar el reino de Dios con la Sociedad de las Naciones. De manera crasa engañaron a todo el género humano al hacer propaganda a favor de una abominable falsificación del verdadero reino de Dios, y le ocasionaron gran oprobio al Dios Altísimo.
21. ¿Cómo mostraron los testigos de Jehová si el reino de Dios había fracasado junto con la Sociedad de las Naciones o no, y ahora por qué fracasarán también las Naciones Unidas?
21 Gracias a Dios, no obstante, que el Reino de Dios no fracasó junto con la Sociedad de las Naciones. Aunque aquella Sociedad murió una muerte eterna, el reino de Dios ha seguido dominando. Desde 1920 en adelante los testigos de Jehová pusieron de manifiesto que la Sociedad de las Naciones era la “abominación desoladora” que Daniel, el profeta de Jehová, predijo y que Jesucristo mencionó en su profecía concerniente al fin de este mundo. (Dan. 11:31; 12:11; Mat. 24:15) Los testigos de Jehová hicieron una separación entre la Sociedad de las Naciones y el reino de Dios y declararon que la Sociedad fracasaría. Se dedicaron a cumplir el mandato profético de Jesús, a saber: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones.” (Mat. 24:14) Ese reino no tiene ninguna “expresión política” en la tierra, ni siquiera en las Naciones Unidas de hoy día. Que las iglesias de la cristiandad, católicas y protestantes, cooperen ahora cuanto quieran con las Naciones Unidas, y oren a favor del éxito de dicha organización en los esfuerzos que hace por evitar una tercera guerra mundial. Las N.U. no tendrán más éxito, no recibirán más bendición y cooperación del reino de Dios que las que tuvo y recibió su predecesora, la blasfema y abominable Sociedad de las Naciones.
TERMINARON LOS TIEMPOS DE LOS GENTILES
22. ¿Cómo se llamó la atención de clérigos bien conocidos de Inglaterra a Lucas 21:23, 24, y por eso qué manifiesto redactaron ellos en 1917?
22 Poco aprecia la gente del mundo que todas estas cosas constan evidencia histórica de que el reino de Dios domina y ha estado dominando desde el otoño del año 1914. Hacia el punto culminante de la I Guerra Mundial un grupo de clérigos británicos bien conocidos declaró mediante la página impresa lo que entendía que era el significado de lo que estaba pasando en el mundo. Un suceso dramático que ocurrió en el Medio Oriente llamó a su atención las siguientes palabras de la profecía de Jesús concerniente al fin del mundo: “Habrá grande aprieto sobre la tierra e ira sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalem será hollada por los gentiles hasta que los tiempos de los gentiles sean cumplidos.” (Luc. 21:23, 24, Mod) El 9 de diciembre de 1917, el general británico Allenby tomó de los turcos a la Antigua Jerusalén. Entonces estos clérigos se reunieron en Londres y publicaron un manifiesto que salió en la prensa de esa capital del Imperio británico. El informe periodístico decía:
“El siguiente manifiesto se publicó recientemente por un grupo de los ministros más célebres de Inglaterra:
“‘Primero—Que la presente crisis señala el final de los tiempos de los Gentiles.
“‘Segundo—Que la revelación del Señor es de esperarse a cualquier momento, cuando Él se manifestará de una manera tan evidente como a Sus discípulos en la noche de Su Resurrección.
“‘Tercero—Que la iglesia, ya completa, será tomada para estar “eternamente con el Señor”.
“‘Cuarto—Que Israel será restaurado a su propia tierra aun sin fe, pero que más tarde será convertido a causa de la aparición de Cristo en provecho de ellos.
“‘Quinto—Que todos los planes humanos de reconstrucción tienen que estar en completo acuerdo y sometidos a la segunda venida del Señor puesto que todas las naciones estarán sujetas a Su gobierno.
“‘Sexto—Que bajo el reino de Cristo habrá un nuevo derramamiento del Espíritu Santo sobre toda carne.
“‘Séptimo—Que las verdades incorporadas en esta declaración son de valor sumamente práctico en la determinación del carácter y acción cristianos en cuanto a los problemas apremiantes de la hora.’”
23. ¿Qué comentario público hizo la prensa de Londres respecto a este manifiesto de estos ocho clérigos británicos?
23 Después de publicar los nombres de los ocho ministros de cinco denominaciones religiosas que firmaron el manifiesto, el informe periodístico dijo: “Estos son nombres bien conocidos y son de entre los más grandes predicadores del mundo. Que estos hombres eminentes, de diferentes denominaciones, se sintieran compelidos a presentar al público semejante declaración es en sí mismo bastante significativo.”d
24. ¿Qué resultaron ser aquellos ocho clérigos, y cómo mostraron su actitud hacia el reino de Dios para 1926?
24 Los ocho clérigos que firmaron el manifiesto quedaron desilusionados en cuanto a lo que esperaban. En otras palabras, resultaron ser profetas falsos. Para el año 1926 se habían manifestado en oposición a los testigos de Jehová, quienes estaban publicando intensamente en toda la tierra habitada las buenas nuevas del reino de Dios, que ahora dominaba.
25. ¿Por qué aquellos “tiempos de los gentiles” desilusionaron a aquellos clérigos en su expectativa, y para quiénes significó el fin de algo el fin de aquellos tiempos de los gentiles?
25 Los “tiempos de los gentiles,” mencionados en el manifiesto susodicho, desilusionaron a los ministros en su expectativa al no terminar algún tiempo después que el general Allenby capturó a Jerusalén en 1917 e Inglaterra recibió de la Sociedad de las Naciones el mandato sobre Palestina. Hoy los árabes poseen la Antigua Jerusalén, y la mezquita mahometana conocida como la Cúpula de la Roca ocupa el lugar de los templos que en la antigüedad fueron construídos para Jehová Dios. ¿A qué se debe esto? A que los “tiempos de los gentiles,” concerniente a los cuales Jesucristo profetizó, terminaron años antes de que Jerusalén fuera arrebatada de los turcos. Terminaron en 1914, en el año en que la I Guerra Mundial estalló entre las naciones de la cristiandad, aunque esas naciones estaban atadas bajo el tribunal permanente para juicio de tercería internacional conocido como el Tribunal de La Haya. La palabra “gentiles” quiere decir, literalmente, “naciones.” Jesús usó la palabra con el significado de naciones no judías, porque él dijo que Jerusalén, que era judía, sería hollada por los gentiles, es decir, por los no judíos. En consecuencia, el finalizar aquellos “tiempos de los gentiles” quiso decir que algo terminó para las naciones no judías del mundo, incluyendo a las naciones de la cristiandad. ¿Qué?
26. ¿Qué sucedió cuando empezaron aquellos tiempos de los gentiles, y qué quiso decir realmente aquel acontecimiento?
26 Podemos aprender la contestación determinando qué empezó para las naciones no judías cuando los “tiempos de los gentiles” empezaron. Una cosa que sabemos es que los gentiles empezaron a hollar a Jerusalén. Eso no quiso decir sólo la destrucción de una ciudad, la ciudad capital de los judíos. Quiso decir más que eso. Quiso decir el hollar el reino de Jehová Dios. La antigua Jerusalén era la ciudad donde Dios por propia selección había puesto su nombre. El templo, edificado a él por el sabio rey Salomón, estaba allí en el monte Moría. El representante visible de Jehová, el rey ungido por su sumo sacerdote, reinaba en Jerusalén; y al trono del rey se le llamaba “el trono de Jehová.” (1 Cró. 29:23, Mod) El gobierno de la nación de Israel, con su centro en Jerusalén, era una teocracia. Era un Reino de Dios terrestre y en miniatura. Jesucristo dijo que Jerusalén era la “ciudad del gran Rey.” De manera que el hollar a Jerusalén quiso decir hollar el reino de Dios.—Mat. 5:35.
27. Poco antes de la destrucción de Jerusalén, ¿qué dijo el profeta Ezequiel al rey de ésta?
27 El hollar empezó al tiempo debido de Dios. El último rey de la casa de David que se sentó en el “trono de Jehová” terrestre en Jerusalén fué Sedequías. Aproximadamente cuatro años antes de que Jerusalén fuera destruída por primera vez, el profeta Ezequiel dijo por inspiración al rey Sedequías: “Y tú, ¡oh profano e impío príncipe de Israel! cuyo día ha llegado ya, el tiempo en que la iniquidad acarrea la destrucción; así dice Jehová el Señor: ¡Apártese la mitra sacerdotal, y quítese la diadema real! ésta no será más así: ¡elévese lo bajo y abátase lo alto! Haré que haya trastorno, trastorno, trastorno: ni aquélla tampoco será más, hasta que venga Aquel cuyo es el derecho, y a Él se lo daré.”—Eze. 21:25-27, Mod.
28. En junio y julio de 607 a. de J.C., ¿qué hicieron los gentiles babilónicos en cuanto a Jerusalén?
28 En junio del año 607 a. de J.C. el rey Sedequías fué capturado mientras huía de la ciudad de Jerusalén, en que se había abierto una brecha, y el rey Nabucodonosor de Babilonia lo cegó y lo llevó cautivo a Babilonia, donde murió en prisión. El mes siguiente, en julio, los gentiles babilónicos saquearon a Jerusalén y su templo de Jehová y entonces destruyeron la ciudad capital y el templo de aquel antiguo reino típico de Dios.
29. Así, ¿cuándo empezaron los “tiempos de los gentiles,” y cuál fué la situación entonces?
29 Dos meses más tarde los últimos judíos del puñado que permaneció en la saqueada tierra de Judá huyeron en temor a Egipto, y la tierra de Judá quedó desolada, sin hombre o bestia doméstica. Así, como para el 1 de octubre de aquel año, 607 a. de J.C., empezaron los “tiempos de los gentiles.” Empezaron al tener los gentiles o naciones no judías dominación mundial por medio de Babilonia y no tener que molestarse más con el reino de Dios, porque Jehová Dios mismo había derribado el reino. Lo hizo porque los judíos no lo habían apreciado.
30. ¿Por cuánto tiempo había de estar trastornado el reino de la casa de David, y por qué no entregó Dios el poder del Reino a Jesús en la tierra hace diecinueve siglos?
30 Por medio del profeta Ezequiel Jehová dijo que el reino no sería más hasta que viniera el que tenía el derecho a él; entonces Jehová se lo daría. Hace mil novecientos años el Hijo de Dios procedente del cielo llegó a ser el hombre Jesucristo en la tierra, en la línea genealógica real del rey David. Jehová Dios ungió a Jesús con espíritu santo para que fuera el Cristo. De este modo Dios hizo un pacto con Jesucristo para el Reino, un Reino eterno. Jesús siempre predicó acerca de este reino, pero Dios no le dió a él el Reino en ese tiempo. No era la voluntad de Dios que Jesús fuera un rey humano en la tierra en Jerusalén, en el Medio Oriente. Era la voluntad de Dios, según las profecías, que Jesús muriera y fuera resucitado de entre los muertos y volviera al cielo y se sentara a la diestra de Dios, para llegar a ser rey allí.—Heb. 1:3, 8, 13.
31. ¿Qué gritos se dieron al entrar Jesús en Jerusalén cabalgando triunfalmente, pero qué sucedió el día de la Pascua?
31 Cuatro días antes de la Pascua judía del 33 d. de J.C. Jesús entró en Jerusalén cabalgando triunfalmente. Multitudes de judíos gritaban: “¡Bendito es el reino venidero de nuestro padre David!” “¡Bendito es El que viene como Rey en el nombre de Jehová!” “¡Bendito el que viene en el nombre de Jehová, el rey de Israel!” Pero el día de la Pascua una muchedumbre de índole diferente, dirigida por sacerdotes judíos, aulló demandando la muerte de Jesús, y los soldados romanos lo clavaron a un madero de tormento para que muriera, y sobre su cabeza se colocó la acusación criminal: “Jesús el nazareno el rey de los judíos.”—Mar. 11:10; Luc. 19:38; Juan 12:13; 19:12-22.
32. ¿Qué sucedió al tercer día después de la muerte de Jesús, y a quién ascendió más tarde, y por qué no se le dió entonces el poder del Reino?
32 Al tercer día después de la muerte de Jesús, Jehová Dios lo levantó de entre los muertos. Entonces, procedente de la región invisible de los espíritus, Jesús resucitado se apareció en diferentes ocasiones a sus discípulos fieles. Diez días antes de la fiesta del Pentecostés, que ya se aproximaba, Jesús ascendió fuera de la vista de ellos y volvió al cielo y se presentó ante Dios con el valor salvavidas de su sacrificio humano. Por su fidelidad al reino de Dios hasta el mismo extremo de sufrir muerte inmerecida, Jesús probó su derecho al trono real en el reino de Dios. Sin embargo Dios no le dió el poder del Reino en ese tiempo. No era el tiempo fijado por Dios para ello. Menos de dos meses antes de eso Jesús había dado su profecía concerniente al fin de este mundo. Él había dicho que los “tiempos de los gentiles,” que ya habían empezado, continuarían y que el reino de Dios según lo simbolizaba la Jerusalén terrestre continuaría siendo hollado por los gentiles hasta que terminara el tiempo que tenían para hollar bajo sus pies el reino de Dios. ¿Qué habría de pasar entonces a estos enemigos gentiles del reino de Dios?
33. ¿Qué tuvo que hacer Jesús entonces a la diestra de Dios, y hasta cuándo?
33 Uno de los escritores inspirados de la Biblia nos lo declara, cuando dice concerniente a Jesucristo: “Este hombre ofreció un solo sacrificio por los pecados perpetuamente y se sentó a la diestra de Dios, desde entonces esperando hasta que sus enemigos fueran hechos un banco para sus pies.” (Heb. 10:12, 13) De modo que Jesús tuvo que esperar hasta que terminaran los tiempos de los gentiles.
“EL TIEMPO DEL FIN” (Dan. 8:19, Mod)
34. ¿Por qué no tenían excusa para no saber cuándo terminaron los tiempos de los gentiles los que firmaron el Manifiesto de Londres, y cómo calculamos cuándo terminaron esos tiempos de los gentiles?
34 Los ocho clérigos que firmaron el Manifiesto de Londres no tenían excusa para no saber cuándo terminaron los “tiempos de los gentiles.” Desde 1877 en particular los testigos de Jehová habían publicado ampliamente, por libros, folletos, revistas y tratados bíblicos, así como verbalmente, que el tiempo señalado por Dios para el fin de los tiempos de los gentiles era 1914 d. de J.C., a principios del otoño. Por medio de un sueño enviado al rey de Babilonia, Nabucodonosor, quien destruyó a Jerusalén la primera vez, Jehová Dios reveló que los tiempos que Él había asignado a los gentiles para hollar el reino de Dios eran siete, cada uno de estos tiempos siendo de 360 años solares. Así, los siete tiempos habían de extenderse por siete veces 360 años solares, ó 2,520 años solares. (Dan. 4:16, 23, 25, 32, Mod) Puesto que esos siete tiempos empezaron con la desolación de Jerusalén y la tierra de Judá a principios del otoño de 607 a. de J.C., terminaron a principios del otoño, o alrededor del 1 de octubre, del año 1914 de nuestro siglo veinte.e
35. ¿Qué quiso decir realmente el fin de los “tiempos de los gentiles” en 1914, y por lo tanto desde entonces qué anuncian los testigos de Jehová?
35 El mundo entero, incluyendo a la cristiandad, es gentil. Por lo tanto, ¿qué quiso decir el fin de los “tiempos de los gentiles” en 1914 d. de J.C.? Quiso decir el fin de su hollar, no a la reliquia de Jerusalén allá en el Medio Oriente, sino al reino de Dios. En 607 a. de J.C. el comienzo de los tiempos de los gentiles quiso decir: ¡Abajo con el reino típico de Dios entre los judíos y arriba con los gentiles a dominación mundial permitida divinamente! En 1914 el fin de los tiempos de los gentiles quiso decir exactamente lo contrario. Quiso decir: ¡Abajo con los holladores gentiles y arriba con el reino de Dios! Quiso decir el nacimiento del reino de Dios, no en la Antigua Jerusalén en la tierra, sino arriba en el cielo, donde Jesús había estado sentado esperando a la mano derecha de Dios hasta que los tiempos de los gentiles terminaran. Entonces Jehová Dios dió a Jesucristo el poder activo del Reino, porque él tenía derecho a éste. Por lo tanto, desde 1914 d. de J. C. los testigos de Jehová anuncian al mundo entero: “¡El reino de Dios domina!”—Apo. 11:15.
EVIDENCIAS EN LOS HECHOS
36. Al profetizar acerca del fin del mundo, ¿qué no dió Jesús para éste, y por lo tanto qué le pedimos a usted que acepte para que sepa cuándo empezó a dominar el reino de Dios?
36 Nosotros no le pedimos que acepte tan sólo la fecha 1914 como prueba de que el reino de Dios ya domina. En cuanto al asunto hay mucho más que solamente esa fecha. Le pedimos que acepte lo que vino con esa fecha y lo que por lo tanto confirma esa fecha. Cuando profetizó acerca del fin del mundo, Jesús no dió fecha alguna. Dió lo que puede ser más convincente que una fecha, por lo cual podríamos saber que el reino de Dios ha empezado a dominar. Jesús predijo los acontecimientos y condiciones mundiales. Tres escritores bíblicos nos dan relatos separados de lo que Jesús dijo. Citamos de la versión de Cipriano de Valera, que fué publicada originalmente en 1602, o hace más de 350 años.
37. ¿Qué preguntas le hicieron a Jesús sus apóstoles, y qué dijo él que marcaría el principio del tiempo del fin del mundo?
37 Jesús acababa de predecir la destrucción de Jerusalén y su templo por los romanos, la cual habría de acontecer en el año 70. Por lo tanto algunos apóstoles vinieron a él, hablándole en privado, y le preguntaron: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?” Jesús dijo que hasta el tiempo del fin del mundo habría Cristos falsos y guerras y rumores de guerra tal como en el pasado, pero que éstos no significarían el fin: “mas aún no es el fin.” Entonces, para señalarnos la evidencia del principio del tiempo del fin de este mundo, pasó a decir: “Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares. Y todas estas cosas, principio de dolores.”—Mat. 24:1-8, Val.
38. Además de otros detalles, ¿qué añade Lucas concerniente a las condiciones mundiales?
38 Todas esas cosas concentradas y juntas señalarían los dolores de apertura, los dolores agudos de angustia iniciales, del tiempo del fin del mundo. El relato del discípulo Lucas dice la misma cosa. Además de otros detalles, Lucas añade: “Hasta que los tiempos de las gentes sean cumplidos. Entonces habrá señales en el sol, y en la luna, y en las estrellas; y en la tierra angustia de gentes por la confusión del sonido de la mar y de las ondas: secándose los hombres a causa del temor y expectación de las cosas que sobrevendrán a la redondez de la tierra: porque las virtudes de los cielos serán conmovidas.”—Luc. 21:24-26, Val.
39. ¿Cuándo y con qué empezó esa serie de acontecimientos angustiosos para el mundo, y por qué tiembla toda la humanidad hoy día?
39 Hoy, en esta edad nuclear y de proyectiles y del espacio con su amenaza comunista y sus sputniks, hay angustia de gentes o naciones como en ningún otro período de la historia. Eso no necesita pruebas de parte de nosotros. Todo el mundo tiene que admitirlo. Pero, ¿cuándo empezó este período de angustia de las naciones? ¡Con esta generación! Historiadores del mundo concuerdan en que empezó con la I Guerra Mundial. El mundo nunca podrá olvidar que la guerra de movilización total de naciones y reinos alrededor del globo terráqueo comenzó en 1914. Las otras cosas que Jesús mencionó como parte del principio de dolores siguieron, a saber, hambres, pestilencias y terremotos. Tan recientemente como el 4 de diciembre pasado (1957) ocurrió lo que fué llamado “uno de los más grandes terremotos de la historia” en la Mongolia Exterior. Sacudió las montañas Altai de Gobi y “movió montañas, cambió el curso de ríos, creó nuevas montañas y valles y abrió nuevos canales para las aguas.” (Standard Times, New Bedford, Massachusetts, del 23 de enero de 1958) No obstante, hoy toda la humanidad tiembla debido a los sucesos mundiales y a lo que se puede desarrollar y lo que puede resultar.
40. ¿Por qué no empezó accidentalmente esa serie de sucesos mundiales en 1914, y qué probaron esos sucesos desde entonces en adelante?
40 Esta larga serie de sucesos angustiosos para el mundo no empezó accidentalmente en 1914. Empezó en 1914 porque los “tiempos de los gentiles” expiraron en ese año. El que ésta haya empezado en ese año marcó a 1914 como el año en que terminaron los “tiempos de los gentiles,” y el que todo el clero de la cristiandad niegue este hecho no puede probarlo falso. Los sucesos mundiales desde 1914 en adelante prueban no sólo que Jesucristo fué profeta verdadero, sino también que en 1914 él recibió el poder del Reino al cual tenía derecho y que su presencia en el reino celestial empezó entonces. El reino de Dios por su Rey ungido, el Mesías, había nacido. Las naciones gentiles, incluyendo a la cristiandad, ya no tenían la dominación mundial en la tierra. ¡El reino de Dios gobierna, domina!
41. Como otra evidencia visible del establecimiento del Reino, ¿qué rasgo añadió Jesús a su profecía, y cómo está cumpliéndose este rasgo profético?
41 Después que Jesús predijo el principio de los dolores mundiales y la persecución y odio contra sus verdaderos seguidores, era por lo tanto cosa que seguía un orden apropiado el que Jesús añadiera como evidencia visible del establecimiento del reino de Dios en los cielos en 1914 este rasgo: “Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin cabal.” (Mat. 24:9-14) ¿Están siendo predicadas como testimonio a todas las naciones desde 1914 estas buenas nuevas del reino establecido? Si buscando una contestación fijamos la atención en los firmantes ministeriales de aquel Manifiesto de Londres y en todos los demás que componen el clero religioso de la cristiandad la contestación es ¡No! Pero si en busca de contestación fijamos la atención en los testigos de Jehová, quienes hoy informan su predicación en 164 países e islas por todo el globo, la contestación arrolladora es ¡Sí! Desde que terminó la I Guerra Mundial el fascismo, hitlerismo, o nazismo, comunismo, la II Guerra Mundial y el clero católico y protestante de la cristiandad no han podido detenerlos. Jesucristo dijo proféticamente que las buenas nuevas del Reino se predicarían después del fin de los “tiempos de los gentiles.” Aun así, estas buenas nuevas se han predicado y se están predicando ahora, aunque el clero de la cristiandad está espiritualmente ciego, sordo y mudo en cuanto a este sensacional acontecimiento noticioso.
LO QUE SIGNIFICA EL FIN
42. En vista del establecimiento del Reino, ¿por qué se ha acercado el fin del mundo, y cómo confirma este hecho la profecía de Daniel?
42 Se presenta ahora para recibir contestación la pregunta: ¿Se acerca el fin del mundo? La respuesta que dan la profecía bíblica y las condiciones mundiales es Sí. Este mundo, incluyendo a la cristiandad, y el reino de Dios no son amigos. No pueden mezclarse. Jesucristo, poco antes de ser entregado para ser ejecutado, dijo al gobernador romano: “Mi reino no es parte de este mundo.” A sus discípulos dijo: “Porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, por esta causa el mundo los odia.” (Juan 18:36; 15:19) El reino de Dios representa a este prometido nuevo orden de justicia. El apóstol Pedro dijo a sus compañeros cristianos: “Esperamos cielos nuevos y tierra nueva, según sus promesas, en los cuales mora la justicia.” (2 Ped. 3:13, Val) El reino de Dios introducirá ese nuevo orden. Eso significa aniquilación completa para este viejo mundo. Mirando a este día en que los tiempos de la dominación gentil sin intervención por el reino de Dios han pasado, el profeta Daniel dijo: “En los días de aquellos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que nunca jamás será destruído, y el reino no será dejado a otro pueblo, sino que desmenuzará y acabará con todos aquellos reinos, en tanto que él mismo permanecerá para todos los siglos.” (Dan 2:44, Mod) Esa destrucción por el reino de Dios significa el Armagedón para este viejo mundo.
43. ¿Hacia dónde están en marcha las naciones, y por cuánto tiempo lo han estado ya?
43 Desde el fin de la I Guerra Mundial en 1918, las naciones gentiles, dirigidas por el dios de este mundo, Satanás el Diablo, han estado en marcha al Armagedón para su lucha final y perentoria contra el reino de Dios. Eso quiere decir que para el año 1958 han estado en marcha por cuarenta años; y ni la Sociedad de las Naciones ni la organización de las Naciones Unidas han detenido la marcha de éstas o han hecho que cesen en su hostilidad contra el reino de Dios. ¿Por cuánto tiempo seguirá la marcha antes de que empiece la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”?
44. ¿Qué profetizó Jesús acerca de esta generación que indica que el fin del mundo se acerca?
44 Esta generación de la humanidad se acerca a su fin normal. Jesús profetizó que esta generación, que vió terminar los tiempos de los gentiles en medio de la I Guerra Mundial y el principio de los dolores mundiales, vería también el fin de esos dolores en la destrucción del mundo en el Armagedón: “Esta generación de ningún modo pasará hasta que sucedan todas estas cosas. Cielo y tierra pasarán, pero mis palabras de ningún modo pasarán.” (Mat. 24:34, 35; Apo. 16:14, 16) No sabemos el día ni la hora, pero el fin del mundo se acerca.
45. ¿Cómo sabemos si debemos apesadumbrarnos por el fin de este mundo o no, y, por esta razón, de qué mentiras debemos librar nuestra mente?
45 El fin de este mundo no es nada por lo cual apesadumbrarnos. ¿Deberíamos apesadumbrarnos porque un nuevo mundo, el justo nuevo mundo de Dios, de nuevos cielos y una nueva tierra, ha de comenzar después que este viejo mundo termine en el Armagedón? Jesús dió a sus discípulos fieles la instrucción de regocijarse cuando vieran las evidencias de que el fin del viejo mundo de Satanás el Diablo y el nuevo mundo del reino de Dios se acercaban. Libremos nuestra mente de las mentiras religiosas del clero de la cristiandad y las mentiras teóricas de los científicos del día moderno de que el fin del mundo quiere decir el fin de la tierra en que vivimos y el fin del sol, la luna y las estrellas que nos alumbran desde el cielo.—Ecl. 1:4.
46. En cuanto a esta tierra, ¿por qué viene el reino de Dios en contestación a la oración de Jesús, y por lo tanto qué es lo que debe terminar y terminará?
46 Jesucristo enseñó a sus discípulos a orar al Padre de ellos en el cielo: “Venga tu reino. Cúmplase tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:10) El reino de Dios viene, no a destruir esta tierra, sino a destruir el mundo de Satanás. El reino de Dios viene, no a quemar esta tierra, sino a hacer que la voluntad de Dios se cumpla aquí en la tierra así como también en el cielo. Por esa razón la tierra merece el que se le conserve como creación de Dios; y Dios la conservará para toda la eternidad como el hogar de hombres de buena voluntad redimidos, levantados a la mejor condición, perfeccionados. El cántico de los ángeles al nacer Jesús, “Gloria en las alturas a Dios, y en la tierra paz entre los hombres de buena voluntad,” será cierto para siempre. (Luc. 2:14) El mundo de Satanás y sus naciones están opuestos a la voluntad de Dios en la tierra o en cualquier otra parte del universo. El mundo de Satanás es su organización compuesta de demonios inicuos en los cielos invisibles y hombres y naciones inicuos en la tierra visible. Por lo tanto es el mundo de Satanás, con su impío sistema de cosas, lo que debe terminar y terminará, lo que será destruído.—Efe. 2:2, 3.
47. ¿Qué sobrevivirá al fin del mundo, y qué suceso del día de Noé usó Jesús como ilustración de esto?
47 La tierra sobrevivirá al fin del mundo. Hombres de buena voluntad en la tierra también sobrevivirán al fin del mundo, por la protección especial del reino de Dios que ahora domina. Jesús profetizó que al fin de este mundo sería como al fin del mundo impío del día de Noé. El gran diluvio desde el cielo borró de la existencia aquel viejo mundo, pero Noé y su familia, junto con pájaros y animales selectos, sobrevivieron en el arca y dieron nuevo comienzo a la vida humana sobre la tierra que había sido limpiada. Aunque en el Armagedón quizás haya más fuego que los relámpagos del diluvio del día de Noé, sin embargo a los hombres de buena voluntad se les garantiza que sobrevivirán al fin de este mundo inicuo y empezarán la vida en la tierra en el nuevo mundo de Dios.—Mat. 24:37-39.
48. ¿Por qué, pues, deben regocijarse los hombres de buena voluntad en cuanto al gobierno que regirá en el futuro sobre ellos?
48 ¡Regocíjense, hombres de buena voluntad! porque eso significa vivir bajo el mejor gobierno del universo, el reino de Dios. En su nuevo mundo, sin importar dónde viva uno en la tierra, estará bajo el un solo gobierno teocrático, el reino de Dios por medio de Jesucristo.
49, 50. (a) ¿Qué hará ese gobierno que no han hecho los gobiernos políticos por el hombre? (b) ¿A quiénes les será provechosa la destrucción de la muerte adámica, y cómo?
49 Ese gobierno hará para la humanidad lo que ningún gobierno político de hombres ha hecho durante todos los “tiempos de los gentiles.” Librará a la humanidad de la intervención de la organización demoníaca invisible de Satanás en sus asuntos. También librará a la tierra del comunismo impío y de clérigos que se entremeten en la política y de todo lo que está en oposición a la voluntad de Dios. Librará a la tierra del “último enemigo,” la muerte, la muerte que todos heredamos debido al pecado original de nuestro primer padre, Adán, por medio de quien la muerte entró en el mundo.—Rom. 5:12; 1 Cor. 15:25, 26.
50 La destrucción de la muerte adámica no sólo les será provechosa a los que sobrevivan al Armagedón en vida, sino también a los miembros del género humano que duermen en la muerte en las tumbas memorialescas. En cuanto a los sobrevivientes terrestres del fin del mundo, por obedecer lealmente al reino de Dios compuesto de Cristo y sus discípulos fieles glorificados, se les libertará de la condenación de la muerte heredada de Adán. Se les curará de toda imperfección de cuerpo, mente y corazón y finalmente lograrán la perfección humana a la imagen y semejanza de Dios. En cuanto a los humanos que duermen en las tumbas memorialescas o que perdieron la vida en el mar, Jesucristo el Rey ejercerá de nuevo el poder que usó cuando estaba aquí en la tierra para levantar a la vida a los muertos. Cumplirá su propia promesa de llamar a los muertos humanos a la vida en la tierra con todas sus oportunidades benditas bajo el reino de Dios. “Habrá una resurrección así de justos como de injustos,” dice la Palabra de Dios.—Hech. 24:15; Juan 5:28, 29; Apo. 20:13.
51. ¿Según qué serán juzgados, y cómo se recompensará a los que pasen la prueba final?
51 A todo el que viva en la tierra en el nuevo mundo se le juzgará por su manera de portarse para con Dios, Jehová, y para con su Rey, Jesucristo. Su reino hará de toda la tierra un deleitoso Paraíso. A todo hombre que pase la prueba final para juicio demostrando devoción y obediencia inalterables a Dios y su reino se le recompensará con el derecho a la vida en perfección humana en este Paraíso terrestre para siempre. Allí hará para siempre la voluntad divina.
52, 53. (a) ¿En busca de qué deben volverse los hombres a Dios ahora? (b) ¿Qué alabamos ahora, y qué oramos concerniente a esto?
52 ¡Vuélvanse a Dios ahora, por lo tanto, todos los hombres de buena voluntad en busca del gobierno para la tierra!
53 ¡Toda alabanza al reino de Dios que ahora domina! Traiga éste el fin del viejo mundo al propio tiempo señalado de Dios pronto. ¡Introduzca su reino el nuevo mundo perdurable para la salvación eterna del hombre y para la gloria inmarcesible de Dios por medio de Jesucristo!
[Notas]
a Véase el Federal Council Bulletin de enero de 1919, páginas 12-14; también el informe anual del Concilio para el año civil de 1919, página 11.
b Véase el Federal Council Bulletin de junio de 1919, página 94.
c La League of Nations Association, Inc., que antes tenía su centro nacional en 6 East 39th St., New York, N.Y., presidente: Raymond B. Fosdick.
d Véase el libro Millones que ahora viven no morirán jamás (registrado en 1921), página 32. También The Golden Age del 28 de julio de 1926, página 693c.
e Literatura de los testigos de Jehová que da prueba más plena de esto puede obtenerse en abundancia por cualquiera que desee más información acerca de cómo se determina el fin de los tiempos de los gentiles.