El mejor tiempo en que vivir
‘¡OH! ¡QUÉ DÍAS AQUELLOS!’
¿Cuántas veces ha dicho usted esto?
Pero ¿realmente le hubiera gustado vivir en el día de su abuelo? Piense en la I Guerra Mundial y quizás hasta en la II Guerra Mundial, que usted hubiera tenido que aguantar.
O, suponga que hubiera vivido antes, en la “edad del oscurantismo.” ¿Hubiera tenido menos penalidades o mejor esperanza, si acaso alguna esperanza?
La Biblia aconseja contra anhelar los días anteriores. Advierte: “No digas: ‘¿Por qué ha sucedido que los días anteriores resultaron ser mejores que éstos?’ porque no se debe a sabiduría el que hayas preguntado acerca de esto.”—Ecl. 7:10.
Realmente, AHORA es el mejor tiempo de todos en que vivir, a pesar de que ha aumentado la angustia en la Tierra.
¿Por qué? Porque estamos más cerca del cumplimiento del propósito de Dios para con la Tierra. Estamos cerca del reinado pacífico de mil años del reino de Dios, que traerá bendiciones duraderas.
Ésta no es esperanza falsa. No es ninguna clase de pensamiento teórico, de hacer castillos en el aire. Se basa en la realidad. Se basa en la promesa del Creador... no solo en una promesa, sino en las palabras proféticas seguras de Aquel que ya ha probado que puede hacerlo, y que también ha probado que puede predecir tal cosa.
PENSANDO EN EL BENEFICIO DEL GÉNERO HUMANO
El Dios Todopoderoso optó por dar una visión clara de ese reino al apóstol Juan, que había sido un siervo fiel del Señor Jesucristo. Juan fue invitado a mirar adelante, por la corriente del tiempo, para ver a ese gobierno administrando todos los asuntos de la Tierra. Juan puso por escrito lo que vio en el libro bíblico de Revelación o Apocalipsis, que significa, Un Descubrimiento.
Debido a que Juan había continuado proclamando las buenas nuevas del reino venidero de Cristo, el Imperio Romano lo había tildado de criminal... desterrado a la isla de Patmos en el mar Egeo. Sin duda esta maravillosa visión fue un gran consuelo para él. Fue un galardón por sus largos años de trabajo fiel el que fuera el primero en ver muchos detalles acerca de ese reino y que supiera que gobernará por mil años, resultando en que la Tierra llegue a ser un paraíso. Esa información nos puede ser de consuelo a nosotros también.—Rev. caps. 20, 21.a
Este reino gobernará para el bien del género humano. Es verdad, honrará a Dios y establecerá su soberanía eternamente sobre todo lo que hay en la Tierra. Pondrá a este único planeta rebelde en armonía con el resto de su universo. Pero los verdaderos beneficiarios serán el género humano. El Rey de este reino es la “descendencia” por medio de la cual “ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra.”—Gén. 22:18.
UNA DEMOSTRACIÓN DE LA VERACIDAD Y PODER DE DIOS
Pero, ¿cuán segura es la esperanza en este gobierno provechoso... cuán confiable la promesa? Note lo que Dios hizo, demostrando su habilidad para ejercer gobernación sobre los hombres, y para predecir con años de anticipación lo que hará.
Hace aproximadamente veinticinco siglos cierto rey, Nabucodonosor de Babilonia, era el gobernante mundial indisputable. Babilonia había aplastado a la Segunda Potencia Mundial, Asiria, y entonces llegó a ser la gran Tercera Potencia Mundial del registro histórico de la Biblia.
Pero su rey, Nabucodonosor, cometió un error serio. En su orgullo y arrogancia pasó por alto el hecho de que el Dios del cielo simplemente le había permitido estar donde estaba. Dios le había dejado llevar a la nación judía, el propio pueblo de Dios, al destierro debido a su desobediencia, como castigo disciplinario. No fue la fuerza de Nabucodonosor lo que lo puso en situación de tomar a Jerusalén. Para ilustrar esto para Nabucodonosor y para generaciones subsiguientes, Dios envió un mensaje a Nabucodonosor en un sueño que perturbó mucho al rey.
Después de conferenciar con sus adivinos y astrólogos religiosos y no obtener ninguna explicación satisfactoria del sueño, Nabucodonosor llamó a un esclavo judío, el profeta Daniel.—Dan., cap. 4.
Daniel explicó lo que quería decir el sueño. Predijo para Nabucodonosor una disciplina humillante de siete años procedente de Dios. Sin embargo, un año más tarde, Nabucodonosor se puso a fanfarronear, gloriándose a causa de su ciudad capital Babilonia. Apenas había terminado de jactarse cuando oyó una voz desde lo invisible... desde el cielo, que decía:
“A ti se te dice, oh Nabucodonosor el rey: ‘El reino mismo se ha ido de ti, y de la humanidad te están echando, sí, y con las bestias del campo tu morada será. Vegetación te darán aun a ti para comer tal como a toros, y siete tiempos mismos pasarán sobre ti, hasta que sepas que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad, y que a quien él quiere dárselo se lo da.’”—Dan. 4:29-32.
¿Qué siguió inmediatamente? Exactamente lo que Dios dijo que sucedería. Está en el relato de Daniel. Los registros babilónicos que han sido desenterrados no suministran ningún relato del hecho de que Nabucodonosor estuvo loco durante siete años literales, como la Biblia muestra que sucedió. Pero, ¿esperaríamos que los apoyadores y siervos de un rey dictador registraran su humillación? No podemos imaginarnos que los historiadores de Hitler hubieran registrado las derrotas de Hitler si él hubiese regresado al poder como lo hizo Nabucodonosor al fin de sus siete años de locura. Otras naciones también han seguido la norma de “encubrir” a sus gobernantes y gobiernos, como podemos ver en los anales de Egipto y Asiria de la antigüedad y muchos países modernos. Pero la Biblia nos da el registro histórico verdadero y candoroso.
Cuando Dios le restauró la cordura a Nabucodonosor, éste ciertamente no se dio cuenta de que los “siete tiempos” habrían de tener un mayor cumplimiento de un año por cada día de los siete años proféticos de 360 días cada uno: un total de 2.520 (7 x 360) años. Ciertamente no se dio cuenta de que era una profecía que revelaba que, desde el derrocamiento del reino representativo de Dios cuando Jerusalén fue desolada en 607 a. de la E.C., no habría ningún rey de la línea de David que ejerciera autoridad gobernante en los asuntos del género humano durante 2.520 años. Durante este tiempo ‘Jerusalén sería pisoteada por las naciones hasta que se cumplieran los tiempos señalados de las naciones’... es decir, Dios permitiría la dominación gentil de la Tierra, sin que hubiese un rey en el trono que representara a Dios. Al fin del período de 2.520 años llegaría el debido tiempo de Dios para poner a su Mesías en el trono en los cielos. Conforme a la cronología bíblica y las condiciones mundiales que cumplen profecía, estos “tiempos de los gentiles” expiraron en 1914 E.C.—Luc. 21:24, Versión Moderna; Eze. 21:27.
Esto significaría que ahora estamos en el corto período antes que el reino mesiánico ‘venga’ contra el presente sistema de cosas inicuo e introduzca el reinado pacífico de mil años.—Mat. 6:10.
¿PUEDE SER CONFIABLE UN LIBRO ESCRITO POR HOMBRES?
Quizás algunos vacilen en confiar en la Biblia, puesto que fue escrita por hombres. Pero a menudo los autores dictan sus pensamientos a otros que actúan como simples secretarios. De modo similar, las obras históricas y documentales no son ideas de sus escritores o compiladores. Aunque es cierto que hombres escribieron la Biblia, ésta no tiene que ser la palabra de hombres. En sus propias páginas la Biblia afirma ser la obra de inspiración divina, y está escrita sobre el nombre del “Altísimo mismo, y . . . Aquel que vive hasta tiempo indefinido.” Después de su experiencia humillante, Nabucodonosor mismo claramente vio y reconoció que las palabras de Daniel en la interpretación del sueño no eran simplemente las palabras de Daniel. Admitió.
“Al fin de los días yo, Nabucodonosor, alcé a los cielos mis ojos, y mi propio entendimiento empezó a volverme; y bendije al Altísimo mismo, y a Aquel que vive hasta tiempo indefinido alabé y glorifiqué, porque su gobernación es una gobernación hasta tiempo indefinido y su reino es para generación tras generación. Y a todos los habitantes de la tierra se les está considerando como meramente nada, y él está haciendo conforme a su propia voluntad entre el ejército de los cielos y los habitantes de la tierra. Y no existe nadie que pueda detener su mano o que pueda decirle: ‘¿Qué has estado haciendo?’”—Dan. 4:34, 35.
Realmente, el hecho de que hombres fueron usados como secretarios para registrar lo que Dios quiso en la Biblia no disminuye su autenticidad ni su impacto sobre el género humano. Las experiencias de Job, David, Daniel y otros hombres, sus sentimientos, pruebas, su integridad mantenida bajo prueba, suministran una realidad y sentimiento de relación estrecha que ninguna otra cosa podría suministrar. También, nos estimula a nosotros como humanos comunes, porque podemos identificarnos como sufriendo muchas de las mismas cosas, y sabemos que los humanos pueden mantener integridad si continúan confiando en Dios. Suministra a la Biblia un excelente y confortante ardor y un sonido más fuerte de verdad que lo que pudiera suministrar un libro que alegara haber sido arrojado a secas desde el cielo.
Considere estos hechos: Dios pudo predecir con exactitud que Nabucodonosor estaría loco durante siete años y luego sería restaurado a su trono. Jesucristo mismo aludió a la profecía acerca de los “tiempos de los gentiles” como auténtica, e indicó que éstos habrían de llegar a su conclusión en un tiempo mucho después de su propio día en la Tierra. Luego pregúntese usted mismo: ¿No sería posible, también, que Dios predijera mil años del reinado de su Mesías?
Ciertamente los hombres no pueden realizar mil años de paz. De hecho, ni siquiera pueden realizar un gobierno mundial de mil años. Hitler trató de hacerlo, y duró doce años. Y ahora, en particular, muchos estudiantes serios del gobierno y de las condiciones mundiales dicen que el género humano ni siquiera podrá sobrevivir hasta el año 2000 E.C. No basan su punto de vista en la Biblia, sino en los hechos severos de hoy día y sobre la tendencia ya irrevocable de las cosas que nos envuelven a todos nosotros. La Biblia se refiere a estos tiempos severos como señal de la proximidad del fin de este sistema.—2 Tim. 3:1-5.
Bien podemos creer lo que dice la Biblia sobre la proximidad del fin de este sistema. Pero no tenemos ninguna base para creer en el pronóstico desesperanzado de la destrucción del género humano, ni en las afirmaciones antiquísimas expresadas repetidas veces por los políticos, de que la paz mundial vendrá por medio de la dominación continua por gobiernos de hombres. No tenemos ninguna base sobre la cual creer en estas promesas. Pero sí tenemos base para creer en el Creador, y deberíamos recibir con regocijo sus predicciones. Estas no son pronósticos de desesperanza para la raza humana, sino, más bien, de un gobierno de mil años que llevará al género humano a la perfección. Dios nos dice que convertirá esta Tierra en una joya hermosa y hará que su gente viva en armonía. Además, promete vida eterna en la Tierra, con felicidad.
EL MEJOR TIEMPO DE OPORTUNIDAD
Si creemos en Dios, éste de veras es el mejor tiempo de todos en el cual estar viviendo. Porque nosotros, de todas las generaciones de gente, tenemos la oportunidad de ver la destrucción de la iniquidad, la limpieza de la Tierra, y la supervivencia a un justo nuevo orden. ¿Cree usted que Dios tiene este excelente propósito para con la Tierra? Si es así, dé pasos ahora para asegurarse de su favor cuando su rey mesiánico ejecute juicio sobre este decadente sistema de cosas.
Si usted es una persona que tiende a ser escéptica, ¿por qué por lo menos no considera cuidadosamente lo que Dios dice y lo compara con lo que ofrecen los hombres? ¿Hay alguna otra esperanza que pueda compararse con la promesa de Dios? Y, ¿no está lo que Dios promete en armonía con los deseos innatos naturales del hombre? ¿No es aun más lógico que lo que los hombres prometen? Aprovéchese de la oportunidad sin paralelo que tenemos hoy día de razonar sobre lo que él dice y aprender sus propósitos. Los testigos de Jehová se deleitarán en ayudarlo, en su hogar, completamente gratis. O usted puede asistir a las reuniones en sus Salones del Reino para oír la consideración de estas cosas allí.
[Nota]
a En una serie extensa de artículos en números subsiguientes, La Atalaya tiene planes de considerar el reinado de mil años de Jesucristo... lo que sucede antes de comenzar los mil años, señales de la proximidad del Reino, lo que éste significa para la humanidad, quiénes serán sus administradores en el cielo y sobre la Tierra, sus súbditos, la resurrección de los muertos y su juicio, y otros rasgos de la gobernación del Reino de mil años. La base para estos artículos será el libro para estudio bíblico God’s Kingdom of Thousand Years Has Approached [El reino de Dios de mil años se ha acercado], publicado por la Sociedad Watchtower Bible and Tract, Brooklyn, Nueva York (1973).