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Hay que tener un ‘ojo sencillo’La Atalaya 1973 | 15 de noviembre
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bien la obligación que uno tiene como cristiano de cuidar las responsabilidades de familia, el ser ejemplar en lo que uno hace en el trabajo, en la escuela o en otra parte, y el estar alerta a ayudar a compañeros creyentes en su tiempo de necesidad física o espiritual. (Gál. 6:10; Efe. 4:25; 1 Tim. 5:8; Tito 2:1-10) Sí, en vez de cifrar su confianza en las riquezas transitorias o tratar egoístamente de acumular todavía mayor riqueza, la persona que tiene ojo “sencillo” se esfuerza por usar lo que tiene en promover el adelanto de la adoración verdadera y ayudar a los verdaderamente necesitados.
Cuando el ojo de una persona está verdaderamente fijo en el Creador, no se inquieta demasiado acerca de ‘ganarse la vida.’ Reconoce la sabiduría del consejo de Jesús: “Dejen de inquietarse respecto a su alma en cuanto a qué comerán o qué beberán, o respecto a su cuerpo en cuanto a qué se pondrán. ¿No significa más el alma que el alimento y el cuerpo que la ropa? Observen atentamente las aves del cielo, porque ellas no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; no obstante, su Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes más que ellas?”—Mat. 6:25, 26.
Esto no significa que el siervo de Dios no encontrará problemas para ganarse la vida, o que no sufrirá adversidad y oposición del enemigo. Proverbios 24:16 dice: “Puede que el justo caiga hasta siete veces.” Pero ¿será dejado el “justo,” completamente abandonado sin ayuda alguna cuando se enfrente a estas circunstancias adversas? De ninguna manera. El proverbio continúa: “Ciertamente se levantará.” Dios le ayudará a vencer.
La persona cuyo “ojo” siempre está en Jehová por lo tanto no permitirá que se le robe la seguridad tranquilizante de que, prescindiendo de lo que suceda, su Dios no lo dejará. (Heb. 13:5) No caerá en la trampa de pensar que tiene que recurrir a la falta de honradez a fin de ganarse la vida. Junto con otros siervos devotos de Dios, será de buen ánimo y dirá: “Jehová es mi ayudante; no tendré miedo. ¿Qué puede hacerme el hombre?”—Heb. 13:6.
Verdaderamente se necesita un ojo “sencillo”; sirve de verdadera salvaguarda. Puesto que el ojo “sencillo” se desvía del deseo de ganar riquezas y de la indebida inquietud en cuanto a las ansiedades de la vida, se pueden seguir usando las facultades del cuerpo para adquirir las más valiosas riquezas espirituales. Por otra parte, también, la persona que considera todo desde el punto de vista de Dios no llegará a ser practicante de las obras degradadas de la carne... ‘inmundicia, conducta relajada, idolatría, espiritismo, enemistades, contiendas, celos, enojos, altercaciones, divisiones, sectas, envidias, borracheras, diversiones estrepitosas y cosas semejantes a éstas.’ (Gál. 5:19-21) Esto se debe a que, como dice Gálatas 5:16: “Sigan andando por espíritu y no llevarán a cabo ningún deseo carnal.”
¿Está usted trabajando duro para mantener un ojo “sencillo,” un ojo que concentre toda su atención en Jehová Dios vea las cosas de manera pura? Su bienestar y vida dependen de esto.
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¿Es la experiencia el mejor maestro?La Atalaya 1973 | 15 de noviembre
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¿Es la experiencia el mejor maestro?
● ¿Ha encontrado usted a individuos que pasan por la vida desdeñando el consejo o la precaución porque creen que “la experiencia es el mejor maestro”? Se ha hecho notar acerca de este punto de vista, que un problema grande es que el individuo acaba tristemente aprendiendo muchas cosas que realmente no quería saber. ¡Qué ventaja es, entonces, tener la Biblia para guía de uno! Esta representa el más antiguo relato exacto de las experiencias humanas, pero eso no es todo. Realmente presenta la guía amorosa de un Dios que se interesa en la felicidad de los humanos.
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