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Sean como hombres que se encaran sin miedo al Har–MagedónLa Atalaya 1983 | 1 de abril
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mundo? Si nos comportamos como hombres, imitando el ejemplo perfecto de Jesucristo, probaremos que “el dios de este mundo”, Satanás el Diablo, no es nuestro gobernante espiritual (2 Corintios 4:4). Al contrario, estaremos apoyando la soberanía universal de Jehová Dios y así tendremos parte en vindicarla ante toda criatura viviente. ¡Nuestra responsabilidad al respecto es verdaderamente grande, y la oportunidad que tenemos de hacerlo es gloriosa!
19. Además de mantenernos despiertos y firmes en la fe, ¿en qué sentido necesitamos crecer como “hombres”, y quién es la fuente de lo que necesitamos para lograrlo?
19 Nos toca a nosotros mantenernos despiertos respecto a nuestro privilegio y la oportunidad que tenemos, y ‘estar firmes en la fe’. ¡Que Jehová jamás permita que nos pongamos débiles como hombres que pertenecemos a Dios, que estamos dedicados a Dios! Con este digno fin, necesitamos hacer caso de la amonestación oportuna del apóstol Pablo: “Háganse poderosos” (1 Corintios 16:13). Si nos apoyamos estrictamente en El y oramos a El mediante nuestro Rey, Jesucristo, podemos hacer esto y lo haremos. En Isaías 40:29 se nos dice: “Está dándole poder al cansado; y al que se halla sin energía dinámica hace que abunde en plena potencia”. Después que presenciemos la victoria divina en Har–Magedón, que sea nuestro privilegio entonar las palabras que pronunció Moisés después de la derrota de las fuerzas militares de Faraón en el mar Rojo: “Jehová es persona varonil [ish, en hebreo] de guerra. [...] Mi fuerza y mi poderío es Jah, puesto que él sirve para mi salvación”. (Exodo 15:3, 2.)
¿Puede usted contestar estas preguntas?
◻ ¿De qué dependerá el que sobrevivamos a la guerra de Har–Magedón?
◻ ¿Qué circunstancias de los siervos ungidos de Jehová hoy se parecen a las de su antiguo siervo Jeremías?
◻ ¿Qué rasgos del servicio que desempeñó Ebed-melec prefiguraron la actividad de las “ovejas” de la parábola de Cristo en Mateo 25:31-46?
◻ Conforme a la profecía de Cristo del capítulo 21 de Lucas, ¿qué diferencia hay entre la actitud de los seguidores de Cristo y la de la gente de las naciones?
◻ ¿De qué “liberación” se habla en Lucas 21:28?
◻ ¿Qué resultado excelente producirá el que todos nosotros imitemos el ejemplo de Aquel a quien se identificó como “¡El hombre!”?
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1983 | 1 de abril
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Preguntas de los lectores
◼ ¿Por qué creían algunos judíos que Juan el Bautizante era Elías, como se menciona en Juan 1:21?
Antes de que Jesús fuera bautizado, algunos sacerdotes y levitas cruzaron el Jordán y llegaron a Betania, donde Juan estaba bautizando, y le preguntaron si él era el Cristo. Cuando Juan dijo que no lo era, le preguntaron: “¿Qué, entonces? ¿Eres Elías?”. (Juan 1:19-28.)
¿Por qué creían aquellos judíos que Juan tal vez era el profeta hebreo Elías, que había muerto unos nueve siglos antes? Se debía a una profecía que se había pronunciado más o menos a mediados del tiempo que transcurrió entre los días de Elías y el principio del ministerio de Juan. Malaquías, profeta de Dios, había predicho: “¡Miren! Envío a ustedes a Elías el profeta antes de la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor” (Malaquías 4:5). Algunos judíos aparentemente supusieron que esto significaba que Elías había de regresar en sentido físico, tal vez por medio de ser resucitado por Dios. Entonces apareció Juan usando una prenda de vestir de pelo de camello y un cinturón de cuero, tal como los que había llevado Elías (Mateo 3:4; 2 Reyes 1:8). Además, Juan fue franco al proclamar el mensaje de Dios que hacía un llamamiento al arrepentimiento, al igual que lo había hecho Elías. Por eso preguntaron a Juan si él era Elías.
Juan respondió: “No lo soy”. No, él no era el profeta hebreo Elías mismo, quien todavía estaba dormido en la muerte. De hecho, un ángel había dicho a Zacarías (quien llegó a ser padre de Juan) que Juan había de servir con “el espíritu y poder de Elías” a fin de hacer que los judíos se volvieran a Jehová (Lucas 1:17). Juan no había de ser Elías, sino que había de hacer una obra semejante a la que efectuó el profeta Elías, quien había muerto hacía mucho tiempo.
En armonía con eso y teniendo presente a Juan, Jesús luego dijo: “Elías ya ha venido y ellos no lo reconocieron” (Mateo 17:12). El quiso decir que Juan había cumplido la profecía de Malaquías 4:5. Había preparado el camino para el Mesías. No obstante, la mayor parte de los judíos no quisieron admitir que Juan había desempeñado dicho papel. Además, en Juan 10:41 está escrito: “Juan, en realidad, no ejecutó una sola señal”, mientras que el profeta original Elías ejecutó ocho señales o milagros.
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