-
Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1972 | 1 de agosto
-
-
en la Biblia envolvían directamente aspectos de la adoración verdadera. Sin embargo, de esto podemos ver que no pueden excluirse como objetables todos los aniversarios. Todo depende de lo que se conmemore y de cómo se haga.
Obviamente el cristiano evitaría celebraciones que envolvieran prácticas religiosas falsas o no bíblicas. (Juan 4:24) Sin embargo, normalmente hoy un aniversario de bodas no es una celebración religiosa. Pero ¿brota la costumbre de conmemorar uno sus bodas de la religión pagana antigua? Evidentemente no. La Encyclopedia Americana (ed. de 1971) dice: “La práctica familiar de observar los aniversarios de bodas parece haberse desarrollado en la Europa occidental. Las primeras referencias en la literatura inglesa aparecen en el siglo 17.”—Tomo 28, pág. 564.
Ahora es costumbre en algunos países que el marido y la mujer observen el aniversario de su boda. Algunos matrimonios cristianos hacen esto también. Concienzudamente creen que pueden fortalecer los vínculos de su matrimonio al meditar tranquila y privadamente en la gozosa ocasión en la que llegaron a ser marido y mujer. En su aniversario pueden repasar el progreso que han logrado en edificar un matrimonio feliz y renovar su resolución de continuar en esa dirección.
Quizás otros matrimonios se deleiten en compartir la felicidad de su aniversario con unos cuantos amigos y parientes cristianos, incluso sus hijos. Si se hace esto, hay ciertas precauciones equilibradoras que deben tenerse presentes.
En cualquier reunión social o celebración, hay que ejercer cuidado para que las cosas no se salgan del orden. Aun una celebración modesta puede descontrolarse o puede conducir a conducta incorrecta, como parece haber sucedido algunas veces entre los judíos del primer siglo. (Juan 2:10) Eso indiscutiblemente sería incorrecto para los cristianos. (1 Ped. 4:3, 4) Tampoco sería adecuado el que los celebrantes dieran honra excesiva a humanos, como si el matrimonio cuyo aniversario se celebra debiera venerarse. La Biblia claramente muestra que la veneración debe dirigirse al Creador, no a ninguna cosa creada en la Tierra, sea animal o humana. (Rom. 1:24, 25) Si una pareja ha tenido un feliz matrimonio, eso es excelente. Otros correctamente pueden sentirse alegres con ellos. Pero, ¿no debería esto estimular también alabanza agradecida al Autor del matrimonio? A Él se le debería tener presente y todo lo que se haga debería traerle honra a Él.
Al presentar los comentarios susodichos no estamos recomendando a los matrimonios que no tienen esta costumbre que ahora comiencen a celebrar su aniversario de bodas. Realmente, no estamos ni animando ni desanimando la observación de los aniversarios de bodas. Cada pareja puede, sin ser criticada por otros, decidir personalmente qué hacer. Las circunstancias o conciencia de un matrimonio pueden llevarlos a no dar atención especial al suceso. Sin embargo, otro matrimonio quizás conmemore su aniversario de bodas. Si es así, entonces la decisión de cómo lo hará debe tomarse a la luz del consejo: “Sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios.”—1 Cor. 10:31.
● ¿Constituyen los actos homosexuales de parte de una persona casada base bíblica para divorcio, librando al cónyuge inocente para contraer segundas nupcias?—EE. UU.
En la Biblia definitivamente se condena la homosexualidad como algo que impedirá que individuos consigan la aprobación de Dios. (1 Cor. 6:9, 10) Sin embargo, el que el cónyuge inocente bíblicamente pueda o no contraer segundas nupcias después de obtener un divorcio legal de un cónyuge culpable de actos homosexuales tendrá que determinarse sobre la base de lo que dice la Biblia tocante a divorcio y a contraer segundas nupcias.
En el Sermón del Monte Jesucristo dijo: “Todo el que se divorcie de su esposa, a no ser por motivo de fornicación, la expone al adulterio, y cualquiera que se case con una divorciada comete adulterio.” (Mat. 5:32, New World Translation) En una ocasión posterior dijo a los fariseos: “Cualquiera que se divorcie de su esposa, a no ser por motivo de fornicación, y se case con otra comete adulterio.”—Mat. 19:9.
Así se ve que “fornicación” es la única base para el divorcio que libra al cónyuge inocente para contraer segundas nupcias.
La palabra griega para fornicación es porneía. Puede referirse a relaciones sexuales ilícitas entre personas casadas o solteras. Es posible que, en casos raros, los griegos antiguos hayan entendido que este término denotaba otros actos además de coito ilícito entre un hombre y una mujer. Pero en cuanto al sentido en que Jesús usó la palabra porneía en Mateo 5:32 y Mt 19:9 éste debe determinarse del contexto.
Debe notarse que en los capítulos 5 y 19 de Mateo se usa “fornicación” en el sentido restringido de infidelidad marital, o relaciones ilícitas con otra persona que no sea el cónyuge de uno. Precisamente antes de traer a colación el asunto del divorcio en el Sermón del Monte, Jesucristo señaló que “todo [casado] que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.” (Mat. 5:28) Por consiguiente, cuando aludió después a que una mujer cometiera fornicación, sus oyentes habrían entendido esto en su sentido relativo, a saber, que significaba la prostitución o el adulterio de una mujer casada.
El contexto del capítulo 19 de Mateo confirma esta conclusión. Sobre la base de las Escrituras Hebreas, Jesús indicó que un esposo y su mujer llegaban a ser “una sola carne,” y luego añadió: “Lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre.” (Mat. 19:5, 6) Ahora bien, en los actos homosexuales los órganos sexuales se usan de manera contranatural, de una manera para la cual jamás se propusieron. Dos individuos del mismo sexo no son complementos el uno del otro como lo fueron Adán y Eva. Jamás podrían llegar a ser “una sola carne” a fin de procrear. Pudiera añadirse que en el caso de la copulación humana con una bestia dos diferentes clases de carne están envueltas. Escribió el apóstol Pablo: “No toda carne es la misma carne, sino que hay una de la humanidad, y hay otra carne del ganado, y otra carne de las aves, y otra de los peces.”—1 Cor. 15:39.
Aunque tanto la homosexualidad como la bestialidad son perversiones repugnantes, ni la una ni la otra rompe el vínculo matrimonial. Solo lo rompen actos que hacen al individuo “una sola carne” con una persona del sexo opuesto que no sea su cónyuge legal.
-
-
¿Enseña usted a sus hijos?La Atalaya 1972 | 1 de agosto
-
-
¿Enseña usted a sus hijos?
Cuando nacen los hijos, el deseo intenso y sincero de los padres amorosos es ver que la vida de estos jóvenes tenga buen resultado. Pero la tarea no es fácil. Sesiones regulares de estudio bíblico deben ser parte del modo de vivir de toda la familia. Un libro que le ayudará a dar buena dirección a sus hijos es La verdad que lleva a vida eterna. Para obtener este libro de 192 páginas con cubierta dura envíe solo 25c de dólar.
Sírvanse enviarme La verdad que lleva a vida eterna, por el cual remito 25c de dólar.
-