Alborozándose en Jehová a pesar de las penalidades de Har-Magedón
“Aunque la higuera misma no florezca, y no haya fruto en las vides; . . . sin embargo, en cuanto a mí, ciertamente me alborozaré en Jehová mismo; ciertamente estaré gozoso en el Dios de mi salvación.”—Hab. 3:17, 18.
1. ¿Qué es Har-Magedón, a quiénes se ve que están siendo reunidos allí y bajo qué agencias?
TODAS las naciones del género humano están acercándose rápidamente a la etapa en las relaciones hostiles entre Dios y los hombres que se llama Har-Magedón o Armagedón. El escritor inspirado del último libro de la Santa Biblia dice que hay “expresiones inspiradas por demonios” y que “salen a los reyes de toda la tierra habitada, para reunirlos a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso. . . . Y los reunieron en el lugar que en hebreo se llama Har-Magedón.”—Rev. 16:14-16.
2, 3. ¿Quiénes han adoptado el término Armagedón en su vocabulario, y cómo se está aplicando públicamente?
2 Conforme a esta breve descripción, la guerra de Har-Magedón (o Armagedón) significa una confrontación entre hombres hostiles y Dios el Todopoderoso. Desde el fin de la II Guerra Mundial en el año 1945, hombres prominentes y editorialistas han adoptado el nombre Armagedón en su vocabulario y han hecho una aplicación moderna de él. Dijo un editorialista en el periódico The Spectator del Canadá, fechado el 8 de diciembre de 1971, y bajo los titulares “Las Naciones Unidas y la guerra,” estas palabras: “Aunque los líderes de las naciones están bien enterados de que las situaciones como el atolladero en el Oriente Medio y la guerra entre India y Paquistán rápidamente podrían envolver a las potencias nucleares, algunos preferirían arriesgar el Armagedón que conceder cualquier autoridad a un cuerpo internacional, aun un cuerpo que represente a la mayor parte del género humano.” (Párrafo cinco)
3 Poco después de eso, con fecha del 1 de enero de 1972, en el periódico The Philadelphia Inquirer, el editorialista intituló su artículo “Damos la bienvenida a un año nuevo todavía con el Armagedón a raya,” y terminó el artículo con este párrafo: “Pero, llegada la pasada medianoche, pudo decirse que el género humano había logrado volver otras 365 hojas del calendario sin haberse destruido, y la nación perduró otros doce meses sin revolución sangrienta. Y si en 1972 se vuelve a poder evitar el Armagedón, volverá a valer la pena el tiempo.”
4. (a) Realmente ¿entre quiénes será la guerra en Har-Magedón? (b) ¿Qué acarreará esta guerra sobre todo el género humano? Y, en vista de eso, ¿qué preguntas surgen en cuanto a la reacción de uno?
4 En esas declaraciones de editoriales notamos que al Armagedón se le considera como simplemente una guerra entre humanos en la Tierra. Los escritores no adoptaron el punto de vista bíblico de que el Armagedón será una guerra entre humanos en la Tierra y Dios el Todopoderoso el Creador del hombre y la Tierra. Todas las guerras han causado penalidad a la gente y a las naciones envueltas, pero la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón acarreará penalidad a todos los humanos alrededor del globo terráqueo. Será la mayor guerra en toda la experiencia humana. Será necesariamente así, porque será una guerra de todos los gobernantes políticos de toda la Tierra habitada contra el mayor Guerrero de toda la existencia, Dios el Todopoderoso. Bueno, pues, ya que de seguro vendrá entonces seria penalidad sobre todo el género humano, ¿será posible que alguien en la Tierra se alboroce en Har-Magedón? ¿Qué razón podría haber entonces para que alguien entre el género humano se alborozara? ¿De qué ayuda y beneficio será el que alguien se alboroce en Har-Magedón? El Libro sagrado que es la fuente del nombre Har-Magedón suministra las únicas respuestas a estas preguntas.
5. (a) ¿Qué profeta del siglo séptimo a. de la E.C. también tuvo una visión de esa guerra, y qué significa su nombre? (b) ¿Cómo indica Habacuc 3:1 que él se interesaba en la música sagrada?
5 Siete siglos antes que el profeta cristiano Juan diera el nombre del campo de batalla de la venidera guerra universal, Har-Magedón, hubo un profeta hebreo que dio una descripción de esa misma guerra. Su nombre hebreo era Habacuc, que significa “Abrazo (de amor),” o, “Abrazo ardiente.” Terminó de escribir su conmovedora profecía alrededor del año 628 antes de nuestra era común. Estaba interesado en la música sagrada. Esto se indica en el Hab. capítulo 3 tercero y último del libro de su profecía, que está en forma de una lírica, un poema al que habría de ponérsele música. El versículo de apertura de este capítulo Hab. 3:1 sugiere fúnebres acordes de música, como los de las endechas, diciendo: “La oración de Habacuc el profeta en endechas”; o, como dice la Biblia de Jerusalén: “en el tono de las lamentaciones.” Otras traducciones bíblicas dan aquí la palabra hebrea para “endechas,” y dicen: “sobre Sigionot,” o, “conforme a cantos, o, tonos,” o, conforme al margen de la Biblia Authorized Version: “conforme a cantos, o, tonos variables.” (Valera Revisada; An American Translation; Authorized Version) The New American Bible dice: “Con un tono dolorido.”
6. (a) ¿Qué sugiere además el cierre de Habacuc 3:19 en cuanto al profeta? (b) ¿Qué edificio tenía presente sin duda, y por qué?
6 El capítulo termina con otra referencia musical, al decir: “Al director sobre mis instrumentos de cuerda.” (Hab. 3:19; Byington; AT) Otras traducciones vierten el término hebreo para “director” como “maestro del coro” y “Conductor.” (Regina; Jerusalem Bible; Jewish Publication Society) La traducción de Moffatt dice: “De la colección del maestro del coro.” Estas referencias musicales les han sugerido a algunos que Habacuc era miembro del coro del templo en Jerusalén y por consiguiente era levita. Por lo menos, al terminar su oración lírica, el profeta Habacuc se la entregó al director musical en el templo para que le compusiera una melodía adecuada. Sin duda el profeta Habacuc tenía presente al templo, pues, inmediatamente antes de su oración lírica, dice: “Pero Jehová está en su santo templo. ¡Guarde silencio delante de él, toda la tierra!”—Hab. 2:20.
7. ¿Cuál era el templo a que se hace referencia en Habacuc 2:20?
7 Probablemente el templo en Jerusalén era el que Habacuc tenía presente, pero la referencia verdadera es al templo espiritual celestial de Jehová, que Él edificó, y no el rey Salomón de Jerusalén. Fue en el Santísimo de este templo espiritual donde Jesús el Mesías entró después de su resurrección de entre los muertos y su ascensión al cielo en el año 33 de nuestra era común.—Heb. 8:2; 9:23, 24.
8, 9. ¿Dónde sitúan las Santas Escrituras el cumplimiento de la oración profética de Habacuc, y por qué?
8 A medida que estudiamos la oración lírica de Habacuc, podemos apreciar por qué pidió tonos doloridos o melodía semejante a endecha para ella. No vivió para ver contestada su oración profética. Las Escrituras Griegas Cristianas citan de la profecía de Habacuc y sitúan su cumplimiento final en el futuro, en nuestra propia generación. Es por eso que estamos interesados en ella. Nuestra fe en la inspiración de la profecía y su certeza nos lleva a esperar su cumplimiento en nuestra generación. El libro de Hebreos, escrito a los hebreos cristianizados alrededor del año 61 de nuestra era común, cita de la profecía de Habacuc, capítulo dos, versículos tres y cuatro, y dice:
9 “Ustedes tienen necesidad de perseverancia, para que, después que hayan hecho la voluntad de Dios, reciban el cumplimiento de la promesa. Porque aún ‘un poquito de tiempo,’ y ‘el que viene llegará y no tardará.’ ‘Pero mi justo vivirá a causa de la fe,’ y, ‘si se retrae, mi alma no se complace en él.’ Ahora bien, nosotros no somos de la clase que se retrae para destrucción, sino de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma.”—Heb. 10:36-39.
UNA “ORACIÓN” ¿PARA QUIÉN, PARA QUÉ?
10. (a) Aunque habla en primera persona, ¿de qué manera hablaba Habacuc? (b) Por lo tanto, ¿cómo podría ser contestada la oración a favor de aquella por la cual oró?
10 En su oración profética, Habacuc habla en primera persona, usando los pronombres yo, mi, mí. Sin embargo, en realidad, está hablando representativamente. Representa a la nación de su pueblo, el pueblo del reino de Judá con Jerusalén como su capital. Esto es evidente del Hab. capítulo tres, versículos trece a dieciséis, donde leemos: “Y saliste para la salvación de tu pueblo, para salvar a tu ungido. . . . Con sus propias varas traspasaste la cabeza de sus guerreros cuando se movieron tempestuosamente para esparcirme. . . . y en mi situación estuve agitado, para esperar calladamente el día de angustia.” De modo que aquel que habría de ser esparcido por un ejército de guerreros bajo un caudillo militar no era Habacuc mismo, sino la nación de la cual el profeta Habacuc era miembro. De modo que la respuesta a la oración de Habacuc podría venir después que él mismo estuviese muerto, y sin embargo vendría sobre la nación que esperaba calladamente por la cual él oró.
11. ¿Qué puede decirse en cuanto a si se cumplió o no la oración de Habacuc sobre los israelitas en 607 a. de la E.C., o en 539 a. de la E.C., o en 70 E.C., y en 1967 E.C.?
11 En el año 607 antes de nuestra era común la ciudad de Jerusalén y su templo fueron destruidos por los ejércitos de Babilonia, pero en aquel tiempo no hubo respuesta a la oración de Habacuc. Tampoco en el año 539 a. de la E.C., cuando la poderosamente amurallada ciudad de Babilonia en el río Éufrates cayó ante los ejércitos victoriosos de los medos y los persas bajo el rey persa, Ciro el Grande. La ciudad de Jerusalén que fue reedificada después de eso, de 537 a. de la E.C. en adelante, sufrió una destrucción y su templo reedificado junto con ella. Eso fue en el año 70 de nuestra era común, a manos de las legiones militares de Roma bajo el general Tito. Y sin embargo no hubo respuesta a la oración profética de Habacuc en aquel tiempo. Los romanos edificaron una nueva ciudad en el sitio de la ciudad demolida de Jerusalén. Aun hasta el estallido de la I Guerra Mundial en el año 1914 aquella ciudad continuó bajo gobernantes no judíos o gentiles. La captura de la antigua ciudad amurallada de Jerusalén por los israelíes en la guerra de seis días del 5 al 10 de junio de 1967, no fue la respuesta a la oración de Habacuc. Nada semejante a lo que se describe en el capítulo tres de Habacuc les sucedió entonces o desde entonces a los israelíes.
12, 13. (a) ¿Sobre quiénes, entonces, habrá de cumplirse la oración de Habacuc? (b) ¿Qué llama a éstos el hebreo cristianizado Pablo?
12 A la luz de los hechos es evidente que la oración profética de Habacuc no habrá de tener un cumplimiento sobre la República política de Israel ni sobre el movimiento sionista ni los israelitas naturales que son ciudadanos de los diversos países gentiles alrededor de todo el globo terráqueo. Hay una razón para esto. Se reveló a los hebreos cristianizados del primer siglo E.C. que la profecía de Habacuc debe tener su cumplimiento a favor de los seguidores fieles de Jesús el Mesías. Estos discípulos verdaderos de él fueron ungidos con el espíritu santo de Jehová Dios en el año 33 E.C. y después de ese año, y así éstos constituyen un Israel espiritual de Dios. Son israelitas espirituales, judíos espirituales. (Rom. 2:28, 29) Haciendo referencia a este Israel espiritual, el hebreo cristianizado, el apóstol Pablo, escribió a los cristianos en la provincia de Galacia:
13 “Jamás suceda que yo me jacte, salvo en el madero de tormento de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien el mundo ha sido fijado en un madero para mí y yo para el mundo. Porque ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación es algo. Y a todos los que hayan de andar ordenadamente por esta regla de conducta, sobre ellos sea paz y misericordia, sí, sobre el Israel de Dios.”—Gál. 6:14-16; Regina, Latinoamericana, Revised Standard Version.
14. (a) ¿Qué ha de decirse en cuanto a si la cristiandad es el “Israel de Dios” o no? (b) ¿Cómo corresponden en cuanto a su experiencia los israelitas espirituales del primer siglo y los de hoy?
14 En los días cuando el apóstol Pablo escribió esas palabras, no existía la cristiandad, de modo que Pablo no estaba llamando a la cristiandad el “Israel de Dios.” Apenas tres siglos después sí llegó a existir la cristiandad, en los días del emperador romano Constantino el Grande, el Pontífice Máximo pagano, y aun hasta ahora la cristiandad no ha demostrado ser el Israel espiritual de Dios, bendecido con “paz y misericordia.” Tanto la I Guerra Mundial como la II Guerra Mundial estallaron en la cristiandad, y las naciones que entonces no se mostraron misericordia unas a otras fueron en su mayor parte naciones de la cristiandad. Los cristianos fieles del primer siglo a quienes el apóstol Pablo llamó “el Israel de Dios” llegaron a estar bajo persecución por el Imperio Romano. Correspondientemente, el resto sobreviviente de ese Israel espiritual de Dios que estaba viviendo en el tiempo de la I y II Guerras Mundiales llegó a sufrir persecución de parte de las naciones en guerra de la cristiandad. ¿Por qué? Porque estos israelitas espirituales, ungidos con el espíritu santo de Dios, trataban de “andar ordenadamente por esta regla de conducta,” rehusando participar activamente en derramar sangre con las naciones de la cristiandad.
15. ¿De quiénes se compone este resto del Israel espiritual desde 1914 E.C., y cómo habrían de ser identificados?
15 ¿De quiénes se componía ese resto de israelitas espirituales ungidos con espíritu santo de Jehová Dios? Los hechos de la historia los identifican. Eran aquellos acerca de quienes Jesucristo dijo en su profecía sobre la “conclusión del sistema de cosas”: “Entonces los entregarán a ustedes a tribulación y los matarán, y serán objetos de odio de parte de todas las naciones por causa de mi nombre.” (Mat. 24:9) Esos cristianos ungidos con espíritu sobre quienes tuvieron su cumplimiento esas palabras proféticas desde 1914 E.C. eran los fieles estudiantes de la Biblia que se conocen como testigos cristianos de Jehová. Su posición neutral semejante a Cristo para con la política nacional, revoluciones y guerras internacionales se conoce bien en todo el mundo, y ha concentrado en ellos el odio y la persecución de parte de la cristiandad y también de parte de naciones que no constituyen parte de la cristiandad. Sin embargo, Jehová su Dios los ama. Por decirlo así, están en su ‘abrazo amoroso,’ un hecho que se sugiere en el nombre del profeta, Habacuc.
16, 17. (a) ¿Por qué es muy apremiante que el resto del Israel espiritual adopte la oración de Habacuc? (b) ¿Por qué fue apropiado que Habacuc diera instrucciones al “director” para que le pusiera tonos de endecha a la oración?
16 Hoy estos israelitas espirituales adoptan la oración profética de Habacuc, y esperan sobre ellos mismos su cumplimiento como respuesta de Jehová, de quien son testigos ungidos con espíritu. Hay razón muy apremiante para que ellos ofrezcan esa oración a Dios. A la luz de las profecías bíblicas y la situación que se está desarrollando a través de la Tierra, ellos esperan que en breve, dentro de esta generación, la “tribulación grande” dé alcance a la cristiandad y a todo el resto de este sistema de cosas y llegue a su mayor intensidad en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón. Se dan cuenta de que esto significará gran penalidad para ellos y para todos los que se ponen de parte del resto ungido con espíritu y llegan a ser sus compañeros leales en el sufrimiento. Ya hay una “grande muchedumbre” de estos compañeros temerosos de Dios, que son como extranjeros o ‘residentes forasteros’ dentro de las puertas del Israel espiritual. (Rev. 7:9, 10, 14; Éxo. 20:10; Mat. 24:21, 22) Por lo tanto fue muy adecuado que el profeta Habacuc diera instrucciones al “director” musical del templo en Jerusalén para que compusiera los tonos sombríos de una endechaa para estas palabras de apertura:
17 “Oh Jehová, he oído el informe acerca de ti. He quedado con miedo, oh Jehová, de tu actividad.”—Hab. 3:2.
NATURALMENTE “CON MIEDO” ANTE “ACTIVIDAD” SOBRENATURAL
18. ¿Cómo oyó Habacuc el “informe” acerca de Jehová, y cómo oye el resto del Israel espiritual el “informe”?
18 Como el profeta israelita Habacuc, el resto ungido con espíritu de israelitas espirituales hoy día ha oído el informe acerca de este Dios de la Santa Biblia, cuyo nombre es Jehová. Para el tiempo de la profecía de Habacuc, se había escrito la mayor parte de las Escrituras Hebreas inspiradas, y a través de las páginas de éstas había “oído el informe” acerca de Jehová. Hoy el resto de israelitas espirituales tiene todas las Escrituras Hebreas inspiradas, y, además de ellas, todos los veintisiete libros de las Escrituras Griegas inspiradas. Por un estudio diligente de todas estas Sagradas Escrituras el resto ungido con espíritu ha “oído el informe,” el informe conforme a los hechos, acerca del Dios de Habacuc, Jehová. Es un informe imponente de lo que realmente tuvo lugar debido a Jehová Dios.
19, 20. (a) ¿Cómo ve el resto ungido, igual que Habacuc, la actividad antigua de Jehová? (b) ¿Qué efecto debería tener el “informe” de esa actividad divina sobre el resto ungido?
19 Por medio del “informe” bíblico el profeta Habacuc vio a su Dios Jehová en acción. Así mismo, el resto ungido de hoy, trazando un cuadro mental de la “actividad” de Jehová según se describe en el “informe” bíblico, también lo han visto a Él en acción. Si hubieran estado personalmente en escena en aquel entonces para ser testigos presenciales de la actividad de Jehová, habrían “quedado con miedo,” tal como Habacuc dijo que él estaba tan solo con el informe. Piense, por favor, en la actividad de Jehová en el año 1513 a. de la E.C., cuando libertó a los antepasados esclavizados de Habacuc en Egipto y luego destruyó a los carros y jinetes de Faraón de Egipto a medida que perseguían enloquecidamente a los israelitas que huían a través del lecho seco del mar Rojo.
20 Piense, también, en la demostración que inspira temor que Jehová dio en el monte Sinaí en Arabia cuando declaró los Diez Mandamientos a los israelitas acampados. Piense, además, en la actividad que desplegó milagrosamente a favor de su pueblo escogido durante los cuarenta años que vagaron en el desierto peligroso y cómo, al fin de esos cuarenta años, hizo que este pueblo migratorio pasara por el río Jordán cuando estaba crecido y entrara en la Tierra Prometida, en 1473 a. de la E.C. Piense aún más en la actividad de Jehová durante los siglos cuando levantó a los jueces para que obraran como libertadores de su pueblo oprimido. Sí, piense en cuando, no mucho tiempo antes del tiempo de Habacuc, Jehová usó a su ángel celestial para exterminar a 185.000 invasores asirios en una sola noche y libró a Jerusalén de que la capturara el rey asirio Senaquerib que desafió a Dios. Si tratamos de visualizar toda esta actividad de parte de este Dios Todopoderoso Jehová, no debe tener otro efecto sino el de hacer que quedemos con miedo. Habacuc confesó que tenía miedo.
21, 22. (a) ¿Por qué había necesidad de recordar ese “informe” que inspira temor, tanto en el caso de Habacuc como en el caso del resto ungido? (b) Por eso, ahora es el tiempo para que el resto adopte ¿qué ferviente oración de Habacuc por acción?
21 ¿Por qué, sin embargo, asustarse uno mismo? ¿Por qué recordar ese “informe” que inspira temor? Había necesidad de hacerlo a medida que Habacuc miraba adelante proféticamente hacia el futuro y previó un ataque internacional sobre los adoradores verdaderos de Jehová. Para el resto ungido de hoy hay necesidad de proceder de igual manera, porque ahora este resto sabe que se está acercando el tiempo de ese ataque internacional de parte de los enemigos de Jehová. ¡Ahora es tiempo de creer que este Dios de tal “actividad” antigua no está muerto y depender de ello! Por causa del resto ungido y sus compañeros leales es preciso que él esté vivo e igual de activo. De modo que es hora de que ellos adopten la oración ferviente de Habacuc y digan:
22 “¡En medio de los años, oh hazla entrar en vida! En medio de los años, quieras darla a conocer. Durante la agitación, de mostrar misericordia quieras acordarte.”—Hab. 3:2.
23, 24. (a) ¿Para que qué ‘entrara en vida’ en medio de los años estaba orando así Habacuc? (b) ¿La “agitación” de quién era en este caso y contra quién, y de qué manera había de recordarse el mostrar misericordia?
23 ¿Por qué estaba orando aquí Habacuc mientras hablaba proféticamente por el resto ungido de hoy día? Era para que Jehová Dios repitiera su actividad, la reavivara, la hiciera revivir, en el transcurso de los años, en el tiempo crítico durante esos años. Que vuelva Él a dar a conocer su actividad a favor de sus adoradores en peligro. Hay razón para que Jehová esté agitado de modo que actúe. Si su agitación es debido a su resto ungido y la “grande muchedumbre” de compañeros leales por motivo de algunas faltas de parte de ellos, quiera Él acordarse benignamente de mostrarles misericordia por causa de su santo nombre. Pero si Su agitación es contra los perseguidores y atacantes de sus adoradores, entonces, durante la acción que su agitación lo mueve a emprender contra estos enemigos arrogantes, que se acuerde de mostrar misericordia al resto y a la “grande muchedumbre” de compañeros en su angustia. Que no permita que la “tribulación grande” resulte en la muerte de ellos. Que cumpla la profecía de su Hijo Jesucristo en cuanto a la “tribulación grande”:
24 “Porque habrá entonces tribulación grande como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder. De hecho, a menos que se acortaran aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos serán acortados aquellos días.” (Mat. 24:21, 22) “De hecho, a menos que Jehová hubiese acortado los días, ninguna carne se salvaría. Mas por causa de los escogidos que él ha escogido él ha acortado los días.”—Mar. 13:20, NM; The Christian’s Bible—New Testament, por George N. LeFevre (1928), que también usa el nombre Jehová aquí.
¡DIOS EN MARCHA!
25, 26. (a) ¿Desde qué dos lugares históricos describe Habacuc entonces que Dios está marchando? (b) ¿Cuáles eran los rasgos de esas dos localidades?
25 Después que el profeta Habacuc ora para que Jehová haga entrar en vida de nuevo su actividad de la antigüedad en los años venideros, entonces Habacuc describe la clase de actividad por la cual ora, diciendo: “Dios mismo procedió a venir desde Temán, aun un Santo desde el monte Parán. Sela. Su dignidad cubrió los cielos; y con su alabanza la tierra quedó llena. En cuanto a su resplandor, llegó a ser justamente como la luz. Tenía dos rayos que salían de su mano, y allí estaba el esconderse de su fuerza. Delante de él la peste seguía yendo, y la fiebre ardiente salía a sus pies.”—Hab. 3:3-5.
26 Aquí Habacuc menciona por nombre dos lugares históricos del Oriente Medio, a saber, Temán y el monte Parán. Temán estaba asociada con la tierra de Edom. Edom (que significa “Rojo”) fue el apodo que se le dio al nieto de Abrahán, Esaú, después de haber vendido su primogenitura abrahámica a su hermano gemelo Jacob por un poco de potaje rojo para satisfacer su hambre furiosa. (Gén. 25:27-34) Parán era una región desértica montañosa que yacía al norte del monte Sinaí. En esta región desértica vagó la nación migratoria de Israel por unos treinta y ocho años antes de invadir la Tierra Prometida. (Núm. 10:11, 12; Deu. 2:14) La tierra de Edom yacía al nordeste de ésta, entre el golfo de Akaba y el mar Muerto. El “Camino del Rey” pasaba por Edom. En cuanto a Temán (que significa “meridional”), había un descendiente de Edom (Esaú) llamado Temán, y el lugar que llevaba el nombre de Temán pudo haber sido una ciudad edomita. Pero las autoridades judías la sitúan al nordeste de Edom. Pero fue desde Temán que “Dios mismo procedió a venir” cuando condujo a su pueblo escogido a la Tierra Prometida.
27, 28. (a) ¿Cómo siguieron avanzando los israelitas migratorios a pesar de enemigos y pueblos hostiles? (b) ¿Cómo concuerdan las referencias de Moisés con las de Habacuc en cuanto al punto de partida de la marcha de Israel?
27 Debido a la desaprobación y oposición de los edomitas, la nación migratoria de Israel no usó el Camino del Rey a través de la tierra de Edom, sino que probablemente haya pasado hacia el norte a lo largo de la frontera oriental de Edom y alrededor de Moab hacia el mar Muerto. (Núm. 20:14-21) Así, los enemigos y la gente hostil junto a la línea de marcha no detuvo a los israelitas al avanzar desde la región montañosa de Parán, pasando por Temán, en dirección a la Tierra Prometida. El profeta Moisés era el caudillo visible de la nación en marcha, y su descripción concuerda con la de Habacuc en cuanto al punto meridional de partida para los israelitas que avanzaban. Dentro de dos meses antes que los israelitas atravesaran el río Jordán para entrar en la Tierra Prometida, él empezó su bendición sobre Israel diciendo:
28 “Jehová... desde Sinaí vino, y fulguró desde Seir [ocupado por los edomitas] sobre ellos. Resplandeció desde la región montañosa de Parán, y con él estaban santas miríadas, a su diestra guerreros que pertenecen a ellas. También le abrigaba cariño a su pueblo; todos los santos de éste están en tu mano.”—Deu. 33:1-3.
29. ¿Cómo fue Jehová delante de su pueblo en marcha, y qué clase de registro hizo para sí mismo?
29 Por supuesto, Jehová Dios no se apareció visiblemente a la cabeza de las columnas en marcha de los israelitas. Sin embargo, aunque permaneció invisible al ojo humano, sí se hizo un registro digno de alabanza como Caudillo invisible de ellos. También, la representación visible de Él, a saber, la columna de nube de día y la columna de fuego de noche, iban delante de ellos.—Éxo. 13:21, 22; Núm. 14:14; Deu. 31:15.
30. Después de décadas en oscuridad, ¿cómo fueron sacados de nuevo a la luz los israelitas?
30 Cuando, en el año 1474 a. de la E.C., Jehová finalmente mudó a su pueblo sin hogar de la región montañosa de Parán con la Tierra Prometida como su destino, las naciones gentiles estuvieron enteradas de ello. Era como una luz brillante que les hacía manifiestas las cosas. Era evidencia de que Dios mismo con dignidad estaba en marcha. Por décadas los de su pueblo habían estado en oscuridad en el desierto de la península de Sinaí, y ahora fueron sacados a la luz. Era la poderosa “mano” de Jehová la que se veía en acción. Era como si rayos dobles de luz salieran de su “mano,” despidiendo luz en ambas direcciones, en ambos lados. Fuerza está escondida en la mano de Jehová. La luz procedente de allí es una luz fuerte. Las naciones enemigas no pueden oscurecerla ni dejar de ver su gloria.—Hab. 3:4.
31, 32. (a) ¿Cómo se cumple Habacuc 3:5 en cuanto a peste y fiebre ardiente? (b) ¿Cómo, en las llanuras de Moab, demostró Jehová su habilidad para hacer esto?
31 Concerniente al “tiempo del fin,” que a historia demuestra que comenzó en el año 1914 E.C. marcado por la I Guerra Mundial, Jesús profetizó que, no solo habría guerra internacional, sino que también habría terremotos, hambres y pestes. (Mat. 24:3, 7, 8; Luc. 21:10, 11; Dan. 12:4) Aquellas pestes fueron producidas por las condiciones insalubres creadas por el género humano inmoral y afligido por la guerra. Pero, cuando, en el futuro cercano, Jehová marche a la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón, acarreará la muerte sobre muchos de sus enemigos por el medio no violento, silencioso de ejecución: la peste.
32 Entonces será peligroso, fatal, interponerse en la línea de marcha de Jehová hacia la victoria, porque delante de sus pasos enviará la peste y detrás de sus talones dejará víctimas que sufran de fiebre ardiente mortífera. Como dijo Habacuc 3:5 de Jehová que se aproximaba: “Delante de él la peste seguía yendo, y la fiebre ardiente salía a sus pies.” Él ilustró su habilidad para hacer esto durante los días finales de Moisés, cuando Jehová derribó en la muerte a 24.000 israelitas inmorales sobre las llanuras de Moab al otro lado del río de la Tierra Prometida, porque quebrantaron sus mandamientos y cometieron fornicación con paganas y se pusieron a adorar al dios falso, Baal de Peor.—Núm. 25:1-9.
NACIONES HABRÁN DE SOBRECOGERSE
33. Antes de proceder contra las fuerzas enemigas en Har-Magedón, ¿qué hará Jehová, según se sugiere en Habacuc 3:6?
33 Conforme a la manera en que Jehová ha obrado hace mucho en determinadas circunstancias, él examinará el campo de batalla de Har-Magedón y tomará nota del despliegue de las líneas de batalla del enemigo. De modo que la oración semejante a endecha de Habacuc continúa diciendo: “Se detuvo, para sacudir la tierra. Vio, y entonces hizo que las naciones saltaran. Y las montañas eternas quedaron hechas pedazos; las colinas indefinidamente duraderas se inclinaron. Los andares de mucho tiempo atrás son suyos. Debajo de lo que es perjudicial vi las tiendas de Cusán. Las telas para tiendas de la tierra de Madián empezaron a agitarse.”—Hab. 3:6, 7.
34. (a) ¿Cómo será sacudida la Tierra por el detenerse Jehová? (b) ¿Cómo saltarán las naciones cuando ‘vea’ Jehová?
34 Jehová no se apresura impulsiva y atropelladamente a nada. Toma su posición y dirige su atención a la situación que requiere acción, para ver que tiene a sus enemigos exactamente donde los quiere, habiéndose expuesto ellos plenamente en cuanto a sus intenciones. El que tome su posición, listo para acción, produce una conmoción en la “tierra” figurativa que yace delante de él; causa, por decirlo así, un terremoto en la organización terrestre del enemigo. Cuando se hace evidente que de veras es Jehová quien se ha acercado y está delante de ellos, la organización terrestre es sacudida completamente antes de caer en ruinas. Cuando las naciones al fin se dan cuenta de que Jehová Dios el Todopoderoso las ‘ve’ y que él está dándoles su atención, realmente se sobrecogen. Despertando ahora a la verdadera condición de los asuntos, saltan, no de gozo, sino con una sacudida, en un estallido de agitación. Serán como los cocheros y jinetes egipcios, que, cuando se atascaron en medio del mar Rojo, vieron la verdadera causa de su dificultad y se pusieron a clamar: “Huyamos de contacto alguno con Israel, porque Jehová ciertamente pelea por ellos contra los egipcios.”—Éxo. 14:25.
35. (a) ¿Qué les sucederá a las organizaciones, como montañas y colinas, en la línea de marcha de Jehová? (b) ¿De qué manera serán los “andares de mucho tiempo atrás” los de Jehová en ese entonces?
35 A ninguna organización terrestre, aunque sea imponentemente alta como una montaña, se le permitirá que obstruya la marcha de Jehová al triunfo. Todas las organizaciones semejantes a montañas, aunque parezcan ser eternas por la edad, serán hechas pedazos. Otras organizaciones terrestres menos prominentes, cuya capacidad para perdurar parecía ser indefinidamente duradera, como la de las colinas, tendrán que inclinarse en derrota, dejando que Jehová marche adelante, hollándolas. Sus maneras de andar en Har-Magedón serán como sus “andares de mucho tiempo atrás,” solo que en una escala grandemente magnificada. Lo que Él hizo en la antigüedad puede hacerlo hoy. Hará entrar en vida de nuevo su actividad de tiempos antiguos.
36. (a) ¿Qué se ilustra por las tiendas de Cusán que sienten perjuicio y las telas para tiendas de Madián que son agitadas? (b) Estas no se hallan entre ¿qué pueblo que se alboroza?
36 Lo que el Dios de Habacuc hace al avanzar irresistiblemente aterroriza a todos los que oyen el informe de ello, pues éstos no son amigables a Jehová ni a su pueblo escogido. Como una ilustración de éstos, Habacuc usa a los moradores de tiendas de Cusán y de la tierra de Madián, territorios estrechamente relacionados o vecinos. Aunque la tierra de Madián yacía al este del golfo de Akaba y no estaba en la línea directa de marcha de los israelitas en camino a la Tierra Prometida, no obstante los madianitas estaban agitados, por decirlo así hasta las telas de tiendas reflejaban la agitación de sus moradores. El profeta Habacuc vio “lo que es perjudicial” sobre las tiendas de Cusán. Los moradores de las tiendas pensaron que el pasar Jehová con su pueblo redimido no significaba ningún bien para los de Cusán. Los sentimientos de presión y tensión que los afligían los perjudicaban, les dolían, los mantenían en suspenso. Ciertamente no será bueno estar entre los que estén afligidos de sentimientos dolorosos y agitación por el informe de los movimientos hacia adelante de Jehová en Har-Magedón. Ellos no se hallan entre los que se alborozan en Jehová en dichas circunstancias, aunque estén envueltas penalidades.
[Nota]
a Compare lo suscrito al fin de Habacuc 3:19 con las rotulaciones de Salmos 4 y 54.
[Ilustración de la página 108]
La “actividad” de Jehová destruyó al ejército de Faraón a medida que perseguía a los israelitas a través del mar Rojo
[Ilustración de la página 110]
El “informe” bíblico muestra que Jehová hizo que los israelitas pasaran milagrosamente por el río Jordán cuando estaba crecido y entraran en la Tierra Prometida
[Mapa de la página 112]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
PARÁN
EDOM
MAR ROJO
Mte. Sinaí
Golfo de Akaba
Temán
Mar Muerto