Entendiendo lo que ha ocurrido desde 1914
“EL COMIENZO de la I Guerra Mundial fue una verdadera sorpresa para mí,” declaró George Gangas, quien en aquel entonces tenía 18 años de edad y vivía en Turquía. “Tenía miedo. No sabía qué iría a suceder después. Me fui a Grecia, pensando que allí estaría fuera de peligro. Pero las fuerzas aliadas bloquearon el país y causaron una terrible escasez de alimento. No teníamos casi nada para comer, salvo algarrobas, o un pan ordinario hecho de éstas. Todavía recuerdo que en una ocasión vi un pedazo de pan en la calle y corrí para recogerlo antes que otra persona se lo llevara.
“Más tarde me llevaron a París para construir fortificaciones para los franceses. Yo estaba en París cuando atacó la gripe o influenza española y la gente murió como moscas. Nadie sabía qué clase de enfermedad era. No había ningún remedio. Todo el mundo estaba aterrorizado.
“En aquel entonces, yo no entendía lo que significaban la guerra, el hambre y la enfermedad que estaba viendo. Después, alguien me mostró con la Biblia el significado de todo aquello.”
Si usted abre su Biblia al capítulo 24 de Mateo verá lo que a George Gangas y a muchas otras personas se les ha mostrado. El capítulo 24 de Mateo contiene una profecía extensa que Jesucristo mismo pronunció, una profecía que nos permite percibir lo que significan los acontecimientos que han sacudido al mundo desde 1914.
Según el Mt 24 versículo tres, Jesús está hablando de acontecimientos que señalarían el tiempo de su presencia (o “venida,” Versión Valera) y el fin de este sistema de cosas (“mundo,” Versión Valera). ¿Increíble? ¿Por qué debería ser tal cosa, cuando los periódicos y las revistas constantemente dicen que el hombre ha de destruir toda la vida que hay en la Tierra en una III Guerra Mundial?
Considere la primera señal clara de que este sistema de cosas está acercándose a su fin. “Van a oír de guerras e informes de guerras; vean que no se aterroricen. Porque estas cosas tienen que suceder, mas todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá escaseces de alimento y terremotos en un lugar tras otro. Todas estas cosas son principio de dolores de aflicción.”—Mat. 24:6-8.
Guerra de alcance mundial
Alguien tal vez arguya: ‘Pero ha habido muchas guerras desde el tiempo de Jesús.’ Es cierto, y debe notarse que las que ocurrieron durante las décadas de después de la profecía de Jesús no fueron guerras sin significación; llevaron al fin a la devastación de Jerusalén en 70 E.C. Pero Jesús estaba señalando también a otra “tribulación,” una que no tendría igual. (Mat. 24:22) Como parte de los “dolores de aflicción” que llevan a ese acontecimiento se han peleado guerras que afectan a toda la tierra.—Compare con Revelación 6:1-4.
Los historiadores en general concuerdan en que la I Guerra Mundial fue la primera guerra que se peleó en escala mundial. Al comparar la I Guerra Mundial con las principales guerras anteriores, Jacques Barzun, historiador cultural, comentó que en las guerras anteriores, “la ausencia de las grandes industrias había impedido el envolvimiento, tanto físico como mental, de todo ciudadano adulto simultáneamente por toda Europa.” Durante la I Guerra Mundial el caso fue diferente. “En 1914 Beethoven, Hegel y Goethe hubieran estado en las trincheras.”
¡Sí, el mundo realmente cambió en 1914! Lo que empezó entonces encerraba gran significación.
Escaseces de alimento, terremotos
Cuando la I Guerra Mundial terminó en 1918, mucho del terreno cultivable de Europa quedó devastado, lo cual causó graves escaseces de alimento. Mientras tanto, China había sufrido hambre en 1916. Aproximadamente tres millones de personas murieron de hambre en Rusia en 1921. Las escaseces de alimento continúan siendo una realidad trágica de la vida en el siglo veinte, pues millones de personas han muerto recientemente en lugares como Biafra, Camboya y Bangladesh. El Consejo Alimentario Mundial calcula que 50 millones de personas murieron de inanición tan solo en 1979.
Desde 1914 por lo menos 46 terremotos de gran magnitud han sacudido a la humanidad, y la mayoría de éstos han resultado en miles de muertes. Notablemente, 21 de estos terremotos han ocurrido desde 1970, y dos de los peores el año pasado en Argelia e Italia.
¿Podría ser mera coincidencia el que Jesús predijera que escaseces de alimento y terremotos seguirían a una guerra mundial? Hasta si Jesús pudiera haber adivinado que el hambre seguiría a una guerra mundial, ¿cómo podría él haber adivinado que los terremotos se harían más frecuentes? ¿Cómo podría haber visto de antemano las guerras totales que la tecnología haría posible únicamente en nuestro siglo?
Aumento del desafuero
“Cuando llegué a Nueva York en 1928, uno no tenía que temer entrar en un ascensor con algún desconocido,” declara George Gangas. “Ahora es diferente. La gente está aterrorizada por el crimen. En las puertas de los apartamentos veo letreros que dicen: ‘No se moleste en entrar a la fuerza... ya se han llevado todo.’”
El aumento en el delito de toda clase no es un problema que solamente afecte a la ciudad de Nueva York. La República Popular de China, que en un tiempo alegaba haber erradicado en gran parte el delito, recientemente admitió que el delito había alcanzado graves proporciones por todo el país. Un periódico de Londres informa que “en Inglaterra y en Gales los años setenta se distinguieron por un continuo aumento en el número de delitos violentos.”
Esto también se predijo para el tiempo posterior a la I Guerra Mundial. Jesús dijo que ‘por el aumento del desafuero se enfriaría el amor de la mayor parte.’—Mat. 24:12.
“La gente ha perdido mucho de su amor al prójimo,” comentó Ewart Chitty, “pero aun peor que eso, en los últimos días parece que la gente ha perdido totalmente el amor a Dios.”
Razón para esperanza
Por supuesto, el simplemente saber que nuestros ayes del siglo veinte fueron predichos no los hace más fáciles de aguantar. Pero Jesús no estaba deseando entristecer a sus oyentes con malas noticias. Él tenía un mensaje positivo. ¿Cuál era?
Jesús dijo, al referirse a las guerras mundiales, las escaseces de alimento, los terremotos y el desafuero: “Cuando vean todas estas cosas, conozcan que él está cerca, a las puertas.” (Mat. 24:33) ¿Quién está cerca? Jesús estaba hablando de sí mismo, el “Hijo del hombre.” (Vs. Mt 24:30) ¿Cuán cerca? “En verdad les digo que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas.”—Mt 24 Versículo 34.
La generación que vio el estallido de la I Guerra Mundial está envejeciendo a la vez que las condiciones mundiales empeoran rápidamente. Pero como Jesús predijo, aquella generación ‘de ningún modo ha pasado.’ Tan solo en los Estados Unidos todavía hay más de 10 millones de personas que tienen suficiente edad como para haber estado asistiendo a la escuela cuando comenzó la I Guerra Mundial. Algunas de estas personas todavía estarán aquí cuando el fin de este sistema llegue.—Mat. 24:3.
¿A qué se debe el que la inminente “conclusión del sistema de cosas” sea razón para tener esperanza? Porque nuestro siglo veinte arruinado por guerras, afligido por hambres, acosado por el crimen, ha probado de una vez para siempre que este sistema de cosas no funciona. A pesar de ventaja tecnológica con la cual ni siquiera se soñaba en 1914, el hombre ha probado que es totalmente incompetente en cuanto a regir la Tierra. De hecho, más y más gente concuerda en que si el presente sistema nacionalista del mundo no termina de algún modo, el hombre incinerará la Tierra en guerra nuclear.
¿Con qué será reemplazado este sistema de cosas? Note lo que Jesús prometió que él dirá a sus fieles seguidores “cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria.” Les dirá: “Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo.”—Mat. 25:31-34.
Sí, Dios ha preparado un reino, el cual está en manos de su Hijo, para gobernar esta Tierra debidamente por primera vez desde que Adán y Eva se volvieron contra Dios en el jardín de Edén. Apropiadamente, ese reino restaurará la Tierra al estado paradisíaco que se perdió debido a rebelión.—Gén. 2:15-17; 3:1-24.
Proféticamente el salmista nos dice:
“En sus días el justo brotará, y la abundancia de paz hasta que la luna ya no sea. Porque él librará al pobre que clama por auxilio, también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador. Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia.”—Sal. 72:7, 12, 16.
Así, pues, hay una respuesta animadora a la pregunta angustiosa: ‘¿En qué irá a parar este mundo?’ ¡Este mundo está llegando al borde de un nuevo orden que estará bajo la gobernación del reino de Dios! Rápidamente se está acercando el tiempo en que las guerras, las hambres, los terremotos, el crimen y la falta de amor serán un recuerdo vago.
Si usted desea saber más acerca de las maravillosas promesas de Dios, ¿por qué no pregunta a un testigo de Jehová? ¡Hay muchas más buenas nuevas que ellos con gusto compartirán con usted!
[Tabla en la página 8]
Guerra
Allá en 1978 se calculó que desde el fin de la II Guerra Mundial se han peleado 150 guerras, y en ellas se han perdido 25 millones de vidas. He aquí una lista de las guerras más conocidas. Como lo indica esta lista parcial, la paz verdaderamente ha sido ‘quitada de la tierra’ en el siglo veinte, como se predijo en Revelación 6:4.
1945-54 Guerra de Vietnam (Envolvimiento francés)
1955-75 Guerra de Vietnam (Envolvimiento estadounidense)
1948-57 Guerrillas pelean en Malaya
1950-51 Corea
1954-62 Argelia
1956 Hungría
1956 Suez
1957 Tibet
1959 Laos
1959 Frontera chino-india
1960 Congo
1962-75 Irak
1962 Yemen
1965 Frontera Indo-paquistana
1967 “Guerra de los Seis Días,” árabe-israelí
1967-69 Biafra (Nigeria)
1968 Checoslovaquia
1969-presente Irlanda
1969 Frontera chino-rusa
1969-75 Angola
1971 Bangladesh
1973 Sinaí
1975 Líbano
1976-79 Rodesia (Zimbabwe)
1977 Etiopía
1978 Zaire
1979 Camboya, Vietnam
1979 Chad
1979 Irán
1979 Yemen
1979 Uganda
1979 Nicaragua
1980 Afganistán
1980 Irán, Irak
[Tabla en la página 9]
Terremotos
He aquí una lista de los principales terremotos desde 1914. Solo están alistados los que han causado más de 3.000 muertes. Por supuesto, los cálculos de muertes varían en algunos casos.
Cantidad aproximada
Fecha Lugar de muertes
1915 Italia 29.900
1920 China 180.000
1923 Japón 143.000
1927 China 200.000
1932 China 70.000
1934 India 10.700
1935 India 60.000
1939 Chile 30.000
1939 Turquía 23.000
1948 Japón 5.100
1949 Ecuador 6.000
1960 Chile 5.700
1960 Marruecos 12.000
1962 Irán 10.000
1968 Irán 11.500
1970 Perú 66.700
1972 Irán 5.000
1972 Nicaragua 6.000
1974 Paquistán 5.200
1976 Guatemala 23.000
1976 China 655.000
1976 Filipinas 3.300
1976 Turquía 3.700
1978 Irán 25.000
1980 Argelia 20.000
1980 Italia 3.000