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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1980 | 15 de agosto
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atrio terrestre del templo de Jehová efectúan el “servicio sagrado” asignado a ellos.—Rev. 7:9, 15.
¿Significa este “servicio sagrado” simplemente ‘llevar una vida buena,’ por medio de dar un ejemplo excelente en cuanto a criar a la familia y proveer para ella, mantener la casa limpia, aplicarse en la escuela, y así por el estilo? Difícilmente, porque los israelitas hacían esas cosas además de rendir el servicio sagrado que Jehová mandó que ejecutaran. (Éxo. 7:16; 12:25, 26 [latreia, en la griega Versión de los Setenta] Y aunque la ley sabática exigía que ‘rindieran servicio, e hicieran todo su trabajo durante seis días,’ ciertos servicios sagrados se llevaban a cabo aun durante el séptimo día, como en las fiestas y cuando se instruía en las sinagogas.—Éxo. 13:5, 6; 20:9; Hech. 13:14, 15; 18:4.
Hoy hay personas que llevan vidas limpias, morales, pero que no se interesan de modo alguno en Dios ni en sus propósitos. Ciertamente la vida de estas personas no puede describirse como “servicio sagrado.” Obviamente éste tiene que ver específicamente con el servicio a Dios, que se hace por aprecio a las cosas sagradas... algo fuera de lo ordinario que exige el sacrificio de tiempo y energía. Esto difiere del trabajo seglar o del vivir cotidiano, aunque en el caso de los cristianos esto también debe hacerse “para la gloria de Dios.”—1 Cor. 10:31; Rom. 1:9.
De manera sobresaliente en este tiempo que antecede a la “grande tribulación,” nuestro “servicio sagrado” exige obediencia a los mandatos de Jesús de predicar y enseñar “estas buenas nuevas del reino,” dando advertencia a la gente y haciendo discípulos. (Mat. 24:14, 21; 28:19, 20) También abarca el que nos reunamos como parte de nuestra adoración, el que estudiemos en familia la Biblia y consideremos el texto para cada día. Se extiende al servicio especial en los campos de servicio de los precursores y misioneros, y en los hogares Betel que se mantienen en función para suministrar alimento espiritual y proveer buena organización para la obra mundial de los testigos de Jehová. Incluye los servicios que efectúan los superintendentes viajantes y de congregación y los siervos ministeriales, a medida que atienden los intereses espirituales de sus hermanos. (Deu. 31:12, 13; 6:4-9; Efe. 6:4; Hech. 1:8; 20:28; 1 Ped. 5:2, 3; 1 Tim. 3:1, 12, 13) Todo el pueblo organizado de Dios rinde este “servicio sagrado” desde corazones dedicados, y con la ayuda del espíritu de Jehová y de sus santos ángeles. (Fili. 3:3; Hech. 27:23) Si nosotros, por dicho servicio, ‘seguimos buscando primero el reino y la justicia de Dios,’ Jehová se encargará de que se nos ‘añadan’ las cosas que necesitamos para la vida diaria.—Mat. 6:33; Luc. 12:31.
Nuestro “servicio sagrado” tiene que amoldarse a la clase de servicio que Jesús rindió en la Tierra. (1 Ped. 2:21-23) Este es servicio que se efectúa por amor a Dios y amor al prójimo, la clase de amor abnegado del cual Jesús nos dio el ejemplo. (Mar. 12:30, 31; Juan 13:34; 15:13) Este servicio da énfasis a nuestra predicación pública, porque se nos dice: “Por medio de [Jesús] ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre.” Al mismo tiempo, no debemos olvidar “el hacer bien y el compartir cosas con otros”... no, no como simplemente obras caritativas, sino desde el corazón a favor de nuestros compañeros de adoración. Así, cuando nuestros hermanos se ven en necesidad, sufren calamidad o están afligidos, prestaremos ayuda amorosa para que todos se sientan animados a tener firmemente asida la declaración pública de su esperanza sin titubear. “Con dichos sacrificios Dios se agrada mucho.”—Heb. 10:23-25; 13:15, 16; Rom. 10:10-15; Sant. 1:27.
¿Tiene que reajustar usted su modo de ver el “servicio sagrado”? En tal caso, lo apropiado es hacerlo según el espíritu que se expresa en Segunda a los Corintios 13:11: “Finalmente, hermanos, continúen regocijándose, siendo reajustados, siendo consolados, pensando de acuerdo, viviendo pacíficamente; y el Dios de amor y de paz estará con ustedes.”
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