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Andando de toda alma en el camino de la vidaLa Atalaya 1975 | 15 de agosto
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en la verdad... una hermana como precursora especial, un hermano como precursor regular y siervo ministerial, y otro hermano como precursor regular y superintendente. Ahora, muchos años después, esta hermana fiel ha podido librarse de la oposición, y ella misma está participando en el servicio de precursor temporero.
Jehová bendice el servicio de toda alma.
21, 22. (a) ¿Cómo varía entre los individuos el servir “de toda alma”? (b) ¿Por qué debemos orar: “Danos más fe”?
21 Cuando Pablo animó a los creyentes: ‘Como esclavos de Cristo, hagan la voluntad de Dios de toda alma,’ no estaba pidiendo que los cristianos hicieran lo imposible. Su arma es USTED. Es según lo que usted es, sus habilidades y oportunidades, que usted puede dedicarse a hacer la voluntad de Dios. Los individuos difieren, y esto se reconoce en algunas de las parábolas de Jesús, donde se muestra que se encarga más al cuidado de unos que de otros, y que éstos, aunque aprobados, producen menos fruto.—Efe. 6:6; Mat. 13:23; 25:19-23; Luc. 19:15-19.
22 Que los resultados que obtenga sean de acuerdo con su oportunidad y fe. Al andar de toda alma ahora en el camino que lleva a la vida eterna, tenga usted la satisfacción y gozo de participar al grado más pleno en esta obra que jamás habrá de repetirse... todo para la alabanza de Jehová. Al considerar cómo usted puede hacer esto, tenga la misma actitud piadosa que tuvieron los apóstoles de nuestro Señor, cuando le dijeron: “Danos más fe.”—Luc. 17:5, 6.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1975 | 15 de agosto
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Preguntas de los lectores
● El que un esposo aprobara la esterilización (ya sea para él mismo o para su esposa) ¿lo descalificaría de puestos de responsabilidad de congregación?
La Biblia muestra claramente el alta estima en que Dios tiene a las facultades de procreación con las cuales dotó a sus criaturas humanas. (Gén. 1:28; 9:1) El “fruto del vientre” se consideraba un galardón y una “herencia de parte de Jehová.” (Sal. 127:3) Un varón que tenía los órganos genitales severamente dañados estaba descalificado bajo el pacto de la Ley de ‘entrar en la congregación de Jehová.’ El hecho de que el contexto de este versículo manifiesta prohibiciones sobre los de ciertas razas que ‘entraban en la congregación de Jehová’ parece indicar que esta estipulación se relaciona con varones defectuosos entre los extranjeros que abrazaban la adoración de Jehová. (Deu. 23:1-8) No se dice si el dañar los órganos genitales era intencional o accidental. También manifiesta el alta estima en que Dios tiene a las facultades de procreación este detalle de la Ley: cuando una mujer procuraba ayudar a su esposo en una lucha agarrando los órganos genitales de su contrario, la Ley disponía que le amputaran la mano. (Deu. 25:11, 12) Los cristianos, por supuesto, no están bajo el pacto de la Ley. Sin embargo, se interesan en cuanto a los principios incorporados en él.
De esto pudiéramos concluir que el único derrotero en armonía con el propósito de Dios sería que las personas se casaran y dieran a luz tantos hijos como fuera posible. Sin embargo, las Escrituras todavía dan lugar a decisión personal en asuntos relacionados con las facultades de procreación. Si no fuese así, entonces sería un derrotero falto de respeto al don de esas facultades el que un cristiano se abstuviera de casarse y producir hijos. No obstante Cristo Jesús, quien él mismo se abstuvo de casarse, dijo: “Hay eunucos que nacieron así de la matriz de su madre, y hay eunucos que fueron hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se han hecho eunucos por causa del reino de los cielos. Quien pueda hacer lugar para ello, haga lugar para ello.” Los que se hacían “eunucos por causa del reino de los cielos” lo hacían permaneciendo solteros. (Mat. 19:10-12) Al proceder así no estaban mostrando falta de respeto a la provisión de Dios tocante a la procreación. El apóstol Pablo, como Jesús, también mostró que la soltería podía tener ventajas.—1 Cor. 7:25-38.
Al mismo tiempo, ni Jesús ni sus apóstoles instaron a los cristianos casados a que no tuvieran hijos. Lo que Jesús dijo en Mateo 24:19 simplemente fue una declaración profética de hechos... no para instar a los cristianos del primer siglo a evitar el tener hijos, sino para que no demoraran la huida de la ciudad destinada a la destrucción cuando se viera la señal de su ruina. Mucho más cerca del tiempo de esa destrucción, el apóstol Pablo todavía estaba estimulando a las apasionadas “viudas de menos edad [que] se casen, que tengan hijos.”—1 Tim. 5:11-14.
En vista de estos puntos bíblicos, debe ser evidente que el dar a luz hijos tiene aprobación
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