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El regocijo de los inicuos es efímeroLa Atalaya 1965 | 1 de junio
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es el gobernante que Daniel vio en su sueño, quien recibió “gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguas, todos le sirvan aun a él. . . . una gobernación indefinidamente duradera que no pasará.”—Dan. 7:14.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1965 | 1 de junio
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Preguntas de los lectores
● En vista de lo que se dice en el libro “Babylon the Great Has Fallen!” God’s Kingdom Rules! ¿hemos de entender que la “tribulación grande” mencionada en Mateo 24:21, 22 solo se refiere a lo que sucede en el Armagedón?
En las páginas 629 y 630 del libro “Babylon the Great Has Fallen!” God’s Kingdom Rules! se declara: “Ya que la bestia salvaje de siete cabezas y diez cuernos, y el falso profeta, son símbolos, se les trata separadamente de los ‘reyes de la tierra y sus ejércitos.’ Cuando esas cosas simbólicas sean quemadas, toda la unidad mundial en organización política y todas las alianzas políticas se desbaratarán ante el victorioso Jinete del caballo blanco. Habrá confusión y desorganización desenfrenadas, como predicen otras profecías. Jesucristo cuando estuvo sobre la Tierra lo predijo, diciendo: ‘Habrá entonces tribulación grande como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder. De hecho, a menos que se acortaran aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos [el resto de los 144,000 todavía en la Tierra] serán acortados aquellos días.’”
En estos párrafos el libro está considerando solo la parte final de la “tribulación grande.” No tiene por objeto esto el denotar que la “tribulación grande” solo acontece en el Armagedón. No, porque en el siguiente párrafo en la página 630 se declara: “En Har–Magedón, donde se alcanza el colmo de esa ‘tribulación grande,’ todos, los reyes y sus ejércitos y los que tienen la marca de la ‘bestia salvaje,’ serán ‘muertos’ en ejecución de la sentencia de muerte que procede de la boca del victorioso Rey de reyes como una ‘espada larga.’”
Observe esa expresión: “el colmo de esa ‘tribulación grande,’” con referencia al Armagedón. De modo que los párrafos muestran que, aunque tratan de la última parte de la “tribulación grande,” no excluyen el hecho de que hubo otra parte antes del Armagedón.
Por lo tanto, éste no es un nuevo pensamiento sobre Mateo 24:21, 22, que limite su aplicación solo al Armagedón. Tiene una aplicación doble, primero a la tribulación que Jehová le trajo a Satanás y su organización cuando el Hijo de Jehová, Cristo Jesús, guerreó contra Satanás y sus demonios en el cielo comenzando en 1914. Esa tribulación contra Satanás y su organización fue detenida en 1918 para permitir el recogimiento del resto ungido de Jehová. La segunda aplicación, a la que hace referencia el libro, es la reanudación de la “tribulación grande” contra Satanás y su organización en el Armagedón.
● Por favor expliquen la aplicación de Isaías 14:12-14. ¿Tiene alguna aplicación a Satanás el Diablo?
Isaías 14:12-14 dice: “¡Oh cómo has caído del cielo, tú el resplandeciente, hijo de la aurora! ¡Cómo has sido cortado y echado a la tierra, tú que estabas incapacitando a las naciones! En cuanto a ti, has dicho en tu corazón: ‘A los cielos subiré. Sobre las estrellas de Dios levantaré mi trono, y me sentaré en el monte de reunión, en las partes más remotas del norte. Subiré por encima de los lugares encumbrados de las nubes; me haré semejante al Altísimo.’”
La primera aplicación de Isaías 14:12-14 no es a Satanás el Diablo, sino que es a la dinastía gobernante de reyes babilónicos que comenzó con Nabucodonosor y terminó con Nabonido y Baltasar. Esta dinastía, mencionada en el versículo 4 como el “rey de Babilonia,” se ensalzó a gran altura y sobresalió brillantemente en el mundo antiguo. Especialmente deseó ser superior a la línea de reyes que se sentaban en el trono de Jerusalén. En la profecía bíblica los reyes de la línea real de David se asemejaban a estrellas; y al sentarse éstos en el trono de Jerusalén llamado “el trono de Jehová,” tenían un brillo, una gloria real. Por eso, por desear hacer a los reyes israelitas simples vasallos y por finalmente destronarlos y así colocarse él mismo por encima de estas reales “estrellas de Dios,” el rey de Babilonia estaba diciendo en su corazón que su ambición era
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