El mensaje triunfante de “El Reino”
“Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin consumado.”—Mat. 24:14, NM.
1. ¿Cómo unió Jesús la predicación mundial acerca del Reino con el fin del presente sistema de cosas de la tierra?
HACE más de diecinueve siglos, en la primavera del año 33 d. de J.C., un hombre estaba sentado en el monte de los Olivos, mirando al templo de Jerusalén a lo lejos. Los cuatro hombres que se hallaban con él estaban preocupados por lo que él había dicho acerca de ese templo. Por eso le hicieron una pregunta acerca de ello y acerca de otros acontecimientos de importancia mundial que habían de suceder. Al proseguir con su larga respuesta a su pregunta triple, él dijo: “Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin consumado.” (Mat. 24:14, NM) Hoy, en este año de 1956, el templo de Jerusalén ya no existe, así como él predijo que no existiría, pero su profecía concerniente a “estas buenas nuevas del reino” se está cumpliendo entre más y más habitantes de la tierra y a todas las naciones se les está dando un testimonio respecto al “reino” mediante una campaña de predicación ante la cual no pueden taparse los oídos. Este mensaje “del reino” ha salido triunfalmente desde que empezó a ser predicado por primera vez, y la predicación de él resalta como prueba no únicamente de que Jesucristo el profetizador de él es verídico sino de que nos acercamos al fin plenamente consumado del presente sistema de cosas de la tierra. La predicación tenía que venir antes del fin. El fin no podría venir a menos que la predicación se hubiera hecho en una escala tan tremenda que se oyera en toda la tierra habitada y a todas las naciones se hubiera dado el testimonio.
2. ¿Cuánto tiempo se ha designado para esta predicación?
2 ¿Cuánto tiempo se ha designado para esta predicación? Hasta mediados del año 1920 se creía que se habían designado unos diecinueve siglos a la predicación de las buenas nuevas del Reino y que la predicación había comenzado en 33 d. de J.C. en Jerusalén, en el día del Pentecostés cuando los discípulos de Jesús fueron ungidos con el espíritu santo y comenzaron a predicar milagrosamente en lenguas extranjeras a la grande muchedumbre que se congregó al efectuarse el milagro, y que la predicación había continuado a través de los siglos hasta ahora. Se pensaba que era la predicación de un reino que había de establecerse en el futuro en respuesta a la oración que Jesús enseñó: “Padre nuestro, que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”—Mat. 6:9, 10.
3, 4. ¿Qué malas interpretaciones acerca del reino de Dios en la tierra prevalecieron extensamente por siglos hasta éste el vigésimo?
3 Sin embargo, un examen honrado de la historia manifiesta que poco después de la muerte de todos los apóstoles de Jesús, los doce para el fin del primer siglo, el mensaje de hasta un reino venidero de nuestro Padre celestial comenzó a extinguirse. Se llegó a considerar que la iglesia era el Reino, y el Reino vendría cuando la iglesia estuviera establecida visible o poderosamente en la tierra. Menos y menos énfasis se dió al reino venidero a medida que la iglesia apostataba más y más de la verdadera esperanza cristiana y se unía al estado romano. Cuando finalmente el emperador romano, Constantino, pretendió ser convertido y se hizo católico romano, el clero religioso creyó que el Reino había llegado y procuró acrecentar el dominio de este reino religioso político. En 800 (d. de J.C.), cuando fué establecido el Santo Imperio Romano al ser coronado Carlomagno como emperador por el papa León III en Roma, se creyó con más seguridad que el reino de Dios se había establecido y que, aunque el reino de Dios era uno solo, se manifestaba en dos direcciones, en la dirección temporal por medio del imperio político y en la dirección espiritual por medio del papa católico romano.
4 La reforma protestante del siglo dieciséis estuvo mezclada con la política de la Europa occidental y esto condujo a la unión matrimonial de las sectas protestantes con los estados políticos. Se declaró que los gobernantes políticos de dichos estados religioso políticos gobernaban por derecho divino y que eran los representantes visibles de Dios sobre la tierra y gobernaban en Su nombre. Este entendimiento de las cosas afectó todos los puntos de vista concernientes al reino de Dios, y aunque más tarde se enviaron misioneros a todas partes de la tierra su proclamación concerniente al reino de Dios no podía menos que ser incorrecta a causa de que entendían mal el tema y predicaban las enseñanzas de los sistemas eclesiásticos que habían llegado a ser parte de este mundo.
5, 6. ¿Qué conexión tiene la segunda presencia real de Cristo, según se define bíblicamente, con la campaña de predicar el Reino?
5 Por otra parte, Jesús, cuando fué enjuiciado estando de por medio su vida, dijo al gobernador romano de Judea: “Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores hubieran peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente.” (Juan 18:36, NM) Por lo tanto, de ninguna manera podría interpretarse que la predicación que los misioneros católicos romanos, católicos griegos y protestantes hicieron durante los pasados siglos cumplía la profecía de Jesús en Mateo 24:14.
6 En esta profecía Jesús no quiso decir la predicación que han hecho dichos misioneros de las religiones cristianas apóstatas. La predicación del Reino que él predijo tenía que esperar hasta este siglo veinte para entrar en acción. El tiempo que Dios había fijado para los acontecimientos hacía que así fuera. ¿Cuál es el reino acerca del cual las buenas nuevas habían de predicarse globalmente a todas las naciones al tiempo predeterminado? El punto esencial de la pregunta que los cuatro apóstoles hicieron a Jesús determina la respuesta correcta. Ellos dijeron: “Díganos, ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de su presencia* y de la consumación del sistema de cosas?” (Mat. 24:3, NM; Mar. 13:3, 4) Fué acerca de la presencia real de Cristo en su reino dado por Dios que aquellos apóstoles preguntaron. Y concerniente a su “venida” a ese reino Jesús dijo en versículos posteriores de su misma respuesta profética: “Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y entonces todas las tribus de la tierra se pondrán a llorar y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Y él enviará a sus ángeles con un gran estruendo de trompeta . . . Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. Y todas las naciones serán juntadas delante de él, y él separará a la gente una de otra.” (Mat. 24:30, 31; 25:31, 32, NM) En consecuencia el reino acerca del cual se predicarían estas buenas nuevas es el reino con Jesucristo presente en él con poder, en su trono de dominio activo. El Reino es, no uno que todavía ha de ser establecido, sino uno que ahora está establecido.
7, 8. Desde sólo el otoño de 1914, ¿con qué efecto en la mayoría de los habitantes de la tierra se ha llevado a cabo correctamente la predicación del Reino, y por qué?
7 Las nuevas de que ha sido establecido no son buenas nuevas para todos, pues, en vez de que todo el mundo se regocije por su establecimiento en los cielos, Jesús dijo que todas las tribus de la tierra se pondrían a llorar por ello y que él como Rey y Pastor separaría a gente de todas las naciones con relación al asunto del Reino, así como un pastor separa a las cabras de entre sus ovejas. El tiempo fijado por Dios para establecer ese reino celestial con su Hijo en el trono fué al fin de los tiempos señalados de las naciones, o 2,520 años desde el tiempo en que fué desolado el reino de Jerusalén en la tierra de Judá a principios del otoño o en el séptimo mes judío del año 607 a. de J.C. Esos siete “tiempos señalados de las naciones” terminaron a principios del otoño de 1914, aproximadamente el 1 de octubre. Antes de ese tiempo no se podían predicar las “buenas nuevas” del reino establecido.
8 En diciembre de 1879, en el sexto número de la revista conocida ahora como La Atalaya, se llamó la atención al hecho de que estos tiempos expirarían en 1914. ¿Tomaron nota de esto las naciones de la cristiandad, que profesan ser cristianas, con alguna fe o expectativa gozosa? ¡No! A principios del otoño de 1914 las naciones de la cristiandad no estuvieron de humor gozoso a causa del establecimiento del reino celestial de Dios con Cristo en el trono como su Rey ungido. Las naciones rabiaban en medio de su primera guerra mundial por dominación mundial, y los clérigos católicos y protestantes nacionalísticamente respaldaban en la sangrienta pelea las facciones de cuya parte se hallaban, orando para que Dios diera la victoria a una parte de la cristiandad sobre la otra parte de la cristiandad. Esta primera guerra mundial afectó a todo el mundo. Desde entonces “todas las tribus de la tierra” se han puesto a llorar y hasta este día no han dejado de llorar, aunque la señal de que el Hijo del hombre ha recibido su reino esperado por mucho tiempo está muy clara y convincente ante todo ojo que no está cegado por el enemigo, Satanás el Diablo. Estas tribus que lloran no es la gente que el Pastor Rey Jesucristo separa a su lado derecho como ovejas.
9, 10. (a) ¿Por quiénes se está llevando a cabo la predicación oportuna de “estas buenas nuevas del reino”? (b) ¿Por qué son la fe y el valor cosas vitalmente esenciales para hacer esa predicación?
9 En su número del 1 de julio de 1920 la revista The Watch Tower publicó el artículo “Evangelio del Reino.” No fué sino hasta entonces que los testigos de Jehová por toda la tierra discernieron que las “buenas nuevas” o evangelio eran acerca del reino ahora establecido y que las buenas nuevas de este reino tenían que comenzar a predicarse ahora, después que se había experimentado el “principio de dolores de angustia” durante el período de la I Guerra Mundial; y que la predicación tiene que continuar hasta la batalla del Armagedón, la “grande tribulación como no ha acontecido desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a acontecer.” (Mat. 24:7, 8, 21, NM) Ahora, en el “tiempo del fin” de este sistema satánico de cosas, es cuando “estas buenas nuevas del reino” tienen que predicarse dondequiera que sea posible. Ahora es cuando están siendo predicadas. Continuarán siendo predicadas hasta que este sistema de cosas termine y el nuevo sistema de cosas, el nuevo mundo de Dios de “nuevos cielos y una nueva tierra,” sea introducido con todas sus bendiciones. El número de misioneros de la cristiandad a través de la tierra asciende a miles. Aun habiendo todos éstos, no es demasiado decir que los testigos de Jehová son los únicos que predican “estas buenas nuevas del reino.” ¿Por qué? Porque ellos son los únicos que ven el reino establecido a la luz de acontecimientos modernos interpretados por la profecía de la Biblia, y son los únicos que tienen la fe y el valor procedentes de Dios para predicarlo.
10 Porque Jesús llamó esto “buenas nuevas” que ninguno piense que no se necesita valor y fe en Dios para predicarlo. Es verdaderamente el reino de Dios mediante Cristo el que se predica, hecho que comúnmente debería hacerlo un mensaje sumamente bienvenido. Pero ¿sabe usted lo que significa el predicarlo a este mundo angustiado? Significa predicar las nuevas de un reino enemigo y predicarlo en tierras enemigas. ¿Por qué? Porque el mundo, incluyendo a la cristiandad, no es amigo del reino de Dios, ni son Jehová Dios y su Cristo amigos de este mundo. El Apocalipsis, que da una visión de la organización de Dios dando a luz Su reino en 1914, representa ese hecho así: “Ella dió a luz un hijo, un varón, que está destinado a pastorear a todas las naciones con una vara de hierro. Y su hijo fué arrebatado a Dios y a su trono.” (Apo. 12:5, NM) Esa “vara de hierro” en manos del reino de Dios es para desmenuzar a las naciones de este mundo como frágiles vasos de alfarero en el Armagedón, como fué predicho en el Salmo 2:7-9. No es de sorprender el que desde 1914 las naciones se hayan enfurecido en dos guerras mundiales, con muchas guerras menores entre éstas y desde que éstas terminaron, y que hayan meditado cosas vanas como la Sociedad de las Naciones y las Naciones Unidas y hayan consultado juntas en contra de Jehová y en contra de su Rey ungido Jesucristo, como lo predijo ese mismo salmo. (Sal. 2:1, 2) Por consiguiente, cuando un cristiano verdadero viene predicando las únicas verdaderamente “buenas nuevas” viene como un publicador de un reino del que se profetiza que destruirá a las naciones de este mundo. Este hecho hace de la predicación una obra que requiere el valor que sólo Dios puede suministrar.
11-13. (a) ¿Por qué es “seguro” el ser ahora un “cristiano” de la clase a que hizo referencia recientemente un vocero eminente de la cristiandad? (b) En contraste, ¿a qué se debe el que los cristianos genuinos estén relativamente inseguros pero a la vez sean invencibles?
11 El 23 de abril de 1955 en un almuerzo de la Y.M.C.A. en la ciudad de Nueva York el deán Santiago A. Pike, de la Catedral de Nueva York, dijo que a veces creía que era una desgracia que “el ser cristiano sea una cosa tan segura.” Al decir eso este clérigo ortodoxo, ¿estaba pensando él en los testigos de Jehová como predicadores de este reino establecido? ¡No! Aquellos a quienes el deán realmente se refirió son personas que profesan ser cristianas porque son miembros de los respetados sistemas religiosos de la cristiandad, y al ser miembros de éstos cuentan con popularidad y la protección de los gobiernos políticos de la cristiandad.
12 Los testigos de Jehová se están esforzando por ser cristianos verdaderos de acuerdo con los requisitos de la Biblia, pero ellos no hallan que esto sea una “cosa segura” en ninguna parte de la tierra. Aun dentro de la cristiandad ellos han experimentado lo que después el deán Pike siguió haciendo notar, a saber, que en sus primeros años el cristianismo era una doctrina “ilegal” y “subversiva” y sus defensores frecuentemente atrajeron la atención del “comité de actividades no romanas.” El deán Pike sostuvo que el cristianismo tenía que volver a su dinamismo primitivo si iba a tener éxito completo en contra del comunismo. (El Times de Nueva York del 24 de abril de 1955) Ahora bien, es a causa de que los testigos de Jehová han vuelto al dinamismo del cristianismo de los días apostólicos que aun hoy, después de la histeria de la II Guerra Mundial, son “ilegales” en varios países de la cristiandad sin mencionar las tierras comunistas, y que a ellos los acusan falsamente sus enemigos religiosos de ser “subversivos” y de ser riesgos contra la seguridad, habiéndoseles clasificado en un tiempo como nazis, en otro tiempo como comunistas, en tierras comunistas como espías y agentes de países imperialistas, y en otras partes como agentes secretos del sionismo judío, dirigiéndose contra ellos cualquier acusación para despertar animosidad pública en su contra, para promover acción gubernamental contra ellos y para hacer insegura su existencia.
13 Pero esto no tiene éxito. Los testigos de Jehová en la actualidad continúan haciendo una declaración pública de su fe y de su esperanza y continúan predicando las buenas nuevas del Reino en medio de la mayor inseguridad en los campos de concentración y en campos de trabajo forzado y en prisiones de tierras comunistas y de otras tierras bajo gobierno totalitario y dictadura. Ellos triunfan sobre estas formas y operaciones del dominio del Diablo así como se describe en Apocalipsis 12:11 (NM): “Ellos lo vencieron [a Satanás el Diablo] debido a la sangre del Cordero y debido a la palabra de su testificación, y no amaron sus almas aun a pesar del peligro de muerte.” En ninguna parte es una “religión fácil” el ser testigo de Jehová ni está uno a salvo de alguna forma de odio y asalto por los siervos y gobiernos del invisible “gobernante de este mundo,” Satanás el Diablo. Los comunistas y otros gobernantes totalitarios tratan de hacer que los testigos de Jehová muestren que la religión de ellos es una religión inferior, que no puede mantenerse firme en contra de este mundo, pero la fidelidad de los testigos bajo estos esfuerzos para obligarlos a desistir de su religión administra una derrota a los comunistas y otros totalitarios. Como también dijo el deán Pike: “El comunismo es una religión del mundo. Sólo puede ser derrotada por una religión mejor. Ninguna otra cosa puede derrotarlo.” El fracaso de la proscripción y persecuciones por los comunistas contra los testigos de Jehová para exterminarlos o detener su aumento es un testimonio elocuente al hecho de que entre los testigos de Jehová se han enfrentado con la única “religión mejor,” y notifica a estos radicales que pelean contra Jehová Dios que los testigos de él estarán aquí triunfantes después de que el comunismo y otros radicalismos hayan desaparecido. Su religión es tan imperecedera como el reino de Jehová que ellos predican.—El Times de Nueva York del 11 de enero de 1955.
CÓMO
14, 15. ¿Cómo se compara la manera en que predica la cristiandad con la manera en que se obedece cabalmente hoy el mandato que Jesús dió de predicar?
14 La manera en que los testigos de Jehová predican “estas buenas nuevas del reino” se ha hecho blanco de la crítica. Ellos no predican de la manera ortodoxa, formal, que es la manera fácil, con indumentaria clerical desde un púlpito de iglesia y con el rebaño religioso reunido adentro delante del predicador o sacerdote. Esta manera ceremonial, ortodoxa, de predicar en la cristiandad no ha podido cumplir el mandato de Jesús a sus discípulos: “Vayan [sí, Vayan] pues y hagan discípulos de gente de todas las naciones, . . . enseñándoles que observen todas las cosas que yo les he mandado.” (Mat. 28:19, 20, NM) A causa de que la ortodoxia de la cristiandad no ha podido convertir al mundo o convertir siquiera a la gente de las tierras llamadas “cristianas” y no ha podido detener la invasión del paganismo a las grandes ciudades, los sistemas religiosos de la cristiandad tratan de forzar a la gente a adoptar religión o prácticas y confesiones religiosas haciendo que los legisladores impongan por ley la religión a gente maldispuesta. Puede que esto esté en armonía con el tratado de paz de Westfalia que dió fin a la Guerra de los Treinta Años en Europa en 1648 y que dispuso que la religión de cada provincia del Santo Imperio Romano desde allí en adelante había de ser determinada por la religión del gobernante en particular de esa provincia, fuera católico, luterano o calvinista. Pero no ha podido salvar de la corrupción, menoscabo y mundanalidad a la forma de cristianismo de la cristiandad. Esto significa que la ortodoxia, que ha predominado en la cristiandad durante siglos, no ha surtido efecto. Es un fracaso.
15 La manera sobresaliente en que los testigos de Jehová obedecen el mandato de Jesús en Mateo 24:14 y predican “estas buenas nuevas del reino” es yendo de país en país, de ciudad en ciudad, de aldea en aldea y de casa en casa. Quizás ésta no sea la manera ortodoxa para el clero y los legos de la cristiandad, pero es apostólica, sí, es a la manera de Cristo. Después que el apóstol Pedro y los otros apóstoles habían dicho al Sanedrín en Jerusalén: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres,” y habían sido azotados y se les había dicho que dejaran de predicar acerca de Jesucristo, estos apóstoles se marcharon regocijándose, y, dice el relato, “todos los días en el templo y de casa en casa continuaban sin parar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.”—Hech. 5:29, 40-42, NM.
16. En su predicación, ¿cómo imitó Pablo a Jesús, y con qué resultado?
16 En ese tiempo Pablo no se hallaba entre esos apóstoles en su predicación de casa en casa, pero años después él dijo en un discurso de despedida a los hombres de más edad de la congregación de Éfeso: “Yo no me retraje de decirles cosa alguna que fuera de provecho ni de enseñarles públicamente y de casa en casa. Pues yo testifiqué cabalmente tanto a judíos como a griegos acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús . . . anduve predicando el reino.” (Hech. 20:20, 21, 25, NM) Cuando escribió a los cristianos en Corinto el apóstol Pablo dijo: “Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo.” (1 Cor. 11:1, NM) En la predicación de casa en casa Pablo fué un imitador de Jesucristo, porque, además de predicar en diversos lugares públicos, a menudo se informa que Jesús estuvo en las casas de la gente, conversando con los ocupantes acerca del Reino. Cuando envió a sus doce apóstoles y más tarde también a setenta evangelizadores a predicar, les dijo lo que debían decir en las puertas de la gente a que visitaban: “Dondequiera que entren en una casa primero digan: ‘Tenga esta casa paz.’” (Luc. 10:1, 5, NM) “Cuando estén entrando en la casa, saluden a la familia; . . . Dondequiera que alguien no los reciba o no escuche sus palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad sacúdanse el polvo de los pies.” (Mat. 10:5, 12-14, NM) Como resultado de predicar de esta manera semejante a la de Cristo, apostólica, Pablo pudo escribir desde su prisión en Roma y decir que las buenas nuevas “fueron predicadas en toda la creación que está bajo el cielo. De estas buenas nuevas, yo, Pablo, llegué a ser ministro. Ahora estoy regocijándome en mis sufrimientos por ustedes.” (Col. 1:23, 24, NM) En ese entonces toda la creación bajo el cielo era principalmente pagana.
17, 18. ¿Por quiénes y cómo, en la práctica, se usa con buen éxito en nuestro día la manera de predicar que emplearon Cristo y los apóstoles?
17 Después de mil novecientos años los testigos de Jehová todavía están entregados de todo corazón a la manera de predicar de casa en casa en este “tiempo del fin,” porque significa obedecer instrucciones teocráticas de la Biblia; significa imitar a predicadores de buen éxito como Jesucristo y sus apóstoles. Hoy los testigos de Jehová tienen fe en esa manera original, en que resultará ser tan productora de éxito para ellos como lo fué para Cristo y sus apóstoles. Ellos no son demasiado perezosos para seguir esa manera a causa de que sea más difícil que pararse en un púlpito eclesiástico. No temen seguirla porque sea la manera insegura, que los expone a ridículo, abuso, oposición violenta y persecución religiosa. En vez de imitar al clero y apelar a la “espada del estado” por ayuda, ellos esgrimen la “espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios,” y dejan que ella haga la conversión. Usan el método directo, práctico y cabal de la educación bíblica, dando a la gente instrucción en sus casas, instrucción particular, personal e individual en la Palabra de Dios, dejando literatura que contiene sermones bíblicos impresos con la gente a que visitan, luego volviendo más tarde para contestar preguntas bíblicas y comenzar estudios bíblicos de casa. Esta es la manera agresiva, sensata, que detiene la invasión del paganismo a muchas casas o rescata a muchas personas de la marea creciente de paganismo. Por ejemplo:
18 La ciudad de Nueva York tiene fama de ser una de las más grandes ciudades paganas sobre la tierra: sin embargo, con diligente trabajo de casa en casa que llega a todo hogar que es posible en esta ciudad de más de siete millones de habitantes los testigos de Jehová han aumentado de sólo una congregación en 1935 a cincuenta y cinco congregaciones en 1955, y en éstas 7,048 personas informan su actividad de predicar las buenas nuevas a otros. Esto significa que ahora hay aproximadamente un testigo activo de Jehová por cada mil personas en la ciudad. En los Estados Unidos en conjunto 187,120 personas informaron actividad de predicar durante abril de 1955, lo cual significa que entre los 165,000,000 de habitantes de los Estados Unidos hay un testigo predicador de Jehová para menos de mil personas.
19-21. (a) ¿Qué cosas esenciales hacen falta según se indica en lo que se informa que declararon otros voceros de la cristiandad? (b) ¿Por qué están anticuadas esas declaraciones?
19 Ante esto, ¿sorprende algo el que los clérigos estén comenzando a hacer algunas observaciones y recomendaciones? Sin que ellos mismos pongan el ejemplo, los clérigos asustados están ahora expresando tardíamente la necesidad de que los legos (los miembros de sus congregaciones) salgan y hagan algo de predicación, aunque no recalcan la necesidad de hacer predicación de casa en casa. El secretario general de la Alianza Mundial de Iglesias Reformadas declaró recientemente que hacía falta “el testigo de Cristo en nuestra vida profesional así como en nuestra vida de familia. . . . La única manera de traer gente a la iglesia cristiana es haciéndola consciente de la tremenda gracia que es el don de Cristo.” (El Times de Nueva York del 12 de julio de 1954) Dijo el ministro de la iglesia de Riverside, de la ciudad de Nueva York: “Pasado por alto está el hecho de que la religión es, primero y principalmente, la glorificación de Dios en medio de las actividades diarias de la vida. El mundo es el lugar donde la religión necesita verse en acción.”—El Times de Nueva York del 5 de julio de 1954.
20 En un informe a una reunión del Concilio Mundial de Iglesias en Evanston, Illinois, en 1954, un lego, un coronel del ejército, dijo: “Uno de los más importantes factores relacionados con el futuro de la iglesia es la responsabilidad de los legos de llevar su fe a su trabajo, al hogar, a todas partes. Necesitamos más cristianos de todos los días en vez de los llamados cristianos del domingo.” En esa misma asamblea del Concilio Mundial en Evanston, en relación con un llamamiento para que las iglesias “estallen con un espíritu de evangelismo de los apóstoles,” el presidente de la sección de Evangelismo dijo: “El evangelismo no es una asignación especial de misioneros, sino una acción normal de cada discípulo. . . . Este es un nuevo ensanchamiento de las actividades de las iglesias. Ahora ellas tendrán que emprender la tarea de enseñar a sus legos a evangelizar su vida diaria.” (El American de Chicago del 27 de agosto de 1954) Sírvase notar que en todas esas declaraciones publicadas no se hace referencia alguna a la predicación apostólica de casa en casa.
21 Pero ¿cuándo se espera lograr entrenar a los legos de las iglesias para que efectúen su parte en la responsabilidad de predicar? Escuche al ministro de una Iglesia episcopal de Houston, Tejas, al sermonear en una iglesia de la ciudad de Nueva York; él dijo que EN DOSCIENTOS AÑOS la fuente del poder evangelista dentro de la iglesia cristiana pasaría del púlpito a “una sociedad de testificación.” Sí, los predicadores continuarían predicando, “pero los sermones [desde el púlpito] no serán el principal medio por el cual la gente sea traída a Cristo.” Esto se efectuaría en un medio ambiente de fe que despierta creado por creyentes que dirían lo que “Dios está efectuando en la vida de ellos.” (El Times de Nueva York del 31 de mayo de 1954) Este clérigo está por lo menos doscientos años atrasado en su punto de vista, por lo menos en lo que toca a los testigos de Jehová. Ya en las congregaciones de los testigos de Jehová por todo el mundo, la predicación no está limitada al habla de oradores capaces desde la plataforma de los Salones del Reino, sino que a todo miembro bautizado de la congregación se le estimula, ayuda y entrena a fin de que sea un testigo predicador, capaz de ir solo de casa en casa y predicar sermones introductores de unos minutos en las puertas y también de volver a visitar a las ovejas interesadas y pronunciar sermones todavía más largos para demostrar el valor del estudio de la Biblia.
22, 23. Los dedicados que hacen la voluntad del Dios Todopoderoso ahora están alerta ¿a qué privilegios y responsabilidades?
22 En la sociedad del Nuevo Mundo de los testigos de Jehová cada uno es un ministro predicador. Es una sociedad de ministros, y ninguno puede escaparse de su responsabilidad de predicar en obediencia al mandato y ejemplo de Cristo. Cada uno está profundamente consciente de la profecía de Jesús en Mateo 24:14 concerniente a estos días de la presencia del Reino, y cada uno se siente igual que el apóstol Pablo cuando éste exclamó: “Realmente, ¡ay de mí si no declarara las buenas nuevas!” (1 Cor. 9:16, NM) Cada uno sabe que es vital, no sólo para la salvación de otros, sino también para su propia salvación el predicar públicamente, porque con fuerza las palabras de Pablo penetran en cada uno de los testigos de Jehová: “Si tú declaras públicamente aquella ‘palabra en tu boca’, que Jesús es el Señor, y si ejerces fe en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se ejerce fe para justicia, pero con la boca se hace declaración pública para salvación.”—Rom. 10:9, 10, NM.
23 ¿Qué les importa a los testigos de Jehová el que los tribunales mundanos de ley decidan que ellos son “ministros regulares” especialmente “separados” o no? Ellos saben que se han dedicado a Dios para hacer Su voluntad y saben que él les manda por medio de Cristo que vayan a la gente y prediquen y prueben que son ministros ordenados de él por medio de servir activamente los intereses de su reino. Jehová bien sabía la inutilidad de esperar 200 años para que el clero de la cristiandad estimule a acción a sus legos. Dado que el limitado “tiempo del fin” no permite ese tiempo que se ha calculado, Jehová ha levantado a sus propios testigos y ellos están dando el testimonio del Reino exactamente a tiempo, así como él ha ordenado.
VENCIENDO AL MUNDO
24. El vivir ahora con una fe semejante a la de Cristo incluye ¿qué actitud correcta en cuanto al mundo presente?
24 Se requiere fe para ser un testigo de Jehová. Lea Hebreos 11:1 a 12:3 y note que desde Abel, el primero que murió por la adoración de Jehová, hasta Jesucristo requirió fe el ser testigo de Jehová. Fué su fe la que los capacitó a vencer al mundo existente al contemplar un justo nuevo mundo bajo el reino de Dios y por lo tanto rehusar hacerse parte del mundo presente y vivir como él y para él. El cristiano que ha llegado a ser hijo espiritual de Dios tiene que vencer a este mundo y sólo puede vencerlo mediante fe inmovible. Dice el apóstol Juan: “Todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.”—1 Juan 5:4, NM.
25, 26. ¿Cómo y por qué vencen al mundo los testigos de Jehová del día moderno?
25 En 1914 nació de Dios el Reino prometido y todavía vencerá al mundo. Venció a Satanás y sus demonios al arrojarlos del cielo a nuestra tierra, y ahora prosigue venciendo con la obra de testificación del Reino sobre la tierra, y completará su victoria sobre el presente mundo de Satanás en el Armagedón. (Apo. 6:1, 2, NM) Hoy sobre la tierra hay un resto de hijos cristianos espirituales de Dios, y ellos no harán nada que resulte en desmentir la regla declarada de que todo lo nacido de Dios vence al mundo. Ellos mostrarán su fe en el reino de Dios predicándolo hasta que venga el fin de este mundo. También tenemos con nosotros hoy personas que tienen la perspectiva de ser hijos terrestres de Dios, una “grande muchedumbre” de ellas que constantemente está creciendo, personas que esperan vivir como hijos de Él en el glorioso paraíso de la “nueva tierra.” Ellos, también, tienen que vencer al mundo así como lo vencieron los testigos de Jehová antiguos, de antes de Cristo, desde Abel hasta Juan el Bautista. Para vencerlo tienen que hacer la misma exhibición práctica de su fe en Jehová Dios y en su reino. Pero aunque estamos rodeados de una nube tan grande de testigos de Jehová antiguos, de antes de Cristo, especialmente miramos al más grande testigo de Jehová en el universo, a su hijo fiel y verdadero Jesucristo, pues él fué el más grande vencedor de este mundo, aun por la muerte de mártir en el madero de tormento en el Calvario. Él dijo: “Yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.” (Apo. 3:21, NM) Por él Jehová Dios ganó un triunfo grandioso sobre los gobiernos y autoridades enemigos. Leemos:
26 “Dios los vivificó junto con él. Él bondadosamente nos perdonó todas nuestras transgresiones y borró el documento manuscrito [la ley de Moisés] contra nosotros que consistía en decretos y que estaba en oposición a nosotros, y Él lo ha quitado del camino clavándolo al madero de tormento. Desnudando a los gobiernos y a las autoridades, los exhibió a la vista pública como vencidos, conduciéndolos en una procesión triunfal por medio de ello.”—Col. 2:13-15, NM.
27-29. (a) ¿Qué antiguo ceremonial pagano nos hace recordar Pablo al referirse a la conquista triunfante de Jehová por medio de Cristo Jesús? (b) ¿Cómo y contra cuáles acusadores injustos actuó Jehová para hacer posible el que humanos dispuestos a ello participaran de la conquista triunfante de Jesucristo?
27 Desde esa victoria de hace diecinueve siglos, Jehová Dios ha estado conduciendo una gloriosa procesión triunfal. Según la palabra griega original que el apóstol Pablo usó aquí, el cuadro se toma del tiempo de las conquistas romanas paganas. Para los romanos paganos un triunfo era un ceremonial imponente en honor del general que hubiera ganado una victoria decisiva. Se le permitía entrar en la ciudad coronado con laureles, portando un cetro en una mano, y una rama de laurel en la otra, usando una toga bordada, y yendo en un carro circular de forma peculiar tirado por cuatro caballos. Era precedido por el senado y magistrados romanos, músicos, el botín, los cautivos encadenados, etc., y era seguido por su ejército en orden de marcha. La procesión iba hasta el monte Capitolino, donde se ofrecían sacrificios y el general era agasajado con una fiesta pública.
28 En relación con el triunfo de Dios de hace diecinueve siglos el apóstol Pablo menciona el “documento manuscrito.” Este era la ley de Dios mediante Moisés, y “consistía en decretos” y “estaba en oposición a nosotros.” Estaba “contra nosotros,” porque nos condenaba a todos, judíos y no judíos por igual, como pecadores merecedores de la muerte, a causa de nuestra imperfección heredada y de nuestra inhabilidad para guardar la ley de Dios. Pero ¿quiénes son los gobiernos y autoridades que Pablo dice que fueron desnudados? Son los gobiernos y autoridades invisibles de Satanás y sus demonios. La traducción de la Biblia de Móffatt los llama “Gobernantes y Potestades angelicales.” En otro tiempo éstos podían acusarnos ante Dios. ¿Por qué? Porque nos esforzábamos por adorar y servir a Dios perfectamente pero no lo lográbamos, como se demuestra por la inhabilidad de los judíos para guardar la ley mosaica. Esa ley no podía hacernos perfectos, ni aun mediante sus sacrificios animales. Nos exponía como pecadores a quienes el Diablo podía tentar y a quienes él podía acusar ante Dios. Pero lo que no podíamos hacer nosotros lo hizo Dios, a fin de vencer esa acusación de los gobiernos y autoridades de Satanás contra los testigos de Jehová. Él puso a Jesucristo sobre la tierra como hombre perfecto, y Jesús cumplió perfectamente lo requerido por la ley de Dios. Jesús lo hizo aunque su predicación del reino de Dios acarreó contra él la oposición de todos los gobiernos y autoridades de Satanás, visibles e invisibles. Jesús murió sin ser vencido por este mundo y perfectamente leal a la soberanía universal de Dios. Él murió no sólo como mártir o testigo fiel del reino de Jehová sino también como un sacrificio humano perfecto. Sobre la base de este sacrificio Dios pudo perdonar y cancelar las transgresiones por las cuales la ley mosaica nos condenaba. Así Jehová Dios clavó la ley mosaica al madero de tormento de Jesús, cancelando este “documento manuscrito contra nosotros,” pues el madero de tormento es símbolo de la muerte sacrificatoria de Jesús.
29 En tiempos antiguos a los cautivos vivos de entre los derrotados a menudo se les desnudaba y conducía en la procesión triunfal delante del carro del conquistador, como se hizo que el profeta Isaías ilustrara al andar desnudo y descalzo durante tres años simbólicos. (Isa. 20:1-4) Por eso cuando Jehová Dios triunfó sobre los gobiernos y autoridades satánicos acusadores permitiendo que Jesús muriera fiel y luego resucitándolo por su fidelidad, Jehová en realidad desnudó a esos gobiernos y autoridades enemigos, desarmándolos y dejándolos desnudos, completamente expuestos, como vencidos. Ahora Jehová tenía pleno derecho para perdonar las transgresiones de sus testigos cristianos y justificarlos o declararlos justos a fin de que pudieran conseguir el reino celestial con su Caudillo Jesucristo. (Rom. 5:1, 6-9, 18, 19) Por eso esos gobiernos y autoridades satánicos ya no podían condenarlos como pecadores ya condenados por la propia ley de Dios mediante Moisés, pues por la fe en el sacrificio de Cristo fueron perdonados y limpiados y declarados justos, y así se les dió una conciencia buena. “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es El que los declara justos. ¿Quién es el que condenará? Cristo Jesús es el que murió, sí, más bien el que fué levantado de entre los muertos, quien está a la diestra de Dios, quien también aboga por nosotros.” (Rom. 8:1, 33, 34, NM) Jesús como Sumo Sacerdote que ha sido admitido a la santísima presencia de Dios con el valor de la vida de su sacrificio humano perfecto aboga por y consigue la justificación contra el pecado para los que llegan a ser sus fieles seguidores ungidos, engendrados por el espíritu.
30, 31. (a) Desde el Pentecostés, ¿a qué gobiernos y autoridades ha seguido exhibiendo cómo vencidos e impotentes el acto triunfante de Jehová? (b) ¿Para quiénes ha ido progresando dicha exhibición?
30 Por consiguiente la condenación de ellos por la organización demoníaca de Satanás no los afecta a la vista de Dios. En un choque con leyes hechas por el hombre, leyes de gobiernos mundanos que están bajo el dominio invisible de Satanás, los hombres amontonan condenación sobre ellos por guardar la ley perfecta de Dios en vez de guardar la ley imperfecta e impía del hombre; pero eso no los detiene ni les quita su “buena conciencia,” porque ellos saben que tienen la aprobación de Dios y están sufriendo por causa de la justicia. Toda esta condenación injusta e injustificable contra ellos por los hombres pone de manifiesto la vergüenza de los gobiernos y autoridades mundanos, porque éstos han sido desnudados y se ve ahora que son gobiernos enemigos bajo Satanás y que ahora han sido vencidos, acallados por el arreglo justificador de Dios para sus siervos fieles. Por lo tanto la persistente fidelidad de sus siervos leales de integridad inquebrantable manifiesta que las acusaciones enemigas no valen, y por medio de esto Jehová exhibe estos gobiernos y autoridades desnudos a la vista pública como vencidos.
31 Desde el Pentecostés de 33 d. de J.C., cuando derramó su santo espíritu sobre sus siervos con aprobación divina, Jehová ha estado conduciendo a esas potestades enemigas como en una procesión triunfal ante la mirada penetrante de hombres y ángeles, y eso por medio del madero de tormento y de Aquel que fielmente murió en él. Puede que esos gobiernos y autoridades satánicos hayan seguido gobernando desde el Pentecostés, pero todavía permanecen batidos, vencidos, y la fe de los seguidores de Cristo los vence y los avergüenza haciendo ver que son potestades satánicas de este mundo de las cuales los seguidores de Cristo no pueden ser amigos y de las cuales no pueden ser parte. De modo que vemos a esas potestades satánicas como lo que al desnudo son, y nuestra fe nos da la victoria sobre ellas y nos mantiene fieles al reino de Dios ahora dado a luz en los cielos. En la batalla del Armagedón la victoria de Dios sobre ellas será completada. Jehová Dios no las conservará vivas como cautivos para ser conducidos en una procesión triunfal después del Armagedón ante los ojos de los sobrevivientes del Armagedón, sino que las exterminará y no traerá vivo de esa batalla universal para que quede en la tierra a ningún cautivo enemigo.
PERFUMANDO EL CAMINO DE LA PROCESIÓN TRIUNFAL
32-34. (a) Desde 1914, ¿qué más han presenciado los espectadores que gozan del favor de Dios? (b) Empleando la figura de olores, agradables y desagradables, ¿qué otros aspectos del triunfo de Jehová aclara Pablo?
32 La magnífica procesión triunfal de Jehová avanza a través de este “tiempo del fin” de este sistema de cosas, especialmente ahora que el reino, dado a luz en 1914, ha ganado la victoria en la guerra efectuada en el cielo entre su Arcángel Rey Jesucristo y Satanás el Diablo y sus ángeles. Estos gobiernos y autoridades derrotados han sido arrojados a esta tierra para ser detenidos aquí por un “corto período de tiempo” hasta que sean abismados y quitados de en medio en el punto culminante de la batalla del Armagedón. Ahora la procesión triunfal de Jehová está marchando hacia la victoria grandiosa en el Armagedón. ¿Cómo sabemos eso? Por la fragancia del conocimiento de Jehová Dios que está siendo esparcida más y más fuertemente a través de toda la tierra por la predicación de “estas buenas nuevas del reino” que llevan a cabo los testigos de Jehová, el resto ungido y la “grande muchedumbre” de testigos compañeros.
33 No todos los espectadores consideran de la misma manera la procesión triunfal y no todos inhalan con el mismo aprecio la fuerte fragancia que la acompaña. Para los que son parte de este mundo y para todos los que son amigos de este vil mundo condenado, el olor que es difundido por la predicación del Reino que acompaña a la procesión triunfal es ofensivo, irrespirable, porque el reino de Dios significa una plaga, muerte, para este mundo. Para los que anhelan liberación de este mundo corrompido y que perciben que el reino de Dios es la única esperanza de liberación ese olor es grato, agradable, deleitable. El apóstol Pablo lo describió hace diecinueve siglos cuando estaba predicando acerca del reino de Dios que había de venir, pero lo que él dijo aplica con mayor vigor ahora durante la presencia actual del reino establecido. Él había ido a Troas en el Asia Menor a declarar las buenas nuevas acerca de Cristo, y allí se le abrió una puerta de oportunidad para predicar. A pesar de eso salió de allí y se dirigió a Macedonia al otro lado del mar Egeo para encontrarse con Tito más pronto. Allí, también, se le ayudó a esparcir el conocimiento de Jehová Dios. Por eso agradecidamente exclamó:
34 “¡Gracias a Dios que siempre nos guía en una procesión triunfal en compañía con el Cristo y hace que el olor del conocimiento de él sea perceptible en todo lugar por medio de nosotros! Porque somos para Dios grato olor de Cristo entre los que están siendo salvados y entre los que están pereciendo; a estos últimos un olor proviniendo de muerte para muerte, a los anteriores un olor proviniendo de vida para vida. ¿Y quién está adecuadamente capacitado para estas cosas? Nosotros; porque no somos vendedores ambulantes de la palabra de Dios como muchos hombres, sino debido a la sinceridad, sí, como enviados de Dios, a la vista de Dios, en compañía con Cristo, estamos hablando.”—2 Cor. 2:14-17; 7:5-7, NM.
35. Desde 1919 hasta la actualidad, ¿por qué, hablando figuradamente, ha incluído la procesión triunfal de Jehová a predicadores alegres de “estas buenas nuevas del reino”?
35 ¡Qué pensamiento enaltecedor! Si nos dedicamos a Jehová Dios mediante Cristo y luego nos ocupamos como testigos de Jehová en la predicación de las buenas nuevas de su reino establecido él nos guía en su procesión triunfal con Cristo el ahora Rey reinante. Él nos guía, pero no como cautivos para nuestra vergüenza y humillación pública. Pablo no dice aquí, como dice de los gobiernos y autoridades enemigos en Colosenses 2:15, que el triunfante Jehová nos desnuda y nos exhibe a la vista pública como vencidos. No, sino que Jehová nos conduce como un general victorioso conduce a su ejército en una procesión triunfal a lo largo de una ruta perfumada a través de la capital que da la bienvenida. Él nos conduce como participantes de Su victoria por medio de Cristo. Sí, él nos conduce como aquellos mediante los cuales él está consiguiendo victoria adicional al hacer perceptible en todas partes por medio de nosotros el conocimiento de sí mismo, por nuestra publicación de la Biblia y su mensaje oportuno. Desde 1919 Jehová nos ha dado este mensaje del Reino y dondequiera que lo predicamos triunfa. Logra victorias, transformando en testigos de Jehová y predicadores de las buenas nuevas de su reino teocrático a muchos que anteriormente eran enemigos de Dios por obras inicuas.
36-38. (a) Semejante a un hedor repugnante, ¿a quiénes y por qué son los anunciadores del reino de Jehová inaceptables? (b) ¿Qué se indica por el hecho de que esos anunciadores del Reino son, para otros, “un olor cristiano agradable”?
36 No sólo es cierto que el conocimiento de Dios difundido o publicado es un olor fragante en medio del cual marchamos triunfalmente detrás de Jehová Dios y en compañía de Cristo el Rey a medida que hacemos perceptible ese conocimiento divino a otros, sino que nosotros mismos somos un olor. Pero por lo que respecta a nosotros, las narices de este mundo no están de acuerdo. No que nosotros por nuestra propia cuenta querramos ser ofensivos a persona alguna sobre la tierra, pues tratamos de ser útiles y de provecho a todos. Pero todo este mundo es enemigo de Jehová. Por eso si nos dedicamos a Jehová Dios por medio de Cristo y Él nos usa en su servicio como portadores del mensaje de su reino, entonces no podemos evitar ser, sí, tenemos que esperar ser, ofensivos a muchos, a los muchos que son enemigos de Jehová y su gobierno teocrático por Cristo. Pablo, que trató de agradar a todos en todas las cosas para provecho de ellos para que fueran salvados, tuvo esa experiencia. Nosotros mismos no podemos escaparnos de ello, ahora especialmente cuando el establecimiento del Reino ha hecho del punto en disputa de la soberanía universal la cuestión ardiente ante toda la gente. Sobre este punto en cuestión no podemos ser amigos de este mundo.
37 Como cristianos nosotros los testigos de Jehová copiamos a Jesucristo, seguimos sus pasos llevando el vituperio que se arroja a él, lo anunciamos como Rey que ahora reina, y por eso, por decirlo así, despedimos o difundimos la fragancia de Cristo. En este respecto desearíamos ser de olor grato a todos, pero sólo lo somos al número más pequeño de personas, a las que están siendo salvadas. A éstas somos semejantes a un olor cristiano agradable. A éstas somos como un olor que brota de una fuente vivificante y que por lo tanto conduce a la vida en el nuevo mundo de Dios. ¿Por qué somos un olor agradable, un olor que respira vida, para éstas? Porque para estas pocas personas es patente que Jehová Dios, la Fuente de la vida, nos envía y por eso vamos a ellas, no con propósitos mortíferos, sino altruístamente con propósitos vivificantes. Estas personas están asqueadas con este mundo pútrido y sus desilusionadoras promesas y los esfuerzos egoístas y desesperados que hace para mantenerse adentro y al mundo justo de Dios afuera. El mensaje que predicamos del reino de Dios presente realmente es “buenas nuevas” para ellas. Exhala vida para ellas, y les muestra el camino a la vida feliz en el mundo de Dios de nuevos cielos y una nueva tierra, ahora con la oportunidad de hasta sobrevivir a la batalla del Armagedón.
38 Como si respiraran un olor deleitable, se vuelven hacia nosotros y nos reciben como cristianos enviados por Dios. Escuchan nuestro mensaje, aceptan nuestra literatura bíblica y nuestro ofrecimiento de estudiarla con ellas. Estas personas aceptan nuestra invitación de que asistan a nuestras reuniones en los estudios de área y en los Salones del Reino, llegan a ser parte de la sociedad del Nuevo Mundo por su dedicación a Dios mediante Cristo y luego se unen a nosotros en exhalar esta deleitable fragancia vivificante a otros para que ellos también sean ayudados a obtener vida eterna. Jehová, según está representado por su Rey gobernante Jesucristo, no es “piedra de tropiezo” o “roca de caída” para ellos. Ellos aceptan a Jehová como Soberano Universal, como la gran Roca del universo, cuya actividad es perfecta. (Deu. 32:3, 4, NM; Isa. 8:13, 14) El triunfo del mensaje del reino de Jehová sobre estas personas de buena nariz redunda a favor de la vida de ellas.
39. Otra vez en sentido figurado, ¿a qué y huyendo de qué se vuelven las narices de los amadores de “este mundo,” y por qué?
39 Por otra parte, la profecía predijo que otros, aun la cristiandad misma, tropezarían con esta gran Roca y por consiguiente caerían y serían quebrantados y serían atrapados en un lazo y serían tomados para ser muertos. (Isa. 8:15) Para éstos los testigos predicadores de Jehová son un hedor, “un olor proviniendo de muerte para muerte.” Nuestro mensaje del Reino no predice ningún bien para ellos. Es semejante a un olor pestilente que brota de una cosa muerta, respirar el cual es contaminador y mortífero. Brota de una fuente mortífera y significa muerte para ellos. ¿Por qué? Porque ellos son parte de este mundo y lo aman y no quieren separarse de él. No quieren reformarse y reconciliarse con Dios por medio de Cristo. Prefieren la compañía de sus enemigos, incluyendo a la cristiandad con su ortodoxia y tradiciones humanas, que regalan su nariz así como regalan su oído. Pero nosotros predicamos el “día de la venganza de nuestro Dios,” y por lo tanto la destrucción venidera de este mundo y de todos los que permanecen como parte de este mundo. Por eso olemos mal para estos amadores del mundo. Para ellos somos pestilentes, somos mortíferos; para ellos deberíamos ser enterrados fuera de su vista, fuera de su olfato y fuera de su oído. Este mensaje de la soberanía universal de Jehová y de su nuevo mundo y de la destrucción de este viejo mundo es una ofensa para ellos y nos coloca en mal olor con ellos. No les damos ninguna promesa de vida en el futuro eterno.
40, 41. ¿Cómo actúan éstos que se sienten ofendidos, y con qué efecto?
40 Jehová, quien coloca a Cristo en el poder del Reino, ha llegado a ser una gran Piedra de tropiezo y una Roca de caída para éstos. Ellos tratan de quitar la piedra de tropiezo y trastornar la roca de caída mediante sus proyectos mundanos de conspiración contra Jehová Dios y su Cristo reinante. En armonía con esto tratan de acallar el mensaje del Reino que los testigos de Jehová proclaman y que tan mal les huele. Ellos pueden quitar el nombre de Jehová de las traducciones de las Escrituras Hebreas de la Biblia, pero no pueden quitar a Jehová la Roca de su puesto de Soberano Universal. Por consiguiente, en el Armagedón esa gran Piedra los dejará más aplastados que una tortilla.
41 Así como jamás pueden quitar a la gran Roca de su regia soberanía sobre esta tierra, asimismo no han podido y jamás podrán acallar el mensaje del Reino y destruir a sus predicadores. Hasta ahora han tenido que oler a los testigos de Jehová, y tendrán que continuar oliéndonos, hasta que su propia nariz sea magullada en el día venidero de la ‘guerra de Dios el Todopoderoso’ en el Armagedón. (Apo. 16:14-16, NM; Mat. 21:42-44) Es Jehová el todopoderoso Invencible quien nos conduce, y es en su procesión triunfal que nos conduce en compañía con su Rey de los reyes y Señor de los señores, el Rey vencedor y el Señor vencedor. El mensaje del reino de Jehová por Cristo ya ha conseguido triunfos grandiosos a través de toda la tierra porque Él apoya y bendice la predicación de estas “buenas nuevas” por sus testigos en toda la tierra habitada. Bajo la protección y guía que él nos da continuará triunfando hasta el Armagedón, cuando su propio triunfante acto de vindicación hará que la atmósfera de toda la tierra esté impregnada del agradable olor vivificante del conocimiento de Dios para todo alabador de Jehová que entonces respire.—Hab. 2:14.
[Notas]
En la página 426 de la Cyclopædia de McClintock y Strong, tomo 2, columna 2, leemos este subtítulo: “Venida (parusía, estar presente) DE CRISTO.” En Mateo 24:3 la palabra traducida “presencia” es esta palabra griega parusía. Vea Filipenses 2:12 y 2 Corintios 10:10 para otros casos donde aparece esta palabra griega.
[Ilustración de la página 140]
SUBVERSIVO
AGENTE SECRETO
COMUNISTA