El rescate, maravillosa expresión de amor y justicia
1, 2. (a) Cuando surgió la cuestión, ¿qué promesa hizo Jehová, dando ocasión a qué pregunta? (b) ¿Por qué fue escogido el Hijo unigénito como el que habría de ser el vindicador principal de Dios?
JEHOVÁ, en armonía con la dignidad de su soberanía universal, resuelve problemas aparentemente imposibles de un modo que nos causa maravilla. Y después decimos: ‘Sencillamente no podría haber sido de otra manera y haber sido tan cabal, justo y completamente bueno.’ (Isa. 55:9) Por eso, al mismísimo tiempo que surgió la cuestión, Dios, con su presciencia de exactamente lo que haría, anunció: “Él [la descendencia] te magullará [a ti, Satanás] en la cabeza.”—Gén. 3:15.
2 ¿Quién sería nombrado por Dios para ser la “descendencia” que habría de ser magullada en el talón? ¡El Hijo unigénito de Jehová! Fue escogido como el que habría de servir para suministrar la principal solución a la cuestión tocante a lo digna y justa que es la soberanía de Jehová. ¿Por qué este grandioso tan allegado al corazón de Jehová? Bueno, cuando Satanás presentó su desafío puso una sombra sobre la reputación de toda criatura. Llegaría hasta este Hijo.a Más que eso, se concentraría más en él que en cualquiera de las otras criaturas de Dios porque, ante todo, él era el principal de Jehová, el primero después de él en el universo. Él era el que siempre tenía el mando de los otros ángeles. Había sido colaborador con Dios en hacer el universo. (Col. 1:15-17) El que desafiara a Dios podría decir: De todas las criaturas que fueran a mostrarse fieles al servir a Dios, él debería ser quien lo hiciera. De modo que el desafío de Satanás puso en posición conspicua a este poderoso Hijo de Dios.
3. ¿Qué significado tenía el nombre del Hijo en su existencia prehumana?
3 También, el nombre del Hijo unigénito en su existencia prehumana atañe a la situación... su nombre Miguel. (Dan. 12:1; 1 Tes. 4:16; Rev. 12:7) Significa “¿Quién es como Dios?” El nombre mismo es una pregunta. Es como si se dijera que si alguien se levantara y desafiara a Dios, que si alguien tratara de competir con Dios, Miguel sería el primero sobre quien recaería el deber de ponerse de pie y decir: ‘¿Quién es éste que desafía a mi Padre? Le demostraré que no hay nadie como Jehová Dios.’ De modo que su nombre realmente lo designaba como el que sería el Vindicador y el que decidiría terminantemente esta cuestión a favor de Jehová.b
4, 5. ¿Por qué era el Hijo unigénito el mejor que pudiera escogerse? ¿Se le obligó a responder de la manera que lo hizo?
4 Podemos considerar el asunto desde otro ángulo, en cuanto a por qué fue escogido él. No se le obligó a servir con este propósito. La Biblia muestra que cuando Jesús vino para ser bautizado estaba diciendo: “En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado.” (Sal. 40:8; Heb. 10:5-7) De él también está escrito: “Amaste la justicia, y odiaste el desafuero.” (Heb. 1:9) Por lo tanto vemos que Jesús estaba vivamente deseoso de hacer la voluntad de Dios, se deleitaba en ello. Él mismo dijo: “Yo siempre hago las cosas que le agradan.” (Juan 8:29) Estaba capacitado por encima de todos los demás. Además, en Proverbios, capítulo ocho, Éste, personificado como la sabiduría, dice, hablando de la obra creativa de Dios: “Las cosas que eran el objeto de mi cariño estaban con los hijos de los hombres.” (v. Pro. 8:31) Él amaba intensamente a la humanidad, que Dios creó. Gozosamente aceptó esta asignación de vindicar a su Padre, primero por lealtad a Él y, además, por el amor intenso que le tenía a la humanidad.
5 Ahora bien, si este Hijo de Dios aceptaba voluntariamente la asignación, ¿qué otro ángel podría decir: “No, yo quiero tomar esa asignación”? ¿Quién podría adelantársele? Miguel tenía la prioridad, para ofrecerse y para cooperar con Dios en este asunto. Era el Hijo unigénito de Jehová, el más allegado, el íntimo de Jehová Dios.—Juan 1:18.
NO SE CONDONA EL PECADO
6, 7. ¿Por qué no podía Jehová pasar por alto el pecado de Adán y Eva?
6 Jehová proveyó el rescate por medio de Jesucristo. El amor de parte de Jehová Dios y de su Hijo fue el motivo para la provisión del rescate. (Juan 3:16) Permite expresar misericordia, pero ¿está el rescate también en armonía con la justicia de Jehová? Veamos. Adán y Eva se rebelaron contra la soberanía de Dios, cosa que Dios sabía que era posible, porque había creado a estas criaturas con libre albedrío para que le sirvieran. No servían porque estaban obligados a hacerlo, sino debido a las cualidades que tenían y porque podían apreciar y copiar las cualidades de Dios. Jehová tiene cosas materiales, los planetas, por ejemplo, que le sirven hasta el más mínimo detalle y precisamente como él quiere; los animales son gobernados por instinto, pero las criaturas inteligentes pueden emprender su propio derrotero. Sin embargo, si el pecado entrara en el universo, Dios no podría condonarlo y decir: ‘Simplemente lo pasaré por alto.’ ¿Podría decirle a cualquier individuo pecaminoso: ‘Quiero mostrarte misericordia, de modo que simplemente perdonaré tu pecado’? No. En armonía con su justicia y derecho no podría pasar por alto el pecado y dejarlo sin hacer que se rindiera cuenta.
7 Sin embargo, no sucede así con los gobiernos de la Tierra hoy día. Han condonado el desafuero, siendo negligentes y no celosos para obrar contra él. El resultado ha sido que la gente pierde la fe en los gobiernos y finalmente todo se desintegra. El legislador universal no dejará que suceda eso con sus leyes.
8. ¿Cuál es la posición de Jehová relativa al pecado y los pecadores?
8 Por consiguiente, Dios el Soberano universal, cumpliendo con su responsabilidad de sostener la ley y el orden en el universo, no pasa por alto el pecado. “De Dios uno no se puede mofar.” (Gál. 6:7) De hecho, en Habacuc 1:13 el profeta dice: “Tú eres de ojos demasiado puros para ver lo que es malo; y mirar a penoso afán no puedes. ¿Por qué es que miras a los que tratan traidoramente?” Pero, por supuesto, por un tiempo permite la iniquidad debido a la gran cuestión. En la presencia de Jehová las cosas pecaminosas no pueden existir. En la visión de Isaías se muestra a los serafines diciendo: “Santo, santo, santo es Jehová de los ejércitos.” (Isa. 6:3; Rev. 4:8) “Santo” tiene el significado básico de limpieza, tanto física como moralmente, y la repetición triple de ello significa limpieza en el grado superlativo. No hay nadie en el universo tan limpio, en el grado más elevado posible, y por lo tanto no es posible que nada que sea pecaminoso se le acerque directamente.
UN PROBLEMA LEGAL
9. ¿De qué única manera podía tratar Dios con los pecadores?
9 En consecuencia, para tener tratos con los que han nacido en pecado, aunque no haya sido por su propia culpa, Dios tuvo que tener alguna base legal sobre la cual tratar con ellos. (Sal. 51:5; Rom. 5:12) Tenía que tener a alguien, a aquel cuyo sacrificio sería la base legal, por medio del cual pudiera tratar. No podía tratar directamente con la gente pecaminosa debido a su propia dignidad y justicia. De modo que hizo la provisión.
10. Al hacer arreglos para tratar con la humanidad, ¿cambió Jehová sus leyes básicas que gobiernan al hombre?
10 En el ínterin Dios dejó que el hombre continuara produciendo hijos. Se apegó a su propio propósito declarado para con los padres. Les había mandado producir hijos. (Gén. 1:28) Puesto que ahora se proponía dejar que la humanidad sirviera para la cuestión, no cambió su ley ni les quitó ese privilegio a los padres, ni intervino, sino que dejó que el hombre prosiguiera y produjera hijos a su propia imagen, ahora una imagen imperfecta. (Gén. 5:3) A los padres se les otorgó el privilegio de criar a sus hijos de manera que fueran lo que los padres los entrenaran a ser. (Pro. 22:6; 29:15) Hoy vemos que ese principio funciona en el mundo, y muchos están creciendo como odiadores de Dios. Pero Dios lo permitió. Respetaba sus propias leyes que hizo para gobernar a la humanidad, y sabía que eran leyes justas. Sabía que algunos de los hijos que nacieran servirían para su lado de la cuestión.—Job 1:8; 2:3.
‘ALMA POR ALMA’
11. ¿Qué se requería para satisfacer la justicia, y cómo se demostró esto en los tratos de Dios con Israel?
11 El requisito legal de Dios de justicia perfecta está evidente en su ley a Israel: “Alma será por alma, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.” (Deu. 19:21) La exactitud de Dios en este asunto se ilustró también en su trato con Israel cuando escogió una tribu para rendirle servicio en el templo. Ya los primogénitos le pertenecían exclusivamente a Jehová porque los había salvado de ser destruidos durante la décima plaga que le sobrevino a Egipto. Pero ahora Jehová quería que la tribu de Leví le sirviera en su santuario en cambio por los primogénitos. Sin embargo, un censo reveló que había 273 más primogénitos israelitas que levitas. Por lo tanto, para redimir a estos 273, los israelitas tuvieron que pagar un rescate por cada uno. Dios fue muy estricto en esta transacción. (Núm. 3:39-51) También, si una persona cometía asesinato, no se podía aceptar dinero u otro rescate por el hombre; tenía que morir. Tenía que dar alma por alma. (Núm. 35:31-33) Por lo tanto, queda claro que, para redimir al hombre del pecado y de la muerte, se requería el precio de rescate de un alma humana perfecta.
12. ¿Cuál era la situación del hombre en cuanto a suministrar alivio?
12 La impotencia del hombre en cuanto a ayudarse a sí mismo se expresa en el Salmo 49:6-9 cuarenta y nueve, versículos seis al nueve: “Los que están confiando en sus medios de mantenimiento, y que siguen jactándose acerca de la abundancia de sus riquezas, ninguno de ellos puede de manera alguna redimir siquiera a un hermano, ni dar a Dios un rescate por él; (y el precio de redención del alma de ellos es tan precioso que ha cesado hasta tiempo indefinido) para que todavía viva para siempre y no vea el hoyo.” El precio era demasiado precioso, demasiado elevado, más allá del alcance de toda la humanidad. En lo que tocaba a lo que el hombre pudiera hacer, el alivio estaba tan lejos que era hasta tiempo indefinido, realmente sin esperanza.
DERECHO, JUSTICIA SOSTENIDOS
13. ¿Fue Jehová tan estricto consigo mismo como fue con Israel en el asunto del rescate? Explique.
13 Por eso, para que el hombre fuera librado alguna vez, Dios tenía que obrar para hacer provisión. ¿Sería tan estricto consigo mismo como lo fue en la ley que dio a Israel? ¿Sostendría esa ley y se adheriría a sus principios declarados? Hizo exactamente eso, aunque le costó el dar a su Hijo primogénito. (Rom. 5:6-8) ¡Qué maravillosa cualidad! Podemos tener plena confianza en Jehová porque sabemos que él jamás se desviará en lo más mínimo de sus principios. Él jamás, ni por algún antojo, ni por la fuerza de las circunstancias, hará algo irrazonable, ni nada que esté fuera de los principios que nos revela.—Mal. 3:6.
14. ¿Cómo estuvo la provisión del rescate absolutamente en armonía con el derecho y la justicia?
14 De esta manera Jehová pudo sostener completamente su propia justicia, y al mismo tiempo mostrar la maldad extremada del pecado. El apóstol Pablo lo expresa así: “Porque todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios, y es como don gratuito que por su bondad inmerecida se les está declarando justos mediante la liberación por el rescate pagado por Cristo Jesús. Dios lo presentó como ofrenda para propiciación por medio de fe en su sangre. Esto fue con el fin de exhibir su propia justicia, porque estaba perdonando los pecados que ocurrieron en lo pasado mientras Dios estaba ejerciendo longanimidad; para exhibir su propia justicia en esta época presente, para que sea justo aun al declarar justo al hombre que tiene fe en Jesús.” (Rom. 3:23-26) Por lo tanto Dios tenía una base legal en armonía con su derecho y justicia, en el sacrificio de rescate de Jesucristo. Por consiguiente, cuando trató con Abrahán y lo declaró justo, como hizo hace unos 3.900 años, pudo hacerlo, legítimamente, porque sabía que iba a suministrar el rescate en el futuro. (Rom. 4:9) Abrahán no estaba libre del pecado, aunque ejercía fe. Sin embargo, Jehová podía tratar con Abrahán y todavía estar completamente limpio y justo al hacerlo, por medio de este arreglo legal.
15. (a) ¿Por qué fue enviado a la Tierra el Hijo de Dios, y de qué manera nació como humano perfecto? (b) ¿Cómo sabemos que mantuvo la integridad y dio una respuesta plena y completa a la calumnia proferida por el Diablo?
15 En el interés de resolver terminantemente la cuestión, y para suministrar el rescate, el Hijo unigénito de Dios fue enviado a la Tierra, donde el Diablo podía ejercer presión sobre su integridad. Por nacimiento milagroso por medio de la virgen María llegó a ser un hijo humano de Dios. Este hijo nació de una mujer imperfecta, pero él mismo era perfecto y sin mancha. El ángel Gabriel le había anunciado a María: “Espíritu santo vendrá sobre ti, y poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso también lo que nace será llamado santo, Hijo de Dios.” (Luc. 1:35) El espíritu santo colocó un muro de poder invisible alrededor de María, para que nada pudiera causar daño a este embrión mientras iba desarrollándose para nacer. Satanás el Diablo habría deseado destruir a aquel Hijo antes que naciera, si fuera posible. Jesús, durante toda su vida humana, permaneció en esa condición de perfección. Fue “leal, sin engaño, incontaminado, separado de los pecadores.” (Heb. 7:26) El derrotero de la vida de Jesús en la Tierra resolvió la cuestión fuera de duda. Dijo, antes de su muerte de sacrificio: “Viene el gobernante del mundo. Y él no tiene dominio sobre mí,” y, “Ahora hay un juicio de este mundo; ahora el gobernante de este mundo será echado fuera.” (Juan 14:30; 12:31) Estas declaraciones muestran que había probado completamente que Satanás es mentiroso.
SUFRIMIENTO DE JESÚS
16. ¿Qué comprenderemos mejor cuando consideramos lo que sufrió Jesús?
16 Al llegar a este punto pudiéramos decir que es realmente difícil para nosotros comprender lo grande que fue y es Jesús. Al servir para dar solución perfecta y terminante a la cuestión, Jesús sufrió. Todos los siervos de Dios han sufrido cosas terribles a manos de Satanás y sus agentes. Pero Jesús aguantó mayor sufrimiento que el que cualquier siervo de Dios jamás ha aguantado. ¿Por qué podemos decir esto? En la respuesta a esta pregunta podemos comprender mejor la cosa maravillosa que hizo por nosotros nuestro Señor Jesucristo.
17. ¿Qué hizo Jesús, junto con sus discípulos, en su última noche en la Tierra, antes de ser arrestado?
17 Considere lo que sucedió en su última noche con sus discípulos. El relato dice: “Entonces vino Jesús con ellos al lugar llamado Getsemaní, y dijo a los discípulos: ‘Siéntense aquí mientras yo voy allá a orar.’ Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a contristarse y a perturbarse penosamente. En seguida les dijo: ‘Mi alma está hondamente contristada, hasta la muerte. Quédense aquí y manténganse alerta conmigo.’ Y yendo un poco más adelante, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: ‘Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa. Sin embargo, no como yo quiero, sino como tú quieres.’” Tres veces hizo esto Jesús, y cada vez que volvió a sus discípulos estaban dormidos. Les dijo: “¿No pudieron ustedes siquiera mantenerse alerta una hora conmigo?” Los discípulos estaban con la mente embotada; no veían la gran cuestión en que se enfocaba aquella noche; por eso no pudieron mantenerse despiertos.—Mat. 26:36-44.
18. Por la expresión de Jesús en oración a Jehová, ¿estaba pidiendo que se le permitiera escapar de la muerte?
18 Cuando Jesús le pidió esto a Jehová: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa,” ¿qué quiso decir? ¿Estaba diciendo que estaba retirándose, que estaba volviéndose atrás de su decisión de morir y proveer el rescate? No, porque todo el tiempo les había dicho a sus discípulos que iba a morir. Explicó que los principales sacerdotes y escribas le echarían mano y que se le iba a dar muerte y que Jehová iba a levantarlo al tercer día. (Mar. 8:31; Luc. 9:22) Hasta la idea de eludir la muerte de sacrificio le era repugnante a Jesús. (Mat. 16:21-23) El libro de Hebreos muestra que cuando emprendió el derrotero de sacrificio al tiempo de su bautismo dijo: “Me preparaste un cuerpo,” es decir, un cuerpo perfecto como el precio de rescate. Constantemente se mantuvo resuelto en aquel derrotero de sacrificio.—Heb. 10:5.
19, 20. (a) ¿Qué sabía Jesús que estaba afrontando, y qué pidió en oración, si eso fuera la voluntad de Dios? (b) ¿Por qué era tan duro para Jesús lo que afrontaba?
19 No, Jesús no suplicó a su Padre pidiendo que lo dejara escapar de la muerte. Pero sabía que en pocas horas iba a ser arrestado y llevado ante el Sanedrín judío. Iban a declararlo culpable de blasfemia contra Dios, el peor crimen posible. (Juan 10:33; Mat. 26:65) Recuerde que él era el que ‘amaba la justicia y odiaba el desafuero.’ Pues bien, había descendido desde el cielo como Hijo de Dios, para vindicar a su Padre, y en primer lugar, el propio pueblo profeso de Dios negó la naturaleza esencial de él... su calidad de hijo. (Juan 19:7) Pero ahora, iban a colgarlo en un madero como persona de la peor clase que pudiera haber... uno que hubiera blasfemado contra Dios, y también como sedicioso. (Luc. 23:2-4) ¡Qué difamación de Dios! ¡Viene a vindicar a su Padre y a ensalzar su nombre y ¡mire! lo van a colgar como una maldición y blasfemador!
20 El que se la acusara de blasfemador y que la nación escogida de Dios fuese responsable de esa acusación... eso era una cosa terrible para Jesucristo, pues en el pasado había sido el que más celo había mostrado entre todos los del universo por agradar a su Padre, por defenderlo, por evitar hasta la cosa más mínima que pudiera desprestigiar a su Padre. ¡Un blasfemador! Hoy, si una persona es siervo de Jehová, pero se aparta en apostasía y blasfema contra Dios, es detestable a todo el pueblo de Dios. Jesucristo, con su mente, corazón y entendimiento perfectos sentía esto mucho más vivamente de lo que nos sería posible a nosotros. No obstante, dijo: “Sin embargo, no como yo quiero, sino como tú [Jehová] quieres.”—Mat. 26:39.
21. ¿Qué peso aplastante tenía sobre los hombros Jesús aquella noche?
21 Debido a todas estas cosas, cuando oró su sudor llegó a ser como gotas de sangre. (Luc. 22:44) ¡Llevaba un peso tan grande; tenía la carga de todo sobre sus hombros aquella noche! Suplicó a su Padre y oró “con fuertes clamores y lágrimas.” (Heb. 5:7) Sabía que tenía que permanecer fiel, porque, ¿qué pasaría si fallaba? ¡Qué bofetada hubiera sido eso para Jehová! Por otra parte, ¡qué vindicación de su Padre y qué bofetada al Diablo cuando Jesús permaneció fiel! Jehová tenía tanta confianza en la lealtad de su Hijo que había registrado en su Palabra, sí, Jehová había dicho con anticipación, lo que Jesús haría. Jesús sabía eso. Pero Jesús también sabía que el mantener la integridad le tocaba a él; pudo haber fallado; pudo haber pecado. Todo eso estaba sobre los hombros de Jesús. La vida eterna de él y la vida de toda la raza humana pendía en la balanza. Aquélla era una tensión terrible.
22. ¿Por qué clamó Jesús como lo hizo precisamente antes de su muerte?
22 En el madero precisamente antes de morir, clamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mat. 27:46; Sal. 22:1) El apóstol Pablo dijo a compañeros cristianos: “Cristo por compra nos libró de la maldición de la Ley llegando a ser una maldición en lugar de nosotros, porque está escrito: ‘Maldito es todo aquel que es colgado en un madero.’” (Gál. 3:13) Tuvo que llegar a ser maldito para librar a los que estaban bajo la Ley. Y Pedro dijo: “Él mismo cargó con nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero.”—1 Ped. 2:24.
23. ¿A qué no tenía acceso Jesús, que él proveyó para nosotros?
23 Ahora bien, si nosotros pecamos, podemos arrepentirnos y dirigirnos a Jehová Dios, orándole y diciéndole: ‘Jehová Dios, confieso que he pecado. Con el sacrificio de rescate de Cristo como base pido perdón. Por favor perdóname.’ Y recibiremos el perdón de Dios. (1 Juan 1:9) Pero Jesús no podía hacer eso. Él no podía pedir misericordia ‘con el sacrificio (de alguien) como base,’ si se debilitaba y cometía el error más mínimo. Era un peso aplastante el que llevó aquella noche.
24. ¿Qué nos dice Romanos 5:18 acerca de Jesús?
24 ¡Qué gracias podemos dar a Jehová Dios y a Jesucristo porque Jesús no falló! Sirvió para contestar plenamente el desafío. El apóstol dice: “Así, pues, como por medio de una sola ofensa el resultado a toda clase de hombres fue la condenación, así mismo también por medio de un solo acto de justificación el resultado a toda clase de hombres es el declararlos justos para vida.” (Rom. 5:18) Este “un solo acto de justificación” fue el derrotero de integridad de Jesús, incluso su sacrificio. Mediante esto se probó que era justo. Por supuesto, él fue justo a todo tiempo, pero después de esta prueba, que pasó con éxito, Dios todavía podía decir: ‘Tú eres completamente justo, recto en todo sentido.’
25. Compare la justicia de Cristo con la de los que ejercen fe en él.
25 El apóstol Pablo declaró además lo siguiente acerca de Jesús: “Aprendió la obediencia por las cosas que sufrió; y después de haber sido hecho perfecto vino a ser responsable por la salvación eterna de todos los que le obedecen.” (Heb. 5:8, 9) De modo que fue por el propio mérito de Cristo que Dios lo declaró justo. No tuvo que conceder como don a Cristo el estado de justo. Por eso su sacrificio pudo servir de base para que otros hombres fueran declarados justos. Si otros son declarados justos, no es con su propia justicia como base, sino que es con la base del sacrificio de rescate de Jesucristo; es un don para ellos.—Rom. 5:17.
BONDAD AMOROSA DE JEHOVÁ
26, 27. ¿Qué hizo Jehová por Cristo en expresión de su amor y aprecio?
26 La bondad amorosa de Jehová se engrandece en todo esto, y de otro modo también. Jesús sabía que volvería a estar en el cielo con su Padre. El amor y aprecio de Jehová eran tan grandes para con éste que vindicó su nombre bajo la más severa prueba que le concedió a Jesús mucho más de lo que jamás había tenido. Le dio inmortalidad a Cristo y una posición superior a la que había tenido antes, muy por encima de los ángeles. (Fili. 2:5-11; Heb. 7:26) Y no solo eso, sino que Jesús también consiguió otra cosa.
27 Sabemos que las criaturas inteligentes de Dios son gregarias. Les encanta tener asociados. Ahora aquí estaba Jesús, salvo por Jehová, en una clase absolutamente singular. Pero ahora, Jehová en aprecio le dio además un galardón maravilloso, es decir, una “novia.” (Juan 3:28, 29; Rev. 19:7; 21:9) Jesús los llamó, como individuos, “hermanos.” (Heb. 2:11) Ellos pasan por las mismas experiencias que Jesús tuvo en la Tierra. Por lo general disfrutamos de la asociación y conversación con los que han pasado por las mismas cosas, que han hecho el mismo trabajo, que han tenido las mismas experiencias, que nosotros, tal como sucede sin duda con Jesús y su “novia.” Dios dio a Jesús esta “novia” como evidencia de su insondable riqueza y profundidad de aprecio y amor para con su maravilloso Hijo.
GENEROSIDAD DE JESÚS
28, 29. ¿Cómo demuestra Jesucristo, de su parte, su bondad amorosa y generosidad?
28 Jesucristo, por su parte, también reveló su bondad amorosa y generosidad, y su amor a la justicia, por no ser egoísta en este asunto. No dijo: ‘Yo efectué la vindicación de Dios. ¿Por qué deberían otros compartir conmigo esta gloria?’ No, más bien, se regocijó, se alegró de que pudiera tener a otros que pudieran participar en esa vindicación y glorificar a Dios y que también pudieran compartir la gloria y poder de Jesús en los cielos. (Rom. 6:4, 5) Se regocijó de que Dios tuviera otros en la Tierra, donde el Diablo pudiera perseguirlos, que sin embargo permanecieran fieles a la soberanía de Dios, amándola lo mismo que él la amó.
29 Entonces, hay la “grande muchedumbre” de las “otras ovejas.” A Jesucristo le da gusto dejar que entren y participen también en esa vindicación aunque sea a grado pequeño. (Rev. 7:9, 10; Juan 10:16) De modo que él ayuda a todas las “ovejas” de Dios a permanecer firmes por la soberanía de Jehová, a pesar de lo que dijo el Diablo.
EL “ÚLTIMO ADÁN”
30. ¿Cómo llega a ser Jesucristo el “último Adán”?
30 Debido a su fiel proceder y sacrificio Jesús puede salvar a muchos. Tenía el poder, cuando estuvo en la Tierra, de tener una familia propia por medios humanos naturales. No produjo esa familia, sino que cedió esa potencialidad en su sacrificio. Por lo tanto llegó a ser el “último Adán.” Adán produjo una familia, imperfecta, con rasgos malos. Jesucristo produce una familia que posee justicia. Los individuos pueden ser trasladados de la familia de Adán y ser regenerados por medio de la justicia de Jesucristo y, según la ley de procreación de Dios, pueden llegar a ser a su imagen. Pueden quedar limpios como hijos del “último Adán.”—1 Cor. 15:45.
31. ¿De qué manera llega Cristo a tener “prole”?
31 Isaías, por inspiración, describe algunos de los sufrimientos de Cristo y dice: “Si pones su alma como ofrenda por la culpa, él verá su prole.” (Isa. 53:10) Cuando una persona pone el alma de Cristo, el sacrificio de rescate de la vida humana perfecta de Jesús, como ofrenda por la culpa por sus pecados, llega a ser “prole” de Cristo. Cristo no consigue prole por el método natural, sino que como el “Padre Eterno” produce una familia con sus rasgos justos, de la manera que describe el profeta Isaías.—Isa. 9:6, 7.
BENEFICIOS DEL RESCATE FLUYEN AHORA
32, 33. ¿Se han aplicado ya los beneficios del rescate a algunos? Explique.
32 Considerando estas cosas, quizás alguien pregunte: ‘Han pasado 1.900 años desde que se dio el rescate. ¿Por qué no vemos a las personas recibiendo los beneficios del rescate?’ Pues lo vemos, sí. Inmediatamente después que se presentó el precio del rescate en el cielo, solo cincuenta días después de la resurrección de Cristo, el espíritu santo fue derramado y hubo hombres que comenzaron a llegar a ser hijos de Dios. (Hech. 2:1, 33) El apóstol Juan dice: “Ahora somos hijos de Dios.” (1 Juan 3:2) Estas personas recibieron los beneficios del rescate y fueron engendradas por el espíritu, recibiendo la esperanza celestial. En el transcurso de los 1.900 años desde entonces Jehová ha estado seleccionando a los que compondrán ese grupo de 144.000 individuos que serán reyes y sacerdotes con Cristo. (Rev. 14:1, 2; 5:9, 10; 20:6) El seleccionarlos y probarlos ha requerido tiempo, porque ellos serán los que administrarán para siempre la soberanía de Jehová por todas partes del universo.
33 Hoy vemos que el fruto de ese sacrificio también llega a la “grande muchedumbre.” Están disfrutando de los excelentes beneficios de paz con Dios, felicidad, una esperanza y un propósito en la vida, una vida completamente cambiada, con un acercamiento a Jehová Dios y su bendición. También tienen una obra feliz y edificante que hacer para la vindicación de Jehová. En el nuevo orden que tanto se ha acercado, alcanzarán la perfección humana como hijos de Dios.—Rom. 8:21.
EL RESCATE MÁS FUERTE QUE EL PECADO
34. ¿De qué manera es el rescate más fuerte que el pecado de Adán?
34 Resumiendo el asunto, podemos decir que el rescate es más fuerte que el pecado de Adán. El pecado de Adán hizo caer a todos. El rescate, por supuesto, no salva a toda alma humana sin excepción, pero aun así es más fuerte que el pecado innato en nosotros. ¿Cómo? Toda alma sin excepción que quiera libertarse de pecado e imperfección puede conseguir que se le elimine y quedar enteramente limpia. Aun los que serán resucitados de entre los muertos tendrán la oportunidad de aprovecharse del rescate. Los que no consigan vida serán personas que no quieren la soberanía de Jehová. No aman la justicia ni odian el desafuero. Se condenan a sí mismas, añadiendo su propio pecado voluntarioso a su pecado heredado.—Juan 3:17-21.
35. ¿Cómo será borrado —reducido a nada— todo lo que hicieron Adán y Satanás?
35 Por lo tanto, el rescate de Cristo, administrado por el régimen de su Reino, elimina completamente lo que hizo Adán. El último enemigo, la muerte (la muerte acarreada a la humanidad por el pecado de Adán), será reducido a la nada. Cuando se elimine la muerte, entonces nada de lo que hizo Adán —nada de lo que le acarreó a la raza humana— estará aquí en absoluto. No quedará nada en absoluto que pueda señalarse como resultado del pecado de Adán. (1 Cor. 15:26, 56) Y no quedará nada que pueda señalarse como resultado del pecado del Diablo porque, como dice la Biblia: “Con ese propósito el Hijo de Dios fue manifestado, a saber, para desbaratar las obras del Diablo.” (1 Juan 3:8) Satanás habrá desperdiciado completamente su esfuerzo y habrá perdido la vida. La sombra que ha caído sobre el nombre de Jehová y su creación será borrada completamente. El nombre de Dios será vindicado plenamente para toda la eternidad y los que quieran su soberanía estarán allí, vivos, para alabanza de él.—Sal. 150.
36. Después de considerar la provisión del rescate de Jehová, ¿qué exclamación podemos hacer?
36 ¡Qué bondad amorosa de Dios! ¡Y qué amor de parte de nuestro Señor Jesucristo! Podemos decir con el apóstol: “¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán inescrutables son sus juicios e ininvestigables sus caminos!” (Rom. 11:33) Teniéndoles verdadero aprecio a estas cosas, podemos exclamar, sin importar qué cosas traiga el mundo para causar dudas y para atacar nuestra fe: ‘¿No es esto motivo suficiente para dar la vida por ello?’—Hech. 20:24; 21:13.
[Notas]
a Vea El Nuevo Mundo (publicado en 1942), página 156, párrafo 1, a página 160, hasta el subtítulo “La prueba aplicada.” Ya no se imprime y está agotado.
b Vea el libro “Then Is Finished the Mystery of God,” publicado por la Sociedad Watch Tower Bible & Tract, 1969, págs. 305-308.