Completando la obra de hacer discípulos
“Somos colaboradores de Dios. Ustedes son campo de Dios bajo cultivo, edificio de Dios.”
1. (a) ¿Cómo debe uno sentirse al ver un trabajo bien hecho, y qué factores no deben cambiar su actitud? (b) Dé algunos ejemplos bíblicos de asignaciones bien hechas donde debe haberse recibido satisfacción.
HAY gozo en ver un trabajo bien hecho. Esto es cierto sea el trabajo grande o pequeño, sea que implique a muchas personas o a uno solo, sea que se complete rápidamente o se extienda a través de un largo período de tiempo. Noé y su familia deben haber sentido profunda satisfacción al completar el arca a tiempo; luego juntando a los animales en ella, finalmente sellándola antes de que vinieran las lluvias. Moisés y los israelitas, al completar con sus intrincados detalles el tabernáculo en el desierto, deben haber sentido esa misma emoción. Salomón y los que trabajaron con él deben haberse regocijado cuando se completó el magnífico templo en el monte Moría en Jerusalén en 1027 a. de la E.C., y la nube, que significó la aprobación de Dios, lo llenó de modo que los sacerdotes no podían entrar.
2. Describa una obra, en la cual el participar en ella proporcione la emoción del logro verdadero.
2 ¿Es usted una persona que disfruta de la emoción del logro verdadero? Entonces, ¿qué habría si se le hubiese dado el privilegio de participar en la obra más grande que jamás haya hecho el hombre sobre la Tierra? En esto se asociaría con millares de hombres y mujeres devotos de todas las naciones. Usted participaría en una obra que es para el más grande bien posible de las personas de disposición a la justicia. Es una obra que se inició hace más de mil novecientos años y ahora está llegando a su grandiosa culminación. Se completará en esta generación. Un vigoroso amador de Dios ciertamente se interesaría en tal obra.
3. ¿Cómo pudieran objetar algunos a una obra religiosa o ministerial?
3 ‘Pero,’ quizás usted objete, ‘eso me parece una obra ministerial, y yo entiendo que ésa es una profesión que está decayendo en popularidad.’ ‘De hecho,’ usted pudiera decir, ‘sé que ésa es la razón por la que hay escasez de ministros y sacerdotes por todo el mundo y la escasez se está agudizando cada vez más. Probablemente sería una carrera que cause mucha frustración.’
4. Si uno objetara a una obra como en la que participa el clero de la cristiandad, ¿qué debe tener presente?
4 Entendamos el punto de vista correcto de esta obra desde el principio, haciéndolo de manera franca. La oportunidad de participar en esta obra magnífica no significa el llegar a ser clérigo de una de las religiones nominales del día. Aunque la invitación es a una obra ministerial, no tiene la más remota semejanza con la predicación que se hace en las iglesias de la cristiandad hoy día, ni tiene conexión alguna con ellas. Hay una diferencia maravillosa.
5. (a) ¿Qué debe cautivar el interés de uno inicialmente? (b) ¿Quién dirige esta obra, y qué dijo?
5 Ante todo, uno debe interesarse en saber quién dirige esta obra y por lo tanto quién extiende la invitación para participar en ella. La oportunidad de participar en ésta que es la más grandiosa de todas las obras se hace accesible por medio de un mandato de Cristo Jesús que dio a sus seguidores y que se registra en Mateo 28:19, 20, a saber: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado.”
6. (a) ¿Qué es un discípulo, según una autoridad? (b) Según esta definición, ¿qué clase de discípulo pudiera llegar a ser uno?
6 Antes de considerar los agradables detalles de esta obra y especialmente la emoción de participar en completarla en estos últimos días, debemos preguntarnos: ¿Qué es un discípulo? Es: “El que recibe instrucción de otro. El que acepta las doctrinas de otro y ayuda a diseminarlas y a llevarlas a cabo.” También, “Un adherente convencido de una escuela (como una filosofía, arte, o política),” según el Webster’s Third New International Dictionary de 1963. Aunque esta definición de esta fuente seglar autoritativa nos ayuda muy bien a entender algo del significado de la palabra, no obstante no basta. Nos interesamos en un significado bíblico. La última parte de esa definición, según el uso moderno de la palabra, muestra que uno podría ser discípulo de una persona u organización que enseñara doctrinas religiosas falsas y hasta podría ser discípulo de aquello que no tiene nada que ver con la Biblia.
7. ¿Qué clase de discípulos tenía presente Jesús cuando animó el hacerlos?
7 Nosotros, sin embargo, tenemos presente el verdadero alcance de la palabra como la usó Cristo Jesús cuando hizo la declaración de la cual se toma nuestro tema. No estaba animando a sus seguidores a hacer discípulos de “filosofía, arte, o política” ni siquiera de “la iglesia que usted escoja.” Estaba animándolos a hacer discípulos de él mismo y a “observar todas las cosas que yo les he mandado.” Querremos recordar, también, que Jesús no enseñó sus propias ideas sino, como él dijo: “No puedo hacer ni una sola cosa de mi propia iniciativa; así como oigo, juzgo; y el juicio que yo dicto es justo, porque no busco mi propia voluntad, sino la voluntad del que me envió.” (Mat. 28:20; Juan 5:30) Hablamos, entonces, de discípulos en el verdadero sentido cristiano de la palabra, y no en ningún sentido mundano que se haya desarrollado desde que Jesús usó apropiadamente la expresión. Serían personas que entenderían y aceptarían las enseñanzas de Cristo Jesús y lo seguirían con sumo cuidado y atención en diseminarlas.
8. (a) ¿Cuál es la mejor manera de averiguar exactamente cómo se pueden hacer discípulos? (b) ¿El ejemplo de quiénes no siguió, y cómo lo sabemos?
8 Apreciando lo que es un discípulo cristiano, nos interesamos en la manera en que pueden hacerse. ¿Qué mejor manera de averiguar esto pudiera haber que remontarse al tiempo cuando Cristo Jesús dio el mandato y descubrir exactamente qué había estado efectuando para hacer discípulos? ¿Había estado siguiendo el ejemplo del clero de su día? ¡Ni pensarlo! A éstos él dijo: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! porque atraviesan mar y tierra seca para hacer un solo prosélito, y cuando llega a ser uno lo dejan expuesto al Gehena dos veces más que ustedes.” (Mat. 23:15) Además, acerca de éstos él dijo: “Los escribas y los fariseos se han sentado en la cátedra de Moisés. Por eso todas las cosas que les digan, háganlas y obsérvenlas, pero no hagan conforme a los hechos de ellos, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las ponen sobre los hombros de los hombres, pero ellos mismos ni con el dedo quieren moverlas. Todas las obras que hacen las hacen para ser vistos por los hombres; porque ensanchan las cajitas que contienen escrituras que llevan puestas como resguardos, y agrandan los flecos de sus prendas de vestir. Les gusta el lugar más prominente en las cenas y los asientos delanteros en las sinagogas, y los saludos en las plazas de mercado y el ser llamados por los hombres Rabí. Más ustedes, no sean llamados Rabí, porque uno solo es su maestro, mientras que todos ustedes son hermanos.” (Mat. 23:2-8) No, éste no fue el método de Jesús para hallar a las personas semejantes a ovejas y para abrirles el camino para que llegaran a ser seguidores suyos.
9. (a) ¿Qué clase de personas buscaba y qué clase de personas no buscaba? (b) ¿Cómo las buscó y cómo no las buscó?
9 Su método fue revolucionario, diseñado para satisfacer una necesidad específica. No buscaba parásitos o meros oyentes. Buscaba discípulos, hombres que querían aprender las “buenas nuevas,” como él las llamaba, que estarían anuentes a ponerse de parte de la verdad cuando la reconocieran y que, a su vez, dedicarían su vida a la obra de hacer todavía otros discípulos cuando se les mostrara cómo. Y el buscarlos no quiso decir el abrir una iglesia y esperar que alguien entrara por casualidad. Quiso decir el tomar la iniciativa e ir a la gente, para poder hablarle personalmente. Él sabía desde el principio que no había mejor manera de alcanzar a la gente con este mensaje vital que la manera que ahora estaba haciendo accesible.
10. ¿Cómo demostró ingeniosidad en su obra de hacer discípulos?
10 Y al hacer esto, ¡qué ingeniosidad usó! Predicó a muchedumbres en la falda de una montaña, en la sinagoga de su pueblo natal y en otras sinagogas, en el templo en Jerusalén, desde un barco a la orilla del mar, en lugares aislados, en hogares particulares, y “de ciudad en ciudad y de aldea en aldea.”—Mat. 5:1; 12:9; 13:54; 14:13, 14; Luc. 5:3; 8:1; 10:38, 39; 19:2, 5, 6.
11. ¿A qué clase de personas predicó, pero qué clase respondió más favorablemente?
11 Y ¿a qué clase de personas predicó? A jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, ricos y pobres, enfermos y sanos. Aunque habló a todos, fue la gente común la que respondió más favorablemente. Sus apóstoles, por ejemplo, fueron casi todos hombres de la clase trabajadora.
12. ¿Por qué deberíamos esperar que los de la clase trabajadora constituyan buenos ministros?
12 ¿Constituirían buenos ministros los hombres de estos diversos ramos de actividad? ¿Por qué no? Podían aprender doctrina y principio tan bien como cualquiera. Además, no solo les enseñaría Jesús la verdad de los propósitos de Dios, sino que los instruiría y los entrenaría a predicar y enseñar. Serían personas vigorosas, entusiásticas, anuentes y capaces para trabajar.
13. ¿Cómo principió el entrenamiento de ministros para la obra de hacer discípulos, y hay evidencia de haberse dado instrucción cabal?
13 Primero fueron los doce apóstoles a quienes “Jesús . . . envió, dándoles estas órdenes. . .” (Mat. 10:5) Luego continuó Jesús y dio instrucciones detalladas para la obra de casa en casa y de ciudad en ciudad en la que participarían. Esto se registró para nosotros en el capítulo diez de Mateo, y luego Mateo 11:1 dice: “Ahora bien, cuando Jesús hubo acabado de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en las ciudades de ellos.”
14. ¿Cómo se ensanchó más tarde la obra, y cómo sabemos que tuvo éxito?
14 Más tarde esta actividad se ensanchó cuando “el Señor designó a otros setenta y los envió de dos en dos delante de sí a toda ciudad y lugar adonde él mismo iba a ir. Entonces les decía: ‘La mies, en realidad, es mucha, mas los obreros son pocos. Por lo tanto rueguen al Amo de la mies que envíe obreros a su mies.’” (Luc. 10:1, 2) ¿Tuvo éxito esta gira temprana en el servicio de Dios? Lucas 10:17 contesta: “Entonces volvieron los setenta con gozo.” Y el versículo veintiuno agrega: “En aquella misma hora [Jesús] se llenó de gran gozo en el espíritu santo y dijo: ‘Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos. Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera aprobada por ti.’” ¡El método de Jesús de hacer discípulos era razonable en su concepción y estaba resultando ser conmovedoramente eficaz y próspero en su ejecución!
15. (a) ¿Cómo sabemos que el método de Jesús de hacer discípulos tuvo éxito aun después de su muerte? (b) ¿Mostraron convicción y valor los seguidores de Jesús para llevar a cabo su asignación?
15 Esto habría de resultar ser cierto en una escala aun más grande poco después de la muerte de Jesús. Que los apóstoles y otros de sus seguidores entendieron claramente lo que se esperaba dé ellos se demuestra por su actividad y los resultados. El discurso de Pedro, que se registra en el segundo capítulo de Hechos de Apóstoles, resultó en que 3.000 se bautizaran, y poco después el número aumentó a 5.000. (Hech. 2:41; 4:4) El sumo sacerdote atestigua a su éxito cuando algunos de los apóstoles fueron traídos al salón del Sanedrín. “Y el sumo sacerdote los interrogó y dijo: ‘Les ordenamos positivamente que no siguieran enseñando sobre la base de este nombre, y sin embargo, ¡miren! han llenado a Jerusalén con su enseñanza.’” (Hech. 5:27, 28) Que estos siervos de Dios no habrían de ser intimidados, sino que continuarían la obra de hacer discípulos, se demostró por su respuesta: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.” (Hech. 5:29) ¡La obra de predicación estaba desarrollándose rápidamente y los discípulos se estaban multiplicando!
UNA PAUSA EN LA OBRA DE HACER DISCÍPULOS
16. ¿Continuó esa obra temprana de hacer discípulos y se extendió a la obra religiosa que vemos hoy día en la cristiandad, y cuáles son algunas de las razones por las que contestamos así?
16 ¿Cómo ha progresado desde entonces esta obra? ¿Se ha extendido a los centenares de religiones llamadas “cristianas” con sus millones de adherentes en diversas partes del mundo hoy día? Cuán maravilloso sería si pudiésemos decir “Sí” en respuesta a estas preguntas. Pero por desgracia no es posible contestar así. No, lo que vemos en la cristiandad hoy día no es una expansión del cristianismo excelente del día de Jesús. Los hechos, bíblicos y seglares, muestran lo contrario. Hubo una pausa en la obra que iniciaron Jesús y los apóstoles, y Jesús y algunos de sus apóstoles predijeron claramente esta pausa. El que sucediera no debía venir como sorpresa entonces ni debe ser tan difícil ahora entenderlo.
17. ¿Qué ilustró Jesús en la parábola del sembrador?
17 En la parábola del sembrador, que se registra en Mateo 13:24-30, 36-43, Jesús ilustró cómo habría una corrupción de ese cristianismo original, y esto sería tanto en cuanto a organización como en cuanto a doctrina. Satanás sembró cristianos de imitación como “mala hierba” entre los cristianos verdaderos, que fueron representados como “trigo.” Porque, como se desarrollaron las cosas, habría un período de tiempo cuando sería difícil o imposible distinguir uno del otro, sería necesario que el amo permitiera que crecieran juntos hasta el tiempo de la “siega.” Entonces la “mala hierba” sería claramente identificada y podría efectuarse la obra de separación.
18. ¿Cuándo comenzó la apostasía del cristianismo verdadero, y qué dijeron acerca de esto los apóstoles Pablo y Pedro?
18 La caída de aquella organización primitiva del cristianismo verdadero tuvo lugar después de la muerte de los doce apóstoles pero tuvo su principio aun antes de que murieran. Note la advertencia de Pablo en Hechos 20:29, 30: “Yo sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán varones y hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí.” También dijo: “Porque habrá un período de tiempo en que no soportarán la enseñanza sana, sino que, de acuerdo con sus propios deseos, acumularán para sí mismos maestros para que les regalen los oídos; y apartarán sus oídos de la verdad, siendo que serán desviados a cuentos falsos.” (2 Tim. 4:3, 4) Pedro advirtió: “Sin embargo, llegaron a haber también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán silenciosamente sectas destructivas y repudiarán aun al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada.”—2 Ped. 2:1, 2; 2 Tes. 2:7.
19. ¿Cuáles son algunas evidencias de que, a través de los siglos y también ahora, la cristiandad no fue y no es cristiana?
19 Desde entonces, a través de los siglos, incluso la edad media, la edad del oscurantismo, la cristiandad con sus cruzadas, guerras e inquisiciones fue todo menos cristiana. ¿Podría ser la cristiandad, con su creencia en tales doctrinas paganas como fuego del infierno, purgatorio, inmortalidad del alma humana, trinidad, etcétera, ser verdaderamente cristiana? ¿Y qué hay de implicarse ella en política, mercantilismo, guerras y juego por dinero? Además, ¿ve usted a su clero o a los miembros de la iglesia participando activamente en la obra de hacer discípulos de Cristo Jesús y los apóstoles de la manera que describe la Biblia y a la que nos hemos referido previamente? No, hoy en día la cristiandad no es cristiana y no está cumpliendo el mandato de Jesús de hacer discípulos verdaderos. Muchas declaraciones de clérigos prominentes muestran que esto es así. Se reconoce libremente.
20. (a) ¿Quiénes están efectuando la obra de hacer discípulos hoy en día, y cómo se han preparado para la asignación? (b) ¿Qué mandato adicional está enlazado ahora con Mateo 28:19 como uno que aplica especialmente a nuestro día?
20 ¿Quiénes, entonces, están efectuando la obra de hacer discípulos hoy en día? No puede haber duda de esto. Son los testigos cristianos de Jehová. El reavivamiento de la obra de hacer discípulos se encuentra en esa organización en estos últimos días. Se han librado de los credos constrictivos y de las doctrinas falsas contaminadoras de las iglesias nominales. Se han librado de las formas jerárquicas, de congregación y todas las demás formas de gobierno eclesiástico que no son bíblicas y están gobernados por gobierno teocrático. Finalmente, han adoptado el método de trabajo que estableció Cristo Jesús y el cual siguieron los apóstoles y discípulos primitivos. Este método no se adoptó simplemente para conformarse a un modelo bíblico ahora pasado de moda. No, se adhieren estrechamente a él porque todavía es el método más cabal y más eficaz para efectuar la obra que pudiera hallarse. Sí, hoy en día los testigos de Jehová son quienes obedecen el mandato del Maestro (que se encuentra en Mateo 28:19): “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones.” Pero aun más que eso, están obedeciendo el mandato propuesto para nuestro día y que se registra en Mateo 24:14: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” ¡Otra vez la obra de hacer discípulos está en plena operación!
COMPLETANDO LA OBRA
21. (a) ¿Hay urgencia en la obra de hacer discípulos, y por qué? (b) Tocante a urgencia, ¿qué se aprende de las experiencias de Noé?
21 Aun el observar casualmente la actividad de los testigos de Jehová hará que una persona esté consciente de que hay urgencia en el asunto. Pero, ¿por qué? ¡Ciertamente la obra de hacer discípulos puede continuar indefinidamente! Ahí está el toque. No puede. Esta obra tuvo un comienzo y tendrá un fin. El texto que se acaba de citar antes nos dice que cuando se haya efectuado la obra de predicación, “entonces vendrá el fin.” Los “últimos días,” acerca de los cuales se advierte tan frecuentemente en la Biblia, han llegado. (2 Tim. 3:1; Sant. 5:3; 2 Ped. 3:3) Las personas que quieran tener una vista anticipada clara de estos días pueden leer Mateo 24:37-39 y los capítulos seis y siete de Génesis. Jesús dijo que estos días serían “así como eran los días de Noé.” A Noé se le llamó “predicador de justicia” y cuando se completó su obra de advertencia y se cerró la puerta del arca, no se hicieron más discípulos de aquella generación. Había pasado la oportunidad para salvación.
22. ¿Pueden hacerse discípulos apresuradamente, o exactamente qué está implicado en ello?
22 Si vivimos en tiempos urgentes y se acerca el fin de este sistema de cosas, entonces probablemente haya necesidad de que se hagan apresuradamente “decisiones a favor de Cristo” al estilo de Billy Graham, quizás razonen algunos. No, no es así de fácil. El mandato de Jesús fue de ‘hacer’ discípulos. Esa expresión en sí indica que habría bastante trabajo implicado para efectuarlo. Indica que el discípulo tendría que ser amoldado, formado o moldeado según un nuevo conjunto de principios e ideas. Esto es exactamente lo que se necesita, según las palabras del apóstol en Romanos 12:2: “Cesen de amoldarse a este sistema de cosas, mas transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.” Tal obra requeriría tiempo; no se efectuaría por medio de una conversión rápida.
23. (a) ¿Qué trabajo inicial y qué trabajo adicional tienen que hacerse que requieren tiempo? (b) ¿Qué es cierto en cuanto a la mente de la gente hoy en día que retarda la obra de hacer discípulos?
23 Primero debe efectuarse una obra de buscar. De casa en casa y de muchas otras maneras se pone uno en comunicación con las personas interesadas y se les da la oportunidad de oír una breve presentación de la verdad bíblica. Las que muestran ser de una disposición semejante a oveja y manifiestan interés en aprender la verdad de los propósitos de Dios se apuntan y las visitas adicionales a ellas estimulan ese interés. Si el interés resulta ser genuino, se puede comenzar un estudio bíblico en el cual se abarca un amplio campo de temas bíblicos, se eliminan conceptos erróneos y se contestan muchas preguntas. Como se ha dicho, todo esto requiere tiempo. Las buenas nuevas han estado veladas por largo tiempo y las mentes han estado cegadas. Note con qué seriedad recalca esto Pablo en 2 Corintios 4:3, 4: “Ahora, si las buenas nuevas que declaramos están de hecho veladas, están veladas entre los que están pereciendo, entre quienes el dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos, para que la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios, no resplandezca a través a ellos.” Sin embargo, la enseñanza persistente permite que la luz de las buenas nuevas resplandezca a través a ellos. Cada semana en 1965 los testigos de Jehová condujeron 770.595 estudios bíblicos de casa.
24. ¿Cómo son ayudados los discípulos además de la enseñanza que se les da sobre una base personal?
24 No solo se efectúa la enseñanza sobre una base personal, sino que hay reuniones de congregación instructivas e interesantes a las cuales asistir y de las cuales aprender. Cada semana los que están conscientes de su necesidad espiritual y que quieren que su sed del agua de la verdad sea satisfecha asisten al estudio de La Atalaya, el discurso público, la reunión de servicio, la escuela del ministerio y el estudio de libro de congregación. Esto se hace en una escala mundial en 24.158 congregaciones en 197 países, según se informa en el Anuario de los testigos de Jehová para 1966.
25. ¿Cómo podemos estar seguros de que se completará esta tremenda empresa?
25 ¿Se completará finalmente este tremendo trabajo? Dios nos asegura que sí. Concerniente a cualquier empresa que él comienza dice: “Así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado.” (Isa. 55:11) Realmente es la obra de Jehová la que estamos haciendo, como puede discernirse de las palabras de Pablo en 1 Corintios 3:9: “Porque somos colaboradores de Dios. Ustedes son campo de Dios bajo cultivo, edificio de Dios.” Cristo Jesús y los ángeles están dirigiendo la obra. (Rev. 14:6) Podemos estar seguros de que con tal supervisión se completará. Hoy día cualquier persona que verdaderamente tenga amor a la verdad también tiene la oportunidad, de alguna manera, de oír esa verdad.
26. ¿Cómo podría describirse apropiadamente este tiempo de hacer discípulos?
26 Este debe ser y es un tiempo gozoso. Hablando de manera general concerniente a nuestro día, Jesús dijo: “Mas al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen sus cabezas, porque su liberación se acerca.” (Luc. 21:28) Describiendo el regocijo que hay cuando se encuentra a una oveja descarriada, dice Mateo 18:13: “Y si sucede que la halla, de seguro les digo, se regocija más por ella que por las noventa y nueve que no se han descarriado.” Hoy es especialmente un tiempo gozoso, cuando millares están siendo hallados.
27. ¿Por qué debería ser más gozoso el completar la obra de hacer discípulos?
27 La expectación al comienzo de una empresa puede ser emocionante. Pero, ¿cuál parte de un esfuerzo realmente es la más gozosa, el comienzo o el fin? El fin, por supuesto. Ahí es donde uno ve los frutos de su trabajo. Ahí es donde uno ve, no solo el bosquejo o los planos, sino la realidad. Así sucede con la obra de hacer discípulos. La predicación de estas buenas nuevas del Reino y el recogimiento de discípulos por medio de ella de todas las naciones y razas es la asignación más grande jamás intentada en esta Tierra. ¡Qué gozo es el vivir en un tiempo cuando tiene lugar su terminación delante de nuestros mismísimos ojos! Muchas, en efecto, son las razones para regocijarnos.
28. ¿Qué pensamientos debe uno tener presentes al considerar la culminación de esta gran obra?
28 Pero uno de los gozos verdaderos resulta de participar en la obra. No solo debe ser uno discípulo, sino que uno tiene que hacer discípulos, y ahora hay que participar en esta obra. Una vez que pase esta oportunidad de participar jamás se repetirá. Es verdad que Dios no nos necesita a fin de efectuar la obra, pero ¡qué bendición que él nos permita participar! Apreciando esto, debemos trabajar hasta el límite pleno de nuestras fuerzas y habilidad.