Cuidado con causar tropiezo a otros
Es necesario que las personas que afirman amar a Dios y Cristo vigilen lo que dicen y hacen. De otro modo, pudieran hacerse culpables de causar tropiezo a uno de los “pequeños,” o seguidores, de Jesús. Jesús mismo señaló esto dramáticamente cuando dijo:
“Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen, mejor le sería que se le pusiera alrededor del cuello una piedra de molino como la que el asno hace girar y realmente fuera arrojado en el mar.”—Mar. 9:42; Mat. 18:6.
Piedras de molino como las que se ilustran aquí hacen que la declaración de Jesús sea muy impresionante. El hacer girar la piedra superior exigía la fuerza de un animal, puesto que la piedra tenía un diámetro de 1,2 a 1,5 metros. En vista del gran tamaño de una piedra como aquélla, no habría esperanza de supervivencia para nadie que fuera arrojado en el mar con un peso tan gigantesco alrededor del cuello. ¡Esto ciertamente es un vigoroso estímulo para que vigilemos nuestras palabras y hechos!