El punto de vista bíblico
¿Por qué no tomar drogas?
LA HISTORIA de los narcóticos o de las drogas que disminuyen la sensibilidad ha sido larga y variada. Hasta se han usado con propósitos religiosos. Por ejemplo, el Dr. Lawrence Stager, profesor adjunto de la arqueología siropalestina en el Instituto Oriental de la Universidad de Chicago, ha informado:
“En Cartago recobramos semillas de adormideras, lo cual sugiere que se usaba opio. Eso nos instó a buscar más prueba. Pronto descubrimos que se usaban las drogas en los ritos del templo. Se halló una jarra grande de marihuana en el Líbano, en las ruinas de un templo. En Creta se halló una diosa de terracota con tres bulbos grandes de opio que le brotaban de la cabeza, así que la práctica de usar opio era extensa.”—Popular Mechanics, mayo de 1978.
Puede que a muchos les sorprenda enterarse acerca de los usos que se les daban a los narcóticos en las religiones de la antigüedad. Pero, es probable que reconozcan que hoy el uso de drogas es universal. En realidad, es tan general el uso de los narcóticos que algunos quizás pregunten: “¿Por qué no tomar drogas?”
¿Lo mismo que bebidas alcohólicas?
Puede que algunos sostengan que por lo menos el uso de drogas “suaves,” como la marihuana, no sea incorrecto. Tal vez razonen que las Escrituras permiten el uso de bebidas alcohólicas, y digan que éstas también son una droga. Don Phelps del Instituto Nacional del Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (en los Estados Unidos) ha declarado: “Cada vez más [adolescentes de 18 a 21 años de edad] están recurriendo a las drogas y a las bebidas alcohólicas a la misma vez. . . . Entonces toman dosis excesivas de dos clases de drogas en vez de una.” (Las bastardillas son nuestras.) De modo que algunas fuentes optan por clasificar tanto las bebidas alcohólicas como los narcóticos como “drogas.” Pero, ¿puede uno realmente justificar el uso de los narcóticos por medio de tratar de clasificarlos junto con las bebidas alcohólicas?
Puesto que los narcóticos no son alimento, carecen de valor nutritivo. Sin embargo, las bebidas alcohólicas, como el vino, son de algún provecho nutritivo. Por eso, desde ese punto de vista, no hay correspondencia entre las bebidas alcohólicas y los narcóticos.
El abuso de los narcóticos daña la salud y hasta puede resultar en muerte. Pero una bebida alcohólica como el vino tiene algún valor medicinal. El apóstol cristiano Pablo le dijo a su colaborador Timoteo: “Ya no bebas agua, sino usa un poco de vino a causa de tu estómago y de tus frecuentes casos de enfermedad.” (1 Tim. 5:23) Por consiguiente, a la vez que advierte contra el uso excesivo del vino, el Dr. C. Raimer Smith dijo: “Como medicamento estomacal, puede usarse para la dispepsia, anorexia (falta de apetito), fatiga, vómitos, senilidad, etc.”—The Physician Examines the Bible, pág. 138.
Aunque la Biblia no prohíbe el uso moderado del vino u otras bebidas alcohólicas, sí condena el emborracharse. Por ejemplo, declara: “No llegues a estar entre los que beben vino en exceso, entre los que son comedores glotones de carne. Porque el borracho y el glotón vendrán a parar en la pobreza, y el adormecimiento vestirá a uno de meros andrajos.” (Pro. 23:20, 21) Además, el apóstol Pablo condenó las “borracheras” como un mal incluido en las “obras de la carne” no cristianas. Y declaró significativamente que los borrachos “no heredarán el reino de Dios.”—Gál. 5:19-21; 1 Cor. 6:9, 10.
Puesto que la Biblia condena la borrachera, ¿no es razonable concluir que a los ojos de Dios sería incorrecto el que alguien tratara de alcanzar un estado eufórico por medio de los narcóticos? Claro está que el tomar bebidas alcohólicas en una cantidad grande simplemente para ‘ahogar los pesares’ sería incorrecto desde el punto de vista bíblico. Y eso es cierto a pesar de que esas bebidas pueden tener valor nutritivo y medicinal. ¡Cuánto más incorrecto sería el buscar un estado eufórico por medio de usar drogas que envician!
Una comparación que hace pensar
Hay algunas maneras en que la embriaguez y el abuso de las drogas son parecidos. La persona que bebe al punto de emborracharse puede acarrearse ignominia a los ojos de otros. Refiriéndose a sus acciones inestables, dañinas y muy irresponsables, la Biblia dice: “¿Quién tiene heridas sin causa? ¿Quién tiene deslustre de ojos? Los que se quedan largo tiempo con el vino . . . No mires el vino cuando exhibe un color rojo, cuando luce centelleante en la copa, cuando va con suavidad [cuando todo le parece rojo al bebedor y la bebida se desliza suavemente por la garganta]. A su fin muerde justamente como una serpiente, y segrega veneno justamente como una víbora [porque el abusar de las bebidas alcohólicas puede enfermar a uno tanto física como mentalmente, y realmente puede matar]. Tus propios ojos verán cosas extrañas [hasta las alucinaciones son posibles], y tu propio corazón hablará cosas perversas [a medida que los motivos malos asumen el control].”—Pro. 23:29-33.
Comparativamente, el que usa narcóticos se hace inestable. Se está dañando física y mentalmente. Ciertamente, el enviciarse con los narcóticos es contaminador y por lo tanto bíblicamente incorrecto. (2 Cor. 7:1) Además, es muy probable que el usuario de drogas se porte irresponsablemente, que experimente alucinaciones y ceda a motivos malos. El individuo que proceda así puede acarrearse ignominia. Se ve, pues, que así como la embriaguez es incorrecta a los ojos de Dios, también lo es el abuso de las drogas.
¿Qué hay de la mente?
El uso continuo de los narcóticos puede dañar los procesos mentales. Por lo menos mientras la persona está bajo la influencia directa de los narcóticos su mente está afectada, muchas veces a tal grado que no puede razonar debidamente. Es digno de notarse que antes que colgaran a Jesucristo en el madero, “le dieron a beber vino mezclado con hiel [y evidentemente también mirra]; mas, después de gustarlo, rehusó beber.” (Mat. 27:34; Mar. 15:23) ¿Por qué rehusó Jesús ese vino? Porque estaba adulterado con drogas.
Es de interés que en la obra Expository Dictionary of New Testament Words por Vine, leemos: “Cristo rehusó participar de cualquier medio de alivio como ése; quiso retener toda Su facultad mental para cumplir plenamente con la voluntad del Padre.” Justamente antes de morir, Jesús sí aceptó vino no adulterado con drogas. (Juan 19:28-30) Su rechazamiento del vino adulterado con drogas manifiesta que deseaba tener en plena posesión todas sus facultades durante la prueba suprema de su fe.
De modo parecido los seguidores de Cristo deben esforzarse por mantener el control de sus facultades mentales para poder retener la habilidad de evitar la conducta inmoral u otras acciones que pudieran arruinar su relación con Jehová Dios. Además, han de amar a Dios con toda su mente. (Luc. 10:27) Eso forzosamente excluye el uso de los narcóticos para producir alucinaciones u otras reacciones mentales que se tratan de conseguir con el único propósito de experimentar placer eufórico.
Aunque los puntos mencionados no excluyen el debido uso médico de las drogas, ciertamente indican que las personas piadosas tienen que evitar todo abuso de drogas. Estos factores merecen seria consideración cuando el individuo se enfrenta a la pregunta: ¿Por qué no tomar drogas?